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Aumento en carga tributaria y crecimiento

Aumento en carga tributaria y crecimiento

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
Glosado

Las izquierdas latinoamericanas siguen atrapadas en propuestas políticas que fomentan la lucha de clases y esquemas tributarios que inhiben la inversión, el crecimiento del PBI y la reducción de la pobreza.

Una concepción fallida que, por supuesto ha recogido en el Perú el gobierno de Castillo y de PL, y el de Gabriel Boric en Chile.

Continuando con sus aportes analíticos el Centro de Estudios Públicos (CEP) de Chile, acaba de publicar el trabajo de Roberto Cases Y Rodrigo Vergara, sobre el impacto de impuestos en la reducción del crecimiento del PBI, usando como base de análisis la experiencia de seis países de la OCDE. 

Se comprueba una vez más la debilidad programática de los gobiernos de izquierda, que predican la protección de los pobres, pero que solo crean más pobreza.

Estos graves errores de políticas públicas son especialmente dañinos en el mundo de hoy, el de la ‘Cuarta Revolución Industrial’, pues en vez de enganchar a sus poblaciones con las tecnologías modernas que producen grandes mejoras en la calidad de vida, llámese educación individualizada, salud preventiva o acceso universal a infraestructuras sociales y económicas, terminan encerrándolas en un aislamiento empobrecedor. Ver en Lampadia: Dejar a los pobres desconectados del mundo moderno.

Veamos el análisis del CEP:

 

 

Centro de Estudios Públicos (CEP) de Chile
Roberto Cases Y Rodrigo Vergara
Diciembre 2021

 

RESUMEN 

  • En el contexto de las elecciones presidenciales de 2021, algunas candidaturas han propuesto aumentar la carga tributaria. En particular, el programa del candidato Gabriel Boric plantea aumentar la recaudación tributaria en 8 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) en un período de ocho años. Dicha propuesta ha abierto discusiones respecto a la existencia de experiencias internacionales de cambios similares en la carga tributaria y los potenciales efectos económicos que tendría dicho cambio. 

  • Este artículo plantea dos aportes a la discusión sobre el aumento en la carga tributaria en Chile. En primer lugar, se documentan experiencias de incrementos en la carga tributaria de gran magnitud en períodos cortos de tiempo en países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En segundo lugar, se describe el desempeño económico de los países que experimentaron este tipo de aumentos en la carga tributaria en tres períodos de tiempo: cinco años antes del cambio, durante el aumento en la carga tributaria y cinco años después de dicho incremento. 

  • Dado que el programa del candidato Gabriel Boric incluye una reforma a la seguridad social de gran magnitud y orientación, se tomó la decisión de realizar el análisis con la carga tributaria neta de contribuciones por seguridad social. De acuerdo a los criterios de la OCDE, se consideran como impuestos las cotizaciones obligatorias pagadas a un organismo estatal. Así, siguiendo la categorización de la OCDE, el aumento en la carga tributaria del programa se podría aproximar a un rango entre 13 y 14% del PIB. Ello, pues las cotizaciones, que hoy, en el caso de Chile, no se consideran impuestos por parte de la OCDE, pasarían a enterarse en un organismo público, con los cual sí serían parte de la recaudación tributaria. No encontramos países de la OCDE que hayan tenido aumentos de la carga tributaria total de 13-14% del PIB en un período similar al de la propuesta evaluada. No obstante, sí se encontraron seis países que tuvieron alzas de la carga tributaria, excluida la seguridad social, del orden de 8% del PIB en un período como el señalado. 

  • Dentro de estas seis experiencias, cuatro países tuvieron una baja en su desempeño económico en el período posterior a dicha alza (en comparación con el período previo y controlando por crecimiento promedio de los países OCDE), uno subió su desempeño y un sexto, Irlanda, es difícil de comparar, porque en el período inmediatamente posterior al aumento de impuestos, se hizo una reforma a la inversa, esto es de baja de impuestos y la carga tributaria neta tuvo una disminución considerable, lo que fue acompañado por un elevado crecimiento posterior. 

  • Adicionalmente, se observa que dos de los seis países tuvieron un segundo incremento en la carga tributaria, posterior a la primera alza. En ambos casos, el período total de implementación fue mucho más largo que ocho años. 

La OCDE clasifica los impuestos según la base gravada. En esa línea, la clasificación de la OCDE se configura en seis categorías: 

La siguiente tabla muestra el nivel de aumento de impuestos en los países de la muestra.

 

Esta segunda tabla muestra que los aumentos indicados generaron reducciones significativas del crecimiento del PBI de los países indicados.

CONCLUSIONES 

A raíz de las propuestas de reforma tributaria del candidato presidencial del pacto Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, el artículo busca presentar evidencia comparada de países OCDE que aumentaron la carga tributaria neta de contribuciones por seguridad social en 8 puntos del PIB durante un período de ocho años. Adicionalmente, se describe el desempeño económico, definido como crecimiento del PIB, de los países que experimentan este tipo de incremento en la carga tributaria neta durante tres períodos de tiempo: los cinco años previos al aumento, durante el cambio y el período que comprende los cinco años posteriores al incremento en la carga neta. 

Se utiliza la definición de carga tributaria neta de contribuciones por seguridad social, debido a la reforma en el sistema de pensiones que propone el candidato Gabriel Boric. En particular, su programa plantea una transición del sistema actual de AFP hacia un sistema estatal, el cual sería administrado por un órgano público. En términos prácticos, esto implicaría que, de acuerdo con la clasificación de la OCDE, las contribuciones por seguridad social asociada a pensiones se tratarían como un impuesto, aumentando así adicionalmente la carga tributaria de Chile. En congruencia con los datos y definiciones utilizadas en este documento, si consideramos la reforma tributaria y la reforma de pensiones, el aumento en la carga tributaria que propone el candidato Boric, para efectos de medición de la carga tributaria según los estándares OCDE, podría ser de 13 a 14 puntos porcentuales del PIB. No encontramos países en la OCDE que hayan tenido un aumento de dicha magnitud en un período de alrededor de 8 años. 

Los resultados, para la carga tributaria que excluye seguridad social, indican que hay seis países que tuvieron un aumento de alrededor de 8 puntos del PIB, en un período similar al que apunta la propuesta de reforma tributaria. Dentro de estas experiencias, al comparar con el período previo al incremento y controlar por el crecimiento promedio de los países OCDE, se observa que cuatro países tuvieron una baja en su desempeño económico durante el período posterior al incremento en la carga tributaria neta, un país mejoró su desempeño y un sexto, Irlanda, es difícil de comparar. En efecto, el caso irlandés se caracteriza porque en el período inmediatamente posterior al aumento de impuestos, la carga tributaria neta tuvo una baja considerable, lo que se asocia a un elevado crecimiento posterior. Por otro lado, la evidencia revela que, entre los seis casos identificados, hay dos países que después de una primera alza en la carga tributaria, tuvieron un segundo incremento. En ambos casos el período total de implementación fue mucho más largo que ocho años. 

Finalmente, cabe recalcar que el análisis realizado en este artículo es descriptivo y, por ende, los resultados no deben ser interpretados de manera causal. Lampadia

 

 



¿Es posible anticipar pandemias?

¿Es posible anticipar pandemias?

Recientemente The Economist ha publicado un interesante artículo que consideramos de obligatoria lectura para entender los sendos avances que sigue exhibiendo la ciencia médica en la pandemia, en concreto, para hacer frente con mayor rapidez a futuros brotes virulentos que puedan poner en riesgo los sistemas sanitarios mundiales.

Resulta pues que en los laboratorios estadounidenses se viene desarrollando una técnica bioquímica que permitiría, a través del permanente análisis de los agentes patógenos, anticiparse a futuras mutaciones y con ello fomentar un rápido desarrollo de vacunas y tratamientos contra ellos. Es decir, si ya dábamos por sentado que la biotecnología había llegado a su pico con el desarrollo de las vacunas de ARN mensajero (con Pfizer y Moderna) en menos de 1 año -cuando el tiempo promedio de una vacuna tradicional son 10 – ahora sería posible inclusive anticiparse a futuras pandemias, abatiendo aún más posibles riesgos sanitarios futuros. 

Esperemos pues que esta investigación aún en maduración tenga buen cauce lo cual demostraría lo que venimos mencionando en anteriores artículos: Así como hubo grandes costos durante esta pandemia traducidos en pérdida de vidas y recesión económica, los beneficios que se vienen desarrollando a través de las grandes innovaciones en las industrias de la salud impactaran fuerte y permanentemente en la mejora de la calidad de vida de la población en el largo plazo. Lampadia

Desarrollo de vacunas
La respuesta de los científicos a una pandemia podría ser aún más rápida la próxima vez

Una nueva investigación sugiere que la vacunación masiva se puede ampliar más rápidamente

The Economist
5 de agosto de 2021
Traducida y comentada por Lampadia

Conforme la variante delta del covid-19 continúa extendiéndose por gran parte del mundo, la vergüenza es que las vacunas aún sean tan escasas. Peor aún, están siendo acaparadas por países ricos a pesar de que la necesidad en otros lugares es tan grande. Por eso, culpe a la política. El triunfo, sin embargo, es que las vacunas existen. Y por eso, alabe la ciencia.

  • La secuencia del genoma del virus se hizo pública el 11 de enero de 2020, solo un mes después de que se informara por primera vez de una nueva enfermedad respiratoria en Wuhan, China. 
  • Días después, el 15 de enero, Moderna, en colaboración con los Institutos Nacionales de Salud de EEUU, había completado el diseño del prototipo de molécula que comprendería su vacuna. 
  • Sesenta y dos días después de eso, el 16 de marzo, comenzaron los ensayos en humanos. 
  • Maggie Keenan, una británica de 91 años, recibió la primera vacuna clínica de Pfizer el 8 de diciembre. 

En comparación, la vacuna contra la poliomielitis en EEUU tardó 20 años en hacer el viaje de los ensayos a la licencia.

Y, sin embargo, los científicos podrían hacerlo aún mejor. A principios de 2021, según nuestro modelo estadístico de exceso de muertes, la pandemia se había cobrado entre 4 y 8 millones de vidas. Si la vacunación masiva hubiera comenzado incluso un poco antes y se hubiera ampliado un poco más rápido, cientos de miles de personas podrían haberse salvado. Ese es un objetivo por el que vale la pena luchar en la próxima pandemia y, según sugiere una investigación reciente, es completamente posible.

La base de esto son décadas de investigación científica y médica. Katalin Kariko, uno de los pioneros de la tecnología de ARN mensajero que sustenta las dos vacunas más exitosas, hechos por Pfizer y Moderna, pasó 30 años estudiando la forma en que el ARN mensajero pueda ayudar a combatir enfermedades. Su investigación fue a menudo demasiado radical para atraer subvenciones gubernamentales o apoyo institucional. Pero es parte de un cuerpo de trabajo que amplía enormemente el alcance para hacer frente a las enfermedades infecciosas, incluidas las nuevas.

Como explicamos esta semana, la pandemia ha visto un nuevo conjunto de herramientas bioquímicas y computacionales pasar a primer plano para predecir la evolución de los virus. Un enfoque llamado “exploración mutacional profunda”, que observa cambios aleatorios en las proteínas cruciales de un patógeno en condiciones de laboratorio. Usando el aprendizaje automático, los científicos pueden hacer predicciones sobre qué combinaciones de estas mutaciones, por ejemplo, harán que la enfermedad se propague más rápido y, por lo tanto, llegue a dominar una pandemia de la misma manera que la variante delta del covid-19.

Armados con estas predicciones, los fabricantes podrían preparar reservas de vacunas y terapias antes de que los patógenos hayan mutado y propagado. Un día, las personas podrían incluso vacunarse de forma preventiva. Tal grado de preparación, y el rápido despliegue de dosis que hará posible, podrían salvar muchas vidas.

La misma lógica de más rápido es mejor también se aplica a otras áreas de respuesta a una pandemia. Las pruebas y el rastreo de contactos deberían estar disponibles tan pronto como surjan los primeros signos de que un patógeno se está globalizando. La pandemia ha demostrado que las grandes instalaciones de pruebas centralizadas, aunque se ponen en marcha rápidamente desde cero, tienen tiempos de respuesta más lentos que las instalaciones más pequeñas y locales que pueden procesar muestras en el sitio.

Tales instalaciones deberían estar listas para la próxima pandemia, confiando en pruebas genéticas rápidas y especialmente diseñadas que apenas han comenzado a estar en línea en los aeropuertos de todo el mundo. Para cuando llegue el próximo patógeno, la misma tecnología que permite al centro de pruebas covid-19 en el nuevo aeropuerto de Brandeburgo de Berlín entregar una muestra en menos de una hora debería estar ampliamente disponible.

Los reguladores también deben desempeñar su papel. Las autoridades sanitarias ya están lidiando con la naturaleza modular de los nuevos sistemas de producción de vacunas, agilizando sus procesos de aprobación para que las inyecciones puedan actualizarse para conferir protección contra las variantes del coronavirus. Las nuevas “plataformas” de vacunas pueden producir una vacuna tan fácilmente como otra, con solo cambios menores. Las autoridades deberían comenzar a pensar en cómo garantizar la seguridad de las vacunas producidas en plataforma contra patógenos completamente nuevos sin tener que comenzar el proceso de aprobación desde cero cada vez.

