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La mayor tasa de mortalidad del mundo

Covid-19 (1)

En Lampadia hemos invitado al doctor Omar Neyra, experto en salud pública, para hacer un balance de la gestión de la pandemia del Covid-19, que le costó la vida, innecesariamente, a una gran parte de los 220,000 peruanos que fallecieron en situaciones muy penosas.

Como dice el doctor Neyra, tenemos que aprender de nuestras experiencias, y también debemos retirar de la gestión pública a quienes se distinguieron por el error, por persistir en el error, y a aquellos que responden a agendas disfuncionales o a las redes de la corrupción.

Agradecemos a Omar Neyra su compromiso patriótico y su vocación educativa, que asume con valentía y pundonor.

Omar Neyra
Doctor en Salud Publica
Para Lampadia

“El que no conoce su historia, está condenado a repetirla”
Filósofo español Jorge Ruiz de Santayana

¿Cómo el Perú terminó encabezando de largo la mayor tasa de mortalidad del mundo por covid-19? Es una pregunta que nos hacen en diversos foros académicos internacionales reiterativamente, y es algo que como peruanos debemos tratar de comprender por una razón principal: aprender de los errores para no volver a repetirlos, porque lidiamos y lidiaremos otra vez con epidemias y pandemias a futuro, y en nombre y memoria de los más de 220 mil Peruanos que murieron, muchos de los cuales habrían podido sobrevivir si se hubiese tomado las decisiones correctas.

Fuente: Our World in Data

Durante una secuencia de publicaciones, realizaré con ustedes un análisis de hechos para intentar responder la pregunta central de este artículo, y teniendo en cuenta que en una pandemia tan compleja como la que vivimos con la covid-19, ocurren un sin número de condicionantes.
Presentaré algunas hipótesis y/o hechos concretos que nos lleven a un aprendizaje de qué herramientas debemos usar cuando se presente, como se a presentar, un evento futuro similar.

Quiero empezar este análisis respondiendo directamente a la pregunta de este artículo: ¿se pudo evitar? Mi respuesta es sí, se pudo evitar largamente haber tenido esta tasa tan alta de fallecidos, pues en el Perú se tomaron decisiones sin mayor evidencia científica o incluso contra la evidencia científica.

El primer error del manejo de la pandemia fue motivado por decisiones políticas en materia sanitaria, sin evidencia científica que respaldara tales determinaciones. La figura el ex presidente Vizcarra como líder y “estratega sanitario” creo que explica mucho de este desastre sanitario, desde poner a un lado el liderazgo del sector salud, no tomar en cuenta las opiniones diferentes de la academia, su interés de protagonismo, hasta no comprender la “salud pública” como una herramienta científica para la toma de decisiones. A diferencia de otros líderes mundiales como el primer ministro de Corea del Sur que, cuando le preguntaron, en la primera etapa de la pandemia, como había logrado manejar tan bien el problema sanitario dijo: “me puse al lado y las decisiones se las dejé a los científicos”.

Así, dejando de lado la evidencia científica, decide su gobierno comprar las pruebas serológicas (rápidas) en contra de toda recomendación a ese momento disponible. Es falso el argumento de quienes dicen que no había información disponible, si hasta la OMS y OPS recomendaban como única prueba de laboratorio las pruebas moleculares, como puede observarse en las siguientes notas:

Esta es una decisión política concreta que llevó, en la primera parte de la pandemia, a que miles de peruanos no tuvieran una atención oportuna. Fácilmente comprensible con el fallecimiento del excongresista Ushñahua, a quién no se trató por la información equivocada de la prueba rápida, algo que gráfica fielmente la experiencia que costo miles de vidas.

El acudió con los primeros síntomas de la covid-19 al centro de salud, y cuando le realizaron el examen con la prueba rápida, esta dio como resultado negativo, y dado que la política sanitaria del MINSA había establecido que solo aquellos que dieran el resultado positivo fueran hospitalizados, no recibió atención oportuna. Días después fallece sin recibir atención adecuada. Este caso fue el de miles de Peruanos, y es la explicación real y concreta de una alta tasa de fallecidos en esta etapa de la pandemia.

La decisión de comprar pruebas rápidas ha sido motivo de controversias inclusive hasta la fecha. El ex Ministro Zamora ha declarado recientemente que cuando llega al cargo la decisión de compra ya estaba dada (pero la implementó; si no estaba de acuerdo retiraba esta decisión o renunciaba). La Ex Ministra Hinostroza indica que ella renunció porque no estaba de acuerdo con la compra de estas pruebas rápidas. A partir de estas declaraciones podemos inferir que quien tomó la decisión es un funcionario de mayor cargo que la de los ministros de salud, y ese sólo podría ser el presidente de la república.

Esta compra fue larga y sostenidamente defendida por el propio Martin Vizcarra y su Ex ministro Zamora en innumerables conferencias de medio día. ¿Cuál fue su interés y motivación? Solo ellos podrán decirle al país. Lo cierto es que la evidencia científica disponible a marzo del 2020, previa a la fecha de compra, no solo por organismos como OMS/OPS, sino otras autoridades sanitarias mundiales y expertos de la academia, era clara: solo se recomendaba para diagnostico las pruebas moleculares. Es lo que podemos ver en los siguientes documentos:

Esos fueron los primeros errores que nos llevaron a ser al país con la más alta tasa de letalidad del mundo.

En las próximas entregas analizaremos la cuarentena más larga del mundo, el cierre absurdo del primer nivel de atención, el problema de oxígeno casi único en el mundo, vacunas y otros aspectos que nos hagan recordar para no volverlos a repetir. Lampadia




“La cuarta dosis de la vacuna contra el COVID es importantísima”

Entrevista a: Oswaldo Castañeda
Perú21, 19 de Octubre del 2022
Por: Mijail Palacios Yábar

Ha tratado más de 7 mil pacientes con COVID, y con ningún deceso. Representó al Perú en el primer Congreso Mundial de COVID, en Italia. Perú21 entrevistó al doctor Oswaldo Castañeda, especialista en inmunología y reumatología.

¿Un médico se jubila? Oswaldo Castañeda, con 71 años de edad, es médico desde 1978. “Dejaré de ver pacientes cuando termine mi vida”, sentencia el especialista en inmunología y reumatología que ha tratado más de 7 mil pacientes con COVID, y con ningún deceso, que lo llevó a ser uno de los dos peruanos invitados al primer Congreso Mundial de COVID, realizado en Italia, en 2021.

Recuerda y subraya el refrán que dice el diablo sabe más por viejo que por diablo. “Y eso en medicina es importantísimo. Cuanto más viejo, puedes transmitir y ayudar más porque hay más experiencia. El médico no debería retirarse”, reitera el doctor que hasta ahora no ha sufrido COVID. Maestro de la Reumatología Panamericana y Gran Maestro Iberoamericano.

En las paredes de su consultorio tiene colgadas diversas diplomas y certificaciones, pero resalta una en especial. La que dice “Harvard”, donde siguió estudios sobre cómo enseñar. “No solo es trabajar y ver pacientes, es transmitir lo que sabes”, dice el profesor universitario, que a continuación nos dicta cátedra.

-¿Qué sostiene a un profesional de la medicina que batalla con la muerte?

Cuando uno estudia Medicina, es porque quieres ayudar. Ser médico no es solo una profesión, es una responsabilidad. Cuando lo tienes bien metido en tu conciencia y corazón, uno se dedica. Yo sigo entusiasmado en seguir aprendiendo.

-Por duro que sea, ¿la pandemia ha representado el reto esperado por todo médico?

Mi especialidad es inmunología y reumatología. La primera es muy poco extendida entre los médicos, inmunólogos hay muy pocos en el mundo entero. La inmunología es una ciencia que estudia el sistema inmune. En la universidad aprendemos los lineamientos básicos y nada más, y cuando estamos como profesionales, no conocemos ni entendemos la mayor parte de las cosas de la inmunología. Además, las enfermedades reumáticas (lupus, artritis), las más serias, son autoinmunes. Autoinmunidad significa que tu sistema inmune te ataca a ti mismo. Entonces, el conocimiento de la inmunología es muy importante. Cuando empezó la pandemia, en febrero de 2020 ya se hizo una gran difusión sobre la tormenta de citoquinas. Y el COVID es una infección en la que un virus se mete a tu cuerpo y a los pocos días el sistema inmune, en su afán de destruir al virus, se desespera y despliega toda su potencia para destruirlo, pero destruye todo lo que está a su paso. En febrero eso ya se había difundido. Los virus no son seres vivos, son partículas, pero no siendo seres vivos son más inteligentes que los humanos, porque saben que cuando entran a una célula si esta se destruye o se daña, ellos mueren. Los virus cuando entran a la célula bloquean el mecanismo de suicidio que tienen las células y bloquean el mecanismo de la célula que manda un mensaje de alerta hacia el exterior.

-Es un submundo.

Es increíble. Entonces, el virus dentro de la célula y sin dañarla usa los mecanismos que tiene la célula para reproducirse. Hasta ese momento el sistema inmune no se ha dado cuenta. Luego los virus salen de la célula para invadir otras, y ahí es cuando los mecanismos de detección del sistema inmune los detectan, y comienza a desplegar su ataque. Destruye a los virus que están circulando, pero también a las células que tienen a los virus adentro. Cuando es muy grande la cantidad de virus que tiene la persona, hace que el sistema inmune desarrolle un ataque súper agresivo, y eso es lo que lleva a la tormenta de citoquinas. El ataque del sistema inmune es lo que causa la inflamación. Entonces, el entendimiento de que el COVID es un virus que desencadena un cuadro autoinmune es el que permite tratar bien a los pacientes. Lamentablemente, en el mundo entero hubo muchos intereses escondidos y malignos y se dejó de lado lo que tenía que haberse hecho. Se debió enseñar a los médicos lo que te acabo de explicar y cómo tratar la inflamación desde que comienza. Otra cosa fatal fue el absurdo de que “no hay tratamiento”. El médico que dice “no hay tratamiento”, que cuelgue su título y se vaya. Encima, este SARS-CoV-2 es el séptimo virus de una familia de coronavirus que hace años existe. No era un virus de marte, era solo una nueva variante.

-Si ese conocimiento existía, ¿por qué no lo usamos?

Porque en el mundo entero hasta ahora no se ha difundido.

-¿Cómo explicar que el sistema inmune desarrolla sus defensas?

