Jaime Spak
Para Lampadia
El triste récord mundial que ostenta Perú, de haber tenido ocho presidentes en 10 años, es muy penoso para nosotros.

Cuando el primero de los presidentes, Pedro Pablo Kuczynski, renuncio luego de las imputaciones de haber realizado negocios con el Estado, cuando fue ministro de economía, sus descargos fueron inútiles, y no le quedo otro camino.
Lo lógico debió haber sido, que sus vicepresidentes, en solidaridad renunciaran también.
Pero Martín Vizcarra, en un acto de deslealtad juro como presidente, retornado como un rayo de Canadá, donde fue nombrado embajador en el año 2017.
Lamentablemente PPK, no tuvo el filtro necesario para indagar sobre su actuación como gobernador de Moquegua, en donde era muy popular.
A lo largo de su gobierno más hablaba, que ejecutaba.
El punto crítico de su gobierno empezó en marzo del 2020, cuando se desato la pandemia del Covid y decreto un encierro obligatorio por muchos meses, paralizando la actividad económica en general.
Así como ostentamos el récord de la mayor cantidad de presidentes en 10 años, durante su gestión se batió también el récord mundial de la mayor cantidad de fallecidos per cápita.
Mas de 200,000 peruanos, fallecieron por falta de atención médica, por haber traído pruebas de la enfermedad que no ayudaban a saber si teníamos o no Covid.
El caos generalizado de miles de personas, que hacían cola por un balón de oxígeno, la incapacidad de contar con camas UCI y la desastrosa campaña de desinformación, genero esa situación.
Sin embargo, Vizcarra, utilizo diariamente los medios de comunicación para informar la forma como veníamos perdiendo la lucha del Covid.
Cuando empezaron a fabricar las primeras vacunas, en lugar de conseguir las mejores, hizo un convenio con la empresa Sinopharm de origen chino, para importar un lote de estas vacunas.
Los primeros que debían de vacunarse eran los médicos, enfermeras y personal auxiliar de los hospitales y clínicas.
Cuando uno pasa al frente del local del Colegio Médico del Perú, puede ver con gran tristeza, la gran cantidad de médicos que fallecieron contagiados por sus pacientes.
Sin embargo, el cínico de Vizcarra aprovecho la coyuntura para vacunarse él y su familia en secreto.
Incluyendo una reputada doctora, que también cayó en la tentación de la vacuna.
Luego de ello, tuvo la osadía de cerrar el congreso utilizando un pretexto de que se había negado la confianza a dos consejos de ministros. Su cinismo en el estado más puro.
Durante unos meses gobernó por medio de decretos supremos, hizo un referéndum muy a su estilo, llamo a elecciones y se eligió un nuevo congreso.
Pero dice el dicho, cría cuervos y te sacaran delo ojos.
Este nuevo congreso vaco a Vizcarra y se tuvo que ir a su casa.
A partir de allí, enfrenta una serie de juicios, relacionados con coimas recibidas mientras fue gobernador de Moquegua.
Durante el juicio, muchos acusados se convirtieron en colaboradores eficaces, aceptando los delitos para rebajar sus penas.
Todos ellos acusaron con pruebas fehacientes, Vizcarra recibió varios millones de soles, para que les adjudiquen los contratos de las obras Hospital de Moquegua y Lomas de Ilo.
La más rotunda declaración de su participación en las coimas fue de su gran amigo José Manuel Hernández, hombre de confianza cuando fue gobernador de Moquegua, y luego nombrado ministro, apenas Vizcarra asumió la presidencia de la república.
Pero utilizando el cinismo en su extremo máximo, Vizcarra indica que estas empresas han declarado en su contra porque el indica que denuncio el llamado “club de la construcción“.
Esa denuncia, es posterior a la entrega de las coimas.
Al momento de escribir este artículo aún no se ha leído su sentencia, que será el miércoles 26.
Todas las opiniones de juristas apuntan a que recibirá una sentencia de cárcel ejemplar.
A pesar de ello, ha tenido la desfachatez de fundar su propio partido.
Vizcarra está impedido de postular en los próximos diez años a ningún cargo público, por una resolución del congreso de la república.
Pero este señor en el colmo del cinismo sigue haciendo campaña proselitista como si nada pasara.
Ahora ha nombrado a su hermano, un total desconocido en la política y en el quehacer público, para que postule a la presidencia, apareciendo el como candidato a la vicepresidencia.
El cínico Vizcarra cree que los peruanos nos chupamos el dedo.
Increíblemente aparece en el tercer lugar de las preferencias aupado por gente que no tiene la menor idea de este cínico.
El cree que estamos en países donde se puede designar a dedo a sus familiares, para ejercer la presidencia.
Perú no es Corea del Norte, Siria ni Nicaragua.
Los peruanos de bien, necesitamos hacer una campaña muy grande para poner al descubierto a este cínico que uso el estado para servirse de él.
Vizcarra nunca más. Lampadia






