José Carlos Saavedra
El Comercio, 11 de mayo del 2025
“Este escenario refuerza la urgencia de avanzar hacia un marco legal que promueva el empleo formal y la inversión privada, así como hacia un sistema de protección social eficaz que amortigüe los vaivenes del ciclo económico sobre los más vulnerables”, escribe el socio de Apoyo Consultoría
La economía peruana muestra señales claras de recuperación. El sondeo SAE de abril, aplicado a más de 300 empresas clientes de Apoyo Consultoría, ubicó la confianza para invertir cerca de su nivel más alto desde 2019. En línea con ello, estimamos que la inversión privada habría crecido más de 8% en el primer trimestre, lo que viene dinamizando el empleo formal. Las contrataciones de las 5000 empresas más grandes del país –las que generan el empleo de mayor calidad– comenzaron a recuperarse a fines del año pasado y en marzo alcanzaron un crecimiento de 6%, el más alto en los últimos dos años.
En este contexto, vemos una mejora de la situación de las familias en todos los segmentos. Los hogares de mayores ingresos –que se vieron menos afectados por el aumento de los precios, las restricciones al crédito y la caída del empleo en los últimos años–han sido los más beneficiados por la liberación de ahorros privados (AFP y CTS) y el fuerte pago de utilidades a trabajadores formales en marzo. Por su parte, la recuperación del sector agroexportador y el rebote del turismo están dinamizando las contrataciones de trabajadores poco calificados, vinculados a segmentos de bajos ingresos. Esta es una excelente noticia para un segmento que venía muy golpeado y que se ve reflejada en la disminución de la tasa de pobreza el año pasado, tendencia que esperamos que se consolide este año.
Sin embargo, la mejora generalizada en los ingresos de los hogares todavía no se refleja con la misma fuerza en la dinámica del consumo. Esta diferencia tiene tres explicaciones. Primero, la creciente inseguridad ciudadana está cambiando los hábitos de los consumidores. Según una encuesta encargada por Apoyo a Ipsos en marzo, el 93 % de la población ha modificado sus hábitos de consumo para evitar riesgos: el 42 % evita salir de noche y el 30% sale con menor frecuencia. Segundo, los consumidores de segmentos socioeconómicos (SSE)AB están aprovechando los ingresos extraordinarios para recomponer balances. Nuestra encuesta a hogares a fines del 2024 muestra que más del 60% de familias en este segmento planeaba usar ingresos adicionales para pagar deudas o ahorrar. Tercero, tras años de bajo crecimiento y elevada inflación, los hogares de SSE DE – los más beneficiados por la mejora del mercado laboral en los últimos meses– están destinando el incremento de sus ingresos a pagar deudas y a recuperar sus niveles usuales de gasto en los rubros más esenciales. Como resultado, la mora del crédito MYPE viene disminuyendo y las ventas de consumo masivo y la autoconstrucción han vuelto a crecer, luego de caer durante buena parte del año pasado.
Así, la recuperación cíclica de la economía impactando positivamente los ingresos de la población, pero el impulso al consumo aún es algo limitado y desigual entre segmentos.
Hacia delante, existe el riesgo de que el ciclo de recuperación que estamos viviendo se trunque, interrumpido por la incertidumbre internacional y política local. El nuevo gobierno de Trump en Estados Unidos se ha caracterizado por decisiones de política económica erráticas e impredecibles que podrían afectar el crecimiento de la economía global, motor fundamental para nuestra economía. Por su parte, históricamente, las expectativas empresariales se deterioran al cierre del año previo a las elecciones y el crecimiento del empleo se ve afectado durante la primera mitad del año electoral. Frente a estos riesgos, el ciclo de recuperación de las economías familiares podría resultar demasiado corto para generar mejoras significativas y generalizadas. Este escenario refuerza la urgencia de avanzar hacia un marco legal que promueva el empleo formal y la inversión privada, así como hacia un sistema de protección social eficaz que amortigüe los vaivenes del ciclo económico sobre los más vulnerables.