Entrevista a Jean-Paul de la Fuente
Director de New7Wonders
El Comercio, 22 de setiembre del 2025
La advertencia de New 7 Wonders sobre la posible reconsideración del título de Machu Picchu como maravilla del mundo causó estruendo en el Perú. Sin embargo, su director asegura que fue un llamado de atención tras cinco años intentando que las autoridades nacionales hagan caso a sus recomendaciones
Machu Picchu podría dejar de ser considerada una maravilla del mundo moderno debido a la enorme lista de problemas que acumula durante los últimos años. Los peruanos no dejamos de repetir esta noticia durante la última semana, desde las calles hasta los medios de comunicación, luego de que la fundación suiza New 7 Wonders emitiera un comunicado advirtiendo, por primera vez desde la elección de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo Moderno, que el título de la ciudadela inca corría peligro.
Una de las primeras reacciones llegó desde el Ministerio de Cultura, quienes a través de un comunicado parecieron restar importancia a la fundación y prefirieron resaltar la valoración positiva que dio la Unesco sobre los avances en la gestión y conservación de la ciudadela considerada en la Lista del Patrimonio Mundial desde 1983.
“Claro que estoy al tanto de lo que ha generado el comunicado, seguimos de cerca todo lo que pasa en los países donde están las maravillas. Pero no podíamos ignorar más los mensajes que recibíamos sobre el tema”, comenta durante una videollamada con El Comercio Jean-Paul de la Fuente, director de New 7 Wonders.
El empresario británico-español que ha visitado en repetidas ocasiones nuestro país insiste en que el comunicado no debe ser tomado como una amenaza sino como un llamado a la acción.
“Los peruanos deben cuidarse de la maldición inca, no de nosotros. Olvídense de New 7 Wonders, piensen en lo que dirían los Incas si ven cómo han sido tan descuidados con Machu Picchu”, bromea.
— ¿Tuvieron alguna respuesta desde el Estado Peruano hasta hoy [jueves]?
No, desde el sábado 13 no. Pero durante los últimos cinco años, cuando nos contactamos para hablar sobre el Proyecto Perú Estrategia Maravillas, pasamos por un desfile de memorandos. Un ministerio nos mandaba a un departamento, luego nos derivaban a otro, parecía por momentos que había acción pero al final no pasaba nada. Lastimosamente no es un fenómeno puramente peruano, en todo el mundo existe esa enfermedad llamada burocracia que impide tomar decisiones. Lastimosamente es así.

— ¿En qué consiste el Proyecto Perú Estrategia Maravillas?
Parte del concepto que propusimos en diciembre del 2021 fue crear un foro en el Perú al que llevemos representantes de otras maravillas para compartir su experiencia. Porque no hay competencias entre maravillas, pero sí se puede compartir cómo solucionaron el tema del turismo en Chichén Itzá, cómo manejan la cantidad de gente en la Muralla China, cómo se trata el tema ambiental en el río junto al Taj Mahal, qué hacen con los abusivos que venden afuera del Coliseo en Roma, cómo se maneja el tema geopolítico en Petra. Todos estos temas se pueden compartir también para pensar en grande.
— ¿Y las autoridades peruanas sabían sobre esto por 5 años?
Sí, lo sabían desde la Presidencia de entonces, la nueva presidencia, los varios PCM que han tenido, los ministerios, gobiernos regionales y distritales. Todos más o menos escuchan pero ninguno hace nada. Ese es un poco el problema porque se debe buscar una solución general, no se tratan de temitas como el agua o los buses que se arreglan y ya está, yo creo que debe haber una ley que le otorgue un estatus especial a todo lo que tenga que ver con Machu Picchu y, ojalá, con la Amazonía que desde el 2012 es considerada Maravilla Natural del Mundo. Me parece que esa será la solución.
— Según le entiendo una maravilla no es solo el lugar en cuestión sino toda la experiencia completa, ¿es correcto?
Claro. El elemento humano es muy importante porque no olvidemos que son maravillas votadas. Ese enlace emocional que llevó a la gente a votar por Machu Picchu, esa conexión es esencial en el concepto de maravilla, sino no es nada. Eso no tiene nada que ver con continuar siendo parte de la lista de Unesco, porque he visto alguna respuesta por parte del gobierno diciendo que seguirán en la lista. Son dos cosas distintas. Hay gente muy buena trabajando en los ministerios, pero hay otra que dice cosas sin pensar. Machu Picchu estaba en la lista de Unesco desde mucho antes de ser elegida maravilla, no tiene nada que ver. Somos entes separados, como la FIFA y la Unesco.
