Aldo Mariátegui
Perú21, 6 de junio del 2025
“Hoy los venezolanos no solo se han vuelto unos parias errantes, sino que Trump acaba de ponerles en la lista de países con visas restringidas…”.
Son muy tristes las tragedias cubanas y venezolanas, ambas por la izquierda. ¡Ni la peor dictadura de derecha hundió países así! Odría es un estadista al lado de los Castro y Chávez/Maduro. De Cuba ya se ha escrito mucho: era el segundo país en nivel de vida en Latam hasta el castrismo y hogaño probablemente sería una Ibiza de próspera. Nunca entenderé a esas estúpidas generaciones que me antecedieron, esas que por tantos años estuvieron tercamente enamoradas de ese infierno comunista. El supuesto genio de Sartre y otros intelectuales fueron unos necios astronómicos; ni siquiera quisieron entender el revelador libro Persona Non Grata del chileno Jorge Edwards, al que tanto vilipendiaron entonces.
El pasaporte venezolano era hasta los 90 el más cotizado en Latam. Les abría puertas a todo el mundo, pues provenían de un país democrático por décadas y muy rico por su petróleo. ¡Hace años me sorprendí mucho cuando leyendo una vieja novela de James Bond encontré que el archivillano de turno exigía una parte del rescate en bolívares venezolanos, al lado de dólares americanos y francos suizos! Hoy los venezolanos no solo se han vuelto unos parias errantes, sino que Trump acaba de ponerles en la lista de países con visas restringidas, junto a “países” como Burundi, Togo y Sierra Leona. Solo ese desafortunado pedazo de África colado en las Américas que es Haití está más abajo en esa lista, con una prohibición total de visados. El himno comunista La Internacional debería comenzar ahora así: Arriba venezolanos (en lugar de “parias”) de la Tierra/En pie famélica legión… Y miren también a la desventurada Nicaragua, hoy aplastada y empobrecida por una bruja confesa y su senil marido. ¡Para lo que resultó el sandinismo se hubiera quedado el delincuente de Somoza!
PD: Ayer se cumplieron 23 años del vil atentado senderista contra Frecuencia Latina. La lección fue su inmediata reconstrucción. No olvidar, aunque esta Latina no se acerque para nada a la de Baruch Ivcher.