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Trabajando Hombro a Hombro

Por: Juan Manuel Arribas Berendsohn
El Comercio, 30 de Abril del 2023

“Es en esos momentos de extrema vulnerabilidad, cuando las sociedades demuestran su empatía con aquellas personas que están sufriendo”.

Cuando ocurre un desastre, para cualquier persona es devastador perder, de un momento a otro, todo por lo que luchaste en tu vida: tu casa, tu terreno, tus animales y, lo que es peor, tu salud y hasta la vida de tus seres queridos.

Son momentos críticos que marcan a las personas para toda la vida.

Es en esos momentos de extrema vulnerabilidad, cuando las sociedades demuestran su empatía con aquellas personas que están sufriendo. Algunos me dicen que “es de buenos cristianos” apoyarnos entre nosotros, pero yo diría que es más que eso. Es de buenas personas, es de seres humanos, preocuparnos por servir en esos momentos críticos a nuestros hermanos necesitados.

Y es ante esas situaciones que el empresariado juega un papel importantísimo.

Es un hecho que, ante los desastres de gran magnitud, las empresas siempre han participado apoyando, como pueden y donde pueden, a las personas que tienen a su alcance.

Pero desde el 2017, el sector privado viene trabajando de una manera diferente. Y es que, desde Hombro a Hombro, buscamos que estas acciones se coordinen mejor, trabajando en equipo para que seamos mucho más eficientes desde el punto de vista logístico, más potentes por la magnitud de los bienes y servicios entregados, y más precisos para llegar a las personas que realmente lo necesitan.

Y para lograr esto es fundamental trabajar, también en equipo, con el Indeci, que es el responsable de la gestión de riesgo de desastres en el país.

¿Y por qué es importante trabajar con el Estado? Porque el principal actor en la atención de la población en caso de desastres son las municipalidades. Ellos son los que tienen el conocimiento del caserío x, de la quebrada y, que nosotros desde el sector privado no conocemos.

El Indeci tiene acceso a todos los municipios del país a través de los gobiernos regionales. Además, lidera el centro de comando y control de desastres en el país, que es el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN). Son ellos los que concentran y sistematizan la información de todo el Perú, lo que les permite priorizar las zonas donde realmente se necesita operar. La priorización es fundamental porque, ante desastres de gran magnitud como el que estamos viviendo por las lluvias, los recursos siempre son escasos ante la gran necesidad.

Un tema crítico para la atención de desastres es el manejo de la información, y es que la gran mayoría de alcaldes no es consciente de que el reporte de los daños es un papel esencial en su función. Creen que, por llamar a un medio de comunicación o pedir ayuda verbalmente a un ministro o a un congresista, ya están cumpliendo con su papel de informar, y no es así. Este problema trae como consecuencia una demora en la priorización antes mencionada.

En cuanto al sector privado, Hombro a Hombro viene trabajando desde el 2017 en todos los desastres que hemos sufrido en el país, con particular relevancia durante la pandemia, cuando hicimos posible, entre otras cosas, la llegada del primer millón de vacunas al Perú, rompiendo la inercia de la guerra que estábamos perdiendo ante el COVID-19, con más de doscientos mil compatriotas muertos.

Recuerdo con emoción, cuando con Carlos Neuhaus, Vicepresidente de Hombro a Hombro, nos ofrecimos a apoyar con el servicio logístico para traer ese primer millón de vacunas que el Perú había comprado, y que necesitábamos a gritos. Chile ya había comenzado la vacunación de su gente en diciembre del 2020 y nosotros, ya en el 2021, no teníamos vacunas, que era la única forma de parar la pandemia y, mientras tanto, centenares de muertes diarias sucedían en nuestro país.

En tan solo dos o tres días, diseñamos la mejor manera de traer ese valiosísimo cargamento al Perú, con mucho cuidado (por el tema de las temperaturas de conservación) y con todos los seguros habidos y por haber… y más de 20 empresas nos apoyaron. ¡Lo logramos!

Algo parecido acabamos de hacer en el Perú a raíz de las lluvias. El Estado nos pidió apoyo logístico para trasladar 460 toneladas de bienes de ayuda humanitaria desde los almacenes de Indeci en Lima para llevarlos al Callao, y cargar el BAP Pisco para llevar la ayuda al norte del país. Y luego desde el puerto de Paita, en sentido inverso, hacia su destino en Tumbes, Piura y Lambayeque. En dos días convocamos a muchas empresas con voluntad de ayudar y logramos más de 85 viajes de camiones para cumplir con la operación.

Es muy emocionante la contundencia y la rapidez con la que actuamos, con total desprendimiento y adaptándonos a las difíciles circunstancias y constantes cambios.

Hombro a Hombro se ha convertido en un frente empresarial ante desastres, gracias el impulso inicial de los grupos Breca, Intercorp y Gloria, y soportado ahora por un patronato formado por 63 empresas de todos los sectores y de todos los tamaños. Estamos orgullosos de lo que hemos logrado y estamos seguros de que seguiremos desempeñando un papel importante cuando se requiera de la empresa peruana.




El perro sin dueño

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Es común que cuando en el Perú hay una catástrofe por lluvias, terremotos, inundaciones, pandemias o de cualquier otro tipo, el Estado se encuentra inerme y sin equipos para reaccionar en defensa de los pobladores. La consecuencia inmediata es la indignación de estos pobladores y de las autoridades locales y regionales.

Es tragicómico ver un INDECI promoviendo simulacros de terremoto, tsunami, incendio y de todo lo que se le pueda ocurrir a la burocracia, la que se da por satisfecha, congratula y se entregan “chapitas” por haber hecho determinado número de simulacros. No niego que eso tenga su importancia, pero lo grave es que, ninguno de ellos le pone el énfasis debido al equipamiento necesario para atender las emergencias.