Cuando te infectas y sobrevives, el sistema inmune aprendió a detectar al virus y a eliminarlo. Esa es una defensa. Y cuando te ponen una vacuna, igual: el virus entra, el sistema ataca, aprende y se le queda en la memoria. Y justamente porque el sistema inmune ataca, es que te da molestias una vacuna. Las vacunas no hacen daño, lo que hace daño es la ignorancia. Pero siempre digo que a la gente que no se quiere vacunar no se le puede tildar con adjetivos, hay que explicarle.

-Estamos en la cuarta dosis de las vacunas. ¿Serán necesarias más?

Sí. El virus tiene diferentes partes. Cuantas más partículas tu sistema inmune detecte y aprenda, mayor protección. La cuarta dosis es importantísima, hay que reforzar el entrenamiento del sistema inmune.

-¿Se podría pensar que el mundo empieza a sacudirse del COVID?

En China ha habido un rebrote, en Alemania hay una nueva ola y acá seguimos con contagios, sobre todo en los que tienen dos vacunas o ninguna. Y una sola persona que se muera es una tragedia. Hay que insistir en que la gente se siga cuidando. Y hay que educar a médicos, personal de salud y a la población.

AUTOFICHA:
– “Tengo 71 años. Nací en Lima. Acabé el colegio y estudié Medicina en la Universidad Cayetano Heredia. Me especialicé en inmunología y reumatología. Uno se dedica a lo que más le interesa y en lo que más puedes ayudar; en mi caso ha sido lupus y ese tipo de enfermedades”.

– “Soy médico desde 1978, son 44 años. He tenido una trayectoria larga de cargos. En el 95 fui presidente de la Sociedad Peruana de Reumatología, luego en el 2017 he sido presidente de la Sociedad Iberoamericana de Osteología y Metabolismo Mineral”.

– “En el 96 fui presidente de la Asociación Centroamericana Caribe y Andina de Reumatología y en 2017 director de la International Federation of Musculoskeletal Research Societes. Fui profesor en Cayetano Heredia desde el año 79. Hoy enseño en la UPC y atiendo en la Clínica Anglo Americana desde 1985″.




Cuarentenas equivocadas

Cuarentenas equivocadas

Las cuarentenas deben rechazarse de plano como un instrumento de política pandémica.

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Ante la aparición del COVID-19, casi todos los países de la tierra establecieron cuarentenas, paralizando las actividades económicas, las escuelas y los viajes internacionales. Como demuestra el siguiente ‘meta-análisis’ del Global Health, and the Study of Business Enterprise, de Johns Hopkins Institute for Applied Economics, las cuarentenas no solo han sido inútiles para detener la propagación del virus, han causado daños económicos y sociales que superaron largamente los beneficios de las paralizaciones.

El Perú, bajo la conducción del desastroso gobierno de Martín Vizcarra, llevó estas medidas a niveles absurdos y extremos, causando un clamoroso daño en todos los planos de la vida nacional. Tuvimos mucho más muertos por millón que todos los países del mundo; tuvimos una caída de la economía y de los ingresos de la población que también superó las caídas de los demás países; y mantuvimos cerradas las escuelas, más tiempo que ningún otro país (algo que mantuvieron, absurdamente, los gobiernos de Sagasti y Castillo).

Lamentablemente, la pandemia coincidió en el Perú, con algunos de los peores gobiernos de nuestra historia (Vizcarra, Sagasti y Castillo), que privilegiaron enfoques ideológicos antes que el cuidado del bienestar de la población.

Ver en Lampadia:

Perú encabeza exceso de muertes por millón — El desastre de Vizcarra

Perú entre los peores países frente al covid 19 — The New York Times

La última línea no miente — Impacto económico de la cuarentena

Hoy compartimos el estudio indicado para que los ciudadanos tomemos nota de las implicancias de las cuarentenas y no permitamos que se vuelvan a aplicar tan alegremente. Veamos el estudio:

Una revisión de la literatura y un meta-análisis de los efectos de los confinamientos en la mortalidad por COVID-19

Por Jonas Herby, Lars Jonung y Steve H. Hanke
Johns Hopkins Institute for Applied Economics,
Global Health, and the Study of Business Enterprise
Enero, 2022
JEL Classification: I18; I38; D19
Glosado por Lampadia

Palabras Clave: COVID-19, confinamientos, NPI (intervenciones no-farmacéuticas), mortalidad, revisión sistemática, meta-análisis.

 

Resumen

Esta revisión sistemática y meta-análisis están diseñados para determinar si existe evidencia empírica que respalde la creencia de que los “bloqueos o confinamientos” reducen la mortalidad por COVID-19.

Los confinamientos se definen como la imposición de al menos una intervención no farmacéutica (NPI) obligatoria. Las NPI son cualquier mandato gubernamental que restringe directamente las posibilidades de las personas, como las políticas que limitan el movimiento interno, cierran escuelas y negocios y prohíben los viajes internacionales.

Este estudio empleó un procedimiento sistemático de búsqueda y cribado en el que se identificaron 18,590 estudios que potencialmente podrían abordar la creencia planteada. Después de tres niveles de selección, 34 estudios finalmente calificaron. De esos 34 estudios elegibles, 24 calificaron para su inclusión en el meta-análisis. Se separaron en tres grupos: estudios de índice de rigor de bloqueo, estudios de orden de refugio en el lugar (SIPO) y estudios específicos de NPI. Un análisis de cada uno de estos tres grupos respalda la conclusión de que los bloqueos han tenido poco o ningún efecto sobre la mortalidad por COVID-19. Más específicamente, los estudios del índice de rigurosidad encuentran que los bloqueos en Europa y los Estados Unidos solo redujeron la mortalidad por COVID-19 en un 0.2% en promedio. Los SIPO también fueron ineficaces, ya que solo redujeron la mortalidad por COVID-19 en un 2.9% en promedio. Los estudios específicos del NPI tampoco encuentran evidencia amplia de efectos notables en la mortalidad por COVID-19.

Si bien este meta-análisis concluye que los bloqueos han tenido poco o ningún efecto en la salud pública, han impuesto enormes costos económicos y sociales donde se han adoptado. En consecuencia, las políticas de confinamiento están mal fundamentadas y deben rechazarse como un instrumento de política pandémica.

Introducción

La reacción política global a la pandemia de COVID-19 es evidente. Las intervenciones no farmacéuticas (NPI, por sus siglas en inglés) obligatorias, comúnmente conocidas como “cierres o confinamientos” (políticas que restringen el movimiento interno, cierran escuelas y negocios y prohíben los viajes internacionales) se han impuesto de una forma u otra en casi todos los países.

Las primeras NPI se implementaron en China. A partir de ahí, la pandemia y las NPI se propagaron primero a Italia y luego a prácticamente todos los demás países, véase la Figura 1. De los 186 países cubiertos por el Rastreador de Respuesta Gubernamental COVID-19 de Oxford (OxCGRT), solo Comoras, un país insular en el Océano Índico, no impuso al menos un NPI antes de finales de marzo de 2020.

Comentario: La figura muestra la proporción de países en los que el índice de rigurosidad OxCGRT en una fecha determinada superó el índice 65, 70 y 75 respectivamente. Solo se incluyen los países con más de un millón de ciudadanos (153 países en total). El índice de rigor OxCGRT registra el rigor de las políticas de NPI que restringen el comportamiento de las personas. Se calcula utilizando todos los indicadores ordinales de política de contención y cierre (es decir, el grado de cierre de escuelas y negocios, etc.), más un indicador que registra campañas de información pública.

Fuente: Our World in Data

(…)

Observaciones finales

Los expertos en salud pública y los políticos, según los pronósticos de estudios epidemiológicos como el del Imperial College London (Ferguson et al. (2020), han adoptado los cierres obligatorios como un método efectivo para detener la pandemia. Pero, ¿han sido efectivas estas políticas de cierre en ¿Cómo frenar la mortalidad por COVID-19? Esta es la pregunta principal que responde nuestro meta-análisis.

Al adoptar una búsqueda sistemática y una evaluación basada en títulos, identificamos 1,048 estudios publicados hasta el 1 de julio de 2020, que potencialmente analizan el efecto de los bloqueos en las tasas de mortalidad. Para responder a nuestra pregunta, nos enfocamos en estudios que examinan el impacto real de los bloqueos en las tasas de mortalidad de COVID-19 en función de los datos de mortalidad transversal registrados y un enfoque de diferencia en diferencia contrafactual. De los 1,048 estudios, 34 cumplieron con los criterios de elegibilidad.

Conclusiones

En general, nuestro meta-análisis no logra confirmar que los bloqueos hayan tenido un efecto grande y significativo en las tasas de mortalidad. Los estudios que examinan la relación entre el rigor del confinamiento (basado en el índice de rigor OxCGRT) encuentran que el confinamiento promedio en Europa y Estados Unidos solo redujo la mortalidad por COVID-19 en un 0.2 % en comparación con una política de COVID-19 basada únicamente en recomendaciones. Las órdenes de refugio en el lugar (SIPO, por sus siglas en inglés) tampoco fueron efectivas. Solo redujeron la mortalidad por COVID-19 en un 2.9%.

Los estudios que analizan NPI específicos (bloqueo versus no bloqueo, máscaras faciales, cierre de negocios no esenciales, cierre de fronteras, cierre de escuelas y limitación de reuniones) tampoco encuentran evidencia amplia de efectos notables en la mortalidad de COVID-19.

  • Sin embargo, el cierre de negocios no esenciales parece haber tenido algún efecto (reduciendo la mortalidad por COVID-19 en un 10.6%), lo que probablemente esté relacionado con el cierre de bares.
  • Además, las máscaras pueden reducir la mortalidad por COVID-19, pero solo hay un estudio que examina los mandatos universales de máscaras.
  • El efecto del cierre de fronteras, el cierre de escuelas y la limitación de reuniones en la mortalidad por COVID-19 arroja estimaciones ponderadas de precisión de -0.1 %, -4.4 % y 1.6 %, respectivamente.
  • Los bloqueos (en comparación con ningún bloqueo) tampoco reducen la mortalidad por COVID-19.

