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El achicamiento de la clase media en EEUU

El achicamiento de la clase media en EEUU

La evolución de la clase media en el Perú ha sido uno de los temas en los que más hemos batallado los últimos años. Ver nuestro repositorio: Libro Blanco de la Nueva Clase Media Peruana.

El colofón del desarrollo de un país se aprecia en el fortalecimiento de su clase media. Y así lo hemos comprobado en nuestro país desde que regresó la inversión privada y logramos un crecimiento alto y sostenido que produjo muy buenos indicadores económicos y sociales (ver en Lampadia: Cifras de la Prosperidad) hasta inicios del gobierno de la ‘inclusión’, del nacionalismo, que se apresta a terminar su mandato después de haber quebrado nuestro ciclo de desarrollo (ver: Punto de Inflexión).

Más allá de nuestras claras deficiencias institucionales y de las subyacentes brechas en educación, salud e infraestructuras (ver: La agenda pendiente), el indicador más claro del proceso de crecimiento de nuestra clase media es la proyección del HSBC, que hace un par de años sentenció que manteniendo un crecimiento de 5.5% anual, podríamos ser la economía número 26 para el año 2050 y, produjo una proyección de nuestra clase media que llegaba al 70% de la población para el 2030 y de 50% para el 2050, en que estaría acompañada por un 40% de la población en el segmento de altos ingresos. Ver el gráfico siguiente:  

El fenómeno peruano ha sido parte de la gran expansión de la clase media de los países emergentes, liderado en buena medida por China e India. Pero a contramano de este proceso, los países más desarrollados, como EEUU, han sufrido un achicamiento de su clase media y la ampliación de las desigualdades económicas.

Esto ha sido ampliamente debatido en los escenarios globales, pero, muchas veces, como en el caso de Piketty (ver: Sala i Martin calatea a Thomas Piketty), se ha hecho usando generalizaciones y confundiendo los problemas de los países ricos con la realidad de los emergentes. Es claro que buena parte de la producción global se ha desplazado a estos últimos países mediante ‘deslocalizaciones’ o tercerizaciones. Sin embargo, nosotros, los de los países emergentes, no debemos caer en la misma confusión y alterar las políticas que nos han permitido crecer.

El artículo del Financial Times, que compartimos líneas abajo, muestra este fenómeno para EEUU. Mientras tanto, nosotros debemos apuntar a crecer por lo menos un 5.5% por año, dar buena educación a nuestros jóvenes y seguir fortaleciendo nuestra clase media para ser un país sin pobreza a mediados del siglo. 

La caída de la Clase Media en EEUU: se reduce al 50% hogares

Escrito por Sam Fleming y Shawn Donnan

Financial Times

9 de diciembre 2015

Traducido y glosado por Lampadia

La clase media de EEUU se ha reducido a sólo la mitad de la población por primera vez en (al menos) cuatro décadas, mientras las fuerzas del cambio tecnológico y la globalización abren una brecha entre los ganadores y los perdedores en una sociedad estadounidense astillada.

Esta situación está ayudando a alimentar la cólera popular que ha impulsado las políticas populistas personificadas por Donald Trump.

Pew (El Centro de Investigación Pew comparte sus datos con el Financial Times –FT, para el análisis de la situación de la clase media americana), utiliza una de las clasificaciones de ingresos más amplias de la clase media, en un nuevo análisis que detalla el “estrechamiento” del grupo considerado como la base del éxito de la posguerra de EEUU.

El núcleo de la sociedad estadounidense representa ahora el 50 por ciento o menos de la población adulta, en comparación con el 61 por ciento a finales de la década de 1960. Sorprendentemente, el cambio ha sido impulsado, parcialmente, por el rápido crecimiento de estadounidenses prósperos por encima del nivel de la clase media, al igual que por la expansión en el número de ciudadanos más pobres.

El reciente debate político ha estado dominado por la idea de que la sociedad estadounidense se ha distorsionado por las ganancias asombrosas del 1% del país a expensas del  restante 99%.

Sin embargo, la investigación de Pew da una imagen más matizada. Los hogares bien establecidos económicamente, definidos por Pew como los que ganan más de US$ 125,608 al año, son más del 20% de la población estadounidense. Esa es la proporción más alta del estudio; ya que los estadounidenses, educados desde las finanzas a la programación informática y la biotecnología, disfrutan perspectivas positivas. “A final de cuentas, hay más progreso económico que regresión”, dice el informe.

Pew divide la población en dos grupos menores: la clase media y dos niveles superiores. Pew define la clase media como con un ingreso familiar de dos tercios o el doble que la mediana. Para una familia de tres personas, es decir US$ 41,869 a US$ 125,608 al año.

La investigación también rastrea los diferentes grupos demográficos para encontrar a los ganadores y perdedores en las últimas décadas. Los estadounidenses mayores fueron los principales ganadores, por mucho, en términos de su progresión hasta los niveles de ingresos durante el siglo actual y también en comparación con el inicio de la década de 1970. El grupo de 18 a 29 años ha visto la mayor caída.

Un factor clave que impulsa la brecha entre los estadounidenses de éxito y los que están luchando es la descomunal prima de los lugares del mercado de trabajo con respecto a las habilidades y la educación superior. Los graduados universitarios son ocho veces más propensos a vivir en los niveles de ingresos más altos que los adultos que no terminaron la escuela secundaria y tienen el doble de probabilidades que un adulto que sólo tiene un diploma de escuela secundaria, afirma Pew.

“Los estadounidenses sin un título universitario destacan por tener una pérdida sustancial en su situación económica”, dice el informe.

“No ha habido un crecimiento muy marcado en los salarios, pero sigue ocurriendo que el retorno de la inversión en educación es muy alto para las personas que asisten a universidades razonables y terminan su educación”, dice Autor, profesor del MIT.

Centrarse exclusivamente en la disparidad entre el 1% y el 99% es engañoso. “Le da a la gente el mensaje equivocado de que si no eres Mark Zuckerberg o Bernie Madoff estás fuera del juego”, añade Autor. “Eso no es correcto”.

El sentido de polarización en la sociedad estadounidense está acompañado por el rápido crecimiento visto en los extremos ricos y pobres del espectro. “La distribución de los ingresos de los adultos se está adelgazando en el medio y está adquiriendo más volumen en los bordes”, dice el informe de Pew. Los hogares por encima de la clase media están en la cúspide del grupo de más ingresos que todos los demás hogares combinados, sugiriendo que las ganancias se están concentrando en pocas manos.

Los estadounidenses de ingresos superiores han más que duplicado su brecha de riqueza, frente a la clase media, pasando de tres a más de siete veces, según el informe.

La investigación de Pew encuentra que el estrechamiento de la media estadounidense ha estado en marcha de manera constante desde la década de 1970, en lugar de ser un fenómeno repentino y reciente.

La clase media estadounidense no es tan cuello azul como lo era antes. En 1971, el 28 por ciento de los adultos en los hogares de ingresos medios estaban en el sector manufacturero. Hoy, esa cifra es de 11 por ciento.

Mientras que las personas mayores de 65 años han hecho los mayores avances en la escala de ingresos desde principios de la década de 1970, las estadísticas indican que más estadounidenses en edad de jubilación están buscando trabajo. El grupo demográfico de gente mayor a los 65 años es el único grupo que ha visto un aumento en su tasa de participación laboral desde el inicio de la década.

Las proyecciones del Instituto Global McKinsey sugieren que entre 2015 y 2030, no menos de la mitad del crecimiento del gasto de los consumidores se verá impulsado por las personas de 60 años o más.

Hay una gran cantidad de maneras de definir la clase media – puede ser un estado de ánimo, o un reflejo de si alguien es dueño de su propia casa, o si lo hacen el trabajo de cuello blanco. Las definiciones del Centro de Investigación Pew se basan estrictamente en los grupos de ingresos, ajustados por el tamaño del hogar, en 2014 dólares:

  • Ingresos más bajos: hogares con menos de la mitad del ingreso medio total. (Menos de US$ 31,000 al año en 2015).
  • Renta media-baja: hogares de la mitad a menos de dos tercios de los ingresos medios en general. (Entre US$ 31,000 a US$ 42,000 al año en 2015).
  • Ingresos medios: hogares con un ingreso que es de dos tercios al doble del ingreso medio general. (Entre US$ 42,000 a US$ 126,000 al año en 2015).
  • Renta Media-alta: hogares con un ingreso que es entre dos y tres veces el general medio. (Entre US$ 126,000 a US$ 188,000 al año en 2015).
  • Mayores ingresos: hogares con un ingreso que es más de tres veces la media, o más.  (Más de US$ 188,000 al año en 2015).

Lampadia

 

 

 

 




Escupiendo a la mano que nos da de comer

Escupiendo a la mano que nos da de comer

El gobierno, desde el Ejecutivo y el Parlamento, los políticos de oficio y los emergentes abrazan el populismo sin pudor, cada uno con sus propios colores para gran desconcierto de nuestros jóvenes emprendedores y de la clase media emergente, que evidentemente apuestan por la modernización del país y por un espacio de desarrollo personal y familiar que no reclama nada de las esferas del poder.

