1

El poder democratizador y disruptor de la tecnología

El poder democratizador y disruptor de la tecnología

Los vertiginosos avances en la tecnología están cambiando al mundo. Han mejorado la calidad de vida y llevado a las nuevas generaciones a vivir en el mundo más conectado y dinámico que jamás haya existido. Un mundo en el que se vive actualmente la “cuarta revolución industrial” y en el que se vaticinan cambios aún más significativos en los próximos años.

Banning Garrett, un consultor independiente y miembro de la facultad de Singularity University, exploró la relación entre la tecnología y la globalización, afirmando que la tecnología podría ayudar a reducir el impacto en los “perdedores” de la globalización.

Este pensador estratégico y emprendedor, se enfoca en el impacto de las tecnologías exponenciales y su intersección con las tendencias mundiales a largo plazo, la urbanización y la geopolítica.

Garrett plantea la posibilidad de que nos estemos acercando al pico de globalización, entendido como un punto desde el que deje de crecer el movimiento de cosas físicas como combustibles líquidos, carbón, contenedores en barcos, alimentos, materias primas, productos, etc.

“Los factores clave que nos mueven hacia la globalización pico, y la hacen económicamente viable, son las nuevas tecnologías, los negocios innovadores y los modelos comerciales que permiten la ‘producción en el punto de consumo’ de energía, alimentos y productos”.

Para visualizar mejor el tema, muestra la potencia de las impresoras 3D, que eventualmente podrán construir hasta edificaciones. Pero, algo mucho más impactante, especialmente para los peruanos, es el potencial desarrollo de plantas verticales para la producción de alimentos, como frutas y hortalizas, en el punto de consumo.

Hoy día, el Perú es una de las estrellas internacionales de la agro-exportación. Una industria muy sofisticada, de alto desarrollo tecnológico, que lleva los mejores alimentos frescos, desde el Perú, a los lugares más lejanos del planeta, y trae el dinero de los consumidores más ricos del mundo, a los bolsillos de nuestros trabajadores del campo. Como hemos mostrado anteriormente, nuestro potencial para multiplicar lasagro-exportaciones, es inmenso (ver Agroexportación: Una industria de clase mundial y La Nueva Agricultura Peruana), pero según lo postulado por Garrett, es posible que, en un determinado plazo, la tecnología permita que nuestras frutas y hortalizas se produzcan en Londres y Nueva York.

Por eso es que una nación como el Perú, con mucha pobreza por remontar, no puede seguir haciendo remilgos a la explotación de nuestros recursos naturales. Todos ellos, son hoy día, una tremenda fuente de riqueza para todos los peruanos, pero ello no será siempre igual. Lo que hoy dejamos de producir, lo estamos perdiendo para siempreLampadia

La tecnología nos está conduciendo al pico de la globalización

Banning Garrett  
Singularity Hub
22 de octubre de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

En algún momento en el futuro (de alguna manera ya lo estamos viendo), la cantidad de cosas físicas que se mueven alrededor del mundo alcanzarán su punto máximo y comenzarán a disminuir. Por “cosas”, me refiero a combustibles líquidos, carbón, contenedores en barcos, alimentos, materias primas, productos, etc.

Las nuevas tecnologías nos están moviendo hacia la “producción en el punto de consumo” de energía, alimentos y productos con una menor dependencia de una cadena de suministro global.

El intercambio de material físico ha sido fundamental para la globalización tal como lo conocemos. Entonces, este movimiento declinante de cosas [físicas] puede indicar que nos acercamos al ‘pico de la globalización’.

[Mientras tanto], el movimiento de personas, información, datos e ideas en todo el mundo está creciendo exponencialmente y es probable que continúe haciéndolo en el futuro previsible.

El pico de globalización puede proporcionar una vía para preservar lo mejor de la globalización y la interconexión global, mejorar la sostenibilidad económica y ambiental y empoderar a las personas y las comunidades para fortalecer la democracia.

Al mismo tiempo, algunos de los aspectos más problemáticos de la globalización pueden aliviarse, incluidas las transferencias financieras masivas a los productores de energía y la pérdida de puestos de trabajo por plataformas de manufactura como China. Este cambio podría aliviar a los “perdedores” de la globalización y aliviar las presiones populistas y nacionalistas que están sacudiendo a los países desarrollados.

Eso es todo un anuncio, me doy cuenta. Pero déjenme explicar la visión.

Nuevas Tecnologías y Negocios: Digital, Democratizado, Descentralizado

Los factores clave que nos mueven hacia la globalización pico, y la hacen económicamente viable, son las nuevas tecnologías, los negocios innovadores y los modelos comerciales que permiten la “producción en el punto de consumo” de energía, alimentos y productos.

Las tecnologías exponenciales permiten reducir drásticamente el “costo de entrada” para la creación de empresas. La Ley de Moore ha puesto a disposición tecnologías poderosas para casi cualquier persona y en cualquier lugar.

Comenzando con el microchip, que ha tenido una mejora de 100 mil millones de veces en 40 años, 10,000 veces más rápido y 10 millones de veces más barato, el costo marginal de producir casi todo lo que se puede digitalizar ha descendido a cero.

Una copia impresa de un libro, por ejemplo, siempre implicará el costo de materiales, impresión, envío, etc., incluso si el costo marginal disminuye a medida que se producen más copias. Pero el costo marginal de una segunda copia digital, como un libro electrónico, video o canción, es casi cero, ya que es simplemente un archivo digital enviado por Internet, la máquina de copia más grande del mundo.

Un teléfono inteligente proporciona acceso a la inteligencia artificial a la mitad de la población humana -desde SIRI, búsquedas y traducciones hasta computación en la nube- geolocalización, video-llamadas globales gratuitas, fotografía digital y cargas gratuitas a sitios de redes sociales, acceso gratuito al conocimiento global, un millón de aplicaciones para una gran variedad de propósitos, y muchas otras capacidades que no estaban disponibles para la mayoría de las personas hace solo unos años.