  1. En el año 2020 que tuvimos la pandemia de COVID-19, los hospitales no tenían el suministro de oxígeno necesario, ni las plantas de oxígeno requeridas para atender las necesidades inminentes. Por supuesto que, como ya se ha hecho costumbre, ante la incapacidad del sector público, el sector privado, consciente de su rol en la sociedad peruana, se vio precisado a donar miles de metros cúbicos de oxígeno o plantas de oxígeno para uso de esos hospitales.

La tragedia es que, tras un par de años de uso intensivo, nadie consideró el mantenimiento correctivo o preventivo requerido de esas plantas, muchos hospitales no formalizaron la propiedad de las plantas recibidas en donación y, consecuentemente, no pueden presupuestar partida alguna para dicho mantenimiento. Como consecuencia, ahora tenemos más de una docena de plantas de oxígeno inoperativas (aquí no más, solo en el Callao hay seis plantas adquiridas en los años 2020 y 2021 que se encuentran inoperativas), en franco proceso de deterioro, bajo responsabilidad de nadie y en camino de convertirse en chatarra. Ya sabemos que, para la próxima vez, tendremos que esperar nuevas donaciones.

2. De igual manera, para el fenómeno del niño costero del 2017, el Estado, los batallones de ingeniería del Ejército, ni el INDECI, contaban con las motobombas requeridas para desaguar, ni con las retroexcavadoras y cargadores frontales suficientes para atender la emergencia. Ciertamente, la empresa privada tuvo que comprar, importar y poner a disposición de los equipos de trabajo creados para la emergencia, el equipamiento requerido.

Este año que comenzamos con el efecto ciclónico de Yaku, nadie contaba con ese equipamiento, ni el ministerio de vivienda, ni el de transportes, ni las unidades militares antes mencionadas.

3. Pero la cosa no queda ahí. En 1997, el gobierno de ese entonces, trabajó en la construcción de obras de ampliación de cauces de ríos y defensas ribereñas, pero desde ese entonces y hasta la fecha, ningún gobierno regional ni municipal se ha ocupado de hacer la limpieza de canales, cauces de ríos o, cuando menos, impedir que gente irresponsable eche desmonte y basura al lecho de esos ríos y canales. Sólo recordar que, en 1997, con un caudal de 4,400 m3/s en el río Piura, no se produjeron desastres por inundación y hoy, con menos de 1,600 m3/s, se ha producido tremendo desastre.

Más grave aún. Las autoridades locales y regionales, tal como corresponde, solicitan la “declaración de emergencia” de sus localidades y demandan dinero al gobierno central. Lo que resulta curioso, es que, al margen de esas exigencias, no he visto hasta la fecha, a la presidente, a ningún ministro -premier incluido- ni autoridad local o regional, que haya sido capaz de decir pública y transparentemente, que acciones van a ejecutar, qué obras de infraestructura o reparación de estas realizarán, ni por supuesto, cuánto cuesta cada una de ellas, ni cómo arribaron a los montos que demandan al gobierno central para sus correspondientes localidades.

Por otro lado, como en el Perú nadie confía en nadie (ni entre las autoridades de distinto nivel), ahora todos los gobernadores regionales quieren que los fondos exigidos, les sean entregados de inmediato y puestos en un Fideicomiso, de tal manera que esas autoridades puedan usarlas a su aire y sin tener angustias sobre el manejo presupuestal. Ciertamente, nadie se ha puesto a pensar que esa acción le quita al MEF el control de los flujos de caja, que es una responsabilidad de la hacienda y tesorería nacionales.

Lo que debemos resaltar, es que el Estado peruano se ha convertido en un perro sin dueño. Nadie planea la infraestructura para el largo plazo, nadie mantiene la infraestructura existente, nadie tiene o controla el equipamiento requerido para emergencias, nadie es responsable de su mantenimiento, ni siquiera lo presupuesta y un largo etc.

Esto que comento para el manejo de emergencias en grandes infraestructuras, se da de idéntica forma en los colegios, postas médicas y hospitales. No existe la disciplina del mantenimiento preventivo permanente de las instalaciones. Todo es comprar y botar, o construir y dejar que se deteriore hasta el límite de la vergüenza. ¿A nadie en el Estado se le ha ocurrido un diseño único y estándar de carpetas escolares y hacer una compra masiva, con programas de entrega mensuales? Estas pudieran ser una fuente de trabajo formidable y permanente para pequeñas empresas, debidamente agrupadas por sus asociaciones gremiales, poniéndolas en competencia, lo mismo con el mobiliario estándar de postas médicas y hospitales, camas, camillas, escritorios y sillas, entre otros. ¿Tan difícil es?

Lo más grave es que, en todos los niveles de gobierno, hay un profundo desinterés por concluir o mantener la obra ejecutada por el gobernante anterior. Pareciera una consigna política, dejar que no se concluya la obra, para mostrar ineficiencia de la gestión anterior. No mantener la infraestructura o el equipamiento ejecutados por el anterior, para que se perciba mala compra o construcción. Nadie considera que los bienes públicos son propiedad de todos, y que debemos mantenerlos operativos y en buen estado, para que nos ayuden a resolver problemas, minimizar daños o rehabilitar rápidamente las zonas afectadas por catástrofes.

¿A nadie se le ha ocurrido cuantificar la magnitud de las deseconomías en que incurrimos por esta dejadez, abandono, actitud mezquina, corrupción o simplemente, cálculo (odio) político? Por varias de estas razones, hemos tirado al desagüe 15.1 mil millones de soles, en 2,346 obras paralizadas, de las cuales el 85.4%, corresponden a proyectos regionales y municipales (datos de la Contraloría General de la República al año 2022). Señal inequívoca que debemos refundar la regionalización y gestión del aparato estatal.

