BOLIVIA – Sigue el giro a la derecha en Latinoamérica
Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia
El 17 de agosto pasado el pueblo de Bolivia dio el primer paso para terminar la aventura socialista que instauró Evo Morales hace 20 años y que llevó a ese país a la peor crisis energética y económica de su historia.
Ganaron la primera vuelta de las elecciones generales y pasaron a la segunda vuelta los dos candidatos de derecha: Rodrigo Paz del Partido Demócrata Cristiano y Jorge Tuto Quiroga de la Alianza Libertad.
El MAS (Movimiento al Socialismo) partido de Evo Morales y de su sucesor Luis Arce, quedó tan reducido que obtuvo apenas un diputado. El pueblo boliviano, castigó en las ánforas la inepcia del falso Milagro Económico Boliviano.
Ayer, 19 de octubre, esta tendencia se consolidó al haberse llevado a cabo la segunda vuelta donde se impuso uno de los dos contendores: Rodrigo Paz Pereira. El MAS, fiel a su irrespeto por los usos democráticos, intentó en las semanas previas desde el Parlamento que todavía controla, impedir estas elecciones con un proyecto de ley que buscaba cesar a los miembros del Tribunal Electoral y prorrogar el mandato de las autoridades. Una movida tan burda que hasta el presidente Luis Arce tuvo que salir a denunciarla y garantizar las elecciones.
Rodrigo Paz Pereira generó dudas en la campaña por la altisonancia de los mensajes de su candidato a Vice Presidente, sus respuestas evasivas frente a los problemas judiciales de Evo Morales y su posición menos confrontacional frente al MAS;
sin embargo, en su primer discurso luego de conocerse los resultados despejó varias de esas dudas al tomar distancia del MAS afirmando que Bolivia después de 20 años “respira vientos de cambio y de renovación”, que en la nueva Bolivia “la base serán Dios, la familia y la patria”” y que “extiende la mano al expresidente Jorge Tuto Quiroga, su contendor, para gobernar”.
En lo económico dio un mensaje muy importante y un giro ideológico cualitativo al afirmar que “lo que da qué comer es la seguridad jurídica y el respeto a la propiedad privada” en un país que durante 20 años vivió del Estado mediante subsidios, dádivas y programas sociales y que hizo de la expropiación y del estatismo su bandera.
El “Capitalismo para todos” y “acabar con el Estado tranca” fueron los mensajes con los cuales esta alternativa de derecha conectó con el boliviano emprendedor, cuenta propista, comerciante, ambulante, informal y contrabandista. Rescató el perfil liberal, libérrimo, hasta anarco capitalista del poblador Qolla que siempre había desconfiado y confrontado al Estado con sus emprendimientos, su inventiva, su informalidad. Lo despertó de 20 años de pesadilla socialista que demostró su inepcia económica, que se agotó cuando no quedó ni petróleo que regalar, ni ahorros en el Estado para subsidiar, ni dólares en las reservas del Estado boliviano.
El CAPITALISMO para todos disolvió el falso Milagro Socialista Latinoamericano, del cual se jactaban Evo y sus aliados locales como Ollanta Humala o Verónica Mendoza. Bolivia nos mostró, como lo puso en evidencia la caída de la Unión Soviética, que el socialismo real es incapaz de resolver los problemas de la gente, genera desabastecimiento, hambre y miseria.
Este giro de Bolivia será aún más importante para la región si se consolida en un acuerdo político de derecha que le de gobernabilidad a ese país para salir del desastre que deja el MAS y demuestra la madurez de sus líderes, ubicándolos por encima de los apetitos personales o los afanes partidarios.
Será un gran avance para Bolivia cuando corrija los desvaríos constitucionales que Evo Morales impuso en estos 20 años.
Y será un ejemplo ético cuando reivindique la figura de Jeanine Añez, la expresidenta transitoria víctima de la maquinaria masista que ha purgado prisión indebida por asumir el rol constitucional que le correspondió ante la renuncia de Evo Morales el año 2019.
Ahora sigue Argentina, este 26 de octubre, donde las reformas liberales de Javier MILEI buscan incrementar su respaldo en las elecciones parlamentarias. Lampadia