Discusión

En general, concluimos que los bloqueos no son una forma efectiva de reducir las tasas de mortalidad durante una pandemia, al menos no durante la primera ola de la pandemia de COVID-19. Nuestros resultados están en línea con el Grupo de Redacción de la Organización Mundial de la Salud (2006), quien afirma: “Los informes de la pandemia de influenza de 1918 indican que las medidas de distanciamiento social no detuvieron o parecieron reducir drásticamente la transmisión […] En Edmonton, Canadá, el aislamiento y se instituyó la cuarentena; se prohibieron las reuniones públicas; se cerraron escuelas, iglesias, colegios, teatros y otros lugares de reunión pública; y el horario comercial se restringió sin un impacto evidente en la epidemia”. Nuestros hallazgos también están en línea con la conclusión de Allen (2021): “La investigación más reciente ha demostrado que los bloqueos han tenido, en el mejor de los casos, un efecto marginal en la cantidad de muertes por Covid19”. Poeschl y Larsen (2021) concluyen que “las intervenciones son generalmente efectivas para mitigar la propagación de COVID-19”. Sin embargo, 9 de los 43 (21 %) resultados que revisaron encontraron una “asociación incierta o nula” entre los cierres y la propagación de la COVID-19, lo que sugiere que la evidencia de ese propio estudio contradice su conclusión.

Los hallazgos contenidos en Johanna et al. (2020) contrastan con los nuestros. Concluyen que “para el confinamiento, diez estudios mostraron consistentemente que redujo con éxito la incidencia, la transmisión posterior y la tasa de mortalidad de COVID-19”. El conductor de la diferencia es triple. En primer lugar, Johanna et al. incluyen estudios de modelado (10 de un total de 14 estudios), que hemos excluido explícitamente. En segundo lugar, incluyeron estudios de series de tiempo interrumpido (3 de 14 estudios), que también excluimos. En tercer lugar, el único estudio que utiliza un enfoque de diferencias en diferencias (como lo hemos hecho nosotros) se basa en datos recopilados antes del 1 de mayo de 2020. Debemos mencionar que nuestros resultados indican que los primeros estudios encuentran efectos relativamente mayores en comparación con estudios posteriores.

Nuestra conclusión principal invita a discutir algunos temas. Nuestra revisión no señala por qué los bloqueos no tuvieron el efecto prometido por los modelos epidemiológicos del Imperial College London (Ferguson et al. (2020). Proponemos cuatro factores que podrían explicar la diferencia entre nuestra conclusión y la visión adoptada por algunos epidemiólogos.

En primer lugar, la gente responde a los peligros fuera de su puerta. Cuando se desata una pandemia, la gente cree en el distanciamiento social independientemente de lo que ordene el gobierno. Entonces, creemos que Allen (2021) tiene razón cuando concluye: “La ineficacia [de los confinamientos] provino de cambios individuales en el comportamiento: ya sea incumplimiento o comportamiento que imitaba los confinamientos”. En términos económicos, se puede decir que la demanda de costosos esfuerzos de prevención de enfermedades, como el distanciamiento social y un mayor enfoque en la higiene, es alta cuando las tasas de infección son altas. Por el contrario, cuando las tasas de infección son bajas, la demanda es baja e incluso puede ser moral y económicamente racional no cumplir con mandatos como los SIPO, que son difíciles de hacer cumplir. Herby (2021) revisa estudios que distinguen entre cambios de comportamiento obligatorios y voluntarios. Encuentra que, en promedio, los cambios de comportamiento voluntarios son 10 veces más importantes que los cambios de comportamiento obligatorios en la lucha contra el COVID-19. Si las personas ajustan voluntariamente su comportamiento al riesgo de la pandemia, el cierre de negocios no esenciales puede simplemente reasignar las visitas de los consumidores de los negocios “no esenciales” a los “esenciales”, como lo muestran Goolsbee y Syverson (2021), con un impacto limitado en el número total de contactos. Esto también puede explicar por qué las simulaciones de modelos epidemiológicos como Ferguson et al. (2020), que no modelan el comportamiento de manera endógena, no logran pronosticar el efecto de los bloqueos.

En segundo lugar, los mandatos solo regulan una fracción de nuestros posibles contactos contagiosos y difícilmente pueden regular o hacer cumplir el lavado de manos, la etiqueta al toser, el distanciamiento en los supermercados, etc. Países como Dinamarca, Finlandia y Noruega que tuvieron éxito en mantener las tasas de mortalidad de COVID-19 relativamente bajas personas para ir a trabajar, usar el transporte público y reunirse en privado en casa durante el primer confinamiento. En estos países, hubo amplias oportunidades para reunirse legalmente con otros. En términos económicos, los confinamientos son sustitutos, no complementos, de cambios de comportamiento voluntarios.

En tercer lugar, incluso si los bloqueos tienen éxito en la reducción inicial de la propagación de COVID-19, la respuesta conductual puede contrarrestar el efecto por completo, ya que las personas responden al menor riesgo cambiando el comportamiento. Como señala Atkeson (2021), la intuición económica es sencilla. Si el cierre de bares y restaurantes hace que la prevalencia de la enfermedad caiga a cero, la demanda de costosos esfuerzos de prevención de enfermedades como el distanciamiento social y un mayor enfoque en la higiene también cae a cero, y la enfermedad regresará.

En cuarto lugar, las consecuencias no deseadas pueden desempeñar un papel más importante de lo reconocido. Ya señalamos la posible consecuencia no deseada de los SIPO, que pueden aislar a una persona infectada en el hogar con su familia, donde corre el riesgo de infectar a los miembros de la familia con una carga viral más alta, causando una enfermedad más grave. Pero a menudo, los cierres han limitado el acceso de las personas a lugares seguros (al aire libre) como playas, parques y zoológicos, o han incluido mandatos de uso de máscaras al aire libre o restricciones estrictas de reunión al aire libre, lo que empuja a las personas a reunirse en lugares menos seguros (interiores). De hecho, encontramos alguna evidencia de que limitar las reuniones fue contraproducente y aumentó la mortalidad por COVID-19. Una objeción a nuestras conclusiones puede ser que no consideramos el papel del tiempo. Si el tiempo es muy importante, las diferencias en el tiempo pueden anular empíricamente cualquier diferencia en los bloqueos. Hacemos notar que esta objeción no está necesariamente en contraste con nuestros resultados. Si el tiempo es muy importante en relación con el rigor, esto sugiere que los bloqueos oportunos, pero muy leves, deberían funcionar tan bien o mejor que los bloqueos menos oportunos pero estrictos. Esto no contrasta con nuestra conclusión, ya que los estudios que revisamos analizan el efecto de los bloqueos en comparación con hacer muy poco. Sin embargo, hay poca evidencia sólida que respalde la tesis del tiempo, porque es intrínsecamente difícil de analizar. Además, incluso si se puede afirmar empíricamente que un bloqueo oportuno es efectivo para combatir una pandemia, es dudoso que esta información alguna vez sea útil desde una perspectiva política. Pero, ¿qué explica las diferencias entre países, si no las diferencias en las políticas de confinamiento? Las diferencias en la edad y salud de la población, la calidad del sector de la salud y similares son factores obvios. Pero varios estudios apuntan a factores menos obvios, como la cultura, la comunicación y las coincidencias. Por ejemplo,

  • Frey et al. (2020) muestran que, con el mismo rigor político, los países con rasgos culturales más obedientes y colectivistas experimentaron mayores disminuciones en la movilidad geográfica en relación con su contraparte más individualista.
  • Los datos de Alemania Laliotis y Minos (2020) muestran que la propagación de COVID-19 y las muertes resultantes en regiones predominantemente católicas con lazos sociales y familiares más fuertes fueron mucho más altas en comparación con las no católicas en el nivel NUTS 3 local.
  • La comunicación gubernamental también puede haber jugado un papel importante. En comparación con sus vecinos escandinavos, la comunicación de las autoridades sanitarias suecas fue mucho más moderada y adoptó la idea de las compensaciones entre la salud pública y la economía. Esto puede explicar por qué Helsingen et al, (2020), encontraron, según los datos del cuestionario recopilados desde mediados de marzo hasta mediados de abril de 2020, que aunque la tasa de mortalidad diaria de COVID-19 era más de cuatro veces mayor en Suecia que en Noruega, los suecos tenían menos probabilidades que los noruegos no reunirse con amigos (55 % frente a 87 %), evitar el transporte público (72 % frente a 82 %) y quedarse en casa durante el tiempo libre (71 % frente a 87 %). Es decir, a pesar de una pandemia más severa, los suecos se vieron menos afectados en sus actividades diarias (legales en ambos países) que los noruegos.

Muchos otros factores pueden ser relevantes y no debemos subestimar la importancia de las coincidencias.

Nuestro estudio no logra demostrar efectos positivos significativos de los cambios de comportamiento obligatorios (bloqueos). Esto debería llamar nuestra atención sobre el papel de los cambios de comportamiento voluntarios. Aquí, se necesita más investigación para determinar cómo se pueden apoyar los cambios de comportamiento voluntarios. Pero debe quedar claro que una función importante de las autoridades gubernamentales es brindar información para que los ciudadanos puedan responder voluntariamente a la pandemia de una manera que mitigue su exposición.

Finalmente, permítanos ampliar nuestra perspectiva después de presentar nuestro meta-análisis que se centra en la siguiente pregunta: “¿Qué nos dice la evidencia sobre los efectos de los confinamientos en la mortalidad?”

Brindamos una respuesta firme a esta pregunta: la evidencia no confirma que los bloqueos tengan un efecto significativo en la reducción de la mortalidad por COVID-19. El efecto es poco o nada.

El uso de bloqueos es una característica única de la pandemia de COVID-19. Los bloqueos no se han utilizado en gran medida durante ninguna de las pandemias del siglo pasado. Sin embargo, los bloqueos durante la fase inicial de la pandemia de COVID-19 han tenido efectos devastadores. Han contribuido a reducir la actividad económica, aumentar el desempleo, reducir la escolarización, provocar disturbios políticos, contribuir a la violencia doméstica y socavar la democracia liberal.

Estos costos para la sociedad deben compararse con los beneficios de los bloqueos, que nuestro meta-análisis ha demostrado que son marginales en el mejor de los casos. Tal cálculo estándar de costo-beneficio lleva a una conclusión sólida: las cuarentenas deben rechazarse de plano como un instrumento de política pandémica.

Ver en Lampadia:

Una revisión de la literatura y un meta-análisis de los efectos de los confinamientos en la mortalidad por COVID-19




PRELUDIO DE MAS OLAS O EL INICIO DE LAS POST PANDEMIA

PRELUDIO DE MAS OLAS O EL INICIO DE LAS POST PANDEMIA

Dr. Ing. Raúl Delgado Sayán
Miembro Fundador Comando Vacuna
Para
Lampadia

No quisiera con este título estimado lector generar la sensación de que pudiéramos dejar de lado o ser menos estrictos en el respeto de los protocolos y de medidas que con mucha sabiduría han sido recomendadas por los expertos en salud pública para los picos de la Pandemia y en las etapas del desasosiego, al ver como este invisible enemigo amenazaba nuestras vidas y se llevará consigo a tantas personas muy queridas de nuestro entorno familiar, amical y laboral, que aún hubieran tenido muchos años de vida por delante. Tampoco por cierto generar decepción para quienes pensaron erróneamente y con gran entusiasmo que con la vacuna el COVID 19 el virus iba a ser erradicado en corto tiempo luego de la primera vacunación con las dos dosis iniciales. Ni lo uno ni lo otro.

