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¿Qué pueden perder los que creen que no perderán nada?

¿Qué pueden perder los que creen que no perderán nada?

Fernando Ruiz Caro
Desde Cusco
Para Lampadia

En este punto de la campaña electoral, en el que desborda la emocionalidad y las posiciones fundamentalistas a ultranza, muchos ciudadanos de los sectores con menos ingresos del país, creen que realmente no tienen nada que perder; y por ello se ven atraídos por el discurso radical y de cambio destructivo que infunde el señor Castillo y su partido; ¿Si nada tenemos, que podríamos perder? …Sin embargo, aquí algunas reflexiones que nos muestran que si se puede perder y mucho.

No diré que perderemos la libertad (que para muchos de nosotros es sin duda el bien y valor más importante), porque puede sonar bastante subjetivo y daría lugar a que muchos digan que la libertad no se come, o que, con la libertad no se pagan las deudas, etc., etc. Por eso me referiré a la emigración de millones de venezolanos a todos sus países vecinos, la cual es (junto a la de Siria por causa de la guerra civil) la más dramática del planeta en el siglo XXI; y tiene como causa principal la devastadora pobreza que el régimen bolivariano viene produciendo en el país con mayores reservas petrolíferas del mundo.

Tan angustiante es ese nivel de pobreza, que empuja a millones de venezolanos a dejar sus hogares y buscar suerte en países como el nuestro, en los que ciertamente vienen a vivir también como pobres, pero en una pobreza infinitamente más humana, que les permite incluso enviar un poco del dinero que logran obtener a sus familiares que tuvieron que quedarse en Venezuela; quienes sin ese apoyo padecerían del hambre y miseria más humillante que uno pueda imaginar.

Desde otra mirada, en los últimos 30 años el Perú, tuvo un cambio fundamental, que se inició con el ordenamiento de la economía y la victoria frente al terrorismo genocida que asesinaba comunidades campesinas y a cualquiera que estuviera en contra de su ideología y sus métodos para capturar el poder, destrozando a su paso la infraestructura nacional. Este gran cambio que se inicia a partir de 1,990 sucedió cuando nos reconocimos como un país de emprendedores, quienes decidimos forjarnos un futuro diferente para nosotros y nuestras familias, sabiendo que podíamos esperar poco o nada de un estado que nunca estuvo a la altura de las necesidades de nuestro pueblo.

Mi experiencia en el sector micro financiero del Perú, específicamente en el de las Cajas Municipales (reconocido como el más exitoso del mundo), me permite dar testimonio en que, posiblemente un emprendedor que hace 10 años se prestó 300 o 500 soles, hoy posiblemente tenga una pequeña empresa, cuya línea de crédito sea varias veces mayor a la que tenía hace 10 años; y esté dando trabajo por lo menos a 5 personas. Y si ese crédito se dio hace 20 o 30 años, posiblemente algunos ya sean grandes empresarios y estén dando trabajo a miles de compatriotas e incluso hayan extendido sus empresas fuera de nuestras fronteras.

Ese fenómeno se llama “movilidad social”; el cual se halla ausente en muchas sociedades, las cuales intentan infundir ese espíritu emprendedor en sus ciudadanos a través de la educación. Desgraciadamente en el Perú eso dejó de suceder hace mucho tiempo y fue el emprendedurismo como práctica consuetudinaria el que generó esa movilidad social, que a su vez permitió que las nuevas generaciones de esos emprendedores puedan ascender en la escala social, accediendo a la educación a la que ellos no pudieron aspirar en su momento. Es tan virtuoso este modelo que, si consideramos la mora histórica de las cajas municipales, (+/- 7%) esta movilidad social la logran 9 de cada 10 emprendedores en mayor o menor medida, sin interesar la actividad a la que se dediquen.

Lo que nos plantea el partido del Sr. Castillo es ni más ni menos la destrucción de esta movilidad social, que es la que ha permitido generar riqueza descentralizada en todo el país; poniendo nuevamente como centro de toda iniciativa y actividad empresarial al estado, que ya demostró que no lo puede hacer; y peor aún, que demostró que los países que aplicaron esta receta estatista, solo generaron más pobreza y miseria incluso para los más pobres.

Si crees realmente que no tienes nada que perder, piénsalo bien; porque quizás hoy seas pobre, pero no creo que quieras que tus hijos y tus nietos también lo sean por siempre como sucede en Cuba y Venezuela (países que inspiran las ideas del Sr. Castillo). No pierdas la esperanza de que mientras exista un país con libertad y libre mercado, algún día y quizás muy pronto con esfuerzo y trabajo dejarás atrás esa pobreza…

…No condenes el futuro de tu familia, solo porque sientes que necesitamos un cambio, yo también quiero un cambio, pero no un cambio al vacío sino un cambio con esperanza. Lampadia




Cambiar la Constitución no resuelve nada

Cambiar la Constitución no resuelve nada

La Cuadratura del Círculo es un espacio producido por IIG – Infraestructura institucionalidad y Gestión, con la colaboración de Lampadia como media partner.

Presentamos el siguiente video sobre cambiar la Constitución no resuelve nada.

Participa como invitado Carlos Oliva, presidente del Consejo Fiscal, junto con Gonzalo Prialé, Fernando Cillóniz y Rodrigo Acha, asociados de IIG.

Reflexiones de Carlos Oliva

Las proyecciones del MEF delinean una senda de recuperación fiscal. Pero parecen ser más una aspiración que un pronóstico realista. Tiene dos grandes supuestos:

  • que vamos a crecer más del 4% a partir del año 2022, hasta el año 2030.
  • Que vamos a conseguir 0.7% de PBI en ingresos tributarios permanentes

Si se dan estos supuestos, podríamos llegar a un nivel de deuda de 36% de acá a 5, 6 años.

Pero estos supuestos son muy grandes.

En el tema tributario hay muchas cosas que se pueden hacer sin subir tasas. Quizás la única tasa que se puede subir es la del IGV. Un punto del IGV no causaría mucho daño.

En la lucha contra la evasión se puede tratar de regresar al nivel de evasión de 2014. Nos puede dar casi un punto de mayor recaudación. Bajar la tasa de evasión del IGV de 33% a 28%, y en el impuesto a la renta bajar 4 o 5 puntos.

Hay pues un camino trazado. La gran pregunta es si el próximo gobierno será capaz de materializar esto.

Sobre la Constitución, se puede decir que gran parte de las ganancias económicas y parcialmente sociales, se deben a lo establecido en la Constitución.

La autonomía del banco central es angular. La iniciativa de gasto en el Congreso es una medida indispensable en nuestro país, aunque recientemente vulnerada. La autonomía de la SBS. El rol subsidiario del Estado es clave.

Yo no veo la necesidad de hacer un cambio en ese capítulo (el económico). Quizás otros temas sí, como establecer dos cámaras en el Congreso.

En el ámbito económico no veo la necesidad de hacer ningún cambio. ¿Por qué?. Porque los resultados están a la vista.

  • Se ha aumentado el PBI
  • La tasa de crecimiento de los últimos 20 años ha sido en promedio casi 5%
  • El PBI percápita en dólares, se ha triplicado
  • La pobreza ha disminuído
  • La desigualdad también ha disminuído en 3 o 4 puntos.

Por otro lado la Constitución establece donde sí debe estar el Estado. Promoción del empleo, educación, salud, seguridad ciudadana, servicios públicos, etc. Y justamente en esto es que hemos avanzado menos.

Claramente, el tema es mejorar la eficiencia del Estado. No es darle más responsabilidades. Ni siquiera con lo que está en la Constitución puede, entonces como le quieres dar una mayor preponderancia en el capítulo económico.

  • Promoción del empleo: informalidad 70%
  • Educación: últimos en la prueba Pisa
  • Salud: anemia 42%
  • Seguridad ciudadana: tasa de victimización 60%
  • Servicios básicos: gente sin agua potable

Donde miremos, lo que es responsabilidad del Estado, no lo estamos cumpliendo.

Por lo tanto, el análisis para mejorar tendría que ser al revés. Pásale a otros lo que no puedes hacer.




¿No hay mal que por bien no venga?

¿No hay mal que por bien no venga?

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 27 de marzo de 2020
Para Lampadia

Nadie jamás imaginó que el 2020 iba a empezar como empezó. Las crisis que dominaban la atención de la prensa – local e internacional – eran económicas, políticas, sociales, bélicas, migratorias, y morales. Sin embargo, todas resultaron poca cosa comparadas con la crisis – sin precedentes – que nos trajo el Coronavirus… de sopetón.

Por el lado de la ciudadanía ya sabemos. El mundo cambió – y para siempre – a consecuencia del virus de marras. La expresión más extendida – ahora – en todo el planeta es “aislamiento social”. O sea, evitar contactos con otras personas. ¿Qué personas? Con todas. Sobre todo ¡con los abuelos! Y si se enferman de Coronavirus… ni cuidarlos. Aislarlos. No acercarse a ellos. Y si se mueren… no hay que velarlos ni enterrarlos como de costumbre. ¡Son contagiosos!

