Jimena Sologuren
El Comercio, 16 de octubre del 2025
“Hoy más que nunca requerimos ciudadanos responsables, con derechos, pero sobre todo con obligaciones, que ayuden a construir confianza e instituciones sólidas con la convicción de que el país está por encima de intereses personales o políticos”, precisa Jimena Sologuren, presidente de PERUMIN 37.
Estos últimos años los peruanos hemos vivido una montaña rusa de inestabilidad. La inseguridad y las economías ilegales están sangrando nuestro país; la corrupción y la mediocridad han calado profundamente nuestras instituciones. Estamos enojados, frustrados y hasta asqueados;todos los peruanos tenemos el derecho a estarlo, pero no podemos dejar que esto nuble nuestro futuro. Respiremos profundo y pensemos en el largo plazo para tomar decisiones correctas que nos saquen de esta ola de violencia y podamos progresar.
Preguntémonos: ¿cómo (re)construir nuestra patria?, ¿qué Perú queremos para nuestros hijos? Estar en medio de un remolino que va desde la desconfianza personal hasta el populismo político no construye nada. Seamos ciudadanos inteligentes, todos, también las autoridades, y pongamos al Perú primero.
Nuestro país está privilegiado con muchas riquezas, y no solo la mineral: tenemos diversidad cultural, natural y humana extraordinaria que podría ser la base de un desarrollo sostenido, pero nada servirá si seguimos en medio de violencia, extorsiones, corrupción y desgobierno. Necesitamos que esta riqueza se convierta en obras concretas: hospitales, colegios, carreteras y servicios públicos que funcionen. Necesitamos autoridades con capacidades, valores y vocación de servicio. Necesitamos restaurar el equilibrio de poderes y el principio de autoridad que hace lo correcto para todos y no para pocos.
El Perú no puede seguir en esta confrontación permanente. La violencia e inestabilidad política nos está costando vidas, empleos, inversiones y esperanza.
El gobierno de transición debe marcar un punto de quiebre: fortalecer y garantizar la seguridad del entorno y reconstruir instituciones democráticas. Se debe garantizar que las próximas elecciones se realicen con total transparencia y responsabilidad. Es nuestra oportunidad de renovar la política con personas honestas y capacitadas. Esta vez, el voto debe ser más informado y consciente; el rumbo del Perú está en manos de todos los peruanos. Escojamos bien a quien le queremos dar la dirección de nuestro país, porque estamos poniendo nuestro futuro en sus manos.
Somos una raza resiliente y trabajadora, pero no podemos vivir de crisis en crisis. Es nuestra oportunidad de levantarnos de una manera distinta: con instituciones que funcionen y con una sociedad civil más vigilante. Poner al Perú primero significa recuperar la fe en lo que somos capaces de construir juntos. Necesitamos recuperar la cultura del diálogo: autoridades, empresarios, trabajadores y sociedad civil en la misma mesa, con transparencia, objetivos comunes y compromiso con el bienestar de todos.
Hoy más que nunca requerimos ciudadanos responsables, con derechos, pero sobre todo con obligaciones, que ayuden a construir confianza e instituciones sólidas con la convicción de que el país está por encima de intereses personales o políticos. Es la única manera de salir de esta crisis y construir un futuro que ponga al Perú primero.