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En camino hacia una cruel y maldita tiranía

En camino hacia una cruel y maldita tiranía

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 10 de diciembre de 2021
Para Lampadia

Cuando el presidente Castillo habla de moralidad, unidad, y gobernabilidad, me pasa lo del ministro Francke cuando ve un carro de lujo: me pica el ojo y me hinca el hígado. ¡No lo puedo negar! Sobre todo, cuando – instantes antes – puede haberse mandado de hacha contra la inversión extranjera, el empresariado nacional, el periodismo de investigación, la oposición política, o quien sea que no le agrade. ¡Es tan cínico!

 

 

Muchos peruanos – ¡cuántos serán! – han caído en el juego del cinismo presidencial. Para ellos, la patética actuación del entonces dirigente sindical Pedro Castillo, y la consecuente pérdida del año escolar 2017 de un millón y medio de niños y jóvenes peruanos, no cuenta para nada. Y menos, el cordón umbilical que existe entre la organización criminal Los Dinámicos del Centro, Perú Libre, y Pedro Castillo.

Tampoco cuenta haber convocado a terroristas, narcotraficantes, azuzadores, etc. para conformar su Gabinete Ministerial, y que éstos a su vez convoquen a gente de igual o peor calaña para ocupar los cargos de más alta responsabilidad en los ministerios y demás instituciones del Estado. 

¡Cuántas veces hemos escuchado las consignas retrógradas y fracasadas del comunismo de: (1) acceso al poder, (2) sostenimiento en el poder, y (3) sucesión en el poder… con el único fin de perpetuarse en sus cargos y copar al Estado, vía una Asamblea Constituyente a la bruta, tal cual ocurrió en Venezuela, Cuba y Nicaragua!

Evo Morales y sus secuaces ingresan a nuestro país, sin dejar huella de su paso por migraciones… y no pasa nada. ¿A qué vienen los dirigentes del Movimiento al Socialismo Boliviano (MAS)? Y ¿qué hace un hombre de la tenebrosa agencia de inteligencia cubana – el Gallo Zamora – fungiendo de embajador de Cuba en nuestro país? ¿Alguien duda de los oscuros intereses detrás del trono?

¿Qué plan esconde el presidente Castillo, al pretender nombrar – sin mérito alguno – a oficiales de mando medio en los más altos cargos del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas? Y la filtración del examen de conocimientos a los maestros… ¿acaso no queda al descubierto el copamiento estratégico de la educación peruana por la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación del Perú (FENATE Perú) … el sindicato formado por Pedro Castillo? 

La minería y el gas de Camisea – literalmente – arden bajo fuego directo atizado por el propio Gobierno… y no pasa nada. El desempleo y la informalidad laboral aumentan. El dólar y los precios se disparan. Los ahorros de millones de peruanos salen del país en busca de seguridad. 

En el ámbito mafioso, Arturo Cárdenas – alias Pinturita – y los demás pandilleros de Vladimir Cerrón, a pesar de la orden de prisión preventiva en su contra, están no habidos. ¿Dónde están? Dicen que fugaron del país, están en Bolivia. ¡Qué más quieren que les cuente!

Lo que estamos viviendo – y va para peor – es una tiranía muy corrupta y maltratadora. Una tiranía mafiosa. Mejor dicho, un narco Estado, aliado con el terrorismo. Un país – como Cuba y Venezuela – sin comida, sin medicamentos, sin empresas dónde trabajar, sin futuro. Un país de colas, escaseces, bonos alimentarios, mercados negros. Un país inmundo, miserable, caótico. Un país de pobres extremos y emigrantes. Pero eso sí, una cúpula dirigencial todopoderosa, multimillonaria. 

Parafraseando al inefable Congresista Bermejo… ¡dejémonos de pelotudeces democráticas! Efectivamente, estamos llenos de demócratas pelotudos. Personas que no cuestionan que el presidente Castillo esté rodeado de tipos como Bruno Pacheco, Karelim López, Zamir Villaverde, y otros de la misma calaña. 

Y ¿qué decir del Fiscal que durante el allanamiento de la oficina del Secretario Presidencial en Palacio de Gobierno – además de omitir la confiscación de los US$ 20,000 escondidos en el baño – requisó un celular nuevo, sin ninguna llamada ni WhatsApp de por medio?

¿Qué les pasa a esos periodistas que le dan cabida a políticos mafiosos para que se muestren como mansas palomas? ¿En qué planeta viven esos que se comen el cuento de los visitadores de la casa de Breña, donde – según el presidente, ahí sí, sin sombrero – sólo iban a tomar café? 

No señores. Una democracia de verdad implica orden, libertad, transparencia, integridad, eficiencia, seguridad, progreso, paz, bienestar, etc. Pero no. Esto no es una democracia de verdad. Estamos ante la máxima expresión de una democracia pelotuda. Una democracia en camino hacia una cruel y maldita tiranía.

P. D. Por todo lo dicho – y por muchas cosas más – cada vez más peruanos estamos a favor de la vacancia presidencial por incapacidad moral permanente. Lampadia

 



Los fracasos del chavismo en el Perú

Los fracasos del chavismo en el Perú

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

El temor al pase de Verónica Mendoza (VM) a la segunda vuelta en las elecciones del 11 de abril está llevando a muchos, antes que por amor, por espanto, a cambiar sus preferencias por candidatos viables de derecha, que sumen los votos necesarios para dejarla fuera del balotaje[i]

Sin embargo, no es a ese eventual fracaso (que esperamos se produzca) al cual nos referimos. Queremos ir más atrás.

En el 2006, el chavismo más achorado y de polo rojo, alentado por el propio Chávez y no por su caricaturesco sucesor, derramó millones de petrodólares para la campaña de Humala a fin de que gane las elecciones y ambos puedan rendirle juntos honores a “su general” Velasco, el inepto dictador que ambos admiraban y que Chávez había conocido cuando fue cadete militar de paso por el Perú. Un viejo zorro de la política como Alan García pudo ponerse entre él y Lourdes Flores y asestarle el primer fracaso al chavismo en el Perú.

En el 2011, el segundo fracaso del chavismo se dio cuando Mario Vargas Llosa y Alejandro Toledo, para citar sólo las dos caras visibles de este viraje, garantizaron los modales democráticos de Humala para que este le gane a Keiko Fujimori, a cambio de que se olvide de su propuesta chavista de “Gran Transformación” y la sustituya por la “Hoja de Ruta”, donde los cambios de constitución, la reelección indefinida, las estatizaciones, las nacionalizaciones y el control de los poderes políticos quedaban de lado. Otra cosa es que esta Hoja de Ruta sirviera como ticket de entrada al gobierno de la argolla de izquierda caviar que se mantiene hasta hoy; sin embargo, valgan verdades, los caviares no son chavistas, hasta lo condenan.

En el 2016, la tercera derrota de la nueva representante de la franquicia chavista, VM, vino directamente de las urnas. Más del 70% del electorado votó contra las propuestas de la candidata chavista y esta no pasó a la segunda vuelta. Esto lamentable y paradójicamente no significó un triunfo de la derecha y sus ideas, ya que la misma argolla de la izquierda caviar supo mover los hilos, enconar a PPK y KF y mantener el control de buena parte del aparato estatal. El chavismo quedó derrotado, aun cuando algunos de sus cuadros como Zamora o Ugarte manejan hasta la fecha la salud, con las lamentables consecuencias que vemos.

En el 2020, la franquicia chavista, pese a haber contribuido con letras, verbo, gritos y piedras a la caída del Congreso de mayoría fujimorista, no pasó la valla en las elecciones complementarias y no llegó al Congreso de transición. Va el cuatro fracaso.

Este domingo, podemos estar ante el quinto fracaso, que seguramente sería el último de la franquiciante Mendoza, aunque seguramente no sea el último intento del chavismo de abrir sucursal en nuestro país. Habrá Castillos, Cerrones, Santos, Cáceres Llicas, Antauros o cualquier otro que quiera vestir esa camiseta y porfiar por la destrucción del Perú en las siguientes elecciones. Sin embargo, qué pasaría si VM pasa segunda vuelta. ¿Este sería el primer triunfo del chavismo en el Perú? Muchos creerán que sí. Yo pienso que no. Aquí las razones.

  • Si pasa la segunda vuelta es porque se quitó el polo chavista, se vistió de verde, fue a la peluquería, se pintó los labios, tragó el sapo que no quiso deglutir en 6 años y tuvo que reconocer que Venezuela es una dictadura y Maduro un dictador corrupto.
  • Si VM pasa lo habrá hecho porque se destiño.
  • Si pasa será porque les dijo a sus electores que no les expropiará nada.
  • Si pasa, no será con más del 15% de los votos válidos, bastante menos de lo que tuvo el 2016 cuando era abiertamente chavista.
  • Si pasa será porque buscó el voto de centro, porque le robo los electores a Guzmán y a Vizcarra.

Obviamente, hay quienes no creemos en la sinceridad de esta distancia frente al chavismo y vemos esto más bien como un disfraz.

¿Su proverbial lealtad hacia Nadine, Ollanta, Arana o Yehude nos llevaría a pensar que su lealtad hacia el elector le impediría tamaña felonía?

Sea de verdad o de mentira el cambio, lo cierto es que de cara al elector, VM habría avanzado renunciando a la camiseta del chavismo, lo cual ya es de por sí un quinto fracaso. Con mayor razón si no pasara ningún candidato de derecha a segunda vuelta, ya que en ese caso VM tendrá que derechizarse más de lo que PPK se caviarizó el 2016 para conseguir el triunfo.

Esto no quiere decir que debamos bajar la guardia y dejar de impedir, con nuestros votos y con nuestras ideas, que la señora Mendoza y sus ideas queden fuera del balotaje. Sólo quiere decir que los fracasos a veces pueden tener otra apariencia. Lampadia

[i] Nombre con el cual también se conoce en la segunda vuelta en las elecciones.




Maduro se sostiene

Maduro se sostiene

Los esfuerzos de Guaido, EEUU y el Grupo de Lima, para sacar a Maduro y terminar con el chavismo en Venezuela, van perdiendo fuerza y el régimen de Maduro está en camino de consolidarse.

Así se lee en el artículo de The Economist que compartimos líneas abajo. Una tragedia para los pobres venezolanos, que cada día ven más lejos el fin del chavismo.

Desde el principio de la crisis, en Lampadia dijimos que Maduro no se iría por las buenas. Las fuerzas del narcotráfico, los cubanos y los militares corruptos eran muy sólidas para retirarse por acciones diplomáticas.

Ahora el régimen está haciendo ajustes económicos que bajan la presión de la población y dejan descolocado a Guaidó y sus soportes.

Maduro duradero
Más dólares y menos protestas en Venezuela

Las sanciones han llevado al régimen a retirarse del socialismo, pero de la dictadura.

The Economist
18 de diciembre de 2019
Traducido y glosado por Lampadia

El Humboldt, un hotel de lujo en forma de lápiz con vista a Caracas, ha simbolizado durante mucho tiempo las promesas incumplidas de los gobiernos venezolanos. Construido en 1956, durante la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, ha estado vacío la mayor parte del tiempo. El teleférico a su ubicación en la cima de la montaña se descompone. El régimen actual, una dictadura socialista dirigida por Nicolás Maduro, promete que el Humboldt pronto se relanzará como el primer hotel “siete estrellas” de Venezuela.

El 14 de diciembre organizó una fiesta. Las luces de Navidad centellearon. Un DJ sacó éxitos de reggaeton. Modelos retozaron alrededor de la piscina vacía. Los enchufados (enchufados), enriquecidos por sus conexiones con el régimen, bebieron vodka importado en mesas con vistas panorámicas mientras dos luces láser verdes se proyectaban sobre la capital de un país que sufre la recesión más profunda del mundo. “Caracas se ha convertido en algo así como” El Gran Gatsby “, dijo Karina González, una joven secretaria, mientras miraba el espectáculo de luces. “La decadencia junto con la penuria”.

