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La alianza de occidente se debilita

Desde los desarrollos políticos de Gran Bretaña con el Brexit y de EEUU con Trump, que de alguna manera marcan una regresión de sus políticas internacionales, por el acomodo de factores internos, en Lampadia hacemos un cuidadoso seguimiento de la política global, especialmente, en cuanto a su incidencia sobre el libre comercio, la movilidad de capitales y la globalización en general.

En cuanto a la alianza de occidente, económica y de seguridad, concordamos con The Economist, en que vale la pena salvarla. Ver líneas abajo su artículo al respecto.

  • The Economist: “en un mundo peligroso y cada vez más autoritario, puede actuar como una fuente vital de seguridad y un bastión de la democracia”.
  • Lampadia: “se perfila cada vez con mayor claridad, un mundo para el siglo XXI, liderado por tres autócratas: Putin, Xi Jinping y Trump” (El ‘americano feo’ desestabiliza las relaciones económicas del mundo).

Mientras más Trump pretende intimidar a sus aliados, crea más dudas sobre el liderazgo de EEUU en el mundo y sobre las garantías de seguridad que pueden brindar a sus socios tradicionales. Ya hace unos meses, los principales líderes europeos han declarado que no pueden confiar en EEUU. Pero, como dice The Economist, la alianza no va a salvarse por sí sola:

  1. Europa debería hacer todo lo posible para resistir el instinto de Trump de mezclar el comercio con la seguridad.
  2. Países europeos deben invertir más en defensa.
  3. Los aliados de EEUU deben colaborar en áreas como la ciberseguridad, que los haría más valiosos para EEUU.
  4. Los miembros de la UE deberían tratar de vincular a Gran Bretaña, por ejemplo, promoviendo la ‘Iniciativa de Intervención Europea’, propuesta por Francia, en vez de excluirla del sistema de defensa.

Uno de los grandes peligros que la humanidad enfrenta estos días, es el del aumento de las brechas entre los países más ricos; como consecuencia de la ola de populismo que se esconde detrás de las banderas de la anti-globalización y anti-comercio internacional, que puede terminar por desbaratar los grandes avances de las últimas décadas, dañando en mayor medida a los países emergentes, como nuestro país.

A estas alturas ya no se puede pensar que las acciones anti-comercio de Trump, son solo una estrategia para generar supuestos balances. La guerra comercial desatada por el autócrata estadounidense, no responde a realidades que deben corregirse, y más bien, generará un EEUU más débil, como lo explican los analistas internacionales más prestigiosos.

Los peruanos tenemos que tener muy claro, que solo sifoneando recursos económicos desde los países más ricos al Perú, podemos aspirar a superar la pobreza. A diferencia de esas políticas decimonónicas llevadas al extremo por la dictadura militar izquierdista de Velasco, de endeudar al Estado, lo que tenemos que hacer es conseguir esos recursos, multiplicando nuestras exportaciones y promoviendo más inversiones. Lampadia

Brecha transatlántica
La alianza occidental está en problemas

Esto debería preocuparle a Europa, EEUU y al mundo

The Economist
5 de julio, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

EEUU hizo tanto como cualquier país para crear la Europa de la posguerra. A fines de la década de 1940 y en la década de 1950 se dio el inicio del tratado que se convirtió en la Unión Europea y en la OTAN, la alianza militar que ganó la guerra fría. Estados Unidos actuó en parte por caridad, pero principalmente por interés propio. Habiendo sido arrastrado a dos guerras mundiales, quería desterrar la rivalidad franco-alemana y construir una muralla contra la amenaza soviética. Después del colapso soviético en 1991, la alianza ancló la democracia en los estados recientemente liberados de Europa oriental.

Hoy, sin embargo, EEUU y Europa están separadas por una creciente brecha. Los días 11 y 12 de julio, antes de la cumbre de la OTAN en Bruselas, el estado de ánimo es venenoso. Como el presidente Donald Trump acusa a los europeos de mala fe y de no ejercer su influencia, ellos lo acusan de vandalismo. Una segunda cumbre, entre Vladimir Putin y Trump en Helsinki el 16 de julio, podría producir el espectáculo una vez impensable de un presidente estadounidense tratando a su oponente ruso mejor de lo que trata a sus aliados.

Incluso si las dos cumbres transcurren sin controversia, como deberían, dado que Trump se deleita en confundir a sus críticos; las diferentes prioridades, creencias divergentes y culturas políticas enfrentadas se mantendrán. La alianza occidental está en problemas y eso debería preocuparle a Europa, Estados Unidos y al mundo.

Cada alianza tiene sus tensiones, pero la occidental se ve especialmente tensa por una cantidad desconcertantes de frentes. Trump y sus generales están exasperados por los débiles esfuerzos de muchos miembros de la OTAN por cumplir su promesa de aumentar el gasto de defensa al 2% del PBI para 2024. La derecha estadounidense tiende a condenar el apoyo europeo al acuerdo nuclear iraní (que Trump dejó) y lo que ve como un prejuicio contra Israel. Y los legisladores de ambos partidos piensan que, a medida que la atención del mundo se traslada a Asia, los europeos merecen menos atención.

Como si eso no fuera suficiente, Trump acusa fatuamente a la UE de estar “preparada para tomar provecho de Estados Unidos” y la reprime por el comercio injusto. Mientras tanto, Europa está dividida. Italia tiene una nueva coalición populista que es pro-Putin. Así, cada vez más, está Turquía, miembro de la OTAN (pero no de la UE) que es hostil a los valores democráticos liberales que unen a la alianza. Lo peor podría estar por venir. Un gobierno laborista en Gran Bretaña bajo Jeremy Corbyn, que tiene una larga historia de oposición al uso de armas por parte de Occidente, trataría a Estados Unidos con una profunda sospecha; incluso podría tratar de abandonar la OTAN.

Un golpe de SACEUR

Esta revista cree que vale la pena salvar la alianza occidental. En un mundo peligroso y cada vez más autoritario, puede actuar como una fuente vital de seguridad y un bastión de la democracia. [Ver en Lampadia: “se perfila cada vez con mayor claridad, un mundo para el siglo XXI, liderado por tres autócratas: Putin, Xi Jinping y Trump” (El ‘americano feo’ desestabiliza las relaciones económicas del mundo)]. Pero la alianza no tiene un derecho otorgado por Dios para sobrevivir. Debe ganar continuamente su lugar. La pregunta es: ¿cómo?

El primer paso es no hacer las cosas más difíciles. Europa debería hacer todo lo posible para resistir el instinto de Trump de mezclar el comercio con la seguridad. El juntar estos dos temas solo hará que Occidente sea menos seguro y más pobre.

Luego, los partidarios de la alianza deben ser prácticos. Eso significa pagar. Trump tiene razón al quejarse sobre países como Alemania e Italia, que gastaron solo 1.22% y 1.13% del PBI en defensa en 2017. De hecho, él podría ir más allá. Es muy poco lo que se gasta en defensa: Bélgica consume más de un tercio de su gasto en las pensiones., cuando debería usarse en I+D y equipamiento.

Para los aliados de Estados Unidos, ser práctico también significa mantenerse al día. La colaboración en áreas como la ciberseguridad hará que la alianza sea más valiosa para los Estados Unidos. Más urgentemente, la OTAN debe continuar agudizando su respuesta a las tácticas de desinformación e infiltración que Rusia usó en Crimea y el este de Ucrania. La entendimiento militar perdido es difícil de reconstruir. Los ejercicios que consolidan las relaciones militares de la OTAN son más importantes que nunca.

Y ser práctico significa permanecer juntos. En las negociaciones del Brexit, la UE tiene la intención de excluir a Gran Bretaña de las estructuras de seguridad de la unión. Dada la experiencia militar de Gran Bretaña, su industria armamentística y sus agencias de inteligencia, eso es contraproducente. En cambio, los miembros de la UE deberían tratar de vincular a Gran Bretaña, por ejemplo, promoviendo la Iniciativa de Intervención Europea, propuesta por Francia, que apunta a crear una fuerza que pueda actuar en situaciones de crisis. Alguna vez EEUU habría visto tal plan como una amenaza para la OTAN. Hoy sería tanto una señal de que Europa está dispuesta a asumir más responsabilidades.

Luchando por la mente

Lo último es la batalla de ideas. Si la OTAN y la UE no existieran, no se crearían. Desde el colapso soviético, la sensación de amenaza ha disminuido y las dificultades para trabajar juntos han crecido. Sin embargo, eso no hace que la alianza transatlántica sea “obsoleta”, como alguna vez afirmó Trump. Las alianzas de Estados Unidos son un activo que es la envidia de Rusia y China. La OTAN es una herencia que es tanto más preciosa por ser irremplazable.

La necesidad de seguridad permanece. Rusia no es la Unión Soviética, pero, como potencia declinante, se siente amenazada. Ha modernizado sus fuerzas y está preparada para desplegarlas. La necesidad de anclar la democracia europea también se mantiene. A medida que el autoritarismo se acerca a Polonia y Hungría, la UE y la OTAN pueden ayudar a limitar su avance. Y existe el beneficio adicional de cómo Europa ayuda a los Estados Unidos a proyectar su poder, proporcionando bases, tropas y, por lo general, apoyo diplomático.