No se sabe cuándo vendrá la próxima pandemia. Todo el tiempo surgen nuevos patógenos de entornos complejos e impredecibles, a menudo lejos del escrutinio o el control reglamentario. Una nueva enfermedad podría estar a punto de despegar en este momento, cuando una bacteria anormal se escape de una granja industrial que abusa de antibióticos, por ejemplo, o un virus mutado salga de un laboratorio o un bosque, mientras un murciélago se lo pasa a un nuevo huésped que puede infectar a los humanos. No se pueden detener todas las pandemias, pero sí se puede estar mejor preparado para ellas. Lampadia




Una silenciosa tragedia latinoamericana

Una silenciosa tragedia latinoamericana

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

En promedio la región latinoamericana ha tenido impactos muy negativos por la pandemia del Coronavirus.

  • 30% de las muertes con el 8% de la población global
  • 7% de contracción de la economía, mayor a la del resto del mundo
  • Las escuelas han permanecido cerradas más tiempo que en el resto de regiones

Ver líneas abajo el artículo de The Economist sobre la tragedia de las aulas vacías.

El caso del Perú es incluso peor que el de nuestra región, tenemos la mayor cantidad de muertes por millón en el mundo, la mayor caída del producto y nuestras escuelas siguen cerradas.

Peor aún, el año 2020, el incompetente gobierno de Vizcarra y sus aliados de las izquierdas, no fueron capaces de conseguir, habilitar y distribuir tabletas electrónicas y dar acceso a internet para una gran parte de los estudiantes del sector público. Los resultados de este año también son largamente insatisfactorios.

Las escuelas siguen cerradas y el ver como abrirlas está muy lejos de la preocupación del gobierno. No se ha priorizado la vacunación a los profesores y no se han diseñado protocolos que permitan, por lo menos, aperturas parciales. Por otro lado, la sociedad civil y los medios de comunicación, no muestran ninguna preocupación al respecto.

La cobertura de internet ha sido propiciada por maniobras políticas de distintos gobiernos, que han impedido el desarrollo de una mayor oferta de servicio.

Además, desde el inicio de la pandemia, se ha acentuado la guerra de guerrillas del sector público contra las escuelas privadas, a las que se ha debilitado y regulado de maneras incapacitantes. En vez de haber hecho una alianza para diseñar estrategias que permitan desarrollar un esfuerzo conjunto que favorezca a la mayor cantidad posible de estudiantes, buscando inclusive, que alumnos del sector público puedan acceder a las facilidades de las escuelas privadas, que cuentan con mucho mejor infraestructura.

Lamentablemente, al igual que en el desastroso manejo de la salud pública, que también abrió brechas y distancias con el sector privado, impidiendo soluciones colaborativas ad-hoc a la crisis, el gobierno privilegió la búsqueda de victorias ideológicas pírricas para debilitar el prestigio de la educación privada a los ojos de la opinión pública. Esto a pesar de que en el último estudio PISA, quedó probado que la educación privada ofrecía mejor calidad. Ver en Lampadia: A propósito de PISAPúblicos y privados aliados por la educación.

Como en todos los temas sociales, para nuestros últimos gobiernos, la ideología ha estado antes que la calidad de vida de los ciudadanos. Por ello se mantienen servicios públicos de muy mala calidad y hasta abusivos con los peruanos más pobres.

Se privilegia el control estatal de los servicios de agua y desagüe, antes que mejorar su cobertura, castigando, además, a los más pobres a gastar en agua, más que los pobladores de mejores ingresos.

Durante la pandemia se ha impedido el apoyo del sector privado en servicios de salud, y se ha llagado hasta a rechazar donaciones de plantas de oxígeno, servicios de testeo y softwares especializados para el seguimiento del virus, con tal de afirmar el rol (patético) del Estado.

Se miente y hasta se sabotea, la educación privada, que ofrece mejor calidad, para mantener un servicio público deficiente, que no puede siquiera nutrirse de las mejores prácticas de las escuelas privadas, que hacen todo tipo de esfuerzos para brindar servicios que se acerquen a los estándares internacionales.

Por todo esto es que, con toda razón, la población está insatisfecha con la calidad de vida que se le brinda en el Perú.

Los cierres prolongados de escuelas están causando un daño duradero a una generación

The Economist
19 de junio, 2021
Glosado y traducido por Lampadia

Por primera vez en más de un año, este mes pequeños grupos de niños con sus mochilas y charlando han entrado en algunas escuelas de la Ciudad de México. Es una reapertura cautelosa. Depende de las escuelas si abren o no, y solo una minoría ha optado por hacerlo. Solo una parte de la clase asiste cada día. Lo mismo ocurre con 18 de los otros 31 estados de México; en los demás, todas las escuelas permanecen cerradas. Con la pandemia lejos de terminar, la precaución puede ser comprensible. Pero entre los vivos, los niños continúan siendo sus principales víctimas, en México y en toda América Latina.

La región se ha visto especialmente afectada por el covid-19 de tres formas. Con el 8% de la población mundial, ha sufrido alrededor de un tercio de las muertes registradas oficialmente por covid-19 (y muchas más no registradas). Sus economías se contrajeron en un promedio de 7% el año pasado, peor que el mundo en su conjunto. Mucho menos discutido es que las escuelas de América Latina han permanecido cerradas por más tiempo que las de cualquier otra región. Los efectos se sentirán mucho después de que la pandemia haya terminado y las economías se hayan recuperado.

Las escuelas cerraron en casi todas partes de la región en marzo de 2020 y muchas han permanecido cerradas desde entonces. Están completamente abiertos solo en seis países más pequeños. Algunos países, como Argentina y Colombia, comenzaron a abrir sus escuelas a principios de este año solo para cerrarlas nuevamente debido a que sufrieron una segunda ola de la pandemia.

La pérdida prolongada de aprendizaje empeorará los pésimos estándares educativos. Las pruebas internacionales de pisa de jóvenes de 15 años en 2018 encontraron que, en lectura, matemáticas y ciencias, los participantes latinoamericanos estaban en promedio tres años por detrás de sus pares en el grupo de la OCDE de países principalmente ricos. Con las escuelas cerradas durante 13 meses, el Banco Mundial calcula que alrededor del 77% de los estudiantes estarían por debajo del rendimiento mínimo para su edad, frente al 55% en 2018. Esto tiene efectos a largo plazo. Incluso si solo se pierden diez meses de clases, el banco calcula que el estudiante promedio podría perder el equivalente a $ 24,000 en ganancias a lo largo de su vida. Los más pobres, los de las zonas rurales y las niñas son los más afectados por el cierre de las escuelas, lo que agrava las ya amplias desigualdades en América Latina.

Muchos países latinoamericanos han realizado grandes esfuerzos para organizar el aprendizaje a distancia durante la pandemia. Pero una minoría considerable de escuelas carece de acceso a Internet con fines educativos. Mientras que el 98% de la quinta parte más rica de los estudiantes de la región tiene Internet en casa, solo el 45% de los más pobres la tiene. En Brasil, los teléfonos móviles ofrecen el único acceso a Internet para más del 60% de los estudiantes negros e indígenas. Muchos gobiernos utilizan canales tradicionales, como televisión, radio y material impreso. México ha ofrecido educación a distancia por estos medios para 25 millones de alumnos.

Esto no sustituye a la enseñanza presencial. “No todos los estudiantes aprenden al mismo ritmo”, dice Marco Fernández, especialista en educación de la Universidad Tecnológica de Monterrey en México. “No pueden hacer preguntas ni recibir comentarios como lo harían en el aula”. Más allá de la pérdida de aprendizaje, los cierres de escuelas han traído costos emocionales y un gran aumento en el número de abandonos.

Las escuelas en muchos países de otras regiones reabrieron hace meses, con distanciamiento social, pruebas y limpieza a fondo. Aparte de la gravedad de la pandemia, hay varias razones por las que esto no ha sucedido en América Latina. Por lo general, los padres no se han mostrado interesados. En México, hasta que la mayoría de las personas se vacunen “pensamos que lamentablemente no existen las condiciones para un regreso masivo a la escuela”, argumenta Luis Solís de la Unión Nacional de Padres, un grupo voluntario. Los sindicatos de docentes también se han mostrado reacios. En Argentina, cuando el alcalde de Buenos Aires intentó reabrir las escuelas en marzo, recibió la oposición tanto del sindicato como del gobierno nacional, su aliado. “No hay presión” sobre los gobiernos para que reabran, lamenta Fernández.

Los gobiernos podrían hacer mucho más para promover una reapertura segura mediante la información y la consulta. “A estas alturas, todos los países deberían haber hecho al menos un esfuerzo sustancial para abrir escuelas”, dice Emanuela Di Gropello del Banco Mundial. “No estamos donde deberíamos estar”. Ponerse al día será un desafío formidable. Las escuelas necesitan evaluar rápidamente el nivel de cada alumno, organizar la enseñanza de recuperación y recuperar el tiempo perdido con clases los sábados y períodos más largos. Esto requerirá tanto dinero como esfuerzo. Muchos gobiernos han gastado más en atención médica y ayuda de emergencia a familias y empresas durante la pandemia. La educación debería tener la misma prioridad si América Latina no quiere fallar a toda una generación. Lampadia




La innovación tecnológica se dispara

La innovación tecnológica se dispara

La pandemia ha dejado terribles estragos a nivel global en el 2020 en los frentes económico y sanitario y amenaza con hacerlo también el presente año con el reciente afloramiento de diversas cepas más contagiosas, lo cual ha volcado de nuevo a varios países a cerrar parcialmente sus economías.  Por otra parte, aún con el descubrimiento de las vacunas, la distribución para su inoculación en la población se ha tornado lenta inclusive en los países desarrollados, y por ello no es de sorprender que pulule en las redes mucho pesimismo respecto a si el 2021 efectivamente marcará el fin de la pandemia.

Para esos pesimistas, compartimos un reciente artículo de The Economist en el que se muestra la otra cara de la moneda que está dejando la pandemia, que pocos están viendo pero que resulta fundamental pues guarda fuertes implicancias para el crecimiento y la mejora de la calidad de vida de las personas.

“La nueva era de la innovación” la ha denominado The Economist, una época en la que se están gestando las condiciones para un apuntalamiento de la productividad gracias a la aparición de tecnologías innovadoras en varios sectores, como el ARN mensajero en el plano de las vacunas – que de hecho Moderna ya está evaluando para una posible vacuna contra el sida. Un salto cualitativo para el desarrollo de nuevas medicinas, más allá de las vacunas. Además, están los avances en la digitalización de la economía, que ha potenciado la inversión en tecnologías como el teletrabajo, la automatización manufacturera, entre otros avances.

Sin duda un artículo de recomendable lectura para dar cuenta que no solo hay razones para esperar un rebote de la producción mundial apenas haya sido superada la crisis del covid 19, sino que lo más probable es que también se observe un importante incremento en el crecimiento potencial o de largo plazo, por las mejoras en la productividad experimentadas en esta era de la innovación. Esto sin duda puede contribuir también a mejorar los prospectos del crecimiento del Perú también, un país que está íntimamente ligado a la mejora de la demanda externa de países de ingreso alto como EEUU y Europa. El rol de los gobiernos también será importante en este contexto por lo que The Economist también da ciertas recomendaciones al respecto como puede notarse a continuación. Lampadia

La nueva era de la innovación
Por qué está rompiendo un amanecer de optimismo tecnológico

La década de 2010 estuvo marcada por el pesimismo sobre la innovación. Esto está dando paso a la esperanza

The Economist
16 de enero, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

Durante gran parte de la última década, el ritmo de la innovación decepcionó a mucha gente, especialmente a esos miserables economistas. El crecimiento de la productividad fue mediocre y los nuevos inventos más populares, el teléfono inteligente y las redes sociales, no parecieron ayudar mucho. Sus efectos secundarios malignos, como la creación de poderosos monopolios y la contaminación de la plaza pública, se hicieron dolorosamente evidentes. Las tecnologías prometedoras se estancaron, incluidos los automóviles autónomos, lo que hizo que los evangelistas de Silicon Valley parecieran ingenuos. Los halcones de la seguridad advirtieron que la autoritaria China pasaba rápidamente por Occidente y algunas personas sombrías advirtieron que el mundo finalmente se estaba quedando sin ideas útiles.

Hoy comienza un amanecer de optimismo tecnológico. La velocidad a la que se han producido las vacunas covid-19 ha convertido a los científicos en nombres conocidos. Los avances destacados, un auge de la inversión en tecnología y la adopción de tecnologías digitales durante la pandemia se combinan para generar esperanzas de una nueva era de progreso: los optimistas predicen vertiginosamente unos “años locos”. Así como se exageró el pesimismo de la década de 2010 (la década vio muchos avances, como en el tratamiento del cáncer), las predicciones de la utopía tecnológica son exageradas. Pero existe una posibilidad realista de una nueva era de innovación que podría elevar el nivel de vida, especialmente si los gobiernos ayudan a que florezcan las nuevas tecnologías.

En la historia del capitalismo, el rápido avance tecnológico ha sido la norma. El siglo XVIII trajo la Revolución Industrial y las fábricas mecanizadas; los ferrocarriles y la electricidad del siglo XIX; los coches del siglo XX, los aviones, la medicina moderna y la liberación doméstica gracias a las lavadoras. En la década de 1970, sin embargo, el progreso, medido por el crecimiento general de la productividad, se desaceleró. El impacto económico estuvo enmascarado durante un tiempo por la acumulación de mujeres en la fuerza laboral, y una explosión de ganancias en eficiencia siguió a la adopción de computadoras personales en la década de 1990. Sin embargo, después de 2000, el crecimiento volvió a decaer.

Hay tres razones para pensar que este “gran estancamiento” podría estar terminando. Primero está la avalancha de descubrimientos recientes con potencial transformador.