Además del gran poder de la desmaterialización y desmonetización para individuos privados, están teniendo un efecto aún más fuerte en las empresas.

“A medida que estas tendencias cobren fuerza en las próximas décadas, se transformarán fundamentalmente en las cadenas de suministro globales”.

Una puesta en marcha de la IA, por ejemplo, no necesita su propio local de servidores para capacitar a su software y proporcionar servicios a los clientes. El equipo puede alquilar ‘potencia de cómputo’ desde Amazon Web Services. Este modelo de plataforma permite a los equipos pequeños hacer grandes cosas a bajo costo. Y no es solo en software. Tendencias similares también están sucediendo en el hardware. Los fabricantes pueden imprimir en 3D o crear prototipos industriales de material físico en un garaje o espacio de fabricación local y enviar o vender diseños a cualquier persona que tenga una computadora portátil y una impresora 3D a través de plataformas en línea.

Estos son ejemplos de tendencias que probablemente ganarán fuerza en las próximas décadas, y cuando lo hagan, transformarán fundamentalmente las cadenas de suministro globales.

El nuevo modelo permite una producción a menor escala, local y descentralizada.

Para ver esto más claramente, echemos un vistazo a las tendencias tecnológicas en el trabajo en los tres mayores contribuyentes al comercio global de productos físicos: productos, energía y alimentos.

Productos

La impresión 3D (fabricación aditiva) permite la fabricación distribuida cerca del punto de consumo, eliminando o reduciendo las cadenas de suministro y las líneas de producción en fábrica.

Esto es posible porque los diseños de productos ya no se manifiestan en piezas de línea de ensamblaje como moldes o herramientas mecánicas especializadas. Por el contrario, los diseños son digitales y se pueden llamar a voluntad para guiar a las impresoras. Cada vez que se imprime una impresora 3D, puede imprimir un artículo diferente, por lo que no es necesario configurar una línea de ensamblaje para cada producto diferente. Las impresoras 3D también pueden imprimir todo un producto terminado en una pieza o reducir el número de piezas de productos más grandes, como motores. Esto disminuye aún más la necesidad de ensamblaje.

Debido a que cada artículo se puede personalizar e imprimir a pedido, no hay un costo beneficio de escalar la producción. Sin inventarios. Sin artículos de envío a través de los océanos. No hay emisiones de carbono que transporten no solo el producto final, sino también todas las partes de ese producto enviadas de los proveedores al fabricante. Además, la impresión 3D crea elementos capa por capa casi sin desperdicio, a diferencia de la “fabricación sustractiva” en la que un artículo está tallado en una pieza de metal, y gran parte o incluso la mayoría del material puede ser un desperdicio.

La impresión 3D será una tecnología de uso general que involucra muchos tipos diferentes de impresoras y materiales, como plásticos, metales e incluso células humanas, para producir una amplia gama de artículos, desde tejidos humanos y órganos potencialmente humanos hasta artículos para el hogar y una gama de artículos industriales para aviones, trenes y automóviles.

Energía

La producción de energía renovable está ubicada en la fuente de consumo o relativamente cerca de ella.

Aunque la electricidad generada por energía solar, eólica, geotérmica y otras fuentes renovables puede, por supuesto, transmitirse a distancias más largas, se genera y se consume a nivel local o regional. No se transporta por todo el mundo en buques cisterna, barcos y oleoductos como petróleo, carbón y gas natural.

Además, el combustible en sí mismo es gratis, para siempre. No hay un precio global en el sol o el viento. Las personas que dependen de la energía solar y eólica no necesitan preocuparse por la volatilidad de los precios y la posible interrupción del suministro de combustible como resultado de causas políticas, de mercado o naturales.

Las energías renovables tienen sus problemas, por supuesto, incluyendo la intermitencia y el almacenamiento, y actualmente funcionan mejor si se complementan con otras fuentes, especialmente centrales de gas natural que, a diferencia de las plantas de carbón, se pueden encender y apagar y modular como una estufa de gas y la mitad de las emisiones de carbono del carbón.

La energía solar puede conectarse con micro redes e incluso permitir la generación autónoma de electricidad en hogares, edificios comerciales y comunidades.

Dadas estas tendencias en costo y eficiencia, las energías renovables deberían volverse obviamente más baratas con el tiempo: si el combustible es gratuito para la energía solar y debe comprarse continuamente para carbón y gas, en algún momento el primero es más barato que el segundo. Las energías renovables ya son más baratas si se incluyen externalidades tales como las emisiones de carbono y la degradación ambiental involucradas en la obtención y el transporte del combustible.

Alimentos

Los alimentos se pueden producir cada vez más cerca del punto de consumo con granjas verticales y, finalmente, con alimentos impresos e incluso carne impresa o cultivada.

Estas fuentes acercan la producción de alimentos al consumidor, por lo que los costos de transporte, que pueden ser una parte importante del costo de los alimentos para los consumidores, se reducen considerablemente. El uso de tierra y agua se reduce en un 95% o más, y el uso de energía se reduce en casi un 50%. Además, no se requieren fertilizantes ni pesticidas, y los cultivos se pueden cultivar los 365 días del año, sea cual sea el clima y en más climas y latitudes que en la actualidad.

Si bien puede no ser práctico cultivar granos, maíz y otros cultivos similares en granjas verticales, muchas verduras y frutas pueden florecer en dichas instalaciones. Además, se está desarrollando carne cultivada o impresa, el gran desafío es aumentar y reducir el costo, que se basa en células de animales reales sin sacrificar a los animales.

Actualmente, se crían alrededor de 70 mil millones de animales para la alimentación en todo el mundo y solo el ganado representa aproximadamente el 15% de las emisiones mundiales. Además, el ganado plantea enormes demandas de tierra, agua y energía. Al igual que las granjas verticales, la carne cultivada o impresa podría producirse sin más uso de la tierra que una fábrica de cerveza y con mucha menos agua y energía.

