Patricia Teullet
Perú 21, 16 de junio del 2025
«Es inadmisible que se tilde de criminal a aquel que deja su país para buscar mejores oportunidades».
Está de moda el debate sobre la migración. Junto con el anuncio de aumentar aranceles. Una de las “patadas” que dio, al iniciar su mandato, Trump fue contra los inmigrantes. Parecía que sería solo contra los indocumentados o ilegales, como prefiere llamarlos, pero las pretensiones han ido mucho más allá, mencionando medidas que incluso negarían el derecho de nacionalidad por nacimiento.
Es cierto que entre los migrantes hay criminales, pero estos existen igualmente entre toda la población nativa (y usualmente en el mismo o mayor porcentaje). Es inadmisible que se tilde de criminal a aquel que deja su país para buscar mejores oportunidades. De hecho, Estados Unidos es un país formado sobre la base de migraciones. Hoy se ha llegado al extremo de hacer redadas en escuelas, supermercados y centros de trabajo.
Aranceles y deportaciones golpean doble: quienes pierden su trabajo por ser deportados dejarán de enviar remesas a sus países de origen. El segundo golpe se dará si, a causa de los incrementos arancelarios, Trump tiene éxito en que las industrias abandonen sus emplazamientos actuales para trasladarse a EE.UU., tampoco encontrarán trabajo en sus países. Felizmente, esta posibilidad parece muy remota.
En el tema de migraciones relativamente recientes, Europa tampoco tiene un problema menor: personas huyendo de la violencia en sus países buscan asilo. Algunos lo logran, pero ya hace tiempo existen políticas restrictivas, y no se puede negar que el efecto de la negativa de los inmigrantes de adoptar las costumbres de los países que los reciben llega a afectar la convivencia pacífica.
El Perú tiene su propia historia de inmigración: desde conquistadores, hasta comerciantes, industriales y esclavos. Recientemente, por supuesto, lo que más preocupa es la llegada masiva de venezolanos. Entre ellos hay delincuentes que son los que llenan los noticieros, pero hay muchas más personas trabajadoras huyendo de una dictadura violenta y dispuestas a trabajar duramente. Mirémoslos con cuidado y simpatía. Con el panorama electoral que se nos presenta podríamos ser nosotros, los peruanos, quienes en algunos años estemos buscando un lugar dónde migrar. Hay más de 3.5 millones de peruanos viviendo fuera e ingresan más de US$5,000 millones anuales de remesas desde el exterior, principalmente desde EE.UU. Y eso que hace ya más de 20 años (y salvo algunos baches) hemos estado en democracia y crecimiento económico.
Con las medidas que toma y su petardeo del sistema económico y la defensa de la ilegalidad, Ejecutivo y Congreso nos dan una muestra de lo que podría pasar si elegimos perfiles parecidos para el próximo gobierno. Será imposible investigar a todos los candidatos al Parlamento antes de elegir. Tendremos que guiarnos por lo que representa el candidato a la presidencia por el cual decidamos votar. Escuchemos y miremos lo que han hecho hasta ahora; luego miremos a Cuba y Venezuela, y decidamos.