El Presidente de la República, parece querer terminar su mandato con el lenguaje de su candidatura previa al agiornamiento de la hoja de ruta. La semana pasada en Saposoa, San Martín, afirmó: “Hay intereses económicos a los que hemos golpeado, hay intereses subalternos y políticos a los que les hemos modificado la agenda, sus planes de seguir gobernando el país, seguir extrayendo y viviendo de la minería”. (Gestión, 16 de octubre 2015).extracción,minería

El pasado 25 de octubre, 2015, en Huánuco, dijo que su gobierno se ha distanciado “de los poderes económicos” y ha cumplido sus promesas electorales. “Si no les gusta a los de arriba, piña. (Esto) es lo que ofrecí y es lo que estoy haciendo (…) El Perú no se puede gobernar desde una oficina, entre cuatro paredes”, sostuvo. (Expreso, 25/10/2015).

“Probablemente, haya grupos económicos que están fastidiados con un gobierno nacionalista, pero fue lo que dije: yo voy a gobernar para los de abajo”. (La República, 25/10/2015).

“Este es un gobierno diferente. Hemos roto con el viejo esquema de poderes económicos que se reelegían con los gobiernos de turno para mantener el poder económico y seguir lucrando con las necesidades del pueblo. (…) El Partido Nacionalista es un movimiento plebeyo que entra desde abajo e insurge”. (La Razón, 25/10/2015).

Si así habla el Presidente, ¿qué le queda a los activistas anti-mineros?

Por otro lado, la mayoría de candidatos ‘grandes’ también se someten a los efluvios populistas. El caso más notorio e irresponsable es el de Keiko Fujimori. Después de haber apoyado la toma del Lote 192 por Petroperú, ahora se declara anti empresa: “Cuando han ocurrido los conflictos sociales, las empresas se han portado muy mal con la comunidad” (¡!) “Critico abiertamente [a las empresas] mientras los otros candidatos callan, porque finalmente son sus representantes”. “A mí no me interesa que el gran empresariado me respalde…”. (La Razón, 27/10/2015). Pues, ¡que no le den ni un centavo!

Lo mismo pasó con PPK, primero con la Ley ‘Pulpín’ y luego con el Lote 192. Escribe sobre la carretera central, pero no menciona el túnel transandino para no perder los votos de los camioneros. ¿No era el candidato del Perú racional?

En cuanto a los candidatos chicos, cada uno de los que saca la cabeza es para sumergirse en el populismo, como con Verónika Mendoza que quiere cambiar la Constitución, hacer zonificación territorial y todas las demás propuestas de la izquierda tradicional. Además, por supuesto, sigue defendiendo la dictadura venezolana.

Nano Guerra García dice: “No daría ninguna concesión en un área en que pueda haber un conflicto. (…) “Hay que revisar todas las concesiones mineras que hay en Perú. Con la importancia que tiene la minería, el 40% del PBI lo generamos las pymes. La minería no llega al 10%, pero nosotros no hacemos paros. No le tengo miedo al esquema de dar la propiedad del subsuelo a las comunidades. Podemos sacar del medio a este tercero que es el Estado y que negocien las empresas mineras directamente con propietarios y autoridades. (El Comercio).

Guzmán, el fallido outsider, cree que es suficiente que las pequeñas empresas puedan tener un mejor espacio de vida. “Los que ya nos gobernaron, creen en la política del chorreo”. Ve la economía desde una perspectiva estatal, no ha reparado que las medidas del Perú son 90-90-90 (90% del empleo, la inversión y los recursos fiscales, aproximadamente). Cree que se necesita un Zar del Estado para Gamarra, que no existiría si se hubiera nombrado.

La buena política tiene que hacer educación cívica. No podemos perder más tiempo con malos gobiernos, ni tener gobernantes que una vez en el poder tengan que cambiar su discurso y perder legitimidad. Lampadia  

 

 




La disrupción del futuro inmediato

La disrupción del futuro inmediato

Siguiendo con nuestra exploración de la ‘tercera revolución industrial’, presentamos a continuación los planteamientos que sobre los grandes cambios disruptivos que está trayendo en el mundo de las personas, los negocios, las ciudades y los países, que nos ilustran Richard Dobbs (basado en Londres), James Manyika (basado en Silicon Valley – EEUU) y Jonathan Woetzel (basado en China), directores del Mckinsey Global Institute, en su libro: “No ordinary disruption, The four global forces breaking all the trends” (Las cuatro fuerzas globales que están rompiendo todas las tendencias).

Como hemos reseñado anteriormente (ver en Lampadia: La tercera revolución industrial), ésta no es una ‘disrupción ordinaria’. Es un cambio de paradigmas que requiere, según explican los autores, revisar nuestros principios básicos y rediseñar nuestra intuición, que gobierna en gran medida la forma en que tomamos decisiones.

Veamos un resumen del análisis que hacen los directores del Mckinsey Global Institute (traducido y glosado por Lampadia):

  • El futuro de las industrias, compañías, productos, tecnologías e inclusive países y ciudades, suben y bajan intempestivamente de modo completamente impredecible.
  • Velocidad, sorpresa y cambios rápidos de dirección en un inmenso mercado global impactan constantemente los destinos de compañías largamente establecidas y generan oportunidades para nuevos jugadores.
  • Nuestro mundo es una discontinuidad casi constante. Negocios que estaban protegidos por largos y profundos espacios encuentran que sus defensas son superadas con facilidad.
  • Esta nueva situación ‘norma’, un mundo en que China lidera el consumo global en un día feriado, con EEUU como el mayor productor de petróleo, con un APP móvil (aplicación de Internet) que se valoriza en 19,000 millones de dólares (WhatsApp) y con la India como el líder en exploración espacial, presenta dificultades existenciales a los líderes de compañías, organizacionales, ciudades y países.
  • El excedente demográfico que gozo el mundo mientras la población en edad de trabajar crecía en China y se unía al sistema de comercio global, se convertirá pronto en un déficit demográfico por el menor crecimiento de la población y el envejecimiento de la fuerza de trabajo.
  • Se está formando un mundo radicalmente diferente.
  • El mundo está ahora en el medio de una transición dramática como resultado de cuatro tendencias fundamentalmente disruptivas. Cualquiera de ellas puede ser considerada entre las más grandes fuerzas de la economía global, incluyendo la revolución industrial de las economías desarrolladas. La mayoría de nosotros fallamos en comprender su magnitud y las consecuencias que pueden resultar de una  segunda y tercera derivadas. Las cuatro juntas están produciendo un cambio monumental.

La primera es el cambiante centro de gravedad de la actividad y del dinamismo económico, a mercados emergentes como el de China y a ciudades de esos mercados. El Balance de poder en la economía global está cambiando hacia el este y el sur a una velocidad nunca vista antes, hacia el 2025 la mitad de las compañías grandes del mundo vendrán de los mercados emergentes. Tal vez, igualmente importante es que la activada económica esta cambiando dentro de esos mercados. Cerca de la mitad del crecimiento del producto global entre el 2010 y 2025 vendrá de 440 ciudades de los mercados emergentes.

La segunda fuerza disruptiva es la aceleración del alcance, escala e impacto económico de la tecnología. La diferencia, hoy día, es la profunda ubicuidad de la tecnología en nuestras vidas y su velocidad  de cambio. El ritmo de  multiplicación de la innovación y su alcance está destinado a cambiar y crecer a una velocidad exponencial más allá de lo que el poder la intuición humana puede anticipar, la tecnología ofrece la promesa de progreso económico para millones de personas en las economías emergentes a una velocidad que hubiera sido inimaginable sin la internet móvil. La tecnología permite a los negocios empezar y agarrar escala a velocidades impresionantes, usando poco capital. El ritmo furioso de la adopción de tecnologías e innovación está acortando el ciclo de vida de las empresas y forzando a los ejecutivos a tomar decisiones y a comprometer recursos con muchos mayor velocidad.

La tercera fuerza que está cambiando el mundo es la demografía. La población humana esta envejeciendo. Al 2013 aproximadamente el 60% de la población global vivía ya en países con ratios de fertilidad por debajo del ritmo de reposición.

La cuarta fuerza disruptiva es el grado en el cual el mundo se está conectado a través del comercio y movimientos de capital, personas e información. Que podemos llamar flujos.

Las cuatro disrupciones están afectando pautas largamente establecidas, prácticamente en todos lo mercados y para todos los actores de la economía mundial.