La OTAN es más frágil de lo que piensa Trump. En su base está el compromiso de considerar el ataque contra uno de sus miembros, como un ataque contra todos. Las vacilaciones y hostilidades de Trump hacia Europa debilitan ese compromiso, aunque solo sea porque revela su desprecio por la idea de que los países pequeños tienen los mismos derechos que los grandes. Asia está mirando, al igual que Putin. Mientras más intimide Trump a sus aliados, más dudará el mundo de las garantías de seguridad de Estados Unidos. Debido a que las grandes potencias compiten en una zona gris entre la paz y la guerra, se corre el riesgo de un error de cálculo.

Trump cree que es un maestro negociador en pos de una EEUU más fuerte. Con Europa, como con tantas otras cosas, subestima gravemente lo que está dejando. Lampadia




Buenas noticias para los emprendedores

Buenas noticias para los emprendedores

Las empresas de tecnología financiera (fintech) están cambiando rápidamente el mundo en el que vivimos. Desde la gestión de inversiones y pagos, hasta préstamos y dinero digital, fintech está transformando los servicios financieros.

En la era digital de hoy, las personas están buscando productos con fácil acceso, comodidad, eficiencia y velocidad. La gente quiere llevar a cabo transacciones a través de plataformas y aplicaciones de tecnología móvil, tales como su gestión financiera diaria (ya sea el seguimiento de su gasto total, la solicitud de un préstamo o la optimización de sus estrategias de inversión). Muchas personas prefieren utilizar aplicaciones en línea o web para manejar sus finanzas. En promedio, las personas utilizan entre 1 y 3 aplicaciones para gestionar sus vidas financieras (a nivel global).

Fuente: marketing4ecommerce.net

Las empresas FinTech están transformando los modelos de negocio tradicionales con ideas innovadoras y soluciones de software. Ahora, las empresas tienen acceso a herramientas más escalables y acceso a soluciones tecnológicas que pueden ayudarlos a ofrecer o mejorar sus servicios como planes de ahorro para la jubilación, programas de bienestar financiero, etc.

Recientemente, EY Perú (Ernst & Young) publicó un informe titulado Guía de EY sobre Fintech, el cual evaluar las mejores prácticas internacionales (especialmente el ecosistema de Fintech del Reino Unido), específicamente cuatro atributos esenciales para el ecosistema: talento, capital, política y demanda.

​Fuente: businessinsider.com

En dicho informe, EY Perú (Ernst & Young) define a las FinTech como “empresas nuevas que emplean innovaciones informáticas para captar nichos de mercado con alternativas de productos y servicios”. El sector está creciendo globalmente en términos de inversión, empleo y número de emprendimientos FinTech y el estudio evalúa el buen funcionamiento del ecosistema FinTech basándose en cuatro atributos principales:

1. Talento: la disponibilidad de personal técnico, de profesionales del sector financiero y de emprendedores.

2. Capital: la disponibilidad de recursos financieros para start ups (emprendimientos) y scale ups (aceleradores de crecimiento).

3. Política: política gubernamental a través de la regulación, iniciativas fiscales y de crecimiento del sector.

4. Demanda: la demanda de los clientes finales, sean consumidores, empresas e instituciones financieras.

El análisis del informe se centra en el Reino Unido, la capital financiera del mundo y uno de los principales países en los que se ha desarrollado la industria de FinTech, que ha venido creciendo desde sus raíces disruptivas, convirtiéndose en una industria que ha generado ingresos importantes en el año 2015.

Sin embargo, no es el único país en tomar interés en esta industria. Algunos países como Alemania, Australia y Singapur están compitiendo activamente para crear los mejores ecosistemas de FinTech. Otros, como China, están comenzando a especializarse en tecnologías disruptivas y están creciendo rápidamente en todo el sector.

Los tres pilares de fintech

1. Apertura

La innovación abierta está en el centro de la revolución digital. Para las grandes organizaciones, esto significa involucrarse con soluciones tecnológicas externas, capital de conocimiento y recursos, ya menudo liberar la propiedad intelectual, activos y experiencia de la organización a innovadores externos para generar nuevas ideas, transformar la cultura organizacional, identificar y atraer nuevas habilidades y descubrir nuevas áreas de crecimiento.

2. Colaboración

Tradicionalmente, los servicios financieros se asocian con otros en su propia industria para reducir costos o crear nuevas oportunidades de mercado. Sin embargo, la colaboración tendrá que ir un paso más allá en el futuro, construir vínculos con diferentes industrias y con diferentes perspectivas, e identificar nuevas formas de generar valor.

3. Inversión

Venture investing (consiste en financiar start-ups en fase de crecimiento con elevado potencial y riesgo) siempre ha estado en el corazón del modelo de innovación y de las startups. Ahora, más que nunca, las empresas de servicios financieros establecidas están tomando esta ruta para tratar de generar innovación para su negocio.

Un mundo nuevo para los emprendedores

Antes, si uno quería iniciar un negocio, era necesario acercarse al banco para pedir un préstamo o buscar un inversionista. Ahora FinTechbrinda herramientas como crowdfunding (financiación colectiva, un mecanismo colaborativo de financiación de proyectos), pagos móviles y servicios de transferencia de dinero, las cuales están revolucionando la forma en que las pequeñas empresas funcionan, realizan pagos y se vuelven internacionales. Esto hace quesea más fácil que nunca iniciar y administrar un negocio.

Fuente: blogs.iadb.org

¿Qué sucede si un emprendedor no encuentra un inversionista que apoye su gran idea? ¿Qué sucede si no tiene la garantía o el crédito para obtener la aprobación de un préstamo tradicional? No importa: Crowdfunding los ayuda a recaudar dinero rápidamente de personas de todo el mundo que nunca has conocido. Ha democratizado el proceso de encontrar capital de inicio y acortado la línea de tiempo de reuniones con inversionistas y bancos a tan sólo unas pocas semanas.

Fintech en el Perú

Los bancos en el Perú tienen el gran obstáculo de la baja tasa de penetración de sus servicios en el país y de una regulación que obstaculiza muchas de sus iniciativas innovadoras. Sin embargo, igual se están aventurado en aplicar estrategias de transformación digital.

Por ejemplo, en el 2015 el BCP creó el Centro de InnovaCXión, que se enfoca en mejorar la experiencia del usuario a través de productos y servicios digitales. El BBVA, con el apoyo de su BBVA Innovation Center en España, optó por comprar fintech y negocios similares para que su propio personal aprenda cómo funciona este mercado y pueda aplicar lo aprendido en el banco.

Conclusiones

El aceptar los fundamentos de fintech y desarrollarlos en las empresas financieras les permitirá transformar su propio modelo de negocio en lugar de quedarse atrás en esta época de gran disrupción. Pero estos temas también crean retos. Todo dependerá en la forma en que las empresas financieras se adapten a la innovación y si aprovechan la oportunidad para ser percibidas como más cercanas a los clientes no corporativosLampadia




Los 10 principales riesgos de la industria minera

Los 10 principales riesgos de la industria minera

Las empresas mineras tienen por delante importantes retos para superar los riesgos que enfrenta el sector. Dada la volátil perspectiva de las cotizaciones, la industria global de minería debe centrarse en cómo mantener un balance sólido y flexible mientras se prepara para su futuro crecimiento. El sector también se enfrenta a retos cada vez mayores para mejorar la productividad, el acceso a los capitales, lidiar con una mayor transparencia, el mantenimiento de la licencia para operar y la seguridad cibernética. Dada la importancia del sector, EY (Ernst & Young ) hizo un análisis de cuáles son los 10 riesgos globales que la industria debe tomar en cuenta a nivel global.

1. Optimización del dinero

Las compañías mineras buscan mantener liquidez en su balance general e implementar planes para aumentar el flujo de caja operativo, y así tener rentabilidad a largo plazo. Por esta razón la optimización de dinero se presenta como el primer riesgo que enfrentan en el 2016-2017, especialmente debido a la limitada demanda y visibilidad de los precios a raíz de la volatilidad del mercado.

2. Acceso al capital

En el ámbito actual, asegurar el financiamiento y los términos de crédito ha sido particularmente desafiante. Por lo tanto, el acceso al capital se encuentra como segunda prioridad dado que el intercambio y financiamiento de deudas se extiende únicamente a aquellas compañías con la suficiente seguridad y a un costo elevado, debido a que los bancos buscan gestionar el riesgo de incumplimiento.

La obtención de capital sigue siendo un problema en el sector. En el 2015 la obtención de capital se redujo en aproximadamente 10% en comparación al año anterior. Hubo una fuerte disminución del financiamiento de préstamos para el sector, y la mayoría de los préstamos fueron utilizados para refinanciar instalaciones existentes en lugar de ir hacia nuevos proyectos.