Esta es sin duda una gran batalla entre el virus y la humanidad, que a través de la Ciencia luchamos sin descanso para derrotarla. La principal arma es sin duda la vacuna para prevenirla y los medicamentos, que ya empiezan a aparecer, para controlarla cuando invada el cuerpo de los contagiados. El arma del virus son las variantes y eventuales nuevas cepas para mantenerse vigente que ellas mismas autogeneran desde los laboratorios ambulantes que son principalmente quienes se resisten a vacunarse y que todavía son un número muy considerable. Merced a ello ya han aparecido a lo largo del tiempo muchas variantes de cuidado, desde la inicial denominada Alfa hasta la más reciente Omicron. Las iniciales no han variado demasiado en sus características, ni en el grado de severidad, letalidad y velocidad de contagio, lo cual ha hecho que las vacunas, particularmente aquellas de las plataformas de mayor avanzada como las ARNm, mantuvieran un muy alto nivel de protección, salvo el caso de la variante Delta que si fue de mayor preocupación por su agresividad. 

La evolución de las cifras de infectados demostraron que las vacunas fueron bastante mas efectivas de lo que inicialmente se esperaba y las cifras en todos los países que las aplicaron con mucha intensidad inicialmente fueron realmente impresionantes, al punto que en muchos de ellos hubo un relajo muy notorio respecto de las medidas de protección sanitarias y ello aunado a la cantidad de personas que aun no se vacunaba, hizo renacer la alta cantidad de infectados y con ello las llamadas segunda y tercera ola, llegándose a pensar que probablemente se iban a tener varias olas mas. 

Los fabricantes de vacunas, que nunca afirmaron que las vacunas duraran por siempre, ya recomendaron tomar una tercera dosis adicional, en periodos inicialmente de 6 meses, que luego algunos comenzaron a bajar hacia 5 y 3 meses respectivamente. Las estadísticas de infectados; hospitalizados; pacientes en UCI y fallecidos mostraban mas allá de cantidades de vacunados, que estas cifras concentran mayormente a pacientes no vacunados o con vacunación incompleta en altas proporciones y muy menor las cantidades de infectados con vacunación completa, quienes por lo general si contraían la enfermedad, lo hacían con cuadros leves.

OMICRON ES UN “GAME CHANGER”

Lo antes expresado, que era casi un común denominador para todas las variantes, ha sido posteriormente modificado de manera muy importante por esta variante OMICRON. Se originó en el sur de África, que es el continente que registra las más bajas cifras porcentuales de vacunación y causó mucho terror por la velocidad de diseminación en todos los países, porque tenía una estructura molecular con mayores diferencias respecto de las anteriores. Los primeros estudios de laboratorio indicaron que prácticamente todas las vacunas disminuían sustancialmente sus anticuerpos neutralizantes respecto de esta variante incluyendo también las de diseño más avanzado de plataforma ARNm, aunque en estas volvían a crecer de manera importante, aunque sin llegar a las mismas cifras anteriores, con una tercera dosis de refuerzo.

Ahora bien, dentro de ello la buena noticia es que siendo tan agresiva en lo que se refiere al contagio, felizmente no parece serlo en lo relativo a desarrollar infección severa en la población vacunada, particularmente en población menor a 50 años sin comorbilidades notables. Si bien es cierto para población mayor de 75 años vacunada contra el COVID 19 sin Omicron el riesgo de fallecimiento entre los infectados era de 1 cada 220, los estudios realizados hasta el momento para Omicron demuestran que causa una enfermedad menor en intensidad que la de versiones anteriores del virus. La preocupación entonces que se muestra en el crecimiento de infectados es que por la rapidez y facilidad de infectar a las personas, muchas de ellas que no contrajeron el COVID 19 con variantes anteriores, ahora si pueden resultar infectadas y por consiguiente desarrollar una necesidad de servicios de atención hospitalaria superiores a las de versiones anteriores. Eso es lo que hay que evitar y por consiguiente se debe realizar ya una verdadera e intensiva campaña para aumentar las cifras de vacunación en la población mundial, aun cuando se tomen medidas que resulten ingratas para quienes no desean ser vacunados. 

MENSAJE PARA LOS PRINCIPALES FABRICANTES DE VACUNAS:

OMICRON puede ser un indicativo adicional muy importante en el sentido de que aunque tengamos una variante de más rápido contagio, pero de mucho menor letalidad, estemos el comienzo del final del túnel y que las nuevas variantes se asemejen en comportamiento más a las de la influenza y por consiguiente ya nos quedemos en un campo de batalla más transitado y que ya conocemos. 

Para ello necesitamos que pongan en funcionamiento la gran ventaja que tenemos con esta nueva plataforma desarrollada en humanos para esta enfermedad y que es la plataforma ARNm, que puedes producir vacunas con mensaje genético incorporado muy flexibles para un fin determinado y con mayor rapidez de fabricación que las de las otras plataformas. Para esta etapa que se le puede denominar “post pandemia” lo que necesitamos no son más vacunas de lo mismo como refuerzos denominados “booster”, sino que en lugar de ello nos ofrezcan de manera muy pronta vacunas que dentro de su mensaje genético incorporen las variantes más predominantes, en suma muy similar a lo que  se hace con las vacunas de influenza que conjuga anualmente las principales cepas de los hemisferios norte y sur respectivamente y nos dan una versión mejorada cada año antes del invierno. Si eso se realiza todos los años con la plataforma de vector viral, con mucha más razón se puede hacer y más rápido con la plataforma del ARNm, ya que ello es una de las características más importantes que esta plataforma nos ofrece. De esta manera no solo estaremos mejor protegidos, sino que hará posible el que cada vez podamos recuperar los más altos valores de eficiencia que ya fueron logrados con sus primeras vacunas para el virus COVID 19 original. Lampadia

 



Coronavirus y megasismo: el enemigo intermedio y el enorme enemigo

Coronavirus y megasismo: el enemigo intermedio y el enorme enemigo

¿CÓMO LOS CONTROLAMOS?
Dr. Ing. Raúl Delgado Sayán
Para Lampadia

Cuando en el año 2015 Bill Gates predijo, en pleno brote del Ebola, que la próxima catástrofe mundial sería una pandemia en la cual el virus haría que una persona se sienta inicialmente bien como para subirse en un avión o en cualquier medio de transporte o ir al supermercado, ello haría que fácilmente se extienda por todo el mundo, de una manera muy rápida y por tanto cause un enorme perjuicio a la humanidad. Nadie le creyó y cinco años después ello ocurrió sin que la humanidad estuviera preparada para afrontarla.

Al momento de escribir este artículo, cuando la pandemia del COVID 19 aún no está controlada a nivel mundial, las estadísticas revelan que ya se han producido unos 250 millones de casos detectados, que han causado 5 millones de fallecimientos, según cifras oficiales, lo cual implica a nivel global una letalidad del 2%.  El Perú tiene 2.2 millones de casos oficiales con un total de fallecimientos cercano a los 200,000; lo cual significa una letalidad del 11% [fallecidos entre casos] considerada lamentablemente como la más alta a nivel mundial.

Aun cuando este enemigo invisible se presentó súbitamente, la comunidad científica internacional se unió en esta lucha global realizando todos los esfuerzos posibles y desarrollando nuevas tecnologías a través de las vacunas para hacerle frente y mantenerlo controlado, así como a través de nuevas plataformas biológicas estar mucho mejor preparados para prevenir y actuar en futuros casos similares.

Ya en el caso específico del Perú, motiva el presente artículo hacer llegar la enorme preocupación por otro enemigo invisible, mucho más letal que el COVID 19, al cual estamos definitivamente expuestos y que  tanto la ciencia y tecnología mundial como la del Perú nos han alertado sobre el riesgo extremo en que nos encontramos y que implica un inevitable megasismo y tsunami que repita lo ocurrido el 18.10.1746, hace 275 años, y que según el Instituto Geofísico del Perú, con el respaldo de otras instituciones, ha expresado que sería de cuando menos un sismo magnitud 8.8 Mw a 35 Kms de profundidad y que liberará una energía aproximadamente de cuando menos 239 millones de toneladas de dinamita (TNT) y/o 16,000 bombas atómicas de Hiroshima.

Los daños ocurridos por un fenómeno natural de esta magnitud sobre: la vida, propiedades materiales y servicios básicos de la ciudad tienen que ver directamente con 5 factores:

  1. Magnitud de energía liberada (Mw)
  2. Profundidad desde donde se produce la liberación de energía (hipocentro)
  3. Duración del sismo
  4. Características de los suelos
  5. Número de réplicas asociados al sismo principal y que ocurrirán de inmediato como consecuencia de la liberación de esta energía en una zona de aproximadamente 450km de longitud.

El megasismo ocurrirá en la costa de Lima y Callao y de allí se irradiará hacia las demás localidades del país: Norte, Sur y Centro principalmente.

Comparando los daños que pudieran ocurrir como consecuencia de ambos eventos, para comprender la magnitud de ello y como golpeará directamente al Perú, es menester mencionar que, con la ocurrencia de este sismo, con o sin tsunami asociado a él, tendríamos en apenas 2 minutos de manera instantánea y según estimados oficiales, toda la cantidad de fallecidos que hemos tenido en un año y 7 meses de COVID 19.  Sí, el Coronavirus nos mostró la enorme debilidad en el sistema sanitario del país, imaginémonos la tragedia que implicaría el atender 2 millones de heridos de inmediato con un sistema sanitario deficiente e incluso reducido a más de la mitad por colapsos estructurales y de equipamiento de los principales centros hospitalarios.

Siendo Lima la ciudad No. 34 en población mundial y 23 en densidad poblacional, a lo cual se le agrega la gran informalidad en construcción de viviendas en zonas de alta vulnerabilidad, es también lógico imaginarnos la inmensa destrucción que ocurrirá en toda nuestra ciudad de 109 Kms de longitud de área urbana y semiurbana desde Ancón a Pucusana.

