José Antonio Honda – Ricardo Barrantes
Gestión, 30 de abril del 2025
Uno de los pasos fundamentales que debe dar el país es garantizar un marco legal sólido, predecible y eficiente, capaz de brindar confianza a los inversionistas.
El Perú no necesita `inventar la pólvora’, sino aprender de modelos ya probados en el mundo, y adaptarlos a nuestra realidad».
El desarrollo de la infraestructura en el Perú representa uno de los mayores retos para el crecimiento económico y la mejora en la calidad de vida de millones de ciudadanos. Superar este desafío es posible si se adoptan estrategias modernas, basadas en experiencias exitosas internacionales, que prioricen al ciudadano, la inversión y la seguridad jurídica.
Uno de los pasos fundamentales que debe dar el país es garantizar un marco legal sólido, predecible y eficiente, capaz de brindar confianza a los inversionistas. Para ello, más allá de cumplir con los compromisos que el Perú ha asumido –por ejemplo, acatando los laudos arbitrales que le son adversos–, es clave reducir la burocracia, modernizar los procesos de contratación y ejecución de obras, y fortalecer las condiciones para asociaciones público-privadas (APP) que permitan una ejecución transparente y ágil de los proyectos.
En ese camino, el Perú no necesita “inventar la pólvora”, sino aprender de modelos ya probados en el mundo, y adaptarlos a nuestra realidad.
Uno de ellos es el caso del Deep Tunnel Sewerage System de Singapur, un sistema nacional de tratamiento de aguas residuales subterráneo que conecta toda la ciudad-estado mediante túneles profundos que llevan las aguas residuales a plantas de tratamiento. La ejecución fue eficiente gracias a que la agencia nacional de agua de Singapur fue designada como entidad responsable, con autoridad técnica y presupuestal. Además, los contratos FIDIC (de la Federación Internacional de Ingenieros Consultores) fueron utilizados como mecanismos de evaluación de desempeño y cumplimiento; y se recurrió a consorcios internacionales para asegurar estándares de calidad.
Otro caso de éxito es el tren de alta velocidad Beijing-shanghai, un proyecto que ha sido ejecutado en tiempo récord gracias a un marco legal ágil y a una alta capacidad técnica nacional. El proyecto fue liderado por el Ministerio de Ferrocarriles con el Consejo de Estado. Se llevó a cabo una estandarización de diseño y componentes, lo que permitió que los 1,318 km de recorrido se dividieran en múltiples tramos y fueran construidos en paralelo por empresas constructoras distintas.
En España, para la red de Alta Velocidad (AVE) se emplearon mecanismos de contratación pública que favorecían la competencia técnica y económica entre consorcios. Empresas públicas como Adif (infraestructura) y Renfe (operador) trabajaron en conjunto con empresas privadas con modelos de colaboración técnica. Además, hubo respaldo de fondos europeos, lo cual permitió la viabilidad financiera. Finalmente, se utilizaron soluciones de ingeniería estandarizada que redujeron costos y tiempos de ejecución.
En América Latina, podemos tomar como referencia el caso de la Planta Fotovoltaica de Puerto Peñasco, en México, que puede generar hasta 1,000 MW y abastecer a parte del nordeste mexicano. Fue ejecutada con contratistas privados mediante APP, licitando componentes del proyecto de manera independiente. Además, hubo una coordinación interinstitucional a fin de minimizar retrasos regulatorios. También se utilizaron mecanismos de trazabilidad de avance físico y financiero en tiempo real.
Para poder replicar o adaptar estas experiencias en el Perú, una alternativa viable sería organizar equipos multidisciplinarios en donde expertos internacionales, autoridades locales, empresarios e inversionistas analicen y discutan los mejores casos de éxito a nivel global. Este espacio permitiría revisar modelos contractuales, esquemas de financiamiento, sistemas de control de calidad y gestión de riesgos, con el objetivo de construir un enfoque moderno y realista para nuestro país.
En segundo lugar, basados en dichas experiencias podrían incluirse mejoras al sistema de contrataciones públicas, con el objetivo de que exista mayor predictibilidad en todo el proceso, desde la presentación de las ofertas hasta la ejecución del contrato, toda vez que en la actualidad las reglas parecieran tener parámetros demasiado estrechos, lo que muchas veces genera abusos y desalienta la participación de los privados.
También sería altamente beneficioso incorporar contratos estandarizados de prestigio internacional. Los modelos FIDIC, ampliamente utilizados en grandes obras alrededor del mundo, promueven claridad, eficiencia y equilibrio entre las partes. De igual manera, los contratos NEC (New Engineering Contract), muy utilizados en el Reino Unido, se destacan por su enfoque colaborativo, flexibilidad y capacidad para prevenir disputas, lo que favorece el cumplimiento de plazos y presupuestos en proyectos complejos.
En conclusión, es sumamente importante realizar un análisis exhaustivo de otras experiencias de éxito internacionales a fin de tomar aquello que nos sirva y complementarlo con el conocimiento y talento local para de esa manera desarrollar proyectos más eficientes que beneficien a todos los peruanos mediante una visión integradora, moderna y práctica.