Entrevista a Francisco Tudela
Correo, 14 de diciembre del 2025
Stephan Curo
Al comentar la iniciativa de EE.UU. de que el Perú sea un aliado no miembro de la OTAN, el exministro considera que ese país ve en el Perú una pieza clave del Pacífico en medio de su pugna con China.
El exministro de Relaciones Exteriores, Francisco Tudela, dialogó con Correo sobre el panorama internacional, una posible incursión de Estados Unidos (EE.UU.) en suelo venezolano y la iniciativa del presidente de dicho país, Donald Trump, para designar al Perú como país aliado no miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En el marco de esto último, el canciller Hugo de Zela anunció que el secretario de Estado de EE.UU., Marcial Rubio, pisará territorio nacional en febrero o marzo de 2026.
EE.UU. impulsa la designación de Perú como aliado no miembro de la OTAN, ¿cuál es el interés detrás de ello?
En la costa sudamericana, el Perú tiene 3000 km. de costa y veinte puertos. Es el segundo productor mundial de cobre después de Chile y es el primer país pesquero del mundo en términos de riqueza ictiológica. Tiene una cordillera polimetálica formidable y cinco fronteras. Es la llave, desde el Pacífico, al continente sudamericano en general. La gran confrontación geopolítica, geoeconómica y geoestratégica del siglo XXI se da en todo el Pacífico entre China y EE.UU. Esa es la razón de fondo por la cual el Perú empieza a ser enormemente importante para los Estados Unidos.
¿Qué implica la iniciativa de Trump para el Perú?
Ser aliados de EE.UU., aún si no están en una alianza militar, trae enormes beneficios en el campo de la seguridad: tecnología militar, equipos, transferencias de tecnología, etc. (…). Debe quedar claro que este no es un tema únicamente peruano. EE.UU. ha cambiado su estrategia global y ahora se centra en las Américas. Mientras EE.UU. le hace este ofrecimiento al Perú, busca expulsar de Venezuela a los rusos, iraníes y chinos (…). Lo que se quiere es que las Américas tengan gobiernos estables y sociedades prósperas.
¿Se aproxima una próxima incursión de EE.UU. en Venezuela?
Creo que en el corto plazo habrá incursiones como la que hubo contra Irán para neutralizar su programa nuclear. No creo que Venezuela sea invadida como Irak en el año 2003. Creo que esa no es la idea. La idea es ir asfixiando a la dictadura venezolana. Inicialmente, se interceptaron las lanchas rápidas, lo que se denomina “flota oscura”, y se incautó petróleo que fue llevado a Houston. Este venía en un petrolero muy grande de la PDVSA, la compañía petrolera venezolana. Hay seis petroleros más en la lista, es decir, también serán incautados. Todo aquello de lo que Venezuela obtiene divisas, petróleo, droga, o lo que fuese, será bloqueado. Luego, imagino que se atacarán objetivos específicos: neutralizar la capacidad aérea de Venezuela, atacar instalaciones donde estén los jerarcas de la dictadura madurista, etc.
¿Cuándo podría darse una primera intervención militar?
Lo más probable es que se dé ahora (antes de fin de año) o a partir de enero. La estrategia es subversiva, se busca el derrocamiento de Nicolás Maduro. La idea es provocar una insurrección. El hecho de que ya no se pueda viajar en avión y salir de Venezuela es muy angustiante para mucha gente (…). Venezuela se va quedando sin recursos y muy aislada, y eso estimula una mayor oposición interna. Creo que ese es el inicio o el propósito social de esta estrategia
¿Podrían tensarse las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Rusia o China?
Creo que pueden haber protestas verbales de China y Rusia, pero la verdad es que China ha pactado con EE.UU., a inicios de noviembre, una tregua comercial de varios meses. Entonces, los chinos y los americanos están negociando las condiciones de su comercio exterior (…). No creo que China tenga ningún interés en ir más allá de alguna crítica verbal. Luego, Rusia parece haber llegado a un acuerdo de líneas generales, con los americanos, sobre cómo debería ser la solución respecto a la guerra de Ucrania. Para eso fue la reunión de Vladimir Putin y Donald Trump en Anchorage, Alaska, en agosto. Rusia, que quiere terminar la guerra de Ucrania, no tiene interés en exacerbar las relaciones con EE.UU. Entonces, no hará nada por Venezuela. Naturalmente, para cumplir, habrá alguna protesta verbal
De otro lado, ¿qué opinión le merece la reciente presentación del canciller Hugo de Zela ante la OEA por el tema de la revisión de la figura del asilo?
La presentación del canciller ha sido correcta. La Convención de Asilo Diplomático (1954) tiene un defecto: establece qué es el asilo ilegal, pero otorga al país asilante la calificación del asilo. Esto requiere una reforma de la Convención. Es absurdo. El canciller plantea consultas entre los Estados. Es correcto, se tendrían que hacer (…). También es claro que si se llegara a una reforma, esta no es retroactiva. O sea, de todas maneras tendrá que haber una negociación diplomática entre México y el Perú en algún momento (por el caso de Betssy Chávez).
¿El Gobierno tendrá que ceder de forma obligatoria, entonces, y entregar el salvoconducto a la señora Betssy Chávez?
Efectivamente. Es eso es lo que dice la Convención y cualquier modificación ulterior a la Convención no es retroactiva.
Permítame ir al plano político local, ¿cómo evalúa, hasta el momento, la gestión del presidente José Jerí?
Creo que el gobierno del presidente Jerí tiene un espíritu enormemente dinámico y activo, que imprime el propio presidente, pero además tiene ministros experimentados y capaces. Entonces, eso hace que tenga mucho más peso interno e internacional. Hay un acercamiento a los EE.UU. Que Marco Rubio, el secretario de Estado de dicho país, llamara los primeros días después de que el señor José Jerí asumiera su gestión, para conversar con él, es enormemente importante. Tal vez lo que menos se percibe, pero es lo más importante, es el viraje del Perú de una especie de indefinición, respecto a lo que está ocurriendo en el mundo, a un alineamiento mucho más claro con EE.UU. y Occidente.
¿Y el Gobierno de la expresidenta Dina Boluarte?
No tomó decisiones. Era un gobierno indeciso (…) Bueno, en el siglo XXI, hemos estado, la mayor parte del tiempo, mal gobernados.
¿Recibió invitaciones para postular en las Elecciones Generales 2026?
Sí, he recibido alguna invitación, pero hace 25 años me retiré de la política (…). Fue una decisión personal. Después de una década de intensa vida política, llegué a la conclusión de que había cumplido con mi deber y había que dar paso a nuevas personas.