Una economía más democrática va de abajo hacia arriba

Esta es una introducción muy breve a las tecnologías que pueden llevar la “producción en el punto de consumo” de productos, energía y alimentos a las ciudades y regiones.

¿Cómo se ve este futuro? Aquí hay un ejemplo simplificado.

Imagine una instalación de fabricación universal con cientos de impresoras 3D imprimiendo decenas de miles de productos diferentes bajo demanda para la comunidad local, en lugar de líneas de ensamblaje en China que fabrican decenas de miles del mismo producto que deben enviarse a todo el mundo ya que no hay mercado local que pueda absorber el mismo producto.

Cerca, una granja vertical y una instalación de carne cultivada producen la mayor parte de la cena del día siguiente. Estas instalaciones serían alimentadas por energía eólica y solar local o regional. Dependiendo de la necesidad y la calidad, algunas infraestructuras y maquinaria, como paneles solares e impresoras 3D, vivirían en estas instalaciones y algunas en hogares y negocios.

Las instalaciones podrían ser propiedad de una gran corporación global, pero aun así producir productos localmente, o podrían ser franquiciadas o incluso ser propiedad de la población local y ser operadas de manera independiente. El mantenimiento y la gestión en cada uno de ellos proporcionarían empleos a las comunidades cercanas. Eventualmente, no solo disminuiría el comercio mundial de partes y productos, sino que incluso los suministros requeridos de materias primas y material de alimentación disminuirían ya que habría menos desechos en la producción, y muchos materiales se reciclarían una vez adquiridos.

Este modelo sugiere un cambio hacia una economía de “abajo hacia arriba” que sea más democrática, controlada localmente y que genere más empleos locales.

Las tendencias mundiales en la democratización de la tecnología hacen que esta visión sea viable tecnológicamente. Gran parte de esta tecnología ya existe y está mejorando y escalando a la vez que disminuye exponencialmente el costo para estar disponible para casi cualquier persona y en cualquier lugar.

Esto incluye no solo el acceso a tecnologías clave, sino también a la educación a través de plataformas digitales disponibles en todo el mundo. Los cursos en línea están disponibles de forma gratuita, desde física avanzada, matemáticas e ingeniería hasta capacitación en técnicas de impresión 3D, instalaciones solares y construcción de granjas verticales. Las plataformas de medios sociales pueden permitir la colaboración local y global y el intercambio de conocimiento y mejores prácticas.

Estas nuevas comunidades de productores pueden ser la base de nuevas formas de gobernabilidad democrática, ya que reconocen y “capitalizan” la realidad de que el control de los medios de producción puede traducirse en poder político. Más puestos de trabajo y control local podrían debilitar a las fuerzas políticas populistas y antiglobalización a medida que las personas reconocen que podrían beneficiarse de los aspectos positivos de la globalización y la cooperación internacional y la conectividad a la vez que disminuyen el impacto de las desventajas de la globalización.

Existen poderosos intereses creados que pueden perderse en un cambio estructural tan global. Pero esta visión se basa en tendencias que ya están en marcha y que están ganando impulso. La globalización pico podría ser un camino viable hacia una base económica que ponga a las personas en primer lugar mientras se construye un futuro más sostenible desde el punto de vista económico y ambiental.

Este artículo fue publicado originalmente en Open Democracy (CC BY-NC 4.0). La versión anterior fue editada por el autor por su extensión e incluye adiciones. Lea el artículo original sobre Democracia abierta. Lampadia




Reformas políticas que moderen los impulsos demagógicos

Reformas políticas que moderen los impulsos demagógicos

Un comportamiento disfuncional es el que se presenta cuando el Congreso de la República festina trámites y, en contra de los establecido, apura la aprobación de normas en dos votaciones seguidas, sin esperar el plazo de ley de una semana.

Los congresistas representan a los ciudadanos y deben respetar su necesidad de estar advertidos sobre cambios normativos, de poder opinar y aportar a la formación legislativa, ya sea dirigiéndose a algún congresista, generando planteamientos a través de organismos de la sociedad civil o desde los medios.

Debería ser considerado falta grave que el Congreso convierta en letra muerta sus propias  normas sobre los procesos legislativos y apele siempre a la excepción, sorprendiendo a la población con normas aprobadas entre ‘gallos y media noche’. Un congreso democrático no puede terminar siendo una abusiva forma de dictadura.

Evidentemente, la mejor forma de evitar semejantes comportamientos es con la creación de una segunda cámara, el Senado. Como ya se ha comentado en los medios, ello no implica crecer el número de congresistas (la mayor objeción de la opinión pública a la recreación del Senado), pues se podría tener una Cámara de Diputados con 100 miembros y un Senado con 30, sin incrementar el total.

“Si no hay consecuencias de nuestras acciones, no hay incentivos para aprender. Los sabios y los necios cometen errores. El tonto no aprende. Los sabios, aprenden”.

El resultado final de proteger a los hombres de los efectos de la ‘folly’ es llenar al mundo de tontos. (Folly: disparate, desatino, insensatez, locura, absurdo)

Herbert Spencer, Philosiblog

Macintosh HD:Users:pablobustamante:Desktop:Junio-2017:disparates.jpg

Líneas abajo, presentamos el análisis de nuestro colaborador:

Jaime de Althaus
Para
Lampadia

La ley que prohíbe incorporar leche en polvo en la leche evaporada y en la elaboración de quesos y otros productos lácteos, fue aprobada exonerándola de segunda votación. Fue una manera de decir: no queremos saber más, no queremos recibir información que pueda cuestionar la decisión “histórica” que hemos tomado.

Este caso, mezclado con los resultados de la votación por la Asamblea Nacional en Francia, nos puede servir para replantear propuestas vinculadas a la reforma electoral y política que el Congreso está trabajando.