Por todo, esto creo que todos vemos al Estado peruano, como un perro sin dueño. Lampadia




En Piura hay cámaras de bombeo, pero no funcionan

El gobierno regional no hizo mantenimiento

Jaime de Althaus
Para Lampadia

A propósito de las inundaciones en Piura, hay un hecho muy importante que no se conoce. Y es que para prevenir el Niño de 1997 se construyeron e instalaron en la ciudad de Piura 5 cámaras de bombeo de drenaje pluvial, cada una con dos a cuatro bombas según el caso, algunas de las cuales con una capacidad de 200 litros por segundo.

Estas bombas evacuan a unos drenes que llevan al río el agua que se empoza en unas piscinas que se construyeron en las llamadas “cuencas ciegas”, zonas relativamente más hundidas de la ciudad que se inundan cuando llueve.

Cuatro de esas cinco cámaras de bombeo estaban a cargo del gobierno regional de Piura y una de la municipalidad provincial.

Pues bien, ocurre que, según un informe al que ha tenido acceso Lampadia, ese sistema de drenaje pluvial simplemente no funcionó para atender la emergencia de las lluvias acumuladas en el reciente fenómeno, por la sencilla razón de que las cámaras de bombeo no fueron mantenidas por el gobierno regional ni por la municipalidad en los últimos 25 años.   

Cámara de Bombeo “Vice”

Cámara de Bombeo “Chilcal”

La mayor parte de las bombas no operaban, las que funcionaban lo hacían con baja capacidad, los drenes estaban interrumpidos y hasta parcelados, y las pozas inutilizadas. En suma, no se pudo usar el sistema para evacuar el agua.

Dos conclusiones:

  1. No es verdad que no haya habido prevención. Para el Niño del 97-98 se construyeron 4 de estas 5 cámaras de Bombeo. Pero fueron abandonadas. Lo que no hubo es mantenimiento.
  2. Se confirma una vez más, de manera clamorosa, que la descentralización y regionalización no funcionan.
    Se requiere una reforma profunda en la línea que Lampadia y Fernando Cillóniz han propuesto en varias ocasiones. No se puede jugar así con los recursos, la economía y la vida de las personas.

A esto debe añadirse que, según nos informan, todas las obras de agua y desagüe de los últimos años en Piura están paralizadas. Es un desastre.

Los gobiernos regionales no le rinden cuenta a nadie. Ni siquiera tienen una base de contribuyentes fiscalizadores. Y lo increíble es que el ministerio de Vivienda, por ejemplo, no puede contratar personal para atender la emergencia debido a la ley CAS que prohibió esta modalidad y nombró a ese personal con estabilidad absoluta. El Estado peruano requiere una reingeniería profunda. Lampadia




“Tenemos pruebas de fenómenos de El Niño que ocurrieron hace 4,000 años”

Nota de redacción

Como tantas otras veces, el Perú no sabe cuidar de sus mejores hijos. Walter Alva fue separado del manejo del Museo de Tumbas Reales del Señor de Sipán en junio del 2021 por el gobierno de Sagasti, situación que, por supuesto, no atinó a corregir el gobierno de Castillo, llevándolo hacia una jubilación miserable, cuando debiera tener una situación económica sólida que reconozca su valioso aporte al país y lo ayude a completar sus importantes investigaciones.

Pablo Bustamante Pardo – Lampadia

El descubridor de las tumbas reales del Señor de Sipán estuvo a punto de morir hace un año. Luego de tres intervenciones quirúrgicas, el gran arqueólogo peruano dice que su vida ha cobrado un nuevo impulso. Tras ser galardonado en Los Ángeles por su contribución al conocimiento de las culturas americanas, Alva llama a recordar las enseñanzas del pasado en momentos en que el norte del país sufre, como hace miles de años, los embates del clima.

Entrevista a Walter Alba
Por Jorge Chávez Noriega
El Comercio, Somos, 9 de abril de 2023

Walter Alva (71) vive en Lambayeque, pero suele venir a Lima para hacerse chequeos médicos, realizar engorrosos trámites, o visitar a sus familiares. Hace unos días, en una de esas visitas ocasionales, fuimos en su búsqueda y nos trasladamos a la enigmática huaca Mateo Salado, escenario propicio para hablar de la arqueología en el Perú, y de cómo su estudio nos permite entender la sociedad que fuimos en el pasado, para no cometer los mismos errores en el futuro. “El gran problema siempre es la falta de presupuesto y lo poco que se hace para revertir eso”, dice el arqueólogo e investigador, quien fue distinguido recientemente con el premio Tlamatini –”el que sabe”, en idioma náhuatl– por la Universidad Estatal de Los Ángeles, en California, debido a su labor como difusor de la cultura. Jubilado desde el año pasado a pesar de sus ganas de seguir trabajando, y con tres operaciones a cuestas, Alva comenta que este reconocimiento “es un estímulo para seguir”.

—¿Siente que el Estado Peruano le ha retribuido por su labor de tantos años?

Me han dado todos los reconocimientos que podían darme. Sin embargo, hoy recibo una pensión que no pasa de los 800 soles mensuales. Con eso, supuestamente, tengo que vivir, al igual que muchos profesores y trabajadores del Estado que nos jubilamos. Es una situación difícil, por decirlo menos, pero es la ley y no podemos hacer nada contra eso. 

—¿Tenía ganas de seguir trabajando?

Lo que puedo afirmar es que los arqueólogos jamás nos jubilamos. Ahora viene, creo yo, otra etapa que me va a permitir seguir investigando y publicando la información que he podido reunir. Entonces, si bien el hecho de jubilarme es una situación difícil desde el punto de vista económico, profesionalmente es una situación que me da libertad para dedicarme solamente a la investigación, ahora que estoy libre de toda labor administrativa y de las responsabilidades inherentes a un cargo público.

—A lo largo de cuatro décadas ha trabajado con distintos gobiernos. ¿Con cuál tuvo las mayores facilidades y recursos?