  • Nuestro mundo va cambiar radicalmente desde el cual muchos de nosotros crecimos, prosperamos y formamos las intuiciones que son vitales para nuestra toma de decisiones.
  • Las mismas fuerzas que sacaron a mil millones de personas de la pobreza extrema ente 1990 y 2010, ayudaran a impulsar a cerca de 2,000 millones más hacia una clase de consumidores globales en las próximas dos décadas. La rápida diseminación de la tecnología va empoderar a individuos y consumidores en números sin precedentes.
  • El nuevo mundo será mas rico, mas urbanizado, mas capaz y mas sano que el que esta reemplazando.
  • Vivimos, de muchas maneras, en una era de recurrentes milagros. Éstos desarrollos pueden causar destrozos de los pronósticos y los planes que fueron hechos simplemente por extrapolación de experiencias recientes para un futuro de corto y largo plazos.
  • La intuiciones todavía soportan mucho de nuestra toma de decisiones. Si vemos al mundo a través de una espejo retrovisor y hacemos decisiones sobre la base de intuiciones construidas sobre nuestra experiencia, podremos estar muy errados. En el nuevo mundo, ejecutivos, creadores de políticas publicas e individuos necesitamos escudriñar nuestras intuiciones  desde sus principios básicos y simplemente cambiarlas cuando sea necesario. Esto será  principalmente cierto para organizaciones que han gozados de un gran éxito.
  • Tenemos que repensar los supuesto a que dirigen nuestras decisiones en temas cruciales como el consumo, los recursos, el trabajo, el capital y la competencia. Debemos pensar diferente sobre estrategias, la construcción de planes de negocios, sobre como acercarse a los mercados, la evaluación de competidores y la asignación de recursos.
  • Ahora, el nuevo gran ejercito de consumidores de clase media del mundo emergente impulsa el crecimiento del gasto global.
  • Los precios de los commodities cayeron prácticamente a la mitad durante el siglo XX en términos reales. Pero esa tendencia se empezó a rompe en el año 2000. En los primero años del nuevo siglo, las caídas de precios de commodities de los 100 años anteriores fueron completamente borrados por la bullente demanda de la economía emergente que coincidió con la disminución de reservas de muchos recursos.
  • El crecimiento de la fuerza laboral global caerá en un tercio hacia el 2030. AL mismo tiempo la tecnología está agitando los mercados laborales como nunca antes. La computadoras están empezando a reemplazar a trabajadores del conocimiento. Al 2025 las computadoras pueden hacer el trabajo de 140 millones de trabajadores del conocimiento y los robots pueden hacer el trabajo de otros 75 millones de personas. Hacia el 2020 veremos una extraña dicotomía, la carencia de 85 millones de trabajadores con grados académicos y 95 millones de personas poco capacitadas que podrán estar desempleadas.
  • Hoy día la competencia viene de una ola de crecimiento rápido de nuevos jugadores que no están el radar estratégico y, que no aparecen en él hasta que  alcanzar masa crítica. Ellos tienen bases de costos mucho más bajas, tiempos más cortos para llegar al mercado, un despiadado conocimiento de sus competidores occidentales y, la disposición para aceptar menores retornos económicos.
  • Mientras que ésta era está llena de oportunidades, también es profundamente intranquilizante.

Dado el impacto revolucionario de estos cambios, venimos alertando al país de la necesidad de prepararnos. Eso implica la necesidad: de crear riqueza en el menor tiempo posible, de nivelar a nuestra gente en la educación para el futuro, de mejorar nuestros niveles de salud, de mejorar sustancialmente nuestras instituciones, de mejorar infraestructuras y de adaptar y adoptar tecnologías educativas, de salud y de producción que le den a nuestra gente y a nuestras empresas las mejores posibilidades de desarrollarse.

Pero sobre todo, mientras avanzamos en todos los frentes, de ver la manera de asegurar la generación de empleo de calidad para toda nuestra población trabajadora. Insistimos, que la única manera de hacerlo pronto, es aprovechando nuestros múltiples y abundantes recursos naturales. Para ello necesitamos un cambio drástico del ambiente de inversión y un gobierno que no nos haga perder otros cinco años. Lampadia

 

 

 

 




Un nuevo líder refresca la política del mundo global

Un nuevo líder refresca la política del mundo global

Una de las habilidades esenciales de la política en la democracia, es conocer la diferencia entre un enemigo y un adversario. Un adversario trata de ganarte, un enemigo trata de destruirte”. (Michael Ignatieff, escritor, antiguo líder del partido Liberal de Canadá y profesor de Harvard, Financial Times, 20 de octubre, 2015).

“Si tratas a un oponente como un enemigo, conduces la política como si fuera una guerra y todos los medios son adecuados. Si consideras a tu oponente como un adversario, no todos los medios son adecuados, estás esperando que tu adversario de hoy sea un amigo mañana”, continua Ignatieff en su artículo sobre la victoria de Justin Trudeau en Canadá.

Agrega Ignatieff: “El profundo significado del triunfo de Justin Trudeau en las elecciones generales de Canadá esta semana, y su potencial influencia en la política de las democracias más allá de su propio país, es que ha mostrado cómo la política de adversarios puede derrotar a la política de los enemigos”.

“Mi carrera como político comenzó en un estacionamiento. El estacionamiento de una tienda de comestibles,
 para ser precisos, directamente enfrente de un restaurante de shawarma y de una barbería.”

“El candidato liberal ganó, no solo porque los canadienses quieren un cambio de régimen, sino porque ellos quieren un cambio de artes en la política. ‘Los conservadores no son nuestros enemigos. Ellos son nuetros vecinos. (…) Puedes apelar a los mejores ángeles de la naturaleza, y puedes ganar’”. Cita Igantieff a Trudeau.

Agrega el autor de la nota: “Lo que le dice a Harper [el rival conservador] descubrió es que la política de las enemistades hace imposible el conseguir nuevos amigos y, también, envenena el legado del político. La política de las enemistades no la inventó Harper”, la importó de EEUU y Gran Bretaña”. 

Que oportuna y precisa lección para nosotros los peruanos que estamos embarcados en la destrucción mutua de nuestros líderes políticos, como si todos hubieran salido del infierno. Todavía faltan algo más de cinco meses para las elecciones generales de abril, que los ciudadanos esperamos con ansias, pero dadas estas circunstancias, también con mucha aprensión.

Pero lo que nos trae la elección de Trudeau es mucho más que su filosofía. Veamos algunas de sus ideas:

  • Una economía fuerte comienza con una clase media fuerte. Cuando nuestra clase media tiene más dinero en sus bolsillos para ahorrar, invertir y hacer crecer la economía, todos nos beneficiamos. Nuestro plan entregará los servicios que necesitamos, creará puestos de trabajo y restaurará la seguridad económica de la clase media.
  • Los canadienses quieren un gobierno en quien puedan confiar para proteger el medio ambiente y hacer crecer la economía.
  • Vamos a cancelar la división de los ingresos y otras exenciones de impuestos y beneficios para los ricos.
  • Vamos a invertir para crear más puestos de trabajo y mejores oportunidades para los jóvenes canadienses.
  • Vamos a invertir en los proyectos que nuestro país necesita y en la gente que puede construirlos.
  • Durante la próxima década, vamos a invertir más en infraestructura social.
  • Nos aseguraremos de que se utilice todo el dinero destinado a la inversión en las comunidades.
  • Vamos a ayudar a los canadienses a que reciban la capacitación que necesitan para encontrar y mantener buenos empleos.
  • Vamos a poner en marcha más inversión en innovación para hacer crecer nuestra economía y crear empleos buenos y de clase media.
  • Vamos a darle la bienvenida a la Open Data.
  • Vamos a ofrecer un liderazgo nacional y vamos a unirnos con las provincias y todos los territorios para tomar medidas sobre el cambio climático, poner un precio al carbono y reducir la contaminación de carbono.
  • Vamos a crear incentivos para las empresas canadienses a invertir en la creación de puestos de trabajo limpios.

Justin Trudeau, de 44 años, no ha salido de la nada. Es hijo de Pierre Trudeau, ex Primer Ministro de Canadá (1968 – 1979 y 1980 – 1984), considerado como el refundador del Canadá moderno que asumió el federalismo, el bilingüismo y el multiculturalismo como señas de identidad. A su muerte fue despedido en un multitudinario funeral en el que su hijo Justin, de 29 años, recitó unas muy sentidas ‘Coplas a la muerte de su padre’.

Las palabras de este jóven fueron tan significativas entonces como ahora, como Primer Ministro, y queremos compartir con ustedes el video de su elogía y glosar algunas de sus palabras:

Verlo también en: Justin Trudeau’s eulogy

 

Amigos, romanos, compatriotas…

Yo tenía unos seis años cuando me fui en mi primer viaje oficial. Yo iba con mi padre y mi abuelo hasta el Polo Norte.

(…) No tenía hermanos con quien jugar y me estaba aburriendo un poco porque mi papá todavía tenía mucho trabajo que hacer.

Recuerdo que una tarde ventosa en Arctic me llevaron rápidamente en un Jeep en una misión secreta especial. Pensé que por fin me iban a explicar la razón de esta base ártica de alta seguridad.

Estaba en lo cierto. Nos condujeron lentamente a través de los edificios, todos ellos muy grises. Doblamos una esquina y nos encontramos con uno rojo. Paramos. Me bajé del Jeep y comencé a dirigirme hacia la puerta principal. Me dijeron, no, a la ventana.