Lávate las manos con frecuencia. No toques nada… ni tu cara. Cero besos. Cero abrazos. Usa mascarilla. Quédate en casa. Tele estudia. Tele trabaja. Y si tienes que salir para trabajar o estudiar, mantente – mínimo – a 2 metros de tu compañero más próximo. No viajes a ninguna parte. ¡Ay de ti si usas medios de transporte masivo… buses, trenes, aviones! Y si te subes a un barco… prepárate para vivir – para siempre – en altamar.

Y así por el estilo. El impacto del Coronavirus en nuestras vidas es brutal. La pregunta es ¿y el Estado? ¿Acaso vamos a permitir que nuestro Estado siga tan indolente, inoperante, maltratador, y corrupto… como hasta ahora? ¡Nada que ver! El Estado tiene que cambiar tanto como la ciudadanía.

El viejo Einstein decía: “No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. Las crisis son la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque las crisis traen progresos”. ¡Genial!

Bueno pues. Más claro… ni el agua. Si queremos progresar – en medio de esta crisis – debemos cambiar. Por ejemplo – y a propósito del agua – ¿tiene sentido mantener el sistema municipal de suministro de agua potable a nivel nacional? Y la basura. ¿Qué hacemos con la basura en las calles, si los municipios no son capaces de recogerla? ¿Qué sentido tiene mantener tantísimas instituciones estatales que no educan, no curan, no protegen, y no juzgan? O sea, no sirven para nada… excepto para maltratarnos.

Y las colas. ¿Qué sentido tienen las colas, si la transformación digital del Estado está a nuestra disposición? Todos los permisos, licencias, y documentos oficiales deben ser digitales. Cero papeles, cero colas, cero coimas.  Incluso, en el tema de las prisiones. Hasta cuándo tendremos que esperar a los grilletes electrónicos para que miles de presos – de baja peligrosidad – purguen sus penas en casa, y no vivan hacinados y chantajeados por avezados criminales y carceleros mafiosos.

La del estribo. Agua, Salud, Educación, y Seguridad. ¿Tanto le cuesta al Estado concentrarse en esas cuatro prioridades? ¡Qué sentido tiene gastar millonadas en burocracias inútiles, ostentosos palacios municipales, monumentos adefesieros, y todo tipo de elefantes blancos que no sirven para nada!

Si como consecuencia de esta crisis brutal, el Estado se reformara para dedicarse prioritariamente a mejorar los servicios de agua, salud, educación, y seguridad, diríamos – como el viejo Einstein – que la crisis habría traído progreso.

Algo así como… no hay mal – ni virus – que por bien no venga. Lampadia




Respeto a la institucionalidad

Respeto a la institucionalidad

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Para que una nación pueda desarrollarse adecuadamente, es fundamental que todos sus ciudadanos (y las autoridades no son de una especie diferente) respetemos la institucionalidad.

Nuestra Constitución establece que contamos con tres Poderes del Estado; el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Adicionalmente contamos con organismos con rango constitucional y funciones específicas. Si bien las instituciones a que nos queremos referir no son sólo las mencionadas, es importante este ejercicio descriptivo para que todos podamos comprender que cada quien tiene sus fueros, funciones establecidas, responsabilidades y forma de interrelacionarse.

Nuestra estructura de poderes se asemeja mucho, en el fondo, a las establecidas alrededor del mundo y el respeto a tal estructura y a las relaciones que debe darse entre ellas, se le denomina institucionalidad.

En cualquier institución es fundamental tener claro qué debe hacer, pero lo más importante es que sus miembros tengan más claro; qué NO debe hacer y así concentrar sus esfuerzos para el logro de sus objetivos.

Por ejemplo, el Poder Judicial tiene sus responsabilidades con una mirada enfocada en el pasado. A partir del trabajo, seriedad y probidad con la que sus miembros, jueces y fiscales se conduzcan, generarán no sólo un efecto punitivo y correctivo a los ciudadanos que hayan delinquido, sino que sus investigaciones, acusaciones y sentencias, generarán un impacto educativo en la ciudadanía y conciencia colectiva de la Nación. Por eso es tan importante que sus miembros sean de la mejor calidad moral y preparación profesional. Es universal el concepto que, a los fiscales se les conoce por la calidad de sus investigaciones, la solidez de sus acusaciones y, a consecuencia de estas, por el número de sentencias logradas. Del mismo modo, a los jueces se les conoce por la debida y equilibrada evaluación de las pruebas y la justa aplicación de la ley. De ahí que se repite que; ¡un Juez habla a través de sus sentencias!

Lo inadecuado es que fiscales y jueces se expongan mediáticamente, filtren información, discutan los casos a su cargo con los periodistas y pretendan jugar un rol político. Lo peor es que lo dicho anteriormente ha dado pie a “periodistas”, con apoyo de dueños de medios, a influir con sus comentarios en la opinión pública, para luego hacer pequeñas encuestas que, oh cosa curiosa, van en la dirección de lo reiterado por los comentaristas, para finalmente presionar a los tribunales en uno u otro sentido en sus sentencias. Más criticable aún, si los miembros del Ejecutivo y del Legislativo hacen de su comidilla con los “periodistas”, una inadecuada generación de corriente de opinión política sobre un caso judicial. Claro ejemplo de lo que NO se debe hacer. No es casualidad que en países desarrollados esté ABSOLUTAMENTE PROHIBIDO grabar, tomar fotos y menos filmar los juicios, cosa que en el Perú es práctica común y parece cosa de gracia.

El poder Legislativo cuyas funciones son; representar, legislar y fiscalizar, tiene la obligación de respetar y hacer respetar sus fueros. Los legisladores deben, entre otras cosas, estudiar seria y profundamente las oportunidades de mejora de la Nación en su conjunto y de los distintos grupos de interés de la sociedad. Plantear iniciativas legislativas que promuevan el crecimiento de nuestro país y la posibilidad de mejora de los ciudadanos con menores oportunidades; cerrando brechas de infraestructura para mejorar la salud, educación, seguridad e impartir justicia.

El poder Legislativo debe también fiscalizar al Ejecutivo en el manejo de los recursos; económicos, humanos y logro de resultados. Los legisladores deben actuar como un Directorio que verifique una adecuada ejecución de los planes y logro de los objetivos planteados, aplicación correcta y oportuna de los recursos económicos bajo estrictas normas legales, morales y éticas. Pero lo que NO debe hacer, es dedicarse a investigaciones que pretendieran competir con las atribuciones propias del sistema judicial. La fiscalización que les corresponde es la de la conducción del país y no la fiscal-policial, pero claro, eso no da cámaras ni notas periodísticas.

Mención especial merece la situación anómala que vive el Perú desde que se disolvió el Congreso y quedó en funciones la Comisión Permanente del Congreso. De un lado por el ATREVIMIENTO del Ejecutivo de “ningunear” a la Comisión Permanente, como si nosotros los ciudadanos y nuestros representantes hubiéramos dejado de existir y no tuviésemos nada que opinar respecto de los actos del Ejecutivo. Pero, no menos grave es la posición asumida por los miembros de la Comisión Permanente, de no analizar los “Decretos de Urgencia” aprobados por el Ejecutivo y discutirlos y ventilarlos ante la opinión pública, para que todos seamos conscientes de lo que este Ejecutivo está haciendo.

Si además incluimos el mamarracho de reforma política que se trata de introducir, después de una campaña de destrucción de la imagen de la clase política (como si los del ejecutivo no fueran parte) y del Congreso durante un año y medio, hasta su disolución. No nos sorprendamos hoy del absoluto desinterés de la ciudadanía por estas tontas elecciones congresales.

El poder Ejecutivo por su parte, tiene fundamentalmente la responsabilidad de fijar los objetivos nacionales y planes de ejecución para el periodo de su mandato y llevar a cabo tal ejecución, con reporte periódico del avance del plan. Ya se ha dicho que, “un objetivo sin un plan es sólo una ilusión” y debe ser medible para poder controlar su avance. Sin lo anterior es imposible premiar o sancionar a los responsables.

¡Aquí tenemos otro vacío de institucionalidad! El presidente se ha paseado por meses pechando al Legislativo, mientras lo tuvo al frente, y está tratando de construir, vía elecciones convocadas, un Congreso más débil, pusilánime y obsecuente que el anterior. Tiene embobada a la población, que aún no se da cuenta que la han utilizado como a un niño cuando le muestran y ocultan las figuritas. El presidente no ha fijado objetivos de su gobierno, no ha diseñado un plan para ejecutarlo y menos ha fijado un cronograma de ejecución para rendir cuentas…, al punto que, al final del año 2019 ha reducido el Presupuesto Institucional Modificado (PIM), para reducir la meta de inversión pública y no quedar tan en ridículo por su incapacidad para ejecutar los proyectos públicos (su tarea principal) que tanta falta hacen a los más pobres del Perú. Hasta la fecha lo único que ha hecho es criticar al Legislativo y al Judicial; a los primeros por “obstruccionistas”, como si, por ejemplo, la no reconstrucción con cambios del norte, tras casi tres años del evento les fuera atribuible, o al Judicial politizando la labor de jueces y fiscales.

