Alejandro Deustua
contexto.org
18 de noviembre de 2025
Para Lampadia
Luego del inicio de la recuperación argentina y boliviana, el proceso de restauración económica, de seguridad y del Estado de derecho en Suramérica ha continuado con las elecciones generales en Chile y el referéndum ecuatoriano sobre asuntos de gobernabilidad y lucha contra el crimen organizado.

En estos dos últimos casos esa restauración no parece asentarse aún en bases suficientemente estables.
En efecto, la elección chilena da muestras de una realidad polarizada. Mientras que la izquierda oficialista surgida del estallido social liderado por estudiantes es hoy representada por una militante del Partido Comunista tradicional, la derecha ha abandonado sus vertientes más dialogantes (los partidos de la Concertación) volcándose sobre líderes radicales.
Y en Ecuador, si bien el grado de aceptación ciudadana del presidente Noboa (entre 52% y 60% a fines de octubre según Cedatos y Click Report) es alto, el presidente ha perdido un referéndum sobre cuatro propuestas centrales.
En ambos casos, sin embargo, el panorama político resultante se ha esclarecido.
En Chile el probable triunfo el próximo 14 de diciembre del candidato que resultó segundo en la primera vuela (José Antonio Kast, 23.9%) parece casi incontestable. En consecuencia, el nivel de incertidumbre ha descendido al contar Kast con las seguridades de adhesión de sus semi-correligionarios Johanes Kaiser y Evelyn Mathei consolidando un capital que supera el 50% de los votos.
El techo electoral de la señora Jara, en cambio, parece limitado hoy al 46% si a sus propios electores (26.8%) se sumaran la totalidad de adherentes del exuberante populista Franco Parisi (19.7%).
En la eventual gestión de Kast, sin embargo, la gobernabilidad dependerá de la resiliencia cohesiva de una derecha fragmentada y de la capacidad de lograr objetivos económicos (a los que el sector privado, beneficiado con una mejora del clima empresarial y de disciplina fiscal, contribuirá) disputados por una oposición dura.
Si bien la derecha contará con mayoría parlamentaria, la vocación unitaria del libertario señor Kaiser no es sólida si el radicalismo inicial de Milei fuera una referencia. Y el aporte de la experiencia administrativa de la Sra. Mathei puede tener límites si las políticas del señor Katz se alejaran demasiado de un eje razonable en la implementación de las políticas económicas y de seguridad.
En asuntos de seguridad las propuestas de orden del Sr. Kast pasan por la reimposición del Estado de derecho a través del respaldo pleno a los Carabineros, la sanción efectiva de la delincuencia y el combate al crimen organizado. En la percepción pública esta última actividad aparece ligada a la migración ilegal. Ello ha llevado al planteamiento de muy rigurosas políticas de control fronterizo.
En esta materia, la cooperación con el Perú ya tiene un marco que debe ser consolidado y sus políticas deben ser coordinadas tanto para garantizar su eficacia como para evitar desentendimientos vecinales en escenarios sensibles para ambos países.
En Ecuador, la atención se concentrará en recuperar los términos de gobernabilidad y de seguridad luego de que el presidente Noboa perdiera un referéndum orientado a fortalecerlas. Ni una reducción del legislativo, ni una nueva Constitución ni bases militares extranjeras en su territorio son ahora posibles.
De momento la eficacia de Noboa se asienta en una perfomance económica superior al promedio suramericano (3.2% vs 2.7%) a pesar de un fuerte ajuste fiscal que incluyó la reducción de subsidios a los combustibles. El malestar social fue atenuado con eficaces políticas compensatorias. Sin embargo, ese esfuerzo estabilizador no es bien entendido por los inversionistas que, concentrados en el resultado del referéndum, hoy castigan los bonos ecuatorianos.
Ello no obstante, y a pesar del rechazo a las bases militares extranjeras, Noboa sigue contando con el respaldo norteamericano en la lucha contra el crimen organizado. Pero los desafíos son aún intensos: en un marco de conflicto interno oficialmente declarado se ha registrado, en el primer semestre, la más alta tasa de homicidios de la historia reciente mientras persisten la debilidad institucional y dificultades en el control portuario disputado por organizaciones criminales. El gobierno de Noboa requiere de apoyo internacional aún insuficiente.
Como con Chile, el Perú debiera incrementar la cooperación al respecto. Esa cooperación se basa en intereses de seguridad convergentes y en interdependencias que se deben vigorizar: Ecuador no es sólo el segundo proveedor petrolero del Perú sino un socio en el combate contra la minería ilegal.
Y si con Chile la agenda de seguridad tiene también intereses convergentes (lucha contra el narcotráfico, control de la migración ilegal) esa cooperación debe enriquecer la interdependencia generada por el comercial bilateral (Chile es el segundo destino regional de nuestras exportaciones), por las inversiones (Perú es el tercer destino de la inversión chilena en el área) y por el mercado bursátil (“nuam”, la sociedad que avanza en la integración de las bolsas de valores de Lima, Santiago y Bogotá).
Lampadia