La fiesta de Humboldt es una señal de cambio. No es un retorno de la prosperidad, que no se extiende más allá de los asistentes a la fiesta y su especie. Tampoco es la democratización exigida por la oposición y por los 60 países que la respaldan. Más bien, apunta a la creciente confianza del régimen de que sobrevivirá a la presión internacional dirigida a derrocarlo, que ha sido liderado por Estados Unidos.

Su política de “máxima presión” sobre el régimen comenzó en enero pasado, después de que Juan Guaidó, el jefe de la legislatura controlada por la oposición, se proclamó presidente interino de Venezuela con el argumento de que Maduro había manipulado su reelección en 2018. Los países latinoamericanos reconocen el reclamo de Guaidó. La administración Trump prohibió las compras de petróleo venezolano por parte de los Estados Unidos, una vez el mayor cliente de Venezuela. Amplió las sanciones a las personas para incluir a casi todos en el círculo íntimo de Maduro.

Las sanciones petroleras han sido porosas. Venezuela ha encontrado clientes no estadounidenses, como Rosneft de Rusia. La producción de PDVSA, la compañía petrolera estatal de Venezuela, está mostrando signos de recuperación después de haber caído tres cuartos desde 2015. Ha firmado un acuerdo con una compañía india para ayudar a impulsarlo aún más y reparar las refinerías. Venezuela obtiene dinero extra de la venta de oro (tanto de minas ilegales como de sus reservas) y narcóticos.

Las sanciones han tenido consecuencias no deseadas. Los funcionarios cuyo viaje está restringido y cuyas cuentas bancarias en el extranjero están congeladas gastan más de su tiempo y dinero en casa, una explicación de la explosión de Humboldt. Más importante aún, las sanciones petroleras fueron un shock suficiente para obligar al gobierno a retirarse del socialismo. Maduro ha levantado casi todos los controles económicos impuestos por primera vez por Hugo Chávez, el líder carismático de la “revolución bolivariana”, quien murió en 2013. Las sanciones “han hecho al gobierno más flexible”, dice Luis Oliveros, economista.

Ha dejado de intentar dictar el tipo de cambio y controlar los precios. Las empresas privadas ahora pueden importar lo que elijan y establecer sus propios precios. Los supermercados en Caracas, casi vacíos durante gran parte de 2017 y 2018, están nuevamente abastecidos de alimentos. No solo los ricos pueden permitírselo. Quizás un tercio de los venezolanos tiene acceso directo a las remesas de familiares que viven en el extranjero. Desde que Maduro asumió el cargo en 2013, al menos 4 millones de personas, el 12% de la población, han abandonado el país. Los venezolanos en el extranjero envían $ 4 mil millones al año, aproximadamente el 3% del PBI, según Econoanalitica, una consultora. Esto complementa la distribución de alimentos del gobierno, desproporcionadamente a sus partidarios, y un programa de ayuda discreto administrado por ONG extranjeras.

Los dólares están dejando de lado el bolívar de Venezuela, la moneda más propensa a la inflación del mundo. Los taxistas y las señoras de la limpieza cotizan los precios en dólares, incluso si aceptan el pago en bolívares. McDonald’s paga a las hamburguesas en Caracas un bono de $ 20 al mes, que es más del triple del salario mínimo de 300,000 bolívares ($ 6). Los precios en los grandes almacenes Traki en el centro de Caracas están en dólares, aunque el signo del dólar en sí no aparece en las etiquetas. Spaghetti (de Egipto) cuesta 50 centavos por un paquete de 400 gramos (14 onzas). Las colas en las cajas sugieren que los compradores comunes pueden permitírselo. El valor de los billetes en dólares en circulación ahora supera el de los bolívares.

La moneda venezolana en sí misma, en la que a la mayoría de la gente todavía se le paga, no se está depreciando tan rápido como antes. El gobierno ha endurecido los requisitos de reserva de los bancos. Según la asamblea nacional, la tasa de inflación anual ha caído de casi un 3% a principios de 2019 a un 13,475% en noviembre, que sigue siendo el más alto del mundo con diferencia.

“Las cosas están un poco mejor que el año pasado”, dice Héctor Márquez, mecánico. Fuera de Caracas, pocos venezolanos estarían de acuerdo. Las personas continúan muriendo innecesariamente en hospitales que carecen de equipos y medicamentos. La ONU estima que 7 millones de venezolanos necesitan urgentemente ayuda humanitaria. Eso ha llevado a la migración interna. Muchas personas huyen de las ciudades provinciales hacia Caracas, donde los atascos regresaron después de desaparecer el año pasado. El Chigüire Bipolar (el Carpincho Bipolar), un sitio web satírico, tiene a Maduro declarando: “La República de Caracas no puede continuar recibiendo refugiados venezolanos”.

La quietud en Caracas es lo que más quiere Maduro. Un venezolano con acceso a dólares tiene menos probabilidades de protestar contra el gobierno, señala Oliveros. Eso complica la tarea de Guaidó, quien ha prometido repetidamente que el régimen de Maduro caerá “pronto”. Su principal esperanza había sido que las fuerzas armadas cambiaran de bando, pero hay pocas señales de eso. El nuevo enfoque de Guaidó es impulsar una reforma de la autoridad electoral, con la que el régimen cuenta para ayudar a manipular las elecciones a su favor.

Su próxima oportunidad será en la elección de la asamblea nacional, que se realizará en diciembre de 2020. El régimen puede celebrarla antes. Si la oposición pierde ese voto, Maduro controlará todas las ramas del gobierno. “Las condiciones para cualquier cambio político en 2020 son cada vez más remotas”, dice John Magdaleno, un consultor con sede en Caracas.

Públicamente, la administración Trump todavía respalda a Guaidó contra el “antiguo” régimen. “No estamos fuera de sanciones”, dijo Elliott Abrams, el hombre clave de Washington para Venezuela, en octubre.

Pero informes recientes de agencias de noticias sugieren que el presidente Donald Trump podría estar buscando nuevas ideas. Una es trabajar con Rusia para presionar a Maduro. Otra es hablar directamente con el régimen. En noviembre, Erik Prince, un ardiente partidario de Trump que fundó Blackwater Security Consulting (ahora llamado Academi), cenó en Caracas con Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela. Eso provocó especulaciones de que los dos gobiernos están estableciendo un canal posterior, que evitaría a Guaidó. Eso no sucedería si el régimen estuviera de salida. Lampadia




Yo sí lo hubiera hecho

Yo sí lo hubiera hecho

Fausto Salinas Lovón
Exclusivo para Lampadia

Luego de que el banquero Dionisio Romero Paoletti revelara que aportó 3´650,000 dólares de su dinero a la campaña presidencial de Keiko Fujimori el 2011 para impedir que el chavismo llegara al poder en nuestro país y otros empresarios revelaran aportes económicos menores para esa campaña y para la defensa del modelo económico vigente, se han escuchado comentarios de diverso tipo.

Para la izquierda, como era de esperarse, estos aportes eran el precio que pagaban los ricos para comprar leyes, políticas y prebendas.

Para los “políticamente correctos”, esos que se ubican en los lugares comunes que construye la media, son razón suficiente para retirar sus ahorros del BCP, compartir posts sobre el tema o hacer cruzadas morales contra los productos de las empresas involucradas.

Para los juristas, se tratan de aportes de campaña simplemente, usuales en todas las campañas políticas, que no estaban prohibidos por la legislación electoral de ese momento y cuya omisión en el registro electoral del partido beneficiado, constituye una infracción electoral susceptible de sanción administrativa. Hoy en día, aportes de este tipo tienen otro tratamiento legal y podrían ser considerados como delito.

Sin embargo, lo que más llama la atención es la posición de algunos otros empresarios y en particular de la actual presidenta de Confiep, para quien los empresarios que han hecho estos aportes “debieran dar un paso al costado”.

No señora León, los empresarios que aportaron para una opción política contraria al chavismo y los empresarios que aportaron a la CONFIEP para que esta defienda en el 2010 la libre empresa, el estado de derecho, la libertad económica y en general el modelo económico que ha permitido reducir la pobreza mejor que nunca en la historia del Perú, impulsar el crecimiento económico sostenido del país y reinsertarnos al mundo, no deben dar un paso al costado, deben dar un paso al frente y ser emulados por sus pares.

Desde el 2003 habían llegado a toda Sudamérica los millones del castro chavismo para capturar el poder y luego saquearlo con jugosos contratos de obras públicas faraónicas en manos de empresas del Cartel de Sao Paolo. Evo y Correa no llegaron al poder por bendición de Dios en Bolivia y Ecuador, respectivamente. El 2005 se vio el despliegue económico del nacionalismo en la campaña política que obligó a los peruanos a votar por Alan García para evitar que llegue la “Gran Destrucción”. El 2007 ya se conocía la maleta incautada en Aeroparque al venezolano Antonini Wilson con 790,550 dólares para la campaña de Christina Kirchner, que puso en evidencia el modus operandi del financiamiento político venezolano. El 2008 ya se conocía el financiamiento político de Caracas a todos los partidos del Foro de Sao Paolo. Para el 2011 la señora Verónica Mendoza ya había viajado a Venezuela, junto con Nadine y Ollanta para pedir la bendición y el apoyo de Chávez, como lo confirman las agendas en las cuales, según el peritaje de Andrés Begazo, escribía Verónica Mendoza (diario Perú 21. 20.03.2016).

Para el 2011 ya habían llegado al Perú muchos millones de dinero venezolano para imponernos un cambio de modelo económico y virar nuestro país hacia el rumbo venezolano o nicaragüense. Según consigna el Diario Perú 21 (16.05.2017), serían 16 millones de dólares los recibidos por Ollanta Humala para este fin del venezolano Levay Reyes y del cubano Perazo Gonzales.

En este contexto, haber aportado a la campaña política que buscaba frenar (cosa que no logró), la llegada del chavismo al gobierno, no es algo por lo que haya que dar un paso al costado. Es algo por lo cual hay que dar un paso al frente.

Los aportes de las empresas peruanas no impidieron que Humala llegue al poder. Eran enanos frente al aporte chavista que se hizo evidente en un despliegue logístico y de propaganda que se vio en todo el país. Hubieran sido igualmente inocuos si quien pasaba a la segunda vuelta hubiera sido PPK o Toledo en lugar de Keiko Fujimori el año 2011, ya que la maquinaria chavista había penetrado el tejido político del país, regiones, alcaldías y su victoria era inevitable.

Las empresas y los empresarios tienen, como todos los ciudadanos, el deber y el derecho de participar en los asuntos y la vida política del país. Si tienen dinero y este proviene del éxito obtenido en el funcionamiento de un modelo económico que permite el crecimiento, la generación de empleo y la reducción de la pobreza, sin duda el deber es aún mayor. Otra cosa muy distinta es si piden algo a cambio y si esto se les concede, como sucedió con las empresas brasileras. Eso no es aporte, es prebenda o dádiva y habría que investigar, para erradicar el mercantilismo.

Sin embargo, al final de todo lo que importa es saber si el Perú, ante una nueva encrucijada como la del 2011, volverá a contar con sus empresarios y su aporte. Eso es precisamente lo que quieren conseguir. Desarmar las opciones a favor del modelo y dejarlo desguarnecido, en manos del aporte chavista, del narcotráfico o del aporte, esta vez del Foro de Puebla.

Si yo tuviera los millones del señor Dionisio Romero, sin duda hubiera aportado eso y más para salvar a mi país del comunismo que viene bajo muchos ropajes. Empresarios que aportan a la política, no den un paso al costado, den un paso al frente. Y no solo aporten dinero, aporten ideas, experiencia, éxito y súmense a la lucha para defender el país. Lampadia




¿Cómo parar el régimen de Maduro?

La satrapía del chavismo no parece tener fin. Por las buenas no se irán los cubanos, ni los narcotraficantes, ni los militares corruptos del régimen.

Por la fuerza las cosas son tanto más difíciles y peligrosas.