3. Productividad

La productividad se mantiene entre los tres mayores riesgos ya que muchos mineros están luchando para realizar mejoras adicionales, particularmente en la productividad de los activos. EY opina que las compañías necesitan asumir prácticas de reducción de pérdidas sostenibles a través de la integración de los empleados, incluyendo el adoptar un enfoque integral para mejorar la productividad a largo plazo.

Hay evidencia de una mejora significativa en la productividad y la creación de valor a través de la adopción de una mentalidad de producción, por lo que existe un enfoque incansable en la eliminación de la pérdida de toda la organización.

4. Aceptación social para operar

Los accidentes mineros, enfermedades relacionadas a la minería, protestas comunitarias y el descuidar las responsabilidades de rehabilitación de las minas, están provocando un impacto significativo en la imagen del sector, y en la capacidad de las empresas para retener su aceptación social para operar. Por lo tanto, las compañías mineras necesitan integrar la sostenibilidad en la planificación a largo plazo y operar en conjunto con las comunidades locales para conservar la aceptación social para operar.

5. Transparencia

Un enfoque en la transparencia mejora el clima de inversiones del país, dándole una clara señal a los inversionistas y a las instituciones financieras internacionales, que el gobierno está comprometido en hacer un buen gobierno regido por las reglas. Mejorar la transparencia puede ayudarle a las empresas mineras a mostrar su contribución social – otorgándoles a las comunidades locales un mayor acceso a la información y, asimismo, ayudando a refutar las afirmaciones que dicen que no pagan lo que les corresponde.

6. Cambio hacia el Crecimiento

Las compañías mineras tienen que liberarse del comportamiento de corto plazo que prevalece actualmente. Deben prepararse para el crecimiento futuro, especialmente si las compañías quieren mantenerse un paso adelante de sus competidores. Esto requiere un conocimiento continuo del mercado (mercados de capitales, oferta y demanda mundial, la evolución geopolítica y de comportamiento de los clientes) y la competencia. También puede consistir en un proceso de reducción de las carteras existentes para comprender capital y liberar recursos escasos apoyando futuras oportunidades de crecimiento.

7. Acceso a fuentes de energía

Las compañías mineras hoy en día normalmente usan diversas fuentes de energía – típicamente una combinación de combustibles fósiles, energía hidráulica y energía renovable, que varían según la ubicación, proveedor de energía y disponibilidad de capital. Debido al rápido incremento de la competitividad de la energía renovable, la energía eólica y energía solar en particular, los grandes consumidores de energía están llevando a cabo un cambio significativo en la forma en que obtienen y generan la energía que necesitan. La energía renovable puede proveer un precio de energía fijo a largo tiempo, mitigando la exposición a la volatilidad del precio del combustible en el futuro, así como los precios del aceite y el gas, o el costo de importar energía de países vecinos.

8. Joint ventures

Las compañías se involucran en acuerdos de JV por una variedad de razones, incluyendo la intensidad del capital, la mitigación de riesgos, el acceso a los recursos y la tecnología, la optimización de la cadena de suministro, el posicionamiento de marketing, requerimientos regulatorios o de la sensibilidad política.

9. Seguridad Cibernética

Las compañías mineras han empezado a reforzar su seguridad en tecnología informática (IT), pero muchos admiten que todavía hay vulnerabilidades en su defensa cibernética y que no se están moviendo lo suficientemente rápido para mitigar las mismas. Alrededor de 21% de compañías mineras entrevistadas en la encuesta anual de EY, Global Information Security Survey, no tienen una estrategia de seguridad de IT.

10. Innovación

La innovación es una herramienta clave para mejorar la productividad y que proveerá una ventaja competitiva a largo plazo una vez que el mercado mejore. Para tener éxito, las compañías necesitan alinear sus programas de innovación con su estrategia; tener un programa claro de cambio administrativo; tener la estructura correcta, procesos y sistemas en su lugar; y lo más importante, no solo enfocarse en la tecnología.

Conclusiones

El estudio concluye que las empresas de la industria minera enfocadas en tener una cadena de valor productiva, bien administrada, con un costo eficiente en cada etapa de la cadena; respaldado por un cambio en la mentalidad organizacional, estarán mejor posicionadas para el crecimiento en la próxima alza cíclica.

Los siguientes cuadros muestran los principales riesgos de las materias primas:

 

Lampadia




La situación económica y social chilena sigue deteriorándose

Chile ha sido por décadas el modelo de desarrollo integral de la región (económico, social e institucional). Sorprendentemente, el gobierno actual, el segundo de Michelle Bachelet, emprendió políticas regresivas que han desquiciado la economía, la tranquilidad social y el respeto de las instituciones. Estos cambios se empezaron a instalar sin que la clase dirigente chilena defendiera sus avances, un tremendo descuido que ninguna sociedad puede permitirse (ver también el Brexit en el Reino Unido).

Nuestro Presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski está estos días en ‘visita de Estado’ en Santiago y, hemos considerado pertinente presentar a nuestros lectores, un visión ilustrada sobre la situación chilena en palabras del reconocido economista Vittorio Corbo.

El investigador sénior del Centro de Estudios Públicos (CEP) y ex presidente del Banco Central de Chile, Vittorio Corbo, advirtió que la economía chilena continúa con un crecimiento “mediocre”, en medio de un escenario externo lleno de incertidumbre, que se ha tornado más volátil producto de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

En su estudio, “El momento económico internacional y nacional“, el economista asegura que a nivel interno el crecimiento se ubica en un nivel “inferior” a su potencial. “Las cifras recientes reflejan una actividad con bajo dinamismo, en línea con una desaceleración de las importaciones de capital, menor impulso del sector inmobiliario y expectativas negativas por parte de consumidores y empresarios, a pesar de su repunte reciente”.

Fuente:  noticias.starmedia.com

Asimismo, señala que el sector fiscal continúa “deteriorándose”, mientras que la deuda bruta del Estado sigue aumentando. “En contraste, las ventas minoristas reales repuntan, en medio de una baja leve de la tasa de desempleo y un deterioro de la calidad del empleo. Cabe destacar que la inflación mantiene la tendencia a la baja, ubicándose por debajo de la meta del Banco Central”, señaló.

En concreto, Corbo prevé que el PBI chileno se expandirá entre 1.6% y 1.8% este año, mientras que se ubicará “en la parte baja” del rango entre 1.5% y 2.5% en 2017. “Mientras la inflación anual estaría entre el 2.9% y 3.1% este año y bajo el 3% el próximo”. El Banco Central anunció esta mañana que el PBI de Chile experimentó un avance de 1.6% en el tercer trimestre, por encima de las proyecciones del mercado.

A nivel internacional, el experto destacó que el crecimiento mundial había tomado “algo más de dinamismo”, con un “mejor comportamiento” de los países emergentes y avanzados respecto del primer semestre del año. “Sin embargo, el sorpresivo triunfo de Trump en Estados Unidos abre un periodo de incertidumbre a la espera de que se conozcan las prioridades de su administración, en términos de la política fiscal, política comercial; así como en las expectativas sobre el proceso de ajuste de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal”, advirtió.

Como consecuencia, Corbo planteó que se observa una “mayor volatilidad” en los mercados financieros, específicamente en relación con la paridad del dólar, y en los precios de los commodities y de los activos en los mercados internacionales. “En cuanto a las proyecciones de crecimiento, para este año se espera un crecimiento mundial en torno al 3 por ciento, y para el próximo algunas décimas más”, concluyó el ex titular del instituto emisor entre 2003 y 2007.

Además, es importante recalcar la crisis de confianza que se está llevando a cabo en Chile.  Hay una creciente desconfianza en las instituciones y en las autoridades. Según el estudio ‘¿Existe una crisis institucional en el Chile actual?’ de Isabel Aninat y Ricardo González (ambos también del CEP), uno de los principales factores que afecta el desempeño de las instituciones es la corrupción. Si una institución está sujeta a actos de corrupción, entonces no está funcionando bien, porque es incapaz de entregar eficazmente los servicios que los ciudadanos esperan. Según la encuesta CEP sobre la desconfianza en la política, el principal motivo por el cual la gente desconfía de la política es la corrupción, muy por sobre que la clásica consigna de que los políticos no cumplen las cosas que prometen (ver gráfico inferior).

Ya habíamos comentado que Bachelet había puesto en marcha atrás la economía chilena. Una visita de Klaus Schmidt-Hebbel (Profesor de Economía de la Pontifica Universidad Católica de Chile) en Lima nos demostró que la parálisis del crecimiento chileno era “woman-made” (hecha por una mujer): obra de Michelle Bachelet. Según él, Chile es víctima de un shock político interno que paró en seco la economía. Y apreciar el colapso de la inversión en el siguiente gráfico:  

http://www.lampadia.comhttps://www.lampadia.com/assets/uploads_images/images/colapso%20de%20la%20inversion%20chilena%202013%202015%281%29.png

Por lo tanto, Chile, el país más expuesto a los precios del cobre, no es víctima de su dependencia en los recursos naturales, sino, como dice el historiador británico Nial Ferguson: “están ejerciendo su derecho de ser estúpidos” . Lampadia




La gran crisis financiera y económica que no se supo evitar

En este análisis presentamos la segunda publicación de The Economist sobre las más importantes teorías económicas explicadas de una manera menos ‘matematizada’ y con énfasis en cómo estas teorías se aplican en la actualidad.