— Acá revisamos la nota de Unesco que citó el Ministerio de Cultura cuando emitió esa respuesta y en ella la propia agencia advierte sobre los mismos puntos que ustedes.
Yo soy hijo de empleados de las Naciones Unidas, apoyo mucho su trabajo. Unesco, además, es una organización creada en la posguerra europea, su labor es muy importante porque no solo clasifican miles de lugares sino que también hacen un poco el trabajo de policía cultural, advierten y pese a no tener muchos recursos hacen lo que pueden. Si han notado los mismos problemas es porque nosotros escuchamos la voz de todos. En su momento escuchamos el deseo del mundo cuando votaron por Machu Picchu, ahora debemos escuchar las mismas voces cuando se quejan y se preguntan cómo puede ser que continúe siendo una maravilla. Ninguna maravilla es perfecta en cuanto a la experiencia, todas tienen desafíos y problemas, pero no a este nivel, con esta intensidad y esta falta de querer escuchar soluciones o salidas al problema.
— Sobre todo porque desde su misma geografía Machu Picchu ya enfrenta desafíos bastante particulares, ¿no es así?
Así es, la entrada es un embudo, lo que hace que muy poca gente pueda crear un problema para millones. Porque esto debe quedar muy claro, el problema de Machu Picchu es un problema para millones de peruanos, tiene un impacto sobre la imagen de la nación. Los países empiezan a poner alertas para sus ciudadanos que quieran viajar al Perú, los inversionistas no van a sentir seguridad para llegar al país, por eso se debe buscar una solución en la que todos ganen algo, crear valor para todos.
— ¿Qué es el ‘efecto maravilla’? ¿Cómo han cambiado las cosas en los países que tienen una?
La verdad es así como lo llaman, no es un término que inventamos nosotros. Cuando empecé este viaje con Bernard Weber teníamos una idea muy poderosa y muy simple: invitar a que el mundo elija las Nuevas 7 Maravillas. Después nos dimos cuenta que se creó un fenómeno increíble, más de 100 millones de votos, algo histórico. Este efecto maravilla es un impacto increíble, se ve el antes y el después. Se han realizado estudios en el Perú y en otros países sobre el impacto socioeconómico que se mide en miles de millones de dólares. Desde la creación de empleo hasta el impacto en la educación, creación de nueva infraestructura, formación de gente, la marca del país. Todo ha sido un impacto de nuestra campaña. Para el Perú se dice que genera entre 3 y 4 miles de millones de dólares extra por año. Si se hacen mejor las cosas eso crecerá, pero si no se hace no se va a crear ese valor. Ahora estamos en un territorio negativo, eso no es aceptable y creo que merece que todos se calmen y trabajen juntos. Si Machu Picchu sigue siendo maravilla o no dejará de ser importante si el mundo decide no ir más. El viaje a Machu Picchu es caro, quien puede costearlo no vuelve a su casa y se queda sin decir nada. Capaz es alguien que tiene una empresa o influencia, va a volver y hará una publicidad negativa en base a su experiencia. Cuando la has pasado bien se lo dices a una persona, pero cuando lo has pasado mal se lo cuentas a diez.
— Después de tanto tiempo alertando e intentando comunicarse sin tener respuestas, ¿cuánta paciencia queda en New 7 Wonders? ¿Cuán cerca está Machu Picchu de perder su título de maravilla realmente?
Nosotros como New7Wonders no entraremos en detalles sobre cómo o cuándo funcionaría un proceso de cambio eventual al reconocimiento a Machu Picchu. Es prematuro, no es nuestra visión, pensamos que todas las partes interesadas pueden considerarlo una llamada de atención para trabajar pero no somos un reality show donde hay dramas y esperaremos a quién elige Simon Cowell. Somos una organización seria, escuchamos la voz del mundo. Lo que me gustaría sería ver en poco tiempo al Ejecutivo y al Legislativo ponerse a ver esto de forma seria. Nosotros tenemos un asesor permanente en Lima y la gente puede contactarse con él para empezar a buscar soluciones. Yo estoy del lado de Machu Picchu, de la herencia inca, de los peruanos y de toda la gente en el mundo que ama a Machu Picchu. En seis meses no quisiera ver más mensajes quejándose de Machu Picchu sino que me digan que se está mejorando. Ojalá.