Así que cruzamos sobre un banco de nieve, me levantaron para alcanzar la ventana, froté mi manga contra el cristal escarchado para ver dentro y, apenas mis ojos se acostumbraron a la penumbra, vi una figura, encorvada sobre una de las muchas mesas de trabajo que parecían muy desordenadas. Llevaba un traje rojo con ese borde blanco lanudo.

Fue entonces cuando comprendí lo poderoso y maravilloso que era mi padre.

Pierre Elliott Trudeau. Esas mismas palabras transmiten tantas cosas a tanta gente. Estadista, intelectual, profesor, adversario, amante de la naturaleza, abogado, periodista, escritor, primer ministro.

Pero más que nada, para mí, era papá. Y qué papá. Él nos amó con una pasión y una devoción que acompasaba toda su vida. Nos enseñó a creer en nosotros mismos, a luchar por nosotros mismos, conocernos a nosotros mismos y aceptar nuestras responsabilidades.

Sabíamos que éramos los niños más afortunados del mundo. Y no habíamos hecho nada para merecerlo.

En su lugar, era algo que tendríamos que pasar el resto de nuestras vidas trabajando para estar a su altura.

Nos dio una gran cantidad de herramientas. Nos enseñó a no dar nada por sentado. Nos adoraba, pero no nos complacía en todo.

Mucha gente dice que no soportaba a los tontos, pero tengo que decirles que tenía una paciencia infinita con nosotros.

Nos animó a estimularnos, a poner a prueba los límites, a desafiar a cualquier persona o cosa.

Había ciertos principios básicos que nunca podrían verse comprometidos.

(…) [otra ocasión] incluyó un almuerzo en el restaurante parlamentario que siempre parecía ser terriblemente importante y lleno de gente seria que no reconocía. Pero al cumplir ocho, ya comenzaba a tener una conciencia política. Y reconocí a uno quien yo sabía que era uno de los principales rivales de mi padre.

Pensando en complacer a mi padre, le dije una broma sobre él – una pequeña cosa tonta y genérica de escuela primaria. Mi padre me miró con severidad, con esa mirada que más adelante aprendería a conocer tan bien, y dijo: “Justin, nunca ataques a la persona. Podemos estar en total desacuerdo con alguien sin denigrarlo como consecuencia.”

(…) fue en ese momento que comprendí que tener opiniones que son diferentes a las de otro no se opone a ser merecedor del respeto como individuo.

Esta simple tolerancia y (el reconocimiento de) las dimensiones reales y profundas de cada ser humano, independientemente de sus creencias, orígenes, o valores – eso es lo que él esperaba de sus hijos y eso es lo que esperaba de nuestro país.

La creencia fundamental de mi padre nunca vino de un libro. Deriva de su profundo amor y fe en todos los canadienses y, en los últimos días, con cada tarjeta, cada rosa, cada lágrima, cada ola y cada pirueta, ustedes le entregaron de vuelta su amor.

(…) ya no volverá nunca más. Ahora todo depende de nosotros, de todos nosotros.

Más allá de que estemos de acuerdo o no con todas sus ideas, saludamos la calidad del liderazgo de Trudeau. En esta época de liderazgos tan débiles y de la devaluación de la política en el mundo y, dramáticamente en el Perú, la humanidad espera mucho de Justin Trudeau. ¡Que los ángeles te protejan! Lampadia

 

 

 




Acosada por extorsionadores y ninguneada por el Estado

Acosada por extorsionadores y ninguneada por el Estado

Cada vez son más las evidencias que el modelo económico que el Perú ha aplicado en el último cuarto de siglo ha traído beneficios inimaginables para nuestros ciudadanos y en especial para los más pobres, sobretodo ahora que hemos perdido la bonanza. (Ver en Lampadia :¡Qué calatos… ni ocho cuartos!). Un reciente informe titulado “América Latina después de Pisa elaborado por Axel Rivas, investigador principal del CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) y profesor de la Universidad Pedagógica de Buenos Aires sostiene que “Perú dio un gran salto de acceso y calidad educativa [2000-2011] desde un punto de partida muy bajo. Es un caso excepcional que parece explicarse más por la gran mejora social y económica que por las políticas propiamente educativas. Sí parece haber contribuido el tener bases más dignas de la oferta escolar y libros de texto gratuitos masivos. Sin embargo, un aspecto crítico del caso de Perú es que logró mejoras ampliando las desigualdades de aprendizajes de los alumnos, en paralelo a un progresivo pasaje al sector privado”. Y este defecto se debe básicamente a que el sector público no ha mejorado lo suficiente, mientras que el privado ha generado un salto cualitativo.

Rivas asegura que esta mejora se debe a nuestro crecimiento económico que nos ha permitido elevar nuestros índices sociales a pesar que a comienzos de siglo estaban muy por debajo de los niveles latinoamericanos: “La evolución social de Perú fue la más notable de las estudiadas. Partiendo de indicadores que colocaban al país claramente por debajo de los restantes siete en la mayoría de las dimensiones(Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay), Perú terminó el período analizado mucho más cerca del promedio de la región, así como México fue en la vía contraria en muchos aspectos. No es casual que Perú sea el país con más crecimiento económico tuvo entre los siete analizados, con mayor reducción de la pobreza y de la informalidad laboral, con mayor ampliación de la cobertura de salud y mayor reducción de la mortalidad y desnutrición infantil”.

Una prueba adicional, no solo de las ventajas del modelo, sino de la eficiencia del sector privado. De hecho, un dato relevante que arroja este exhaustivo estudio, es que en una década se ha duplicado el número de alumnos que asisten a las escuelas privadas. Si en el 2000 solo llegaban al 14% en el 2011, superaban el 25% de la población escolar.

La cifra revela dos cosas importantes: las sustanciales mejoras en los ingresos de peruanos lo que determina la emergencia de una clase media sólida (ver en Lampadia: El libro blanco de la clase media) y, la preferencia de los padres por la educación privada.

Así lo confirma el especialista en temas educativos y actual presidente del Consejo Nacional para la Educación, Hugo Días, al comentar los resultados del estudio: “Por un lado, se debe a que los ingresos de la población han aumentado y hay más personas que tienen poder de compra y de gasto en la educación. Otra razón es que ha habido un desencanto en la escuela pública“.

Que el Perú tenga un sector educativo privado tan dinámico se debe a que, a diferencia de los otros países estudiados por Rivas, en Perú la legislación permite mayores facilidades para abrir escuelas. Esto puede generar problemas como “una amplia oferta, muy heterogénea, de servicios de baja calidad, intermedios y de élite”, señala Rivas, pero finalmente son los padres los que terminan exigiendo mejores y mayores niveles de calidad, algo que es más difícil de conseguir en el sector público.

Lo cierto es que el Perú lidera en la región el índice de satisfacción de los alumnos con su escuela.El 94% de los estudiantes peruanos dice sentirse felices en sus colegios, algo impensable décadas atrás. Por otra parte, como revela el estudio, al igual que en toda la región, en esta última década “aumentó su tasa de escolarización del nivel secundario, al mismo tiempo que logró la mayor mejora del puntaje promedio en las pruebas PISA (véase Gráfico 1)y la mayor reducción de la desigualdad en los aprendizajes entre el cuartil de mayor y menor nivel socioeconómico.  El dato más notable: los alumnos del cuartil de menor nivel socioeconómico de América Latina fueron los que más mejoraron sus aprendizajes (en especial en matemática) de todas las regiones que tienen países representados en PISA de todos los cuartiles de nivel socioeconómico. Esto indica que la región tiene pisos más dignos de escolarización: la mejora social y la inversión educativa tuvieron un impacto constatable”.

El gran objetivo del Acuerdo Nacional es que el presupuesto de educación llegue al 6% del PBI. Cuando se fijó, a principios de la década pasada, la educación privada no tenía mayor presencia, hoy esta supera el 3% del PBI. Por lo tanto, sumando la educación pública y privada ya hemos superado la meta del Acuerdo. Curiosamente, el gobierno, desde el Ministro de Educación para abajo, nunca se refieren a la educación privada, ni al millón de alumnos que ha captado durante los últimos años, solo mencionan a este segmento de la educación para repetir una y otra vez que hay colegios privados de mala calidad. ¡! (Ver:Cómo el Estado sabotea la educación privada).

Además del ninguneo, la educación privada es hoy uno de los objetivos privilegiados de las bandas de extorsionadores. Y una vez más el Estado es el responsable. El boom de la educación privada ha generado un grave problema: se han convertido en blanco de delincuentes. Los directores y los dueños de colegios son extorsionados.

De acuerdo a informes policiales, bandas “que se dedican a la extorsión en las obras de construcción civil han ampliado los márgenes de sus actividades criminales a los propietarios y directores de escuelas particulares. A la fecha, los atentados se suceden contra los establecimientos escolares y ya fue asesinado Sabel Evangelista De Paz, director de la escuela privada María Montessori, de San Juan de Lurigancho”.