El museo –del Señor de Sipán– se inauguró gracias al impulso del gobierno de transición del doctor Valentín Paniagua. Ahí fue cuando se logró terminar gracias a un presupuesto que nos asignaron, ya que la primera parte de la construcción fue hecha con fondos que generamos. Pero la partida definitiva para poder concluir con la museografía, que era la parte final, fue brindada en el gobierno de transición.

El descubrimiento del Señor de Sipán ocurrió un 20 de julio de 1987.
El suceso es comparable al hallazgo de la tumba de Tutankamón, en Egipto.
/ EL COMERCIO

—Hace unas semanas, una momia prehispánica fue hallada en el bolso de un delivery motorizado. ¿Por qué hay tanta desidia de las autoridades para preservar nuestro pasado histórico?

Es algo que pasa, definitivamente. Pero además, hay muchas limitaciones para quienes están al frente de las tareas de proteger nuestra herencia cultural. No hay los recursos suficientes. Creo que debe haber una política estatal que le dé prioridad a todo lo que significa la conservación y la protección de nuestro pasado, pero hay un problema serio: no se promueve la investigación. Si no hay investigación, no vamos a alcanzar el conocimiento que necesitamos para estudiar y entender a nuestras diversas culturas.

—Han pasado 35 años desde que descubrió al Señor de Sipán. ¿Cómo mira en retrospectiva ese suceso?

Sipán sale a la luz en uno de los momentos más difíciles de la historia reciente del Perú. El año 87, vivíamos una de las peores crisis económicas y políticas. La noticia de su descubrimiento levantó la imagen del país y el ánimo de todos los peruanos. Tuve el privilegio y la responsabilidad de salvar Sipán del saqueo y la destrucción. Desarrollé una gestión para poner en valor el monumento, gestionar la construcción de un museo y hacer trabajo de conservación con los materiales que se recuperaron. Lo que hicimos fue generar un modelo de gestión que se podría tomar en cuenta para otros proyectos de este tipo.

Alva dedicó casi cuatro décadas de su vida al estudio de la cultura Moche y los enigmas que giran en torno a su más famoso gobernante. El año pasado, debido a su edad, el estado peruano lo jubiló./ EDWIN ZAPATA

—¿Y cómo definiría el impacto de su hallazgo?

La repercusión más grande y significativa está en la consolidación de nuestra identidad. El hecho de que se descubra a un personaje del antiguo Perú que refleja el poder, alto desarrollo tecnológico y esplendor de una cultura, ha contribuido a la valoración de la autoestima de nuestra población nativa, heredera de ese legado milenario. 

—Usted vive en Lambayeque, una zona del país que por estos días está seriamente afectada por las lluvias. ¿Qué solución le encuentra al problema?

Los fenómenos, a los que llaman El Niño costero, también los vivieron las antiguas culturas. De hecho, se piensa que muchas de ellas desaparecieron a causa de estos desastres climatológicos. Con esa enseñanza que nos da la historia, el Estado Peruano debería desarrollar un gran proyecto de encauzamiento de los ríos, que es el problema en Lambayaque: al tener estos un cauce poco profundo, cuando se desatan estas lluvias anómalas, generalmente se desbordan y arrasan ciudades.

Tenemos pruebas históricas de que esos Niños ocurrieron hace 4.000 años con cierta ciclicidad, pero no hemos hecho nada para aprender de las enseñanzas del pasado. 

El Museo Tumbas Reales de Sipán se inauguró en el 2002. Las salas exhiben el conjunto de ornamentos, emblemas y atuendos utilizados por la nobleza mochica./ SEPRES

—Supe que hace pocos meses estuvo delicado de salud. ¿Hoy cómo se encuentra?

Bueno, tuve una época muy difícil con tres intervenciones quirúrgicas, debido a un problema estomacal. Pero felizmente lo he superado. Los dioses mochicas aún no me han querido llevar. A pesar de que estamos en una situación complicada, tengo mucha fe en nuestro país y en las futuras generaciones. Por ellos tenemos que trabajar.

—¿Quién es su soporte en los momentos difíciles?

Yo tuve la suerte de tener una primera esposa, que se llamaba Susana Meneses, quien me ayudó en la inauguración del museo. Lamentablemente, casi coincidiendo con eso, falleció. Después de dos años de pasar momentos muy tristes, volví a casarme con Emma Eyzaguirre, que es arqueóloga de San Marcos y con quien tuve a mi hijo menor, Walter Jr. Hoy ella me acompaña y es mi más extraordinaria colaboradora. // 

Páginas con historia

Walter Alva fue portada de Somos poco después de su importante descubrimiento. “Los moche tenían un concepto de la vida y la muerte muy fuerte, por eso partían al otro mundo llevando todos sus bienes y pertenencias de uso diario. Gracias a ello, los arqueólogos podemos interpretar la función de cada hombre o mujer en vida y entender cómo estaba organizada la sociedad”, explicó el doctor Alva aquella vez.

En la edición por el aniversario 30 de esta revista, junto con otros personajes emblemáticos, el arqueólogo recreó su recordada portada. “Antes que nadie, incluso que la National Geographic, fue este producto de El Comercio el que puso al Perú y el mundo al tanto del descubrimiento de la primera tumba intacta”, dijo en 2016.  

Quién fue el Señor de Sipán

Fue un gobernante guerrero que lideró a los moches, poderosa cultura prehispánica de la costa norte del Perú, entre los siglos I y VII d.C. 

Tendría entre 35 y 45 años al momento de su muerte, edad que coincidía con la esperanza de vida promedio de dicha civilización en esa época.

Probablemente fue visto por sus súbditos como una deidad, y ellos lo habrían contemplado con el mismo atuendo que llevaba al ser enterrado: todo hecho en oro y otros metales preciosos.

Su séquito en la tumba incluye un guardia con un pie amputado (para evitar que abandone su puesto), un niño, dos guerreros, y tres mujeres, presumiblemente esposas o concubinas.