  • El éxito de la técnica del “ARN mensajero” detrás de las vacunas Pfizer-BioNTech y Moderna, y de los tratamientos con anticuerpos a medida, muestra cómo la ciencia continúa potenciando la medicina. Los seres humanos son cada vez más capaces de adaptar la biología a su voluntad, ya sea para tratar enfermedades, editar genes o cultivar carne en un laboratorio. La inteligencia artificial por fin está mostrando un progreso impresionante en una variedad de contextos. Un programa creado por DeepMind, parte de Alphabet, ha demostrado una notable capacidad para predecir las formas de las proteínas; el verano pasado Openai presentó GPT-3, el mejor algoritmo de lenguaje natural hasta la fecha; y desde octubre, los taxis sin conductor han transportado al público por Phoenix, Arizona. Las espectaculares caídas en el precio de la energía renovable están dando a los gobiernos la confianza de que sus inversiones verdes darán sus frutos. Incluso China ahora promete neutralidad de carbono para 2060.
  • La segunda razón para el optimismo es el auge de la inversión en tecnología. En el segundo y tercer trimestre de 2020, el sector privado no residencial de EEUU gastó más en computadoras, software e investigación y desarrollo (I+D) que en edificios y equipos industriales por primera vez en más de una década. Los gobiernos están dispuestos a dar más dinero en efectivo a los científicos. Tras reducirse durante años, el gasto público en I+D en 24 países de la OCDE comenzó a crecer nuevamente en términos reales en 2017. El entusiasmo de los inversores por la tecnología se extiende ahora a los diagnósticos médicos, la logística, la biotecnología y los semiconductores. El optimismo del mercado sobre los vehículos eléctricos es tal que el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, que también dirige una empresa de cohetes, es el hombre más rico del mundo.
  • La tercera fuente de alegría es la rápida adopción de nuevas tecnologías. No se trata solo de que los trabajadores se hayan aficionado a las videoconferencias y los consumidores al comercio electrónico, por importantes que sean esos avances, por ejemplo, para aliviar las limitaciones a la búsqueda de empleo que plantea la escasez de viviendas. La pandemia también ha acelerado la adopción de pagos digitales, telemedicina y automatización industrial. Ha sido un recordatorio de que la adversidad a menudo obliga a las sociedades a avanzar. La lucha contra el cambio climático y la competencia de grandes potencias entre EEUU y China podrían impulsar más pasos audaces.

Por desgracia, la innovación no permitirá que las economías ignoren los obstáculos estructurales al crecimiento. A medida que las sociedades se enriquecen, gastan una mayor parte de sus ingresos en servicios intensivos en mano de obra, como comidas en restaurantes, en los que el crecimiento de la productividad es escaso porque la automatización es difícil. El envejecimiento de la población continuará arrastrando a los trabajadores hacia la atención domiciliaria de baja productividad. Las economías descarbonizantes no impulsarán el crecimiento a largo plazo a menos que la energía verde se dé cuenta de su potencial para volverse más barata que los combustibles fósiles.

Sin embargo, es razonable esperar que una nueva ola de innovación pueda revertir pronto la caída del dinamismo económico que es responsable de quizás una quinta parte de la desaceleración del crecimiento del siglo XXI. Con el tiempo, eso se convertiría en un gran aumento del nivel de vida. Quizás aún se pueda lograr más porque muchas industrias de servicios, incluidas la atención médica y la educación, se beneficiarían enormemente de una mayor innovación. Eventualmente, la biología sintética, la inteligencia artificial y la robótica podrían mejorar cómo se hace casi todo.

No es una ciencia exacta

Aunque el sector privado determinará en última instancia qué innovaciones tienen éxito o fracasan, los gobiernos también tienen un papel importante que desempeñar. Deben asumir los riesgos en proyectos más “moonshot”. El estado puede ofrecer más y mejores subvenciones a I+D+i (Investigación, Desarrollo e Innovación), como premios por resolver problemas claramente definidos. El estado también tiene una gran influencia sobre la rapidez con la que se difunden las innovaciones en la economía. Los gobiernos deben asegurarse de que la regulación y el cabildeo no frenen la interrupción, en parte proporcionando una red de seguridad adecuada para aquellos cuyos medios de vida se ven afectados por ella. La innovación se concentra en muy pocas empresas. Asegurar que toda la economía aproveche las nuevas tecnologías requerirá una aplicación de la legislación antimonopolio sólida y regímenes de propiedad intelectual más flexibles. Si los gobiernos están a la altura del desafío, entonces estarán a su alcance un crecimiento más rápido y mejores niveles de vida, lo que les permitirá desafiar a los pesimistas. La década de 2020 comenzó con un grito de dolor pero, con las políticas adecuadas, la década aún podría rugir. Lampadia




La política clientelista y antisocial

La política clientelista y antisocial

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

En los últimos años se ha ido afirmando un comportamiento perverso en la política peruana, se han confundido las prioridades y hoy prevalece la búsqueda del bienestar de los servidores públicos sobre los ciudadanos, de los agentes intermediarios sobre los usuarios finales.

Esto se ve con claridad en el caso de los maestros (agremiados) versus los alumnos, o en el caso de los transportistas (agremiados) versus los pasajeros, o en el caso de los trabajadores de Sedapal y de las EPSs versus los usuarios del agua.

La diferencia entre unos y otros, entre los servidores públicos y los ciudadanos, es que unos, los primeros, están de alguna manera agrupados o agremiados, el político puede dirigirse a ellos y otorgarles prebendas; en cambio, los ciudadanos y usuarios de los servicios, son una entelequia, son una abstracción de individuos desconectados entre sí.

La consecuencia de esta terrible trampa, que no permite la mejora de los servicios públicos en la educación, la salud, el transporte, etc., es que las normas producidas por las autoridades tienen focos gremiales que muchas veces son absolutamente contrarios a los intereses del ciudadano común.

El caso de la educación

Los maestros de la educación pública están forzosamente afiliados a un sindicato único, cuyo estatuto habla de la lucha de clases, de una opción ideológica y no de un compromiso educativo.

Todos los intentos por mejorar la calidad de la educación pública fracasan por la incapacidad del gobierno de privilegiar a los alumnos sobre las dirigencias magisteriales. No se puede implantar la meritocracia y los sustanciales aumentos de remuneraciones que se vienen haciendo no conllevan compromisos de mejora de la calidad educativa.

Por esta situación es que gran parte de los ciudadanos retiraron a sus hijos de las escuelas públicas y los llevaros a colegios privados, que según las últimas pruebas Pisa tienen mucho mejor calidad. Ver la evidencia en Lampadia: Públicos y privados aliados por la educación.

Lamentablemente la pandemia ha desorganizado dramáticamente la educación en el país, y el Estado ha aprovechado para debilitar la educación privada.

El caso de la salud

Hoy día, todos tenemos muy claro el pobrísimo nivel de servicio de la salud brindada por el Estado, ya sea en los hospitales del Minsa como en Essalud, indebidamente manejada por el Estado, puesto que se sustenta en los aportes de los trabajadores y sus empleadores.

En salud, la excepción confirma la regla, hay dos hospitales de Essalud que están manejados por asociaciones público privadas en la modalidad de bata blanca. O sea, el concesionario: diseña, invierte, construye, equipa, contrata a los médicos, enfermeras, técnicos y administradores y presta el servicio. Todo ello con compromisos minuciosos de estándares de servicio, ya sean costos debidamente acotados, días para la atención o para intervenciones quirúrgicas, etc.

Este es el caso de los hospitales Alberto Leopoldo Barton Thompson en el Callao y del hospital Guillermo Kaelin de la Fuente en Villa María del Triunfo. Ver información al respecto en Lampadia: Las APP han generado servicios de salud de alta calidad.

Pero este modelo de gestión que ha probado ser muy eficiente desde hace seis años, no ha podido ser replicado por el Estado o Essalud, por la oposición de los sindicatos y gremios de los servidores públicos y de los políticos que se prestan para defender los intereses gremiales.

El caso del agua potable

El caso de Sedapal en Lima y de las EPSs en las regiones es clamoroso. Se desperdicia entre el 40 y 50% del recurso, no se factura todo lo producido, abunda la corrupción y se proteje a los servidores públicos que hasta heredan sus puestos a sus hijos, como en Sedapal.

La cobertura del servicio es insuficiente, el servicio no siempre se da las 24 horas, con los riesgos que ello conlleva. Y muchos ciudadanos tienen que subir los cerros cargando baldes de agua por los que tienen que pagar diez veces más que los ciudadanos de los mejores barrios de Lima y provincias.

La evidencia del desastre de gestión es clarísima, los diagnósticos son claros, pero está prohibido políticamente hablar de servicios privados, de asociaciones público privadas, o de otras formas de intervención del sector privado.

Un episodio oprobioso relativamente reciente, fue el que protagonizó el presidente PPK, cuyo lema era agua para todos, que claudicó ante un sindicato de Sedapal y condenó a Lima a mantener un servicio público clamoroso.

Conclusión

Como vemos pues, esta trampa de privilegiar a los intermediarios de los servicios públicos a costa de condenar a servicios paupérrimos a los ciudadanos, debe terminar.

Esperamos que en el proceso electoral en ciernes, algunos candidatos valientes y sensatos, pongan el tema encima de la mesa; y que los medios de comunicación hagan un esfuerzo de buena prensa, dejando de servir de caja de resonancia de la mala política.

Condenar a los ciudadanos a malos servicios, pudiendo tenerlos mejor, es absolutamente inmoral. Es hora de que los ciudadanos (no agremiados), elijamos con nuestro voto la defensa de nuestra calidad de vida. Lampadia




El empleo ya no es suficiente

Como presentamos en Lampadia: Auge de empleos en países ricos, el desempleo – principal problema económico que aquejaba a los países en el  período de la pos-guerra – se ha extinguido en buena parte de los países desarrollados gracias a los beneficios provistos por la globalización, el libre comercio y el mismo sistema capitalista, durante finales del siglo XX y todo el siglo XXI (ver Lampadia: Recuperando lo mejor del capitalismo).

En este espectro de países, EEUU constituye uno de los casos más emblemáticos dado que en los últimos meses no solo se han observado mínimos históricos en sus tasas de desempleo (ver Lampadia: Economista predice el crecimiento de EEUU) , sino que también se han reflejado notables mejoras en la calidad de sus empleos – en su mayoría, formales – y también en el crecimiento de los ingresos de los menos remunerados (ver Lampadia: EEUU: Crecen salarios de los menos remunerados).

Esta discusión del tema laboral como un problema multidimensional que va más allá de la misma empleabilidad y que integra cuestiones que tienen que ver con la calidad de los empleos, la seguridad social y la movilidad de los ingresos se encuentra muy presente entre los hacedores de política en las economías modernas. En un reciente artículo escrito por Michael Spence, Premio Nobel de Economía 2001, que compartimos líneas abajo, se ahonda en la problemática actual que lidian estos países.

Lo que refleja este nuevo enfoque de ver el empleo, claramente expone como la misma mejora de la calidad de vida ha volcado a los economistas a volverse más sofisticados en su tratamiento de los problemas sociales, buscando siempre constantes progresos en el bienestar.

Y curiosamente este es un enfoque que hace mucha falta en nuestro país, dada la precariedad del empleo existente en nuestros trabajadores – el 73% de la PEA es informal, según el INEI, y el 49% de la PEA con educación superior son subempleados, según el Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico.

El desempleo coyuntural – producto de la desaceleración del crecimiento – por el que puede estar pasando actualmente la economía peruana no debe desenfocarnos de los problemas estructurales que experimenta su mercado laboral por más de una década, como son la informalidad y la baja productividad. Solo a través de una verdadera reforma laboral, que flexibilice los marcos de contratación y despido (ver Lampadia: La reforma laboral que los peruanos necesitan) se podrá generar un quiebre en pos de la mejora de los trabajadores peruanos. Lampadia

Más allá del desempleo

Project Syndicate
28 de mayo, 2019 
Michael Spence
Glosado por Lampadia

Durante buena parte del período posterior a la Segunda Guerra Mundial, la política económica se concentró en el desempleo. Las masivas pérdidas de empleo de la Gran Depresión (que sólo se revirtieron cuando esa guerra, y la deuda inmensa que se acumuló para financiarla, reactivaron el crecimiento económico) tuvieron un impacto duradero en al menos dos generaciones. Pero el empleo es sólo un aspecto del bienestar, y en el mundo actual, no es suficiente.

Las pautas de crecimiento que se dieron entre la Segunda Guerra Mundial y más o menos 1980 fueron mayoritariamente benignas. Aunque hubo recesiones, el desempleo se mantuvo reducido. La participación de los trabajadores en el ingreso fue subiendo gradualmente, y los grupos de ingresos medios, en particular, alcanzaron una mayor prosperidad y movilidad ascendente. En EEUU y en otros países, el mandato del banco central era sencillo: mantener el pleno empleo y tener a raya la inflación.

Este énfasis en el desempleo subsiste, y se refleja, por ejemplo, en la discusión en torno de la inteligencia artificial y la automatización, que está cada vez más centrada en el temor al desempleo tecnológico. A la economía estadounidense, en tanto, se la considera relativamente sana, porque el desempleo está en mínimos históricos, hay crecimiento moderado y la inflación está contenida.

