Aldo Mariátegui
Perú21, 15 de agosto del 2025
“La caviarada mundial ha perdido mucho peso, como también la Corte IDH. Sus activistas prefieren concentrar en temas puntuales, como Gaza o el cambio climático”.
A pesar de las notas exageradas en algunos medios extranjeros (comprensible, la mayor parte de sus corresponsales en Perú son zurdos), no creo que afuera haya muchos problemas con la aprobación reciente de la Ley de Amnistía. Los vientos han cambiado muchísimo con Trump en la Casa Blanca y también en la Unión Europea misma, pues Meloni y los países del Este le han bajado bastante el aire al progresismo y esos temas le atraen poco a gobiernos derechistas como el alemán de Merz, mientras que el francés Macron tiene demasiados problemas con sus recortes presupuestarios. Además, los grupos de derecha dura hoy son muy fuertes en el parlamento europeo. La caviarada mundial ha perdido mucho peso, como también la Corte IDH. Sus activistas prefieren concentrar en temas puntuales, como Gaza o el cambio climático. Los problemas por una amnistía en un país periférico como el Perú, con un mundo tan turbulento (hasta viviéndose una guerra en Europa oriental) no le interesan a nadie, más aún por hechos ocurridos tantas décadas atrás. Podrían fastidiar algo el gobierno social-comunista español de Pedro Sánchez o el laborismo inglés, pero las ONG en estos días ya no reciben ni la atención ni la lluvia de millones de antes.
Los estadounidenses no suelen ser muy duros procesando a sus militares. La única vez que lo hicieron muy abiertamente fue por la masacre de campesinos vietnamitas en My Lai (1968) y solo el teniente William Calley fue condenado a cadena perpetua, para solo finalmente servir tres años de detención domiciliaria. Muchos excesos en Iraq o Afganistán han sido ignorados. ¡Y qué decir de los franceses en la guerra de Argelia! Ningún militar galo fue procesado por tanta atrocidad.
Los ingleses pasaron la Legacy and Reconciliation Act, una amnistía para cerrar todos los juicios contra las tropas que sirvieron en Irlanda del Norte. En suma, no hacer mucho caso. Más bien, aprovechar el presente entorno mundial anticaviar para salirnos de la Corte IDH de una vez.