Porque, en efecto, la información científica difiere de las creencias de los congresistas, que fundamentaron la aprobación de la ley en la tesis de que la leche en polvo reconstituida pierde sus propiedades nutricionales y afecta la calidad de la leche evaporada.

El doctor Robinson Cruz, director general del grupo IIDENUT (Investigación y Desarrollo en Nutriología), lo explica de esta manera: al evaporar la leche sea para fabricar leche evaporada (50%) o para fabricar leche en polvo (100%), se pierde vitaminas a y d, pero el poder alimenticio de la leche no está en esas vitaminas sino en la proteína y en el calcio. La proteína no se afecta ni en el proceso de fabricación y reconstitución de la leche en polvo, ni en la leche evaporada. Tampoco el calcio, aunque al deshidratar o evaporar la leche aumenta la grasa y eso afecta no la cantidad ni calidad del calcio pero sí su “biodisponibilidad”, es decir, la medida en que puede ser absorbido por el organismo humano.

Esa es la verdad. La conclusión es que la leche evaporada no se degrada porque sea mezclada con leche reconstituida. De otro lado, las normas técnicas señalan qué porcentaje de sólidos (grasa, proteína, carbohidratos, minerales, etc.) debe tener la leche evaporada, y si la leche fresca que se adquiere para evaporarla no tuviera el estándar de sólidos, ella se complementa con leche en polvo para obtenerlo. Aunque es cierto que las normas técnicas se construyen en diálogo con los industriales.

De otro lado, también es un mito que la producción lechera nacional ha decrecido como consecuencia de la importación de leche en polvo. Ella pasó de 1´575,277 toneladas el 2006 a 1’895,000 toneladas el 2015.

Entonces, si el Congreso hubiese acatado su propia norma en el sentido de realizar la segunda votación de la ley al cabo de una semana, hubiese habido algo de tiempo para presentar esta evidencia y tomar una decisión legislativa más informada.

El problema es que nuestra cultura política y el diseño constitucional en general es proclive a la aprobación de leyes impulsivas, oportunistas, demagógicas o populistas. La propia institución de la segunda votación al cabo de una semana, nunca respetada, se estableció para compensar en alguna medida la ausencia de una segunda cámara revisora de las decisiones de la primera. Por eso hasta en Fuerza Popular existe hoy un cierto consenso en el sentido de que es conveniente restablecer la bicameralidad, aunque una bicameralidad distinta a la que teníamos antes, mucho más funcional.

Otra institución que ayudaría a moderar eventuales excesos de un congreso unicameral, es el poder de veto del Presidente de la República, que en cierto sentido funciona como un sustituto del Senado. Pero en el Perú ese poder es mínimo. El Congreso puede insistir con solo la mitad más uno del número legal de votos. Como ha señalado Jorge Morelli, en todos los demás países de América Latina la insistencia requiere un mínimo de dos tercios del número legal de miembros del Congreso.

En estas condiciones, si el Congreso está en manos de un partido de la oposición, no hay equilibrio de poderes. Otra institución que ayudaría a atenuar este potencial desequilibrio, es la que vemos funcionar en Francia estos días. En ese país las elecciones parlamentarias se realizan después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Así el votante puede tomar una decisión responsable sabiendo quién es el Presidente y si desea darle mayoría o no.

En el Perú es al revés: el elector vota por el Congreso a ciegas, sin saber quién va a resultar elegido presidente. El resultado ha sido que desde el 2001 ningún Presidente ha tenido mayoría, hasta llegar a la situación extrema actual en la que la mayoría opositora está en manos de un solo partido y el gobierno tiene menos de 20 congresistas. Se podrá decir que esta estructura debería obligar a los partidos a desarrollar una gran capacidad de diálogo y concertación, pero esto no ocurre hasta ahora en la medida necesaria. Es obvio que la gobernabilidad es mayor si el Ejecutivo tiene mayoría en el Congreso.

Por eso, la Asociación Transparencia propuso que las elecciones al Congreso se realizaran no después de la segunda vuelta presidencial, como en Francia, sino cuando menos junto con la segunda vuelta presidencial. Cualquiera de las dos fórmulas es mucho mejor que la que tenemos ahora. Debería ser adoptada en la reforma política que se está trabajando.

Complementariamente, otra institución que ayudaría a reducir el número de partidos y por lo tanto la fragmentación legislativa y la probabilidad de no tener mayoría, es el paso a un sistema electoral baso en distritos uni o bi nominales. Todas, reformas que deben contemplarse si queremos una democracia eficiente. Lampadia

 

 




La Papa: El alimento milenario que salvo a la humanidad

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




¿Cómo alimentaremos a 10 mil millones de personas al 2050?

La gran mayoría de personas ya no sufren la preocupación de buscar y recolectar comida diariamente. Eso es cosa del pasado. La tecnología agrícola ha tenido un rol fundamental en la superación de la seguridad alimentaria. Específicamente, el siglo XX marcó un hito importante en la investigación científica y los avances tecnológicos que han contribuido al aumento histórico en la producción de alimentos. A medida que aumentaron los rendimientos, los agricultores adoptaron rápidamente estas tecnologías, lo que resultó en un aumento de la rentabilidad y los ingresos.

 

http://proprofs-cdn.s3.amazonaws.com/images/QM/user_images/1452023/8170343386.jpg

Sin embargo, la FAO, encargada de analizar este tema, publicó un informe que indica que en 2050 la producción agrícola tendrá que aumentar en un 70% para satisfacer la demanda proyectada. Dado que la mayoría de tierras aptas para la agricultura ya está cultivada, este crecimiento debe venir de mayores rendimientos. La agricultura ha llevado a cabo cambios que mejoraron el rendimiento en el pasado, incluyendo la mecanización antes de la segunda guerra mundial y la introducción de nuevas variedades de cultivos y productos químicos agrícolas en la revolución verde de los años 1950 y 1960. Sin embargo, los rendimientos de los cultivos importantes como el arroz y el trigo han dejado de subir en algunas zonas de agricultura intensiva del mundo, un fenómeno llamado estancamiento de rendimientos.