Este artículo se refiere al llamado ‘momento Minsky’, un concepto que planteó el impacto de la deuda y las finanzas en la estabilidad económica del sistema. Este planteamiento explicaba que durante los largos períodos de bonanza de la economía, se creaban comportamientos  peligrosos para la estabilidad económica, como el abultamiento de los niveles de deuda y la adopción de estrategias financieras de alto riesgo, que ante ciertos eventos podían conducir a deterioros económicos que se retroalimentaban negativamente a gran velocidad. Esto es exactamente lo que sucedió en la crisis financiera que explotó el 2007/2008/2009. Lamentablemente, las teorías económicas prevalecientes no recogieron las advertencias de Minsky, se menospreciaron los temas financieros y se dejó que la humanidad se pusiera al borde del colapso.

Minsky planteó sus ideas en 1974 advirtiendo que los ciclos económicos podían significar una bomba de tiempo. Solo después de la gran crisis financiera de inicios del nuevo siglo, se recogieron sus ideas y se adoptó el término de ‘momento Minsky’.   

Minsky advirtió que en tiempos de prosperidad se desarrolla una euforia especulativa que hace aumentar el volumen y las modalidades de crédito hasta que los beneficios esperados de las inversiones correspondientes sean insuficientes para pagarlos.

Por ejemplo, antes de que se desate la euforia especulativa el agente económico se endeuda calculando que su inversión pueda cubrir el pago del capital e intereses; una vez que se toma más confianza en el crecimiento de la economía, muchos toman deuda que solo se pueda servir pagando los intereses, asumiendo que se puedan renovarse los capitales y; hasta se llega al extremo de aumentar los niveles de deuda asumiendo que esta pueda ser eventualmente cubierta por el valor de los activos financiados por ella. Desafortunadamente, cuando se produce un bajón en la economía, los activos se deprecian, lo que impulsa su liquidación, lo que a su vez genera una mayor depreciación y puede dejar completamente descubiertas las deudas, originando un espiral de crisis generalizada.

Minsky, un keinesiano, se opuso tenazmente a la manipulación de algunas ideas de Keines y a los modelos de ‘mercados eficientes’ que dominaron la teoría económica en la segunda mitad del siglo XX. Minsky argumentó que las oscilaciones eran inevitables en una economía de mercado, a menos que los gobiernos intervinieran fuertemente para evitar el descontrol excesivo. Por ello se opuso tenazmente a las desregulaciones que marcaron la tónica de los años 80. Pero nadie quiso escuchar sus advertencias.

El momento Minsky es aquel en el que comienzan a desplomarse los esquemas ponzi, generando reacciones en cadena de impagos. Es un período de enorme inestabilidad provocado justamente por un largo período de estabilidad aparente en el cual todos los que se creyeron el cuento se arriesgaron más de la cuenta en la toma de riesgos crediticios.

Minsky sugirió tres tipos de financiamientos: de cobertura, cuando el deudor está completamente cubierto y puede satisfacer todos los pagos de la deuda con sus flujos en efectivo; el especulativo, cuando el deudor podrá cumplir con el pago de los intereses, pero sin amortizar nada del principal; y el ponzi, cuando el deudor, ante cualquier caída, no podrá pagar ni siquiera los intereses dado que se basa por completo en el aumento de los precios de los activos para seguir refinanciando la deuda.  

De hecho, algunos analistas habían aludido a Minsky para alertar de los excesos del mercado en 2006. Jeremy Grantham, de la gestora GMO, advirtió que los inversores se habían vuelto demasiado confiados y estaban asumiendo demasiado riesgo, tal como Minsky había predicho. McCulley fue el que acuñó la expresión “momento Minsky” durante la crisis rusa de 1998.

En el 2007, durante la última crisis, empezó el debate sobre si Minsky apoyaría la acción de emergencia adoptada por la FED. Por un lado, estaría a favor para intentar de evitar una crisis financiera que puede extenderse al conjunto de la economía; por otro, también estaría preocupado porque estos movimientos son un seguro que da confianza a unos inversores que pueden seguir especulando. Lo que es seguro es que, dondequiera que esté Minsky, estará diciendo: “Se los advertí”.

Es curioso que se hayan despreciado las advertencias de Minsky. Si se analiza la historia de las crisis sistémicas, o las de las más grandes empresas que atravesaron problemas financieros, e inclusive, casos individuales, se puede apreciar que siempre hay exceso de endeudamiento y apuestas por escenarios óptimos, que pueden durar un tiempo, pero no prevalecen siempre. Por eso es que la economía y las finanzas, debieran tener un desarrollo académico paralelo, algo muy lejano de la realidad. Lampadia.

Estabilidad financiera

El momento de Minsky

Por The Economist

30 de julio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Desde el inicio de su carrera académica en los 50 hasta 1996, cuando murió, Hyman Minsky trabajó en una relativa oscuridad. Su investigación sobre las crisis financieras y sus causas atrajo a algunos admiradores devotos, pero poca atención en general: esta revista lo citó solo una sola vez mientras estaba vivo, y solo fue una mención breve. Y así permaneció hasta 2007, cuando ocurrió la crisis de hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos. De repente, todo el mundo hablaba de sus escritos para intentar hacer sentido al caos. Los corredores de créditos escribieron a los clientes explicando el “momento de Minsky” que envolvió a los mercados financieros. Los banqueros centrales se refirieron a sus teorías en sus discursos. Y se convirtió en una estrella mediática póstuma, protagonizando las columnas y los noticieros con sus ideas. Desde el 2007, The Economist lo ha mencionado en al menos 30 artículos. 

Minsky se mantuvo lejos de ser el centro de atención durante toda su vida en gran parte porque su enfoque contravenía las convenciones académicas. Él comenzó su educación universitaria en matemáticas, pero hizo poco uso de sus cálculos cuando se desplazó a la economía, a pesar de la creciente importancia de los métodos cuantitativos en la disciplina. En cambio, planteó sus puntos de vista en ensayos, conferencias y libros, entre ellos uno sobre John Maynard Keynes, el economista que más influyó su pensamiento. También adquirió experiencia práctica como miembro de la junta del Banco Mark Twain, en St Louis, Missouri, donde enseñó.

Al haber crecido durante la Depresión, Minsky estaba incentivado a analizar los desastres (o crisis). A través de los años, regresó al mismo problema fundamental una y otra vez. Quería entender por qué ocurrieron las crisis financieras. Fue un enfoque impopular. La creencia dominante en la segunda mitad del siglo XX fue que los mercados eran eficientes. La perspectiva de una calamidad en las economías desarrolladas sonaba descabellada. Podría haber una ocasional caída en el mercado de valores o de la moneda, pero las economías modernas ya habían, al parecer, vencido a sus peores demonios.

Estando en contra de esas certezas, Minsky, un hombre con aspecto de búho y pelo gris, desarrolló su “hipótesis de la inestabilidad financiera”. Es un análisis de como largos períodos de prosperidad, fertilizan las semillas de la próxima crisis, un lente importante para comprender el tumulto de la última década. Pero la historia de la hipótesis en sí es tan importante como su análisis. Su trayectoria desde los márgenes de la academia al centro del debate en la corriente dominante, muestra cómo el estudio de la economía se está adaptando a una realidad que ha cambiado mucho desde la crisis financiera global.

Minsky comenzó con una explicación de la inversión, como, en esencia, un intercambio de dinero de hoy para conseguir dinero de mañana. Una empresa invierte ahora en la construcción de una fábrica y los beneficios de su operación fluirán en los años venideros, si todo sale bien, traduciéndose en dinero para ella en los próximos años. En simple, hoy en día el dinero puede venir de una de dos fuentes: la caja propia de la firma o de la de otros (por ejemplo, si la empresa se presta de un banco). El balance entre los dos es la pregunta clave para el sistema financiero.

Minsky distingue entre tres tipos de financiamiento. El  primero, a la que llamó “financiación de cobertura” (hedge financing), es el más seguro: las empresas confían en su futuro flujo de caja para pagar todas sus deudas. Para que esto funcione bien, deben tener préstamos limitados y beneficios saludables. El segundo, el financiamiento especulativo, es un poco más arriesgado: las empresas confían en su flujo de caja para pagar los intereses de sus préstamos, pero deben refinanciar su deuda existente para repagar el principal. Esto debería ser manejable, siempre y cuando la economía funcione sin problemas, pero una recesión podría causar angustia. El tercero, la financiación Ponzi, es el más peligroso. El flujo de caja no cubre ni el capital ni los intereses; las empresas sólo están apostando a que el activo subyacente se aprecie lo suficiente como para cubrir sus pasivos. Si esto no sucede, se quedarán expuestos.

