Humberto Gonzáles Briceño Diario “El Nacional” de Venezuela, GDA
El Comercio, 2 de octubre del 2024
La historia del Sindicato Solidaridad en Polonia se ha convertido en un ejemplo emblemático de resistencia organizada contra un régimen totalitario. Durante la década de 1980, Polonia vivía bajo un régimen comunista que restringía libertades y controlaba todos los aspectos de la vida social, política y económica.
En este contexto, el Sindicato Solidaridad, bajo la dirección de Lech Walesa, se convirtió en el catalizador de una resistencia masiva que eventualmente llevó al derrocamiento del régimen.
La situación en Venezuela bajo el fascismo de Nicolás Maduro comparte similitudes con el contexto polaco, particularmente en cuanto a la represión política, el control de las instituciones y la manipulación de las elecciones para perpetuarse en el poder. Sin embargo, una de las principales diferencias ha sido la estrategia adoptada por la oposición.
En lugar de centrarse en la organización social fuera del sistema político-legal controlado por el chavismo, la oposición ha intentado repetidamente participar en elecciones que han sido amplia mente percibidas como fraudulentas, con resultados desfavorables.
La experiencia de Solidaridad sugiere que una alternativa eficaz podría ser la creación de movimientos sociales y sindicales independientes del sistema político. En Venezuela, los trabajadores, estudiantes y movimientos sociales tienen el potencial de unirse y organizarse de manera similar a como lo hicieron los polacos. Los sindicatos, comose vio en el caso polaco, pueden jugar un papel clave en la lucha contra los regímenes totalitarios.
En Venezuela, aunque muchos sindicatos han sido cooptados o reprimidos por el régimen, aún existe la posibilidad de construir plataformas de resistencia basadas en demandas sociales, laborales y reivindicativas, que aborden la crisis económica, la escasez de alimentos y la violación de derechos humanos.
El enfoque debe estar en la organización de la sociedad desde la base, fuera de los partidos políticos que se han visto debilitados. En lugar de gastar energías en elecciones que el régimen controla, la lucha debería centrarse en la movilización de trabajadores, campesinos, estudiantes y comunidades que sientan directamente los efectos de la crisis causada por la barbarie chavista.
Al unir a la sociedad bajo una causa común y movilizarla fuera del sistema, los venezolanos podrían encontrar una vía más eficaz para desafiar y, eventualmente, derrocar al chavismo. El ejemplo polaco muestra que la resistencia organizada, basada en la solidaridad social y la cohesión de la sociedad, puede convertirse en una poderosa herramienta de transformación ante un sistema totalitario.
–Glosado y editado–