Fausto Salinas Lovón
Desde Santiago de Chile
Para Lampadia
Este domingo es la primera vuelta electoral en Chile para elegir al sucesor de Gabriel BORIC, el insustancial joven presidente socialista que no estuvo, ni de lejos, a la altura de la expectativa de sus votantes del año 2021.
El crecimiento económico promedio de Chile en su período es de los peores.

La inflación tuvo sus picos más altos del período democrático durante su gobierno: 11.22% (2022), 7.6% (2023), 4.3% (2024)

El Índice de Percepción de Inseguridad, según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, ha tenido su récord más alto durante su gestión. El año 2023 llegó al 90.6%, aun cuando el índice de homicidios de este año se haya reducido como lo explican las cifras oficiales para atenuar el resultado general del periodo gubernamental en esta materia.
Pobre crecimiento económico, alta inflación e inseguridad definen al gobernante de salida, al cual, como puede verse, no sólo le faltó la corbata, sino más ideas y capacidad de gobierno.
En consonancia con ello, la candidata oficialista, la ex ministra de trabajo Jeanette Jara, trata de marcar distancias con el presidente saliente y anuncia su cese temporal en la militancia del Partido Comunista, como argumentos (cuya autenticidad habrá que ver) para acercarse un poco al Centro del espectro electoral.
Con ello, va adelante de las encuestas, pero no tendría lo suficiente para reeditar su triunfo en segunda vuelta ante un tridente de centro derecha, derecha y extrema derecha que juntos, podrían llevar también a Chile en la ruta del viraje ideológico que sacude a la Región.
Los 30 puntos que posiblemente obtenga Jara en primera vuelta, incluso los cerca de 40 puntos que la izquierda obtuvo en la consulta constitucional, serían insuficientes para hacerse del triunfo en segunda vuelta el 14 de diciembre próximo, ante los más de 50 puntos que obtendrían los candidatos de derecha, particularmente Kast, Mathei y Kaiser.
Son 4 entonces los candidatos que jugarán un rol estelar en esta primera elección: Jara. Kast, Mathei y Kaiser.
- Jara apela a la defensa de los derechos, a la polarización contra fachos, con el apoyo de las portadas de la edición chilena de Le Monde Diplomatique (vocero de la izquierda mundial), El Siglo de edición mensual y El Ciudadano, un líbelo propagandista que se reparte a la entrada del metro, como en los tiempos de la argentina Christina Kirchner.
- Kast dramatiza sobre la inseguridad al hablar detrás de un vidrio blindado en su cierre de campaña en Concepción, debatiendo directamente contra Jara, para posicionarse ya en la segunda vuelta como la alternativa opositora.
- Mathei habla de empate técnico en la derecha, para no quedar descartada como opción, afán en el cual secunda la consultora Larraín Viral, poniéndola como la candidata con menor anti voto y como la Piñera 3.0.
- Kaiser no concilia ni se atenúa. Se mantiene en el escenario disruptivo, con propuestas de cambio económico liberal y apelando al voto militar y policial con ofrecimientos de indulto.
Los otros candidatos: Franco Parisi ( con bastión en Antofagasta), Enríquez Onimani (disidente de la izquierda), Althes ( marxista convicto) y Harold Mayne Nichols ( comentarista deportivo) no jugaran un rol relevante en este primer acto. Sin embargo, sus votos van a contar en las sumas y restas del 14 de diciembre próximo.
Los resultados parlamentarios a diferencia de lo que suceda en la elección presidencial, no están del todo claros. Para El Mercurio, la derecha tendrá mayoría en ambas cámaras. Para Larraín Vial, un empate en el Senado entre izquierdas y derechas podría alarmar a los mercados y elevar la cotización de la moneda. Ambos análisis coinciden en que la fragmentación de la derecha en tres enseñas va a otorgar a esta un menor resultado a nivel parlamentario.
Lo interesante (y aleccionador) de la disputa electoral chilena es que no se encuentran, por lo menos no explícitamente y en el ámbito presidencial, posiciones refundacionales, constituyentes o maximalistas, como seguramente suceda en nuestro país donde desde la izquierda hasta el populismo pseudo derechista ya se viene atisbando.
Los 4 actores relevantes en juego apuestan, con obvios matices y énfasis puestos según su espectro, en: la reactivación económica, la mejora del Estado, la seguridad y la mejora de los servicios de salud y educación.
La aventura constituyente chilena ha vacunado a este país frente a las ideas económicas radicales que detuvieron su crecimiento y su viaje al segundo mundo.
No hay estatizaciones, nacionalizaciones, confiscaciones o desconocimiento de contratos en la discusión electoral chilena, por lo menos no en el top de ellas.
Una aleccionadora noticia, obtenida de la experiencia propia y del fracaso de los vecinos, ahijados de Fidel, Chávez y Maduro y a tono con los nuevos aires que soplan desde Buenos Aires o la nueva La Paz.
El pueblo chileno hablará este domingo. Sin embargo, parece cierto que este país, por el ánimo de sus ciudadanos, se va sumando al viraje ideológico de la Región. Lampadia