Es por eso que el reciente artículo de The Economist (que compartimos líneas abajo) sobre cómo una mayor difusión de las nuevas tecnologías puede traer mayores rendimientos es tan ilustrativo. De igual manera es importante difundir las mejores prácticas ya existentes. Esto último es especialmente relevante en los países menos desarrollados, los cuales tienen muchas trabas que limitan su producción y mantienen desperdicios muy altos.

http://www.jumpthecurve.net/wp-content/uploads/2012/09/agriculture.jpg

Según la WWF, los agricultores con mejor rendimiento del mundo son aproximadamente 100 veces más eficientes que los menos productivos, siendo los últimos responsables de la mitad del impacto ambiental. Los sistemas más eficientes y de alto rendimiento usan menos ‘inputs’ por kilogramo de producto final y generan menos emisiones. La cantidad de terreno utilizado es menor, dejando más espacio para la naturaleza, la urbanización y la recreación.

¿Cuál es la clave del éxito? Los avances tecnológicos. Es la única manera que la producción de alimentos pueda aumentar en un 70% para el año 2050, y esto tiene que ser logrado a pesar de la limitada disponibilidad de tierras cultivables, la creciente necesidad de agua dulce (la agricultura consume el 70% del suministro de agua dulce del mundo) y otros factores menos predecibles, tales como el impacto del cambio climático, que, según un informe reciente de la ONU, podría dar lugar, entre otras cosas, a cambios en los eventos de temporada y en el ciclo de vida de plantas y animales.

El otro gran tema mencionado por The Economist es la reducción de los desperdicios. Aproximadamente un tercio de los alimentos producidos en todo el mundo se desperdician: hogares (42%), industria alimentaria (39%), restaurantes y servicios alimentarios (14%) y comercios y distribución (5%). Esto es teóricamente alrededor de cuatro veces la cantidad de alimentos necesarios para alimentar a más de 800 millones de personas. (Ver video sobre la gesta contra los desperdicios en: La agricultura en un mundo de 9,000 millones de personas).

Así que, la pregunta a reflexionar es, ¿cómo vamos a alimentar a tanta gente? Se trata de una cantidad de alimentos de enormes proporciones, pero el futuro de la agricultura es más brillante de lo que parece y la solución está en nuestras manos. The Economist no lo pudo expresar mejor: “[Estas preocupaciones] pueden ser superadas por dos cosas: la aplicación y difusión de la tecnología, y la implementación de políticas gubernamentales sensatas.”

Lampadia

Tecnología agrícola

Alimentando diez mil millones

Producir suficiente comida para las generaciones futuras será un reto. Aquí explicamos cómo lograrlo

Publicado por The Economist

11 de Junio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

http://cdn.static-economist.com/sites/default/files/imagecache/full-width/images/print-edition/20160611_LDP004_0.jpg

Una de las cosas más extraordinarias del mundo moderno es que todos dan por sentado el acceso a la comida. Durante la mayor parte de la historia, la lucha por conseguir alimentos ha sido el foco principal de la actividad humana; y casi todas las personas eran agricultores o trabajadores agrícolas. El hambre era una amenaza permanente. Incluso en los mejores años era casi imposible producir excedentes que se pudieran guardar para épocas de escasez. En los peores años, solo los más poderosos y fuertes podían estar seguros de tener un estómago lleno.

Ahora la mayoría de personas en los países ricos no tienen que preocuparse nunca por la próxima comida. En 1900, dos de cada cinco trabajadores estadounidenses trabajaban en una granja; Ahora solo uno de cada 50. Incluso en lugares pobres como la India, donde la hambruna seguía golpeando fuertemente hasta la mitad del siglo 20, la suposición de que todo el mundo tendrá algo de comer se fue instalando cada vez más en el ritmo de vida.

Esta suposición, sin embargo, lleva a la complacencia. La hambruna ha terminado en gran parte del mundo, pero todavía acecha en partes de África -Etiopía, Mozambique y Zimbabwe, por nombrar solo tres, dependen de donaciones de alimentos. Y millones de personas sufren todavía de un mal relacionado a la hambre, la malnutrición. Según la FAO, cerca de 2 mil millones de las 7,300 millones de personas del mundo no tienen suficiente para comer. Por otra parte, en 2050, se prevé que la población aumente a casi 10 mil millones. Esto, más el aumento de la demanda de carne, pescado, leche y huevos, que nace de la prosperidad y que requiere más forraje para satisfacerse, se requerirá 70% más de alimentos en 2050 que lo  producido el 2009, el año en que la FAO hizo el cálculo. Esa es una tarea difícil. Pero no es imposible.

Cornucopia

Desde la época de Thomas Malthus, un economista que escribía hace más de 200 años, la gente se ha preocupado de que el crecimiento de la población sobrepasaría el suministro de alimentos. Hasta el momento, no ha pasado. Pero los neo-malthusianos encuentran señales preocupantes. Una de ellas es que en algunos lugares, la productividad de alimentos básicos como el arroz y el trigo ha alcanzado a su límite. Ni las nuevas cepas ni los agroquímicos están elevando los rendimientos.

Tampoco quedan muchas tierras adecuadas para nuevos cultivos. Los neo-malthusianos también se preocupan por el cambio climático y sugieren que, si las temperaturas globales continúan aumentando, algunos lugares se convertirán en no cultivables, particularmente en las regiones pobres y tropicales.

Estas son preocupaciones legítimas. Sin embargo, pueden ser superadas por dos cosas: la aplicación y difusión de tecnologías, y la implementación de políticas gubernamentales sensatas.