Hoy parece que la situación está en un ‘stand-off’, paralizada, sin visos de solución. Nada le importa al régimen. Las muertes de niños y ancianos no le importan, la gran crisis humanitaria es ninguneada y desconocida. La situación no da para más, pero, sin embargo, no parece haber salida.

Tom Rogan, del Washington Examiner, tiene una propuesta singular que puede ser muy efectiva, ver líneas abajo.

La idea es cortar mediante un bloqueo naval, el abastecimiento de petróleo a Cuba. Esto desquiciaría su economía y permitiría una negociación por la cual se les lleve, a los cubanos, a dejar Venezuela, con la oferta de luego, sin ellos en Venezuela y sin Maduro, reponer el abastecimiento.

A su vez, Maduro, sin el apoyo cubano en Venezuela, no podría evitar el colapso del apoyo militar interno.

Una ingeniosa solución, pacífica y efectiva, que tal vez permita romper la desesperación de millones de venezolanos. Hacemos nuestra la propuesta de Rogan.

Poner fin al régimen de Maduro mediante el bloqueo de sus suministros de petróleo a Cuba

Washington Examiner
Tom Rogan
 27 de febrero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

A falta de una operación en tierra, ¿cómo puede Estados Unidos expulsar del poder en Venezuela, a Nicolás Maduro?

La respuesta es eliminar su control de recursos sobre las palancas de la coerción estatal. Porque si Maduro no puede comandar las fuerzas de seguridad, tendrá que huir de Venezuela o enfrentar una caída violenta. Por esa razón, el próximo paso de Estados Unidos contra Maduro debería ser cortar sus suministros de petróleo a Cuba.

Como informó el Wall Street Journal el martes, Cuba recibe alrededor de 40,000 barriles de petróleo venezolano cada día. Esto, dice el diario, representa el 28 por ciento de las necesidades petroleras de Cuba. Y el análisis del gobierno de los Estados Unidos también sugiere que Cuba depende en gran medida del petróleo para sus necesidades de electricidad en general. Si estas exportaciones se ven limitadas incluso en un grado medio, la economía de Cuba se enfrentará a la ruina. Su gobierno comunista gobernante enfrentaría a su vez una gran presión para abandonar a Maduro.

Las consecuencias para Maduro serían muy serias. Después de todo, el servicio de inteligencia de Cuba y su ejército le permiten a Maduro disuadir a su fuerza de seguridad de desertar al presidente interino, Juan Guaido. Pero si los cubanos no obtienen su petróleo y sienten que no lo harán a menos que empaquen y se vayan de Venezuela, no tendrán otra opción. En ese momento, las deserciones de las fuerzas de seguridad venezolanas serán más fáciles. El fin del apoyo cubano socavaría inmediatamente la credibilidad de Maduro como sobreviviente.

Ni Cuba ni Venezuela tienen los medios para disputar a la Marina de los Estados Unidos en el Caribe. Y la 4ª Flota de los Estados Unidos ya tiene activos importantes cerca de su área de control. Considerando que más de 650 millas de agua separan a Cuba de Venezuela, un embargo de la Marina de los EEUU se podría lograr con una pequeña flotilla de tres a cuatro destructores de EEUU que operan aproximadamente a medio camino entre las dos naciones. Por otra parte, la carga militar de los EEUU hace probable que una vez que se regresen los primeros petroleros, las ramificaciones políticas tengan repercusiones inmediatas en La Habana y Caracas. Los oficiales superiores reconocerían las mareas cambiantes de las fortunas de Maduro y buscarían la rehabilitación bajo la administración de Guaido.

¿Sería esta acción legal? Sí. El presidente Trump tiene una amplia libertad constitucional para desplegar el ejército de los Estados Unidos en las operaciones de interdicción marítima. Guaido probablemente también autorizaría tal acción si los Estados Unidos le pidieran permiso. ¿Sería moral? También, sí. La gente de Venezuela está muriendo de hambre y muriendo de enfermedades fácilmente tratables porque Maduro sigue en el poder. Y el gobierno legítimo de Guaido ha sido bloqueado del poder. Lampadia




La Era PT en Brasil – IV

Este es el cuarto de una serie de artículos de nuestro colaborador Sebastiao Mendonca, con la que describe el origen, formación, gobierno y debacle del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, fundado y destruido por Luiz Inácio Lula da Silva.

Como explicamos anteriormente, uno de los factores de la interrupción nuestro desarrollo es producto de los escandalosos niveles de corrupción diseñados y ejecutados por el ‘putch’ imperialista de la izquierda brasileña, comandada por el ‘gran Lula da Silva’ y sus socios del chavismo y del castrismo. Ver en Lampadia: Brasil corrompe política y negocios – Y nosotros disparamos fuera del objetivo.

Efectivamente, la estructura de corrupción diseñada por el Partido de los Trabajadores y las empresas constructoras brasileñas, con cuentas especiales y diversos mecanismos para la canalización de fondos, tenía tres propósitos fundamentales:

  • Apoyar la consolidación de las izquierdas latinoamericanas en el poder.
  • Comprometer a políticos, periodistas y empresarios, en redes de corrupción.
  • Multiplicar la participación de las constructoras brasileñas en obras que puedan retroalimentar fondos para profundizar los circuitos de la corrupción.

Este gran desarrollo mafioso fue felizmente desbaratado por los notables jueces brasileños y el sistema judicial estadounidense. Algo que debemos agradecer y ponderar; y en todo lo posible, imitar; tal como se hizo en Brasil con el ejemplo de ‘Manos Limpias’ en Italia.

Sin embargo los daños en el Perú han sido inmensos. Somos el único país de la región que desbarató su sector de construcción. Apenas estalló el escándalo de Lava Jato en el Perú, nuestra primera preocupación fue cómo separar la paja del trigo, cómo evitar que el remedio hiciera daño, afectando nuestra debilitada economía. Lamentablemente el gobierno de PPK rechazó nuestras sugerencias de intervenir las empresas y proyectos vinculados al escándalo, permitiendo que mientras se avanzaba con las investigaciones, continuaran operando.

Lula, pues ha sido uno de los elementos más perniciosos de la política regional. Gobernó el país durante ocho años y lo llevó hacia el proteccionismo y el asistencialismo, cooptando a sus opositores y promoviendo altísimos niveles de corrupción gubernamental. Ver en Lampadia: La peor Red de corrupción latinoamericana.

Leamos la cuarta entrega de Mendonca, que nos ayuda a entender este abominable proceso.

Sebastiao Mendonca Ferreira
Centro Wiñaq
Para Lampadia

El 2008, cuando Dilma Rousseff fue electa presidente de Brasil, el Partido de los Trabajadores (PT), creía que había descubierto la fórmula mágica de la política. Lula había gobernado por dos mandatos, había terminado su segundo mandato con una aprobación extraordinaria (78% según una encuesta de Data Folha), y había logrado elegir a quien lo seguiría en el gobierno (Dilma Rousseff), mientras él se preparaba para regresar para el cuarto o quinto período continuado del PT en el gobierno, el 2014 ó 2018. Con esos éxitos, el PT ya se consideraba la versión brasileña del PCC (partido comunista cubano) o del PRI[i] mejicano, en pleno siglo XXI.

Sin embargo, en el 2013 la popularidad de Dilma comenzó a caer. Ello ocurrió sin crisis económica, cuando el ingreso per cápita brasileño estaba en su cumbre: US$ 15,430  (ajustado por poder de compra).  Después un período de inestabilidad política[ii], el PT logra reelegir Dilma manipulando los precios, ocultado los déficits, y utilizando métodos cuestionables de marketing político. Recién elegida, la popularidad de Dilma comienza a caer aún más, y después de grandes movilizaciones y de un juicio político por sus malos manejos en la Gestión del Estado, Dilma fue destituida. El 31 de agosto de 2016, después de casi 13 años, la era del gobierno del PT llegó a su fin.

Menos de un año después, en junio del 2017, Lula da Silva, el gran activo político del PT, fue condenado por el juez Sergio Moro a 9 años y medio de prisión por corrupción y lavado de activos, y el 24 de enero de 2018 su sentencia fue ratificada por unanimidad por el TRF-4 y su condena fue aumentada a 12 años y un mes. Hace poco más de un mes que Lula se encuentra prisionero en una cárcel de la Policía Federal y los innumerables intentos legales y políticos del PT por liberarlo han fracasado. A pesar de mantener 30% de intención de voto, Lula está prohibido de ser candidato por su condena por corrupción. La prohibición se debe a la Ley de Ficha Limpia (nº.135), promulgada por el mismo Lula el 2010.

¿Qué pasó para que la suerte del PT cambiara tanto, en tan poco tiempo?

 El caso del PT es una historia de fracaso y no de derrota, es decir, su tragedia se debe principalmente a fallas propias del PT y no a las habilidades de sus rivales. Los petistas,

naturalmente, no están de acuerdo con ese diagnóstico, e intentan explicar su destino buscando culpables externos. Para entender el fracaso comencemos por explicar el éxito inicial del PT. El éxito de Lula se debió a cinco grandes factores:

  1. El boom de las exportaciones (2002-2008) que generó un gran superávit comercial, bajó el dólar y permitió el ingreso masivo de importaciones industriales baratas de China, mejorando la calidad de vida de los sectores medios.
  2. Una política económica conservadora, de Lula, que mantuvo y fortaleció los equilibrios macroeconómicos heredados del gobierno anterior (Trípode Macroeconómico)[iii].
  3. La expansión de los programas sociales que permitieron aparentar resultados de corto plazo (no sostenibles) en la reducción de la pobreza y generar un electorado cautivo numeroso (cerca de 30 millones de electores dependientes de los programas sociales).
  4. La estabilidad económica heredada del gobierno anterior (FHC) que posibilitó el aumento del crédito y el consumo de bienes durables.
  5. Una intensa campaña demagógica que descalificaba a su antecesor y presentaba a Lula y al PT como los únicos políticos realmente comprometidos con el mejoramiento de la calidad de vida de la población del país.

Con Lula, el Brasil desperdició una oportunidad histórica para construir las bases de su desarrollo. Al concluir el boom de las exportaciones, los sueños de grandeza se esfumaron, dejando la triste realidad de una economía poco productiva y un sistema político corrupto.

Las semillas de la destrucción: La corrupción, Mensalão

Desde los inicios, el gobierno del PT, puso en marcha un esquema de institucionalización de la corrupción como uno de los pilares de su estrategia política.[iv] El sistema de corrupción era importante para financiar sus campañas y su militancia, consolidar su alianza con un grupo de grandes empresas, comprar a periodistas e intelectuales y ampliar su coalición de poder.

El escándalo conocido como “Mensalão” (2004-2006) ocurrió al descubrirse que el PT estaba comprando alianzas políticas pagando mensualidades a congresistas de varios partidos: Partido Popular Socialista (PPS), Partido Laborista Brasileño (PTB), Partido Socialista Brasileño (PSB), etc. El escándalo envolvió a líderes clave del PT como José Dirceu (primer ministro de Lula), Antonio Palocci (ministro de finanzas de Lula), José Genoíno, (ex-guerrillero comunista y presidente del PT), Duda Mendonça, (estratega de campaña de Lula), Delúbio Soares (tesorero del PT)[v], entre otros.

El mecanismo de pago de sobornos era bastante sofisticado e involucraba redes de empresas privadas e instituciones públicas, en el Brasil y el exterior.[vi] Ese escándalo casi trajo abajo al gobierno de Lula y destruyó la reputación de sus dos mejores líderes y potenciales candidatos para presidente de la República el 2010: José Dirceu y Antonio Palocci. Sin opciones competentes para su continuidad, Lula tuvo que contentarse con la única figura visible que, por ser externa al PT, no estaba públicamente involucrada en el Mensalão, Dilma Rousseff, una persona muy limitada, y sin mayor experiencia política.

