Por: Jose Martínez, Vicepresidente Ejecutivo de Inversiones en Rimac Seguros
Gestión, 17 de julio de 2020
En los últimos cuatro meses, el epicentro de la pandemia covoid-19 se ha movido desde Asia, donde brotó en diciembre, hacia los Estado Unidos en marzo, y, recientemente, hacia América Latina. A pesar de que los últimos en experimentar la pandemia pudieron prepararse para enfrentarla con mayor anticipación, sus efectos se han hecho cada vez más severos, y el daño causado sobre el desempeño de las economías se ha hecho más agudo.
En Asia del Este y Oceanía, durante los dos meses que le tomó a la pandemia alcanzar su nivel máximo, el número de contagiados fue alrededor de 0.01% de la población y 2.2 personas de cada millón fallecieron víctimas de esta enfermedad.
En Europa, en los casi dos meses que le tomó alcanzar el pico, el porcentaje de contagiados alcanzó el 0.08% de la población y el número de fallecimientos por millón de habitantes fue 58.4. Al poco tiempo, el epicentro de esta pandemia se desplazó a los Estados Unidos, donde cerca de 0.28% de la población se contagió antes de que el covid-19 alcanzara su máxima velocidad en abril y 160.7 de cada millón fallecieron en la primera ola de contagios.
El epicentro del covid-19 se sitúa ahora en América Latina, en donde se encuentra aún en proceso de expansión. Sin haber alcanzado su punto máximo, 0.50% de la población ha tenido covid-19 y 225.1 de cada millón han fallecido como resultado.
De acuerdo con el Banco Mundial, el impacto de este proceso y de las medidas diseñadas para contenerlo deberían hacer que las economías de Asia del Este y Oceanía crezcan apenas 0.5% en conjunto durante el 2020, que la economía europea caiga 9.1%, que la de los Estados Unidos se contraiga en 6.1% y que América Latina retroceda en 7.2%.
La causa de esta diversidad de resultados es difícil de establecer. Fuera de que la anticipación no ha servido para mejorar la capacidad de reactivación en algunos países, las variables usuales no explican estas diferencias. Varios de los países más afectados figuran entre los más ricos del mundo. Entre los países con mejores resultados figuran varias democracias parlamentarias y también estados gobernados por un partido único. Entre los países más afectados figuran naciones con altos niveles de informalidad y otras que registran niveles muy bajos. Finalmente, entre los más afectados también figuran países que adoptaron medidas de aislamiento muy severa, países que no las llevaron a cabo y alguno que enfrentó inicialmente esta pandemia sin cuarentenas y después las adoptó al percibir resultados adversos.
Quién sabe, los países de Asia y Oceanía hayan enfrentado esta catástrofe de mejor manera debido a la experiencia de adquirieron en el 2002 cuando sufrieron el embate del SARS, una infección muy parecida, y que contuvieron antes de que se extienda al resto del mundo.
En la medida en la que la mayoría de los países de Europa, Oceanía y Asia del Este -que concentran el 40% de la población mundial-parecen haber superado el punto máximo de contagio, la economía global parece haber iniciado un proceso de reactivación. Los indicadores líderes correspondientes a los sectores manifactura y servicios muestran mejoras tanto a nivel global como por regiones. Así el PMI Global compuesto pasó de 36.3 en mayo a 47.7 en junio.
Se espera que las tasas trimestrales de contradicción económica sean cada vez menores en adelante. Sin embargo, no deberíamos ver tasas de crecimiento positivas antes de junio del 2021. Además, debería tomar, por lo menos, hasta el año 2022 para que el mundo regrese a los niveles de ingreso previos a esta pandemia. Así, el Banco Mundial proyecta un crecimiento global de 4.2% para el 2021 aunque hay riesgos a la baja asociados a que nuevos brotes podrían obligar a detener el funcionamiento de la economía para contenerlos ya que se difundan o no medios efectivos para combatir la pandemia (tratamiento o una vacuna) durante el próximo año.