La tumba también contenía un total de 451 ofrendas, incluyendo cerámica ornamentada, textiles, cuchillos, conchas marinas, y animales sacrificados. Lampadia




Evacuar y reubicar masivamente

Jaime de Althaus
Para Lampadia

La amenaza de un Niño en los próximos meses contiene una oportunidad que es al mismo tiempo una obligación: evacuar y reubicar a las familias que ocupan zonas de alto riesgo y reubicarlas en urbanizaciones aledañas bien planificadas, aunque inicialmente quizá se requiera viviendas e instalaciones temporales. Si eso se hiciera y se hiciera bien, el país habría dado un paso trascendental en el ordenamiento territorial y urbano de cara a los desastres naturales, y en la creación de una cultura de prevención. Sería revolucionario.

Quien ha dado la pauta ha sido el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, quien, según informa Perú21, ha propuesto la reubicación de unas 20 mil familias afectadas por las lluvias que viven en quebradas o en las riberas de los tres ríos que cruzan la ciudad (Lurín, Chillón y Lima).

“Hay dos zonas, una Lima Norte y otra Lima Sur, donde vamos a hacer el diseño, junto con Ministerio de Vivienda, para tener una alternativa… Tenemos que crear una ciudad modelo para esas 20 mil familias”, dijo en conferencia de prensa.

Una alianza de la municipalidad de Lima con el Ministerio de Vivienda, la empresa privada y Techo Propio (para financiar los nuevos establecimientos), es la ruta a seguir. Porque de esa manera el ministerio de Vivienda podrá liderar ese mismo programa de reubicación y asentamientos urbanos en zonas seguras, en las principales cuencas en las que hay poblaciones instaladas en áreas peligrosas.

Ese programa debe venir acompañado de una ley que establezca penas muy altas para las autoridades que vendan u otorguen licencias en las zonas prohibidas y para las personas que vendan y se instalen en esas áreas.

Y montar un sistema de monitoreo, vigilancia y reacción rápida ante vulneraciones existentes. Todo esto equivaldría a un gran esfuerzo civilizatorio.

Si no lo hacemos ahora, que estamos con la espada de Damocles de un Niño encima, no lo vamos a hacer nunca. De otro lado, esto le permitirá al país ponerse detrás de una causa y de una gesta colectiva que beneficia a muchos, pasando del clima de confrontación y desaliento a uno de construcción y lucha por un objetivo común muy valioso.

Todo esto sin dejar de avanzar en los planes y obras de prevención que ya había iniciado la Autoridad de Reconstrucción con Cambios, convocando a esa Autoridad a los mejores profesionales.

El Perú puede convertir un gran desastre natural en una gran oportunidad para encontrar el rumbo nuevamente y reencontrarse consigo mismo. Lampadia




Hoy es el huaico, mañana la helada, luego la sequía…

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Lima, 20 de marzo de 2023
Para Lampadia 

El clima en nuestro país es más o menos así: de enero a abril, siempre – desde toda la vida – llueve copiosamente y hace mucho calor. Los reservorios se llenan con las abundantes aguas de lluvias. Sin embargo, mucha agua dulce – miles de millones de metros cúbicos – se pierden en el mar.

¿Por qué no construimos reservorios – sobre todo en la Sierra – para guardar parte de las abundantes aguas de lluvias y disponer de ellas en los estiajes?

¡Vaya usted a saber!

En los veranos los ríos se desbordan. Muchos huaicos caen embalados y arrasan con todo lo que encuentran en su camino: piedras, palos, bicicletas, carros, camiones, viviendas, enseres, plantas, animales… y por supuesto, gente.

¿Por qué se permite que poblaciones enteras se asienten en cauces de huaicos? ¡Vaya usted a saber! El hecho es que, pasado el huaico, todo termina embarrado, destrozado, pestilente, plagado de zancudos y mosquitos. El temible Dengue reaparece, así como todo tipo de enfermedades de la piel, enfermedades diarreicas y demás. Después del huaico, todo es desolación y muerte. ¡Tragedia total!

De mayo a agosto, siempre – desde toda la vida – hace frío. Mucho frío. Sobre todo, en la Sierra. En ese período, cesan las lluvias. Los que tienen acceso a agua de reservorios pueden regar sus cultivos y abrevar su ganado. Pero el resto, la pasa mal. Muy mal. El frío intenso de la Sierra – sumado al estiaje – se vuelve invivible. Los pastos se secan. Los animales malnutridos se enferman. Incluso, algunos mueren de frío, hambre y sed. Miles de familias migran a la Costa o Selva en busca de trabajo, comida y buen clima.

Todos los años – desde toda la vida – la tragedia de la helada en la Sierra ocurre en agosto. ¿Por qué no se construyen viviendas abrigadas que mantengan una temperatura confortable para sus moradores? ¡Vaya usted a saber!

De setiembre a diciembre, se exacerba la desesperación por el agua. Seis o siete meses de estiaje, es una eternidad para cualquier cultivo o crianza. En esa temporada aparecen las primeras lluvias, pero – claramente – son insuficientes. Sobre todo, para los campesinos que no tienen acceso a agua de reservorios, los cuales – dicho sea de paso – son la mayoría. Por ello, todos los años – desde toda la vida – en noviembre o diciembre, el Gobierno declara al agro en emergencia… ¡por sequía!

Lo anecdótico es que pocos días después de las declaratorias de emergencia por sequía, sobrevienen los diluvios. Como ahora.

Y así, el ciclo climático peruano transcurre, todos los años – desde toda la vida – entre huaicos, heladas y sequías… indefinidamente, hasta nunca acabar.

Entonces, vuelvo a preguntar:

¿Por qué no hemos construido reservorios, ni sembrado bosques en la Sierra, para evitar huaicos e inundaciones, y para tener agua todo el año?
¿Por qué hemos depredado la vegetación ribereña – para fabricar esteras – dejando desguarnecidos a nuestros ríos?
¿Por qué no hemos construido – masivamente – viviendas populares dignas, bien ubicadas, a prueba de huaicos e inundaciones, antisísmicas, y a prueba del frío intenso de la Sierra?