A pesar de las limitaciones de inteligencia y de experiencia de Dilma Rousseff, Lula construyó una imagen falsa de su candidata, presentándola al país como si fuera una gerente competente y una política hábil, para así inducir a la población (que confiaba en él) a votar por aquella señora como la continuación de su gobierno. En vez de esperar para regresar cuatro años después, Lula prefirió mentir a la población, induciéndola a entregar el mayor poder político del país a una persona sin las calidades ni las competencias mínimas para tan importante cargo.

El problema era que Lula y el PT querían destruir la alternancia democrática para instalar un gobierno de una oligarquía partidaria. Sin darse cuenta, el PT estaba imitando a los militares que gobernaron al Brasil entre 1964 y 1985. Lula nombraba los presidentes al interior de su organización, y buscaba legitimarlos electoralmente en base a la manipulación política. Como veremos más adelante, esa estrategia le iba costar mucho al Brasil y al PT.

Las semillas de la destrucción: La corrupción, Petrolão

Mientras avanzaba el juicio a los corruptos del Mensalão, Lula y el PT estaban dedicados a organizar el sistema de corrupción en Petrobras. Ese nuevo sistema, conocido como Petrolão, era aún más grande que el anterior. Esta vez, el PT no actuó solo, sino que lo hizo con sus dos principales aliados: el Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, hoy MDB) y el Partido Progresista (PP).

 Descubierto por la Operación Lava Jato, el Petrolão resultó siendo el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil,[vii] involucró a varias de las principales empresas contratistas del país: Odebrecht, Andrade Gutierrez, Camargo Correa, OAS, etc. Por primera vez, Luis Lula Inacio da Silva estaba personalmente involucrado en un gran escándalo de corrupción. Ya no era posible responsabilizar solamente a los tesoreros del PT o a algunos ministros o congresistas por los delitos descubiertos. Las evidencias que fueron saliendo a la luz indicaban la participación directa de Lula en diversos componentes del escándalo. Preso y con 8 juicios adicionales, el impacto de la corrupción sobre la imagen de Lula ha sido demoledor, especialmente en la clase media brasileña, en el centro y sur del país, y en la escena internacional. Se ha deteriorado seriamente la imagen de Lula, el principal activo político del PT, perjudicando mucho sus posibilidades electorales.

 La red de corrupción no se limitó al gobierno de Lula. Durante el gobierno de Dilma, los esquemas montados por Lula siguieron operativos. Dilma puso a los corruptos en los más altos cargos del Estado y de las empresas públicas. Los robos en Petrobras solo se interrumpieron cuando apareció el  Lava Jato el 2014. Antonio Palocci, hoy preso por corrupción, fue primer ministro de Dilma, y Guido Mantega, preso por corrupción, fue su ministro de finanzas hasta el final. El asesor de marketing político de Dilma (Joao Santana), también está preso por corrupción.

Para financiar la corrupción y consolidar el capitalismo de compadres, el PT expandió el Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social (BNDES) a niveles extraordinarios. En 8 años Lula triplicó el volumen de crédito del banco, pasando de R$60 a R$168 mil millones de créditos anuales. Dilma mantuvo ese crecimiento en 20% anual incrementando el costo de la deuda pública a 14%, para brindar créditos subsidiados al 5% a las grandes empresas y gobiernos ideológicamente afines. Los grandes beneficiarios fueron Odebrecht, JBS/Friboi, Eike Batista y otros. Hoy, los gerentes de la mayoría de esas empresas están presos por corrupción. [viii]

 Semillas de la destrucción: Heterodoxia económica

Puede parecer increíble, pero en el Brasil, las teorías económicas heterodoxas aún son creíbles.[ix] A diferencia de Lula, un conservador en economía, Dilma optó por la heterodoxia. Cuando el boom de las exportaciones se enfrió, Dilma abandonó el Trípode Macroeconómico “neoliberal” de Fernando Henrique Cardoso, aplicado por Lula, y lanzó la “Nueva Matriz Económica” de concepción heterodoxa. Con su “nueva” política económica Dilma decidió estimular el consumo sin cuidar los costos.

Los resultados no se hicieron esperar. El superávit fiscal primario (antes del pago de deudas), que en el 2011 era de 3%, comenzó a caer en forma sistemática llegando a -2% el 2016. La deuda pública, que ya era alta (50% del PBI) se disparó el 2014 llegando a 70% del PBI en poco más de dos años, manifestando un absoluto descontrol de las finanzas públicas. En el caso de Brasil, la deuda pública genera un costo financiero muy alto porque, como ha sido indicado, los intereses pagados por el Estado brasileño son de 14% anual.

El control de precios, utilizado como instrumento de demagogia electoral, permitió ocultar la inflación por dos años, pero la disparó a partir del 2013. Los precios “controlados” se descontrolaron y subieron un 18% el 2015. Los gastos públicos, también con fines demagógicos, se dispararon. Según el Tribunal de Cuentas de la Unión, la Copa del Mundo el 2014 costó cerca de 12 mil millones de dólares,[x] y las Olimpíadas del 2015 costaron $17.6 mil millones.[xi] Ninguno de esos gastos mejoró la productividad de la economía brasileña.

 Dilma gastaba todo lo que ella consideraba necesario para mantener su popularidad, y manipulaba las cuentas nacionales para ocultar los déficits. La confianza de los empresarios comenzó a caer desde el inicio del gobierno de Dilma, pero se derrumbó el 2014, cuando los indicadores empeoraron. La confianza de los consumidores seguía a los empresarios, aunque con un año de diferencia. El 2015 Brasil perdió el grado de inversión de las principales agencias de riesgo (Standard and Poor, Fitch y Moody’s). La consecuencia final de esa cadena de errores fue la peor crisis económica desde 1930. Después de más 80 años, la economía brasileña cayó ocho trimestres consecutivos: -3.8% (2015) y -3.7% (2016).[xii]

La manipulación de las cuentas nacionales fue la gota de agua que llenó el vaso. Para ocultar su crisis, Dilma comenzó a utilizar a los bancos públicos para financiar los gastos corrientes del Estado, las llamadas Pedaladas Fiscales. Con esa práctica Dilma hacia sus cierres mensuales ocultando los déficits y mostrando “resultados” falsos. Esa práctica había sido prohibida durante el segundo gobierno de FHC (Ley de Responsabilidad Fiscal 101 del 2000).

En la Ley de Responsabilidad Fiscal se especificaba que la penalidad por su violación sería la destitución del cargo presidencial. FHC obedeció esa Ley rigurosamente y Lula también, aunque se descuidó un poco al final de su segundo gobierno (ver gráfico). Es Dilma quien hace de las Pedaladas Fiscales una práctica regular de gestión para manipular las cuentas públicas, realizando operaciones por más de 20 mil millones de dólares.

Semillas de la destrucción: La anulación de la alternancia democrática

El plan del PT era quedarse en el poder para siempre, como los comunistas en Cuba y el PRI en Méjico. Para ello el PT creó los mecanismos de manipulación política de la población pobre (Bolsa Familia), desarrolló una narrativa de descalificación de sus rivales (derecha neoliberal) y financió su coalición con la corrupción institucionalizada (Mensalão, Petrolão, etc.).

En ese esquema, los presidentes Lula, Dilma y otros, se alternarían en el poder, dejando a todos los demás partidos políticos al margen del poder presidencial. El PT reservaba para sí el rol hegemónico en el sistema político nacional, asignando a todos los demás partidos un rol subordinado. Si algún partido osaba disputarle esa hegemonía por la vía electoral, el PT descargaba sobre él su demoledora batería de difamación. En las elecciones del 2014, en que Marina Silva[xiii] y Aécio Neves compitieron con Dilma Rousseff, el PT demostró que dominaba bien los principios de la propaganda del nazi Joseph Goebbels, logrando erosionar las reputaciones de sus rivales hasta descalificarlos moral y políticamente.[xiv]

El problema de esa postura es que, después de un tiempo, todos los partidos se unificaron en contra del PT, como condición para ampliar sus espacios políticos. Es como si la historia se repitiera con variaciones. En los años 1980 todos los partidos políticos querían el final de la dictadura, pues los militares habían definido que solo ellos podrían ser presidentes. El resultado fue que, pasado el riesgo del caos social de los años 60 y 70, todas las fuerzas políticas del país sentían que podrían beneficiarse con la apertura democrática, la coalición política de los militares colapsó y tuvieron que dejar el gobierno. Lo mismo sucedió con el PT. El 2015 todos, hasta sus aliados, querían el fin de la Era PT.

El fin de Dilma

El desgobierno de Dilma, con la violación sistemática del la Ley de Responsabilidad Fiscal, ofreció a los demás partidos la oportunidad para retornar a la alternancia democrática. La ley era tajante: castigaba con la destitución al presidente que no la cumpliera. El caso de Dilma estaba claro, estaba documentado y tenían abundantes pruebas (ver gráfico). Además, su popularidad se había derrumbado, la población estaba protagonizando las mayores marchas de la historia del país. Lula estaba desprestigiado y no tenía como salir en defensa de Dilma.

Además, los petistas, no entendían qué estaba sucediendo. Ellos habían dominado los medios y las calles por 30 años, y ahora no lograban armar nada parecido a las campañas y marchas de la oposición. El tradicional discurso del PT, con el cual descalificaban a sus rivales, dejó de funcionar. Para la mayoría de la población el discurso petista había perdido significado. Su simbología, las banderas rojas y las marchas violentas, chocaban con las expectativas de las nuevas generaciones. Las nuevas marchas eran masivas y pacíficas, con banderas de Brasil, con frases de apoyo a Lava Jato y a Sergio Moro, y demandaban el enjuiciamiento de Dilma Rousseff.

Dilma fue destituida el 31 de agosto de 2016 con la aplicación rigurosa del marco jurídico del país. El PT armó el discurso de golpe para recordar el golpe militar de 1964 y crear una narrativa para su aliados nacionales e internacionales. Sin embargo, el proceso de enjuiciamiento de Dilma y el cambio de gobierno al vice-presidente Michel Temer ha sido institucionalmente ejemplar, y muestra una nueva fase del desarrollo democrático del país.

La salida del PT fue un alivio. Se interrumpió el desastre de Dilma, pero el país vivía una severa crisis económica y moral, con un sistema de pensiones insostenible, con una deuda pública que devora la capacidad de inversión del Estado, con una economía cerrada y con baja productividad, con pésima calidad de servicios de Salud y Educación, con una clase política más corrupta que antes, con decenas de millones de jóvenes ideologizados, con 60 millones de personas dependientes de la asistencia social, y la población desconcertada sobre las ideas que deben orientar a los gobernantes del país.

En el próximo artículo de esta serie, desarrollaremos las implicancias y desafíos de las nefastas herencias del PT.

Hoy, en pleno proceso electoral presidencial, la situación de Brasil es de alta incertidumbre. A cinco meses de las elecciones, los candidatos son todos minoritarios y las opciones liberales no tienen probabilidades de éxito. A pesar de todo, el país está mejor que el 2013, cuando el discurso populista era el único que se paseaba en los medios de comunicación y se alojaba en la mente de la población. Ahora hay debates abiertos, y algunos segmentos de la población comienzan a entender como funciona la política en su país. Se abren nuevas posibilidades. Lampadia

 

[i] El PRI, Partido Revolucionario Institucional, es un partido político mejicano que gobernó su país por 71 años consecutivos (1929 a 2000), un período aún más largo que el Partido Comunista de Cuba (1959-2018).

[ii] En junio del 2013 se realiza una serie de marchas en contra del alza de pasajes. Aún que el objeto de las marchas no fuera político, dio inicio a una serie de otras marchas que terminaron siendo importantes para la caída de Dilma.

[iii] El Trípode Económico, definido por el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, tenía tres principios: Cambio flotante, meta de inflación, y meta fiscal (equilibrio).

[iv] La corrupción es una tradición en el sistema político brasileño, pero era personalizada. La institucionalización de la corrupción ha sido responsabilidad del PT. Ningún partido, antes del PT, había encargado a sus primer ministros y ministros de finanzas el manejo de la corrupción. Sólo el PT lo hizo.

