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Lamentable, muy lamentable…

Lamentable, muy lamentable…

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Después de observar el comportamiento y la actitud de los políticos y candidatos para las próximas elecciones, todo hace pensar que nos han visto la cara y que la mayoría de la población está dispuesta a que les tomen el pelo. Parece que tenemos una población boba, que le hagan lo que le hagan, está dispuesta a bajar la cabeza y aceptar que algunos políticos bribones y sinvergüenzas, se burlen del Perú en nuestras propias caras, recurriendo siempre a los pequeños espacios u omisiones en la letra de la ley.

En años recientes hemos visto a Vizcarra atacar al congreso hasta la saciedad, al punto que lo disolvió con maniobras políticas y operaciones sicosociales, para reemplazarlo en unas elecciones forzadas y apresuradas, por otro congreso de peor nivel que el anterior. Luego de eso, Vizcarra tuvo el descaro, antes de ser vacado, de ir al Congreso y descalificar a los congresistas que solicitaban su vacancia del derecho de acusarlo, pues había entre los 130, un total de 68 congresistas con procesos judiciales abiertos. El argumento era: “Si todos son inmorales y tienen deudas con la justicia, Vizcarra no podría ser sancionado políticamente por ese congreso, por sus deudas con la justicia”.

Finalmente, inmediatamente después del caso de su amigo Richard Swing y ante la avalancha de confesiones de “colaboradores eficaces” que lo acusan de coimero, fue vacado por “Incapacidad Moral Permanente”, con el voto de 105 congresistas, esto es, más del 80% de estos. La verdad es que Vizcarra nos ha mentido tanto y con tanto cinismo, que a pesar de que toda la ciudadanía lo ha oído coordinar e inducir a sus colaboradores para obstaculizar a la justicia, ahora lo está negando públicamente.

Tras las mentiras de Vizcarra en el caso Swing, ratificadas por las grabaciones hechas públicas por su secretaria, la sola negación de éste de haber recibido coimas, en contraste con los testimonios de más de cinco colaboradores eficaces (uno de ellos amigo personal y colega de gabinete), quienes saben, que si mienten y no corroboran sus afirmaciones, complican su situación penal. Vizcarra, con el mayor descaro, se paseó por todos los canales de televisión, negando las acusaciones, diciendo que tenía la frente en alto y que dejaba la presidencia sabiendo que las acusaciones eran falsas y una infamia.

Lo cierto es, que tras denostar al congreso y aprovechando un vacío en la literalidad de la ley electoral, que obliga a todos los funcionarios públicos que manejan recursos y tienen injerencia política, a renunciar seis meses antes de las elecciones (mayor razón para que se aplique al presidente), hoy decide ser candidato al parlamento con el número uno de la lista por Lima, de uno de los partidos que votó mayoritariamente por su vacancia y del cual, el candidato a la presidencia, es otro mentiroso, traidor y tránsfuga como él.

Importante tomar nota, que el caso de las coimas en el gobierno regional de Moquegua, sirvió para vacarlo de la presidencia, pero no lo inhabilita para el ejercicio de la función pública, razón por la que Vizcarra está tratando de escurrirse por cualquier rendija para alcanzar la ansiada inmunidad parlamentaria y así evadir, por ahora, tener que enfrentar la deuda que tendría con la justicia. Creo que hacen bien los que están tratando de cerrarle la opción de incorporarse al congreso, mediante una acusación constitucional por el evidente acto de obstrucción a la justicia en el caso Swing y con eso, impedir que siga burlándose de los ciudadanos de bien. (Aplicación de los artículos 99 y 100 de la Constitución del Perú).

Lo tragicómico es que, tras toda la alharaca de Vizcarra en defensa de su inocencia, cuando asistió a la comisión de fiscalización del Congreso, acusó a los congresistas de hostigarlo e insultarlo y optó por acogerse a su derecho a guardar silencio, para no auto inculparse en la investigación de los delitos que se le imputan. No hace falta decir, que una persona que se sabe limpia e inocente de las acusaciones que le hacen, defiende su honor y su buen nombre, atendiendo a todas las preguntas que deseen formularle, pues la verdad es su mejor defensa.