Más lamentable aún es que no hayamos sido capaces de avanzar en estos años, ni siquiera con la fijación de objetivos para un progreso económico que permita asegurar que seguiremos reduciendo pobreza a nuestro ritmo potencial. No hemos sido capaces de generar confianza en los agentes económicos, para atraerlos al Perú, aprovechando la debilidad de los demás países del continente. El mensaje auto-complaciente ha sido, en cambio, el denominador común desde el inicio del gobierno de Humala, seguido de una increíble incapacidad de gobernantes y legisladores desde el año 2016 hasta la fecha, para construir un Perú más próspero para nuestros hijos y nietos. A estas alturas ya no sé quiénes fueron más incapaces desde el año 2011 a la fecha, pero son responsables tanto Ejecutivo, como Legislativo y Judicial.

A falta de ideas claras, no se les ocurre mejor cosa que tontear con la mala e inconclusa reforma política mencionada y una (quisiera equivocarme) peor reforma judicial, que, tras un año y medio y dos procesos fallidos, no logra seleccionar siete miembros aceptables para la Junta Nacional de Justicia. Nuevamente, el Ejecutivo no ha actuado en lo que debía, sino que ha intervenido y mal, en lo que no debía.

Peor aún, no sólo este gobierno sino los de un par de décadas atrás, no han sido capaces de plantear una visión al 2050, consensuada con los actores relevantes del país, no tenemos definida una estrategia de largo plazo y no hemos sido capaces de convocar y promover inversión conducente a ella, para continuar reduciendo la pobreza, dar oportunidades de educación, salud y trabajo y además brindar seguridad y justicia.

En el ejecutivo no hay vocación de gobierno y el presidente y sus ministros no saben para qué ocupan los puestos que ocupan y no comprenden siquiera sus roles. Pero, en fin, creo que es tiempo de seguir a Sócrates y aplicar su mensaje; “El secreto para el cambio es concentrar toda tu energía, no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo”.

Creo que, a menos que el presidente haga un claro; examen de conciencia, dolor de corazón, propósito de enmienda, confesión de boca y satisfacción de obra (cosa de la que dudo tenga capacidad), todo lo que estamos soñando no tiene sentido. De ser así, a la ciudadanía del Perú no le queda otra que aplicar lo de Sócrates, ¡olvidarnos de lo viejo (léase este gobierno por inútil e incapaz) y construir algo nuevo! Lampadia




Cambio estructural en las relaciones entre Ejecutivo y Congreso

Cambio estructural en las relaciones entre Ejecutivo y Congreso

Jaime de Althaus
Para Lampadia

En las últimas semanas se ha producido un cambio estructural en la relación entre el Ejecutivo y el Congreso: Fuerza Popular ha desaparecido como fuerza beligerante y opositora, ha declarado su voluntad de concertar una agenda de reformas, y, por lo tanto, ha abierto la posibilidad de iniciar una era de colaboración con el Ejecutivo. Se ha pasado de la confrontación a la cooperación.

Para que dicha agenda de reformas pueda concretarse, sin embargo, el Ejecutivo tiene que resolver sus contradicciones internas y el Presidente tiene que aprender a pasar de la confrontación a los acuerdos y la gestión como estrategia de gobierno.

Este cambio estructural en las relaciones entre ambos Poderes, de la mayor importancia, no ha sido registrado cabalmente por la opinión pública, que no está debidamente informada por los medios nacionales, y que en los ambientes más politizados permanece incrédula. Pero es real.

El miércoles pasado la bancada de Fuerza Popular junto con todas las bancadas menos las de izquierda, presentó una moción de orden del día para conformar una “Comisión especial de reformas de interés nacional, diálogo y consenso parlamentario” (ver recuadro). Dichas reformas, de acuerdo a la información que tenemos, incluyen la reforma laboral, algo que hasta hace poco era un tema tabú no solo para Fuerza Popular sino para todas las bancadas y para el propio gobierno. De hecho, un par de semanas atrás el congresista Miguel Torres declaró a El Comercio: “buscaremos una reforma laboral para reducir las exigencias de hoy e involucrar a trabajadores informales dentro de la formalidad”.

Es claro, entonces, que el tono del Congreso ha cambiado notoriamente, lo que significa que están dadas las condiciones para un conjunto de acuerdos que permitan:

  • Resolver el problema creado por el posible NO a la cuarta pregunta del referéndum (sobre la bicameralidad), sea llegando a un acuerdo para que el Congreso modifique los cambios introducidos en la cuestión de confianza a cambio de que el presidente restablezca su apoyo a la bicameralidad antes del referéndum o, en su defecto, se pueda, luego del referéndum, llevar a cabo la reforma constitucional vía dos legislaturas ordinarias, con el apoyo político del Presidente, siempre y cuando se explique antes que el NO que promueve no es a la bicameralidad sino a las modificaciones introducidas a la cuestión de confianza.
  • Conformar una comisión de expertos para recomendar el conjunto de reformas políticas necesarias a fin de mejorar la gobernabilidad y reconstruir el sistema de partidos y los canales de representación.
  • Aprobar los proyectos de ley enviados por el Ejecutivo que reforman el sistema judicial y profundizar dicha reforma con la redefinición del rol de la Corte Suprema y otras normas.
  • Que el Ejecutivo observe la ley de negociaciones colectivas en el Estado, que es una verdadera bomba de tiempo fiscal, y el Congreso no insista. Y contener, en general, otras iniciativas populistas.
  • Elaborar una agenda de leyes y reformas indispensables para mejorar la competitividad y la productividad del país y reanimar la inversión privada en todos los sectores de la economía. Entre ellas, tendríamos, entre otras:
    • Las reformas laborales, que se verían facilitadas, además, por la renovación del Tribunal Constitucional en junio del 2019, que puede permitir el cambio de la sentencia del 2001 sobre la reposición obligatoria en el puesto de trabajo
    • La reforma tributaria: simplificación de regímenes y reducción de exoneraciones
    • Ley para darle carácter permanente a los regímenes agrario, forestal y acuícola y extenderlos a otros sectores manufactureros exportadores sujetos a demanda cambiante e intensivos en mano de obra
    • La ley de hidrocarburos.
    • Ley para profundizar la eliminación de regulaciones contraproducentes
    • Ley que permita resolver las trabas, dificultades y cuellos de botella en la ejecución de infraestructura estratégica para el desarrollo del comercio exterior e interior. 
    • Incentivar la innovación en las empresas y favorecer la inmigración de científicos extranjeros.
  • En esa línea, derogar los excesos cometidos en los decretos legislativos tributarios en los temas de anti elusión y responsabilidad penal de los directores.

La contradicción interna del Ejecutivo

El Ejecutivo tiene que aprovechar el cambio en la actitud del Congreso para proponer dicha agenda de reformas a favor de la competitividad del país. Para eso, sin embargo, tendrá que resolver la contradicción interna que lo inmoviliza:

  • La que se da entre los ministros vinculados a la economía y la producción de un lado, y el ministro de Trabajo del otro, y que se manifiesta claramente en las diferencias existentes entre los lineamientos del Plan Nacional de Competitividad publicado hace unos meses
  • Las declaraciones y regulaciones que emanan del ministerio de Trabajo
  • Las expresiones del ministro de Justicia en el sentido de revisar integralmente la Constitución incluyendo el capítulo económico, para hacer posible una mayor presencia del sector público.

Esas contradicciones deberán resolverse en el Plan Nacional de Competitividad propiamente dicho que se publique en los próximos días. De lo contrario, no será posible avanzar, por ejemplo, en las reformas laborales, salvo que el Congreso las apruebe por su cuenta.

Si el Plan Nacional de Competitividad contiene un programa de reformas claro que le permita a nuestra economía recuperar tasas altas de crecimiento y volver a reducir los niveles de pobreza –para lo cual debería incorporar las propuestas del Consejo Privado de Competitividad-, debería ser el propio presidente de la República quien presida el Consejo Nacional de Competitividad y lidere personalmente la ejecución de ese plan.  

De la confrontación a los acuerdos y la gestión

Una segunda pregunta, en ese sentido, es si el Presidente Vizcarra está preparado para adaptar su estrategia política a la nueva situación, es decir, pasar de la confrontación a los acuerdos y la gestión. Como sabemos, el Presidente ha conseguido un incremento notorio de su popularidad enfrentando al Congreso, e implícitamente a Fuerza Popular. Pero Fuerza Popular ya ha sido completamente anulada como oposición belicosa, de modo que el Presidente ya no tiene, en ese terreno, con quién confrontar. Su triunfo, en ese sentido, ha sido absoluto. Tiene ahora que pasar de la confrontación a los acuerdos y a la gestión eficiente de los servicios públicos, lo que es más laborioso y menos rentable políticamente si no se hace bien.