[v] Delúbio Soares acaba de ser preso para cumplir una segunda condena de 6 años de prisión por corrupción.

[vii] En el siglo y medio que duró el ciclo del oro, Portugal se llevó entre 20 y 40 millones de onzas de oro de Brasil. Considerando el precio del oro en la época (US$20) y actualizando al valor presente (US$600 la onza) se llega a cantidades entre 12 a 24 mil millones de dólares.

[ix] El Perú experimentó la teoría heterodóxica en el primer gobierno de Alan García, con la asesoría de Daniel Carbonetto, y sirvió como vacuna, pero en el Brasil el experimento recién se realizó en esta segunda década.

[xii] Todos los gráficos de Mercado Popular están disponibles en: http://mercadopopular.org/2016/05/a-ascensao-e-queda-do-pt-em-13-graficos/

[xiv] Marina Silva llegó al llanto en público ante las mentiras que fueron irradiadas por el PT en su contra.




Venezuela Hora Cero

La crisis económica y política de Venezuela no ha disminuido, más bien empeora día a día. Es una crisis humanitaria que está condenando a muerte a muchísimos venezolanos, especialmente infantes y adultos mayores. La escasez de lo más elemental es generalizada, empezando por alimentos y medicinas. La hiperinflación agrava la miseria aceleradamente y ya se ha desatado una migración imparable, que está dejando sin servicios a los que no pueden migrar, creando además, una serie de problemas en los países vecinos, que se ven forzados a abrir los brazos a gente que ya no tiene más opciones de vida.

Según la Superintendencia Nacional de Migraciones, a diciembre del 2017, en el Perú ya habíamos recibido unos 115,000 venezolanos. Sin embargo, muchos de ellos solo están aquí ‘de paso’, pues según sus declaraciones, tienen como último destino a Chile y Argentina. “Así como el Perú es un país de acogida, también es un país de tránsito”, explicó Eduardo Sevilla Echevarría, Superintendente Nacional de Migraciones. Estos 115 mil venezolanos están en calidad migratoria de turista y, de esa cifra, 31,300 se han acogido a un Permiso Temporal de Permanencia (PTP).

La siguiente inconografía publicada por La Nación de Argentina, muestra el destino de la diáspora venezolana:

Fuente: La Nación de Argentina

Nosotros tenemos que darles la mano a nuestros vecinos que están sufriendo una crisis humanitaria que ya está siendo comparada por la CNN como equivalente a la crisis migratoria de Siria. Felizmente, nuestra política ha sido particularmente atractiva para los migrantes que buscan oportunidades económicas, pero también para el estatus legal que es difícil de adquirir en otros lugares, ya que (a diferencia del Perú), otros países de la región están poniendo cada vez más las restricciones a los venezolanos, especialmente Colombia, el más cercano, que ya alberga más de medio millón de refugiados.

En general, los peruanos tendemos a darles la bienvenida a los inmigrantes, una actitud probablemente adquirida por nuestros recuerdos de haber vivido un período de conflicto interno e hiperinflación, y una emigración que se llevó el 10% de nuestra población. Hay 3  millones de peruanos en el exterior, y durante el auge petrolero de Venezuela, miles de técnicos y profesionales peruanos se mudaron a Caracas y se establecieron allí, formando familias de doble ciudadanía. Estos hombres y mujeres fueron ahora los primeros en regresar al Perú.

El País: Miles de venezolanos cruzaban la frontera hacia Colombia, en julio del año pasado. 
Fuente: GEORGE CASTELLANO AFP

Como dice Sevilla, “El Perú ha sido, es y será siempre un pueblo hospitalario. Tenemos 3 millones de peruanos en el exterior. ¿Se imaginan ustedes alguna señal, alguna muestra (de rechazo) a alguno de esos 3 millones en los distintos países del mundo? Que los afecte, que trascienda por los medios y las noticias… La tolerancia, el pluralismo y el diálogo va al compás de los tiempos modernos”. Y tal solidaridad y tolerancia les brinda a los venezolanos un sentido de pertenencia, estén donde estén, y las fuerzas para seguir adelante a pesar de haber abandonado su hogar.

La situación de desabastecimiento que vive el país vecino llevó a que más de 200.000 personas cruzaran la frontera el fin de semana pasado en busca de víveres y medicinas. Foto: Juan Pablo Bayona

Lamentablemente, hay casos de discursos xenofóbicos, como el de Fernando Vivas en su columna de El Comercio, en la que propone restringir el ingreso de venezolanos porque son “más blancos y atractivos que el peruano promedio”, lo que generaría discriminación en contra de los peruanos. Un argumento ridículo. Más bien, al día siguiente Mariátegui respondió diciendo que “Tu postura ayer en tu columna de EC de restringir el ingreso de venezolanos porque son “blancos” es digna de Antauro Humala o su excéntrico viejo. (…) Venezuela SÍ nos abrió las puertas en los horripilantes 70 y 80. Es más, yo viví un tiempito allá en 1998 y era uno de los poquísimos países del mundo que nos recibían a los apestados peruanos con las puertas abiertas en aquel entonces”.

Más allá de las columnas de opinión, desde el lado de nuestra política interna, también se aprecian comentarios negativos hacia la aceptación de más venezolanos, marcadamente así, por parte de las izquierdas, con mucho énfasis en el sur del país. Por ejemplo, el congresista Apaza tuvo el muy desatinado comentario de que se debe restringir el ingreso de los venezolanos porque les estarían quitando empleos a los peruanos.

Curioso fenómeno, las izquierdas, que defendieron ciegamente a Chávez y ahora a Maduro, prefieren que los venezolanos vivan su suplicio allende nuestras fronteras, y que no los tengamos en el Perú, como testimonios vivientes del clamoroso fracaso del socialismo y el estatismo que siguen persiguiendo imponernos.

Los testigos del fracaso del socialismo y el estatismo

Los venezolanos que están en el Perú, ya sea que trabajen de vendedores ambulantes, en los micros, en restaurantes o en cualquier otra posición, están dando sus testimonios sobre las empobrecedoras políticas del régimen cubano chavista en Venezuela. Muestran con escándalo los billetes de alta denominación de Bolívares, que valen menos que el papel en que están impresos (cómo nuestros antiguos Intis de García I), y transmiten el rechazo absoluto a las políticas que nuestros izquierdistas planean imponernos a los peruanos, si les damos la oportunidad de gobernar.

Como hemos publicado en varias ocasiones, la crisis humanitaria y política a la que se enfrenta Venezuela, ha sido labrada a pulso por los crímenes de ‘leso gobierno’ del chavismo. Además, de destrozar el país, Venezuela se dio el lujo de usar parte importante de sus recursos para mantener la caduca dictadura cubana, varios pequeños países de Centro América y el Caribe y, de financiar a partidos izquierdistas de la región con sus ínfulas del ‘socialismo del siglo xxi y el albismo.

Esta lastimosa experiencia, de un querido país sudamericano, es una dura lección sobre las consecuencias de sus políticas dirigidas a capturar todo el poder dizque ‘en pro de los pobres’ y, según los resultados, a entronizar un odioso nivel de corrupción. No podemos dejar de preguntarnos cómo es posible que la izquierda peruana, cegada por su obsoleta ideología, tenga cara para seguir apoyando uno de los peores, o el peor, gobierno de la historia latinoamericana.

Recordemos que economía de Venezuela continúa colapsando. Se espera que la inflación alcance 13,000% este año. La escasez absoluta deja las tiendas vacías, y muchos hospitales están mal equipados para tratar incluso los problemas básicos. La malnutrición está aumentando y algunos padres que no pueden alimentar a sus hijos los han entregado a orfanatos. La violencia es generalizada y las fuerzas de seguridad han sido acusadas de ejecuciones extrajudiciales y otros abusos. Se dice que el venezolano promedio ha bajado un promedio de 9 kilos de peso en los últimos tiempos.

Hasta hace pocos meses, la población venezolana estaba en las calles dando la batalla para sacar a Maduro. Como dijimos en Lampadia, es poco probable que el pueblo venezolano gane esta batalla sin apoyo externo. Lamentablemente, si no se cambia el régimen pronto, se consolidará en el poder, el ‘Eje Cuba-Venezuela’, controlado por tres mafias (como dice Moisés Naim), el narcotráfico, los cubanos, y los corruptos militares venezolanos. Ese nefasto ‘eje’ hará todo lo posible por extender su influencia a todo Sudamérica, y representa una amenaza que debe ser eliminada cuanto antes.

A pesar del inmenso rechazo popular al régimen, se espera que Maduro retenga el poder en las elecciones del 22 de abril, que, desde ya, están plagadas de irregularidades y fraude. Y es que, como dijo Roger Santodomingo, ex chavista y autor de ‘De verde a Maduro’, en una entrevista en El Comercio: “Maduro no va a dejar el poder por las buenas (…) Maduro se ha convertido en el dictador más cruel de la historia venezolana y ha durado más de lo que cualquiera podía haber esperado.”

A pesar de la desastrosa crisis humanitaria, y la exacerbación de la violencia del gobierno, es bastante claro que el ‘Eje-Cuba-Venezuela’ se está consolidando. Más vale que vayamos pensando en nuevas formas de combatir y derrocar al detestable régimen que ha hecho casa en el país de nuestros hermanos venezolanos. Ver en Lampadia: No permitamos la consolidación del ‘Eje Cuba-Venezuela’.

Acá no queda otra cosa que superar la actual política internacional hacia Venezuela, basada en el ‘appeasement’ (el síndrome de Chamberlain en el Reino Unido en los albores de la Segunda Guerra Mundial), y recordar la visión de Churchill, que logró, en soledad, enfrentar a Hitler y reconquistar la libertad. Hay momentos en que la vida nos pone ante disyuntivas muy difíciles, pero nunca se debe salir de ellas, por el engañoso camino del apaciguamiento de los monstruos.  Lampadia




Apoyemos la fuerza libertaria que plantea Hausmann

Apoyemos la fuerza libertaria que plantea Hausmann

El economista venezolano, Ricardo Hausmann, plantea la necesidad de formar una fuerza libertaria para salvar a los venezolanos de la tragedia humana que se los consume. No le falta razón.

En mayo pasado, en nuestro análisis: La resistencia no puede parar, pero no es suficiente – No permitamos la consolidación del ‘Eje Cuba-Venezuela’, decíamos que la gravísima situación social y económica creada por el chavismo y el ‘socialismo del siglo XXI’ en Venezuela ha generado una interminable crisis humanitaria, pero la corrupta cúpula gobernante no parece dedicada a superarla, sino a consolidar su poder. Ymás vale que vayamos pensando en nuevas formas de combatir y derrocar al detestable régimen que ha hecho casa en el país de nuestros hermanos venezolanos.

Lamentablemente, en la vida de las sociedades, se presentan situaciones que alteran completamente el escenario de vida. Ante ello, uno trata de asumir que las cosas pueden regresar a la situación previa y arreglarse solas, tratando de evitar la necesidad de adoptar actitudes extremas. Pero, la negación puede llevar a condiciones aún más dramáticas.

Este es hoy el caso de Venezuela, atrapado en una crisis humanitaria por mafias poderosas, el narcotráfico, la nomenclatura cubana y los corruptos militares venezolanos. Ninguna de estas mafias dejará de detentar el poder como producto de acciones diplomáticas. Y es que, como dice El País de España en La economía venezolana, en estado de coma “El mal manejo de las actividades económicas por parte del gobierno de Nicolás Maduro, llevaron al país a una bancarrota”.

Como dice Hausmann, se necesita organizar una fuerza libertaria debidamente sustentada en el derecho internacional. Pero, en nuestra opinión, habría además que establecerse un bloqueo naval y aéreo entre Cuba y Venezuela, y una gestión multinacional para evitar interferencias de Rusia y China.