Pero las pautas de crecimiento benignas de hace unas décadas ya no existen. Es verdad que hay economías cuyos problemas principales tienen que ver con el crecimiento y el empleo. En Italia, por ejemplo, el crecimiento del PBI durante las últimas dos décadas ha sido insignificante, y el desempleo se mantiene alto, por encima del 10% (llegando casi al 30% para los jóvenes). Asimismo, en economías en las primeras etapas de desarrollo, el objetivo dominante de la formulación de políticas es incrementar la cantidad de empleos, para ofrecer oportunidades a los jóvenes que entran al mercado laboral y a los pobres y subempleados en los sectores tradicionales.

Pero el empleo es sólo el primer paso. En las economías modernas, los problemas de empleo son multidimensionales, y las personas empleadas tienen grandes inquietudes en una variedad de áreas que incluyen la seguridad, la salud, el equilibrio trabajo‑vida personal, el ingreso y la distribución, la capacitación, la movilidad y las oportunidades. De modo que las autoridades deben mirar más allá de las mediciones simples de desempleo y considerar las muchas dimensiones del empleo con incidencia sobre el bienestar.

Tomemos por ejemplo la seguridad laboral. En períodos de cambio estructural acelerado, hay creación, destrucción y transformación de empleos, y cambian las habilidades que se les piden a los trabajadores. Esto genera inseguridad, incluso habiendo programas y políticas de apoyo, y la situación se pone mucho peor cuando el Estado hace mutis por el foro.

Incluso aquellos trabajadores que no han perdido el empleo pueden ver su bienestar disminuido por el temor a perderlo. Al fin y al cabo, en un tiempo de niveles extremos de desigualdad de riqueza, relativamente pocos tienen capacidad para protegerse por sí mismos contra variaciones bruscas de la situación de empleo y de los ingresos o para invertir grandes sumas en recapacitación. Según una encuesta reciente de la Reserva Federal de los EEUU, cuatro de cada diez adultos estadounidenses serían incapaces de cubrir con efectivo un gasto inesperado de 400 dólares.

En este contexto, se vuelven todavía más importantes el diseño y la cobertura de los sistemas de seguridad social y de los servicios sociales. Pero en vez de reforzar las redes de seguridad social, algunos gobiernos y empresas están tratando de ahorrar dinero mediante la subcontratación de funciones relacionadas con beneficios como la atención de la salud, las pensiones y el seguro de desempleo.

Otra dimensión del problema del empleo es el ingreso. En casi todas las economías desarrolladas, o tal vez todas, hay un incremento comprobado de la polarización laboral y de ingresos, que obedece en parte a la creciente divergencia entre la productividad (en aumento) y la remuneración (estancada) de muchos empleos de bajos y medianos ingresos.

La extranjerización o automatización de muchos empleos poco cualificados amplió la oferta de mano de obra para trabajos no automatizables en los sectores económicos no transables. El hecho de que el producto marginal del trabajo poco cualificado es menor, combinado con el deterioro de mecanismos de negociación colectiva eficaces, contribuyó a la desigualdad de ingresos. Si bien en algunos países medidas como la política tributaria redistributiva han contrarrestado en parte estas tendencias, no la han revertido.

Una tercera dimensión del problema del empleo es la equidad. Casi todos comprenden que, por diferencias de capacidades y preferencias, las economías de mercado no producen resultados enteramente igualitarios. Pero una aceptación amplia de la desigualdad sólo es posible en la medida en que esta sea moderada y esté fundada en el mérito. Una desigualdad extrema basada en un acceso privilegiado y no meritocrático a oportunidades y remuneraciones (algo que puede verse hoy en muchos países) es socialmente corrosiva.

Esto está muy relacionado con una cuarta cuestión: las perspectivas de movilidad ascendente. Es posible que hasta cierto punto se le esté dando una importancia exagerada a la desigualdad de oportunidades, al menos en EEUU. Se da por sentado que en cuanto una persona consigue conectarse con una red en particular (por ejemplo, asistiendo a una de las grandes universidades de la “Ivy League”), su acceso a oportunidades de empleo mejora considerablemente, y con él, sus perspectivas de progreso socioeconómico.

No hay duda de que algo de verdad hay en esto. Existen en los mercados, estructuras de red reales, con importancia en casi todas las esferas (aunque no aparezcan en la mayoría de los modelos). Algunas de estas estructuras (por ejemplo, mecanismos para la transmisión de información confiable) son benignas. Otras (como las que se racionan según la clase social o, en la actualidad, según la riqueza) son más problemáticas.

Por ejemplo, el reciente escándalo de las admisiones que involucró a ocho prestigiosas universidades estadounidenses demostró de qué manera padres ricos pudieron comprarles a sus hijos un lugar en la élite educativa. Pero, aunque un título de una universidad importante puede abrir puertas (sea porque transmite señales de capacidad extraordinaria o porque confiere pertenencia a influyentes redes de egresados), dista de ser el único modo de obtener acceso a oportunidades valiosas.

En EEUU, en particular, hay una gran cantidad de establecimientos de educación superior de calidad, públicos y privados, con graduados distinguidos, en áreas tan diversas como la administración de empresas, las humanidades y la educación. De modo que el camino a las oportunidades no es tan estrecho como muchos creen.

Esto no quiere decir que no haya un problema de deterioro de la movilidad ascendente, tanto en relación con el pasado cuanto en comparación con otros países occidentales. Por el contrario, las causas de esta tendencia han sido objeto de una valiosa investigación que debería inspirar la formulación de políticas.

Y esa es precisamente la cuestión: no hay soluciones simples. Ya no es posible medir la salud de una economía, y mucho menos el bienestar de sus trabajadores, con una sola cifra (la proporción de personas con empleo). Por eso se necesita un abordaje más elaborado que tenga en cuenta las muchas dimensiones del empleo con incidencia sobre el bienestar de las personas. Lampadia

Traducción: Esteban Flamini

Michael Spence, premio Nobel de economía, es profesor de economía en la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York y miembro principal de la Hoover Institution. Fue el presidente de la Comisión independiente sobre Crecimiento y Desarrollo, un organismo internacional que, desde 2006-2010, analizó las oportunidades para el crecimiento económico mundial, y es el autor de The Next Convergence – The Future of Economic Growth in a Multispeed World.




La Ingeniería está presente en el desarrollo nacional y en la mejora de la calidad de vida

Raúl Delgado Sayán
22.04.2019
Para Lampadia

Todos los países del mundo aspiran a tener un crecimiento y desarrollo sostenido que garantice sus actividades con eficiencia y productividad, y buscan por todos los medios posibles el lograrlo promoviendo la ingeniería y la construcción, preferentemente propias, que permita lograr adelanto tecnológico; cerrar brechas de infraestructura que combatan el aislamiento, la baja eficiencia y lograr competitividad; garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de la población con la debida infraestructura y tecnología en sectores como: vivienda; salud; educación; transporte; agua y saneamiento; industria; minería; energía; entre otros. Es una gran verdad que la ingeniería es el pilar en el cual se sustenta el desarrollo, crecimiento y bienestar de un país.

Donde quiera que uno físicamente se encuentre, sea en la ciudad, el campo o medio semi-rural si despliega su visión en 360 grados, va a ver alrededor suyo que todo lo que signifique progreso, ha sido realizado con participación de la ingeniería. Si ve carreteras, ferrocarriles, puertos, canales, túneles, aeropuertos, ellos han sido tarea de ingenieros y que decir de plantas de diverso tipo de generación de energía convencionales y no convencionales, y todos los sistemas de transmisión en alta y baja tensión que nos permiten a los humanos el disfrutar del principal combustible del presente y el futuro. Por cierto, también la extracción, producción y refinación de hidrocarburos que mueven máquinas, equipos y los medios de transporte que llevan todo tipo de personas y carga. El agua, elemento fundamental para la vida de los humanos y la disposición cuidadosa de residuos sólidos y líquidos. Las ciudades donde vivimos y trabajamos en todo tipo de actividades, que requieren de edificaciones y habilitación urbana para una gran acumulación de personas; los productos industriales o de consumo, alimentos, medicamentos, aparatos eléctricos, que además los adquirimos de grandes establecimientos comerciales (diseñados por arquitectos e ingenieros), irrigaciones y represas que garanticen el regadío de los productos de panllevar que nos alimenten o embarcaciones pesqueras artesanales o industriales. La lista sería interminable.

La Ingeniería es en suma la actividad del mundo real que diseña y construye todo aquello que produce, genera y transforma constituyendo la base de prácticamente las actividades representadas en el PBI de un país y las atraviesa horizontalmente a todas ellas; es decir cualquier actividad que quiera crecer necesariamente tendrá que invertir en ampliar su infraestructura y/o mejorar equipos y facilidades logísticas que optimicen sus costos y los vuelvan más competitivos. Los sectores como agricultura, pesquería, minería, industria, comercio y servicios en general están vinculados en su crecimiento a actividades de ingeniería y construcción. El termómetro de la sostenibilidad del crecimiento en años futuros se mide por el crecimiento del sector construcción ya que el crecimiento del mañana se construye en el hoy y es un síntoma saludable y optimista cuando el índice de crecimiento del sector construcción llega hasta incluso duplicar el índice general de crecimiento del PBI.

Un estimado muy general del activo patrimonial del país en todos los rubros antes mencionados debe sobrepasar el billón de dólares (un millón de millones), siendo que el 80% de ello corresponde a inversión nacional con un altísimo componente y presencia de la ingeniería y construcción peruana. Es también un hecho evidente que, sin descartar la importante colaboración de la ingeniería extranjera con la nacional, la no dependencia absoluta de una nación en términos de desarrollo tecnológico y crecimiento depende de una ingeniería fortalecida y prestigiada por gobiernos e iniciativa privada del propio país.

El gran pensador y literato mexicano, Carlos Fuentes, refiriéndose a la globalización tenía una cita muy importante: “No hay globalidad que sirva si no hay localidad que valga”. También Don Felipe Ochoa, un reputado ingeniero y consultor mexicano afirmaba lo siguiente de su propio país: “México no puede seguir siendo un país llave en mano”. Junto con las universidades (cimiento de la formación de los ingenieros), los institutos de investigación, y las empresas de ingeniería y construcción conforman la base del trípode que constituye la reserva tecnológica de un país y constituye el patrimonio tecnológico de una nación. Los desarrollos modernos que apenas en décadas o lustros cambian la forma de vida de las personas son productos de la ingeniería. La ciencia descubre lo que ya existe, mientras que la ingeniería transforma y crea lo que aún no existe para generar bienestar y calidad de vida en la población, combatir y ayudar a desterrar la pobreza.

He querido que este último capítulo de la serie que he denominado “Ingeniería para los No Ingenieros” sea un homenaje a esta profesión tan fundamental para países que esperan lograr y mantener un alto estadio de desarrollo y calidad de vida. Permítanme terminar con una reflexión final: “Si la reencarnación existiera y me tocara el turno de regresar a la Tierra, le pediría al Altísimo si por favor me concediera el talento para ser ingeniero y que nuevamente me envíe al Perú, donde hay tanto por hacer en beneficio de nuestros semejantes, para continuar construyendo un país grande para todos”. Lampadia




Alerta ATU: ¿Misión Imposible?

Ing. Alejandro Chang Chiang

El 28 de diciembre último se publicó la Ley N° 30900 que crea la Autoridad de Transportes Urbano para Lima y Callao, para solucionar el caos de la movilidad que sufre la población de la capital y de la provincia Constitucional del Callao.

No conozco el texto de la iniciativa presentada por el Poder Ejecutivo ni las coordinaciones que ha habido entre las autoridades del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y el Congreso de la República; pero al leer el texto de la Ley, nos induce a pensar que la Ley aprobada solo aliviaría la problemática de la movilidad de la metrópoli, porque una autoridad es mejor que dos para un solo territorio.

Considero que la ATU no resolvería la situación actual del transporte en la capital por la forma y condiciones en que está redactada la Ley que la obligará a atender – además de la movilidad – los problemas internos que se generarán por las transferencias y fusiones que dispone la Ley. A largo plazo, continuaremos perdiendo competitividad y seguiremos bajando la calidad de vida de la población de la metrópoli.

Hace más de seis años, durante mi gestión como viceministro de transportes, se identificó que la problemática de la movilidad de Lima y Callao era el aspecto institucional para después tratar el tema de la calidad del talento humano a fin de contar con personal para que la institución sea eficaz y eficiente. El proyecto fue paralizado por la oposición de las autoridades de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) y de PROTRANSPORTE y la anuencia del Primer Ministro de ese entonces.

Al respecto, en mi libro Transformemos el Transporte señalo que el objeto de las autoridades de transporte y territorio es la de fortalecer la institucionalidad para la organización y la gestión de la movilidad de las personas a través del desarrollo coordinado de la infraestructura vial con el urbanismo a fin de crear las condiciones de salud y ambiental adecuadas para mejorar la calidad de vida de la población.

A pesar de haber transcurrido seis años y de haber estudios al respecto, la Ley  promulgada no considera el marco institucional como el problema principal de la movilidad en la capital, al señalar que el objeto de la Ley es garantizar el funcionamiento de un sistema integrado de transportes. Asimismo señala que la ATU tiene como objetivo organizar, implementar y gestionar el Sistema Integrado de Transporte de Lima y Callao, en el marco de los lineamientos de política que apruebe el MTC y los que resulten aplicables.

El concepto que se debe tomar en cuenta es que una Autoridad no debe realizar actividades que él mismo regula, norma y fiscaliza, como lo afirmo en mi libro “Ideas para reconstruir la institucionalidad del País” (descargar aquí). Sin embargo, la Ley dispone la fusión con la ATU de i) la Autoridad Autónoma del Sistema Eléctrico del Transporte Masivo de Lima y Callao (AATE) y ii) PROTRANSPORTE sobre la gestión del Metropolitano y de los Corredores Complementarios, que brindan servicios de transportes. Es decir, la Ley configura la situación de ser juez y parte a la vez.