El presidente de Asociación Nacional de Promotores de Instituciones Educativas Privadas (Anpiep), Alfonso Briceño, ha reiterado su preocupación y pedido de apoyo a las autoridades estatales. En La Anpiep se hallan inscritos 350 colegios de distintos distritos de Lima (San Martín de Porres, Los Olivos, Independencia, Comas, Carabayllo, Santa Rosa, Ancón y Puente Piedra). Edgardo Palomino, presidente Colegios Privados de Lima (Acopril), Edgardo Palomino Huamanchumo, una asociación de 700 colegios de los distintos distritos de Lima Metropolitana, se sumó a este pedido.

Como señala la policía muchas de las bandas que extorsionan las obras de construcción ahora están haciéndolo con colegios. De hecho, en los distritos donde más se producen los delitos vinculados a la construcción, es que ahora se empiezan a producir las extorsiones a colegios.

Está experiencia nos lleva a la siguiente reflexión. Está claro, que la iniciativa privada en el sector educación ha sido enormemente provechosa y que ha permitido que el Perú mejore su nivel educativo, que los estudiantes estén más contentos con sus escuelas y que el país vea el futuro con cierto optimismo (a pesar de que aún es necesario un salto cuántico en educación). Esto se logró porque el Estado dio facilidades a este sector, pero ahora debiera cumplir con su rol fundamental de dar protección a los ciudadanos para que puedan continuar con sus actividades sin temor a ser asesinados o tener que pagar por protección.

El Estado, pues debe concentrarse en estas actividades, facilitar las cosas al sector privado y evitar los devaneos estatistas que cada día parecen incrementarse. Lampadia

 




La Clase Media sigue sacando la cara por el bienestar

La Clase Media sigue sacando la cara por el bienestar

Existe un curioso negacionismo con respecto a la evolución de la Clase Media en el Perú. Constantemente se habla de que ésta se ha reducido o que está aumentando la pobreza crónica. Parece que solo quisiéramos ver malas noticias. ¡Ya basta! A pesar del descalabro creado por este gobierno, algunas cosas siguen avanzando.

En la última década, la clase media en América Latina creció un 50%, según el Banco Mundial. Mientras más personas reciben mayores ingresos, también gastan más en bienes personales, requieren un mayor acceso al crédito y comienzan a exigir mejores infraestructuras y esperan gobiernos más confiables.

Tras una década de crecimiento récord, la clase media de Perú se ha incrementado significativamente (a pesar del bajo crecimiento del último año). Según Fidel Jaramillo, representante del BID en el Perú, la clase media se habría quintuplicado en 5 años, superando el 50% de la población en el 2014. (Ver en Lampadia: La Clase media en Perú: cuantificación y evolución reciente). Asimismo, en sus conclusiones, el BID afirma: “El crecimiento económico ha sido pro pobre y pro clase media. (…) Resulta razonable afirmar que la consolidación del proceso del Perú hacia el desarrollo económico, es en gran parte la consolidación de los niveles de vida de sus estratos medios”. (Ver mayor análisis en Lampadia: Entre la ficción y la realidad)

Según estadísticas publicadas por la Superintendencia de Banca y Seguros, el crédito bancario al sector privado aumentó un 16.6% del 2013 al 2014. Gran parte de este aumento se vio impulsado por el crecimiento de los créditos de consumo y vivienda.

Además, el reciente estudio de Arellano Marketing, basado en su Estudio Nacional del Consumidor Peruano 2015 (ENCP), afirma que el poder adquisitivo de la clase media ha crecido y que, principalmente, los niveles socioeconómicos B y C presentaron un significativo incremento en Lima y provincias.

La gerente de la consultora a cargo del estudio, Jhoan Vega, señaló recientemente que se han reducido las brechas entre las principales provincias del país y la capital desde el último estudio en el 2013.  Esto se debe a que la clase media creció en Lima y en provincias.

Un tema muy resaltante del estudio de Arellano Marketing es el aumento de ingresos en los NSE B y C tanto en Lima (8%) como en provincias (6%). Esto es importante porque una clase media fuerte promueve el desarrollo de capital humano y una población bien educada. Además, crea una demanda estable de bienes y servicios e incuba la próxima generación de emprendedores. Serán estas personas quienes fomentarán las instituciones políticas y económicas inclusivas que sustentan el crecimiento económico.

Además, se puede observar un aumento en el ingreso familiar declarado. A nivel nacional, se sitúa en 1,900 soles mensuales; en Lima 2,000 soles y en las principales provincias del país 1,700 soles. Lo más importante es el fuerte aumento en los ingresos de provincias, más de 20% entre el 2013 y 2015.

Este desarrollo en provincias normalmente trae impactos múltiples, como una disminución del analfabetismo y mejoras en la calidad de vida. Además, a menudo ha significado una ampliación de las instalaciones de agua potable, expansión de la electricidad, mayores ofertas laborales, mejoras en infraestructuras, educación y servicios de salud.

Uno de los aspectos más resaltantes del estudio es la participación de los gastos del hogar que es utilizada para la alimentación. Al 2014, el gasto en alimentación corresponde al 22% de los gastos del hogar a nivel nacional (23% en Lima y 21% en provincias). Una disminución de 8.6% con respecto al 2004, ya que, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del INEI, entonces la cifra era de 30.6% (el 21.9% del gasto de consumo se destina a la adquisición de alimentos y bebidas preparados y consumidos dentro del hogar.  Si se adiciona el consumo en restaurantes, la proporción es de 30.6%). En 1988, la proporción del gasto en alimentos era de aproximadamente 40% a nivel nacional.

Este comportamiento tiene sustento en la Ley de Engel, la cual establece que conforme mejora el ingreso del hogar, el peso relativo del grupo alimentos disminuye. Su importancia relativa es menor ya que otras necesidades como transporte, recreación educación, etc, incrementan su participación porcentual en la distribución del ingreso.

Existen varios factores que han contribuido al sostenido crecimiento de la clase media. Entre ellos, el Jefe Regional del Banco Mundial en América Latina, Augusto de la Torre, dijo que el aumento está “relacionado con la caída de las tasas de desempleo y el empleo informal. Por lo tanto, el crecimiento de la clase media en los últimos diez años está relacionado a la dinámica de crecimiento y creación de empleo”.

Muchos dicen que nada de esto hubiera sido posible sin un auge mundial de precios de los productos impulsados ​​por los mercados emergentes, especialmente China, sin embargo se olvidan que si el Perú no hubiera optado por el retorno de la inversión privada y, dentro de ella, la inversión minera, hubiéramos visto pasar el boom de precios como una película de ciencia ficción.

El Perú ha logrado un progreso indiscutible en los últimos años, el reto ahora es retomar un clima de negocios interno más favorable, que el crecimiento continúe y, sobre todo, que con este evitemos que los grupos sociales más vulnerables, más cercanos a la línea de la pobreza, no se deslicen nuevamente debajo de ella. Lampadia

 

 




Perú: Crecimiento disminuye la Desigualdad

Perú: Crecimiento disminuye la Desigualdad

En los últimos años, especialmente luego de la crisis económica del 2008, diversos analistas debaten sobre el crecimiento y la desigualdad. Muchos de ellos intentan mostrar a estos dos fenómenos como contrapuestos. Es decir que a mayor crecimiento se genera una mayor desigualdad. Sumándose a esta corriente, recientemente, el columnista de la República, Mirko Lauer escribió un artículo al que tituló con sensacionalismo: “Los ricos nos impiden crecer más”

En él señala: “Un estudio del FMI [elaborado por algunos funcionarios] emitido este lunes [15 de junio] sostiene que el aumento de la fortuna de los ricos debilita el crecimiento de la economía en un país. (…) a contrapelo de la teoría del chorreo (…). Al no chorrear, el mayor enriquecimiento en la cumbre aumenta todavía más la desigualdad en una economía. El informe FMI para discusión… va más allá de un saludo a la pura justicia distributiva y plantea, con cifras en la mano, que además de no haber chorreo, esta ausencia es nociva para el crecimiento de la economía en su conjunto. En tal medida la desigualdad creciente debe ser vista como un factor de crisis”.

Este informe no representa la posición oficial del FMI, sin embargo, sí es cierto es que el Fondo viene discutiendo estos temas de un tiempo atrás.

 

 

Además del citado informe, el 2014, el Fondo ha publicado dos estudios sobre la desigualdad. En ambos documentos, deja en claro que no recomienda políticas redistributivas. En el informe titulado “La redistribución, desigualdad y crecimiento” se indica: “El Fondo ha sido con razón cauteloso acerca de recomendar el uso de políticas redistributivas ya que dichas políticas pueden en sí mismas reducir la eficiencia económica y rebajar las perspectivas de crecimiento sostenido”.  Asimismo en el paper llamado “Política Fiscal y Desigualdad” se afirma: “es necesario identificar los instrumentos fiscales que permitan alcanzar los objetivos de distribución a un costo mínimo para la eficiencia económica”, es decir no impedir el crecimiento.

