Iván Figueroa, PhD.
Para Lampadia
Observando las leyes, las normas, las superintendencias, las comisiones, los informes, las cien universidades, las reformas inconclusas, las acreditaciones, los intereses del poder ejecutivo y poder legislativo, las consultorías en los ministerios y etc.; un investigador se plantea una pregunta: ¿Qué tipo de sistema es la universidad privada o pública en el Perú?
Considerando los datos de la historia universal, esta institución nace en la edad media, siglo XII con la Universidad de Bologna, Universidad de Salamanca y otras. A través del tiempo, las universidades – a nivel mundial pero especialmente en América Latina y el Perú- se han convertido en sistemas burocráticos.
Organizados por estamentos, divisiones, facultades, consejos, rectorados, unidades, áreas, direcciones, coordinaciones, secretarias, módulos, etc.
El principal capital humano -los profesores investigadores y los alumnos- se encuentran atrapados en la lógica de la red administrativa burocrática.
Por lo general, la investigación “científica” y los dictados de clases son parte de esta lógica. Obviamente existen investigaciones de alta innovación. Pero éstas son el margen de varianza. En promedio se observa lo contrario.
A nivel de dictado de clases, la cultura administrativa burocrática se observa, se expresa, en el poco entrenamiento que tienen los alumnos en la producción de ideas creativas y la libertad de pensamiento. Es casi normal que los estudiantes demanden protocolos con instrucciones con pasos 1, 2 y 3 para la realización de sus trabajos de curso, sea de pregrado o postgrado. Este hecho indica el déficit de la libertad en la educación.
¿Cómo esta institución universitaria sobrevive en un contexto donde la inteligencia artificial (IA) y la inteligencia artificial generativa (IAG) se desarrollan a una velocidad exponencial y con importante financiamiento? El fenómeno de la IA es muy diferente a otros temas de investigación. Las razones son múltiples. Por ejemplo, es transversal.
Los incentivos de la IA y de la universidad son absolutamente distintos. Por ejemplo, la motivación económica o la ganancia de mercado, el marketing internacional, la remuneración del capital humano y los incentivos de conocimiento ciencia-tecnología en IA son absolutamente dispares y mayores que en las universidades.
Analizando el “sistema de producción” de la IA, se puede concluir (considerando estudios, por ejemplo, de Nick Bostrom, Mustafa Suleyman y Steven Pinker) que hay pocas universidades en el mundo (por ejemplo MIT, Caltech y otras similares en Inglaterra y Alemania) que se dedican a la investigación de la IA en Europa, EEUU y China. Pero, la gran fuerza productiva viene de corporaciones, empresas, laboratorios, centros militares y clusters como Silicon Valley y Beijing.
¿Las universidades peruanas públicas o privadas tienen esta estructura?
Hoy la innovación en el sistema educativo superior se encontraría en los Laboratorios de Tecnología.
Cada vez las universidades van quedándose obsoletas en esta competencia debido a su estructura casi medieval, tardo, expresada en su funcionamiento y en las mallas curriculares que no están focalizadas para generar libertad, libertad de experimentación, aprendizaje exponencial, creatividad y pensamiento crítico para desarrollar y entender la IAG como innovación en la computación y los impactos sociales.
Por esta razón, los alumnos ven el proceso universitario como un “commodity” – obtener el título para cumplir con las necesidades del mercado-. Bill Gates, por el contrario, está más interesado en la investigación científica-tecnológica y la creatividad que las universidades (públicas o privadas). Steve Jobs nunca fue viable como estudiante en el sistema universitario. ¿Cuál es la diferencia entre un ministerio y una universidad cualquiera? Lampadia