En cuanto a pérdidas materiales y económicas, debemos considerara que el Coronavirus ocasionó en el 2020 una caída muy fuerte del PBI  superior al 11% y la pérdida de más de 3 millones de puestos de trabajo que aún no se recuperan, pero sin embargo no la destruyó en la capacidad de producción y en proporcionar servicios básicos a la ciudad y a su población, lo cual permitió comenzar prontamente una recuperación económica progresiva tan pronto pudimos vacunarnos y regresar a nuestras actividades, con los cuidados y restricciones sanitarias correspondientes.

La opción antes descrita, lamentablemente no ocurrirá de esta forma como consecuencia del megasismo, puesto que más allá de la pérdida de vidas y de los cuantiosos daños, la destrucción de nuestro aparato productivo y de servicios sería inmensa y la experiencia pasada nos ha demostrado que no nos encontramos por cierto institucionalmente fuertes a nivel Estado como para rehabilitarnos aceleradamente luego del desastre como consecuencia de un fenómeno natural extremo.

El estudio realizado por el sistema reasegurador mundial Lloyds de Londres y encargado a la Universidad de Cambridge para un horizonte 2015-2025, señala a la ciudad de Lima como la de mayor riesgo mundial sísmico en términos de su PBI, con una probable pérdida material de US$ 36,000 millones sin considerar el probable tsunami.  Vale la pena tener también presente que el conjunto urbanístico de Lima y Callao, conformado por más de 10 millones de habitantes significan cerca del 50% del PBI total del Perú y 32% de la PEA y es donde físicamente se recauda alrededor del 87% de impuestos por ingresos ordinarios más otros ingresos, constituyéndose además en el principal motor y centro laboral de producción y consumo del país.

Estas cifras conservadoras de US$ 36,000 millones, representan seis veces más que todo el presupuesto para la reconstrucción de Niño Costero del Norte del país, ocurrido en marzo de 2017, del cual, luego de transcurrido 4.5 años, todavía nos encontramos lejos de cumplir con los objetivos de reconstrucción de este programa. Lampadia




La recesión económica en nuestra región

La recesión económica en nuestra región

Como comentamos en Lampadia: La ayuda internacional en la pandemia, nuestra región no sólo sigue siendo por lejos la más afectada económica y sanitariamente por la pandemia a nivel mundial, sino que sus perspectivas de crecimiento en el corto plazo están muy por debajo de las reportadas para el mundo desarrollado (se estima que este año, EEUU crecerá hasta 7%), cuando más necesitan crecer para mejorar sus cifras de desempleo y pobreza que han escalado a niveles alarmantes.

¿Qué falló en la política pública de los gobiernos el año pasado para haber llegado a una situación tan dramática?

Un reciente artículo publicado por The Economist que compartimos líneas abajo titulado “Por qué la economía de América Latina se ha visto tan afectada por el covid-19” da algunos indicios para responder esta pregunta. Destaca por ejemplo la imposición de feroces cuarentenas, de las cuales el Perú brilló por su duración y su alcance que abarcó prácticamente a todas las actividades económicas. Un sinsentido que por supuesto nosotros en su momento criticamos pues supuso el quiebre de miles de empresas y pérdida de empleos que no se encontraban con las condiciones para afrontar un paro y menos realizar trabajo a distancia. Algo que dicho sea de paso no mejoró la situación sanitaria; por el contrario terminamos encabezando la lista de países con exceso de muertes por millón al cierre del año pasado (ver Lampadia: Perú encabeza exceso de muertes por millón).

Ahora bien, The Economist también resalta el persistente incremento de contagios por las nuevas cepas, en especial la brasilera, que ha hecho retroceder a los gobiernos latinoamericanos en la liberalización de actividades el presente año. Al respecto, cabe resaltar que en nuestro país no sólo se retornó a una cuarentena que ya había sido probada como ineficaz, sino que se persistieron en medidas absurdas como toques de queda en horas punta (6 p.m.) e inmovilización permanente los domingos, lo cual generó aglomeraciones e incremento de contagios innecesariamente inducidos. Ahora que la segunda ola ha empezado a menguar y el gobierno se encuentra próximo a culminar la vacunación en adultos mayores esperemos que no se vuelvan a cometer errores tan terribles como en semanas pasadas.

En todo caso, lo que se debe rescatar de las reflexiones de The Economist es que la imposición de cuarentenas totales ya no debe ser una opción, sino que por el contrario, debe seguir explorándose la reapertura de las actividades que se han visto más afectadas por la crisis, comos son los servicios, restaurantes y el turismo, en espacios abiertos pero acompañándolos también de extensiones del toque de queda, siendo el actual a las 9 pm insuficiente. Esto mejoraría las perspectivas de empleo pues se trata de sectores que son intensivos en mano de obra.

Por el lado de la inversión, se debe seguir avanzando con el cumplimiento de las metas de la inversión pública en todos los niveles de gobierno, pero sobretodo se debe acelerar la inversión privada a través del destrabe de megaproyectos de infraestructura y mineros, que a pesar de ya contar con todos los trámites en regla y de su enorme potencial para la generación de empleo en las regiones, no se desencadenan por falta de decisión política. Y finalmente, avanzar firmemente con la vacunación y el permanente cierre de nuevos contratos conforme se avancen con las negociaciones.

Esperemos que este y el próximo gobierno tomen en cuenta estas recomendaciones y se ponga a hacer el trabajo lo más rápido posible. Lampadia

 

Un largo camino de caída
Por qué se afectó tanto la economía de América Latina con el covid-19

El PBI mundial se contrajo un 3% el año pasado, pero el de América Latina y el Caribe cayó un 7% [y el Perú, cayó 11%]

The Economist
13 de mayo, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

Antes de que estallara la pandemia, Jaime Alirio Pinilla, un hombre de 45 años de Bogotá, la capital de Colombia, trabajaba como obrero de la construcción. “Pero por esta mierda perdí mi trabajo y ahora trabajo en la calle”, dice, de pie detrás de un carro de acero desde el que vende jugo de naranja, dulces, cigarrillos y café. Colombia ya ha tenido uno de los bloqueos más prolongados del mundo; ahora también enfrenta enfrentamientos diarios entre manifestantes y fuerzas de seguridad, ya que los disturbios por la situación económica continúan durante una tercera semana. “Hemos estado encerrados durante más de un año y no podemos soportar esto más”, dice Pinilla. “La economía está arruinada, sobrevivimos, no vivimos”.

La pandemia del covid-19 provocó la recesión mundial más profunda desde la Segunda Guerra Mundial. Pero a una región le ha ido peor económicamente que a cualquier otra, y por un buen trecho. El PBI mundial se contrajo un 3% el año pasado, pero en América Latina y el Caribe la producción cayó un 7%, el peor de todas las regiones analizadas por el FMI (aunque India, casi una región en sí misma, lo hizo peor). En 2020, las personas en América Latina trabajaron un 16% menos de horas, casi el doble de la pérdida a nivel mundial. Varios países de la región lo han hecho extraordinariamente mal: el PBI de Perú, por ejemplo, cayó un 11% el año pasado. Y mientras que algunas economías ahora están retrocediendo a medida que se levantan las restricciones, en América Latina el estado de ánimo se está oscureciendo.

La explicación más simple del terrible desempeño de la región se relaciona con la salud pública. El modelo de exceso de muertes de The Economist estima que América Latina y el Caribe tiene el mayor número de muertes en exceso en la pandemia, en relación con la población, de las regiones del mundo. A medida que las vacunas en otras partes del mundo reducen la propagación de la enfermedad y el daño que causa, en muchas partes de América Latina el coronavirus se propaga sin control. En Brasil, donde el presidente populista, Jair Bolsonaro, se ha negado a usar mascarilla o vacunarse, la cifra oficial diaria de muertos en un momento superó los 4,000 por día (ahora es de unos 2,000). Incluso los países que anteriormente habían hecho un buen trabajo en el control de la pandemia, como Uruguay, están luchando con un número creciente de casos.

La propagación de la enfermedad impulsó a algunos gobiernos de la región a implementar las cuarentenas más duras del mundo. Una medida cuantitativa producida por Goldman Sachs, un banco, asigna un puntaje de cero a 100 para evaluar la severidad de las reglas de un país sobre el encierro, el grado de adherencia a tales restricciones y cualquier distanciamiento social voluntario (ver gráfico). Ninguna región ha tenido un año más en casa que América Latina, con un movimiento un 70% más restringido que en América del Norte.

Argentina y Chile han sido el segundo y el cuarto países más restringidos del mundo, respectivamente. Perú encabeza la lista. Allí, el bloqueo inicial se sintió como vivir los días más oscuros de la guerra contra los insurgentes maoístas a principios de la década de 1990. A nadie se le permitía salir de casa excepto para comprar víveres. Los agentes de policía y los soldados hicieron cumplir estrictamente el toque de queda. Bloqueos tan duros hacen imposible gran parte de la actividad económica, incluso si muchas de las personas más pobres de la región no tienen más remedio que desafiar las órdenes de quedarse en casa en un intento por llegar a fin de mes.

Además de la gravedad del brote de América Latina y los bloqueos asociados, otros dos factores han contribuido a la dolorosa contracción económica de la región: la estructura de las economías locales y la escala y el diseño del estímulo fiscal. Considere la estructura económica primero. Una variedad de evidencia sugiere que la región es especialmente vulnerable a las cuarentenas. Muchos países de América Latina y el Caribe dependen en gran medida de los ingresos de los turistas internacionales. Aruba, una isla holandesa en el Caribe que depende especialmente de los visitantes, vio caer el PBI en un 25% en 2020.

Investigaciones recientes del FMI encuentran que el empleo en lo que llama “sectores intensivos en contacto” —del tipo en el que es imposible realizar un trabajo sin estar en proximidad física de otros— es especialmente importante en América Latina y el Caribe. Los trabajos en industrias como restaurantes, tiendas o transporte público representan el 43% del empleo total, en comparación con el 30% en los mercados emergentes en su conjunto.

Una región con una gran desigualdad, América Latina tiene una proporción inusualmente grande de personas que trabajan como personal doméstico para las personas más ricas, lo que inherentemente implica la mezcla de hogares. Para un artículo reciente, Louisa Acciari de University College London y sus colegas encuestaron a trabajadoras del hogar en varios países y encontraron historias de equipos de protección personal inadecuados y violaciones de sus derechos. De hecho, la primera muerte oficial del covid-19 en Río de Janeiro en marzo pasado fue una criada que había sido infectada por su empleador, según funcionarios estatales; la mujer había estado en Italia y, según alegan, no se molestó en enviar a su criada a casa una vez que se enfermó.

