España implementó tres reformas importantes frente a la crisis, en los ámbitos laboral, del sector público y del sistema financiero, sostiene Martínez, quien advierte una sobrerreacción a Podemos.
Entrevista a Ricardo Martínez Rico, Exviceministro de Economía de España
Por Víctor Huamán Paredes
(Gestión, 07 de Mayo de 2015)
En su paso por Lima, Ricardo Martínez Rico, exviceministro de Economía de España, destaca la recuperación que viene registrando el país ibérico.
¿Cuáles fueron las reformas que le permiten a España estar mejor que Grecia?
España ha reaccionado frente a la crisis europea de modo muy tajante, con una combinación de reformas macroeconómicas y reformas estructurales, para que nuestra economía vuelva a ser una economía competitiva.
España se encontraba en el 2009 con un déficit público por encima de 11% y con un déficit en cuenta corriente mayor a 10%. Llevó a cabo unas políticas económicas para recuperar esos equilibrios fundamentales, y además adoptó políticas de reformas por el lado de la oferta. A mi juicio, tres reformas relevantes. La primera es la reforma del sector público: redujo el déficit fundamentalmente y recondujo las políticas de gasto. La segunda es una reforma laboral intensa, que incluyó una justificación económica para poder hacer ajustes empresariales y mucha más flexibilidad salarial y movilidad en las empresas.
La reforma del sector público, la reforma laboral y una reforma del sistema financiero, como tercer eje, fueron muy relevantes.
¿Cuál fue la más relevante?
Probablemente, la reforma que mejor lanzó la señal a los inversores de que la economía española volvía a estar en situación de ser competitiva fue la reforma laboral de mediados del 2012.
Considero que la que mejor fue capaz de transmitir el compromiso del Gobierno y de toda la economía en su conjunto con las reformas y con la ganancia de competitividad fue la reforma laboral.
Hace unos días, Moody’s advirtió en un informe que el principal riesgo de España es ahora es el riesgo político. ¿Le preocupa Podemos?
Bueno, primero eso es una buena señal, desde el punto de vista que quiere decir que hay un reconocimiento internacional a que la situación económica está mejorando en España. El país va a vivir un año de muchas elecciones. Están surgiendo nuevos grupos políticos y los inversores preguntan por la situación derivada de estos grupos políticos, eso es cierto.
Por encima de un grupo y otros, lo relevante es que tengamos un marco institucional estable, donde podamos seguir reformando, un marco dentro de una Unión Europea.
¿Cree que no sea posible que Podemos repita lo que pasa en Grecia?
Creo que existe una sobrerreacción sobre lo que puede significar Podemos.
Evidentemente, Podemos ha emergido en el panorama político español. Eso es correcto, pero ha aparecido en un momento de hacer crítica.
Ha de pasar también a tener propuestas y eso no se ha producido todavía.
Perú no está siendo firme para generar confianza
¿Qué reforma puede ayudar a que la economía pueda cobrar impulso?
La demanda interna y consumo en el Perú necesitan un marco propicio, un marco institucional favorable en el que haya iniciativas empresariales favorables. He notado dos elementos fundamentales que creo que además han sido la clave del crecimiento y dinamismo del Perú, y tienen que seguir siéndolo. Primero, un marco institucional favorable para el inversor y, segundo, confianza, para invertir y consumir.
¿Y se está fallando en alguno de ellos?
Da la impresión de que no se está siendo suficientemente firme. Y eso podría estar reflejado, en parte, en el menor crecimiento. El entorno internacional influye, pero un país con la capacidad de crecer, con el dinamismo que pueda tener el Perú; si confirma ese marco institucional favorable, si sigue reformando la economía y genera la confianza, puede seguir generando tasas de crecimiento mucho mayores que las de los países con los que comercia.