Asimismo la Ley dispone que el acervo documentario, bienes muebles e inmuebles, pasivos, obligaciones, contratos, recursos y personal, vinculados al ejercicio de la función del transporte terrestre de la MML y MPC se transfiere a la ATU. Ello conlleva que la nueva Autoridad nace con los pasivos y debilidades de las instituciones que gestionan actualmente la movilidad de Lima y Callao con los resultados que todos conocemos.

Según la Ley el Consejo Directivo de la ATU estará conformado por directores propuestos por los Ministerios de Economía y Finanzas y Transportes y Comunicaciones y de las Municipalidades Provinciales de Lima y Callao, la misma que no garantizaría una buena dirección de la Institución. Se requiere directores competentes que sean designados por una Comisión para que sus miembros sean de diferentes disciplinas y no sean solo representantes de los entes proponentes.

Una de las funciones asignadas a la ATU es la de supervisar y fiscalizar el cumplimiento de los contratos de concesión que haya celebrado, sin perjuicio de las competencias a cargo del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (OSITRAN), lo que podría originar una duplicidad de funciones que es necesario aclarar. Al respecto considero que a este último no le correspondería la supervisión de un contrato para brindar servicios de transporte.

En las disposiciones complementarias finales se establecen plazos para la aprobación del Reglamento de la Ley, Reglamento de Organización y Funciones, instalación del Consejo Directivo, la transferencia de bienes y recursos, fusión de organismos y adecuación de instrumentos de gestión. Considero que dichos plazos no estarían respondiendo a un cronograma de actividades realista y estaríamos asumiendo el riesgo de que haya vacíos temporales de autoridad al dejar la MML y la MPC de tener competencias al cumplirse los plazos dispuestos por la Ley, existiendo la posibilidad que la ATU no estaría en condiciones de asumir dichas funciones en los tiempos previstos.

Al respecto, mi experiencia para estructurar la organización de una institución, señala que se requiere definir claramente su misión, identificar los roles que debe asumir para cumplir con ella, determinar los procesos y controles necesarios para tener una gestión eficaz y eficiente, definir los perfiles de los cargos en función a los procesos;  designar a los funcionarios idóneos e íntegros, actividades éstas que tomarán su tiempo y que difícilmente se podrán llevar a cabo en los plazos establecidos en la Ley, máxime cuando las entidades a fusionarse con la ATU no están organizados con el enfoque de procesos.

El recurso humano es un factor primordial para el éxito de una gestión y por tanto la designación de sus funcionarios en los cargos directivos es un factor que incidirá en los resultados de la gestión. La ATU requiere nuevas personas con otra actitud y con nuevas ideas. Los “expertos” que han tenido la responsabilidad de resolver la problemática del transporte no serían los más idóneos. No hay que improvisar a músicos como directores de orquesta.

Por las razones expuestas considero que la ATU tendría una misión imposible de ejecutar de manera eficaz por las condiciones establecidas en la Ley.

Siendo crítico y pesimista en los resultados en la aplicación de la Ley, presento los planteamientos para que Lima y Callao cuenten con una Autoridad que sí resuelva la problemática de la movilidad en la metrópoli.

  • Definir la misión de la ATU sobre la movilidad en Lima y Callao y su coordinación sobre el desarrollo urbano del territorio.
  • Diseñar la estructura de la ATU en función a los roles que debe tener para cumplir con su misión como autoridad, más los órganos de planeamiento, de asesoría y de apoyo.
  • Diseñar la organización con el enfoque de procesos.
  • Determinar los perfiles de los cargos en especial de los cargos directivos.
  • Designar a personal idóneo e íntegro para los cargos directivos.
  • Plantear un cronograma de actividades con plazos realistas, los mismos que no requieren estar consignados en una Ley.
  • Darle a la ATU la capacidad para definir los recursos que requiere para el cumplimiento de su misión.

Los roles de la ATU se circunscribe a i) ser el ente rector de los servicios de transportes y de la movilidad en general, ii) ser la autoridad que regule y gestione el tránsito de los medios de transportes y iii) proveer la infraestructura que requiere la ciudad para la movilidad. No es rol de una autoridad de transporte el de brindar servicios de transportes.

En resumen, la Ley debió crear una autoridad con las competencias para ser el ente rector de la movilidad de Lima y Callao, darle las facultades para que ésta pueda asumir las funciones que actualmente tienen la MML y MPC y la capacidad para determinar la transferencia de recursos de éstas últimas, en los plazos y condiciones que la ATU requiera para gestionar adecuadamente. AATE y PROTRANSPORTE continuarían brindando los servicios de transporte hasta que se implemente en forma gradual el sistema integrado de transporte. Lampadia




Las idas y venidas de la democracia en Asia

La discusión en torno a la adopción plena de sistemas democráticos en los países del Asia, en particular, del Asia emergente, no es un tema menor ya que la evidencia histórica sugiere que dichos sistemas han permitido el extraordinario desarrollo que han experimentado varios países de esta región, que hoy en día son considerados potencias mundiales, como es el caso de China e India (ver Lampadia: Las tres grandes revoluciones de la modernidad en el Asia).

Sin embargo, no todas las sociedades asiáticas han tenido la misma suerte, especialmente, aquellas en las que, aún en pleno albor del siglo XXI, las dictaduras y los regímenes autoritarios siguen obstruyendo la mejora de su calidad de vida, a expensas del enriquecimiento desbordado de su clase política dominante.

En este espectro de países se encuentran Las Maldivas, Sri Lanka, Malasia, entre otros. Lo relevante del contexto político en cada uno de ellos es que es un patrón poco común observar un devenir constante de elecciones democráticas por largos períodos de años, con el agravante de que los gobernantes de turno siempre pretenden atentar contra otros poderes fundamentales del Estado, como el parlamento y los órganos rectores de la justicia.

Ello degrada seriamente no solo el diseño y seguimiento de las políticas públicas en el mediano-largo plazo, sino que establece las condiciones para un enquistamiento y una mayor concentración del poder político.

Para ilustrar estas idas y venidas de la democracia en los países asiáticos anteriormente mencionados de manera más detallada, compartimos un reciente artículo de The Economist que resume los hechos históricos más relevantes que influyeron en el devenir político en cada uno de ellos. Lampadia

El camino hacia la democracia en Asia está lleno de giros y vueltas

Pero al menos también hay revocaciones para los autócratas.

The Economist
24 de Enero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Puede ser difícil hacer un seguimiento de los altibajos de la política en algunos países asiáticos. Las Maldivas, por ejemplo. Durante décadas fue una dictadura bajo Maumoon Abdul Gayoom. Luego, en 2008, permitió las elecciones democráticas, que fueron ganadas, para sorpresa general, por Mohamed Nasheed, un ex preso político. La democracia pronto pareció dar un paso atrás, sin embargo, cuando Nasheed fue expulsado de su cargo en circunstancias turbias en 2012. Poco después, el medio hermano de Gayoom, Abdulla Yameen, llegó al poder. Él atrincheró cuidadosamente su gobierno, encerrando a toda clase de oponentes, desde el juez principal hasta Gayoom.

Sin embargo, en las elecciones de septiembre pasado, la trayectoria política de Maldivas dio otro giro inesperado: los maldivos despidieron a Yameen y le dieron a Ibrahim “Ibu” Mohamed Solih, un aliado sólido de Nasheed, más del 58% de sus votos. Los rumores de la muerte de la democracia de Maldivas resultaron exagerados.

Durante un largo período de exilio de las Maldivas, Nasheed se había refugiado en las cercanías de Sri Lanka. La vida pública allí también ha estado llena de sorpresas últimamente. Si bien la política local había sido atacada por bombardeos, asesinatos y un largo conflicto con los separatistas tamiles, la democracia misma no parecía estar en peligro hasta el final de la guerra civil. Mahinda Rajapaksa, el presidente en ese momento, se volvió cada vez más dictatorial después de aplastar a los rebeldes tamiles en 2009. Uno de sus hermanos controlaba el parlamento, otro el ministerio de economía, un tercero las fuerzas armadas. Pero cuando su ministro de salud, Maithripala Sirisena, cambió de bando para convertirse en el candidato presidencial de la oposición en 2015, la situación cambió repentinamente. Ganó Sirisena, prometiendo reformas liberales, el fin de la corrupción y el recorte de los poderes del presidente.

Las perspectivas se volvieron locas nuevamente en octubre, cuando Sirisena, cada vez más errático, provocó una crisis constitucional al despedir al primer ministro, Ranil Wickremesinghe, y al nombrar a Rajapaksa en su lugar. El presidente no estaba facultado para destituirlo, pero no importa: también suspendió el parlamento, formando, en efecto, un gobierno paralelo. Los activistas lloraban, pero había una feliz resolución. En diciembre, el Tribunal Supremo dictaminó por unanimidad que la disolución del parlamento era inconstitucional. El señor Sirisena sufrió la indignidad de tener que jurar nuevamente al señor Wickremesinghe. El señor Rajapaksa se apartó de la escena otra vez. El mundo parecía haberse fijado en derechos.

Seguro que habrá más sacudidas. Los políticos inescrupulosos que han hecho mucho para degradar la política de Maldivas ya están regresando. Entre los inverosímiles nuevos aliados de Solih se encuentran Mohamed Nazim, quien alentó a la policía y el ejército a amotinarse contra Nasheed en 2012, y Qasim Ibrahim, propietario de un centro turístico que, como ministro de finanzas de Gayoom, se prestó el equivalente a un tercio del capital del banco central. Mientras tanto, Yameen camina libre mientras que Solih le ha otorgado a Gayoom un premio “Golden Pen” por sus servicios al periodismo.

Muchos en Sri Lanka lo ven como solo una cuestión de tiempo antes de que Rajapaksa regrese al poder. Wickremesinghe, aunque obstinado defensor de las normas democráticas en la reciente agitación, es mucho menos agradable y popular. Además, las reformas de su gobierno, aunque en muchos casos son necesarias, son ampliamente rechazadas. Sería natural que los votantes acudieran nuevamente a Rajapaksa, el héroe de la guerra civil, a pesar de su desprecio por las sutilezas democráticas.

Sin embargo, alentadoramente, la regla del hombre fuerte también recibe su parte de las reversiones. Piense en Malasia, donde, desde la fundación del país, el imperio de la ley fue erosionado constantemente por una coalición gobernante cada vez más autoritaria. El año pasado, los votantes expulsaron al rotundo primer ministro, Najib Razak, a pesar de la flagrante burocracia, una comisión electoral flexible y generosas donaciones a varias categorías de votantes. Al igual que los señores Yameen y Rajapaksa, Najib asumió sin duda que la elección estaba en la bolsa. ¿Quién hubiera pensado que las instituciones de Malasia se mantuvieron lo suficientemente sólidas como para contar los votos de manera justa? Resulta que nunca se sabe, cuando los tribunales supinos o los votantes inactivos o los miembros del parlamento aptos para la votación muestran una resolución inesperada.

Por supuesto, los viajes han sido en gran parte en la dirección opuesta en los últimos años en Asia. Hay generales que intentan manipular elecciones en Tailandia, el primer ministro aplasta gradualmente a la oposición en Bangladesh y el presidente aprieta su control sobre Kirguistán. Banyan no puede imaginar lo que los derribaría, ni tampoco ellos. Lampadia




Bill Gates: “El mundo necesita mejores baños”

Bill Gates: “El mundo necesita mejores baños”

En Lampadia seguimos muy de cerca el desarrollo de Bill Gates como filántropo. El creador de Microsoft y de la Fundación Bill y Melinda Gates, se dedica a hacer el bien a la sociedad. En esta ocasión, Gates está abogando por las mejoras en saneamiento en el mundo, específicamente, inodoros que mejoran la higiene y, por lo tanto, la calidad de vida de los más pobres.

Las compañías mostraron inodoros que podían separar la orina de otros desechos, que reciclan el agua para lavarse las manos y que utilizan energía solar.
Fuente: The New York Times

Para los 4,500 millones de personas que carecen de saneamiento seguro en la actualidad, estos productos tienen el potencial de cambiar la vida. A nivel mundial, Gates afirmó en el evento que un saneamiento insalubre cuesta aproximadamente US$ 223 mil millones al año en forma de costos de salud más altos y pérdida de productividad y salarios. De hecho, la Fundación Bill y Melinda Gates ya ha invertido más de US$ 200 millones desde 2011 para estimular la investigación y el desarrollo de tecnología de saneamiento seguro.

Así que la semana pasada Gates celebró Reinvented Toilet Expo en Beijing, una oportunidad para que las empresas exhiban sus ideas sobre el simple accesorio de baño. El objetivo: generar y apoyar nuevos enfoques para tecnologías de inodoro que gestionen los desechos humanos de forma segura y eficaz.

Bill Gates, ex CEO de Microsoft y cofundador de la Fundación Bill y Melinda Gates, señala un frasco de heces humanas mientras habla en la Reinvented Toilet Expo en Beijing
Fuente: Washington Post

Se otorgaron 16 becas a investigadores de todo el mundo para utilizar enfoques innovadores, basados ​​en procesos de ingeniería y así desarrollar tecnologías nuevas y prometedoras. Las compañías mostraron inodoros que podían separar la orina de otros desechos para un tratamiento más eficiente, que reciclaban el agua para el lavado de manos y que lucían techos solares.