Para mantener los niveles de aprobación que ha conseguido, entonces, tendría que buscar, por así decirlo, nuevos “enemigos”, con la diferencia que esos enemigos son menos visibles y personalizados que el Congreso o los congresistas. Esos enemigos son los problemas del país. Podría enfrentarlos con el formato de una cruzada, para darle a la gesta un tono populista, pero al servicio de la reforma y la eficiencia. Esos enemigos podrían ser:

  • La corrupción, por supuesto
    • Destapando casos en los gobiernos regionales o locales o en entidades del gobierno central, y dándoles publicidad.    
    • Promoviendo una campaña de denuncias de los usuarios del Estado, pero para ello se necesitaría que el sistema de denuncias estuviera organizado, y aun no lo está.
  • La inseguridad, supervisando en el terreno el funcionamiento de Barrio Seguro, Vecindario Seguro y los Comités de Seguridad Ciudadana presididos por los alcaldes, llamando la atención a los alcaldes que no los convoquen, por ejemplo, y a los comisarios que no se integren con la comunidad.
  • La anemia, viajando al interior para constatar los esfuerzos y llamar la atención al funcionario que no esté cumpliendo su tarea en la estrategia contra ese mal.
  • La mala atención y corrupción en servicios de salud, retomando la reingeniería del SIS que comenzó a aplicarse el 2017 y fue luego abandonada, y supervisando que se ejecute adecuadamente, y denunciando casos de corrupción en el sector.

De lo que se trata es que el Presidente aproveche sus viajes al interior no para inaugurar obras sino para liderar y supervisar la transformación de los servicios básicos del Estado en servicios eficientes, acompañado de un aparato de comunicación que le permita crear una mística de cambio.

Fuera de eso, el Presidente debe conducir personalmente dos grandes procesos estratégicos. Uno es el que ya hemos mencionado: la ejecución del Plan Nacional de Competitividad, si es que este realmente contiene las reformas que hay que hacer para mejorar la productividad de la economía peruana. Como parte de esta labor, resulta fundamental devolverle eficiencia a la inversión pública y público privada, es decir, al desarrollo de la infraestructura, hoy muy afectada por diversos problemas y por el temor de los funcionarios a tomar decisiones derivado de la persecución arbitraria e injusta que en muchos casos han sido objeto por parte de la Contraloría y de comisiones investigadoras del Congreso. 

Y el segundo es la gran reforma del sistema judicial, presidiendo el Consejo Nacional para la Reforma del Sistema de Justicia, que será aprobado por ley próximamente. Para que la promesa de alcanzar un sistema de justicia moderno, eficiente y limpio se haga realidad –lo que sería un cambio extraordinario- se requiere que el Presidente asuma con la mejor asesoría posible el liderazgo de ese proceso.

Más allá del ruido judicial existente, que afecta la credibilidad de la clase política, lo cierto es que están dadas las condiciones para alcanzar acuerdos fundamentales que conduzcan a un Estado de Derecho en el que impere la ley y a recuperar tasas altas de crecimiento y reducir apreciablemente la pobreza. El Ejecutivo ya no tiene obstáculos en el Congreso para este fin. Lampadia




Cambiemos el objetivo de los procesos de insolvencia

Hace un par de días, Michelle Barclay escribió un interesante artículo sobre la efectividad de los procesos de insolvencia, o procesos concursales que pretenden obtener la reestructuración o liquidación de las empresas que entren en crisis.

Barclay nos hace pensar fresco sobre una institución diseñada hace 20 años y que en la práctica deja mucho que desear. Veamos su reflexión:

Dadaísmo concursal
Por Michelle Barclay
El Comercio, 14 de noviembre de 2018

“Hoy estamos estancados en la aplicación de estructuras tradicionales desarrolladas hace más de 20 años”

El dadaísmo surge durante la Primera Guerra Mundial, primero en Europa y luego en Estados Unidos, como un movimiento artístico y cultural. Fue una absoluta revolución que implicó un rechazo a toda tradición y esquema anterior. El dadaísmo fue provocador y se manifestó contra cualquier forma de inmovilidad de pensamiento. Es decir, propugnó un profundo cambio, invocando la creación de nuevas ideas, formas y conceptos.

Un cambio revolucionario como este es lo que necesitamos en el mundo jurídico de los procesos concursales (antes llamados procesos de insolvencia). Los procesos concursales se manejan en un foro con reglas especiales que permiten la reestructuración o liquidación de empresas en crisis. Estos casos se tramitan ante el Indecopi y las decisiones las toman los acreedores registrados en el proceso.

Estos procesos se rigen por la Ley General del Sistema Concursal que ha sido modificada en diversas oportunidades. A pesar de ello, hoy estamos estancados en la aplicación de estructuras tradicionales desarrolladas hace más de 20 años que generan procesos muy lentos y bajísimos niveles de recuperación para los acreedores.

Esta situación se encuentra reflejada en el reporte Doing Business emitido este año por el Banco Mundial, en el que se ha posicionado al Perú en el puesto número 88 (de 190 países) en lo referido a resolución de procesos de insolvencia. Hemos descendido cuatro posiciones respecto del año pasado y estamos muy lejos de nuestros vecinos de Colombia (puesto 40) y Chile (puesto 51).

En nuestro país, son muy pocas las empresas que logran reestructurarse con éxito y las liquidaciones en marcha (reguladas para vender empresas como unidad de negocio) demoran tanto que pierden su propósito. Para cambiar esta situación necesitamos renovar nuestras ideas y destruir convencionalismos.

Por ejemplo, si ya sabemos que la venta de activos en marcha no está funcionando a través de una liquidación, ¿no deberíamos acaso romper este esquema y estructurar dichas ventas a través de un proceso de reestructuración empresarial?

Miremos a los países desarrollados.

Estados Unidos (puesto 3 en el ránking del Banco Mundial) cuenta con un proceso de reestructuración muy flexible (denominado Chapter 11). Este proceso permite la venta de una unidad de negocio y genera mecanismos que buscan promover la competencia entre compradores para elevar el precio de venta. Lehman Brothers, Chrysler y General Motors son conocidos casos en los que se ha utilizado esta estructura para recuperar valor.

Este es uno de los muchos conceptos que debemos revaluar y cuestionar para poder crear un esquema concursal que motive su uso por las empresas que pasan por situaciones de crisis. A todos los que participamos en el sistema nos toca revolucionarlo con nuevas ideas.

Seamos dadaístas y no legalistas.

Esta reflexión nos da pie para analizar la esencia de los procesos de insolvencia. Nuestra normativa está orientada a salvaguardar los pasivos. Algo que puede determinar la pérdida de la capacidad de producir riqueza de los activos.

  • En una gran mayoría de casos, si se desguaza una empresa en los distintos componentes de sus activos, se recuperará un cierto porcentaje del monto de los pasivos, pero, al perder la capacidad de crear riqueza, se puede perder mucho valor.
  • En muchos casos, la solución puede venir por la definición de cambio de comando, ya sea de las gerencias o directorios, algo que requiere se mantenga la operatividad de las empresas.

Si en vez de preservar los pasivos, se determina que el objetivo de los procesos concursales sea más bien, el preservar el valor de los activos e implícitamente su capacidad de generar riqueza, tendríamos un objetivo más consecuente con la naturaleza de un país pobre. Un país que debe preservar su capacidad de crear riqueza.

Además, este objetivo determina que las eventuales pérdidas de valor son responsabilidad de quienes financiaron el emprendimiento, sus acreedores y accionistas, o sea, los pasivos y el patrimonio. Y que estos, en conjunto deben involucrarse en el esfuerzo de preservar la capacidad de crear riqueza, pues, al haber financiado los activos, guardan por lo menos una capacidad solidaria por mantenerlos y recuperarlos.

Cambiemos el paradigma de los procesos concursales, de uno que vela por la suerte de los acreedores, a uno que vele por preservar el valor de la empresa o el conjunto de los activos, y descubramos una nueva avenida de preservación de la escaza riqueza del país. Lampadia




Rumbo al bicentenario

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




Otro gobernador regional que se las trae

gobernanza

  1. f. Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía.
  2. f. desus. Acción y efecto de gobernar o gobernarse.
    Real Academia de la Lengua

En la entrevista de Jaime de Althaus a Fernando Cillóniz (El Comercio), que reproducimos líneas abajo, así como en sus artículos semanales en Lampadia, Cillóniz nos demuestra un cabal compromiso y acción de ‘gobernanza’.

En la entrevista, Althaus y Cillóniz recorren varios aspectos de gobierno de esa muchas veces ninguneada región Ica, haciendo especial énfasis en la impregnación de la corrupción en todos sus espacios, y en la necesidad de que nos embarquemos en una gesta por limpiar el Estado.

No deja de llamar la atención que sea en Ica, donde, de la mano de la revolución de las agro-exportaciones, prácticamente se ha eliminado la pobreza extrema, se tenga pleno empleo y se alberguen trabajadores de otras regiones, que el gobernador de la Región, que está haciendo una revolución por el buen gobierno y el combate contra la corrupción, no provenga de las canteras de la política tradicional, sino de esa sociedad civil con compromiso cívico que tantas veces reclamamos.

