Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia
Hace un tiempo, escribí un artículo resaltando el uso de las herramientas modernas en los procesos políticos y electorales. Como siempre, hoy aparecen los preocupados de último minuto, haciendo ver que debemos de comunicar tal o cual mensaje, especialmente a los jóvenes, para que no se repita el desastre electoral del 2021.
El Perú necesita, independientemente de las candidaturas mal filtradas por los partidos, que la ciudadanía descarte a los delincuentes, incapaces e indeseables, en este proceso electoral.

Ciertamente, ya pasó el tiempo para “educar” al ciudadano, pues esa es una labor de mediano plazo. Hoy sólo queda estar alertas a las tendencias e influir en ellas, en el muy corto plazo. Para eso, no hay más remedio que “escuchar las redes”, donde están los jóvenes, e influir en ellas.
Últimamente, ha aumentado la velocidad de cambio en las percepciones y preferencias. Los eventos se suscitan a cada momento y cada vez más rápido. La velocidad con que los medios de comunicación transmiten estos eventos, con información cada vez más compleja y nuevas formas de interacción en las redes sociales, aumenta la necesidad de reacción inmediata. Por eso, no reaccionar de inmediato, puede ser fatal.
Ya la información masiva comunicada por periódicos, revistas, radio y televisión, es cada vez menos relevante. Hoy en día, esta se capta y se transmite, sin filtros e instantáneamente, por las redes sociales. Se recibe la información con imágenes, muchas veces trucadas, con “facilidades” que brinda la tecnología, incluyendo imágenes y voz manipulada.
Tras los medios, hay una industria que maneja intereses, que silencia lo que no le conviene y resalta aquello que le conviene o interesa. Los medios de prensa abiertos, no mencionan siquiera ciertos hechos; recordemos si no el atentado a Trump. Para muchos medios, ese hecho no fue un intento de asesinato, sino algo intrascendente, que pudo ser como el asesinato de Charlie Kirk. Pero para varios, fue sólo un intento de manipular a la opinión pública. Hasta el Servicio Secreto filtró a los medios lo que el gobierno demócrata quería resaltar, incluso, antes de compartirlo con la Comisión Investigadora de la Cámara de Representantes.
Hoy en día, quien hace uso de la tecnología para disrumpir en el juego político e influir en la opinión pública, lleva ventaja. Las plataformas existentes, que permiten un “cambio de juego” usando Inteligencia Artificial (IA), pueden y, de hecho, recargan e impulsan campañas políticas. Quienes usan mails automáticos, “escuchan” las redes, hacen análisis del sentimiento de los votantes y amplifican el “social media post of “anti-woke” influencers”:
- Usan data en tiempo real y herramientas para su análisis instantáneo.
- Integran varias fuentes de información, incluido: “Social media”, “News outlets”, agencias de noticias, periódicos, revistas, radios de noticias, websites y redes de networking, tanto como a la industria de noticias que se orienta a los medios masivos y que canaliza información al público en general.
Sólo con estos elementos a mano, se puede hacer un efectivo manejo de crisis y tener respuesta rápida, al “bombardeo mediático” que se presentará durante esta campaña política. Esto mismo aplica a la presentación de los planes de gobierno y planteamientos de desarrollo, donde, ya sabemos, habrá grupos de interés político que tratarán de desvirtuarlos. Promoverán y producirán agitación social adversa a los mismos. Aquí tenemos que reconocer, que le hemos dejado “la cancha libre” a la izquierda, quien domina las redes y esta forma de influir, al igual que el uso de IA para sus fines.
Debemos usar las herramientas de gestión de crisis disponibles, que permiten respuesta rápida ante situaciones adversas; aclarando desinformación, manejando los desafíos de relaciones públicas y gestionando emergencias. Ya con IA se ha desarrollado un software de mantenimiento, control y manejo efectivo de imagen.
Además, hay disponibles herramientas de “Análisis predictivo para formulación de políticas”. La elaboración de políticas efectivas requiere de una comprensión profunda de múltiples factores: (i) Condiciones económicas. (ii) Dinámica social. (iii) Tendencias futuras. (iv) Sentimiento ciudadano.
La IA permite la medición y análisis de tendencias, brinda capacidades para anticipar potenciales eventos futuros y elaborar planteamientos de propuestas políticas. También, anticiparse y prever la ayuda requerida para un trabajo fino de prospectiva y diseño de estrategias que atiendan al sentimiento popular y la formulación de políticas más adecuadas, para satisfacer las expectativas y lograr los objetivos.
Lo disruptivo aquí, es que, en las redes puedes recopilar los últimos acontecimientos e información, medir la reacción de la población, generar contenidos, crear videos y automatizar tareas para optimizar campañas en las redes sociales, de manera más económica y efectiva. Y todo esto, sobre la base de “toda” la información disponible en el universo bajo análisis, no sólo de una muestra.
Segmentar las estrategias y mensajes para cada uno de los grupos de interés, diseñando comunicaciones efectivas, específicas para el núcleo o segmento objetivo; etario, geográfico o cualquier otro atributo.
Los gremios y la derecha, no están trabajando con esta dinámica. Debemos concretar el uso de esta herramienta, levantar información masiva y analizarla en tiempos muy cortos. Identificar información adversa en tiempo real y neutralizarla, rectificarla o potenciarla.
Debemos estar en capacidad de plantear muy rápidamente estrategias y diseñar políticas que respondan a las inquietudes de la población objetivo, actuar en tiempo real, con muy bajo costo y comunicar por las redes. Tomemos ventaja usando esta herramienta.
¡Nos estamos jugando el país! Lampadia






