Jaime Spak
Para Lampadia
Parece que los peruanos no aprendemos de nuestros errores.
Hemos indicado, que en estas próximas elecciones es probable que se presente la friolera de 43 organizaciones.
Y digo eso, porque muy pocos son partidos establecidos.
La gran mayoría son vientres de alquiler, u organizaciones que se inscribieron gracias al pequeño número de adherentes que se requería.
Incluso muchos de los actuales congresistas, han utilizado sus oficinas para llenar padrones y exigir a sus empleados que se trasladen a conseguir las firmas.
Un caso emblemático es el congresista de Acción Popular, Darwin Espinoza, un programa dominical hizo un informe con pruebas de lo que estoy mencionando.
Este sujeto ha sido expulsado de ese partido.
A menos que el JNE declare la nulidad de inscripción de organizaciones que hayan presentado firmas falsas, seguiremos con ese número.
Ojalá lo haga.
Para poder ser elegidos miembros de la cámara de diputados, la organización debe de superar la valla del 5% de votos y por lo menos haber logrado que sean elegidos 7 ciudadanos.
Si en caso se logra pasar la valla y solo tienen 5 o 6 miembros, esa organización no tendrá representación.
En la cámara de senadores la valla es igual de 5%, pero deben de tener al menos 3 candidatos elegidos.
Si por algún motivo una organización logra pasar la valla por tener 2 buenos candidatos, y no logra llegar a los 3, queda fuera.
En el caso de las alianzas la valla sube a 6%.
Por ello, de las 43 que postulan, si logran ingresar unas seis organizaciones será mucho.
Al seguir con la idea de candidatear y no pasar la valla, automáticamente quedaran eliminados del padrón de organizaciones políticas.
Insistimos en que partidos que tienen la misma ideología, se unan para lograr un periodo presidencial y congresal adecuado para regresar al camino del progreso.
Los candidatos como siempre, convertirán en un ring de box las intervenciones, donde con golpes bajos intentarán dejar fuera de acción a sus contrincantes.
La semana pasada el inefable Philip Butters, que tiene un ego similar a Donald Trump, se expresó de manera peyorativa de su tío López Aliaga.
Le dijo que él tenía el mejor equipo, que él era la U y López Aliaga el ADT de Tarma.
También ninguneo al congresista Edwin Málaga, a quien no conozco, pero sé que es un médico investigador con muchos años de trabajo en Europa.
La manera en que se expresó deja un sabor desagradable, ya puedo presagiar que su campaña política se va a sustentar en desprestigiar a sus adversarios.
Lo que no entiende este señor, que comenzó siendo un comentarista deportivo y que logró, en base a sus programas de radio y televisión hacerse conocido, que eso es conseguir votos baratos.
Eso no le da patente de corso.
Este señor debe de entender que está postulando para administrar un país.
No para ser un dictador apelando a expresiones que dejen mucho que desear.
Debe de ser concertador si desea tener éxito.
El caso de Hernando de Soto es patético.
Se une a vientres de alquiler.
El 2021 en Avanza País y de allí se olvidó de este partido y se le vio en reuniones raras con Pedro Castillo, entre la primera y la segunda vuelta del 2021.
Acaba de renunciar a la organización casi clandestina llamada Progresemos, pues el presidente de este pequeño partido lo desacredito y ya no podrá participar en las elecciones.
El señor De Soto que el próximo mes cumplirá 84 años, y a pesar de ser un hombre culto, no entiende que el próximo año estará cumpliendo 85 años y a esa edad arriesgarse a administrar un país es un despropósito.
Pero ya no está en carrera.
Hay 15 candidatos que tienen la misma concepción de lo que se tiene que hacer.
Estamos en emergencia política y deben de unirse.
Es urgente que estas personas asimilen que hemos perdido cinco importantes años con este desastre de Perú Libre.
Congresistas de muy baja calidad, un expresidente con una inteligencia limitadísima en la cárcel, con un líder como Cerrón que esta fugado hace 18 meses, ministros fugados, y estamos seguro que hay una orden de arriba de no hacer nada por ubicarlos.
Queridos compatriotas el futuro que se nos presenta dentro de menos de un año, cuando se desarrollen las elecciones es oscuro.
Es costumbre que debido al nivel de pobreza y de desinformación, surja un outsider que nos haga volver a pensar que podría ser la solución.
Dejen todos de querer ser cabezas de ratón.
El futuro que seremos depende de nosotros.
No podemos volver a tener un pésimo gobierno, las mejores personas tienen que arriesgarse a poner su cuota de sacrificio civil e ingresar a mejorar la clase política.
Guerra avisada no mata gente. Lampadia