Gestión, 16 de octubre del 2025
Ricardo Guerra Vásquez
Durante el evento “Perspectivas 2026: Más allá de la turbulencia electoral”, organizado por Gestión, el exministro de Economía anotó la pérdida de confianza en el país por la alta incertidumbre que sigue generando salida de capitales. Agregó que es un reto urgente elevar el nivel de eficiencia operativa del Estado.
La contienda en el país para las elecciones generales del próximo año empieza a «calentar motores» con el vencimiento, al inicio de esta semana, del plazo para que altos funcionarios renuncien a sus cargos en caso de tener intenciones de postularse.
Esto ocurrió casi en paralelo a un escalamiento de la incertidumbre política, esta vez explicado en un nuevo episodio de vacancia presidencial: el Perú tuvo siete presidentes en los últimos ocho años, considerando a José Jerí.
En la actualidad, son alrededor de 40 partidos políticos que cuentan con inscripción vigente para presentar candidatos. Este escenario de atomización afecta el ánimo de la inversión privada que, de hecho, no ha logrado recuperarse en su totalidad desde la pérdida de confianza por el proceso electoral del 2021, que determinó que Pedro Castillo asuma, apuntó Luis Carranza, director de Alpha Asesoría Estratégica y del Instituto del Instituto de Gobierno de la USMP.
«El reflejo de esta pérdida de confianza [por la alta incertidumbre], en el 2021, fue la salida de capitales de corto plazo. No solo no han regresado, sino que siguen saliendo, un poco, no al nivel que vimos antes, pero siguen saliendo. Es el reflejo de la falta de confianza en invertir en nuestro país y tiene un impacto importante sobre la evolución de la inversión privada», comentó Carranza, durante el evento “Perspectivas 2026: Más allá de la turbulencia electoral”, realizado por Gestión, la mañana de ayer.
Ejes del panorama
Durante su exposición, el también exministro de Economía observó que el panorama electoral en el corto plazo tendrá, al menos, tres implicancias relevantes, en algunos casos significando fuertes riesgos.
En primer lugar, analizó que la baja representatividad política, sumado a la atomización de partidos y el adelanto per se de la incertidumbre, podría abrir las puertas para el surgimiento de figuras radicales.
“[Esta coyuntura] puede servir de posicionamiento político a líderes radicales que todavía no aparecían en el escenario. Y eso puede complicar no sólo el hecho de tener intermitentemente problemas de marchas y paros, sino puede complicar algunos proyectos [de inversión] importantes”, indicó.
En segundo lugar, Carranza apuntó a la conformación de un nuevo Gabinete Ministerial, que juramentó en el transcurso del quinto día del Gobierno de José Jerí.
“Esto implica que tenemos gente nueva [los ministros], la mayoría, que se está sentando en estas sillas y que van a revisar los proyectos. Así, podemos tener retrasos en varios proyectos de inversión pública”, mencionó.
Un tercer aspecto señalado es que, dentro de poco, se conocerá qué congresistas decidirán irse por la reelección y quiénes otros no, lo que terminaría incidiendo en decisiones con alcance en el gasto público, puntualmente, en la definición del presupuesto público del próximo año.
“El tercer elemento ya se tenía registrado y es que, dentro de muy poco, vamos a saber qué congresistas van a la reelección y quiénes no. Eso puede generar cierta disrupción en un Congreso que estaba más o menos organizado. Tendría impacto, especialmente, en la discusión del presupuesto público del 2026, sobre el gasto público, que necesitamos controlar”, comentó.
Principal reto
Uno de los retos más urgentes para el próximo Gobierno, indicó Carranza, es elevar el nivel de eficiencia operativa del Estado. Al respecto, citó que el más reciente Business Ready, un informe del Banco Mundial que evalúa el clima empresarial y de inversión en 50 economías a nivel mundial, ubica al Perú en los últimos lugares relacionados a este indicador.
Considerando métricas como las condiciones para contratar personal, pagar impuestos, exportar, importar, obtener créditos, entre otros; Carranza explicó que, al de eficiencia operativa, se suman pilares como marco regulatorio y sector público.
«En el pilar de eficiencia operativa, de los 10 tópicos, en seis de ellos estamos en el último quintil. La eficiencia operativa de la Sunat está en el puesto 48 en el mundo. Solo le ganamos a Marruecos y a República Centroafricana. Ghana está mejor que nosotros», advirtió.
«Si nos preguntamos cuál debería ser la esencia de un plan de gobierno, aquí [en el informe del Banco Mundial] está la mitad [de los pendientes]. La otra mitad está relacionada con los sectores de educación, salud e infraestructura», complementó.
Carranza también cuestionó el deterioro significativo las condiciones del Perú para atraer inversión y la brecha respecto a otros países.
«Si [el resultado de estas] 50 economías las metemos en el ranking Doing Business y nos comparamos a lo largo del tiempo, veremos un deterioro. En el 2011, estábamos en el puesto 9, ahora en el puesto 23. Colombia, en el 2011, estaba en el puesto 12, hoy sigue en ese puesto. Se ha dado un deterioro enorme y esto debe ser la base de una reforma importante de nuestro Estado», subrayó.
El temor
El crecimiento, en los últimos años, del gasto corriente, con un componente fuerte de pago de remuneraciones, es un «gran temor», anotó Carranza. Esto, pese a que se tiene un panorama fiscal positivo ante el pago de impuestos del sector minero.
«El gasto fiscal ha bajado ligeramente en el lado de la inversión, no en el gasto corriente. El gran temor es el gasto corriente. Con un bajo crecimiento económico, esto [el nivel de déficit] implica un aumento constante de la deuda (…) ¿Nos van a quitar el grado de inversión por esto? No. Si hacemos las cosas mal durante 10 años, sí», alertó.
EN CORTO
Impacto. Luis Carranza señaló que el impacto de la reciente turbulencia política, por la vacancia presidencial de Dina Boluarte, sobre la inversión privada y pública sería compensada por el consumo privado, impulsado por la disposición de liquidez ante el nuevo retiro de fondos de las AFP. «Eso nos permite estar en una proyección de crecimiento de 3%», apuntó.