Aldo Mariátegui
Perú21, 15 de octubre del 2025
“No puedo más que rechazar la marcha golpista de hoy de solo enterarme los nombres de muchos de los que apoyan y van a participar”.
No puedo más que rechazar la marcha golpista de hoy de solo enterarme los nombres de muchos de los que apoyan y van a participar. Que pájaros como Vizcarra, la caviarada, los rojos y esa cosa artificial, gaseosa e infantiloide que algunos huachafos interesados apodan generación Z sean los protagonistas no solo me provoca arcadas sino también repudio. Ciertamente, se pudo elegir a alguien más idóneo que Jerí para suceder a Boluarte, pero no me vengan a proponer poner en su lugar a mamarrachos como la indescriptible Susel Paredes, la comunista Ruth Luque o esa caviaraza de Flor Pablo (la irresponsable del aumento automático a S/3,000 a los profesores jubilados). Hablemos claro: esta marcha no es nada más que una movida desestabilizadora de la izquierda caviar y roja (junto a oportunistas como Vizcarra) bajo la careta de una supuesta generación Z y por eso debe ser derrotada absolutamente con la ley en toda su dureza si esta toma hoy visos violentos y golpistas (porque no creo que estos estén buscando hacer un desfile pacífico). Esta vez sí que TODO vándalo debe ser procesado draconianamente.
Además, Jerí se ha ganado toda chance política al haber logrado nombrar un gabinete no solo potable sino bastante correcto. El jurista Álvarez Miranda ha sido una buena elección como premier, pues conjuga sapiencia y carácter con un conocimiento pleno de lo tóxica que es la caviarada y de lo peligrosa que es la izquierda. La mayor parte de los nuevos ministros no son muy conocidos y ya examinaremos sus trayectorias, pero por lo menos en el MEF se ha colocado a una ortodoxa como Miralles, que es bastante superior a su antecesor, ese pobre hombre que es “Petroperú” Pérez Reyes. Y del Mincetur ha salido la incapaz sideral de Desilú León, esa señora que permitió que Promperú se convierta en una agencia de viajes dirigida por ineptos y que no pudo revertir la caída descomunal del sector Turismo. En todo caso, la prueba de fuego de Jerí será hacer retroceder pronto a la delincuencia.