El factor final detrás del terrible desempeño económico de la región es la política fiscal. Una forma de medir si la respuesta fiscal de un país a la pandemia ha sido lo suficientemente grande implica comparar dos cosas: el cambio en el déficit presupuestario general de un país y su producción perdida durante la pandemia. Tomando prestada una metodología desarrollada en un artículo de investigación de Goldman Sachs, The Economist calculó la idoneidad del estímulo inducido por una pandemia para 193 países. Muchos gobiernos de todo el mundo, por cada dólar de producción perdida, han aumentado su gasto en un dólar. Algunos, como EEUU y Australia, han sido sustancialmente más generosos. América Latina, aunque implementó un estímulo fiscal más generoso que en recesiones pasadas, ha sido tacaño incluso en relación con otros mercados emergentes, con el país medio agregando solo 28 centavos de gasto deficitario adicional por cada dólar de producción perdida.

El diseño del estímulo también tiene deficiencias. Los países con los planes más exitosos han enviado grandes cantidades de dinero directamente a las personas. Eso ha ayudado a romper el vínculo entre la pérdida de empleos y los recortes en el gasto de los hogares, lo que respalda la economía. América Latina, por el contrario, ha centrado principalmente sus recursos en otros lugares, incluso en la creación de sistemas de atención de la salud con financiación insuficiente.

No todos los países de América Latina han tomado esta ruta. En Brasil, el gasto del gobierno de Bolsonaro ha compensado la pérdida de producción casi por completo. Esto ayudó a reducir la incidencia de la pobreza extrema incluso cuando la pandemia se apoderó del país, aunque el nivel de ayuda de emergencia a los hogares pobres ha disminuido recientemente y el hambre y otras formas de privación están aumentando nuevamente.

Sin embargo, algunos gobiernos han sido sorprendentemente austeros. En ningún lugar esto es más cierto que en México, liderado por el autoproclamado de izquierda Andrés Manuel López Obrador. El insignificante programa de estímulo de México (de 17 centavos por dólar de gasto perdido) se deriva de la sensibilidad monástica y autárquica de López Obrador, que lo hace instintivamente receloso de la deuda, pero especialmente cuando está financiada por financieros extranjeros. En Colombia, las protestas fueron provocadas por el intento del 28 de abril por parte del gobierno de Iván Duque de impulsar una reforma tributaria, pero se han convertido en algo mucho más grande. Gran parte del descontento se debe a la percepción de una respuesta inadecuada o equivocada al covid-19, que ha permitido que 2.8 millones de personas caigan en la pobreza extrema.

La carnicería económica no durará para siempre. Pero el crecimiento anual en el PBI de 3-4% que puede esperar América Latina y el Caribe, una vez que se levanten las restricciones de manera segura, permanece algo por debajo de las tasas que EEUU y algunos otros países están a punto de ver. Un aumento reciente de los precios de las materias primas ayudará a menos de lo que muchos piensan: un índice de los precios mundiales de las materias primas se mantiene por debajo de donde estuvo durante gran parte del período transcurrido desde la crisis financiera mundial. Y debido al estímulo débil, los hogares no han acumulado grandes cantidades de ahorros, como lo han hecho en muchos países más ricos, por lo que no habrá un exceso de gasto posterior al cierre. Como muestran los disturbios en Colombia, la región más afectada por la pandemia enfrenta aún más problemas. Lampadia




“En el plan de PL no hay propuestas sino amenazas”

“En el plan de PL no hay propuestas sino amenazas”

El Tiempo, El Diario de Piura
Redacción El Tiempo
20 de mayo 2021

El expresidente de IPAE Pablo Bustamante, sostiene que el plan de gobierno de Perú Libre solo generará mayor pobreza en el país y que nos alejaría del mercado global.

Para el economista, el mayor problema del plan de Gobierno de Perú Libre es que no hay propuestas por debatir sino solo amenazas a las cuales enfrentar. La paralización de las importaciones y el no pago de la deuda externa, son ideas, agrega que nos alejarían de la comunidad internacional.

¿Cuál es el peligro en el plan de gobierno de Pedro Castillo?

Lo peor de la izquierda es que ellos no tienen propuestas, lo que tienen son amenazas de que van a imponer sus ideas de la Asamblea Constituyente, de una u otra forma, van a imponer cambios en el régimen económico como les dé la gana. Por supuesto van a imponer su filosofía marxista en la educación, el manejo de la salud y la economía. El mayor peligro de estos es que ellos no proponen, sino que amenazan con imponer.

¿Cuál es el riesgo de cerrar las puertas a las importaciones?

Necesitamos una economía abierta. Si se prohíben las importaciones, nos van a prohibir exportar a otros países o nos van a poner aranceles. El mejor ejemplo de lo que necesitamos hacer es de la agroexportación. En la agricultura peruana hay 3 millones de campesinos y si ellos produjeran solo para el mercado interno, como proponen las izquierdas con estas teorías del post extractivismo, que esos tres millones de agricultores tendrían que producir para 27 millones de consumidores que hay en el Perú. Es decir, nueve estómagos por cada campesino por cada día. Eso es insuficiente para salir de la pobreza.

¿Entonces qué es lo mejor?

En cambio, con los Tratados de Libres Comercio (TLC) podemos ir accediendo a mercados de 2 mil 700 millones de personas con lo cual nuestros campesinos pueden pasar paulatinamente a ser prósperos como los campesinos franceses. El Perú como país chico solo puede traer y crear riqueza desde el exterior ya sea exportando nuestros productos o trayendo turistas. Esa es la principal fuente para el crecimiento del Perú y por lo tanto para la reducción de la pobreza y desigualdad. Prohibir o limitar las exportaciones es entrar en el camino de retirarnos del mundo global. Esa autarquía propuesta por esta gente es absolutamente destructiva y empobrecedora.

¿Cuáles son las cifras de pobreza en Venezuela?

En Venezuela el 96% son pobres y el 79% son pobres extremos. Esto quiere decir que ha desaparecido la clase media y solo hay pobres y 4% de ricos. Los ricos son el comando del gobierno, los militares y los narcotraficantes. Todos los demás son miserables. Acaban de poner a Venezuela en un ranking como uno de los países más miserables del mundo.

¿El equipo técnico es una garantía de moderación al discurso radical?

No para nada. En el Perú no hay izquierdas modernas como las hay en Europa o en Nueva Zelanda que transformó un país pobre en un país rico. Este equipo es una comparsa solamente. Modesto Montoya de forma constante pide un ministerio de Ciencia y Tecnología, lo cual sería un gran error porque los ministerios tienen una tremenda inestabilidad política y se cambia de ministros a cada rato y entonces no se puede hacer una labor de largo plazo.

¿Por qué no es viable el dejar de pagar la deuda externa?

Tenemos poca deuda externa y somos un país solvente gracias a la labor del sector privado desde hace 30 años. Lamentablemente, el Estado ha sido muy insuficiente para manejar la educación, la salud y la infraestructura, pero empezar a hacer estas distinciones entre deuda externa e interna es llevarnos al ostracismo y alejarnos de todo el mundo para convertirnos en lo que es Venezuela, un país de pobres. Si saliera Castillo, van a destruir a la clase media y van a empobrecer más a los pobres y solo quedarán unos cuantos ricos, ellos y sus amigos.

¿Cuál es el riesgo de revisar los contratos mineros?

Exportar un polo de algodón que se vende en 80 dólares, genera que se quede en el país unos 8 dólares, es decir el 10%. Si exportamos una palta de las agroexportaciones, que es un desarrollo maravilloso y nuevo, se vende en un supermercado inglés a 2.5 libras esterlinas. En el país queda el 60%, pero si exportamos concentrados de cobre a la China en el país se queda el 86%. Esto quiere decir que la minería tiene alto valor agregado y es el sector que más rápido puede producir riqueza para el país y además se multiplica con su desarrollo en otros sectores. Ya estamos exportando maquinaria minera, pesquera y agrícola, gracias al desarrollo de estos tres sectores.

¿Es viable el rol de Estado empresario para el sector extractivo?

Todas son experiencias negativas y no solo en el sector extractivo sino también en la industria y el turismo. Hay que recordar que Velasco prohibió la inversión privada en la agricultura, la minería y en la pesca. Todas esas empresas estaban quebradas y fueron un desastre, y originaron la hiperinflación en buena medida, lo cual mató de pobreza a los servidores públicos. El Estado no puede siquiera cumplir con sus obligaciones principales en Educación, Salud, Infraestructura y Seguridad. Ni siquiera con eso pueden y ¿quieren asumir otras funciones?

¿Qué piensa de la propuesta de Castillo de asignar el 10% del PBI para el sector educación?
En Educación se viene repitiendo que invertimos poco. En países que tienen un buen nivel de inversión, tienen más o menos el 6% de PBI, mientras que en el país se dice que solo tiene 3%. Esto no es verdad. En el país, el sector privado invierte otro 3 o 4% en educación. Entonces en el país se invierte más del 7% del PBI en Educación. Eso gracias a que el sector privado ha entrado a suplir lo que el Estado no podía cubrir. En la última medición de la prueba PISA, separaron la medición de los colegios públicos de los colegios privados. El resultado: que los colegios públicos tienen muy mala calidad y los privados en conjunto tiene una mejor calidad que nos ponía en la mejor parte del ranking de América Latina en calidad.

¿Qué reflexión haría para el electorado con miras a los comicios del mes de junio, en segunda vuelta?

Solo les diría una cosa. Todos estamos muy afectados por la pandemia de la COVID-19 y la crisis económica, social, pérdida de empleo y política. Estamos muy turbados y el corto plazo nos hace ver todo negativo. Hemos perdido la esperanza y la confianza en el futuro. Lo único que pediría es que piensen que el Perú es mucho más que su coyuntura actual. Estamos en una trampa, pero vamos a salir. Pensemos en función de la visión de largo plazo que tenemos para el país. No vayamos a votar embargados por esta situación de crisis que nubla nuestro criterio. Lampadia




Elijamos al equipo más capacitado

El Perú atraviesa uno de sus peores momentos históricos con cuatro crisis simultáneas: sanitaria, económica, social y política. En estas dramáticas condiciones entramos a un proceso electoral que lógicamente, encuentra a la población muy afectada, decepcionada de sus líderes y sin sensación de futuro.

