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e-Estonia: un país 100% digital

e-Estonia: un país 100% digital

El CADE Digital 2018 cerró con la ponencia del ex presidente de Estonia entre 2006 y 2016, Toomas Hendrik Ilves, quien expuso el caso de su país como ejemplo de país líder en la digitalización del Estado al servicio de los ciudadanos. Y es que Estonia es citado a menudo como el mejor ejemplo sobre el acceso de los ciudadanos a los servicios del gobierno, con el 99 % de los servicios disponibles digitalmente.

Estonia recuperó su independencia en 1991, cuando colapsó la Unión Soviética. Ilves dijo en la conferencia que el país recibió una lluvia de ayuda de vecinos como Finlandia, que ofrecieron viejos sistemas informáticos y otros para reconstruir su país y ellos decidieron comenzar desde cero. Hoy, el 70 % del PBI se nutre del sector servicios, y aquellos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son los que más aportaron al crecimiento de la riqueza nacional en el 2017.

Ver un video de Ilves explicando el éxito de e-Estonia:

Según el ex presidente de Estonia hay cuatro libertades fundamentales: La libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales; a las que debiera añadirse la libre circulación de datos.

“Cuando Estonia recuperó su independencia éramos un país pobre. La pregunta que teníamos frente a nosotros era cómo nos sobreponíamos al legado de la ocupación soviética. Nuestra respuesta fue construir un Estado democrático, moderno y eficiente. La idea de futuro fue aprovechar el potencial innovador de las TIC, pero nadie sabía hace 25 años qué tan importante sería internet en la organización del Estado y la sociedad. Me enorgullece ser la presidente del único Estado con una sociedad digital”, dijo Ilves.

Ilves dijo que los estonios confiaban en su gobierno recién elegido y esa es la razón del éxito de la digitalización en su nación. “El gobierno decidió que iba a hacer algo diferente, trabajando con el sector privado en la configuración del país de la ex Unión Soviética para ser una nación digital”, dijo. “En todos los países, hay personas que odian a su gobierno, pero hemos logrado que nuestros ciudadanos han confiado con el proceso de digitalización”.

Los estonios pagan el estacionamiento por Internet, tienen wifi pública en todo el territorio nacional y cuentan con el ancho de banda más veloz del planeta. Su Internet, a diferencia de su pasado histórico, es libre y abierta. Su acceso es amplio y sin restricciones ni limitaciones al contenido.

“El uso de tecnologías de la información en el sector público nos ha impulsado al frente de la modernización […] y ha convertido a Estonia en un país con uno de los gobiernos más limpios y transparentes del mundo”, dijo Ilves.

Estonia considera que la legislación es un facilitador

Estonia logró un balance entre seguridad y libertad, que dota a los ciudadanos de una red de servicios digitales basada en una identidad online segura. De hecho, la apuesta por la innovación digital fue por supervivencia más que por convicción. La administración y la burocracia tradicional eran demasiado caras y lentas como opción para un país que veía su PBI estancado y que necesitaba una estructura más eficiente y ágil.

Ilves remarcó que en el gobierno digital el fin no es la tecnología, sino usarla como herramienta para un cambio en la manera de gobernar que conduzca a un Estado más transparente, centrado en el ciudadano y menos corrupto. Para los ciudadanos ser el centro del sistema no solo significa buena calidad de servicios públicos. También significa tener voz en lo que respecta a lo que esperan de sus representantes.

Además, ser un estado plenamente digital supone un ahorro a Estonia del 2% de su PBI anual en salarios y gastos. Uno de los principios a la hora de crear una identidad digital en un chip fue el de “hacerlo una sola vez”, esto significa que cada vez que uno envíe cualquier tipo de datos al gobierno, no deberían volver a solicitar estos datos. La tecnología está completamente entrelazada con la vida cotidiana. Hay e-escuela, e-salud, e-voto, incluso e-policía. De hecho, en Estonia ya nacen como e-ciudadanos. Los datos de un recién nacido se ingresan en el Registro de Población, que lo dota de una identidad digital, cuya integridad está garantizada por el Estado.

Otro principio que utilizan es que cualquier servicio nuevo debe hacerse digitalmente. Un servicio digital para el gobierno de Estonia es un servicio totalmente digital de extremo a extremo sin llamadas telefónicas, visitas a la oficina o documentación física. Esto significa que, si un individuo desea registrar un nuevo lugar de residencia, la autenticación se realiza utilizando la identificación digital y el individuo puede actualizar su información en menos de dos minutos.

En Estonia, se puede abrir una empresa en 18 minutos, tiene el récord mundial, con la información precargada, ya que el gobierno tiene una visión completa del individuo digitalmente. Sin embargo, estos servicios no solo están abiertos a los estonios. En diciembre de 2014, el país abrió sus servicios digitales al mundo, lo que significa que cualquiera puede convertirse en residente electrónico de Estonia. Desde 2014, más de 40,000 personas de 150 países diferentes han recibido la residencia electrónica estonia. Han establecido más de 6,000 empresas en el país. Su objetivo es tener 10 millones de e-estonios para 2025.