Esperamos que el desarrollo del país nos traiga más gobernadores como Cillóniz que, entendiendo de los dos mundos, el del Estado y el del sector real, se entreguen a la difícil tarea de nadar contra la corriente, para llevar el Perú a los grandes espacios de nuestro potencial de prosperidad. Lampadia

“Nadie quiere comprarse el pleito contra la corrupción”

La autoridad regional considera que la corrupción es un problema general en el país. “Es un cáncer y hay que extirparlo”, sostiene

En las elecciones del 2014, Fernando Cillóniz postuló al cargo de gobernador regional de Ica como invitado de Fuerza Popular. (Fuente: El Comercio)

Entrevista a Fernando Cillóniz
Por Jaime de Althaus
El Comercio, 21 de mayo de 2018
Glosada por Lampadia

Fernando Cillóniz describe su labor como gobernador de Ica y los problemas de corrupción que hay en su región y en el Estado Peruano.

— Ya son tres años y medio de tu gestión. ¿Estás satisfecho con lo que has podido hacer?

Siento que hemos podido haber hecho más. Sin embargo, creo que hemos avanzado mucho y en espacios que jamás había imaginado poder mejorar el bienestar de la ciudadanía, como en salud. Todos tenemos la imagen de una salud pública caótica, cruel, maltratadora, que se grafica en las colas de amanecida. El paciente, generalmente una persona pobre, tiene que hacer colas de amanecida y con la incertidumbre de si va a ser tratado o no al día siguiente. Eso, para una persona enferma, accidentada o herida, es cruel. Eso ha desaparecido en Ica. Esas colas se debían principalmente a la corrupción de algunos malos médicos que abandonaban sus consultorios, sus guardias, a media mañana para ir a atender prácticas privadas. Ese es un vicio, un cáncer que existe en todos los hospitales del país. Nosotros lo hemos extirpado con sanciones administrativas que han resultado en la destitución, bajo la Ley Servir, de casi treinta médicos con veinte o treinta años de servicio. Además, hemos instalado tecnología digital que programa muy bien las citas y se evitan las colas.

— ¿El gremio de los médicos no protestó?

Lo increíble fue que el Colegio Médico de Ica se puso del lado de los médicos corruptos, al igual que los congresistas por Ica, algunos otros congresistas y el Consejo Regional de Ica. La mafia, como yo la llamo, que tiene muchos vínculos con ciertos periodistas en Ica, y se defienden entre sí. La mafia está enquistada en todos los espacios de poder.

—¿Entonces cómo has podido hacer estos cambios si tienes a todo el mundo en contra?

No, no es todo el mundo. En realidad, es un grupo muy dominante, muy mandón como se dice, que no son todos ni remotamente. ¿Cómo lo hemos hecho? Recurriendo a Servir, que ha sido un gran aporte. Nosotros debemos tener unos veinte, treinta gerentes públicos de Servir. La revolución de la salud pública en Ica tiene mucho que ver con los profesionales que Servir ha puesto a nuestra disposición.

— ¿Los médicos que no fueron despedidos trabajan a gusto o a regañadientes?

Algunos a regañadientes, pero en general la actitud, el ambiente han mejorado. Por ejemplo, la directora del Hospital Regional de Ica, que fue la que puso orden en el hospital, recibió una muestra de cariño masiva de los médicos, enfermeras y técnicos en el Día de la Madre. Entonces, sí creo que hemos sacado la podredumbre, y lo penoso es ver cómo el Colegio Médico, algunos congresistas y el Consejo Regional de Ica defienden lo indefendible.

— ¿Puedes dar los nombres de esos congresistas?

Sí, sí. Betty Ananculi, César Segura, Alberto Oliva y el mismo Miguel Elías. Elías, a través de cartas, me exigía la destitución de los directores que estaban poniendo orden, y los otros acogieron abiertamente en el Congreso a los médicos sancionados, poniéndose de su lado. La Comisión de Salud, de Ética, han citado de una manera abusiva a nuestros directores que están poniendo orden.

— En la Dirección de Transportes hubo también una gran batalla ¿no?

En Transportes la mafia de los brevetes también era bravísima. Está en todo el país y nosotros la hemos decapitado. Destituimos a seis o siete funcionarios de la Dirección Regional de Transportes, mafiosos completos articulados con la fiscalía, los jueces, los periodistas y congresistas. El congresista César Segura ha sido un defensor de la corrupción en Transportes. Él mismo ha pedido la destitución de la directora, porque no fue atendido con un duplicado de un brevete falso para su hija. Uno asume que los padres de la patria deben estar del lado de la ley, pero es todo lo contrario. Es lo impensado.

— ¿Esta mafia en Transportes qué efectos tenía en el otorgamiento de brevetes para el ciudadano?

Se entregaban brevetes a cambio de dinero a gente y a conductores de autobuses y de camiones que no saben manejar. Los accidentes de tránsito en el Perú tienen mucho que ver con que hay mucha gente que está manejando sin saber manejar. Por otro lado, era comodísimo para los pudientes pagar mil soles y recibir un brevete a domicilio, pero la gente pobre también tenía que pagar para acceder a un brevete. Ahora tienen que dar todos los exámenes y el brevete se entrega apenas se termina de aprobar el examen de manejo, en el acto.

— ¿En educación hay corrupción?

Sí, debe haber diez maestros y directores destituidos. Hay maestros que cobran por aprobar a alumnos y lo que es terrible en el Perú son los tocamientos, supuestas violaciones. En la propia sede del Gobierno Regional de Ica, hemos destituido también a unos seis u ocho funcionarios, principalmente por rendir cuentas de viáticos con facturas falsas. Existe un mercado, y en todo el Perú, de venta de facturas de restaurantes y de hoteles, que uno llena a su antojo y le roba al Estado 50 soles, 70 soles, 120 soles, pero de manera sistemática. Llamas a la Sunat y descubres que la numeración no coincide. O al establecimiento. Eso a la larga suma un montón de dinero y hay muchos funcionarios que estaban acostumbrados a duplicar sus sueldos, que son muy bajos, es cierto. Yo estoy convencido de que un porcentaje muy significativo del gasto público y, por ende, del déficit fiscal, es fraudulento.

— Lamentablemente, no puede haber reelección. Entonces, todos tus avances en este terreno pueden deshacerse con el próximo gobernador regional.

Ojalá no. Es cierto que todos los poderes están infestados. El Ejecutivo, los gobiernos regionales y municipales, el Ministerio Público y el Poder Judicial y el propio Congreso están infestados de gente corrupta. Pero he llegado a la conclusión de que sí se puede confrontar la corrupción, y que hay muchos funcionarios honestos, eficientes, que están dispuestos a dar la lucha. La frustración, sin embargo, es que todo esto lo hemos puesto en consideración del Ministerio Público y no pasa nada. No hay sanción, hay impunidad. El sistema de justicia de nuestro país es muy poco efectivo. Me refiero a la policía, al Ministerio Público, la contraloría. La contraloría no detecta estos casos que son flagrantes y masivos.

— ¿Hay impunidad por la corrupción de esos poderes o por su ineficiencia?

Hay corrupción, pero también hay indolencia, ineptitud y también hay boicot. El Estado se ha llenado de elementos contrarios al servicio público. Nosotros tenemos gente, funcionarios, que ingresan a los sistemas digitales a tratar de tumbarse procesos de subastas públicas. Quieren el fracaso del gobernador…

— Ah, por intereses políticos o para defender corruptelas, pero tienen estabilidad laboral absoluta…

El Estado está atiborrado de gente que nunca debió haber ingresado. Hay mucho funcionario que está ahí por favores políticos y que no tienen las capacidades ni la ética. Pero sí se los puede despedir cuando cometen una falta, inclusive por agredir a usuarios y a compañeros de trabajo. Yo pensé que no se podía sancionar, pero sí se puede. La Ley Servir lo permite y el tribunal Servir ratifica o corrige la sanción.

— ¿El tribunal Servir es mucho más efectivo que la contraloría?

Mucho más efectivo. Servir es una institución que destaca.

— ¿Cómo va la doble pista a Ica?

Nosotros logramos adelantar los plazos, pero el Ministerio de Transportes es muy lento con las expropiaciones. Es un asunto de gestión, porque la ley las facilita.

— ¿Incapacidad de gestión del Ministerio de Transportes?

Sí, pero cuidado. Yo veo buena fe en el presidente, en los ministros, viceministros, inclusive en directores generales. Donde el Perú está absolutamente trabado –porque los ministros son efímeros y cuando alguien pretende poner un mínimo de orden, lo sacan– es en ese quinto nivel, en la costra del quinto nivel. Eso explica la traba de la reconstrucción. Hay corrupción, chantaje. Hay muchos funcionarios que han entrado con padrinos del humalismo, padrinos de todos los gobiernos, y tienen como consigna política boicotear el proceso de la gestión pública. En el Hospital Regional de Ica, por ejemplo, el boicot se manifestaba en atoros provocados de las redes de desagüe para que se inundara el hospital. Le meten batas de cirujanos y taponean el desagüe. O ponen cucarachas en el comedor, en la cocina, y llevan a periodistas a fotografiar las cucarachas. Entonces, eso es puro boicot.