Con su inversión en saneamiento, Gates Foundation busca que otros puedan desarrollar, probar, comercializar y vender estas nuevas soluciones. Para lograrlo, Gates se comprometió a apoyar estos esfuerzos con US$ 200 millones adicionales para ayudar a reducir los costos de los nuevos productos para los pobres y para apoyar el desarrollo del mercado en las regiones donde las nuevas soluciones de saneamiento sin alcantarillado pueden tener el mayor impacto.

La solución de Sierra Productiva para la sierra rural
En esta misma línea de usar inodoros que separen los sólidos de los líquidos, para procesarlos luego, tenemos en el Perú, el desarrollo del ‘baño seco’ del proyecto de Sierra Productiva. En este caso, se usa un inodoro que tiene una división, de moodo que deposita los sólidos con arena y lleva los líquidos por delante. Estos últimos se orean, con lo que queda solo úrea que sirve para regar los pastos y luego se procesan los sólidos para producir energía. Un desarrollo positivo adicional de Sierra Productiva, un proyecto desatendido por todos los gobiernos del país.

Hoy, estamos en la cúspide de una revolución sanitaria. Ya no se trata de si podemos hacerlo. Es una cuestión de qué tan rápido podemos desarrollar productos que hagan un bien a la sociedad y todos tenemos que apoyar iniciativas como ésta. Lampadia

Una prioridad número uno
Por qué el mundo merece un mejor baño

Por Bill Gates
5 de noviembre de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Acabo de cruzar mitad del mundo para ver un retrete.

Si usted es un lector de TGN (una consultora líder en la industria de ingeniería y construcción en África.) desde hace mucho tiempo, esto no debería ser una sorpresa. Hay pocas cosas de las que me encanta hablar más. El saneamiento es uno de los temas más importantes en los que trabajamos. Incluso bebí agua hecha de heces humanas hace un par de años.

Por eso estoy tan emocionado de visitar Beijing, China, esta semana para Reinvented Toilet Expo, donde se exhibirán algunos de los inodoros más modernos del mundo.

Los inodoros en la exposición no son solo aparatos fascinantes, tienen el potencial de salvar millones de vidas. Más de la mitad de la población mundial utiliza instalaciones de saneamiento inseguras. Incluso en lugares donde las personas tienen acceso a inodoros o letrinas, sus residuos no se eliminan de manera segura. Los agentes patógenos de los residuos encuentran su camino en el suministro de agua local y enferman a las personas.

Las enfermedades causadas por el agua contaminada matan a más de 500,000 niños menores de cinco años cada año. Los que sobreviven a menudo están demasiado enfermos para ir a la escuela. No es exagerado decir que el saneamiento deficiente frena a comunidades enteras y naciones enteras.

Si vive en un país de nivel 3 o 4, puede agradecer a su sistema de alcantarillado por mantenerlo seguro. Históricamente, las alcantarillas han sido la mejor manera de asegurarse de que los desechos no liberen patógenos dañinos al medio ambiente.

Pero, ¿y si no necesitara una alcantarilla para mantener a las personas a salvo? ¿Qué pasaría si su inodoro pudiera deshacerse de los desechos por sí solo?

Aquí en China, puedo ver este y muchos otros nuevos inventos sorprendentes que podrían cumplir con la promesa de inodoros sin alcantarillado.

Nuestra fundación ha invertido mucho dinero para desarrollar un conjunto de soluciones de saneamiento de próxima generación. En 2011, lanzamos el desafío Reinvent the Toilet. Muchas de las soluciones creadas para ese desafío ya están listas para licenciarse. Una notable cohorte de ingenieros, científicos, empresas y universidades de todo el mundo ha hecho el arduo trabajo de preparar un mercado de saneamiento seguro y fuera de la red listo para el despegue. Mi esperanza es que el escaparate de esta semana mueva su arduo trabajo un paso más cerca de ser utilizado por personas reales de todo el mundo.

Cada uno de estos inodoros busca resolver el mismo problema, pero todos han adoptado un enfoque diferente para llegar allí. (El video de arriba explica qué hace que cada inodoro sea especial). Varios funcionan con energía solar, por lo que pueden operar fuera de la red.

Otros generan su propia energía, como el inodoro de nanomembrana de Cranfield. Al abrir o cerrar la tapa, se mueve un tornillo que separa los líquidos de los sólidos. Un gasificador convierte los sólidos en cenizas y calor que se utiliza para operar el inodoro.

Un tema importante para los inodoros de próxima generación es la capacidad de convertir los desechos en algo útil. Ecosan extrae agua limpia, que es segura para lavarse las manos. El agua creada por el sistema de tratamiento del vecindario de la Universidad de Duke se puede usar para descargar inodoros o para complementar el fertilizante. El New Generator de la University of South Florida incluso recolecta gas metano para cocinar o calentar.

Otra característica común es la quema de desechos para deshacerse de ellos (pido disculpas si estás comiendo en este momento, pero no hay una forma delicada de describir esto). Janicki Firelight seca la orina y las heces, convirtiéndolas en cenizas y agua estériles.

Como habrás adivinado, estos inodoros son mucho más complicados que tu inodoro promedio. Solo mire el panel de mantenimiento que se usa para operar un baño público:

Sin embargo, la experiencia del usuario para cada uno es más o menos la misma que la de cualquier otro inodoro. La mayor parte de la magia sucede detrás de las escenas.

Sé que la mayoría de las personas no describirían lo que hacen los inodoros como mágicos, pero creo que es cierto en este caso. Piénsalo: el inodoro no ha cambiado realmente en más de un siglo. Si pudiera retroceder en el tiempo hasta mediados del siglo XIX, encontrará inodoros que funcionan básicamente igual que el inodoro de su hogar. Y si vive en algún lugar con letrinas de pozo, el diseño del inodoro se ha mantenido igual por más tiempo.

Los inodoros que se exhiben aquí en Beijing podrían algún día reemplazar una pieza de tecnología que ha estado con nosotros durante mucho tiempo, y podrían salvar millones de vidas en el proceso.

Lampadia




El tráfico de Lima: un gran problema y ninguna solución

El tráfico en Lima es algo que todos padecemos diariamente. Según el índice de las ciudades con tráfico más lento de la región, realizado por Numbeo, hasta enero de este año, Lima ocupa el séptimo lugar. La verdad es que, en Lima, sentimos que el tráfico está en permanente situación de crisis, pero no estamos haciendo nada para cambiar la situación.

El tráfico es algo que afecta la productividad, calidad de vida y hasta la salud de las personas. Según un estudio titulado “Tráfico y Tendencias de Movilidad Urbana 2017”, realizado por la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico, el 92% de los limeños afirmó que la congestión vehicular les genera estrés, mientras que el 82% señaló que este problema les quita calidad de vida. Frente a esta problemática, el 57.3% de los entrevistados refirió que opta por usar el transporte público, mientras que el 43% prefiere caminar.

En Lampadia propusimos en marzo de 2014 que se estableciera una Autoridad Única de Transporte, ver: Es imperativo crear una única autoridad que gestione el transporte de Lima y Callao. Felizmente, este año por fin aprobaron la creación de la Autoridad Única para Transporte Urbano de Lima y Callao para implementar un sistema integrado de personas, carga y tránsito urbano entre ambas ciudades. Lo que se busca es que sea un organismo técnico especializado, el cual estará anexado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) pero tendrá autonomía administrativa, funcional, económica y financiera. Así, tendrá por objetivo implementar el Sistema Integrado de Transporte de Lima y Callao de manera “eficiente, sostenible, accesible, seguro, ambientalmente limpio”.

La Autoridad de Transporte regularía todo el tránsito, obras de infraestructura vial y el otorgamiento de rutas para que no haya esta situación caótica en la que Callao otorga rutas que colisiona con las rutas otorgadas por Lima. Esta autoridad única sería el ente rector que articule, coordine y supervise el transporte urbano y público en las provincias de Lima y Callao, sin vulnerar sus atribuciones, autonomías, ni recursos económicos.

También propusimos que se instalaran pasos a desnivel de acero (sin orejas), que se pueden fabricar en lugares aislados e instalar rápidamente; pero ni chus ni mus. (Ver: Sobre túneles, bypass y puentes de acero).

Sin embargo, la percepción que existe tanto en Lima como en el interior del país es que las autoridades municipales no han hecho mucho por mejorar el transporte público. Como afirma, Carlos Gálvez, “no hay una medida que por sí sola solucione el problema del tránsito, sino un amplio menú.” Para esto, propone que analicemos los siguientes factores:

  1. No es posible que en los colegios públicos se atienda población escolar de distritos distintos al de la circunscripción de tal colegio, pues obliga a una gran movilización escolar.
  2. Todos los colegios privados deberían tener bajo su responsabilidad la obligación de atender el transporte de sus alumnos en ómnibus de no menos de 50 pasajeros, eliminando así el transporte de alumnos en múltiples vehículos de menor capacidad.
  3. Deberíamos apelar a horarios de ingreso y salida de colegios que eviten la hora punta de movilización del público.
  4. Creo también importante la implementación de canales exclusivos para ómnibus de transporte público y escolar privado, de modo que tengan preferencia y tránsito fluido en las grandes arterias.
  5. No es posible que algunos alcaldes distritales hayan autorizado el cierre con rejas, encadenadas y sin vigilancia de nadie que permita el paso en calles secundarias, en horarios de gran cogestión de tráfico. Entiendo que la falta de seguridad nocturna ha obligado a esa medida, pero de 5:30 am a 10:00 pm esas rejas deben permanecer abiertas bajo pena de retirarlas definitivamente.
  6. El diseño y construcción de ciclo vías es fundamental, pero no reduciendo la vía diseñada y a duras penas para dos carriles de autos, pues ahora pretenden cercenar las vías para, quitándoles un metro y medio de ancho, dar paso a bicicletas. Esto no sólo es insensato por el problema que generan a los automovilistas, sino por el altísimo riesgo al que se somete a los ciclistas que usen ese segmento. Cuánto más seguro y agradable es tener ciclo vías en los jardines centrales
  7. Los taxis en estos tiempos de control absoluto de la inflación, deben tener taxímetro y evitar esas paradas frecuentes de individuos que, sin estar registrados como taxi autorizado, nos someten a cada paso a sus largas paradas en lugares inopinados de la calle con sus interminables negociaciones.
  8. Por otro lado, en estos tiempos previos a elecciones se ve exacerbada la clausura de avenidas principales, sin haber previsto rutas alternativas debidamente planeadas. No sólo eso, sino que producto de las rencillas del más bajo nivel, los alcaldes distritales boicotean la labor del alcalde provincial y viceversa, trabando el tránsito, lejos de solucionarlo, e incluso modificando la frecuencia y tiempos de los semáforos en ciertas intersecciones de avenidas, alterando los flujos y provocando congestión sin causa real.
  9. Una medida simple de gestión municipal consiste en que, el servicio de limpieza de las principales arterias de la ciudad se realice entre las 11:00 pm y las 5:00 am, pues la práctica actual de barrer en las horas punta de la mañana obliga a que, el camión que da seguridad a los trabajadores, anule un carril de los tres disponibles de forma absurda. 
  10. Lo anterior exacerba, como se mencionó al inicio, la ineficacia de contar con alcaldes distritales, quienes cual “reyezuelos” manejan sus prioridades no sólo de manera no alineada a las prioridades del concejo provincial, sino en contra de ellas, particularmente en época electoral. Los distritos deben ser gestionados por gerentes designados bajo responsabilidad del alcalde provincial.
  11. Ciertamente una importante inversión en el transporte público es fundamental pues una buena calidad del transporte público masivo es la única opción que permita pedirle a la población que se vuelque al uso masivo del mismo.

Lamentablemente, en el Perú (como en la mayoría de países, según The Economist), las quejas se quedan en las carreteras y avenidas, no en acciones concretas para solucionar el problema. ¿Hasta qué punto vamos a tolerar la situación actual? Lampadia

Lentos y furiosos
La gente dice odiar el tráfico, pero son extrañamente tolerantes

En las ciudades más congestionadas, están obsesionados con hablar de tráfico; sin embargo, parece no ser tan prioritario terminar con el problema

The Economist
6 de setiembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Mucha gente cree que su ciudad tiene un tráfico inusualmente malo, y que está empeorando. Es difícil juzgar si tienen razón. TomTom, fabricante de dispositivos de navegación por satélite, e INRIX, una compañía de datos, clasifican las ciudades según la congestión del tráfico. Pero sus listas están dominadas por ciudades en países ricos y de ingresos medianos altos. Las ciudades más pobres a menudo tienen un tráfico peor, pero producen muy pocas cifras para clasificarse. Los más atascados incluyen El Cairo, Delhi, Dhaka, Yakarta, Lagos, Manila, Nairobi y São Paulo.

La mayoría de estas ciudades tienen tres cosas en común. Primero, son muy populosas. El Atlas de Expansión Urbana, un proyecto dirigido por Shlomo Angel de la Universidad de Nueva York, tiene datos sobre El Cairo, Dhaka, Lagos, Manila y São Paulo. Todos están al menos dos veces más densamente poblados que París. Dhaka, con una densidad total de 552 personas por hectárea en su área urbanizada, es diez veces más concurrida que París. En segundo lugar, con la excepción de Delhi, ninguno tiene un sistema de transporte público rápido y extenso basado en trenes. Los viajeros no tienen más remedio que usar las carreteras.

La tercera cosa que comparten estas ciudades es que la propiedad de vehículos privados está aumentando rápidamente. En Delhi, el número de motos registradas aumentó de 4.3 millones en 2011 a 6.7 millones en 2017. Los automóviles y jeeps han aumentado de 2.2 a 3.2 millones. No todo el mundo con un auto conduce todos los días. En Nairobi, el tráfico es peor a fin de mes, cuando a los trabajadores asalariados se les paga y pueden comprar gasolina.