La tecnología agrícola está cambiando rápidamente. Gran parte de este cambio es provocado por los agricultores del mundo más rico y por los agricultores acomodados en lugares de ingresos medios como Brasil. Las técnicas desarrolladas en el Oeste, especialmente en la reproducción con base genómica que puede crear cultivos con propiedades especiales, están siendo adaptados para hacer cultivos tropicales más nutritivos, como la mandioca. Este tipo de cultivos inteligentes, de la mano con las nuevas técnicas de modificación genética, deben superar los platós de rendimientos. También se puede producir cultivos con resistencia a la sequía y al calor, que mitigarían los efectos del calentamiento global. El maíz resistente a la sequía, creado de esta manera, ya está en el mercado.

La tecnología es de poca utilidad, sin embargo, si no se adopta. En el mundo en desarrollo se aplican tanto las técnicas agrícolas existentes, como los últimos avances de la modificación genética. Los rendimientos estancados es un fenómeno en las partes más intensamente cultivadas del mundo. Si las mejores prácticas agrícolas actuales, como cuánto fertilizante aplicar y cuándo, se extendieran a los pequeños productores y agricultores locales de África y Asia, aumentarían los rendimientos, acercándonos al aumento requerido de 70%. También lo harían medidas como mejores carreteras, para permitir el transporte de los excedentes a los mercados. Esto estimularía el crecimiento de la productividad y reduciría los desperdicios.

De hecho, una mejor política del gobierno que reduzca los desperdicios haría una gran diferencia. La FAO dice que alrededor de un tercio de los alimentos se pierden durante o después de la cosecha. En los países ricos, gran parte la desechan los propios consumidores. En los países pobres, no llega a los consumidores. Las malas prácticas de cosecha, mal almacenamiento y el transporte lento causan que los alimentos se dañen, o se pierdan por las plagas. Cambiar esta situación, que es sobre todo una cuestión de construir cosas como mejores silos de granos a prueba de plagas y un mayor control de sus contenidos, podría dar otro gran empuje para llegar al aumento del 70%.

Los neo-malthusianos pueden desesperarse, pero consideremos esto: a pesar de todos los obstáculos aparentes, desde los platós de rendimientos hasta el cambio climático, en los seis años siguientes al análisis de la FAO, la producción de cereales creció en 11%. Si el crecimiento continúa de esa manera, no sólo será posible alimentar a los 10 mil millones de pobladores,  sino incluso alimentarlos bien.  Lampadia  




Dictadura socialista sigue agravando crisis humanitaria

En Venezuela, el movimiento chavista se encuentra en un callejón sin salida. El discurso es ahora claramente contradictorio. Por un lado, es habitual entre los chavistas poner énfasis en los supuestos logros en las áreas de salud, educación y otros temas sociales. Pero las cosas no están a la altura de la publicidad del gobierno. Las deficiencias son excusadas con acusaciones vacías de sabotaje, guerra económica y otras formas de intervención maliciosa. El problema con estos argumentos es que no pueden explicar la cruda realidad de Venezuela.

La crisis en Venezuela los ha llevado a un caos generalizado. La escasez de alimentos y medicinas y los constantes saqueos son la expresión más clara de la crisis humanitaria que se ha venido fraguando durante un largo tiempo. La actividad económica está disminuyendo drásticamente y la hiperinflación sigue aumentando al galope, creando un ciclo vicioso que es reforzado por la parálisis política, la falta de electricidad y la prepotencia política del agonizante régimen del ‘socialismo del siglo XXI’. Las reservas están cayendo fuertemente, por la fuga de capitales y el déficit fiscal ha aumentado a más del 20 % del PBI. Aunque el gobierno ha hecho enormes esfuerzos para continuar haciendo pagos de la deuda, parece que los defaults generalizados están a la vuelta de la esquina.

En una editorial en el diario español El Mundo, Andrés Oppenheimer entrevistó a Robert K. Rennhack, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, quien afirmó que “Venezuela va camino de una hiperinflación -el punto en que la economía cae en un caos total- y podría alcanzar un colapso total del sistema económico en un plazo de 12 a 18 meses si no cambia su política económica.” Según sus proyecciones, la inflación llegará a una tasa del 2,200 por ciento en el 2017, y podría dispararse muy rápido al 13,000 por ciento anual.

En abril, el FMI estimó que Venezuela, que depende de las ventas de hidrocarburos para obtener 96% de sus divisas, se mantendrá en una “profunda recesión” y caerá 8% en 2016, complicada por la “incertidumbre política” y una creciente presión en sus indicadores macroeconómicos a medida que los precios del petróleo continúan estancados.

Por si no fuera poco, además de la crisis económica y política del país, ahora los venezolanos también deberán convivir con una devastadora sequía que los llevaría a la peor crisis energética en su historia. En abril, Nicolás Maduro hizo un llamado de “conciencia” hacia el pueblo venezolano para ayudar a ahorrar energía y así superar el “engendro del capitalismo salvaje y devastador que es el fenómeno del niño y de la niña”

Sin embargo, la ominosa realidad que viven los venezolanos es el resultado de la politización y de la desastrosa gestión, así como la corrupción desenfrenada con que se ha manejado el sector energético.

Como consecuencia de la escasez de agua y del colapso productivo de PDVSA, el gobierno impuso un racionamiento de energía, mediante un apagón diario de cuatro horas en ocho estados. A excepción de la capital, Caracas, y la ciudad de Vargas, las medidas tendrían una duración de 40 días. 

Otras medidas para ahorrar energía son la reducción de la jornada laboral para los ministerios y empresas estatales, en los que se trabajará solo 02 días y la adición de nuevas fiestas nacionales. También se redujo la operación de los centros comerciales y se pidió a las tiendas y hoteles reducir el consumo de electricidad. Hace unas semanas, las autoridades cambiaron la zona horaria del país, adelantándola 30 minutos con el fin de ahorrar energía.