— ¿Y qué hacer con este quinto nivel?

Yo creo que hay que sacar la mitad. Hay unos cientos de miles de burócratas que no entraron por méritos, sino por la puerta falsa, con un tarjetazo o comprando el puesto, o falsificando certificados de estudios, engañando al Estado. Nosotros hemos destituido a médicos que tenían certificado médico falsos. Llamas a Sunedu y resulta que es falso. ¡Estaban atendiendo a pacientes no siendo médicos! También hay certificados de trabajo falsos. Uno llama al establecimiento, resulta que nunca trabajó ahí. Es el mundo de la mentira.

— ¿La contraloría no debería hacer ese trabajo de verificación general de certificados de estudios o trabajo en todo el Estado?

Yo creo que sí. Y yo confío en el contralor. Nos espera una guerra para eliminar la corrupción, que está enquistada en todos lados. Es un cáncer y hay que extirparlo. Hay que elegir a autoridades que estén dispuestas a comprarse el pleito. El problema es que nadie quiere comprarse el pleito. Entonces, están flotando ahí y es un gravísimo error porque el corrupto te come, te gana, si no lo confrontas.

— ¿La descentralización funciona?

Hay muy poca autonomía. Yo creo que es un fracaso la regionalización. En realidad, el Estado Peruano es un fracaso. La economía peruana es un éxito gracias a la Constitución del 93, pero la administración de los tributos que la economía genera es un fracaso. No hay servicios, no hay orden, no hay justicia.

“Podemos empoderar  a la ciudadanía”

— Hay muchos problemas con las empresas municipales de agua potable, las EPS. ¿Cómo funcionan en Ica?

Muy mal. La gestión del agua potable en el país es un fracaso. La gestión del agua potable hay que retirarla de la gestión municipal y concesionarla a empresas especializadas. Otro fracaso municipal es la gestión de la basura. Ica y Chincha son unos basurales.

— ¿No hay rellenos sanitarios?

Son todos botaderos clandestinos, los propios alcaldes los promueven.

— ¿Quién debería manejar la basura?

La basura tiene que concesionarse. O es el Ministerio de Salud o es el Ministerio de Vivienda. Pero no puede ser una gestión municipal, ha fracasado.

— En Ica había muchos problemas de seguridad, extorsión, usurpación de tierras…

La madre del cordero es la corrupción. Yo valoro mucho a la Policía Nacional y a nosotros nos ha ayudado enormemente en poner orden. Sin embargo, ¿cuántos policías están metidos en la mafia del tráfico de tierras y en las mafias de los sicarios y de narcotraficantes? Entonces, también hablando con el general de la policía de la región Ica, que es una persona correcta, y el coronel que ve Ica, ellos reconocen el daño que hace la corrupción en el interior de la institución.

— ¿Y no pueden hacer nada?

Dicen que están sancionando, pero yo creo que esto tiene que ser una guerra efectivamente liderada por una institución como la contraloría, que ojalá tenga respaldo de los gobernadores y de los alcaldes, esa es mi duda. Uno lo ve en estas campañas, hay mafias que están postulando. Entonces, si llegan, es imposible controlar la corrupción, porque son ellos la corrupción. Pero no quiero transmitir tanto pesimismo. Yo creo que tenemos que empoderar a la ciudadanía. Nosotros en Ica tenemos un programa muy interesante que se llama Tecnológica, para generar ideas y ‘start-ups’, incubadoras de ideas brillantes. Lo estamos haciendo con Fundación Telefónica y el Banco Interamericano de Desarrollo. Yo estoy pidiendo a los chicos que inventen un sistema de detección de corrupción y maltrato de funcionarios. Yo tengo mucha esperanza en la juventud.

— Debería haber un sistema de denuncias.

Sí, pero confío poco en el sistema. Confío más en la prensa objetiva, independiente y veraz. En Ica hay muy buenos periodistas, y existen muy buenos periodistas chantajistas. El chantaje periodístico es una práctica recurrente en todo el Perú. Pero hay muy buenos periodistas también.

— ¿La seguridad ha mejorado?

Sí, sí ha mejorado. Y lo dice el Instituto Nacional de Estadística e Informática. Yo participo todos los meses en el Comité Regional de Seguridad Ciudadana (Coresec). Y asistimos las cabezas, nosotros no delegamos. A mí me parece que estas mega operaciones en Ica han funcionado, y eso es mérito del ministro Basombrío y los que lo han sucedido.

— ¿Qué fue del proyecto de Agua Grande?

Nosotros hemos construido 53 reservorios en la sierra y vamos a terminar con cientos. Y estamos fascinados con la iniciativa privada cofinanciada que está siendo desarrollada para afianzar Ica y Pisco, el Agua Grande. Una vez que se termine la ingeniería, que puede tomar seis meses o un año, se convoca a concurso público.

Lampadia




Del Homo Sapiens al Súper-Humano

Del Homo Sapiens al Súper-Humano

En julio 2015, descubrimos a Yuval Noah Harari, un brillante historiador israelita, a través de su diálogo con Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía, sobre: La Tecnología y el Futuro. Entonces Harari nos dio una de las primeras advertencias de las implicancias de la nueva revolución industrial, que luego ha dado en llamarse: La Cuarta Revolución Industrial. Tema sobre el que hemos informado ampliamente en Lampadia.

Harari nos dijo:   

“Los países que, como China, perdieron el tren de la Revolución Industrial, 150 años más tarde han conseguido recuperar el terreno perdido, en gran medida, en términos económicos, gracias a la mano de obra barata. Esta vez, quienes pierdan el tren [de la nueva revolución] no tendrán una segunda oportunidad. Hoy en día, si un país, un grupo de personas, se queda descolgado, no tendrá una segunda oportunidad, en particular porque la mano de obra barata no tendrá ninguna relevancia”.

Luego pudimos leer su importante libro de historia: “Sapiens: A Brief History of Humankind”, traducido al español como: “De animales a dioses – Breve historia de la humanidad”. 

La contratapa del libro nos presenta un pequeño, pero significativo, esquema de los elementos que fueron configurando la naturaleza del hombre actual, del Homo Sapiens; que muestran el pensamiento crítico e innovador de Harari en su análisis de la historia.

La línea de tiempo que presenta Harari termina con la definición del presente y el futuro:

  • El Presente: Los humanos trascienden los límites del planeta tierra.

Las armas nucleares amenazan la sobrevivencia de la humanidad.

Crecientemente, algunos organismos serán moldeados por diseños inteligentes, en vez de selección natural.

  • El Futuro:    ¿Será el diseño inteligente, el principio básico de la vida?

¿Será el Homo Sapiens, reemplazado por ‘súper-humanos’?

Nos dio mucho gusto que el diario El Comercio publicara una entrevista que le hicieron a  Harari en Colombia, con ocasión del Hay Festival de Cartagena celebrado en enero del presente año. Es poco usual que los medios peruanos difundan el pensamiento de los intelectuales de frontera en el mundo de hoy, y en Lampadia no perdemos ocasión de compartir estos mensajes con nuestros lectores.

Ser (o no ser) humano

El autor de: “De animales a dioses” nos da nuevas pistas sobre nuestra evolución y sobre cómo el Homo Sapiens se impuso a otras especies humanas.

Entrevista a Yuval Noah Harari

Por Dante Trujillo

El Comercio – El Dominical, 20 de marzo de 2016

Glosada por Lampadia

 

Luego de doctorarse en Historia por la Universidad de Oxford, Yuval Noah Harari (Kiryat Atta, Israel, 1976) se dedicó a diversos campos de investigación, como el Medioevo y la evolución militar. Pero fue dictando un curso de Introducción a la Historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén que comenzó a reunir información que permitiera a sus alumnos comprender mejor los 13,500 millones de años de evolución de nuestro planeta y, sobre todo, los 200 mil que le tomó al humano pasar de ser una presencia irrelevante a convertirse en la especie dominante, amo absoluto, proyecto de dios. El resultado de su trabajo es un viaje fascinante —y bastante polémico— de más de 500 páginas llamado “De animales a dioses – Breve historia de la humanidad”, un libro que ha sido traducido a más de 30 idiomas y que ha vendido más de un millón de ejemplares antes que Mark Zuckerberg lo recomendase a sus 32 millones de seguidores en las redes sociales. El Dominical estuvo con él durante el reciente Hay Festival de Cartagena.

Tendemos a pensar que la evolución fue lineal y armónica, pero lo cierto es que hubo un tiempo en que el sapiens convivió con otras formas humanas. ¿Es posible pensar en una realidad al lado, por ejemplo, de neandertales?