En las ciudades más tugurizadas, el tráfico parece un hecho ineludible. La gente habla de forma obsesiva e intercambia historias. La quintaesencia de la historia de Manila es la del arzobispo católico que, en 2015, se cansó tanto del tráfico que dejó su automóvil y se puso a dirigir el tráfico bajo la lluvia. En la década de 1970, el jefe de Estado de Nigeria, Murtala Mohammed, fue asesinado mientras estaba sentado en el tráfico de Lagos. En junio de este año, un lagosiano trató de evitar un embotellamiento conduciendo por el lado equivocado de la carretera.

Los economistas creen que la congestión es un terrible desperdicio de recursos. Han tratado de cuantificar la pérdida por quedarse sentados en el tráfico, volviendo a centrarse en los países ricos. INRIX estima que las demoras en el tránsito le costarán a Los Ángeles US$ 19 mil millones y a la ciudad de Nueva York US$ 34 mil millones en 2017, contando gasolina y pérdida de productividad. Matthias Sweet, de la Universidad Ryerson en Canadá, calculó que la congestión reduce el crecimiento laboral en las ciudades estadounidenses cuando retrasa el viaje promedio en más de cuatro minutos y medio.

Pero ver los embotellamientos puramente como una pérdida de tiempo es perder algo importante. Para los economistas, cada hora que pasa en el tráfico es una hora que no se gasta en ser productivo. Pero en las ciudades con el peor tráfico, esto no siempre es cierto. Tampoco está claro que a la gente le desagraden los atascos tanto como dicen que lo hacen.

Sin embargo, no son tan estresantes como para que las personas hagan mucho para evitarlos. Además, el tiempo que pasan quejándose en el tráfico parece ser olvidado rápidamente. En 1966, un escritor argentino, Julio Cortázar, llevó esta impresión a una conclusión fantástica. En su cuento “The Southern Thruway”, un hombre que conduce a París se atasca en un aprieto tan malo que dura varios días. Al principio él y sus compañeros conductores están furiosos. Pero gradualmente crean una pequeña sociedad, comparten comida y bebida y convierten un automóvil en un hospital. Cuando, para sorpresa de todos, los autos comienzan a moverse finalmente, el protagonista está angustiado. Resulta que no hay lugar donde él preferiría estar que atrapado en el tráfico. Lampadia




Trabajemos de la mano de la tecnología

Trabajemos de la mano de la tecnología

Históricamente hemos sufrido miedos sobre los avances tecnológicos. Un ejemplo es el invento del automóvil, que permitió limpiar las ciudades de la contaminación producida por los desechos de los caballos. Mientras que este invento eliminó muchos tipos de empleos, trajo muchos beneficios y facilitó el transporte en eficiencia, confort y distancia. Además, creó cuantiosos nuevos trabajos en manufactura y servicios, estableciendo además el paradigma de la producción en serie o masiva. Así como la de Henry Ford, muchas innovaciones visionarias son disruptivas y crean discontinuidades inimaginables, como se explica en su dicho: “Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho que un caballo más rápido”.

Si un trabajo es rutinario o mecánico, puede hacerlo una máquina. La tecnología eliminará muchos trabajos y creará disrupciones en casi todas las industrias. Esa es la verdad. Se teme que con la cuarta revolución industrial’, se producirán impactos disruptivos del empleo en todos los niveles educativos, de una profundidad y amplitud no antes vista. Ver en Lampadia: Organizaciones Exponenciales (I).

Sin embargo, como afirma el análisis del Banco Mundial, que publicamos líneas abajo, “A largo plazo, la innovación tecnológica generará mayores ingresos y calidad de vida. Incluso a la luz de los desafíos provocados por la Cuarta Revolución Industrial, esta predicción es alcanzable para toda la población y no solo para unos pocos privilegiados, pero solo si las instituciones públicas promueven la igualdad de oportunidades, generan un sistema educativo que favorece las habilidades flexibles y la creatividad, y usa políticas de redistribución para compartir el producto de ganancias tecnológicas. Con las instituciones públicas adecuadas, en lugar de enfurecerse o competir contra la máquina, podemos trabajar con las máquinas hacia un mejor futuro.”

Quizás la enseñanza más importante es que el sistema educativo necesita una revisión. Por el momento, el sistema está generando el tipo de trabajadores que necesitábamos hace 50 años. Estamos entrenando personas para que seamos buenos en cosas donde las máquinas son mejores, lo cual es un gran error. Necesitamos curiosidad intelectual, resolución de problemas, trabajo en grupo, creatividad y autodirección, muy, muy diferentes tipos de habilidades. Necesitamos aprender cómo educar y capacitar a las personas para que sean intelectualmente flexibles, para poder cambiar con el tiempo a medida que cambian los requisitos.

Uno de los puntos clave en los empleos del futuro son las habilidades blandas. Las habilidades blandas serán muy cotizadas en el futuro venidero, especialmente con el avance de la automatización y la cuarta revolución industrial. Se complementarán con las habilidades duras, que son las exigencias profesionales de un trabajo y conocimientos más académicos o cognitivos que, cada vez más, están al alcance de una tecla.

El libro ‘The Rise of the Robots’ de Martin Ford, reseñado en Lampadia en: El inexorable ascenso de los robots, refleja la creciente ansiedad sobre el posible impacto negativo de la automatización en el empleo, desde la fabricación hasta los servicios profesionales. El subtítulo de la edición del Reino Unido advierte sobre “la amenaza del desempleo masivo” y, la edición de EEUU, prevé “un futuro sin empleo”.

No podemos quedarnos con el miedo a los cambios y dejar que nublen nuestro criterio. La opción estratégica del Perú debe ser apostar por la tecnología. Tenemos que asumir el cambio con la mayor ambición posible. Solo así sacaremos el mayor provecho para crear mayor bienestar para los ciudadanos. Lampadia

El futuro del trabajo: Compitamos con (no en contra de) las máquinas

Lay Lian Chuah, Norman V. Loayza, y Achim D. Schmillen
Briefs de investigación y política
Publicado por el Banco Mundial de Malasia
Agosto de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

¿Acaso la revolución en las tecnologías digitales y de la información nos hará obsoletos?
¿Se perderán trabajos y nunca se reemplazarán?
¿Bajarán los salarios a niveles insostenibles?

La historia, la teoría económica y la evidencia sugieren que, a largo plazo, tales temores están fuera de lugar. Sin embargo, en el corto y mediano plazo, la disrupción puede ser grave para ciertos tipos de trabajo, lugares y poblaciones.

En el período de transición, se necesitan políticas para facilitar la flexibilidad y la movilidad del mercado laboral, introducir y fortalecer las redes de seguridad y protección social y mejorar la educación y las capacitaciones.

 

El miedo: ¿nos estamos quedando sin trabajos?

Existe un creciente temor de que los avances recientes en tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y la robótica lleven a la sustitución total de trabajadores humanos por máquinas y una era de desempleo masivo e incluso una mayor desigualdad de ingresos.

  • La revista estadounidense Mother Jones informa: “Las máquinas inteligentes probablemente no nos maten a todos, pero definitivamente nos quitarán nuestros trabajos y antes de lo que piensas”.
  • El periódico británico The Guardian argumenta, “La tecnología está vaciando a la clase media y creando una economía bifurcada”.
  • El Global Times de China señala: “No es del todo descabellado suponer que, bajo el dominio de los robots, los humanos se verían obligados a suplicar alimentos ya que no tienen ningún trabajo para hacer”.

Al menos desde la Primera Revolución Industrial en la década de 1750, los trabajos y los medios de subsistencia de los trabajadores se han visto amenazados por las máquinas que pueden reemplazarlos. Frente a esta amenaza, los luditas se organizaron para destruir maquinaria de tejido en Inglaterra a principios del siglo XIX. Más recientemente, los taxistas de París, Ciudad de México y Bogotá han bloqueado las calles y, a veces han recurrido a la violencia, para protestar contra el advenimiento de los servicios de viaje compartido con tecnología como Uber. Perder nuestros trabajos porque nos hemos quedado obsoletos puede ser uno de nuestros mayores temores, y por buenas razones: la pérdida de empleo tiene efectos negativos significativos y duraderos sobre el empleo futuro, las ganancias, el consumo, la salud e incluso la esperanza de vida. Para algunas personas, las tasas de mortalidad en el año posterior a la pérdida del empleo son hasta un 100% más altas (Sullivan y von Wachter 2009).

Estas preocupaciones han sido repetidas y estudiadas en economía. En su ensayo profético sobre las “Posibilidades económicas para nuestros nietos”, Keynes (1930) predijo el declive del empleo frente a las tecnologías modernas y lo denominó el “desempleo tecnológico”. Leontief (1983) se preguntó si los trabajadores seguirían “el mismo camino que los caballos”, reemplazados por máquinas.

En Estados Unidos y otros países desarrollados, el crecimiento del empleo ha seguido una forma de ‘U’ en las últimas décadas, aumentando para los trabajadores de baja y alta capacitación, pero disminuyendo para los trabajadores de capacidades medias, como los trabajadores de fábrica y administrativos (Autor, Katz y Kearney 2006; Goos y Manning 2007; Autor 2015b). Esto ha resultado en la polarización del empleo y los salarios. Mientras que otras tendencias como el cambio climático, el cambio demográfico y la globalización también han afectado el empleo, un estudio de los Estados Unidos encontró que los condados (jurisdicciones por debajo del nivel estatal) más “expuestos” a los robots han perdido más empleos que otros (Acemoglu y Restrepo 2017). También hay cierta evidencia de crecimiento del empleo en forma de ‘U’ para muchos países en desarrollo. Sin embargo, para este grupo de países, la evidencia general sobre la relación entre el crecimiento del empleo y la distribución de habilidades es más tentativa y mixta. Si bien la relación ha sido en forma de U para países tan diversos como Malasia, Polonia y Turquía, los patrones para China y una variedad de otros países en desarrollo han sido diferentes (figura 1). Esta diversidad probablemente esté relacionada con la interacción entre las condiciones del mercado laboral local, incluida la distribución de habilidades y las tecnologías que se adoptan.

El pasado del trabajo: ¿hemos estado aquí antes?

Una forma de estructurar la historia económica de los países desarrollados en los últimos 250 años es referirse a tres revoluciones industriales pasadas que ocurrieron en los años 1760, 1890 y 1970. A su vez, estas revoluciones pueden caracterizarse por la innovación tecnológica que las impulsó. Por lo tanto:

  • La Primera Revolución Industrial usó máquinas de vapor y fábricas para mecanizar la producción;
  • La segunda utilizó electricidad, petróleo y líneas de ensamblaje para generar producción industrial;
  • La tercera utilizó electrónica y tecnología de la información para automatizar la producción.

Las tres revoluciones industriales pasadas llevaron a grandes mejoras en la productividad. Esto, a su vez, elevó el bienestar en los países desarrollados a niveles inimaginables, tanto en términos de nivel de vida material como de ocio (desde la década de 1950, el promedio de horas por trabajador ha estado cayendo entre los países de la OCDE). En la actualidad, el nivel de vida y el ocio en los países en desarrollo van muy por detrás de los países desarrollados. Por lo tanto, los efectos del crecimiento futuro de la productividad sobre el bienestar pueden ser incluso más beneficiosos en los países en desarrollo que en los desarrollados.

Sin embargo, el aumento de la productividad toma tiempo en materializarse. En el caso de la electricidad, el auge de la productividad se produjo solo en la década de 1920, más de 30 años después de la electrificación de fábrica. Brynjolfsson, Rock y Syverson (2018) sostienen que lo mismo ha sucedido con las tecnologías de la información y las comunicaciones, que comenzaron en la década de 1970, pero solo en la década de 2000 han producido un notable aumento de la productividad. En 1987, Solow dijo, “Se puede ver la era de la informática en todas partes, pero en las estadísticas de productividad”. Esta pausa de productividad es común para la mayoría de las tecnologías, pero es particularmente pronunciada para tecnologías de propósito general como la máquina de vapor, electricidad, computadoras y el Internet. Usarlos de manera efectiva requiere una transformación del proceso de producción que puede llevar años, así como una inversión sustancial sin un beneficio inmediato.

Todas las revoluciones industriales han amenazado la transformación económica y al empleo. En los últimos 250 años, sin embargo, la innovación tecnológica no ha producido un desempleo masivo (Gordon 2016). Un bien específico, un tipo de trabajo, o incluso un sector en la economía puede disminuir e incluso desaparecer con la llegada de las nuevas tecnologías. Sin embargo, lo que es cierto para un sector, producto o trabajo no ha sido cierto para la economía en general (Autor 2015b).

El ejemplo de la agricultura en los países desarrollados es instructivo. En Estados Unidos, entre 1900 y 2000, la agricultura pasó de ser el principal empleador en la economía, con el 41 % de todos los empleos, a emplear solo el 2 % de los trabajadores, según datos del Departamento de Agricultura de EEUU. Durante este siglo, las ganancias de productividad permitieron que la agricultura alimentara a una población creciente con menos trabajadores, mientras que el aumento de nuevas actividades económicas creó puestos de trabajo y oportunidades mejor remunerados en las ciudades para todos los trabajadores. En los países en desarrollo, la agricultura todavía desempeña un papel relativamente importante. Sin embargo, incluso dentro de este grupo de países, su participación en el empleo general ha sido lento pero secular. Entre los países de ingresos bajos y medianos, el empleo en la agricultura como porcentaje del empleo total disminuyó del 53% al 32 % entre 1991 y 2016, según los Indicadores del Desarrollo Mundial del Banco Mundial.

