Entrevista a José Salardi
Perú21, 15 de junio del 2025
Valerie Vásquez
Es la primera entrevista que da tras su salida. Y no descarta volver al Gobierno de Boluarte, porque asegura que siempre está dispuesto a servir al Perú.
Esquiva las preguntas que puedan confrontarlo al Gobierno actual, el que por sorpresa lo sacó del cargo hace un mes. Quizás heredó las artes de su abuelo, el reconocido árbitro de box José «Pepe Salardi.
¿Qué sucedió el 13 de mayo cuando primero cambiaron 3 carteras, la suya entre ellas, y horas más tarde al premier Adrianzén y con ello al gabinete?
Parte de la política nacional. Creo que es la coyuntura que nos toca vivir. Y yo estoy muy agradecido por haber tenido la oportunidad de haber sido invitado por la presidenta para servir al país. Creo que tuvimos un excelente equipo que me acompañó los 100 días de mi gestión. Muy intensos, que parecieron 5 años, trabajando en la que creemos es la ruta que se debería seguir en temas económicos. Conté con mucho apoyo en todo momento. Desde el inicio se sumaron los diferentes gremios empresariales de todo segmento. Yo, particularmente, considero que debe haber un trabajo conjunto permanente entre el sector privado y el público. Y se hizo, por ello, un trabajo intersectorial muy interesante también con los gobiernos regionales, con los municipios provinciales, distritales y también con el Congreso, que hemos dejado en las líneas de acción que se deberían seguir.
¿Pero sabía usted del cambio en el MEF? ¿Le avisaron el mismo 13 de mayo?
Sí, ese día se convoca a Palacio a los ministros y supimos que se harían ajustes que se creyeron necesarios desde la alta dirección del Gobierno.
¿Sintió que esa forma, sin aviso previo, incluía un agradecimiento por su trabajo?
No, pero uno se va con la frente en alto y con la tranquilidad de haber hecho todo lo mejor posible en el tiempo que me tocó estar allí. Así son los puestos de confianza. Pueden durar un día o hasta que a uno lo sostengan en el cargo.
Debe ser muy difícil trabajar con una proyección que uno ve a futuro, y de repente dura 100 días.
Yo aprendí con un exministro con el que me tocó trabajar. Él, cada vez que llegaba a un cargo, llegaba solamente con cepillo y pasta de dientes. Y por ahí unos libros que llegaban de regalo. No llevaba nada más a su despacho, porque sabes que en cualquier momento… Es así.
¿Nos podrían bajar el grado de inversión? ¿Podríamos tener esa reputación a nivel internacional de que no vamos a pagar la deuda?
No, yo creo que el tema de la deuda está totalmente coberturado. Nuestro ratio de deuda sobre PBI es un poco por encima del 30%. Perú está en un nivel adecuado, pero sí es preocupante que la tendencia vaya siendo creciente en el tiempo y que los reclamos de la población sigan vigentes. Hay que tener una mejor calidad del gasto. En los últimos 15 años hemos invertido decenas de miles de millones de soles en proyectos, pero la aguja se mueve poquito. Hay algo que no está funcionando. Por eso era la apuesta nuestra por mecanismos que realmente permiten tangibilizar que vas avanzando con el cierre de brechas.
¿Cree que las líneas de acción que ha marcado con su equipo continuarán en el MEF con Raúl Pérez Reyes a la cabeza?
Bueno, yo espero que se siga la línea de acción. Y, aunque he estado un poco desconectado, he visto que ya siguió con algunas reuniones con los gremios empresariales; que anunció el shock de desregulación, que creo que es urgente para el país. Parece que lo va a continuar. Incluso ha manifestado que va a seguir en la línea de las 500 medidas que habíamos lanzado para trabajar con el sector privado y en las reformas de APP que con los matices también va a continuar.
Pero hay un par de puntos, como la reformulación del IGV y la ley Chlimper 2.0, que están causando preocupación.
Hay que hacer historia económica. A fines de los 80 tuvimos una economía quebrada y nos costó mucho salir de ese momento. Fuimos recuperando el reconocimiento internacional y la confianza, que es un factor fundamental. Y en esa disciplina monetaria y fiscal que mantuvimos logramos tener un grado de inversión que hemos conservado 17 años como un tesoro. Y que tenemos que seguir cuidando. Por diversos factores, en los últimos años, sin embargo, se fue complicando el déficit fiscal, que es uno de los fundamentos que tenemos. Y ese ratio puntualmente, el del déficit-PBI, lo fuimos incumpliendo. Yo recibí del año pasado un déficit de 3.6% y la meta de este año en 2.2
Que aumentó a 2.8.
Sí, era una tarea dura. Pero implementamos una serie de medidas y teníamos la proyección de alcanzar ese 2.2, inclusive aproximarnos a 2%.
¿Cómo termina usted aceptando trabajar con Dina Boluarte, con la reputación que ya tiene, con la baja popularidad y con las dificultades para elegir buenos cuadros en diferentes sectores?
No tengo afiliación política alguna. Soy técnico independiente y estoy en el Estado desde hace 18 años. He pasado por varios gobiernos y cargos. El cargo que me toca es una posibilidad de servir a mi país aplicando todos los conocimientos que tengo. Busco rodearme de un mejor equipo.
“HAY MUCHA GRASA POR CORTAR»
¿Se va a continuar con los temas que dejó a los niveles que se necesitaba?
Espero que sí.
Pero ese ‘espero’… Expertos se han mostrado muy contrariados a partir de su salida. Luego, ha pasado la reforma del IGV, que ven como el peligro más grande. Representaría S/10,000 millones en déficit fiscal. Y Raúl Pérez Reyes no ha dicho que no. ¿Usted hubiera dicho que no?
Por supuesto, sí, claro que sí. En esa línea del Foncomun tuvimos varias discusiones con el Congreso. Yo planteé una gestión de mucho diálogo con el Congreso y sus equipos. Era fundamental. Porque hay medidas que pueden parecer muy interesantes en el corto plazo, pero no en una mirada de mediano y largo plazo.
El tema puede verse todavía en el Ejecutivo, pero Raúl Pérez Reyes, me parece, no lo va a observar. Allí sí hay una gran diferencia entre usted y él.
Cada uno tiene un estilo de gestión…
Pero, si va a lanzar S/10,000 millones en déficit fiscal, no sé si es un estilo o un balazo a los pies.
Bueno, particularmente nosotros estuvimos discutiendo mucho la medida. Y si se insistía y no había consenso, lo que correspondía de nuestra parte, si me hubiera tocado el momento, era observar la medida. Hay que hacer evaluaciones. No se puede dar un cheque en blanco. Falta fortalecer capacidades a nivel municipal. Hay muchos recursos que no se logran ejecutar. Y también hay que mirar la calidad de lo que se está ejecutando.
Porque ese aumento en el Foncomun era mayoritariamente a gasto corriente. Más planilla.
Ese es otro punto que también hay que mirar bien. Hay también sectores que tienen las remuneraciones congeladas hace mucho tiempo. Hay que ver caso por caso. Si sumas planilla improductiva, evidentemente no. Hay mucha grasa por cortar.