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La fractura de la coalición

La fractura de la coalición

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Las críticas de varios connotados vizcarristas a su ex líder no deberían sorprender tanto. El problema que tienen es que con su inesperada postulación al Congreso, Martín Vizcarra amenaza con dividir los votos de esa coalición en las próximas elecciones, en las que se sentían seguros ganadores con algunos de los varios candidatos que tienen.

En efecto, cuatro o cinco de los candidatos de esa coalición están en lugares expectantes de las encuestas. El mejor de los escenarios para ellos es, naturalmente, que dos de su grupo lleguen a la segunda vuelta, con lo cual tendrían asegurado un Gobierno que sea la continuidad de los de Vizcarra y Francisco Sagasti, probablemente profundizando su tendencia hacia la izquierda, destruyendo los pilares del crecimiento económico de las últimas décadas y quizás enrumbando al país en el desastroso camino de otros países de la región.

Ahora con Vizcarra en la competencia esa posibilidad se debilita pues, si son ciertos los sondeos que se han publicado, el ex presidente podría obtener una importante votación a costa de otros postulantes de la coalición, aunque no le alcanzaría, por supuesto, para que su impresentable candidato a la presidencia entre a la ronda final.

Es decir, la segunda vuelta podría estar al final entre uno de los candidatos de la coalición que ha gobernado (y sigue en el poder ahora), y otro que defienda el libre mercado, la democracia y -eso es lo más importante para muchos de ellos- no esté dispuesto a seguirles permitiendo disfrutar de las millonarias prebendas estatales de las que se han acostumbrado a vivir.

Además Vizcarra, oportunistamente como siempre, se ha izquierdizado y ahora propone una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución. Ese es un tema que divide a esa coalición, pues aunque algunos de los más extremistas siempre lo han pretendido, no todos están de acuerdo.

En suma, empezando esta accidentada e irregular campaña electoral, la situación se ha complicado para la coalición gobernante que, sin embargo, ha mostrado una enorme versatilidad para adaptarse y permanecer aferrada a la teta estatal, al tiempo que va minando las bases del progreso. Lampadia