Más tragicómico aún, es que tras acusar a los congresistas de protegerse con la “inmunidad parlamentaria”, que por supuesto ha sido muy mal utilizada y manejada, hoy tenga como objetivo urgente, obtener “apuradito” la tan mentada inmunidad, ante la afirmación del fiscal Juárez, de tener “un caso muy sólido”.

Lo más triste es que entre la ciudadanía, un alto porcentaje de la prensa y algunos “opinólogos” y comentaristas políticos formadores de opinión, no resalten tanto cinismo y dejen pasar por agua tibia todos estos hechos que, en el caso de otros personajes políticos, no se les ha permitido.

Sería lamentable, muy lamentable, que en las elecciones de abril 2021 se permita que esta gente sin valores, sin vergüenza y sin honor, tenga siquiera la opción de ser elegida.

Después no nos quejemos de la forma como el Perú se destruye. Lampadia




Rostros nuevos, viejos y reciclados

Rostros nuevos, viejos y reciclados

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para LAMPADIA

Luego del cierre de las inscripciones en los partidos políticos para las elecciones del 2021 tenemos por lo menos tres tipos de posibles candidatos: los nuevos, los viejos y los reciclados.

En el grupo de los nuevos, destacan Hernando de Soto, Fernando Cillóniz, Alberto Beingolea y Carla García. DE SOTO por sus ideas liberales y su brillo internacional, aunque el vehículo partidario escogido es diminuto y sin estructura nacional lo cual le puede limitar su llegada en el interior del país.  CILLONIZ destaca por su gestión regional en Ica y sus ideas sobre gestión pública, sin embargo, al igual que el primero va en vehículo partidario limitado y que ya tropezó en su estreno. BEINGOLEA podría ser la carta de recambio necesaria en un viejo partido que pese a su estructura ideológica, falta de liderazgo y disputas internas dejó de tener protagonismo en la política nacional reciente. CARLA GARCIA que va a reclamar la herencia política del padre y seguramente secunde al empresario Roque Benavides en su rol de la locomotora del tren aprista, tal y como lo buscaba AGP.

En el grupo de los viejos rostros políticos hay muchos, sin embargo desde nuestra óptica destacan Raúl Diez Canseco, César Acuña y Marco Arana. DIEZ CANSECO por su habilidad (similar a la de su tío FBT), de esquivar las jeringas de la política y mantenerse en los lugares “políticamente correctos” del centro político nacional, ese que gana elecciones aunque no hace buenos gobiernos. ACUÑA, por su sintonía innata con la medianía del habitante promedio de nuestro país y la virtud de reconocer sus límites para rodearse, sin complejos, de personas más competentes que él (lo cual no es un mérito común). Sin embargo, esto ha hecho que también sea el jefe del albergue político que ha refugiado de muchos reciclados de la política nacional de todo pelaje y ninguna consistencia ideológica. Finalmente, MARCO ARANA, por mantener el carácter faccional, divisionista y sectario de la izquierda que desde los 70s la fragmenta, divide y felizmente hace inviable, logrando, contra su propósito, que las ideas que han esclavizado Cuba o destruido Venezuela no lleguen al poder en el Perú.

Finalmente, esta el grupo de los reciclados. Esos que conforman el “elenco estable de la política peruana” desde inicios de siglo. Son muchos más de los que aquí se mencionan, ya que estos prefieren las posiciones menores, las menos visibles. Esos que cambian de camiseta cuantas veces sea necesario para mantenerse en el poder. Se reciclan de un partido a otro porque la memoria nacional es corta y resetea pronto.

Estos son los rostros a este momento. Las alianzas, elecciones internas, disputas intestinas y desinteligencias propias y ajenas reducirán estas listas hasta diciembre en que se inscriben las candidaturas. Sin embargo, más allá de los rostros que nos presente la parrilla electoral, lo que debiera importar en las próximas elecciones son:

  • Los espacios que ocupen cada uno de estos rostros. Si estarán en la izquierda de Vizcarra, sus amigos y la “planificación fatal” del millón de contagios y el “Perú Primero” pero en casos por millón de habitante en el mundo. En el centro “políticamente correcto” donde todo, todos y todas caben para que nada mejore y nadie cambie, en el espacio de lo que la gente quiere escuchar así sea imposible hacerlo. En la derecha, llenando el espacio que Fuerza Popular y PPK rifaron de la manera más irresponsable que registra la historia con sus disputas luego de ganar las elecciones del 2016.
  • Las trayectorias, personales y políticas de los candidatos, sus equipos y sus organizaciones. La nueva camiseta no cambia al jugador. Hay que ver más allá de lo obvio.
  • La sensatez de las ideas, en un país propenso a la estupidez si esta es popular. La tentación por la estupidez política ya la vemos ahora en la disputa entre Ejecutivo y Congreso por el premio mayor en populismo. Volver a verlo en las elecciones del 2021 sería la próxima plaga que nuestro país tendría que soportar.
  • La factibilidad de las propuestas, en un país incrédulo de tanta demagógica y cuya complejidad no puede ser la excusa del gobernante que fracasa, sino el punto de partida de cualquier propuesta electoral.

Será la posición que tomen, sus trayectorias, la sensatez de sus ideas y su factibilidad la que defina los rostros de la política el 2021. Lampadia




La izquierda creció apreciablemente en las elecciones de enero

La izquierda creció apreciablemente en las elecciones de enero

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Las elecciones congresales del 26 de enero han producido algunos resultados que no han sido suficientemente analizados, y revelan una tendencia que habría que preguntarse si se manifestará en las elecciones presidenciales del 2021.

El siguiente cuadro, que compara los porcentajes de votación congresal del 2016 con los del 2020 por partidos, nos sirve para darnos una idea de hacia dónde fueron los votos que perdió Fuerza Popular y los que obtuvo PPK que esta vez no participó.

Fuerza Popular perdió 29.1 puntos porcentuales entre ambas elecciones. Suponemos que los votos del FREPAP y de Podemos vinieron principalmente de allí, pero vemos que ambos sumados alcanzan 16.76 puntos, bastante menos. De modo que hay casi 13 puntos que se han ido a otros grupos, la mayor parte quizá de izquierda, como veremos.

Y ¿dónde fueron a parar el 16.46% de los votos que obtuvo PPK el 2016?   Si sumamos los porcentajes del Partido Morado, Somos Perú y ese adicional de 3.06 que obtuvo Acción Popular en esta elección en relación al 2016, llegamos a un 16.51%, proporción casi idéntica a la que tuvo PPK el 2016.

Por su parte, el Frente Amplio obtuvo un 13.84% de los votos el 2016 y bajó a 6.16% en esta elección. Pero si le sumamos el porcentaje obtenido por UPP, llegamos a un 12,93, similar al 13.84 del 2016.

Sin embargo, esto último no se puede calcular así, porque la verdad es que si sumamos el porcentaje obtenido por todas las agrupaciones de izquierda, incluyendo las que no pasaron la valla (Juntos por el Perú, Democracia Directa, Perú Libre, RUNA), vemos que las izquierdas sumaron en total 26.6% de los votos el 2020, 8.33 más que el 2016.

De modo que si clasificamos los partidos que participaron en ambas elecciones congresales -hubieran o no pasado la valla- en las categorías clásicas de derecha, centro e izquierda, constatamos que la tendencia más clara ha sido la del crecimiento de la izquierda entre ambas elecciones.

También parece haber crecido el centro en detrimento de la derecha, pero puede ser un tanto subjetivo tipificar un partido en la derecha o en el centro. Lo que es indubitable es cuando el partido es de izquierda.

Ahora bien, la pregunta es si esta es una tendencia que pueda manifestarse en las elecciones del 2021, en el sentido de que una candidatura de izquierda pueda pasar a la segunda vuelta.

Puede ocurrir, si la izquierda se une. Y se daría una cuasi unión de facto, en la medida en que la mayor parte de los candidatos presidenciales potenciales de la izquierda están en la cárcel o prófugos. Antauro Humala recién recobra su libertad el 2024. Eso deja a Verónika Mendoza sola junto con Marco Arana, quien tendría poco arrastre.

En general, sin embargo, una elección solo congresal carece de poder predictivo porque en ella no participan candidatos presidenciales. Lo que se ve hasta ahora es que hay tres grandes corrientes o demandas.

  • Una, que podemos llamar anticorrupción, tendría como candidato principal a Salvador del Solar, si se presenta.
  • La segunda, que responde a la demanda por seguridad y orden, se encarnaría en Daniel Urresti.
  • Y la tercera, que reflejaría una demanda por mayor igualdad (de izquierda), sería encabezada por Verónika Mendoza.

Veremos. Lampadia