Como hemos señalado, la preocupación que existe en los países occidentales, para entender el origen de la crisis del 2008 y la creciente desigualdad de los países ricos, así como el descontento consiguiente con sus líderes y las estructuras de la economía de mercado. Algo que por supuesto no ocurre en los países emergentes y, en especial, en los del Asia en dónde, salvo algunas excepciones, las naciones no dejan de crecer reduciendo la pobreza y expandiendo a su clase media, generando así un bienestar impensado tan solo unas décadas atrás para cientos de millones de personas. El liderazgo de China e India ha permitido el surgimiento de una clase media de más de 2,500 millones de personas. Ver en Lampadia: El próximo gran salto adelante de la humanidad – Hacia el final de la pobreza (The Economist).

Perdiendo de vista esta perspectiva, arrecian los embates contra el capitalismo y renacen posturas populistas que empiezan a despertar desprevenidas simpatías en Europa. Sin tomar en cuenta la historia del populismo en América Latina y su nueva versión que está desquiciando aVenezuela, Argentina, Ecuador, Bolivia yBrasil.

Como advierte bien el economista de la Universidad de Columbia, Xavier Sala i Martín: “El capitalismo no es un sistema económico perfecto. Pero cuando se trata de reducir la pobreza en el mundo, es el mejor sistema económico que jamás ha visto el hombre”. Algo que corroboran Bill Gates y Hans Rosling (Ver en Lampadia: Bill Gates y Hans Rosling debaten el fin de la pobreza extrema).

En el caso concreto del Perú habría que recordar lo que señala el Banco Mundial sobre nuestro proceso de crecimiento de la última década: “Uno de los rasgos más importantes del crecimiento en el Perú es que es de amplia base. En tal sentido, aunque se mantiene elevada la desigualdad de ingresos, esta, medida por el Coeficiente Gini, ha declinado de 0.49 en el 2004 a 0.44 en el 2013”.

Por su lado el BID ha afirmado sobre el crecimiento peruano, que “este ha sido ‘pro-pobre’ y ‘pro-clase media’”, lo que confirma la singularidad de nuestro proceso de crecimiento alto con reducción de la desigualdad, no usual en la historia económica de otros países. Por lo tanto, un proceso claramente virtuoso.

En el Perú, como indican estas cifras, el crecimiento ha reducido la desigualdad. Y no por chorreo precisamente, como se nos quiere hacer creer, sino por un proceso más complejo, como el de los ‘manantes’ (Ver en Lampadia: No es chorreo son manantes).

En un reciente artículo Richard Webb nos recordaba que “nunca antes el Perú había conocido una sostenida expansión económica que resultara más favorable para los pobres que para los ricos. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), durante el último quinquenio el ingreso promedio del quinto más pobre en la escala de familias aumentó 34%, mientras que el del quinto más rico aumentó 8%. Y desde hace 25 años los ingresos rurales crecen más rápido que los urbanos”.

A nivel de deciles, este fenómeno es más claro aún:

 

 

Además, Webb también señala, que se ha incrementado nuestro capital humano, algo fundamental para combatir la desigualdad: “el analfabetismo se ha reducido de 13% a 4% de la población adulta y la proporción con estudios superiores se ha elevado de 20% a 31%”.

Todas estas cifras son una demostración que el Perú ha recorrido la senda correcta al enfocarnos en el crecimiento que nos ha llevó a reducir la pobreza, incrementar la clase media y mejorar la calidad de vida de nuestra población (ver en Lampadia: Las cifras de la prosperidad y El libro blanco de la clase media).

Está claro que el crecimiento no es suficiente para superarla pobreza, en especial la extrema. Nadie puede ser indiferente ante la situación de gente que vive enen condiciones de miseria. Para cumplir con este objetivo son necesaria políticas específicas que permitan que este sector de la población, por las condiciones en las que se encuentra, salga de esa estanciarápido y de forma sostenida. El enfoque, en este caso debe ser traer a los pobres ala economía de  mercado. Eso es, precisamente, lo que ha hecho China y lo que ha venido ocurriendo en el Perú, como demuestra Webb en su libro Conexión y Despegue Rural.

Para lograr que este proceso se mantenga y se fortalezca se necesita además de un Estado fuerte que pueda tener funcionarios bien calificados y remunerados hasta en el distrito más alejado del país. Es decir una burocracia meritocrática capaz de enfrentar este y otros retos de manera eficiente y eficaz (ver en Lampadia: Instalemos un Estado Meritocrático en el Perú). Así mismo, no se puede lograr un desarrollo duradero sin reformas profundas de nuestras instituciones y de la calidad de los servicios públicos.

Las experiencias de nuestro país, por más de cincuenta años, nos exigen hacer análisis profundos, con contexto histórico y encontrar nuestros caminos sin que los contaminemos por realidades ajenas y afanes políticos. Lampadia




Curioso negacionismo con la evolución de la Clase Media

Curioso negacionismo con la evolución de la Clase Media

Comentario de Lampadia:

No sabíamos que el director de Gestión dirige ahora la sección Portafolio de El Comercio. Asumimos que esto es así porque la publicación que presentamos más abajo guarda el mismo enfoque, estilo y referencias que el diario Gestión. (Desaceleración económica pone en riesgo consolidación de la clase media – Portafolio, 18 de Junio de 2015).

 

 

Por ejemplo, cuando empezó este debate y Gestión mintió en su primera página diciendo que la clase media en el Perú, según el Banco Mundial, llegaba solo a 20% de la población, y el Banco Mundial afirmaba algo muy distinto que lo publicado por Gestión; dicho diario recurrió a Gustavo Yamada, normalmente un economista muy serio, para que defienda el falso 20%.

A Yamada no se le ocurrió otra cosa que  decir que él podía medir el tamaño de la clase media según el número de familias que tengan lavadoras, argumento evidentemente sin sentido.

Pues hoy, Portafolio incide en Yamada y sus lavadoras e incluye otras referencias negacionistas, sin recurrir ni siquiera al colaborador del mismo diario Rolando Arellano, que tiene una opinión muy distinta, o a Elmer Cuba, colaborador no negacionista de Gestión, y por último al Libro Blanco de la Nueva Clase Media de Lampadia, que contiene todo el debate e información sobre este tema desde el 2013.

Ver en Lampadia:

 

 

 

Periodismo sin rigurosidad

Es lamentable que algunos medios presenten en negativo las informaciones sobre nuestra economía, aun cuando estas son positivas. Por ejemplo, en su edición del miércoles 14 de noviembre, el diario Gestión, aludiendo a los resultados del informe del BM que acabamos de reseñar, titula en portada: “Clase media en Perú es solo 20% de la población” ¿De dónde se sacó esa cifra? ¿Se tomaron el trabajo de leer todo el informe? En todo caso, la cifra correcta, como hemos reseñado, es 28.9% para la clase media consolidada.

No solo llama la atención el manejo de cifras, sino la intención de “bajarle la llanta” a los logros del Perú.

¿No tendríamos, más bien que exaltar y celebrar las buenas noticias?

Lampadia




¡Qué “calato”… ni que ocho cuartos!

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




Clase Media y crecimiento en el Perú

Clase Media y crecimiento en el Perú

Comentario de Lampadia

 

Fidel Jaramillo, un ecuatoriano brillante que ha desarrollado su labor en el Perú con mucho profesionalismo y calidad humana, entregando todo su cariño a nuestro país, acaba de terminar sus funciones en el Perú para asumirlas ahora en Panamá.

Como despedida del Perú, Jaramillo se ha presentado en diversos medios como RPP, El Comercio y Perú21. En esta ocasión reproducimos algunos pasajes de las entrevistas con dichos diarios.

 

 

1. “La clase media en el Perú sería como el 50,6% de la población”

Por Santiago Dávila Philippon, El Comercio – Portafolio, 31 de Mayo 2015

 

¿Qué entienden ustedes por clase media?

Nuestro enfoque es el de seguridad económica, que lo ha propuesto el Banco Mundial, que básicamente utiliza ciertos niveles de ingresos en un modelo probabilístico que implica que la clase media tenga un nivel de ingresos estable y que pueda resistir a ciertos embates económicos.

De acuerdo con esta metodología y utilizando el dato más reciente, la clase media en el Perú sería como el 50,6%. Esto es entre 10 y 50 dólares per cápita, a nivel de paridad de compra.

Según Ipsos, las clases medias han pasado de ser 21% de la población nacional en el 2005 a constituir 35% en el 2014, pero en ningún caso llegarían a ser el 50,6%.

Encontramos que hay muchas diferencias y hay un debate en cuanto a la definición y cuantificación de la llamada clase media.

Pero más allá de estas controversias, encontramos un consenso bastante generalizado de que la clase media está asociada a mayores niveles de educación, de inversión, de emprendedurismo e inclusive de estabilidad política. También una clase media grande y significativa reduce las inequidades; las sociedades son más equitativas y menos desiguales.

De este 50,6% de peruanos de clase media, ¿cuántos son vulnerables de retroceder a una situación de pobreza?