Como producto de la pandemia del Covid-19, en los últimos doce meses han muerto más de 100,000 peruanos, ubicándonos entre los países más impactados del mundo. Buena parte de los fallecidos se deben a la torpeza criminal del gobierno de Vizcarra que:

  • insistió en el uso de pruebas rápidas, desoyendo todos los consejos para usar las pruebas moleculares
  • rechazó la donación de un software especializado para el rastreo del virus
  • no se rastreó y aisló el virus para limitar su expansión
  • rechazó el apoyo del sector privado y de las iglesias
  • rechazó las ofertas de vacunas de Astra Zeneca (9/20) y Pfizer (10/20)
  • demoró la aceptación de donaciones de plantas de oxígeno
  • ocultó la información sobre el número de fallecidos

Todo esto se agravó debido a la pésima selección de ministros y colaboradores, más comprometidos con la destructiva ideología de una izquierda retrógrada, que con la lucha contra la pandemia.

Además, se destrozó la economía del país y el empleo de millones de peruanos con cuarentenas mal hechas, en contra de los consejos de los peruanos más capacitados, pero con el aplauso inconsciente de buena parte de los medios de comunicación. En este aspecto, el Perú también fue uno de los peores países en la caída del PBI, empobreciendo a un 10% de la población.

A estas crisis, la sanitaria, la económica y la social, se sumó la crisis política promovida por el gobierno de Vizcarra para tomar control de todos los estamentos del Estado.

Todo esto ha terminado en la absoluta pérdida de confianza en las élites, políticas y empresariales, y en la pérdida de confianza en el futuro del país y de los propios ciudadanos.

No es posible imaginar peores condiciones para atravesar un proceso electoral. No puede pues llamarnos la atención el poco entusiasmo de la población con las elecciones del bicentenario.

Se ha configurado una penosa oportunidad para la aparición de los aventureros de la política, de la demagogia y del populismo; e incluso de propuestas, como la de Castillo-Cerrón de Perú Libre, que basa su predicamento político en la agudización de las contradicciones, en la siembra de resentimientos y en enfrentamiento entre ricos y pobres.

Una propuesta que está dividiendo a los peruanos, y que más allá de la pésima calidad de sus propuestas de gobierno, está dañando la necesaria cohesión social para poder aspirar a recuperar la senda del desarrollo sostenido.

No es fácil salir de esta gravísima situación.

La pregunta más importante de estos días es ¿cómo hacemos para salir de estas crisis?

Y la respuesta obvia es que necesitamos convocar a los mejores peruanos en todos los campos de gobierno, con prescindencia de sus opciones políticas.

En Lampadia, consecuentes con nuestra misión de defender la economía de mercado, la inversión privada, la modernidad, el Estado de Derecho y la meritocracia en el Estado, queremos compartir con nuestros seguidores, el testimonio de una enfermera que nos dice: elijamos al equipo más capacitado.

Ver el video:

Lampadia




La realidad minera y su entorno

La realidad minera y su entorno

Leopoldo Monzón Ugarriza
Gerente General de PROESMIN SAC
Para Lampadia

Durante el transcurso de la pandemia del COVID-19 hemos tenido la oportunidad de desarrollar diferentes proyectos[1] que nos han permitido tener contacto directo con las poblaciones, contar con una idea clara de las brechas existentes y plantear las soluciones necesarias en comunidades, distritos, provincias que se encuentran cerca a los proyectos y minas mas grandes del País; encontrando elementos en común los cuales detallamos y propuestas de soluciones:

Situación Actual

Presentamos algunos de los problemas y situaciones que se afrontan actualmente:

  • Falta de infraestructura de agua potable, agua para riego, carreteras, vías, energía, comunicaciones, salud y educación; existiendo una brecha en estas regiones de más del 50%.
  • La población se encuentra atomizada; el 80% de los centros poblados tiene menos de 50 habitantes siendo muy complicado el desarrollo de infraestructura. En el Perú hay más de 100,000 centros poblados y los que se encuentran alrededor de proyectos y minas importantes son aproximadamente 18,000.
  • Desde la aplicación del canon y el impuesto de la renta a pesar, de los cuantiosos recursos obtenidos, la población no se ha visto beneficiada con obras e infraestructura básica que haya permitido cerrar las brechas existentes. A continuación, presentamos los impuestos captados por los gobiernos los últimos 10 años y la proyección de impuestos e inversiones para los próximos 10 años, con la finalidad de tener una mejor compresión del aporte de la minería.

Fuente SNMPE, SUNAT, 2020, Proesmin, 2021

  • En las zonas mineras se ha aplicado muy poco el mecanismo de obras por impuestos (OXI) y asociaciones público privado (APP). Consideramos importante promoverlos porque aceleraría el desarrollo de infraestructura.
  • El 90 % de los habitantes esperan educación para sus hijos y empleo inmediato para ellos; hoy en día el 60% de la población en edad de aprendizaje ha dejado de estudiar y más del 35% de la población adulta han perdido su empleo, debido a las causas originadas por la pandemia.
  • La población, en su mayoría, siente que han regresado a la Pobreza y que el modelo económico es el culpable de este suceso. El voto emitido el 11 de abril del presente año es una respuesta tácita a la indiferencia de los últimos gobiernos, a pesar de que se reconoce que, en décadas anteriores hubo un avance en la calidad de vida.

Fuente Grupo Cooperación, ONPE, 2021

  • La población siente y manifiesta que el estado da la espalda ante situaciones urgentes y de premura, que no los escuchan, que se firman acuerdos y no se cumple nada y que solo aparecen cuando hay paralizaciones o cierre de carreteras, para apagar el incendio y no resolver los problemas de fondo que aquejan.
  • Las comunidades, que se encuentran alrededor de las minas, asumen que el gobierno no hace nada con respecto a la salud de los pobladores, el servicio que brinda el sector salud en insuficiente, no hay oxígeno y que ante un contagio de COVID-19, no tienen acceso a un centro de salud u hospital cercano con las prestaciones mínimas que se requieren.

Lo observado y recopilado es indiscutible, la población no percibe los beneficios de la minería a pesar que son tangibles por lo que es momento en que el estado asuma un rol diferente y utilice los ingentes recursos en el beneficio de estas poblaciones de forma inmediata.

Para ello, hemos elaborado una lista de actividades y propuestas cuyo objetivo trasciende en el cierre de brechas sociales y de infraestructura en las zonas mineras, la mayoría conversada con la población y las autoridades, que a su vez aseguren un desarrollo sostenible con actividades paralelas a la minería como el agro, ganadería, turismo, construcción, entre otros.

Matriz de proyectos por zonas mineras

Propuesta Integral

Como parte de las alternativas, actividades para lograr el objetivo de cerrar las principales brechas, detallamos a continuación 2 estrategias puntuales para lograr resultados con la inmediatez que se requiere.

1.- Conformar un Fideicomiso

  1. Estructurar tres Fondos de Fideicomiso para cada región minera, los cuales serán financiados con el 20% de la sumatoria de los impuestos generados por concepto de canon, regalías, derechos de superficie o servidumbre.
  2. Los tres fondos suman alrededor de S/28,000 MM, que representan el 20% de la recaudación proyectada de impuestos 2021-2030; en valor presente.
  3. Todo esto funciona y es aplicable económicamente, porque las reservas mineras son una garantía en cualquier proyecto de inversión.
  4. Los fideicomisos garantizar y aseguran que se cumplirán los compromisos y se gastará lo pactado con la población.
  5. Estos fondos tendrán un portafolio de inversiones multisectoriales de alto retorno económico y social en actividades conexas como: infraestructura, agricultura, ganadería, agroindustria, forestería, circuitos turísticos comunitarios, metalurgia, entre otros.

2.- Medidas Complementarias

  1. Complementariamente se puede aplicar mecanismos de obras por impuestos, inversión pública y asociaciones publico privadas para incentivar la participación de los actores privados.
  2. Simplificar la proliferación normativa y de trámites creando una verdadera Ventanilla Única Minera que integre fehacientemente los permisos y autorizaciones ambientales, generando predictibilidad en los plazos de respuesta.
  3. Aprobación semi automática de estudios y permisos para empresas que cumplan con los compromisos ambientales, tributarios y sociales, sin observación pendiente.

Resultados esperados

  1. Asegurar un crecimiento continuo de la economía en las regiones mineras en aproximadamente un 8% del PBI.
  2. Generar 1’500,000 de empleos formales de manera directa e indirecta y sostenible en el tiempo.
  3. Se estima una población beneficiada en 6,000,000.
  4. Se podrá cerrar las brechas existentes hasta en un 90%.
  5. Lograr la conectividad física, a través carreteras y caminos, así como la conectividad digital con los servicios de telefonía e Internet, el cual puede llegar hasta en un 90% de la población.
  6. Brindar servicios de salud de calidad para la población en situación de pobreza.
  7. Ofrecer servicios educativos de calidad para la población en situación de pobreza.

(1) Estudios realizados por Proesmin, en los cuales se han aplicados alguna de las propuestas mencionadas, con éxito para todos los actores relacionados:

  • Estudio análisis territorial del Corredor Sur Minero- Banco Mundial-Proesmin 2020
  • Estudio de Minas y recurso Hídrico Embajada de Canadá -Proesmin 2020
  • Estudio Solución Integral al COVID Sociedad Nacional de Industrias-Proesmin 2020-2021.
  • Estudio Minera las bambas y su entorno Minera las Bambas Proesmin 2020
  • Valorización de yacimientos CIA. Minera Buenaventura Proesmin 2020-2021.
  • Estudio de perfil para obra vs impuestos para Urbi-Intercorp Proesmin 2021
  • Supervisión de planes de desarrollo Regional para Ministerio de Vivienda Proesmin 2020-2021
  • Asociación Publico Privada para saneamiento Almar Water Proesmin 2020-2021
  • Estudio Hidrogeológico para agua en Provincia de Cajamarca Sedacaja Hidrogeo Proesmin 2019-2021

Lampadia

[1] Ver listado al termino del articulo




Tras Covid, Dengue

Tras Covid, Dengue

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Lima, 23 de abril de 2021
Para Lampadia

El agregado es mío. La expresión original es, efectivamente: tras cuernos, palos. Y se refiere a situaciones en las que un mal sobreviene a otro, de manera consecutiva. O sea, cuando las cosas van de mal en peor. 

Bueno pues, ese es el caso de Ica en materia de salud pública. A la penosa categoría de “Riesgo Extremo” en materia de Covid 19; hay que agregar que Ica registra la más alta infestación de Dengue de su historia. ¡2,368 casos en las primeras 14 semanas del año! Sólo Loreto y San Martín nos superan en cuanto a casos de Dengue en lo que va del 2021. Y – vergonzosamente – estamos peor que regiones como Huánuco, Ucayali, Junín y Madre de Dios… todas regiones amazónicas, donde el Dengue es endémico.