Las economías dominadas por la financiación de cobertura, es decir, las que tienen flujos de caja fuertes y deudas reducidas son las más estables. Cuando la especulativa y, sobre todo, la financiación Ponzi pasan a primer plano, los sistemas financieros son más vulnerables. Si los valores de activos comienzan a caer, ya sea debido a un ajuste monetario o algún choque externo, las firmas más sobrecargadas se verán obligadas a vender sus posiciones. Esto debilita aún más los valores de los activos, causando aún más sobrecarga a las firmas. Podrían evitar  este problema restringiéndose al financiamiento de cobertura. Pero con el tiempo, sobre todo cuando la economía está en buena forma, la tentación de asumir más la deuda es irresistible. Cuando el crecimiento parece estar asegurado, ¿por qué no pedir más? Los bancos se suman a esta dinámica, bajando sus estándares de crédito, por lo que el boom dura aún más. Si los impagos son mínimos, ¿por qué no prestar más? La conclusión de Minsky era inquietante. La estabilidad económica engendra inestabilidad. Los períodos de prosperidad dan paso a la fragilidad financiera.

Con los bancos apalancados e hipotecas sin cuotas iniciales, todavía en la mente de todos después de la crisis financiera global, la visión de Minsky puede sonar obvia. Por supuesto, la deuda y las finanzas son importantes. Pero desde hace décadas, el estudio de la economía prestó poca atención a la primera y relegó esta última a una sub-disciplina, no era un elemento esencial en las teorías más amplias. Minsky era un rebelde que desafió tanto a la columna vertebral de la macroeconomía keynesiana, como a la creencia prevaleciente en los mercados eficientes.

Es quizás extraño describir sus ideas como una crítica a la doctrina keynesiana cuando Minsky mismo idolatraba a Keynes. Pero él creía que la doctrina se había alejado demasiado de las propias ideas de Keynes. Los economistas habían creado modelos para poner a trabajar las palabras de Keynes para explicar la economía. Ninguno es más conocido que el modelo IS-LM, desarrollado en gran medida por John Hicks y Alvin Hansen, que muestra la relación entre la inversión y el dinero. Sigue siendo una potente herramienta en la enseñanza y para el análisis de políticas. Pero Hicks y Hansen dejaron gran parte del sector financiero fuera de la imagen, a pesar de que Keynes era muy consciente de la importancia de los mercados. Para Minsky, se trataba de una “representación injusta e ingenua de sutiles y sofisticados puntos de vista de Keynes”. La hipótesis de la inestabilidad financiera de Minsky ayudó a rellenar los agujeros.

Su desafío a los profetas de los mercados eficientes fue aún más agudo. Eugene Fama y Robert Lucas, entre otros, convencieron a la mayoría de sectores académicos y círculos de formulación de políticas que los mercados tienden hacia el equilibrio a medida que la gente absorbe toda la información disponible. La estructura del sistema financiero fue tratada como casi irrelevante. En los últimos años, los economistas del comportamiento han atacado una viga de la teoría del mercado eficiente: la gente, lejos de ser actores racionales que maximizan sus ganancias, a menudo no tienen ni idea de lo que quieren y toman las decisiones equivocadas. Pero Minsky, años antes, había atacado otro punto: unas fuerzas, profundamente arraigadas en los sistemas financieros, estaban impulsándolos hacia los problemas, y la estabilidad era tan solo una ilusión pasajera. 

De fuera hacia dentro

Sin embargo, al ser un extraño en un mundo cerrado de la economía, la influencia de Minsky era, hasta hace poco, limitada. Los inversionistas fueron más rápidos que los profesores en adherirse a sus puntos de vista. Más que cualquier otra persona fue Paul McCulley de PIMCO, un grupo de gestión de fondos que popularizó sus ideas. Él acuñó el término “momento Minsky” para describir una situación en la que los niveles de deuda alcanzan un punto de ruptura y los todos los activos comienzan a hundirse. McCulley utilizó inicialmente el término en la explicación de la crisis financiera rusa de 1998. Desde la crisis mundial de 2008, se ha convertido en omnipresente. Para los analistas de inversión y gestores de fondos, un “momento Minsky” es ahora prácticamente sinónimo de una crisis financiera.

La escritura de Minsky sobre la deuda y de los peligros de la innovación financiera tuvo la gran virtud de estar en línea con la experiencia. Pero esta virtud también apunta a lo que algunos podrían ver como un defecto. Al tratar de pintar una imagen más matizada de la economía, renunció a algunos potenciales modelos elegantes. Eso estuvo muy bien en lo que a él respecta; ya que argumentó que las teorías generalizables eran bobadas. Quería explicar situaciones específicas, y no la economía en general. Vio la hipótesis de la inestabilidad financiera como relevante para el caso de las avanzadas economías capitalistas con mercados profundos y sofisticados. No estaba destinado a ser relevante en todos los escenarios. En estos días, por ejemplo, está de moda preguntar si China está al borde de un momento Minsky después de su alarmante crecimiento de la deuda durante la década pasada. Sin embargo, un país en transición del socialismo a la economía de mercado y con un sistema financiero inmaduro no es lo que Minsky tenía en mente. 

Evitar el poder de las ecuaciones y de los modelos tubo un costo. Contribuyó al aislamiento de Minsky de las teorías convencionales. Los economistas no ignoraban por completo la deuda, incluso si tan solo la estudiaban con moderación. Algunos, como Nobuhiro Kiyotaki y Ben Bernanke, que más tarde se convirtió en el presidente de la Reserva Federal (FED), analizaba cómo la forma el crédito podría amplificar los ciclos económicos. El trabajo de Minsky podría haber complementado el suyo, pero no le hicieron una referencia. Era como si apenas existía.

Desde la muerte de Minsky, otros han comenzado a corregir esto, insertando sus teorías en los modelos generales. Levy Economics Institute del Bard College de Nueva York, donde terminó su carrera (y dónde todavía se lleva a cabo una conferencia anual en su honor), ha publicado un trabajo que incorpora sus ideas con cálculos. Un estudio de Levy, publicado en 2000, desarrolló un modelo inspirado en Minsky vinculando la inversión y el flujo de caja. Un documento de 2005 por el Banco de Pagos Internacionales, un foro para los bancos centrales, se basó en Minsky para la construcción de un modelo de cómo las personas evalúan sus activos después de incurrir en pérdidas. En 2010, Paul Krugman, ganador del premio Nobel de Economía y que es más conocido en estos días como un columnista de The New York Times, fue co-autor de un documento que incluía el concepto del “momento Minsky” para modelar el impacto del des-apalancamiento de la economía. Algunos investigadores también están comenzando a probar qué tan precisas eran realmente las ideas de Minsky: un análisis de 2014 para el Banco de Finlandia observó una relación entre la deuda y el flujo de caja, encontrando que podría ser un indicador útil de riesgo sistémico.

El prisma del deudor

Aun así, falta mucho para que la hipótesis de la inestabilidad financiera se convierta en una nueva base para la teoría económica. El legado de Minsky tiene más que ver con el enfoque en las cosas correctas que en estructurar correctamente los modelos cuantificables. Es suficiente observar que la deuda y la inestabilidad financiera, sus principales preocupaciones, se han convertido en algunos de los principales temas de investigación de los economistas de hoy en día. Una nueva versión del “Manual de Macroeconomía”, una encuesta influyente que fue publicada por primera vez en 1999, está siendo trabajada. Esta vez, hará que los vínculos entre las finanzas y la actividad económica sea un componente principal, con al menos dos artículos que citan a Minsky. Tanto así que Krugman ha bromeado: “Ahora todos somos Minskyites.”

Los bancos centrales parecen estar de acuerdo. En un discurso pronunciado en 2009, antes de convertirse en jefe de la Reserva Federal, Janet Yellen, dijo que el trabajo de Minsky se había “convertido en lectura obligatoria”. En un discurso de 2013, realizado cuando era gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King estuvo de acuerdo con la opinión de Minsky que la estabilidad en los mercados de crédito conduce a la exuberancia y, finalmente, a la inestabilidad. Mark Carney, el sucesor de Lord King, se ha referido a los momentos Minsky en al menos dos ocasiones.

¿Durará el momento?  La propia teoría de Minsky sugiere que con el tiempo se agotará. El crecimiento económico sigue siendo inestable y las cicatrices de la crisis financiera global siguen siendo visibles. En la trayectoria minskyana, esto es cuando las empresas y los bancos están en su punto más prudente, cuidadosos de los errores del pasado y determinados en fortalecer sus balances. Pero con el tiempo, los recuerdos de la crisis 2008 se atenuarán. Nuevamente, las firmas correrán a expandirse, los bancos los financiarán y los reguladores aflojarán las restricciones. Las advertencias de Minsky se desvanecerán. Cuanto más nos alejemos de la última crisis, menos querremos escuchar de aquellos que ven acercándose otra. 