¿No será que el Estado ha fallado estrepitosamente, en materia de gestión de riesgos de la naturaleza? Y si a ello le sumamos los pésimos servicios públicos. Me refiero a los servicios de salud, educación, seguridad, infraestructura, justicia y demás ¿no será que el Estado ha fallado estrepitosamente… en todo, o casi todo?

Pues, yo creo que sí. El Estado peruano – nuestro Estado – ha fallado estrepitosamente… en prácticamente todo. Entonces ¿alguien – en su sano juicio – cree que la situación va a mejorar, haciendo siempre lo mismo, sin cambiar nada en el Estado? Pues yo creo que no.

Para que la situación cambie y mejore – es decir, para que los peruanos tengamos buenos servicios públicos – tenemos que despolitizar el Estado y profesionalizarlo y adecentarlo.

Y eso se logra quitándole las competencias de salud y educación a los Gobiernos Regionales.
Quitándole las competencias de agua potable, limpieza pública y vivienda a los Gobiernos Locales.
Quitándole las competencias de infraestructura a los Organismos Públicos Descentralizados (OPD´s) que no sirven para nada. OPD´s como Provías Nacional y Provías Descentralizado del Ministerio de Transportes, Pronis del Ministerio de Salud, Pronied del Ministerio de Educación, Proinversión de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), Direcciones de Infraestructura de los Gobiernos Regionales y Locales, etc.

Y en su reemplazo – previa disolución de las OPD´s antes mencionadas – hay que crear organismos autónomos especializados en cada una de las competencias estatales fallidas, con el concurso de los más calificados profesionales del país.

A ese respecto, Lampadia ha propuesto la creación de Autoridades Nacionales Autónomas (ANA´s) – (Una Nueva Descentralización), para cada servicio público fallido. Totalmente descentralizadas. Cero politiquerías. Concursos públicos para la designación de todos sus funcionarios. Integridad y capacidad por encima de todo. Cero designaciones a dedo. Cero tarjetazos. Pura meritocracia. Gestión basada en objetivos claros y medibles. Evaluación por resultados. Eficiencia total.

No queda otra. El Estado peruano falló. Si no lo profesionalizamos, y autonomizamos, y adecentamos, seguiremos como estamos – indefinidamente – con pésimos servicios de agua, vivienda, salud, educación y seguridad. Con obras de infraestructura paupérrimas. Con funcionarios corruptos a diestra y siniestra. Con mediocridad a tope.

Y en materia climática, si seguimos tal cual, seguiremos tal cual. Hoy es el huaico, mañana será la helada, luego la sequía… hasta nunca acabar. Lampadia




“Mil quinientos años y no aprendemos”

Por: Juan Fernando Correa
Perú21, 18 de Marzo del 2023

“La Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) trató de llevar adelante los proyectos de reconstrucción asignándolos directamente a las autoridades locales, lo cual fue un fracaso y desperdicio de recursos y tiempo”.

Nuevamente estamos viviendo un momento de crisis social por lluvias intensas. Nuestro país sigue sin estar preparado para estos eventos, a pesar de que los conocemos desde la época de los Moche, hace mil quinientos años.

Cada vez se hacen más dramáticos los efectos de las lluvias intensas porque la población ha aumentado muchísimo en los últimos años en la costa. Frente a estos eventos, las respuestas tradicionales del Estado han sido básicamente reconstruir la infraestructura perdida y apoyar puntualmente a las familias afectadas. Eso ya no es suficiente.

La Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) trató de llevar adelante los proyectos de reconstrucción asignándolos directamente a las autoridades locales, lo cual fue un fracaso y desperdicio de recursos y tiempo. Ya sabemos que el Estado no funciona, así que no sorprende el fracaso de los primeros años del esfuerzo que llevaron adelante.

La ARCC recién pudo tener cierto impacto a partir de junio de 2020 cuando se convirtió en una Unidad Ejecutora y logró llevar adelante más de 6,000 intervenciones positivas; la mayoría con acuerdos de Gobierno a Gobierno. Esta fue una buena gestión principalmente por la ayuda de países desarrollados, pero no se llegó a implementar todos los proyectos de prevención que son necesarios y por eso vemos nuevamente impactos tan negativos.

Como empresa privada nos toca apoyar a las personas afectadas como lo hemos hecho antes. Pero también exigir a las autoridades que desarrollen los proyectos de prevención. No basta con reconstruir lo dañado. Nos toca construir un mejor país y para eso necesitamos cambiar la forma como funciona el Estado.




¿Desastre natural, desastre artificial o desastre moral?

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Lima, 20 de febrero de 2023
Para Lampadia

Los desastres naturales son fenómenos que se producen por las fuerzas de la naturaleza. Por ejemplo: terremotos, lluvias torrenciales, tsunamis, sequías, huaicos, heladas, plagas, etc.  Los desastres artificiales son fenómenos que implican la mano o ingenio del hombre. Ejemplo: guerras, incendios provocados, accidentes de tránsito, bloqueos de carreteras, entre otros.

No obstante, nuestro país – de manera muy particular – enfrenta una tercera categoría de desastres: los desastres morales. Aquellos como los que estamos viviendo diariamente, desde hace décadas: corrupción en los más altos niveles estatales y empresariales, clientelismo político descarado, crimen organizado… con sicariato incluido, injusticia social a más no poder, maltrato cruel en salud pública, mafias por doquier, más todos los etcéteras habidos y por haber.

Traigo el tema a colación por lo sucedido en Secocha – Arequipa, el domingo 5 de febrero pasado, en horas de la tarde. “Lluvias intensas causan fuerte huaico en Secocha – Arequipa. Decenas de muertos y desaparecidos. Miles de viviendas destruidas”.