En un discurso televisado, Maduro dijo: “Estamos entrando con nuevas máquinas, administrando la carga, haciendo milagros para mantener la calidad de vida, pero yo pido que el milagro lo haga usted compatriota en su casa”. También instó a las mujeres a no secarse el cabello con secadora y dejar de planchar la ropa para ahorrar electricidad.

El problema de la electricidad del país ha agravado la actual crisis de escasez de dos tercios de los productos básicos; los ciudadanos reportan constantes faltas de medicinas y artículos de primera necesidad como papel higiénico y aceite de cocina. Todo esto ha causado gran descontento en el pueblo y las marchas y protestas son cada vez más comunes, al igual que la criminalidad. Las etiquetas #MaduroEsOscuridad y #LaCorrupcionNosQuitoLaLuz se volvieron tendencia en Twitter entre usuarios que acusan al Gobierno de discriminar a las ciudades del interior del país y dar prioridad a la capital. 

Los planes del gobierno de Nicolás Maduro sólo están generando un creciente rechazo en la población. La realidad habla por sí sola: el modelo político y económico de Venezuela es insostenible y solo los llevará a la miseria de una espantosa crisis humanitaria.  Lampadia




Perú: País de Propietarios y Emprendedores

Perú: País de Propietarios y Emprendedores

El libro ‘Poor Economics’ (La economía de los pobres), de Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo plantea soluciones prácticas para la superación de la pobreza. (Seguir enlace a la página web del libro: http://www.pooreconomics.com/about-book). Los párrafos siguientes corresponden a la presentación del libro (traducido por Lampadia).

Repensando la manera de superar la pobreza

¿Por qué un hombre que vive en Moroco, que no tiene suficiente para comer compra un televisor? ¿Por qué es tan difícil para un niño en zonas de pobreza aprender incluso si va a la escuela? ¿Por qué los más pobres del estado indio de Maharashtra gastan el 7% de sus ingresos comprando azúcar? ¿Tener muchos hijos te hace realmente más pobre?

Por más de quince años, Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo, han trabajado con los pobres en docenas de países (en los cinco continentes), tratando de entender los problemas específicos que vienen con la pobreza para encontrar soluciones probadas. Su libro Poor Economics es una forma revolucionaria de repensar la economía de los pobres y totalmente práctico en cuanto a las sugerencias que ofrece. A través de un cuidadoso análisis de un conjunto muy rico de evidencias, incluyendo cientos de controles y experiencias aleatorias que los autores han diseñado, muestran porqué los pobres, a pesar de tener los mismos deseos y habilidades que cualquiera otro, terminan teniendo vidas completamente diferentes.

En su trabajo Banerjee y Duflo miran algunos de las más sorprendentes facetas de la pobreza: ¿por qué los pobres necesitan crédito para ahorrar?, ¿por qué desaprovechan inmunizaciones que salvan vidas, pero pagan por medicamentos que no necesitan?, ¿por qué inician una serie de negocios, pero no crecen?, y muchos otros enigmáticos hechos acerca de vivir con menos de US$ 0.99 por día.  

‘Poor Economics’ plantea que muchas de las políticas anti-pobreza han fallado a lo largo de los años por un inadecuado entendimiento de la pobreza. La batalla contra la pobreza puede ser ganada, pero requiere paciencia, pensamiento cuidadosos y la disposición para aprender de la evidencia. Banerjee y Esther Duflo son visionarios prácticos, cuyo meticuloso trabajo ofrece un potencial transformativo para los pobres en cualquier lugar, y es una guía vital para los hacedores de políticas, filántropos, activistas y cualquier otro que se preocupe sobre la construcción de un mundo sin pobreza.

Según hemos publicado anteriormente en Lampadia en un primer análisis del libro  (ver: Economía del desarrollo aplicada – Una visión práctica para la superación de la pobreza), las propuestas de los autores están basadas en investigaciones rigurosas en distintos escenarios y a lo largo de muchos años. Para expresar su propuestas, los autores recurren a extensos levantamientos de información y entre sus hallazgos está el impacto en la generación de ingresos de los pobres que tiene acceso a activos productivos (junto con capacitación e ingresos complementarios que eviten la eventual venta del activo producto de la asistencia).

Otro hallazgo se refiere a que los pobres no gastan todos sus ingresos en alimentos, aun cuando consuman menos calorías que las teóricamente necesarias.

En cuanto al título de este artículo, ‘Perú: País de Propietarios’, los autores muestran que los pobres son propietarios de sus tierras en porcentajes notoriamente altos. Este es justamente el caso del Perú: con títulos o sin ellos las familias peruanas son propietarias de sus casas en los centros urbanos y una gran mayoría de agricultores en el campo.  Ver la siguiente tabla resumen y los cuadros de los autores para familias de ingresos menores, desde US$ 1 por día y por persona, hasta aquellas que tienen ingresos de entre 6 a 10 dólares diarios:

Queda claro que los peruanos, incluyendo a los más pobres, somos propietarios. Lamentablemente no se ha avanzado lo suficiente en la formalización y titulación de los predios urbanos y rurales. Sin embargo, sociológicamente, en el país se debiera fomentar una mayor conciencia con el hecho de ser propietarios, que conllevaría una auto percepción de una base económica positiva para el bienestar.

Además, como sabemos todos, otra característica socioeconómica de nuestros pobladores es la naturaleza emprendedora de nuestra gente. En este aspecto, otra vez, estamos muy lejos de lograr una mayor formalidad de los oficios y empresas de nuestros pobres. (Ver en Lampadia: La Realidad del Perú Informal y el retorno a la miopía).

Sin embargo, a pesar de estas importantes características de nuestra población: “Propietarios y Emprendedores”, los gobiernos del país y, especialmente el actual, parecen desconocer esta realidad y están empeñados en, supuestamente, superar la pobreza a través de programas asistencialistas que se multiplican y profundizan todos los días en vez de dirigirse, como lo plantean los autores del libro reseñado, a apoyar las capacidades productivas de los pobres.

