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No nos olvidemos de lo que somos capaces de lograr

Hace tan solo cinco años, publicamos en Lampadia nuestro ensayo sobre ‘Las Cifras de la Prosperidad’, en el que destacamos los logros económicos y sociales del Perú durante los 20 años previos.

Perú: Camino al bienestar General
LAS CIFRAS DE LA PROSPERIDAD

Con un año de vida institucional, en Lampadia queremos reunir en un solo documento las cifras más significativas del asombroso progreso logrado por el Perú en los últimos 20 años. Los opositores políticos e ideológicos de nuestro modelo económico suelen atacarlo mediante “fotos” que muestran la realidad del país desde la perspectiva del vaso medio vacío. Al mostrar solo lo que está por hacerse, pretenden desprestigiar nuestro proceso de desarrollo, quebrando así, el gran potencial de alcanzar el bienestar general que tenemos todos los peruanos. La historia y el desarrollo de un país, solo se puede apreciar y medir cabalmente, contemplando su evolución, su eventual proceso de avances y retrocesos, a través de las variables más representativas de su vida económica y social. Hay, pues, que ver las “películas” y situarse en la perspectiva del vaso medio lleno. Solo así se pueden establecer relaciones causa-efecto que permitan profundizar lo bueno, corregir lo malo y complementar la acción social. En cambio, desde el vaso medio vacío, todo está abierto y nunca se sabrá a dónde se va y, evidentemente, nunca se llegará.

En el ensayo destacamos el crecimiento de la economía; la reducción de la pobreza, la desigualdad y la mortalidad infantil; el incremento de ingresos y empleo fuera de Lima; la mejora de ingresos en el sector rural; el incremento de la productividad; y las perspectivas de bienestar general.

En estos días, después del resultado del punto de inflexión de nuestro camino a la prosperidad, el 2011 con Ollanta Humala; y después de la profundización de la regresión económica y social con PPK; nuestros indicadores de reducción de la pobreza se han malogrado y entre otros muchos indicadores, casi-casi, hemos perdido la fe en nuestra capacidad de superación, de creación de riqueza y confianza en el futuro.

A tres años de nuestro bicentenario, este 28 de julio, queremos recordarles a los peruanos que cuando queremos, somos grandes, que no debemos dejarnos amilanarnos, y menos aún, dejarnos llevar a la reversión de las bases que permitieron nuestra recuperación.

El Perú fue capaz de alejarse de la condición de ‘Estado Fallido’ (1990), y tornarse una ‘Estrella Internacional’ (2011), reduciendo la pobreza de cerca del 60% a menos de 22% en pocos años.

Veamos los principales avances de la prosperidad del país:

El Perú es grande, no nos dejemos engañar. Lampadia




Crece clase media y se reduce la desigualdad

Crece clase media y se reduce la desigualdad

El crecimiento dela economía que el Perú viene experimentando desde hace dos décadas es nítidamente pro-pobre y pro-clase media, porque está acompañado de la reducción de la desigualdad en la distribución de los ingresos. Esta noticia se confirma ahora en el reciente informe del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) La Clase Media en el Perú: Cuantificación y Evolución Reciente.

 

El documento destaca que, hasta el 2012, el Perú acumuló 14 años de crecimiento con una tasa promedio de 6% anual y 7% a partir del 2005. A diferencia de la experiencia internacional, que muestra que no es usual que un ritmo acelerado de crecimiento conlleve la reducción de la desigualdad, en el Perú la disminución acelerada de la pobreza y las mejoras en la distribución del ingreso han acompañad dicho proceso.

El crecimiento pro-pobre se distingue porque los ingresos de los sectores más pobres aumentan en mayor proporción que los demás. Así, el BID, resalta que el incremento del ingreso per cápita de los cuatro deciles de menores ingresos de la población,entre el 2005 y el 2011, fue mayor que el de los más ricos (crecimiento anual promedio de 10.2%, 11%, 11.3% y 11.2%, respectivamente – ver gráfico).

Fidel Jaramillo, representante del BID en el Perú, anotó que en este proceso expansivo de la clase media en el Perú, ayudó a reducir la desigualdad de los ingresos. Explicó que en el 2005, el decil de mayores ingresos era 30 veces más rico que el decil de menores ingresos, mientras que hoy, esa diferencia se ha reducido a 24 veces (Ver nota Otra derrota del negacionismo).

Las cifras oficiales del INEI respaldan esa afirmación. El índice Gini se ha reducido en 11.8% entre el 2005 y el 2011, al pasar de 0.51 a 0.45, lo que ha permitido al Perú ser considerado como uno de los países más destacados de la región en la mejora de la distribución de los ingresos, situándose hoy, junto con Uruguay, como los países de la región con menor desigualdad.

Tal como lo mencionamos en nuestro artículo Sierra y selva rurales lideran crecimiento por primera vez en nuestra historia, se confirma una vez más que nuestro crecimiento ha favorecido, sobre todo, a los más pobres, tal como también lo menciona Richard Webb en su libro Conexión y despegue rural, que señala que el crecimiento de los ingresos en la sierra rural entre 1994 y el 2011 se incrementó a un ritmo de 7.2% anual, mientras que durante los 100 años previos lo hizo solo a un ritmo de 1.4%.

Debemos preocuparnos en sostener un crecimiento económico de 8% a 10% por año con el fin de derrotar a la pobreza y la desigualdad. Como ha señalado anteriormente, Fidel Jaramillo, debemos preocuparnos en que aquellos que han superado la línea de la pobreza hacia la clase media emergente, puedan alejarse definitivamente de esa condición y consolidarse en mejores niveles de vida.