Palabras más, palabras menos… así informó la prensa la noticia del desastre de Secocha. Las imágenes que aparecieron en las redes sociales y la televisión, en los precisos momentos en que discurría el huaico – e inmediatamente después – mostraron la ferocidad y extrema capacidad destructiva del aluvión. ¡Un desastre!

Pregunta: ¿lo de Secocha fue un desastre natural, un desastre artificial o un desastre moral? Veamos. Secocha es el lecho de un huaico. Y sobre ese lecho se construyó el centro poblado. Es decir, sobre el terreno por donde discurre el huaico cada vez que baja violentamente, cuando llueve en la parte alta de la quebrada. Hasta el año 2004 – tal como muestran las imágenes satelitales de aquel entonces – nadie vivía en Secocha. Toda la vida, Secocha fue una zona de riesgo por huaico. Repito, las imágenes aéreas dan cuenta de ello con total claridad.

La pregunta entonces es ¿por qué vivía tanta gente en el lecho de un huaico? ¿Quiénes fueron los alcaldes del distrito Mariano Nicolás Valcárcel de la provincia de Camaná en Arequipa? Aquellos que permitieron la construcción de 4 mil viviendas, entre las cuales había edificios de hasta cinco pisos, dos colegios, una posta médica, y todo lo demás. ¿Quiénes fueron las autoridades que – a partir del 2004 – propiciaron el asentamiento de 20,000 personas, allí donde jamás nadie debió construir ninguna casa, ninguna escuela, ninguna posta médica, ninguna nada?

Claramente, estamos ante un típico caso de tráfico de tierras. Como los miles de casos que ocurren en todo el país, donde traficantes de tierras – coludidos con toda una maraña de autoridades – lucran a mansalva, sin la más mínima consideración por la seguridad y dignidad de las personas.

Entre paréntesis… el desastre de Secocha tiene mucho que ver con el fracaso estrepitoso de la regionalización del país. ¿A quién se le pudo ocurrir que la politización de funciones tan complejas y especializadas como el desarrollo urbano y los servicios públicos – agua, salud, educación, etc. – iban a funcionar bien, en manos de políticos tan corruptos y convenidos que, encima cambian cada cuatro años? ¿Por qué no encargar dichas funciones a instituciones locales especializadas, autónomas, estables… apolíticas? Bueno pues, ahí están las consecuencias.

Efectivamente, en las mafias de tráfico de tierras de Secocha, tienen que haber estado involucrados alcaldes y regidores, gobernadores y consejeros regionales, policías, jueces y fiscales; incluso ministros y altos funcionarios del gobierno central. Si no ¿cómo se explica que Secocha haya pasado por todos los trámites y licencias requeridas para la construcción y funcionamiento de tamaña infraestructura urbana?

Hagamos un recuento de aquellas instancias y procedimientos estatales que están metidos en la colada de Secocha.

Habilitación Urbana, Licencias de Construcción, Licencias de Funcionamiento, Defensa Civil, Dirección Regional de Vivienda de Arequipa, Consejo Regional de Seguridad Ciudadana, Ministerio de Vivienda, Ministerio del Ambiente, Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, Ministerio de Salud, Ministerio de Educación, Presidencia del Consejo de Ministros (PCM)… ¿qué más quieren que les diga? Incluso, el Ministerio de Energía y Minas, por ser Secocha una zona eminentemente minera. ¡Todos tienen vela en este entierro!

Sólo una poderosísima mafia de traficantes de tierras podría haber articulado una telaraña tan vasta y corrupta como la de Secocha. El problema – repito – es que Secocha es tan sólo uno de los miles de casos de mafias de tráfico de tierras que operan en todo el país.

Pregunta final: Secocha… ¿desastre natural, desastre artificial o desastre moral? Respuesta: ¡Desastre moral! Lampadia




Las agendas de Trump y Putin amenazan la estabilidad global

El mundo enfrenta una crisis de alto riesgo alrededor de Siria y Corea del Norte

Los ataques de 59 misiles contra Siria ordenados por el presidente de EEUU, Donald Trump, fueron una represalia al presidente sirio Bashar al-Asad por usar armas químicas contra 86 personas, entre ellas 27 niños, que murieron a causa del gas letal. Parecería que Trump está apostando a que Siria no tomará acciones al respecto y que los principales aliados militares de Assad, Rusia e Irán, también se abstendrán de responder militarmente, a pesar de que Siria dijo que al menos siete miembros del personal militar murieron en el ataque.

El ataque cambia radicalmente lo que ha venido defendiendo Trump antes y después de las elecciones de EEUU. Recordemos que Trump le exigía a Obama una actuación más contundente, pero sólo contra los yihadistas de Estado Islámico.

El Pentágono muestra las primeras imágenes de los misiles Tomahawk lanzados desde buques de guerra de la Armada estadounidense contra Siria. Fuentes: El Heraldo de Saltillo y 20 Minutes

Trump afirma que fue conmovido por las devastadoras imágenes del ataque químico que incluyó a mujeres y niños, por lo que ordenó un ataque con misiles a una base militar siria en represalia. Dentro de EEUU, los políticos han apoyado la medida de Trump en Siria, pero han advertido que para seguir adelante el presidente debe tener un plan y trabajar con el Congreso. 

El ataque de Trump ha sido ilegal y ha contravenido la Constitución de EEUU, pues lo llevó a cabo sin autorización expresa del Congreso.

Fuente: Criterio Hidalgo

Sin embargo, las reacciones al ataque de Estados Unidos han sido muy variadas a nivel internacional. Para algunos países, Trump ha desafiado a Rusia e Irán, aliados del régimen de al Assad, y podría cambiar el escenario de una guerra que dura ya seis años con un balance de más de medio millón de muertos y varios millones de refugiados.