Este 50,6% está por encima de lo que el Banco Mundial llama una clase vulnerable, que estaría más bien entre los 10 y 40 dólares.

Sin embargo, en el BID insistimos en que no puede haber autocomplacencia.

¿Qué hace que la clase media peruana sea frágil?

Es una clase media muy informal.

¿Qué otras características tiene nuestra clase media?

La distribución del ingreso de la clase media está muy concentrada alrededor de los umbrales que definen pobreza y vulnerabilidad.

La clase media es muy sensible al crecimiento económico. En el 2014, la clase media solo creció a una tasa de 2,7%. La clase media siguió expandiéndose, aunque cada vez menos.

¿Qué se puede hacer para evitar que la nueva clase media retorne a una situación de pobreza?

Hacer de ella una clase media de propietarios; (…) En segundo lugar, yo creo que es clave la articulación del mercado laboral con el sistema educativo y la formación laboral.

¿No cree que existe un riesgo de que las nuevas clases medias presionen al gobernante de turno y reciban a cambio respuestas de corte populista?

Hay el riesgo de una tentación a adoptar medidas demagógicas que, de alguna manera, satisfagan las expectativas de este nuevo estrato social. Como contraparte, yo veo que esta nueva clase media tiene una vocación de emprendimiento. Es decir, nunca esperó del Estado mucho para salir adelante.

Son clases medias autoforjadas, producto de la inversión privada y del crecimiento económico.

Creo que esto podría limitar la tentación demagógica que tú me mencionas.

 

2. “El Perú tiene bases sólidas para seguir creciendo”

“Una de las transformaciones estructurales en el Perú es el desarrollo de la nueva clase media. Es importante mantener el crecimiento para mejorar el bienestar de los peruanos”.

Por Giovanna Prialé, Perú 21, 30 de Mayo 2015

 

¿Cuáles cree que son los tres logros más significativos en este período?

He sido testigo de una significativa expansión económica en un contexto de estabilidad macroeconómica y progreso social.

El Perú ha sido una de las economías de América Latina que más ha crecido en la última década y es uno de los líderes en reducción de pobreza.

Un segundo logro ha sido el progreso en áreas sociales, especialmente las que están enfocadas en la reducción de la pobreza y cobertura de la población más vulnerable.

¿Qué tan relevante es el régimen político?

Nuestra visión de largo plazo en el Perú es más bien favorable.

La decisión de inversión es de mediano y largo plazo y va más allá de la coyuntura política.

(…) es necesario mantener sólidos esos fundamentos macroeconómicos y, además, promover el acceso a los bienes públicos claves (infraestructura y financiamiento) para desarrollar proyectos de inversión.

¿Qué políticas públicas deben seguir y cómo garantizar su continuidad?

(…) consensos en áreas como manejo económico, programas sociales, inversión en educación, innovación, sostenibilidad ambiental, adaptación al cambio climático y la dinamización de la inversión público-privada en infraestructura; todo esto para procurar la disminución de la brecha.

Luego de vivir cinco años en el Perú, ¿qué cree que necesitamos para ser un país desarrollado?

(…) reformas que permitan reducir los niveles de informalidad que afectan la productividad general de la economía.

Seguir construyendo un país conectado y articulado a los mercados, esto tiene gran impacto en términos de la calidad de vida de los peruanos en las áreas más aisladas.

Y seguir trabajando en el potencial de emprendimiento que tiene el Perú y que ha sido un importante hallazgo durante estos años, especialmente de los jóvenes que apuestan por nuevas actividades económicas y por el futuro.




Alfredo Torres: entre la ficción y la realidad

Alfredo Torres: entre la ficción y la realidad

En Lima no es usual que los líderes de opinión, académicos y medios, se contradigan los unos a los otros. Pero en Lampadia, donde hemos fomentado el debate sobre la Clase Media en el Perú, hemos creado una sección llamada: El Libro Blanco de la Clase Media, hemos tenido que contrastar opiniones en reiterados casos, puesto que por un lado tenemos un compromiso con la rigurosidad, y por otro, el mandato de nuestro objetivo: Empoderar mediante información y análisis a un millón de peruanos”.

Es así, que en esta ocasión tenemos que cuestionar la reciente publicación de Alfredo Torres en El Comercio del 27 de mayo pasado: Clase media: entre la ficción y la realidadAlfredo es un apreciado amigo de esta casa, pero nos parece, que después del largo debate sobre este tema, sus afirmaciones muestran, más que una contribución positiva a la difusión de la realidad, una defensa cerrada de los paradigmas con los que desarrolla su actividad comercial desde hace más de 30 años.

Torres hace las siguientes afirmaciones: “Es tentador entusiasmarse con titulares del tipo: “la clase media se ha quintuplicado en 5 años”, o “la clase media superó el 50% en el 2014”. Pero una cosa es la ficción y otra la dura realidad”. Estas son afirmaciones que acaba de hacer en Lima Fidel Jaramillo, nada menos que el representante del BID en el Perú, que se basan fundamentalmente en el documento firmado por el propio Jaramillo en marzo del 2013: La Clase media en Perú: cuantificación y evolución reciente, que es el último documento que analiza la situación peruana en profundidad.

Alfredo Torres recoge una último ‘documento de trabajo’  de funcionarios del área social del BID, referido a América Latina en conjunto, y que para el Perú se basa en cifras del mismo año de la ‘Nota Técnica’ de Jaramillo, el 2013.

Alfredo se alegra de haber encontrado este documento: “Pobreza, Vulnerabilidad y la Clase Media en América Latina” (marzo, 2015)  que resulta muy ilustrativo de la situación de la región y específicamente del Perú. (…) El BID ha adoptado el criterio prevaleciente entre las empresas de investigación de mercados y opinión pública [si el BID hubiera adoptado esa metodología, su representante en el Perú, nunca hubiera hecho sus últimas declaraciones] según el cual se pueden identificar cinco estratos en la sociedad. El BID los llama: Altos Ingresos, Clase Media, Clase Vulnerable, Pobres Moderados y Pobres Extremos”

“Para el Perú los resultados [del BID] son: altos ingresos: 1%, clase media: 26%, clase vulnerable: 40%, pobres moderados 14% y pobres extremos 19%”.

“La clase media no se ha quintuplicado pero sí ha crecido significativamente. Se puede discutir si esta representa 26%, como afirma el informe del BID,  o 35%, como sostenemos en Ipsos, pero lo que no es razonable afirmar es que esta es mayor al 50% de la población peruana, como sostuvo recientemente un funcionario internacional en el Perú”. [Nada menos que el representante del BID].

Termina Alfredo: “En Lima, prevalece la clase media pero en gran parte del territorio nacional predomina lo que el BID y el Banco Mundial llaman la clase vulnerable”.

Veamos que dice el BID en la Nota Técnica referida al Perú:

El BID presenta cuatro metodologías, cuyos títulos figuranen el cuadro anterior. Contrariamente a la afirmación de Torres, expresa lo siguiente:

“Aunque el BID no tiene una definición oficial de clase media, en esta nota técnica se ha adoptado una definición ecléctica de la clase media como la población ‘no pobre y no rica’.

Continua: “De acuerdo a datos oficiales, en 2011 el27.8% de la población en Perú se encontraba por debajo de la línea de pobreza. Este grupo de familias está de plano fuera de la definición de clase media como familias no pobres-no ricas”.

(…) Utilizando el criterio de no pobres-no ricos, la clase media peruana sería aproximadamente 48,9% de la población”.

(…) “Si aplicamos el concepto de seguridad económica del Banco Mundial, que define a la clase media como las familias con un ingreso entre US$10 per cápita por día y US$50 per cápita por día, ajustado por PPP, la clase media pasó de ser 11.9% en 2005, a ser 40.1% de la población en 2011, con lo cual la clase media se habría más que triplicado en dicho período”.

(…) “Finalmente, utilizando definición ecléctica de la clase media como la población no pobre-no rica, (…) se puede observar que la clase media pasó de ser aproximadamente 25.9% de la población total en 2005, a ser 48.9% de la población en 2011, con lo cual la clase media se habría casi duplicado en el periodo de referencia”.

“En conclusión, más allá de la definición de clase media y su metodología de cálculo, (…) existe fuerte evidencia que el crecimiento económico experimentado por Perú en años recientes tuvo un efecto significativo sobre la clase media. Tal y como se puede observar en la representación gráfica siguiente, (…) se puede afirmar que la clase media en Perú ha experimentado un proceso sostenido de expansión y consolidación en los últimos años”.

                                     Fuente: BID con base en la ENAHO

BID: “Al examinar en detalle los efectos del crecimiento económico sobre los distintos grupos de la población, es posible distinguir si el crecimiento observado ha sido ‘pro-pobre’, y análogamente, si ha sido ‘pro-clase media’. (…) Análogamente, se puede inspeccionar si lo mismo sucede con los deciles intermedios de la distribución, para extrapolar el mismo concepto a una definición de crecimiento ‘pro-clase media’”.