Aunque los efectos positivos en el sector laboral de las últimas tres revoluciones industriales se materializaron a largo plazo, hubo un período prolongado en el que los salarios y el empleo disminuyeron o permanecieron estancados a pesar de que se adoptaron nuevas tecnologías y aumentó la productividad. Allen (2009) apodó a este período “la pausa de Engels”, después de los ensayos de Friedrich Engels sobre la clase obrera británica. La “pausa de Engels” duró casi 80 años después del comienzo de la Primera Revolución Industrial y unos 40 años después de la Segunda. Causó trastornos en el trabajo y disturbios sociales (como lo ilustraron con perspicacia las historias de Charles Dickens) y, posiblemente, incluso revoluciones políticas, como las que recorrieron Europa en la década de 1840.

El futuro del trabajo: ¿esta vez es diferente?

Ninguna Revolución Industrial tiene exactamente los mismos efectos en el mercado laboral que las anteriores. Los avances en la inteligencia artificial, la robótica y otras tecnologías han llevado a afirmar que estamos en la cúspide de una nueva era de la máquina que eclipsará las anteriores olas de automatización en términos de escala, velocidad y alcance de la disrupción que causa. Una característica definitoria de la Cuarta Revolución Industrial parece ser que, aunque anteriormente la tecnología podía realizar tareas manuales y cognitivas de rutina, en la revolución informática y digital actual, las máquinas también pueden realizar algunas tareas no rutinarias que hasta ahora estaban reservadas para los humanos: la aplicación de lógica e información para proporcionar una amplia gama de productos y servicios, desde manufactura y transporte automatizados hasta contabilidad y decisiones judiciales (Brynjolfsson y McAfee 2011, 2014).

La disrupción causada por la Cuarta Revolución Industrial parece ser particularmente palpable en los países desarrollados, pero también hay signos crecientes de ello en el mundo en desarrollo. En los últimos años, en Filipinas, por ejemplo, la industria de subcontratación de procesos comerciales se ha convertido en un importante sector de actividad económica y fuente de empleos bien remunerados, que emplea a más de un millón de personas. Sin embargo, algunas empresas de la industria han invertido recientemente en tecnología y, por ejemplo, han comenzado a reemplazar a los agentes de call center por chatbots con sistemas de inteligencia artificial. Si bien el impacto del cambio tecnológico es, por el momento, más evidente en la subcontratación comercial “poco orientada a procesos”, relativamente poco calificada, existen temores generalizados de impactos más generales en el mediano plazo.

Esto no significa que las máquinas reemplazarán a todos los trabajadores o que los salarios se desplomarán en todos los ámbitos. Las computadoras basadas en inteligencia artificial son notablemente eficaces en la realización de tareas específicas en lugar de replicar la inteligencia humana. Los primeros intentos de imitar a los humanos en la década de 1970 descarrilaron a la IA durante décadas. Por el contrario, el éxito reciente de la IA se ha basado en un enfoque algorítmico que utiliza redes neuronales y aprendizaje profundo para tareas bien definidas y limitadas. Es probable que la contribución humana siga siendo el ingrediente crucial: el “anillo tórico”, como lo llama Autor (2015b). A través de esta ilustración y sus reflexiones sobre la paradoja de Polanyi (“Nuestro conocimiento tácito de cómo funciona el mundo a menudo excede nuestro entendimiento explícito”), Autor (2015a, 2015b) ha enfatizado la fuerte complementariedad entre las máquinas y los humanos.

La sustitución de mano de obra por máquinas lleva tiempo y depende de circunstancias específicas de un contexto dado. Las innovaciones tecnológicas tienden a ocurrir en los países desarrollados, y su adopción en los países en desarrollo generalmente ocurre con un retraso de tiempo. Generalmente, la mano de obra es mucho más barata en los países en desarrollo que en los desarrollados. Esto ralentiza aún más el ritmo relativo de adopción de nuevas tecnologías en los países en desarrollo, lo que implica que en muchas de ellas las preocupaciones sobre las implicaciones de la Tercera Revolución Industrial siguen pareciendo más urgentes que las relativas a la Cuarta. Sin embargo, incluso los bajos costos de mano de obra no detienen por completo la adopción de tecnología. Por ejemplo, Top Glove de Malasia es uno de los fabricantes de guantes de goma más grandes del mundo, con aproximadamente una cuarta parte de la participación de mercado global. Como los salarios en Malasia han aumentado gradualmente en los últimos 25 años, la empresa ha seguido siendo competitiva mediante la sustitución gradual de la mano de obra extranjera por la doméstica. Sin embargo, como varios factores han aumentado aún más el costo relativo de la mano de obra, la compañía ahora está buscando automatizar cada vez más.

Un marco para evaluar el impacto de la innovación tecnológica en el empleo y los salarios

Acemoglu y Autor (2011) y Acemoglu y Restrepo (2018) brindan un marco útil para evaluar los efectos laborales y salariales de la innovación tecnológica. De acuerdo con este marco, en términos generales hay dos tipos de innovaciones: tecnologías habilitantes y tecnologías de reemplazo.

  • Las tecnologías habilitantes amplían la productividad del trabajo y conducen a un mayor empleo y salarios. Los ejemplos modernos son el diseño asistido por computadora (CAT) y el software estadístico para el análisis económico y social.
  • Las tecnologías de reemplazo, por el contrario, sustituyen al trabajo, haciendo que los trabajadores sean menos útiles y bajando sus salarios. Ejemplos modernos son robots industriales para manufactura de automóviles y software para contabilidad e informes fiscales.

El efecto directo de reemplazar las tecnologías es negativo en los salarios y el empleo. Sin embargo, estas tecnologías aún pueden tener un efecto positivo en dos formas principales.

  • Primero, las nuevas tecnologías pueden generar tareas complementarias. En Estados Unidos, por ejemplo, después de que se introdujeron cajeros automáticos (ATM) hace 40 años, el número de cajeros de banco, lejos de reducirse, se duplicó; la función de los cajeros se volvió más orientada al servicio y a la información (Bessen 2015).
  • En segundo lugar, los efectos de productividad pueden ser lo suficientemente grandes como para crear riqueza y generar demanda para otros trabajos (por ejemplo, en turismo y hospitalidad).

La caracterización de las tecnologías habilitadoras y reemplazantes depende no solo de las propiedades técnicas de las innovaciones sino también de las habilidades de los trabajadores y las condiciones del mercado laboral donde se implementan. La misma tecnología puede reemplazar a los trabajadores en algunos casos y brindarles nuevas oportunidades en otros: aquellos bien preparados con habilidades complementarias se beneficiarían más de las innovaciones tecnológicas. Por lo tanto, un desafío importante para los responsables de las políticas, las instituciones educativas y los hogares es identificar estas habilidades complementarias para el futuro trabajo. Las condiciones del mercado laboral, por su parte, pueden afectar la forma en que las innovaciones afectan el empleo y los salarios. Los mercados laborales rígidos tenderían a ajustarse al perder la mano de obra, mientras que los mercados laborales más flexibles se ajustarían mediante reducciones salariales. Los mercados de trabajo flexibles también pueden inducir la reasignación y la movilidad de los trabajadores frente a las conmociones tecnológicas, mitigando los efectos negativos tanto en el empleo como en los salarios. Identificar las principales fuentes de fricción en los mercados laborales rígidos (fricciones reglamentarias y de comportamiento) puede orientar las reformas de política.

¿Qué políticas se necesitan? ¿Qué pueden hacer los países?

Hoy en día, más personas están empleadas que nunca. A la larga, se crearán nuevas tareas y nuevos puestos de trabajo que son difíciles de imaginar ahora (de la misma manera que incluso el observador más conocedor e imaginativo de principios del siglo XX no habría adivinado cómo se emplearían los trabajadores que abandonan la agricultura en las siguientes décadas). Al mismo tiempo, muchos de los avances tecnológicos actuales amplían la desigualdad. Los retornos a las tareas que complementan las nuevas tecnologías han crecido de manera espectacular, pero muchos puestos de trabajo de capacidades bajas y medianas corren el riesgo de ser reemplazados por la automatización. La perspectiva de una “pausa de Engels” se avecina en el horizonte. Esto plantea la pregunta de cómo mitigar, si no evitar, los efectos negativos del cambio tecnológico.

El cambio tecnológico promete enormes ganancias en productividad y bienestar. Por lo tanto, las políticas “neo-luditas” que apuntan a detener o retrasar la Cuarta Revolución Industrial parecen equivocadas. En cambio, la principal pregunta de política es cómo maximizar los beneficios sociales potenciales del cambio tecnológico. Esto requiere políticas que faciliten la flexibilidad y la movilidad del mercado laboral, introduzcan y fortalezcan las redes de seguridad y protección social, y mejoren la educación y la capacitación.

Las políticas que hacen que el trabajo sea excesivamente costoso inducen la adopción de tecnologías que reemplazan la mano de obra. La reforma del mercado laboral debería estar dirigida a facilitar la flexibilidad y la movilidad laboral, incluida la migración internacional. La evidencia reciente para Estados Unidos, por ejemplo, sugiere que la inmigración reduce los efectos negativos del cambio tecnológico para los trabajadores nativos en el extremo inferior de la distribución salarial. Esto se debe a que una afluencia de inmigrantes especializados en tareas manuales atenúa la degradación de los empleos de los trabajadores nativos y los salarios inducidos por el cambio tecnológico (Basso, Peri y Rahman, 2017). Lograr que el entorno empresarial sea adecuado para que las empresas inviertan y contraten trabajadores y reducir las fallas del mercado que obstaculizan las nuevas empresas, de manera similar, puede ayudar a capturar los beneficios del cambio tecnológico. El principio de política no debe ser proteger los empleos que se vuelven obsoletos e improductivos debido a los cambios tecnológicos sino a proteger a las personas (como ejemplifica el enfoque de flexiseguridad del mercado laboral danés, Banco Mundial 2013).

Un mercado laboral más dinámico requiere una mejor protección social para ser tanto factible como deseable. Las redes de seguridad, incluidas las transferencias de efectivo a los pobres y desempleados, son esenciales para apoyar a los trabajadores (y sus familias) que pueden verse desplazados o reemplazados cuando se implementan nuevas tecnologías. La evidencia de todo el mundo muestra que las redes de seguridad bien diseñadas contribuyen de manera sustancial a la lucha contra la pobreza y la desigualdad, tanto en el largo plazo como en el ajuste a grandes shocks tecnológicos (Banco Mundial 2013, 2018).

No menos importante, la reforma educativa -enfatizando habilidades científicas, matemáticas y de comunicación, así como también habilidades blandas como perseverancia, flexibilidad, creatividad, adaptabilidad y trabajo en equipo- es crucial para desarrollar las habilidades complementarias que los trabajadores necesitan para beneficiarse de todo tipo de máquinas y tecnologías. Complementar la educación con políticas activas del mercado de trabajo, capacitación laboral y otras oportunidades para el aprendizaje permanente puede alentar a los trabajadores a mantenerse comprometidos y continuar participando en los cambiantes mercados laborales (Card, Kluve y Weber 2018, OCDE 2017).

Tener las habilidades adecuadas puede transformar las tecnologías de “reemplazo” en tecnologías “habilitantes” para los trabajadores. El “movimiento de la escuela secundaria” en los Estados Unidos a principios del siglo XX (que ordenó y facilitó la estancia de los niños en la escuela hasta los 16 años) fue una gran inversión que preparó a varias generaciones para beneficiarse de la transformación estructural de la agricultura y la Revolución industrial. Más recientemente, la participación de la fuerza de trabajo de China con educación secundaria superior aumentó de 6 % a 29 % de 1980 a 2015. En paralelo, la proporción de la fuerza de trabajo del país con educación terciaria aumentó del 1 % a más del 12 %, mientras que la participación del empleo en el sector privado aumentó de prácticamente cero en 1978 a más del 83 % en 2014. Las mejoras resultantes en el capital humano y una asignación más eficiente del trabajo facilitaron la adaptación tecnológica efectiva y la transformación económica. Se puede considerar un factor clave detrás del éxito económico de China desde 1978 (Li et al., 2017).

El principio fundamental que subyace a estas políticas es que las tecnologías y los mercados no producen resultados; las personas y las instituciones lo hacen. La comparación con la riqueza de recursos naturales es informativa: dependiendo de las instituciones públicas, puede conducir a un aumento sustancial del bienestar social o al desperdicio y las ganancias plutocráticas.

Conclusión: compita con (no en contra de) las máquinas

El ensayo de Keynes sobre las “Posibilidades económicas para nuestros nietos” fue optimista, una voz de esperanza, ya que la economía mundial estaba a punto de sumergirse en la Gran Depresión. Predijo que el desempleo tecnológico sería un fenómeno temporal. A largo plazo, la innovación tecnológica generará mayores ingresos y calidad de vida, incluido más ocio. Incluso a la luz de los desafíos provocados por la Cuarta Revolución Industrial, esta predicción es alcanzable para toda la población y no solo para unos pocos privilegiados, pero solo si las instituciones públicas promueven la igualdad de oportunidades, generan un sistema educativo que favorece las habilidades flexibles y la creatividad, y usa políticas de redistribución para compartir el producto de ganancias tecnológicas. Con las instituciones públicas adecuadas, en lugar de enfurecerse o competir contra la máquina, podemos trabajar con las máquinas hacia un mejor futuro. Lampadia