¿Cómo es posible que Ica – no siendo una región amazónica – tenga tantos casos de Dengue? ¡Esa es la cuestión! La cuestión es que el Gobierno Regional de Ica es un fracaso en materia de salud pública. 

¿Por qué el actual Gobernador Regional de Ica destituyó a todos los Directores de Hospitales y Redes de Salud de la región… el primer día de su gestión? (Lo mismo hizo con todos los directores y gerentes de todas las dependencias del Gobierno Regional anterior.) ¿Por qué destituyó a los Gerentes Públicos de SERVIR que habían mejorado ostensiblemente la atención de los pacientes en todos los hospitales y centros de salud de la región?

¡Esa es la otra cuestión! La otra cuestión es la corrupción y el clientelismo político. ¿Cómo llamar si no a aquella perversa costumbre – tan arraigada en la política de nuestro país – de cambiar a todos los funcionarios públicos cada vez que hay cambio de autoridades?

Jamás la salud pública peruana va a estar bien mientras siga politizada y supeditada a la voluntad y preferencia de los Gobernadores Regionales. Por ello – precisamente – el ambiente en el sector salud está tan cargado de corrupción. Efectivamente, aunque parezca mentira – por más emotivo y conmovedor que sea el juramento Hipocrático de los médicos – hay mucha corrupción en el sector.

Claro que hay muy buenos médicos, enfermeras y técnicos de salud en Ica… y en todo el país. Médicos y enfermeras excelentes, extraordinarios, abnegados, heroicos, y todo lo demás. Muchos podemos dar fe de ello. Pero también hay de los malos. Parafraseando al gran Basadre… también hay médicos podridos.

¡Ese es el problema! Muchos hospitales públicos – incluidos algunos de Lima – están dominados por mafias compuestas por médicos corruptos. Mafias que venden puestos de trabajo a cambio de cupos. Mafias de médicos que abandonan los hospitales – y a sus pacientes – en horarios de trabajo para atender a otros pacientes en clínicas privadas. Mafias que trafican delictuosamente con medicamentos, materiales y equipos hospitalarios. Mafias que le rinden pleitesía a la diosa coima. ¡Así es la nuez en la salud pública en nuestro país!… lamentablemente.

Por ello sostengo… craso error haber transferido la responsabilidad de la salud pública a los Gobiernos Regionales. ¿A quién se le pudo ocurrir semejante barbaridad? Asumir que Gobernadores Regionales clientelistas, corruptos, e ignorantes en la materia pudieran gestionar eficientemente un servicio tan vital y especializado como la salud de las personas, era – y sigue siendo – una aberración. Típica medida populista, irreflexiva, irresponsable… y politiquera.

En artículos anteriores en Lampadia he propuesto la creación de una Autoridad Autónoma de la Salud Pública – tipo Banco Central de Reserva (BCR) – altamente especializada, profesional, meritocrática, y apolítica. La “regionalización” de la salud fracasó en Ica y en todo el país. No obstante – entre nos – veo muy poco probable que alguna autoridad esté dispuesta a ponerle el cascabel al gato. En otras palabras, no veo a ninguna autoridad que se atreva a confrontar a las mafias de la salud.

A lo que quiero llegar es que en Ica – aparte de la pandemia – el Dengue también se ha ido de las manos… a pesar de que estaba totalmente bajo control cuando dejamos la gestión regional anterior en el 2018.

Tras cuernos, palos. Tras Covid, Dengue. Así está la salud pública en Ica. ¡Una desgracia para los iqueños! Lampadia




Mitos y verdades del mercado farmacéutico

Mitos y verdades del mercado farmacéutico

Es una lástima que la política, la mala política por supuesto, se base en sembrar mentiras para que la opinión pública, secundada por los medios de comunicación, presione a los gobiernos para malograr mercados que han probado, una y otra vez, que son competitivos y benefician al conjunto de la población.

Un nuevo estudio de Apoyo Consultoría prueba otra vez, que la presencia de Farmacias Peruanas (Inkafarma y Mifarma), del grupo InRetail, es beneficiosa para los consumidores, con buenos precios y amplios stocks de genéricos, sin distorsionar la competencia.

Estas campañas de distorsiones y mentiras son típicas de nuestras atrasadas izquierdas, que dicen defender a los pobres, pero que en verdad, solo los perjudican en aras de sus espacios políticos.

Líneas abajo presentamos algunos datos del estudio y el enlace a todas sus láminas.

El estudio se concentró en los siguientes medicamentos:

34 moléculas esenciales que permiten la prevención, tratamiento y diagnóstico de aproximadamente el 90% de las patologías prevalentes en el Perú.

El estudio responde a tres preguntas:

1. ¿Farmacias Peruanas (FP) ha incrementado los precios de medicamentos genéricos?

En promedio, el precio de los medicamentos analizados se redujo incluso en el contexto de alta demanda generado por la emergencia sanitaria.

Durante la Covid-19, los consumidores pagaron menos en todas las presentaciones de los medicamentos priorizados asociados al tratamiento de los síntomas.

Para el caso de la Azitromicina 500mg, FP bajó los precios de genéricos de marca a precio de genéricos durante la emergencia sanitaria.

2. FP tiene un stock limitado de medicamentos genéricos?

En los últimos dos años, el stock de genéricos de Farmacias Peruanas (Inkafarma y Mifarma) se ha incrementado 6 veces, ganando cada vez más presencia sobre el stock total.

Durante el período de emergencia sanitaria, los medicamentos genéricos representaron, en promedio, el 72% del stock total de Farmacias Peruanas (Inkafarma y Mifarma) para los medicamentos analizados.

3. ¿La presencia de FP afecta a la entrada y desarrollo de la competencia?

En el mercado farmacéutico peruano, las farmacias independientes crecen a un mayor ritmo que FP, tanto en número de locales como en ventas.

En término del número de locales, FP tiene una presencia baja a nivel nacional y en la mayoría de los distritos del Perú.

Conclusiones:

Como resultado del análisis, se encontró que el comportamiento de FP en estas dimensiones es consistente con lo que se esperaría de un mercado competitivo:

Ver la presentación en:

https://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/aef55-analisis_economico_de_medicamentos_prioritarios_en_el_peru_-_farmacias_peruanas.pdf

Lampadia




La incompetencia e incapacidad en el Sector Educación

La incompetencia e incapacidad en el Sector Educación

Guillermo Molinari Palomino
Ex Viceministro de Gestión Pedagógica
Para Lampadia

A casi un mes de iniciada las labores escolares cada día se hace más evidente la incompetencia del sector educativo al no tener listos los programas de educación remota de “Aprendo en Casa” para radio y TV, y a pesar de haber anunciado el 25 de febrero en las diferentes redes sociales que se entregarían 7 millones de cuentas con dominio @aprendoencasa.pe entre estudiantes y docentes, así como el acceso a las plataformas Google Classroom y  Google Meet para complementar los aprendizajes a distancia que además venía acompañado con un programa de capacitación a docentes, se hace importante conocer el estado de ese convenio. Pero no solo eso, nadie da cuenta del anuncio del presidente que en la quincena de abril debían estar entregadas todas las tablets y componentes adquiridos en el 2020 demostrando después de un año la incapacidad para hacer efectiva la entrega.

Hoy se reciben la denuncia de diferentes lugares del país, un ejemplo lo tenemos en el Sutep La Libertad y provinciales indican que cerca de 400 maestros contratados son obligados asistir a las aulas desde el inicio del año académico, que se encuentran dando clase a aproximadamente a 2,500 niños en la provincia de Pataz y también se reportan clases en la provincia de Bolívar en aulas con 1,000 alumnos contraviniendo la R.V.M. 121-2021-MINEDU. Cabe precisar que en lo que va del año 2021 se reportan 65 profesores que perdieron la vida por la COVID-19, que sumados a los del año pasado suman 165 fallecidos.

El 2 de abril el Ministro de Educación Ricardo Cuenca indica que no es posible seguir sosteniendo la enseñanza remota, pero lo más delicado es que indica que la campaña de vacunación para los trabajadores del sector aún no tiene fecha programada, y que, ante un eventual retorno de los millones de estudiantes a la educación presencial, no existirá ningún requisito que exija a los docentes y directores haber sido inoculados con una vacuna contra la COVID-19.

Si esta es la situación en la educación pública, más delicada es la situación de la educación privada que no solo ha debido asumir la situación de la crisis económica de las familias que les confían la formación de sus hijos sino fundamentalmente hacer frente a una híper reglamentación y controlismo que no solo empuja a la informalidad y la reafirma, van a hacer imposible una escuela libre, innovadora y variada en su oferta. En pocas palabras, la realidad presente será aun peor.

Seguramente la burocracia del MINEDU afirmará que no les queda otra alternativa ya que tienen que cumplir y hacer cumplir las leyes vigentes, pero eso no es cierto. Está en su poder modificar y derogar la multitud de ataduras administrativas existentes y llevar la simplificación al Congreso cuando estas residan en leyes, pudieron además aprovechar con el D.U. N° 002-2020 y el DL N° 1476 para simplificar las cosas, en lugar de eso modificaron lo que les pareció necesario para controlar más a la escuela privada. Nadie puede entender porque si el Decreto Supremo N°005-2021-MINEDU si es tan bueno y las condiciones que exige el proyecto de reglamento son tan básicas, no se entiende por qué se otorga un plazo de tres años para adecuarse, con posibilidades incluso de extenderlo a cinco.

Lo que va a ocurrir es que muchos colegios tendrán muchas dificultades para acogerse a esta intrincada normatividad porque es inútil para mejorar el servicio que brindan a sus estudiantes y además extremadamente onerosa. Es imposible asumir todos los costos que implica. En la fecha en que las escuelas ya no se les permita funcionar, estas cerraran y veremos como el estado ineficiente no podrá atender la demanda con sus instituciones educativas , como lo que ya viene ocurriendo ahora, en que no tienen la capacidad de recibir a los estudiantes que solicitan su traslado de las escuelas privadas y en donde inclusive se reciben denuncias de que se está cobrando por los cupos y que los padres están solicitando extensión de los plazos para matricular a sus hijos en el presente año escolar.

Finalmente indicar que si estas mismas condiciones básicas de calidad se aplicaran a las escuelas públicas tendríamos que cerrar muchas de ellas, complicando aún más la situación de la educación en el país; compleja situación que le corresponderá al próximo gobierno afrontar. Lampadia