Estonia ha logrado utilizar la tecnología para que el gobierno sea un facilitador para los ciudadanos y los apoye en mejorar su calidad de vida y, además, se ha vuelto una herramienta democratizadora en un país que logró dar un salto a la modernidad. Lampadia




e-Estonia: un país 100% digital

e-Estonia: un país 100% digital

El CADE Digital 2018 cerró con la ponencia del ex presidente de Estonia entre 2006 y 2016, Toomas Hendrik Ilves, quien expuso el caso de su país como ejemplo de país líder en la digitalización del Estado al servicio de los ciudadanos. Y es que Estonia es citado a menudo como el mejor ejemplo sobre el acceso de los ciudadanos a los servicios del gobierno, con el 99 % de los servicios disponibles digitalmente.

Estonia recuperó su independencia en 1991, cuando colapsó la Unión Soviética. Ilves dijo en la conferencia que el país recibió una lluvia de ayuda de vecinos como Finlandia, que ofrecieron viejos sistemas informáticos y otros para reconstruir su país y ellos decidieron comenzar desde cero. Hoy, el 70 % del PBI se nutre del sector servicios, y aquellos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son los que más aportaron al crecimiento de la riqueza nacional en el 2017.

Ver un video de Ilves explicando el éxito de e-Estonia:

Según el ex presidente de Estonia hay cuatro libertades fundamentales: La libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales; a las que debiera añadirse la libre circulación de datos.

“Cuando Estonia recuperó su independencia éramos un país pobre. La pregunta que teníamos frente a nosotros era cómo nos sobreponíamos al legado de la ocupación soviética. Nuestra respuesta fue construir un Estado democrático, moderno y eficiente. La idea de futuro fue aprovechar el potencial innovador de las TIC, pero nadie sabía hace 25 años qué tan importante sería internet en la organización del Estado y la sociedad. Me enorgullece ser la presidente del único Estado con una sociedad digital”, dijo Ilves.

Ilves dijo que los estonios confiaban en su gobierno recién elegido y esa es la razón del éxito de la digitalización en su nación. “El gobierno decidió que iba a hacer algo diferente, trabajando con el sector privado en la configuración del país de la ex Unión Soviética para ser una nación digital”, dijo. “En todos los países, hay personas que odian a su gobierno, pero hemos logrado que nuestros ciudadanos han confiado con el proceso de digitalización”.

Los estonios pagan el estacionamiento por Internet, tienen wifi pública en todo el territorio nacional y cuentan con el ancho de banda más veloz del planeta. Su Internet, a diferencia de su pasado histórico, es libre y abierta. Su acceso es amplio y sin restricciones ni limitaciones al contenido.

“El uso de tecnologías de la información en el sector público nos ha impulsado al frente de la modernización […] y ha convertido a Estonia en un país con uno de los gobiernos más limpios y transparentes del mundo”, dijo Ilves.

Estonia considera que la legislación es un facilitador

Estonia logró un balance entre seguridad y libertad, que dota a los ciudadanos de una red de servicios digitales basada en una identidad online segura. De hecho, la apuesta por la innovación digital fue por supervivencia más que por convicción. La administración y la burocracia tradicional eran demasiado caras y lentas como opción para un país que veía su PBI estancado y que necesitaba una estructura más eficiente y ágil.

Ilves remarcó que en el gobierno digital el fin no es la tecnología, sino usarla como herramienta para un cambio en la manera de gobernar que conduzca a un Estado más transparente, centrado en el ciudadano y menos corrupto. Para los ciudadanos ser el centro del sistema no solo significa buena calidad de servicios públicos. También significa tener voz en lo que respecta a lo que esperan de sus representantes.

Además, ser un estado plenamente digital supone un ahorro a Estonia del 2% de su PBI anual en salarios y gastos. Uno de los principios a la hora de crear una identidad digital en un chip fue el de “hacerlo una sola vez”, esto significa que cada vez que uno envíe cualquier tipo de datos al gobierno, no deberían volver a solicitar estos datos. La tecnología está completamente entrelazada con la vida cotidiana. Hay e-escuela, e-salud, e-voto, incluso e-policía. De hecho, en Estonia ya nacen como e-ciudadanos. Los datos de un recién nacido se ingresan en el Registro de Población, que lo dota de una identidad digital, cuya integridad está garantizada por el Estado.

Otro principio que utilizan es que cualquier servicio nuevo debe hacerse digitalmente. Un servicio digital para el gobierno de Estonia es un servicio totalmente digital de extremo a extremo sin llamadas telefónicas, visitas a la oficina o documentación física. Esto significa que, si un individuo desea registrar un nuevo lugar de residencia, la autenticación se realiza utilizando la identificación digital y el individuo puede actualizar su información en menos de dos minutos.

En Estonia, se puede abrir una empresa en 18 minutos, tiene el récord mundial, con la información precargada, ya que el gobierno tiene una visión completa del individuo digitalmente. Sin embargo, estos servicios no solo están abiertos a los estonios. En diciembre de 2014, el país abrió sus servicios digitales al mundo, lo que significa que cualquiera puede convertirse en residente electrónico de Estonia. Desde 2014, más de 40,000 personas de 150 países diferentes han recibido la residencia electrónica estonia. Han establecido más de 6,000 empresas en el país. Su objetivo es tener 10 millones de e-estonios para 2025.

Estonia ha logrado utilizar la tecnología para que el gobierno sea un facilitador para los ciudadanos y los apoye en mejorar su calidad de vida y, además, se ha vuelto una herramienta democratizadora en un país que logró dar un salto a la modernidad. Lampadia