Los venezolanos no pueden esperar más. Ellos esperan nuestra ayuda. Que no se haga tarde. Lampadia

El día D para Venezuela

Ricardo Hausmann
Project Syndicate
2 de enero, 2018

Traducido por Ana María Velasco 

La crisis de Venezuela está pasando, inexorablemente, de ser catastrófica a ser inimaginable. El nivel de miseria, sufrimiento humano y destrucción ha llegado a un punto en que la comunidad internacional debe repensar cómo puede ayudar.

Hace dos años, advertí que en Venezuela se avecinaba una hambruna similar al Holomodor de Ucrania entre 1932 y1933. El 17 de diciembre, The New York Times publicó en su portada fotografías de este desastre, provocado por el hombre.

En julio, describí la calamidad económica sin precedentes por la que atraviesa Venezuela y documenté el colapso en la producción, los ingresos, y los niveles de vida y salud. Probablemente, la estadística más reveladora que cité fue que el sueldo mínimo (el que en Venezuela gana el trabajador mediano), medido en la caloría más barata disponible, había caído de 52.854 calorías diarias en mayo de 2012 a tan solo 7.005 en mayo de 2017, completamente insuficiente para alimentar a una familia de cinco personas.

Desde entonces, la situación ha empeorado de manera drástica. Para el mes de noviembre, el sueldo mínimo se había desplomado a apenas 2.740 calorías diarias. Y la escasez de proteínas es todavía más aguda. El abastecimiento de carne de cualquier tipo es tan reducido, que el precio de un kilo en el mercado equivale a más de una semana de trabajo remunerado al sueldo mínimo.

Las condiciones de salud también han decaído, como consecuencia de las deficiencias nutricionales y de que el gobierno decidió no proveer fórmula para lactantes, vacunas contra enfermedades infecciosas, medicamentos para quienes están en tratamiento por SIDA, cáncer, diálisis y trasplante, y también los suministros generales de los hospitales. Desde el 1 de agosto, el valor del dólar ha añadido un cero, y desde septiembre, la inflación ha estado por encima del 50% al mes.

De acuerdo a la OPEP, desde mayo la producción de petróleo ha declinado el 16%, una reducción de más de 350.000 barriles al día. Para detener este declive, el gobierno del presidente Nicolás Maduro no ha tenido mejor idea que arrestar a alrededor de 60 ejecutivos de PDVSA, la empresa petrolera estatal, y nombrar a un general de la Guardia Nacional sin experiencia en la industria para conducir sus operaciones.

En lugar de tomar medidas para poner fin a esta crisis humanitaria, el gobierno la está usando para consolidar su control político. Rechaza los ofrecimientos de asistencia internacional, al tiempo que, para sofocar las manifestaciones, invierte sus recursos en adquirir sistemas de control de disturbios de grado militar fabricados en China.

Muchos observadores externos creen que el gobierno perderá poder a medida que la economía siga empeorando. Sin embargo, la oposición política organizada está hoy en una posición de mayor debilidad que en julio, a pesar de la crisis y del masivo apoyo diplomático internacional. Desde entonces, el gobierno ha instalado una Asamblea Constituyente inconstitucional con plenos poderes, ha cancelado el registro electoral de los tres principales partidos de oposición, ha destituido a alcaldes y diputados legítimamente elegidos, y se ha robado tres elecciones.

Dado que todas las soluciones son imprácticas, inviables o inaceptables, la mayoría de los venezolanos anhelan alguna forma de deus ex machina que los salve de esta tragedia. Lo mejor sería poder convocar elecciones libres y justas para llegar a tener un nuevo gobierno. Este es el Plan A de la oposición venezolana organizada en torno a Mesa de la Unidad Democrática, y es lo que se busca en las conversaciones que se están realizando en la República Dominicana.

No obstante, es un desafío a la credulidad pensar que un régimen dispuesto a matar de hambre a millones de personas para mantenerse en el poder, va a ceder ese poder en elecciones libres. En la década de 1940 en Europa Oriental, los regímenes estalinistas consolidaron su poder pese a sufrir derrotas electorales. El hecho de que el gobierno de Maduro se haya robado tres elecciones tan solo en 2017, y que haya bloqueado la participación electoral de tres de los partidos con los cuales está negociando en República Dominicana, de nuevo a pesar de una atención diplomática internacional masiva, sugiere que el éxito es improbable.

La idea de un golpe militar para restaurar el orden constitucional agrada menos a muchos políticos democráticos porque temen que después los soldados no regresen a sus cuarteles. Por lo demás, el régimen de Maduro ya es una dictadura militar, con oficiales a cargo de muchas agencias gubernamentales. Los oficiales de alto rango de las fuerzas armadas son esencialmente corruptos, habiendo participado durante años en actividades de contrabando, delitos cambiarios y en las compras públicas, narcotráfico y muertes extrajudiciales que, en términos per cápita, son tres veces más prevalentes que en Las Filipinas de Rodrigo Duterte. Un número importante de altos oficiales decentes han estado renunciando a las fuerzas armadas.

Las sanciones focalizadas en individuos, que administra la Office of Foreign Assets Control (OFAC) de Estados Unidos, están incomodando a muchos de los bandidos que gobiernan Venezuela. No obstante, en el mejor de los casos son muy lentas, pues para el tiempo que rindan el efecto deseado se habrán producido decenas de miles de muertes evitables y se habrán ido al exterior millones de nuevos refugiados venezolanos. Y, en el peor de los casos, nunca surtirán efecto. Al fin y al cabo, sanciones como estas no han conducido a un cambio de régimen en Rusia, Corea del Norte, ni Irán.

Esto nos deja con una posible intervención militar internacional, solución que asusta a la mayoría de los gobiernos latinoamericanos a causa de la historia de agresiones contra sus intereses soberanos, especialmente en México y Centroamérica. Pero es posible que estas no sean las analogías históricas correctas. Después de todo, Simón Bolívar pasó a ser llamado el Libertador de Venezuela gracias a la invasión de 1814 organizada y financiada por la vecina Nueva Granada (hoy Colombia). Entre 1940 y 1944, Francia, Bélgica y los Países Bajos no lograron liberarse de un régimen opresivo sin una acción militar internacional.

La implicación es clara. A medida que la situación en Venezuela se torna inimaginable, sus posibles soluciones se acercan a lo inconcebible. La Asamblea Nacional debidamente elegida hace dos años, en la cual la oposición tiene una mayoría de dos tercios, ha sido despojada de todo su poder de manera inconstitucional por una Corte Suprema nombrada inconstitucionalmente. Y las fuerzas armadas han empleado ilegítimamente su poder para reprimir las protestas y obligar a exiliarse a muchos líderes, entre ellos los jueces de la Corte Suprema que la Asamblea Nacional nombró en julio.

Si se trata de soluciones, por qué no considerar la siguiente: la Asamblea Nacional podría destituir a Maduro y al narcotraficante de su vicepresidente, Tareck El Aissami, sancionado por la OFAC y a quien el gobierno estadounidense le ha embargado más de US$ 500 millones. Dado este vacío de poder, la Asamblea, nombraría de forma constitucional a un nuevo gobierno, el que a su vez podría solicitar asistencia militar a una coalición de países amigos, entre ellos, latinoamericanos, norteamericanos y europeos. Esta fuerza liberaría a Venezuela de la misma forma en que canadienses, australianos, británicos y estadounidenses liberaron a Europa en 1944-1945. Más cerca de casa, esto sería semejante a la liberación de Panamá de la opresión de Manuel Noriega por parte de Estados Unidos, la que marcó el inicio de su democracia y del crecimiento económico más rápido de América Latina.

De acuerdo al derecho internacional, nada de esto requeriría la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (que Rusia y China podrían vetar), puesto que la fuerza militar sería invitada por un gobierno legítimo en busca de apoyo para defender la constitución de su país. La existencia de una opción como esta incluso podría mejorar la probabilidad de que las negociaciones que se están llevando a cabo en la República Dominicana lleguen a un resultado exitoso.

El colapso de Venezuela es contrario al interés nacional de la mayoría de los países. Y las condiciones imperantes en el país constituyen un delito de lesa humanidad al que se debe poner fin por razones morales. El fracaso de la Operación Market Garden en septiembre de 1944, inmortalizado en el libro y el film “Un puente lejano”, se tradujo en la hambruna del invierno 1944-1945 en los Países Bajos. La hambruna en la Venezuela de hoy ya es peor que esa. ¿Cuántas vidas más serán destrozadas antes de que arribe la salvación?




Paro general contra Maduro

Venezuela habría llegado a un punto de quiebre. Hoy se inicia un paro general de 24 horas convocado por la oposición, que pretende redoblar la presión contra Maduro tras obtener más de 7.6 millones de votos el domingo en la consulta popular que celebró contra la Constituyente.

Si el chavismo, con su Partido Socialista de Venezuela, consigue su objetivo de escribir una nueva Constitución a su medida, y consagra la permanencia  su régimen autoritario, Venezuela estaría a un paso de convertirse en la extensión de Cuba en Sudamérica. Esto no solo afectaría negativamente a los venezolanos, sino a todos sus vecinos.

Las implicancias para la seguridad ciudadana de la continuación del dominio chavista son una causa de preocupación tan grande como el agravamiento de la crisis política, económica y humanitaria. Venezuela se está convirtiendo cada vez más en una fuente de inestabilidad debido a la vasta e ‘institucionalizada’ corrupción y campo abierto del narcotráfico. Además, la región corre el riesgo de desestabilizarse, debido al creciente número de migrantes que fluyen hacia los países vecinos para escapar de la crisis humanitaria y el caos en su propio país y a las medidas desesperadas que el gobierno y el ejército toman todos los días para no seguir perdiendo el control.

Fuente: eluniverso.com

Lo grave y difícil de la situación es que el pueblo venezolano se está enfrentando a una dictadura dirigida por los expertos del castrismo cubano que han convertido a Venezuela en su colonia. Venezuela está ante un ‘proceso de cubanización’, ante la instalación de una dictadura a largo plazo asociada al narcotráfico y auspiciada por socios internacionales fuera del espacio tradicional de occidente, como Rusia e Irán. Este ‘Eje Cuba-Venezuela’ es la acumulación de regímenes liderados por dictadores que patrocinan el terrorismo y el narcotráfico, violan los derechos humanos, censuran los medios de comunicación, secuestran ciudadanos inocentes y rutinariamente incumplen con las normas internacionales. Ver en Lampadia: No permitamos la consolidación del ‘Eje Cuba-Venezuela’ y Entendamos los riesgos que nos trae el ‘Eje Cuba-Venezuela’. En ambas publicaciones se explica que Venezuela está dominada por tres poderes: el narcotráfico internacional, los cubanos y los militares corruptos de Venezuela. Esto es especialmente peligroso porque el ‘Eje Cuba-Venezuela’ extenderá luego su influencia a Sudamérica. Esta situación establece para los venezolanos algo muy difícil de combatir sin apoyo exterior, como sanciones económicas.

En 109 días de protestas marcadas por enfrentamientos con el gobierno, han muerto más de 90 personas en Venezuela. Los líderes de la oposición han afirmado que la democracia venezolana ha llegado a un punto crítico, y pidieron una huelga nacional de 24 horas, después de que 7.6 millones de personas (de un total de 19.5 millones habilitados para votar) rechazaron la Asamblea Constituyente que pretende manipular el sistema democrático.

“Llamamos a todo el país a participar en una protesta masiva y libre de violencia a través de una huelga cívica a nivel nacional durante 24 horas”, dijo un líder de la coalición de la oposición, Freddy Guevara.

“Es de esperar una escalada del conflicto político al nivel más alto de los últimos 18 años: la hora cero”, afirmó en televisión Edgard Gutiérrez, encuestador y consultor político cercano a la oposición. “La hora cero no es fácil y podría provocar la radicalización del lado oficial. Serán días difíciles. La hora cero es calle para defender un mandato popular, para defender la voluntad soberana, que radica en el pueblo”.