Lampadia




Una entrevista que rompe con los mitos sobre los empresarios

Una entrevista que rompe con los mitos sobre los empresarios

Comentario de Lampadia

En el Perú tenemos la vocación de construir mitos y buscar siempre dónde está la trampita. Durante los últimos años ha mejorado mucho la imagen de los empresarios, pero todavía nos falta entender las características y cualidades de los empresarios modernos.

Hemos decidido republicar la entrevista que compartimos líneas abajo, pues Mario Alvarado respira la sencillez de un peruano comprometido con el trabajo que le tocó desempeñar y transmite entusiasmo por la vida y por su gestión.

Seguramente, las décadas de empobrecimiento que vivimos hasta el inicio de los años 90, nos llevaron a los peruanos a creer que la vida y el trabajo era un modelo ‘ganar-perder’. En un ambiente de escasez y de carencia de oportunidades, probablemente fue lógico que nuestro sentido común nos llevara a la desconfianza de los ciudadanos más exitosos.

Felizmente, los últimos 20 años en que aprendimos a crear riqueza y a apostar por el futuro, en que desarrollamos una importante clase media, años en los que no era raro escuchar que lo que sobraba eran recursos, nos hayan hecho entender que la vida es un proceso de suma y, que el modelo mental es más bien uno de ‘ganar-ganar’.

Todavía nos falta entender que en la aventura de la vida y el desarrollo estamos juntos todos los peruanos. Aún necesitamos fortalecer la confianza entre nosotros y en el futuro, creer en nuestras capacidades y, algo muy importante, participar en la vida nacional con sencillez, apertura y transparencia. Ver en Lampadia: Tres caminos al Bienestar General.

Líneas abajo compartimos la entrevista de Portafolio:

“Siempre he sido ejecutivo. Mi reto hoy es ser más pensante”

“No soy usted, soy Mario”, interrumpe el gerente general corporativo de Graña y Montero. Un entrevistado que corre tabla, viaja en metro y aún no termina de aprender cómo usar su Apple Watch.

Entrevista de Gonzalo Carranza a Mario Alvarado

Gerente General Corporativo del Grupo Graña y Montero

El Comercio – Portafolio, 10 de enero de 2016

 

¿Cómo es tu agenda?

Te voy a responder por hoy, que no es lo mismo que hace cuatro o cinco años. Trato –y la palabra ‘trato’ es muy importante porque no siempre puedo– de trabajar una cantidad determinada de horas al día. Antes trabajaba 12 horas diarias, incluso venía los sábados, pero ya no.

Tengo como gerente del grupo 18 años y últimamente ha bajado la cantidad de tiempo que dedico a trabajar. Uno va ganando credibilidad, confían más en uno y necesitas menos esfuerzo para sacar adelante muchas cosas. Entonces, te diría que hoy trabajo menos y también está cambiando el tipo de cosas que hago. La mayor parte del tiempo que paso en la oficina estoy en reunión con alguien, discutiendo cosas. Y ahora leo el periódico en las mañanas, concentrado, después de hacer deporte, en mi casa. Hace un buen tiempo que no lo leo en físico, sino que lo hago en el iPad. Otra cosa que he hecho a propósito es comprarme esta cosa [muestra su Apple Watch], que no me gusta y que tengo que aprender a usarla. ¿Por qué uno se obliga a hacer esto? Porque tiene que estar al día.

¿Cómo es tu relación cotidiana con tus reportes?

Por mail, por WhatsApp, por todas las vías. Es muy importante para eso que el diseño de las oficinas ayude, que haya puntos de reunión.

¿Cuánto tiempo pasas dentro de tu oficina?

Ahora casi todo el tiempo estoy dentro de mi oficina, pero sé que está mal. Estoy tratando de cambiarlo y de salir más. En una remodelación reciente hicimos más chicas las oficinas y las volvimos transparentes.

¿Cómo es tu relación con el directorio actual?

Es buenísima. Hemos tenido una suerte enorme, es un directorio involucrado, fluido y sofisticado. Ir al directorio tiene que ser un reto intelectual.

¿Qué decisión te ha marcado más en estos 18 años al frente de la empresa?

Es una pregunta difícil. La crisis que comenzó en 1999 fue muy dura. Ahí envejecí mucho. Tenía mucho que coordinar con Europa, entonces debía trabajar de día y de noche. La compañía estaba bien, pero cuando las entidades financieras están mal, te cierran todas las líneas [de crédito]. El episodio terminó el 2003, cuando emitimos unos bonos titulizados y comenzamos a crecer muchísimo. Tengo un montón de cicatrices, pero esa es profunda. En el lado positivo, las personas me han marcado mucho. Que sean tan dedicadas, tan ‘camiseta’, te juro que te conmueve.

Y ahora que se vive un momento de austeridad y disciplina, ¿qué es lo que más duele?

Las personas. Es una compañía muy grande y hay áreas que deben reducirse.

¿Quiénes o qué cosas son tus “cables a tierra”?

Lo primero es burlarte de ti mismo. Aquí todo el mundo se burla sin agresividad. Se maneja bien el equipo gerencial. La realidad también te obliga a estar atento, porque te das cuenta de que te descuidas, y te agarra.

El reto para mí ahora es pasar a ser una persona mucho más pensante que actuante. Siempre he sido muy ejecutivo, rápido, agresivo, empujador. Antes tenía arriba de mí, como presidente ejecutivo, a José Graña, que es muy pensante. Pero él ya se jubiló. Entonces mi rol ahora debería ser más pausado.

¿Has tenido mentores en estos años?

Sí, y también –perdona la palabra horrible, pero es la única que hemos encontrado– ‘mentorizados’. El principal mentor es José Graña, y antes que él, mi padre.

¿Trabajaste con tu padre?

Es una historia curiosa. Él tenía una empresa constructora, pero nunca trabajé con él. Entré a Graña y Montero como practicante hace 35 años, porque era considerada la mejor escuela. Y cuando yo ya trabajaba acá, mi padre vendió su compañía. Pasó el tiempo y cuando tenía 29 años –era un chiquillo, pero tenía tiempo trabajando y había manejado la primera parte del proyecto Camisea–, surgió la oportunidad de montar una empresa nueva dentro de Graña y Montero. Le dije a José Graña que quería traer de socio a mi padre y él aceptó. Recién trabajé con él después de todo ese tiempo.

También es curioso que hayas llegado de practicante a gerente general.

Hoy día ya no se puede, pero yo era el último en el colegio y también soy disléxico. No podía con esa disciplina de la enseñanza antigua que te obligaba a que aprendas cosas sin sentido. Hasta que un día cambié, le empecé a encontrar sentido a las cosas y ahora soy completamente al revés: me he vuelto un fanático del conocimiento. Tenemos la academia GyM, por ejemplo. Me encanta que la gente estudie, que aprenda, que lea y que analice.

¿Cómo te relacionas con los más jóvenes, que tienen la tendencia de ir probando diferentes trabajos?

Yo no he cambiado [de trabajo] por una sencilla razón: este ha sido fascinante. Todo lo que hago me apasiona. No solo en esto, también en los deportes y en otras cosas.

¿Qué deportes practicas?

¿Por dónde empiezo? Tabla. También vela y bicicleta de montaña.

¿Hay alguna relación entre esos deportes y tu vida profesional?

Siempre te dan un enfoque diferente. El deporte más bonito que he hecho en mi vida es la tabla. He corrido con mi hijo muchos años hasta que ya no me dio el cuerpo para correr las mismas olas que él. Sigo corriendo, pero ahora también me dedico más a la vela.

¿Qué indicador no puedes dejar de ver diariamente?

Hay uno que veo todos los días: cuántas personas han subido al metro y a cuántas estaciones hemos llegado con alguna impuntualidad. Todos los días recibo un e-mail con ese indicador.

¿Y por qué?

Nosotros tenemos una cultura de cumplimiento y cuando tomamos el metro, que es parte del transporte público donde todo es incumplido, vimos que la puntualidad era muy importante. Tenemos una obsesión con que el metro llegue a cada estación a la hora precisa.

¿Los has usado?

Claro, pero me pasan la voz cuando puedo entrar. Es increíble la cantidad de gente que lo usa, tenemos que aumentar la flota. Pero en mi caso, es horrible subirme, porque apenas lo hago, me ven mayor y me ceden el asiento [risas].

Pensé que veías a diario el precio de la acción.

Pensé que me preguntarías por el precio de la acción.

¿Lo ves?

Sí, también lo veo todos los días, pero lo dijimos cuando salimos a la Bolsa de Nueva York: nuestra visión del negocio es de muy largo plazo.

¿Han pensado en recomprar acciones?

He estudiado el tema y lo he llevado dos veces al directorio. Pero la mejor respuesta es la que da Warren Buffett: necesitas dos condiciones para tomar esta decisión. Una es que tu acción esté muy barata, y la nuestra lo está. Pero la otra es que no necesites el capital para proyectos de mediano plazo, y nosotros sí lo necesitamos. Hoy tenemos muchos proyectos por delante. Lampadia

 

 




Impresoras 3D: 10 casas sostenibles en 24 horas

Impresoras 3D: 10 casas sostenibles en 24 horas

La revolución de las impresoras 3D no es novedad. En Lampadia venimos augurando sus ventajas y el poder democratizador de este invento: Impresoras en 3D, La Tercera Revolución Industrial y Organizaciones Exponenciales (I). Diez casas en un día, eso es una posibilidad que la tecnología nos brinda. Aún mejor, estas casas impresas en 3D son hechas con productos sostenibles (eco-friendly, o amigables al ambiente, en español), ya que se construyen con residuos de construcción reciclados mezclados con cemento de secado rápido.