Este enfoque de las políticas públicas hace dudar sobre cual es el verdadero propósito del asistencialismo: ¿Es efectivamente un propósito de asistencia o más bien de clientelismo?.

Como hemos manifestado muchas veces, a diferencia del asistencialismo, el apoyo productivo no solo permite la superación sostenible de la pobreza, también genera un sentimiento de dignidad, como lo prueban las 60,000 familias que han podido acceder a programas productivos como los de ‘Sierra Productiva’ que no ha merecido el apoyo de ningún gobierno y, hasta ha sido pasible de oposición y cortapisas desde el MEF hasta el MINDES.

Los peruanos somos propietarios, emprendedores y nuestros pobres claman por acceder a la “modernidad”. Ya es hora de desarrollar un buen diagnóstico de nuestra realidad y de actuar en consecuencia. Lampadia




“Los recursos naturales, la verdadera riqueza del Perú”

“Los recursos naturales, la verdadera riqueza del Perú”

Entrevista a Christopher Martenson. Investigador económico y futurólogo especializado en los ciclos de economía, energía y recursos naturales. PhD en la Universidad de Duke (EEUU).

Por Magda Quispe Ch.

(La República, 28 de Octubre del 2014)

El estadounidense Martenson sostiene que el Perú tendrá muy buen futuro si sabe administrar sus recursos naturales. El economista participa hoy en el Seminario Internacional “Nuevos escenarios globales que definirían el Perú en los próximos 20 años”, organizado por la Universidad San Martín de Porres y Business Insiders.

¿Cómo observa la economía del Perú comparada con las de otros países?

Perú en este momento cuenta con muchas ventajas, como una deuda muy baja, tiene buenos suministros energéticos, recursos naturales excelentes y no tiene una crisis de agua como en el caso chileno, pero aún están muy expuestos porque un quinto de los ingresos de Perú están basados en las exportaciones a pesar de que en el último trimestre dichos envíos han bajado. Ello podría traer la posibilidad de una recesión si es que llega a explotar una ‘burbuja inmobiliaria’ en China, lo que generaría una crisis global, ya que los países tendrían la necesidad de comprar acero, cemento y cobre.

¿Cómo debe el Perú aprovechar sus recursos naturales, cuál es su recomendación?

Los países que cuentan con recursos, como es el caso del Perú, si juegan bien sus cartas, el futuro les pertenece porque en todo el mundo se están acabando los recursos, que son la verdadera riqueza porque el dinero es volátil. El Perú tiene recursos de alta calidad y si se administra bien, el Perú puede tener muy buen futuro.

¿Qué significa administrar bien los recursos naturales en el país?

Por ejemplo, en el año 2005, se descubrió una gran área de gas que se está convirtiendo en gas licuado y están pensando en ampliarlo para lograr un gas aún mas licuado para la exportación. Pero por la física cuando se retira un gas para convertirlo en licuado, requiere mucha energía. Para dicha acción, un 25% de la energía de dicho gas se pierde y más bien dicha energía podría usarse para construir un puente o brindar electricidad. Quizá tiene sentido político o económico convertirlo en gas licuado porque genera ingresos, pero desde el punto de vista energético o de la explotación de recursos no tiene mucho sentido.

¿Y cuál es la situación del país en este punto?

 Conociendo el total de reservas en Perú, se ha calculado que tienen 38 años más de explotación de gas, a menos que se incremente el consumo a un 7% al año; entonces solo le quedaría al Perú unos 19 años de reservas de gas y ahí dependerá de cómo se va a consumir dicho recurso para determinar cuántos años de reserva podemos tener. Ante esta situación, debe haber un diálogo abierto en el país para determinar si dicho gas debería convertirse en gas licuado o no, y llegar a un consenso en beneficio del país.

¿Qué otros sectores económicos son potenciales en el Perú?

La pregunta más importante que se dará en el mundo es ¿de dónde vendrán todos los alimentos?, y el trasfondo será de dónde saldrá el agua para cultivar dichos alimentos. Cuando China importa alimentos, lo que está haciendo es importar agua, porque le hace más falta el agua que si viviera una crisis alimentaria. Lo mejor para cualquier país es entender que la materia prima de nuestros recursos naturales son la verdadera riqueza. Por ello, lo recomendable es tomar esos recursos primarios y darles un valor agregado en vez de solo enviar la materia prima al extranjero.

¿Eso quiere decir que el Perú debe cambiar su modelo económico?  

Esa es la idea. El objetivo es tener productos con un valor agregado.

Hablando sobre la economía global ¿qué percepción tiene al respecto?

La economía mundial sorprendentemente está muy debilitada, a pesar de todos los billetes que imprimen los bancos centrales. Tanto Japón como la mayor parte de Europa se encuentran en recesión. Así como China, su mercado inmobiliario se ha detenido un poco y la última vez que ocurrió una baja tan fuerte en todo el mundo fue cuando se registró la crisis del 2008. Creo saber por qué la economía se ha debilitado, y justo mañana (hoy) en mi exposición trataré sobre el uso energético y los efectos en la economía.

¿Existe el riesgo de una nueva ‘burbuja inmobiliaria’ que origine una crisis similar a la del 2008? 

Por todo el mundo se están produciendo esas ‘burbujas inmobiliarias’ por diferentes razones. Hay una enorme que se ha dado en Londres (Inglaterra) porque hay dinero que está llegando de China y Rusia. Pero Canadá y Australia tienen ‘burbujas’ extraordinarias y quizá también el Perú, ya que éstos tres países dependen mucho de sus materias primas y exportaciones. En Estados Unidos por ejemplo, se inició esta ‘burbuja inmobiliaria’ en Silicon Valley, probablemente en Las Vegas y en Arizona, pero aún no se está dando en todos los Estados Unidos.