Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia
La caviarada en pleno empezó negando la verosimilitud de las declaraciones de Zamir Villaverde, tanto porque afectan al gobierno, donde tienen algunos ministerios a los que aferrarse, como porque amenazan destruir la patraña que ellos han sostenido ahínco: no hubo fraude en las elecciones del año pasado.
Cuando Villaverde anunció que conocía detalles del fraude electoral y que tenía pruebas para demostrarlo, se intensificó la campaña para desacreditar esa versión, primero con cierta timidez y luego descaradamente, usando los medios de comunicación que influyen y controlan.
La primera objeción a la veracidad de las declaraciones de Villaverde es que es un delincuente. Impugnación completamente absurda, porque solo un delincuente que ha estado involucrado en los delitos que confiesa puede ser colaborador eficaz. Si no fuera un malhechor, no podría conocer los hechos que refiere.
Desde que se supo que él estaba implicado en negocios turbios con Pedro Castillo y sus secuaces, se hurgó en su trayectoria delictiva:
- expulsado deshonrosamente de la FAP cuando era joven,
- sentenciado por el asalto a un restaurante,
- dueño de una empresa de seguridad que proporcionaba, entre otras cosas, vehículos para los parientes de Pedro Castillo y para Bruno Pacheco, que había sido su empleado y había llegado al primer círculo del poder como Secretario General de Palacio.
No hay duda sobre su catadura. Precisamente por eso encajó perfectamente con la gavilla que se hizo del poder.
Algunas de las cosas que ha dicho son verosímiles. Por ejemplo, que los veinte mil dólares que encontraron en el baño de Pacheco era una coima que habían cobrado a un oficial de la policía por su ascenso a general. Ninguna de las historias que contó el prófugo Pacheco sobre ese dinero es creíble.
No hay duda tampoco que Villaverde grabó a algunos de los involucrados en la red de corrupción que encabeza Castillo (según el testimonio de otra colaboradora, Karelim López). Algunos de los audios que se han divulgado en el programa de Phillip Butters en Willax TV lo demuestran. Y los antecedentes de Villaverde en su empresa de seguridad lo ratifican.
No obstante, la mafia caviar y sus numerosos voceros, a través de sus medios de comunicación, estaban en una sostenida campaña para negar la credibilidad de Villaverde, porque amenaza sus intereses, no porque lo que dice sea falso. Ahora, conforme van apareciendo algunos audios, se ven obligados a reconocer que varias de las afirmaciones de Villaverde tienen sustento.
Es obvio que Villaverde solo dice una parte de la verdad y está tratando de negociar, como todo delincuente atrapado, para obtener las mejores condiciones. El problema es que negocia no solo con la fiscalía, sino también con el gobierno, que tiene mucho poder sobre los organismos del sistema judicial, en particular, en la fiscalía.
Por eso no es seguro que proporcione todas las evidencias que dice tener. Ahora está entregando los audios con cuentagotas, para ver qué beneficios puede lograr.
No es la primera vez que la mafia caviar niega lo evidente en función de sus intereses políticos y económicos.
- El año pasado negaron las vinculaciones de Castillo con el senderismo y el socialismo del siglo XXI;
- de Vladimir Cerrón con los senderistas del Vraem (por eso negaron también que SL de los Quispe Palomino hubieran cometido la masacre del 23 de mayo en Vizcatán, cuando asesinaron a 16 hombres, mujeres y niños).
- Y negaron, por supuesto, el fraude electoral que permitió a Castillo y su gavilla encaramarse en el gobierno.
El doble rasero, que es un distintivo de los caviares, se aplicó también en este caso, pues en otros, ellos dieron inmediatamente como ciertas las acusaciones contra Alan García y Keiko Fujimori apenas se conocieron los dichos de los delatores.
Sin duda hay que esperar las evidencias de los alegatos de Villaverde. Pero lo poco que ha mostrado hasta ahora, corrobora que una banda de delincuentes se ha apoderado del gobierno. Y pone al descubierto el pánico caviar ante la aparición de más testimonios que confirman la naturaleza de esa pandilla que ellos ayudaron a llegar al poder. Lampadia