Somos la única especie humana que sobrevivió: las otras simplemente no tuvieron el tiempo necesario para evolucionar y competir. Pero en teoría, sí, los neandertales pudieron llegar hasta hoy, pero sucedió que el Homo sapiens fue el que consiguió el control del planeta. Y ya es demasiado tarde para todas las otras especies dado el inmenso poder que el sapiens ha acumulado.

¿Pero cómo se imagina la vida si en lugar de ser aniquilados hubiesen llegado hasta hoy?

Si otras especies humanas coexistieran con nosotros, tendríamos políticas y sociedades completamente distintas. Estamos acostumbrados a ser la única especie y a pensar que hay una gran brecha entre nosotros y todos los demás animales, y esta es, de hecho, la base de muchas ideologías y sistemas políticos. Solo trate de imaginar la Biblia en un mundo donde haya varias especies humanas. El cristianismo, el islam, todas las religiones tendrían que cambiar sus mitologías. Por ejemplo, ¿solo los sapiens irían al Cielo? ¿O también los neandertales, los Homo soloensis, o los ergaster? Sería muy diferente la forma en la que vemos el mundo y en la que nos vemos a nosotros mismos.

Probablemente formaríamos sociedades menos tolerantes.

La intolerancia se da hoy entre diferentes grupos de Homo sapiens que en realidad son muy similares entre sí. No habría un “Somos los elegidos de Dios y debemos pelear contra cualquiera que no esté de acuerdo con nosotros”, sino un “Hay tantas opciones que no deberíamos ser tan egocéntricos y pensar que somos los únicos que importan”. Es decir, si coexistieran diferentes especies, tal vez se generaría una cosmovisión mucho más abierta y diversa.

Sostiene que parte del éxito de la especie humana se debe a su capacidad cooperativa: a diferencia del Homo floresiensis o del chimpancé, el hombre logró reunir a muchos individuos. Sin embargo, si bien la cooperación contribuye al triunfo, también puede resultar negativa cuando va en contra de la misma humanidad. Pienso en el nazismo o en el EI.

Todo lo bueno y todo lo malo que la humanidad ha alcanzado se basan en la misma habilidad para cooperar en grandes números de individuos. Existe, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud [OMS] que ha logrado reducir el índice de mortalidad por enfermedades a un mínimo que jamás ha habido, y se basa en la cooperación a gran escala: miles de médicos de todo el planeta, conectados y unidos de tal forma que uno descubre algo y el resto se entera de ello y lo usa. Una epidemia empieza en algún lugar, y todos ayudan. Mire el ébola en el oeste de África el año pasado: todos temían que se convirtiera en una nueva peste negra, pero al final la OMS logró detener su avance. La OMS es un ejemplo de cómo la cooperación a gran escala puede ser algo muy positivo.

Al mismo tiempo, por supuesto, hay ejemplos negativos, como el nazismo que menciona. La cooperación puede ser buena o mala, depende de para qué se use.

También afirma que otro de los logros de la humanidad, la revolución cognitiva, radicó en su capacidad de crear y de creer en la ficción. ¿Puede explicar esta idea?

Lo que permite a las personas cooperar en grandes números es, básicamente, su capacidad de creer en la ficción. Debido a que los humanos no tienen el instinto ni la predisposición biológica para vivir en grandes grupos, por miles de años lo hicieron en bandos muy pequeños, de 50 o 100 individuos. Solo en los últimos milenios hemos logrado crear redes de gran escala que unen a miles o millones de personas. Si examina estas redes de cooperación, encontrará que todas se basan en la capacidad de creer en una ficción común. Esto se puede observar fácilmente en la religión.

Esto es algo exclusivo de los seres humanos: no se puede convencer, por ejemplo, a miles de chimpancés para que se unan y luchen contra otra banda de chimpancés prometiéndoles que, si mueren en la guerra, irán al Cielo de los monos. Ningún chimpancé aceptaría ir a la guerra por algo así. Los humanos sí porque creen en los cuentos. El mismo principio aplica también para la economía: el dinero es solo una ficción.

¿Por qué?

Porque no tiene ningún valor real, no es como las manzanas, que se las puede comer. Si busca en su bolsillo, saca billetes y lo piensa, se dará cuenta de que es solo papel.

Pero le permite comprar manzanas…

Porque otros individuos también se creen el cuento.

La economía está fundada en estas historias, y también el sistema legal. Si pensamos en los derechos humanos, que es el concepto más importante hoy en día en el sistema legal de casi cualquier país, veremos que también son solo una ficción. No son una realidad biológica, no es que los seres humanos realmente tengan derechos. No, son historias que las personas inventaron.

¿Por qué parece que hoy la religión ha vuelto a formar una parte muy importante de la vida de muchas personas?

Por un lado, simplemente porque el mundo se está volviendo más y más caótico. El ritmo de los cambios en la ciencia, la tecnología, la economía está acelerándose aún más, lo que genera turbulencias e incertidumbre. A la gente le aterra eso, así que busca algo estable a lo que aferrarse, y es entonces que vuelve la mirada hacia las religiones tradicionales porque quiere algo sólido.

Por otro lado, se podría decir que este ‘resurgimiento’ de la religión es solo un espejismo, no es realmente una fuerza importante en el mundo. No son lo que realmente cambia el mundo. Si se pregunta cuáles fueron las principales invenciones o descubrimientos que cambiaron la sociedad, la economía y la política en el siglo XX, tendrá bastantes opciones entre las que elegir: la bomba atómica, la computadora, la genética, el feminismo… muchas. Y si luego se pregunta cuál es el más importante descubrimiento o invento de las religiones tradicionales en los últimos 100 años verá que… ¡no hay nada! Las religiones se han convertido en una fuerza reaccionaria: los cambios vienen de la ciencia, de la tecnología, del sistema capitalista, y las religiones solo reaccionan. Ya no moldean ni cambian la sociedad humana ni su historia.

Y sin embargo, la gente aún continúa creyendo…

Pues porque tiene buenas razones para temer al cambio y se aferra a las religiones para sobreponerse. Pero eso es insostenible. Los cambios se están volviendo cada vez más grandes y rápidos por el impacto de la tecnología. Hace solo 20 años no había Internet; hace diez, no había smartphones; y hoy no podemos imaginar la vida sin ellos. La gente necesita nuevas ideologías para darle significado a sus vidas y organizar el sistema político, pero las respuestas no vendrán de las religiones tradicionales porque los problemas a los que nos enfrentamos se originan en los nuevos descubrimientos científicos, como la ingeniería genética o la inteligencia artificial. Estos cambiarán nuestro mundo más que cualquier otra cosa. Y en la Biblia o en el Corán no se encuentra nada al respecto. Ahí no están las respuestas a las grandes preguntas de nuestro tiempo.

¿Alguna vez ha tenido fe?

La gente suele confundir ‘religión’ con ‘espiritualidad’. La religión trabaja con respuestas, mientras que la espiritualidad lo hace con preguntas. Espiritualidad es tener grandes preguntas acerca del mundo (¿quién soy?, ¿cuál es el significado de la vida?, ¿qué es el bien?) y embarcarse en la búsqueda de respuestas. Religión es que alguien venga y le diga: “No necesita hacer esas preguntas, nosotros tenemos todas las respuestas. Tiene que hacer esto, que comportarse de este modo”. Yo me considero una persona espiritual porque estoy interesado en las grandes preguntas, pero no soy religioso. Nunca pude creerme esos cuentos.

Cambiando de tema, también a contramano de lo que se suele pensar, en su libro queda claro que no considera que la revolución agraria haya sido un cambio solo positivo.

La revolución agraria fue, por supuesto, muy importante. Sin ella nunca hubiéramos tenido ciudades ni reinos ni imperios… Pero, al mismo tiempo que dio a la humanidad inmensos y nuevos poderes a nivel colectivo, la calidad de vida de la persona promedio bajó. La vida del campesino en el antiguo Egipto o en el imperio Inca era bastante peor que la de los cazadores-recolectores que existieron miles de años antes por diversas de razones. Primero que nada, nuestros cuerpos y mentes se adaptaron para vivir como cazadores-recolectores (el tipo de vida en la que va al bosque, trepa árboles para recoger frutos, corre detrás de liebres para atraparlas). Esto es mucho más sano para el cuerpo y más interesante para la mente que tener un campo y todos los días hacer lo mismo: ir por agua, arrancar la hierba mala, cosechar, moler… es más difícil para el cuerpo y es bastante más aburrido. Aún hoy, millones de personas trabajan en actividades que son más arduas y aburridas que cazar y recolectar. Por ejemplo, la gente que hizo esta camisa que llevo puesta tal vez vive en Bangladesh o en Guatemala y trabaja 12 horas al día, seis días a la semana, en algún taller precario haciendo solo y simplemente camisas.