La primera casa 3D del mundo en China

La impresora 3D no imprime una casa de una sola vez. Cada casa es impresa en piezas utilizando la tecnología FDM (Fused Deposition Modeling). Cuatro impresoras 3D de 6.6metros de altura, 10 de ancho y 32 de largo, imprimen pared por pared que luego se ensamblan. La única parte que todavía no se puede imprimir es el techo. Para entender más el proceso de fabricación y su rapidez, compartimos un video (en inglés) que explica cómo se hicieron diez casas en 1 día en China:

https://www.youtube.com/watch?v=zMoqHmksweU&feature=youtu.be

Las casas producidas pueden parecer un poco simples o frías, sin embargo, muestran el potencial para una evolución en los nuevos materiales y procesos de construcción para lograr la fabricación de casas en forma rápida y de bajo costo. La tecnología de impresión 3D requiere menos mano de obra y utiliza predominantemente materiales reciclados. Como resultado, la casa resulta ser muy económica. Cada una de estas casas de 200 metros2  cuesta, actualmente en China, menos de US$ 5,000. En un país como el Perú, con un gran déficit de viviendas y limitaciones económicas, donde muchas familias necesitan un hogar asequible, esta tecnología sería muy beneficiosa.

Se espera que la industria de la impresión 3D cambie casi todos los procesos de fabricación. Se espera que crezca un 300% en los próximos ocho años, como se muestra en el gráfico superior.

Uno de los sectores más importantes de este proceso es la revolución de la manufactura. Para la fabricación industrial, una de las etapas más intensivas en capital, tiempo y trabajo en el proceso de desarrollo de herramientas. La impresión 3D industrial elimina la necesidad de la producción de herramientas y, por lo tanto, los costes, los plazos y la mano de obra asociados con ella. Esta es una propuesta muy atractiva, que un número cada vez mayor de fabricantes están aprovechando. Además, los productos y los componentes pueden ser diseñados específicamente para evitar los requisitos de montaje con geometría compleja, eliminando aún más mano de obra y los costos asociados con los procesos de montaje.

Paredes de alta tecnología: La firma china WinSun juntó una mezcla de cemento y residuos de construcción 
para construir paredes capa por capa (en la foto) en un proceso de construcción rápida que podría 
transformar la forma en que se construyen viviendas asequibles

Además, es importante destacar que los materiales que se utilizan normalmente en una impresora 3D son, sorprendentemente, sostenibles y eco-friendly. Los materiales más comunes son piezas de plástico son acrilonitrilo butadieno estireno (ABS) y ácido poliláctico (PLA). Ambos son termoplásticos; se vuelven suaves y moldeables cuando son calentados y vuelven a un estado sólido cuando se enfrían. Además, el PLA es en realidad un polímero de azúcar derivado de plantas, comúnmente hecho de maíz.

Otra ventaja de los termoplásticos es que pueden volver a fundirse y reformarse en nuevos objetos varias veces (aunque no infinitamente, ya que su estructura finalmente se despolimeriza). Por lo tanto el objeto impreso puede ser reciclado algunas veces.

Esta invención es un avance valioso en la tecnología de la construcción. Aporta la posibilidad de viviendas de bajo costo, tal vez temporales, en las zonas de desastre. Cuando el desastre es superado y es lo suficientemente seguro para los ocupantes temporales de regresar a sus hogares (o construir nuevos), las casas 3D podrían ser recicladas y utilizadas en otras de dimensiones diferentes. Esta invención también puede ser una solución razonable para la construcción de escuelas y postas médicas.

Las casas impresas en 3D tendrán un gran impacto en el mercado y una mayor demanda hará que la tecnología baje sus precios. Dado el elevado número de nuestra población que habita casas que no están construidas con materiales nobles, esta opción podría ser un nicho de negocio muy prometedor para el Perú. Lampadia

 

 




Reinventando las empresas

Reinventando las empresas

Los emprendedores están rediseñando la materia prima del capitalismo

Comentario de Lampadia

La revolución tecnológica que se despliega en el mundo, no solo está referida a nuevos procesos, productos y servicios, también incide en nuevas formas de organización de las empresas, las relaciones entre la propiedad y la administración de las mismas, las formas de financiamiento y hasta nuevas estrategias de tercerización que permiten el desarrollo de nuevos negocios casi de la noche a la mañana.

El siguiente artículo de The Economist es un excelente referente de las nuevas tendencias de desarrollo empresarial:  

Publicado por The Economist, 24 de octubre de 2015

Traducido y glosado por Lampadia

Ahora que Uber está aumentando su actividad, los taxistas de Londres se encuentran aún más afligidos de lo habitual. Mientras tanto, los hoteleros del mundo están lidiando con Airbnb y los creadores de hardware con la computación en la nube. Al otro lado de las industrias, los disruptores están reinventando cómo funcionan los negocios. Menos evidente, pero igualmente importante, también están reinventando lo que es ser una empresa.

Para muchos gerentes, la vida corporativa todavía involucra tratar con una gran parte de propietarios anónimos, la mayoría de ellos representados por los gestores de fondos que compran y venden acciones que cotizan en bolsa. En las empresas de los insurgentes, por el contrario, el acoplamiento entre la propiedad y la responsabilidad es estrecho. Los fundadores, el personal y los sponsors ejercen un control directo. Todavía es temprano pero, si esta innovación se extiende, podría transformar el funcionamiento de las empresas.

El atractivo del modelo insurgente es, en parte, resultado de la creciente insatisfacción con las empresas de capital abierto. Es verdad que las mejores empresas de capita abierto son organizaciones notables. Ellas establecen un equilibrio entre los resultados trimestrales (que los mantienen atentos) y las inversiones a largo plazo (que los mantienen en crecimiento). Producen una gran cantidad de talentosos gerentes y productos innovadores. Saben movilizar talento y capital.

Pero, después de un siglo de dominación absoluta, la empresa de capital abierto está mostrando signos de desgaste. Una de las razones es que los directivos tienden a poner sus propios intereses por delante. Se suponía que la revolución de la década de 1980 del accionista y el valor de las empresas resolvería esta problemática incentivando a los gerentes a pensar como propietarios, pero ha sido contraproducente. Con el poder de opciones de compra de acciones, los directivos actuaron en su propio beneficio, impulsando los precios de las acciones con el fin de aumentar sus ingresos.

El auge de las grandes instituciones financieras (que controlan alrededor del 70% del mercado de valores de Estados Unidos) ha debilitado aún más el vínculo entre las personas que nominalmente son dueños de las empresas y las propias empresas. Los gestores de fondos tienen que lidiar con un grupo cada vez mayor de intermediarios, desde reguladores hasta sus propios empleados, y cada uno tiene sus propios intereses y beneficios. No es sorprendente que los gestores de fondos no logren controlar eficazmente a las empresas individuales.

Por último, listar una compañía en la bolsa se ha vuelto oneroso. Las regulaciones se han multiplicado desde el escándalo de Enron de 2001-02 y la crisis financiera de 2007-08. Aunque los mercados tienden a proyectarse a largo plazo, muchos administradores consideran que sus puestos de trabajo dependen de producir buenos resultados a corto plazo, trimestre tras trimestre.

Intereses contrapuestos, el cortoplacismo y las excesivas regulaciones imponen costos. Ese es un gran problema en un momento clave, en el cual las empresas de capital abierto están luchando para exprimir ganancias de sus operaciones. En los últimos 30 años las ganancias en el índice S&P 500 de las grandes empresas estadounidenses crecieron un 8% al año. Ahora, por segundo trimestre consecutivo, se espera que caigan en un 5%. El número de empresas que cotizan en las bolsas de valores de Estados Unidos ha caído a la mitad desde 1996, en parte debido a consolidaciones, pero también porque los gerentes más talentosos prefieren que sus empresas permanezcan privadas.

No es casualidad que otro tipo de organizaciones corporativas estén aumentando. Las empresas familiares tienen una nueva oportunidad. Los hombres de negocios están experimentando con “híbridos” que aprovechan los mercados públicos manteniendo un monitoreo constante. Inversionistas astutos como Jorge Paulo Lemann, de 3G Capital, se especializan en la compra de empresas de capital abierto y las opera como privadas, con una dotación de personal magro y un enfoque de largo plazo.

Pero la alternativa más interesante para las empresas de capital abierto es una nueva generación de nuevas empresas con un alto potencial con nombres exóticos como ‘unicornios’ y ‘gacelas’. En las mismas ciudades donde Ford, Kraft y Heinz construyeron imperios hace un siglo, miles de jóvenes están creando nuevas empresas en espacios de oficinas temporales, alimentadas con café y grandes sueños. Sus empresas son pioneras de una nueva forma de organización.

