Aldo Mariátegui
Perú21, 21 de octubre del 2025
“Por fin la cara de la justicia se asomó en Perú y el TC le dio una lección al desastre de Ministerio Público que padecemos, dando fin (…) a esa estúpida y despiadada persecución”.
Por fin la cara de la justicia se asomó en Perú y el TC le dio una lección al desastre de Ministerio Público que padecemos (y también al Poder Judicial, que por cobarde o ideologizado no enmendó esto cuando pudo), dando fin con esa resolución reciente sobre el caso Cocteles a esa estúpida y despiadada persecución contra tanta gente con la absurda acusación de que los aportes informales para las campañas políticas constituían lavado de activos, un delito muy feo, que el imaginario popular asocia con los peores crímenes, como narcotráfico. ¿Y ahora quién resarce a los afectados, a los que sufrieron todo este calvario con años de prisiones, gastos inmensos en abogados, angustias perennes aguantadas a punta de calmantes, noches en vela, problemas con los bancos, portadas y notas periodísticas infamantes, reputaciones en duda, tiempo perdido en litigar, imposibilidad de viajar, insultos y befas, objeciones en visados, etc.? ¿Quién le devuelve a Keiko y a otros más el tiempo sufrido injustamente en prisión? Me imagino que ya vendrán pronto las justas demandas múltiples, tanto civiles como penales, contra los fiscales Vela y Pérez (dos que deberían renunciar si conocen la palabra “vergüenza”) y los jueces “caneros” Carhuancho y Zúñiga, así como los que fueron titiriteros del Ministerio Público.
Otro sector que también debería pedir disculpas es el periodístico, donde muchos endiosaron histéricamente a estos fiscales, apoyaron una acusación que sabían falaz y colaboraron así con esta maldad. Desde el director Jaime Asián poniendo socarrón en la portada de “Ojo” que Keiko se bañaría ahora con jarrita en prisión (29-01-20) hasta otros medios más serios (olvídense de que la familia Mohme se disculpará).
Finalmente, resaltar la maldad de la integrante del TC Luz Pacheco al pretender seguir apañando esta injusticia. De su colega Monteagudo me espero cualquier cosa porque ese no es un juez sino un activista caviar más. Pero esta Pacheco resultó tan malvada como su antecesora Marianella Ledezma. ¡Arcadas!