También pasa que la mayoría de enfermedades infecciosas viene de animales de granja. Todos los años, hasta hoy, tenemos una epidemia de gripe porcina, o de gripe aviar, es decir, de animales domesticados. Antes de la agricultura, la gente tenía muy pocas enfermedades infecciosas. Además, un factor muy importante es la nutrición. Los cazadores-recolectores comían docenas de diferentes especies de plantas y animales, así que su dieta era muy balanceada. Conseguían todos los minerales y las vitaminas que necesitaban. Los campesinos, por otro lado, en la mayoría de sociedades agrarias subsistían de solo uno o dos cultivos. Si usted era un rey, comía un montón, pero si era un simple campesino…

Por último, la desigualdad social. Los cazadores-recolectores vivían en sociedades relativamente igualitarias. No había propiedades, así que no tenían clases sociales de gente adinerada y de gente pobre. Pero, una vez que apareció la agricultura, se originaron jerarquías con élites muy pequeñas que explotaban al resto. Todo esto es el resultado de la revolución agrícola, lo que significa que para la persona promedio la vida en realidad comenzó a ser peor.

Afirma que estamos cerca de convertirnos en “dioses” capaces de crear y practicar cosas hasta hace poco insospechadas; pero, por otro lado, ello va a marcar más las diferencias sociales y va a generar grandes problemas en la ecología, por ejemplo. ¿Por qué a la vez del desarrollo parece que nos estuviéramos yendo directamente al fin?

Los humanos hemos demostrado que somos muy buenos adquiriendo poder, pero realmente no sabemos cómo usarlo con sabiduría, cómo traducirlo en felicidad. Por miles de años, sin importar lo que lográramos, nunca estuvimos del todo satisfechos. La reacción básica de la mente humana frente al éxito no es la satisfacción, sino el ansia por más. Puede verse en la vida diaria, como cuando come algo sabroso y la reacción no es de saciedad, sino que suele ser “quiero más de eso”. Aun si los humanos adquieren habilidades ‘divinas’ —lo que ya está sucediendo—, no se ve a la gente más satisfecha.

Tenemos ejemplos de comportamiento humano realmente destructivo, como lo que está pasando con el sistema ecológico. Al mismo tiempo, vemos cambios positivos como la reducción de la violencia internacional: aunque todavía hay guerras, estamos viviendo en la era más pacífica de la Historia. En los últimos 50 o 60 años, la violencia en el mundo ha declinado abruptamente.

¿Está seguro de eso?

Por supuesto: hoy mucha más gente muere por comer demasiado que a consecuencia de actos violentos. La violencia, incluyendo la guerra, el crimen y el terrorismo, liquida cada año alrededor de 600 o 700 mil personas; la obesidad y enfermedades relacionadas matan cada año a tres millones. Así que, desde esta perspectiva, McDonald’s es mucho más peligroso que el EI. Hay más posibilidades de morir por comer demasiada comida chatarra que morir porque un grupo terrorista haga estallar el avión en el que se está volando. Que haya un índice de violencia en constante reducción es un desarrollo positivo, y pienso que da esperanzas de que los humanos podamos hacer mejor las cosas si es que realmente lo intentamos y si las condiciones son las correctas. Lampadia

 

 

 

 




El Foco en la Cuarta Revolución Industrial

El Foco en la Cuarta Revolución Industrial

La reunión anual número 46 del Foro Económico Mundial que se celebra todos los años en Suiza, se enfocará esta vez en la Cuarta Revolución Industrial, aquella que disolverá las barreras entre lo humano y las máquinas, la unión entre la inteligencia orgánica y la inorgánica. Ver artículo de Lampadia al respecto.

El siguiente cuadro describe la naturaleza de las cuatro revoluciones:

En Lampadia nos parece que esta revolución, que marcará indeleblemente la vida de las personas, empresas y naciones, tiene que ser seguida de cerca por los peruanos. Hasta ahora, nuestro esfuerzo de divulgar información al respecto, ha sido poco exitoso en términos de lo que otros medios han asumido. Esperamos que el WEF ponga este tema por todo lo alto en la atención de nuestra clase dirigente.

Ante las oportunidades y amenazas que traerá esta revolución, creemos que este tema debiera ser más que suficiente para nuclear nuestra visión de desarrollo y nuestros esfuerzos en la dirección del diseño de nuestras políticas públicas.

Lamentablemente, los peruanos tenemos pocas cosas que nos unen y muchas que nos dividen. Entre las que nos cohesionan hemos desarrollado un gran goce y orgullo por nuestra gastronomía. Del mismo modo, una gran amenaza o una gran oportunidad, podría generar una mayor convergencia. No podemos perder ni una sola oportunidad para  que esto suceda.

La Cuarta Revolución Industrial debiera ser un buen catalizador de nuestros nobles desvelos.

En esta ocasión, en el WEF-2016, participarán 2,500 personas de más de cien países, representando a empresas, gobiernos, academia, sociedad civil, medios y artistas.

Entre los gobernantes se tendrá a Mauricio Macri de Argentina, Justin Trudeau de Canadá, Alexis Tsipras de Grecia, Joe Biden de los EEUU, David Cameron del Reino Unido y Johann Schneider-Ammann de Suiza.

Según la divulgación del WEF sobre el foro, la agenda de Mastering the Fourth Industrial Revolution (Dominando la Cuarta Revolución Industrial), será sobre los delicados retos en geo-economía, seguridad global, salud pública, educación, paridad de género y cambio climático.  

Uno de los fundadores del WEF, Klaus Schwab, ha preparado el siguiente libro para el evento: 

La difusión del WEF adjunta la siguiente nota, que encontramos aleccionadora:

La vida en 2030: La Humanidad y la Máquina

“El mundo está al borde de una nueva revolución impulsada por la convergencia de varias tecnologías, incluyendo la edición del genoma, inteligencia artificial e impresión 3D.

  • ¿Cómo va a cambiar la vida de la siguiente generación?
  • ¿Cuáles son las tecnologías que cambiarán el juego?
  • ¿Cómo van a cambiar la cara de los negocios, gobiernos y  sociedades?
  • ¿Cómo pueden los seres humanos trabajar para lograr mejores desarrollos?

El evento se puede seguir por Internet. Ojalá que podamos nutrirnos de los temas más relevantes para ‘dominar’ la información sobre esta muy importante parte de nuestro futuro. Lampadia




Salim Ismail: Tecnología y Organizaciones Exponenciales

En su reciente visita al Perú, Salim Ismail, uno de los embajadores de Singularity University, dio una conferencia sobre las Organizaciones Exponenciales, la tecnología y los grandes desafíos de la humanidad ante la tercera revolución industrial. Estas son algunas de las ideas que nos transmitió:

  • Los líderes actuales defienden el statu quo
  • Hacia el 2020 el 50% de los empleos de cuello y corbata se reemplazarán por robots
  • La inteligencia tiene 12 dimensiones
  • No sabemos que es ‘conciencia’, ¿cómo podríamos crear vida?
  • La innovación se daba solo en las compañías grandes, hoy sucede en las muy pequeñas
  • La banca se disolverá en 15 a 20 años
  • La e-tablet de India estará al alcance de todos casi sin costo (US$ 10)
  • La realidad virtual es disruptiva de la realidad
  • Las universidades todavía enseñan conocimientos, no habilidades
  • Los fracasos enseñan, son indispensables
  • El mundo del futuro será de los emprendedores
  • Para la innovación se necesita un ambiente de conectividad

En Lampadia hemos creado un repositorio sobre: ‘Revolución Tecnológica’, pues los peruanos debemos tomar conciencia del mundo en que vivimos y prepararnos para evitar los impactos negativos que este desarrollo pueda traer y, aprovechar las oportunidades que nos ofrecerá.

El conferencista expuso un panorama amplio y concreto sobre la realidad de un mundo que ya ha cambiado y en el que muchos desarrollos se aceleran exponencialmente. Esto implica que los modelos de negocio, las habilidades y las maneras de entender el liderazgo, la gestión, la producción y el talento se han quedado anticuadas (pertenecen a un mundo lineal).

Ismail explicó los rasgos que distinguen a las Organizaciones Exponenciales: “Encontramos que hay 3 elementos principales en estas empresas: el primero es lo que llamamos MTP (Massive Transformative Purpose u Objetivo de Transformación Masiva) que son las metas de las empresas que están impactando a millones de personas mediante el uso de tecnologías y que se alejan por completo de los estándares convencionales de las compañías tradicionales. El segundo elemento tiene que ver con los agentes externos como la disponibilidad, el manejo y relación entre el público y la comunidad, los algoritmos empleados y el compromiso. El tercer elemento que distingue a estas empresas son sus procesos internos, como interfaces, tableros electrónicos y la tecnología social”. Ver en Lampadia: Más sobre la revolución tecnológica que estamos viviendo – Organizaciones Exponenciales (I)

Además, habló sobre los grandes avances tecnológicos en distintas áreas como: Inteligencia artificial, robótica, biotecnología, nanotecnología, medicina, neurociencias, energía y computación. La aceleración del cambio ya está en camino, nos habló de las 6D: Digitalizado, Delusorio (engañoso), Disruptivo, Desmaterializado, Demonetizado y Democratizado.

Ver la presentación completa de Salim Ismail en la sección Documentos de Lampadia, Organizaciones Exponenciales.