Rusia

Recordemos que hace un par de años, Obama amenazó con atacar a Siria si se probaba el uso de armas químicas. Después de haberse probado el exceso de Assad, la amenaza de Obama quedó en nada, luego de que Putin, el autócrata ruso, asumiera la defensa de Siria.

Fuente: Juventud Rebelde

Nuevamente, ante las acciones de Trump, Rusia volvió a ponerse al medio. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo que convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas e indicó que el acuerdo de seguridad aérea sirio que ha estado en efecto con Estados Unidos, ha sido suspendido. Vladimir Putin ve la medida de Estados Unidos como una “agresión contra una nación soberana” bajo un “pretexto inventado”. Inclusive, Rusia vetó un acuerdo de la ONU exigiendo investigaciones serias a Siria.

Rusia en Siria: ¿qué viene después? Fuente: BBC Mundo

La justificación de los rusos para permanecer en Siria y apoyar a Assad es compleja. No cuentan con muchos aliados en el mundo y, de esta manera, buscan dejar claro que ellos no los abandonarán. Su concepción de la geopolítica permanece congelada en el hielo de la guerra fría, cada ganancia de ellos es una pérdida de occidente y viceversa. Resienten la marginación histórica de occidente y lo que ellos ven como una intrusión en sus esferas de influencia, desde la conversión de países de su antigua órbita en miembros de la UE y la OTAN, hasta los asuntos rusos en Bielorrusia, Ucrania, Georgia, Transnistria, y otros.

Para Rusia, todo es parte de un gran ajedrez geopolítico de jugadas maestras y contra jugadas, basadas en la concepción de Putin sobre sus deseos de recuperar los territorios que Rusia perdió después del colapso del imperio soviético. Ver en Lampadia: Timothy Garton Ash.

Irán

El gobierno en Teherán, otro fuerte aliado de Al Asad en Siria, también condenó “enérgicamente” el ataque aéreo estadounidense diciendo que la “acción unilateral es peligrosa, destructiva y viola los principios de la ley internacional”. El Ministerio de Relaciones Exteriores, afirmó que “Irán condena enérgicamente cualquier tipo de ataque unilateral. Estas medidas afianzarán a los terroristas en Siria y complicarán la situación en Siria y la región”.

Desde que se derrocó al Sha, Irán ha estado en guerra a través de proxies (proxy wars) con monarquías que muchas veces oprimen a mayorías chiitas. Por eso es que Irán apoya a al Assad, que es parte de los Alawitas, una rama del Chiísmo y, sobretodo, enemigos de los sunitas. Por eso apoyan a Hezbollah, al gobierno de Iraq y a los rebeldes en Yemen y las rebeliones en Bahréin. El apoyar a Assad le permite a Irán luchar contra lo que ve cómo una invasión de Arabia Saudita, EEUU y las monarquías del golfo que financiaron con armas y dinero a grupos extremistas (entre ellos a ISIS) con tal de derrocar a Assad. 

Corea del norte

Corea del Norte no dudó en hacer notar su descontento. Utilizó el ataque estadounidense para justificar la expansión de su arsenal nuclear, tan solo horas antes de que Washington anunciara el envío del portaaviones USS Carl Vinson, junto con su respectiva flota, a las inmediaciones de la península coreana.

En un comunicado del ministerio de Exteriores de Corea del Norte, Pyongyang indicó que “las sucesivas administraciones de EEUU han atacado a aquellos países que no tenían armas nucleares” y añadió que si la última arremetida contra Siria pretendía ser un “mensaje” para la nación asiática “no nos asusta”.

Fuente: El Informante México

Recordemos que Corea del Norte es un país que representa un gran riesgo para el mundo moderno ya que cuenta con un desarrollo no controlado de armas nucleares y es gobernada por una dinastía anastía con poderes dictatoriales. Una guerra con este país sería devastadora.

Ante la respuesta de Corea del Norte, Trump no tuvo mejor idea que responder así:

“Corea del Norte está buscando problemas. Si China quiere ayudarnos, estupendo.
Si no, ¡resolveremos los problemas sin ellos! EE UU”- Donald J. Trump. Fuente: Twitter

Tanto EEUU como Rusia, han enviado a las zonas de conflicto en Siria y Corea del Norte, amenazantes fuerzas navales que establecen una situación muy parecida a la de la crisis de los misiles en Cuba. Un escenario de alto riesgo, incluso por errores de cálculo o acciones descontroladas de algún elemento aislado.

Trump envió un portaaviones a Corea del Norte. Fuente: The Times

Posteriormente a estas acciones, EEUU utilizó uso la ‘madre de todas las bombas’, MOAB, que habría matado en las cuevas de Afganistan hasta 90 miembros de ISIS. El misil tenía como objetivo “minimizar el riesgo que afrontan las fuerzas armadas afganas y estadounidenses”, según el Pentágono. Mas allá del objetivo anti-ISIS, esta parece ser una clara advertencia a Corea del Norte de la disposición de Trump para llevar la situación a medidas extremas. Así lo aseguró el comunicado oficial del Ejército de EEUU, el cual afirmó que sus operaciones seguirán adelante “hasta que el Estado Islámico de Afganistán quede destruido”.

Fuente: El País de España

Por su lado, el gobierno de Corea del Norte habría fracasado en una nueva prueba de lanzamiento de misiles, en medio de la creciente tensión con Estados Unidos, con un objetivo claro (y fallido) de enviar un mensaje que habría ‘backfired’ y solo ha generado aún mayores actitudes contra el país.

La tensión con Corea del Norte aumenta las crecientes discrepancias de EEUU con Rusia debido a sus diferentes posiciones respecto a la guerra de Siria. De cualquier manera, esta situación sugiere que la relación geopolítica entre estos países podría ser muy volátil en los próximos meses, y está sujeta a las reacciones impulsivas de un presidente sin experiencia previa en política exterior, los aprontes de dominio global de Putin y los intereses nacionales de todos los países involucrados en las áreas sensibles. Lampadia