La diferencia central radica en la propiedad: mientras que nadie está seguro de quién es dueño de las empresas de capital abierto, las nuevas empresas hacen todo lo posible por definir claramente quién es dueño de qué. Desde el inicio de la vida de una empresa, los fundadores y los primeros reclutas poseen una participación mayoritaria e incentivan a las personas con participaciones de la propiedad o premios relacionados con el rendimiento. Esto siempre ha sido así para las nuevas empresas, pero hoy en día los derechos y las responsabilidades están meticulosamente definidas en contratos elaborados por abogados. Esto alinea los intereses y crea una cultura de trabajo esforzado y camaradería. Debido a que son privadas y no de capital abierto, miden los indicadores de desempeño (como la cantidad de productos que han logrado) en lugar de elaborados estándares contables.

Las nuevas empresas también aprovechan las nuevas tecnologías, lo que les permite ser globales sin ser grandes. Las startups solían enfrentar dificiles decisiones acerca de cuándo invertir en activos grandes, como los sistemas de propiedad y de computadoras. Hoy en día se pueden expandir muy rápido mediante la compra de servicios como y cuando se les necesita. Pueden incorporarlos en línea con unos pocos cientos de dólares, recaudando dinero de sitios como Kickstarter y Crowdsourcing, contratando a programadores de Upwork, alquilando equipo de procesamiento de Amazon, encontrando fabricantes en Alibaba, organizando los sistemas de pago en Square y conquistando el mundo rápidamente . Vizio fue la marca más vendida de la televisión en Estados Unidos en 2010 con sólo 200 empleados. WhatsApp persuadió a Facebook de comprarlo por US$ 19 mil millones a pesar de tener menos de 60 empleados y ventas de solo US$ 20 millones.

Existen tres críticas sobre la idea de que esto es una revolución. La primera es que se limita a una esquina de Silicon Valley. Sin embargo, la economía insurgente se está convirtiendo en la corriente principal. Las startups se encuentran en todos los negocios desde la venta de gafas (Warby Parker) hasta finanzas (Sinfonía). Airbnb coloca a casi 17 millones de personas en un verano y Uber transporta a millones de personas todos los días. WeWork, un equipo estadounidense que ofrece alojamiento para nuevas empresas, cuenta con 8,000 empresas con 30,000 trabajadores en 56 localidades en 17 ciudades.

La segunda es que las empresas eventualmente se volverán de capital abierto, porque la mayoría de nuevas empresas quieren, finalmente, venderse a una empresa de capital abierto. De hecho, un número cada vez mayor opta por quedarse privada y les resulta cada vez más fácil recaudar fondos sin tener que recurrir a los mercados públicos. Las empresas tecnológicas que se listan en las bolsas de valores lo hacen después de 11 años, cuando en 1999 lo hacían en cuatro. Incluso cuando se vuelven de capital abierto, los emprendedores tecnológicos mantienen el control a través de acciones de clase “A”.

La tercera objeción es que la propiedad de estas nuevas empresas está aislada del resto de la economía. Las empresas de capital abierto le brindan a la gente común una participación en el capitalismo. Las startups están dominadas por un pequeño grupo de capitalistas de riesgo con acceso privilegiado. Eso es cierto, pero la gente común puede invertir en startups directamente a través de plataformas como SeedInvest o indirectamente a través de los principales fondos de inversión como T. Rowe Price, que invierte en ellas desde sus inicios.

Las nuevas startups de hoy no van a tenerlo todo a su favor. Las empresas de capital abierto tienen su lugar, especialmente para las industrias de capital intensivo, como en petróleo y gas. Muchas startups fallarán inevitablemente, incluyendo algunas de las más famosas. Pero su enfoque sobre la construcción de negocios va a sobrevivir y servirá como una adición llamativa a la caja de herramientas capitalista. Airbnb y Uber y el resto se adecuan mejor a las redes virtuales y a las tecnologías que cambian rápidamente. Ellos son los pioneros de un nuevo tipo de empresa que puede hacer un mejor trabajo convirtiendo sueños en negocios. L

 

 

 




Jóvenes empresarios como motores del crecimiento sostenible

Jóvenes empresarios como motores del crecimiento sostenible

Las reuniones de las Juntas de Gobernadores del Grupo del Banco Mundial (GBM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) de la semana pasada incluyeron el tema sobre como prender los motores del crecimiento sostenible. En este marco, el seminario de los “Jóvenes Empresarios como motores del crecimiento sostenible” fue un gran aporte para incentivar a los jóvenes a “convertirse en los dueños de sus propios destinos”, ya sea como trabajadores, empresarios o líderes empresariales. 

Este incentivo es, según el seminario, una de las herramientas de desarrollo más poderosas del mundo. El panel incluyó al presidente del Grupo Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim; el actor de EEUU, Sean Penn; el cofundador de LinkedIn, Allen Blue; el fundador de Mara Group y fundador de la Fundación Mara, Ashish J. Thakkar y la presidente y CEO de Softek, Blanca Treviño. Además, el debate global incluyó una serie de diálogos virtuales reuniendo conocimientos y experiencias de cientos de jóvenes emprendedores de las seis regiones.

Jim Yong Kim inició el debate con un llamado a los gobiernos a crear políticas que incentiven e impulsen el emprendedurismo de los jóvenes. Lo más importante, dijo, es asegurarse de crear sistemas que permitan brindarles a los jóvenes, acceso al capital, algo particularmente difícil en los países emergentes. 

Además, hizo un llamado a los jóvenes a tomar acción y seguir luchando por lograr sus objetivos e ideales, ya que son los jóvenes quienes tienen que asegurarse de alcanzar el futuro que desean.  El mundo será un lugar muy diferente de acá a cuarenta años, y son los jóvenes, no las personas mayores, quienes vivirán ese mundo. Es por eso que deben seguir luchando por un crecimiento económico y por un mayor cuidado del medio ambiente. El futuro está en la fuerza de los jóvenes, y en su compromiso, con el futuro de la humanidad.

Luego, el exitoso actor de Hollywood, gran filántropo y fundador de la J/P Haitian Relief Organization (J/P HRO), Sean Penn, compartió sus experiencias trabajando en programas de TI, destacando la facilidad con la que cuentan los jóvenes para expresar y canalizar sus ideas por medio de la tecnología y las redes sociales. Del mismo modo, subrayó el potencial de los jóvenes para convertirse en visionarios.

Penn, que apoya causas humanitarias en todo el mundo, instó a los jóvenes a tomar medidas en el futuro de la humanidad. Del mismo modo, destacó la importancia de contar con una economía favorable al medio ambiente y la necesidad de mayores iniciativas empresariales que tomen en cuenta el cambio climático.

El actor estadounidense contó que trabajar en Haití fue un momento de gran descubrimiento, ya que dio lugar a una amplia red de países dispuestos a ayudar a una población que es practicamente incapaz de avanzar por sí misma. Señaló que en Haití existen muchas historias sobre jóvenes emprendedores, que tienen hambre de conocimiento y muchas ganas de hacer sus sueños realidad.  Haití es actualmente “un terreno de cultivo para nuevas ideas para los jóvenes”.

Por su parte, el fundador del Grupo Mara, Ashish Thakkar, contó cómo fundó su empresa, Mara Group, cuando tenía tan solo 15 años, después del genocidio en Ruanda, donde su familia perdió todo y tuvo que abandonar la escuela. Afirmó que “al ser un empresario joven nos damos cuenta que es la única forma que podemos ser impulsores del crecimiento, y tenemos que empoderar a los jóvenes para que nuestras economías puedan crecer de manera sostenible”. También considera que los gobiernos necesitan un cambio de pensamiento porque “la respuesta al desempleo es empujar a las empresas medianas y pequeñas” con capital y asistencia técnica.

La presidenta de Softtek, Blanca Treviño, de México, contó su experiencia, una bastante diferente ya que se fundó en los años 80s, cuando todavía no existía una cultura de emprendedurismo. Sin apoyo del gobierno pero con mucha certeza, ella comparte que lo más importante es la confianza en uno mismo, “puede faltar capital o incentivos del gobierno, pero lo que no puede faltar es la firme convicción de lo que se quiere hacer”. Además, destacó que “es increíble la oportunidad que actualmente tienen todos los jóvenes emprendedores” de tener acceso a capital y tener la oportunidad de dejar una huella como emprendedor social.

También participó la peruana Mariana Costa, cofundadora de Laboratoria, quien explicó cómo nació su empresa social: convirtiendo un problema de falta de oportunidad en mujeres jóvenes sin educación formal, en una oportunidad para crear su propia tecnología. 

La conclusión del debate fue que lo más importante para impulsar el emprendimiento es empoderar a los jóvenes con mayores herramientas para poder luchar por el futuro que desean tener, principalmente mediante el acceso al capital y a la educación. Es la mayor inversión que se puede hacer para nuestro futuro. Lampadia