(…) “El gráfico siguiente muestra que entre los años 2005 y 2011 el ingreso per cápita real en Perú aumentó para todos los deciles de la distribución, a una tasa promedio de 9.3%. (…) Asimismo, es posible verificar que el crecimiento observado fue mayor -al promedio- para los deciles más pobres de la distribución.(…) Un patrón similar aparece inspeccionando el cambio porcentual en los ingresos per cápita reales de los hogares entre 2005 y 2011, pero observando la distribución en percentiles”.

                                    Fuente: BID con base en la ENAHO

Continua el BID: “Este resultado sugiere que el crecimiento reciente en el Perú ha resultado pro-pobre según la definición clásica de Ravallion, y también sugeriría que, a nivel agregado, el crecimiento favoreció a los estratos medios de la distribución –crecimiento ‘pro-clase media’“.

“En el caso del Perú, las diferentes metodologías arrojan cuantificaciones que en la actualidad colocan a la clase media entre el 40% y el 50% de la población. (…) Tomando entonces una definición amplia que incluya a esta “clase emergente”, podríamos afirmar que aproximadamente 7 de cada 10 peruanos pertenecen a los estratos más allá de la pobreza”.

(…) “existe fuerte evidencia de (…) que el proceso de crecimiento económico reciente indujo una importante expansión de esta clase media, que pasó de aproximadamente 25.9% de la población total en 2005, a ser 48.9% de la población en 2011 –de acuerdo a nuestra formulación preferida de no ricos-no pobres-“. [Contrario a lo afirmado por Torres].

En sus conclusiones, el BID afirma: El crecimiento económico ha sido pro pobre y ha sido pro clase media. (…) Resulta razonable afirmar que la consolidación del proceso de Perú hacia el desarrollo económico, es en gran parte la consolidación de los niveles de vida de sus estratos medios”.

 

El análisis que hemos reseñado sobre la Nota Técnica, confirmado por Jaramillo en su última presentación pública en el Perú, sobre la base de los datos del mismo año, usado por ambos documentos (2013), es muy minucioso para nuestro país, a diferencia del documento de trabajo de los funcionarios del área social del BID. En consecuencia, al elegir Alfredo referirse únicamente a un documento de menor profundidad de análisis, ha sesgado la interpretación de la realidad peruana, con un aparente propósito de defender sus puntos de vista particulares y presentar, sobre los mismos datos del 2013, una situación mucho más pobre, triste y desalentadora.

No entendemos su afán de hacer un análisis sombrío y brindar a los ciudadanos cifras que reflejan su propio punto de vista, negado por Jaramillo y otros especialistas como  Rodolfo Arellano y Elmer Cuba (seguir los enlaces) que, por ejemplo, hace tiempo presentan la estructura socio-económica del Perú en convergencia con los informes del BID y destacan el perfil de nuestra población como un rombo, y no la terca y paradigmática pirámide de Torres.

Esperamos haber contribuido a esclarecer un tema crucial de nuestra realidad. Sobre todo en estos momentos de desazón y pérdida de confianza en nuestras capacidades. Lampadia 

 

 

 




Los Centros Comerciales: Una historia de inclusión y modernidad

Los Centros Comerciales: Una historia de inclusión y modernidad

Una de las muestras más palpables del desarrollo del país en las últimas décadas es la multiplicación de Centros Comerciales (CC) o “malls”. Demonizados y atacados por algunos trasnochados que los ven como una manifestación negativa del consumismo, en realidad los CC son una demostración del surgimiento y el éxito de una clase media cada día más grande y pujante.

En el 2000, apenas existían 8 centros comerciales en el Perú, todos concentrados en Lima. Hoy, superan los 70 y se ubican en 13 regiones del país (La Libertad, Ancash, Lambayeque, Piura, Cajamarca, Huánuco, Ucayali, Huancayo, Lima, Ica, Arequipa, Cusco y Puno). 

En este mismo periodo de tiempo, como hemos demostrado reiteradamente en Lampadia, la clase media peruana tuvo un vertiginoso crecimiento causado por la aplicación de políticas de mercado implantadas desde la década de los noventa (Ver en Lampadia (L): El libro blanco de la clase media).

Como ha señalado el Banco Mundial, la clase media (consolidada y emergente) en el Perú tuvo un crecimiento sorprendente en los últimos diez años y bordea el 67% de la población, muy superior al promedio de América Latina que llegó al 50%. Por su lado, el HSBC asegura que para el 2030, el 70% de la población nacional tendrá ingresos medios y altos (entre US$ 3,000 y US$ 15,000). Hace unos días, durante la presentación en el Congreso de Retail 2015, el jefe de análisis sectorial de Apoyo Consultoría, Víctor Albuquerque, aseguró que en el 2021 el 52% de hogares peruanos urbanos pertenecería a la clase media [consolidada]. Es precisamente el ensanchamiento de la base de este grupo, lo que a su vez genera el crecimiento del negocio del retail moderno y, por ende, de los malls. 

Como señala el historiador Juan Luis Orrego, “cuando nos referimos a un centro comercial, plaza comercial o mall, hablamos de uno o varios edificios, por lo general de gran tamaño, que alberga locales y oficinas comerciales, cuyo fin es aglutinarlos en un espacio determinado para así reducir espacio y tener mayor cantidad de clientes potenciales. Se diferencia de los hipermercados o tiendas por departamentos, porque está pensado como un espacio público con distintas tiendas, además de incluir lugares [de facilitación de gestiones], esparcimiento y diversión, como cines o ferias de comidas dentro del recinto”.

Eso son exactamente, un especio de esparcimiento para las familias, las que no solo van a comprar sino resolver sus trámites y a disfrutar de diversas actividades, muchas de ellas culturales como el cine, teatro, exposiciones, conciertos, ferias de libros y otras. No son, pues, simples templos del consumo, sino lugares de encuentro familar y de diversión dentro de espacios cómodos y seguros. Allí los padres pueden dejar circular libremente a adolescentes y jóvenes con tranquilidad. Los CC son, además, atractivos turísticos, algunos de ellos de gran significación, como Larcomar, que por ejemplo es el segundo destino turístico del Perú, después de Machu Picchu.

Los malls son parte del paisaje urbano desde los 60. Como señala Orrego, “la primera generación de centros comerciales en Lima apareció en 1960, con la apertura de Risso y “Todos” en San Isidro. La segunda generación, ya más modernos fueron Higuereta (1976), Plaza San Miguel (1976), Arenales (1979) y Camino Real (1980); los “epígonos” [representativos] de este segundo grupo fueron Plaza Camacho y Molicentro y, en cierta medida, Caminos del Inca y El Polo, imitadores del “modelo Camino Real”. Pero el impulso a esta nueva ola se produce con la construcción del Jockey Plaza en 1997, con Plaza San Miguel que llegó a tener un movimiento comercial impresionante y Mega Plaza, que abre la trocha en las zonas emergentes.

“El Jockey Plaza impuso un gran cambio, porque con ellos las tiendas del centro comercial ya no se vendían, solo se alquilaban”, señala Ernesto Aramburú, experto en el diseño de malls.

Larcomar, en Miraflores. Foto de Larcomar

 

Luego se construyó  Larcomar en Miraflores en medio de una gran y obtusa oposición de los vecinos del distrito. ¿Hoy, alguien puede concebir este distrito sin los atractivos de este mall levantado en uno de los lugares más bellos de la capital, la bahía de Lima? Fue un desarrollo de peruanos, hoy es propiedad de la compañía chilena Parque Arauco, pero llamativamente, esta es propiedad de un arequipeño, Don José Said.

Sin duda, el cambio más importante experimentado en esta industria fue el desarrollo del Megaplaza en Lima Norte, luego de un revolucionario estudio de Arellano que  determinó que los habitantes de los conos contaban con los recursos suficientes para hacer viable este tipo de inversiones (justamente, el éxito de Plaza San Miguel era por la afluencia de clientes desde Lima Norte). El éxito económico de esta apuesta, fue el disparador de la expansión a provincias, que empezó con la inauguración del Real Plaza en Huancayo el 2008 para que siete años después, 13 regiones cuenten con centros comerciales.

El nivel de ventas también se ha incrementado, de US$ 1,300 millones una década atrás a casi US$ 7,000 millones en la actualidad. La progresión es enorme, en los próximos años llegaremos a 100 malls y se calcula que para el 2018 se duplicarían las ventas.

Como vemos el desarrollo de esta industria es una verdadera historia de inclusión económica y social. Poco a poco, la oferta de los CC fue cubriendo buena parte del país. Hoy se han igualado los niveles de servicio entre la zonas tradicionales y las emergentes. Como en muchos otros aspectos, la geografía socio-económica del país es irreconocible con la que teníamos a principios de los 90. Hoy todos los peruanos aspiran al mismo nivel de servicio, seguridad y modernidad que las poblaciones de los países más desrrollados. Esta revolución de realizaciones y aspiraciones es el cambio más importante del Perú, y nuestra población no está dispuesta a retroceder. Lampadia