Por su lado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con imponer “medidas económicas fuertes” si el Gobierno del presidente Nicolás Maduro pone en marcha el proyecto de modificar la Constitución, en la consulta del próximo 30 de julio para elegir una Asamblea Nacional Constituyente. Trump ha calificado al mandatario venezolano de “mal dirigente que sueña con convertirse en dictador”.

“Estados Unidos no permanecerá inmóvil mientras Venezuela se hunde. Si el régimen de Maduro impone su asamblea constituyente el 30 de julio, Estados Unidos adoptará medidas económicas fuertes y rápidas”, ha advertido Trump en una comunicado, sin precisar el tipo de sanciones que aplicaría al país llanero.

Sin embargo, la prensa estadounidense, ha publicado que las sanciones se aplicarán al sector energético, en concreto a la empresa estatal PDVSA, algo de lo que depende economía venezolana ya que la venta de crudo representa el 95% de los ingresos del país. Además, las medidas incluirían el congelar fondos en EEUU para que sean manejados por un nuevo gobierno de transición.

El gobierno de Venezuela pretende llevar a cabo la elección para seleccionar una asamblea encargada de reescribir la carta de la nación, el 30 de julio. Los aliados del presidente esperan que la nueva asamblea imponga la autoridad del poder ejecutivo sobre las pocas instituciones que quedan fuera del control del partido gobernante.

Como respuesta, los manifestantes han puesto en marcha bloqueos espontáneos en la capital venezolana un día antes del paro general. Las barricadas caseras bloquen las calles de Caracas desde el miércoles por la mañana, y algunas líneas de autobuses públicos también se cerraron, obligando a los pasajeros a caminar kilómetros para trabajar.

¿Qué pasará? No se sabe, pero lo cierto es que la permanencia del régimen en el poder está en las manos de unas Fuerzas Armadas que no terminan de definir si su lealtad es a la democracia y el Estado de derecho, o a la dictadura cubano-chavista

Este debiera ser el momento para que Nicolás Maduro acepte el fracaso. El pueblo venezolano no puede seguir siendo utilizado en el afán de imponer la permanencia del régimen opresor. Es hora de proponer un calendario electoral que cuente con el apoyo internacional. Lamentablemente, la Organización de las Naciones Unidas no se pronuncia sobre los abusos del chavismo y sigue impidiendo las condenas necesarias para movilizar una reacción global contundente que ponga en jaque al régimen.

Lo único que puede salvar a los venezolanos de esta terrible crisis es una presión seria de los países vecinos y del resto del planeta, para que se restablezca la democracia mediante elecciones generales libres y supervisadas. Hace dos días, el Presidente del Perú, PPK, tuvo que lamentar la falta de compromiso de la mayoría de los gobiernos de la región. Algo que debemos reclamar sin medias tintasLampadia




No permitamos la consolidación del ‘Eje Cuba-Venezuela’

La gravísima situación social y económica creada por el chavismo y el ‘socialismo del siglo xxi’ en Venezuela ha generado una interminable crisis humanitaria, pero la corrupta cúpula gobernante no parece dedicada a superarla, sino a consolidar su poder. ¿Qué puede explicar una actitud tan despreciable, que lleva a la dictadura a ponerse de espaldas a su pueblo?  

Fuente: CCN es Noticias

Como hemos comentado en varias ocasiones, la crisis humanitaria y política a la que se ha llevado a Venezuela, ha sido labrada a pulso por los crímenes de ‘leso gobierno’ del chavismo. Además, de destrozar el país, Venezuela se dio el lujo de usar parte importante de sus recursos para mantener la caduca dictadura cubana, a varios pequeños países de Centro América y el Caribe y, de financiar a partidos izquierdistas de la región con sus ínfulas del ‘socialismo del siglo xxi y el albismo. Ver en Lampadia: Maduro lleva a Venezuela a la miseria y el ostracismo y ¡Fin a la dictadura en Venezuela!

Fuente: Público.es

Las políticas y discursos populistas, arropadas en promesas redistributivas, más los circuitos de corrupción han llevado a Venezuela una crisis imposible de imaginar. No solo ha colapsado la economía, las condiciones sociales no pueden ser peores. La escasez de alimentos y medicinas ha llegado a tal nivel que se ha desatado una inocultable crisis humanitaria que está costando la vida de muchos inocentes.

Y es que la situación de Venezuela es verdaderamente catastrófica. El autoritarismo chavista ha devenido en una dictadura abusiva e insensible, que cada día acosa con mayor desparpajo a los opositores políticos y a los pobladores que reclaman una solución al empobrecimiento generalizado que los está llevando a la desesperación.

Esta lastimosa experiencia, de un país sudamericano, es una dura lección sobre las consecuencias de sus políticas dirigidas a capturar todo el poder dizque ‘en pro de los pobres’ pero, según los resultados, solo ha entronizado un odioso nivel de tiranía y corrupción. No podemos dejar de preguntarnos ¿cómo es posible que la izquierda peruana, cegada por su ideología caduca, tenga cara para seguir apoyando uno de los peores, sino el peor, gobierno de la historia latinoamericana?

Ante todo esto tenemos que preguntarnos:

  • ¿Cómo es que el gobierno chavista no reacciona con medidas correctivas que enfrenten la crisis humanitaria?
  • ¿Qué explica que en vez de buscar una salida política, sigan ‘agudizando las contradicciones’ (técnica política marxista)?

En opinión de Lampadia, lo que sucede es que estamos ante un ‘proceso de cubanización’  de Venezuela, la instalación de una dictadura de largo aliento, asociada al narcotráfico y a socios internacionales fuera del eje occidental. ¿Qué significa esto? ¿Cómo se ha manejado el proceso político del chavismo? Veamos:

  • Toma del poder
  • Masivos programas asistenciales para endulzar a la ciudadanía
  • Cambio de Constitución
  • Control de todos los poderes del Estado y de las Fuerzas Armadas
  • Uso de la riqueza petrolera para comprar apoyo político en la región
  • Destrucción del sector privado con expropiaciones, control de cambios, etc.
  • Enfrentamiento a chivos expiatorios: el imperialismo, “el demonio”, las multinacionales
  • Formación de milicias populares
  • Fomento de nuevas amistades, Rusia, Irán y China
  • Consolidación de la presencia cubana en el gobierno venezolano

El gran intelectual venezolano, Moisés Naím, afirma en su última columna: ‘Maduro no importa’:

  • “Sacarlo [a Maduro] no basta. Él es el tonto útil, el títere de quienes realmente mandan en Venezuela: los cubanos, los narcotraficantes y los viudos del chavismo [los compinches de Chávez]. Y por supuesto, los militares”.
  • “Para Cuba no hay prioridad más importante que seguir controlando y saqueando a Venezuela”.
  • “Los tres grupos se entremezclan en negocios, corrupción y ejercicio del poder”.
  • “Sacar a Maduro es necesario. Pero no es suficiente. Es indispensable minimizar los tres  nefastos centros de poder que realmente mandan en Venezuela. No será fácil. Pero es posible”.

The Economist (11 de mayo), titula: ‘La crisis venezolana salpica y Latinoamérica despierta a su mayor dolor de cabeza’. 

Ilustración del éxodo venezolano. The Economist. Fuente: Lo Cole

“El número de venezolanos que huyen del hambre, represión y crimen en su desarticulado país, crece cada día. Por años, los gobiernos latinoamericanos se quedaron callados cuando Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro, disfrazaron la democracia venezolana. Ahora, su ineptitud económica y el creciente despotismo están causando una crisis humanitaria que la región no puede ignorar. (…) Colombia y Brasil se llevan el mayor peso del éxodo. Extraoficialmente, se estima que más de un millón de venezolanos viven en Colombia”. 

En Exitosa, Jorge Villena usa el término Cubazuela para referirse a la Venezuela chavista.

Así llegamos al día de hoy, en que la población, masivamente, enfrenta la crisis y entra a un proceso continuo de resistencia. El régimen pierde parte de su apoyo político en la región y se empieza a dibujar su aislamiento de las democracias occidentales, pero, en las actuales circunstancias de la política global, no se vislumbra ninguna acción internacional que pueda parar la crisis venezolana.

Por lo tanto, la dictadura del chavismo solo tiene que resistir la presión interna hasta que ésta se vaya debilitando y agotando. Algo parecido a lo que algunos cubanos tuvieron que enfrentar en los albores de la implantación del comunismo en la isla.

¿Podrá el pueblo venezolano ganar esta batalla sin apoyo externo? Poco probable.

Esto nos lleva a un divortium aquarium: O se resigna la derrota y se consolida, por todo tiempo previsible, el ‘Eje Cuba-Venezuela’, que en la práctica pretende extender el control territorial de Cuba a Sudamérica, ya sin ideología alguna, solo por el poder corrupto y sustentado en el narcotráfico internacional; o se amplía y profundiza la lucha hasta el final.

Muy difícil situación. Siempre es difícil optar por contrarrestar un mal de largo plazo, por muy grande que sea, vis-a-vis, la tranquilidad inmediata de un cierto alivio con la esperanza que las cosas se resuelvan sin hacer nada.

Cuidado con caer en el ‘síndrome de Chamberlain’, el appeasement que Churchill combatió en 1938 con las siguientes palabras: “Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra… elegisteis el deshonor, y ahora tendréis la guerra”.

Por su lado, Julio Borges, Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela [el Congreso venezolano], dice: “Es preferible morir de pie que vivir de rodillas. Y eso no lo pienso solo yo, lo piensan todos los venezolanos. De nada vale estar vivo si estás sometido a un personaje como Maduro. Lo importante es luchar por un país libre y digno, donde quién gobierne sea la democracia y no él”. (La República, 14 de mayo).

En cuanto a la región latinoamericana, sería suicida ponerse de costado. Hoy ya tenemos una migración masiva de venezolanos (bienvenidos), pero si se consolida en el poder el ‘Eje Cuba-Venezuela’, tendremos que recibir a dos tercios de los venezolanos y la penetración política cubana tendrá nuevas avenidas de infiltración.

Más vale que vayamos pensando en nuevas formas de combatir y derrocar al detestable régimen que ha hecho casa en el país de nuestros hermanos venezolanos.

¿Qué opinan nuestros lectores? Veremos y reportaremos su opinión. Lampadia

La crisis en cifras:

1-La diáspora de los venezolanos

2-Parálisis de la inversión extranjera en Venezuela

3-Caída de las importaciones de bienes venezolanos desde el exterior

4-Caída de las reservas internacionales​

5-Una hiperinflación​ desatada

6-Evolución del PBI vs. Brasil, Argentina y Perú​

(Fuente de los cuadros: Valentina Romei, Financial Times, 8 de mayo de 2017. Traducidos por Lampadia)

Lampadia




Nuestros izquierdistas se quedaron calatos

Durante los últimos tiempos, después de haber apostado por Alberto Fujimori en 1990 y terminar con el rabo entre las piernas, en el albor de la democracia del nuevo milenio, las izquierdas tradicionales peruanas se la jugaron por el ‘socialismo del siglo xxi’ del chavismo, por la mano de Lula con el Foro de Sao Paulo, y en su última jugada por el gobierno por el nacionalismo de Humala.

En los tres casos salieron chamuscados, pero haciendo mucho daño en el camino. Hoy no tienen ya con qué cubrirse, ni de donde traer ideas, dinero ni soporte político. ¡Nuestros izquierdistas se quedaron calatos!

Fuente: Twitter

La jugada por el chavismo
Como ya no se puede negar, el chavismo, el albismo, y el ‘socialismo del siglo xxi’, fueron la nueva estrategia cubana por hacerse de recursos financieros y de penetrar ideológica y políticamente la región latinoamericana ,desde Centro América hasta la Patagonia.

Lógicamente, con ello, nuestros izquierdistas, no solo tuvieron otra oportunidad de continuar su filiación a la dictadura cubana, también encontraron un nuevo sustento  ideológico con el refrito del llamado ‘socialismo del siglo xxi’, para respaldar sus ‘ideas muertas’ y refundacionales, y, tal vez al final lo más importante para ellos, se les presentó una fuente inmensa de recursos financieros para soportar sus agendas políticas.

