Por: Arturo Woodman P.
Expreso, 26 de abril del 2022
Hace varios días que el cardenal Barreto informó al país, a través de los medios de prensa, que el presidente Castillo le había asegurado que realizaría cambios importantes y radicales con el fin de lograr salir de “cuidados intensivos” en el que se encuentra el país, inclusive el domingo pasado, siendo entrevistado por la periodista política Mónica Delta, el cardenal reiteró con énfasis y detalles su reunión con el presidente Castillo.
En paralelo, el presidente del Acuerdo Nacional, Dr. Max Hernández, precisó sin dar muchos detalles, sobre la fecha en que se llevaría a cabo la reunión del Acuerdo Nacional, sosteniendo que primero tenían que coordinar con los miembros del Acuerdo. Estimó que a partir del 24 de abril podría convocarse el Acuerdo Nacional, donde se tomarían importantes decisiones encaminadas a mejorar el rumbo actual del gobierno.
Castillo ha engañado al cardenal y al pueblo, no ha dado ninguna señal de efectuar cambios en su política destructiva, al contrario, ha iniciado nuevamente la campaña para destruir la actual Constitución promoviendo una negativa Constituyente, demostrando una vez más que no tiene palabra, liderazgo, visión y no realiza ningún esfuerzo para lograr la indispensable unión de los peruanos.
No es posible aceptar la política en contra de nuestra minería, generadora de grandes inversiones, puestos de trabajo, exportaciones, impuestos y desarrollo. El hecho de no tomar ninguna acción definitiva contra las continuas interrupciones en el corredor minero obliga a paralizar continuamente la mayor producción de cobre que realiza Las Bambas.
Además de los continuos disturbios, huelgas con cierre de carreteras, un inhumano corte de suministro de agua potable a los trabajadores y sus familias obligó la inaceptable paralizaron de Cuajone. Estas paralizaciones, sumadas a las de la exministra Mirtha Vásquez, así como la destrucción de la Mina Apumayo, se producen cuando el cobre está en su mejor precio.
Sin solución a estos problemas, tenemos además el conflicto entre Rusia y Ucrania, que han producido aumento al precio de los combustibles y alimentos de primera necesidad, que golpean fuertemente y en especial a los peruanos con menores recursos, esperemos que este innecesario conflicto se resuelva a la brevedad.
Dentro de este panorama destructivo, el Congreso no debería cometer el continuo error de aprobar más retiros de las AFP, dejando desprotegidos a millones de ciudadanos, sin considerar que este fondo también contribuye en favor de la economía del país y que además impidan el referéndum solicitado por Castillo, que pretende lograr una Asamblea Constituyente.
Este gobierno en sus nueve meses de gestión, le es sumamente difícil realizar una sola acción positiva, pero les resulta muy fácil cometer errores y, sobre todo, tomar decisiones destructivas que nos llevan a tener un futuro inestable e incierto, tal como lo expresa el último punto del pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Peruana: “Luego de nueve meses del inicio de la actual gestión y cuatro Gabinetes de Ministros, la ausencia de liderazgo y de un horizonte socio-político y económico resulta muy preocupantes y exigen una inmediata solución”
Finalmente, aunque Castillo fue electo democráticamente, no es aceptable que el futuro del Perú sea incierto, debido a la incapacidad del Gobierno, de las constantes protestas con disturbios y cierres de carreteras. Esto obliga a todas las instituciones, al Acuerdo Nacional, al Congreso y a la ciudadanía a defender unidos, nuestro futuro.