No es pues de extrañar, que nuestros izquierdistas hayan hecho todo lo posible por justificar el gobierno de Chávez y Maduro, de relativizar sus gruesos errores, de tapar la descarada corrupción de sus líderes y de negar la dictadura chavista; incluso cuando la pestilencia del régimen venezolano había llegado a traer un hedor nauseabundo.

Ahí están, escritas sobre piedra, las sucesivas declaraciones de todos los personajes de nuestra izquierda, como las del cura Arana (caserito de RPP) y Marisa Glave de Tierra y Libertad (luego separados), de Verónika Mendoza, la ex candidata del Frente Amplio (FA) (que no es ni frente, ni amplio), de la fracasada ex alcaldesa de Lima, Susana Villarán, de Gregorio Santos, del MAS, y de todos los demás, casi sin excepción. Del mismo modo se expresan los repugnantes votos de la representación parlamentaria del FA, con respecto a las condenas al régimen dictatorial del chavismo.

A estos izquierdistas, supuestos defensores de los pobres, no se les mueven ni los párpados ante la crisis humanitaria por la que atraviesan los abusados venezolanos, no se inmutan por la falta de alimentos y medicinas, o por los asesinatos de jóvenes en las protestas callejeras, ni  por los presos políticos.

La jugada por Lula 
La opción por Lula y el Foro de Sao Paulo tuvo en Javier Diez Canseco (el ícono de la izquierda), su inicial y más notorio adherente.

Hoy sabemos (sin dudas) que Lula, dueño del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, había montado un plan de penetración política y económica en toda la región. Para ello complotó con las grandes empresas constructoras brasileñas para generar estructuras societarias, refugios financieros y cuentas secretas con los que manejaría inmensos recursos que le permitieron cooptar a los políticos de su país y, además, extender sus brazos para financiar el acceso al poder de las izquierdas latinoamericanas.

El Foro de Sao Paulo, apadrinado por el propio Fidel Castro y el ‘Apparátchik’ cubano, ofrecía sustento político internacional a los huérfanos (de ideas) izquierdistas locales, y los fondos corruptos generados por los brazos empresariales de la estructura imperialista de Lula, facilitaban el acceso al poder de sus socios políticos en la región.

Lula terminó controlando una gran maquinaria que debemos llamar ‘Corrupción de Estado e Imperialismo’, que digitaba a través de Odebrecht y otros, los pagos a los políticos peruanos como Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Susana Villarán y personajes menores del Apra, por mencionar los que hasta ahora han sido denunciados por los compinches de Lula.

Esto fue la hipocresía política llevada a su máxima expresión, un movimiento de izquierda que capturó grandes empresas para corromper y reinar. Adiós las ideas del socialismo, adiós los pobres de la región, adiós los valores de la democracia. Era un inmenso juego político para apoderarse del subcontinente.

Esto no era la descomposición de los representantes corruptos del sector privado, esto era corrupción política de las izquierdas más encopetadas de la región.

Y por supuesto, nuestros izquierdistas se enorgullecían de estar bajo la sombra y el favor del gran Lula y su PT.

La jugada por Humala
La adhesión de las izquierdas peruanas al nacionalismo de Humala fue desvergonzada desde el inicio. Para variar, en 2005, los pobres izquierdistas no solo eran huérfanos de ideas por su atomización, tampoco tenían candidato para el 2006. Así que, ‘facilito’, se auparon al nacionalismo sin importarles la consistencia ideológica de Humala ni su expediente político y delictivo.

Es entendible que un ciudadano común pueda decir no sabía aquilatar los eventos de Locumba con su tufo montesinista, o de la violencia del Andahuaylazo, o de las acusaciones por los delitos de Humala en la base anti terrorista de Madre Mía con sus consiguientes maniobras judiciales;  pero los políticos ‘aupados’, no pueden ahora alegar desconocimiento. Necesitaban el vehículo para llegar al poder y ni siquiera se taparon la nariz para buscar posiciones políticas.

En la campaña del 2006, la influencia del dinero chavista era muy clara, así como la inaceptable intromisión del propio Chávez. Posteriormente, en la campaña del 2011, escondieron la participación del chavismo y presentaron con orgullo a su nuevo ‘padrino’, el mismísimo Lula.

Recordemos como Salomón ‘Siomi’ Lerner, el exitoso empresario, auto definido como izquierdista (amigo predilecto de Toledo durante su gobierno), y auspiciador principal de las candidaturas de Humala, decía, nosotros no estamos con Chávez, somos amigos de Lula. Pues ahora sabemos que clase de amistad era esa.   

En ese predicamento estuvieron todos nuestros izquierdistas, y con Siomi Lerner a la cabeza como Primer Ministro, tomaron posesión del  gobierno del nacionalismo, hasta que la muy lista y astuta Nadine Heredia se deshizo de buena parte de esos malos socios de conveniencia (lamentablemente el gobierno siguió teñido de una orientación anti economía de mercado que rompió el proceso virtuoso de crecimiento que gozamos -especialmente los pobres- hasta el 2011).

Muchos niegan ahora su complicidad con ese proceso político. Los activistas de los derechos humanos, solo se sumaron a Humala para el 2011. Antes, hasta lo habíann denunciado. Ahora, muy pocos, como Francisco Soberón, de la Coordinadora de Derechos Humanos, tienen la franqueza de reconocer que su odio lo haría repetir exactamente lo mismo.

Hay muchos responsables de esta inconsecuencia que deben ser señalados, empezando por Mario Vargas Llosa, el garante-padrino de Ollanta Humala y Nadine Heredia, que solo hace pocos días ha declarado que la plata recibida de Odebrecht en la campaña no calificaría como delito penal, pues entonces el buen señor, no era funcionario público.

La desnudez de nuestros izquierdistas
¿Y ahora qué harán nuestros izquierdistas tradicionales? El chavismo está en una descomposición total, Lula apesta a una corrupción sin límites, y Humala se está convirtiendo en ‘el innombrable’.

¿Qué van a hacer ahora, sin ideas propias, sin las ideas de sus antiguos socios, sin el dinero de Venezuela o Brasil y con el mal olor de sus cuestionables andanzas?

Bueno, todavía tienen una tablita en medio del mar, increíblemente, el gobierno de PPK les dio ‘vela en el entierro’, y por más que no brinden un apoyo real, están por todas partes. Igualmente, todavía se multiplican en los medios, especialmente en la radio y la televisión, donde son caseritos, mañana, tarde y noche.

Pero los ciudadanos ya sabemos lo que hicieron y lo poco que tienen que ofrecer. Ya sabemos que: ¡Nuestros izquierdistas se quedaron calatos! Lampadia




¡Fuera Maduro! El grito de los demócratas latinoamericanos

En los últimos 10 días, los partidarios de la oposición venezolana han llevado acabo cuatro  manifestaciones, protestando contra la crisis humanitaria, el colapso económico y la destrucción de la democracia bajo el dictador del chavismo-cubano Nicolás Maduro.

La decisión de la Corte Suprema a fines de marzo de asumir las funciones del congreso (dirigido por la oposición) provocó protestas por parte de una población que ya sufría una inflación de tres dígitos y una escasez generalizada de bienes básicos, como medicinas y alimentos.

Fuente: El Estimulo

Ante las reacciones, el tribunal rectificó la parte más controvertida de su decisión, pero la medida provocó una indignación generalizada en el país y en el extranjero (el gobierno del Perú retiró definitivamente a su Embajador en Caracas, por ejemplo), así como las noticias del viernes de la semana pasada de que la Contraloría Nacional había prohibido al político de oposición, Henrique Capriles, participar en elecciones durante 15 años.

Los manifestantes se reunieron en varias ciudades por la mañana del lunes pasado (10 de abril) para una cuarta ronda de protestas en 10 días, bloqueando la carretera principal de Caracas, hasta que fueron dispersados por la Guardia Nacional.

Fuente: El Universal

Los líderes de la oposición criticaron al gobierno por el uso arbitrario de la fuerza para romper las manifestaciones. Señalaron que el gas lacrimógeno fue disparado a una clínica de Caracas. “Ni siquiera en la guerra hay ataques contra hospitales y centros de salud”, dijo el legislador de oposición José Manuel Olivares en una conferencia de prensa.

Las manifestaciones de los ciudadanos que exigen libertad son pacíficas y multitudinarias. Ver testimonio:

Sin embargo, los funcionarios del gobierno acusaron a los manifestantes de actos de violencia y enviaron imágenes y videos a través de Twitter de manifestantes encapuchados y enmascarados que destruían propiedades públicas, como una parada de autobús. El ministro del Interior, Néstor Reverol, dijo que 18 personas habían sido detenidas durante las protestas.

La oposición exige elecciones

En varias partes de Caracas, pequeños grupos mantuvieron enfrentamientos esporádicos con las tropas, estableciendo barricadas  de neumáticos y basura quemada a lo largo de las calles.

Fuente: Senderos de Apure

El canciller brasileño Aloysio Nunes y el presidente de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, pidieron a Venezuela que restablezca la democracia plena y establezca un calendario para las elecciones, aumentando la presión diplomática sobre Maduro. El Departamento de Estado emitió una declaración expresando la “grave preocupación” por la decisión del viernes de descalificar a Capriles del cargo.

La oposición está exigiendo una fecha para las elecciones, que se suponía se llevarían a cabo el año pasado, así como un cronograma para futuras elecciones incluyendo la votación presidencial, que es constitucionalmente obligatoria a más tardar el 2018. A pesar del aumento de las protestas, muchos venezolanos ven con pesimismo que las marchas logren cambios reales.

Fuente: Hispano Post

El rechazado e impopular gobierno de Maduro acusa a la oposición de fomentar la violencia para sentar las bases de una invasión extranjera. Unos 188 manifestantes, la mayoría estudiantes, fueron arrestados en el período del 4 al 8 de abril y 57 siguen tras las rejas, dijo el lunes el grupo de derechos humanos Foro Penal Venezolano. Nueve personas, entre ellas dos adolescentes, fueron arrestadas por irrumpir en una oficina de la Corte Suprema, y un joven de 19 años fue asesinado a tiros en la violencia desatada en contra de las protestas.

Fuente: Metro Ecuador

El gobierno ha sufrido una creciente presión de los países americanos y europeos que han condenado la violencia en Venezuela y el veto a Capriles. Ante una crisis humanitaria provocada por un régimen dictatorial, nadie debe ponerse de costado. Es hora de presionar al gobierno venezolano con todo lo que esté a nuestro alcance para terminar esta tragedia que afecta a nuestros vecinos.

En Lampadia hemos seguido la situación venezolana de cerca, tratando de ilustrar los grandes errores de las “ideas muertas” con que justificaron su toma y las abusivas manipulaciones usadas para mantenerse en el poder. Lo peor es que los problemas venezolanos no solo se han hecho aparentes en lo económico y social. También han llegado a extremos en lo político, pues fueron el ejemplo de la anti-democracia. Ver en Lampadia: ¡Fin a la dictadura en Venezuela!, La intolerable agonía de Venezuela y La dictadura de Maduro lleva a Venezuela al borde del abismo.

Sin embargo, Chávez y Maduro han contado con el padrinazgo brasileño bajo los corruptos Lula y Dilma,  la complicidad de los países del Alba y el vergonzante silencio de la mayoría de países de la región. La dictadura y la pobreza de los venezolanos son una mancha profunda en la historia de Latinoamérica, una gran vergüenza para todos.

Como dijo la señora Lilian Tintori, esposa del injustamente encarcelado Leopoldo López, “ante una crisis humanitaria provocada por un régimen dictatorial, nadie debe ponerse de costado”

Fuente: YouTube

Millones de sufridos venezolanos todavía esperan el apoyo de sus hermanos latinoamericanos y de los gobiernos de la región. ¡Exigimos elecciones libres en 2017! Lampadia