Naturalmente, el mundo manifiesta mucha desconfianza sobre China. Incluso The Economist, lo reitera una y otra vez. Henry Kissinger, en su último libro, ‘Orden Mundial’, nos recuerda que milenariamente, la China se define como ‘el reino medio’, porque está a cargo de todo lo que está entre el cielo y la tierra.
La verdad es que desde que Deng Xiaoping tomó el poder después de Mao, la China está en un proceso revolucionario de desarrollo económico que sigue sorprendiendo a tirios y troyanos. Durante tres décadas creció a un promedio de 10% anual. Cuando tuvo que reorientar su economía al consumo interno, desde las inversiones y exportaciones, volvió a sorprender, evitando lo que se temía, un aterrizaje forzoso. Hoy, sus perspectivas de crecimiento parecen más estables.
Sin embargo, la política china hacia adentro sigue dominada por un inexpugnable control del partido comunista. Y la política hacia el exterior, genera aún, muchas dudas.
Fuente: now.com
Por ello, las definiciones del 19º Congreso Quinquenal del Partido Comunista de chino, cobran especial interés para la humanidad. Xi Jinping planteó el nuevo mantra del régimen: el “Pensamiento sobre el Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era”. Pensamiento que sería incorporado a la Constitución china durante su semana de reunión en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín.
Para ilustrar a nuestros lectores de la importancia de este congreso, presentamos a continuación dos análisis:
- El de TheEconomist, cauteloso con el poder de Xi Jinping y de China, que enfatiza, además, la debilidad de Estados Unidos con el aislacionismo de Trump.
- El de Jim O´Neill, en Project Syndicate, que sugiere despreocuparse de la parafernalia que acompaña a los congresos chinos, y destaca la importancia de observar si China podrá mantener el crecimiento de su consumo interno y el desarrollo del BRI, el mayor proyecto de infraestructuras y generación de corredores económicos de la historia del mundo.
I. El mundo debe ser cauteloso
Xi Jinping tiene más influencia que Donald Trump
The Economist
14 de octubre de 2017
Traducido y glosado por Lampadia
Los presidentes estadounidenses tienen la costumbre de describir a sus homólogos chinos en términos de reverencia.
- Un adulador Richard Nixon le dijo a Mao Zedong que sus escritos habían «cambiado el mundo».
- Para Jimmy Carter, DengXiaoping era una cadena de adjetivos halagadores: «inteligente, rudo, inteligente, franco, valiente, agradable, seguro de sí mismo, amable».
- Bill Clinton describió aJiang Zemin, como un «visionario» y «un hombre de extraordinario intelecto».
- Donald Trump no está menos impresionado. Dijo que Xi Jinping, es «probablemente el más poderoso» que China haya tenido en un siglo.
Trump puede tener razón. Y podría haber agregado plausiblemente: «Xi Jinping es el líder más poderoso del mundo».
Estados Unidos sigue siendo el país más poderoso del mundo, pero su líder es más débil en su país y menos efectivo en el exterior que cualquiera de sus predecesores, sobre todo porque desprecia los valores y alianzas que sustentan la influencia estadounidense.
Xi es un motor dominante del crecimiento global. Los observadores más escépticos se preguntan si Xi usará su extraordinariopoder para bien o para mal.
En el extranjero, Xi se presenta como un apóstol de la paz y la amistad, una voz de la razón en un mundo confuso y atribulado. En Davos, Xi prometió que sería un campeón de la globalización, el libre comercio y el acuerdo de París sobre el cambio climático.
Su «Belt and Road Initiative» (BRI) puede ser desconcertantemente nombrada, pero su mensaje es claro: cientos de miles de millones de dólares de dinero chino se invertirán en ferrocarriles, puertos, centrales eléctricas y otras infraestructuras que ayudarán a vastas extensiones del mundo a prosperar. [El mayor proyecto de infraestructuras y consolidación de corredores económicos de la historia mundial].
En casa, los instintos de Xi son menos liberales. Él cree que incluso un poco de permisividad política podría probar no solo su propia ruina, sino la de su régimen. Parece decidido a reforzar el control sobre la sociedad china, sobre todo mejorando los poderes de vigilancia del Estado y manteniendo los ‘commandingheights’ (los controles) de la economía, firmemente bajo el control del partido.
Algunos optimistas argumentan que aún no hemos visto al verdadero Xi, que el congreso lo ayudará a consolidar su poder, y después de eso comenzará las reformas sociales y económicas en serio, construyendo sobre su éxito relativo frenando la corrupción.r
Xi puede pensar que concentrar, más o menos poder sin control, sobre 1,400 millones de chinos en manos de un hombre es, para pedir prestado uno de sus términos favoritos, la «nueva normalidad» de la política china. Pero no es normal; es peligroso. Nadie debería tener tanto poder. Especialmente preocupante en un momento en que los EEUU de Trump, está retrocediendo y creando un vacío de poder.
El mundo no quiere un Estados Unidos aislacionista ni una dictadura en China. Por desgracia, puede tener ambos.
II. ¿Qué está realmente en juego en el Congreso del PCCh?
Project Syndicate
JIM O’NEILL
18 de octubre de 2017
Traducido y glosado por Lampadia
Cada vez que el Partido Comunista Chino celebra su Congreso Nacional quinquenal, los expertos se deleitan en especular sobre la dinámica política detrás de escena, que impulsa lo que invariablemente es un evento cuidadosamente coreografiado. Pero deberían enfocarse en si los líderes de China marcarán la continuidad o el cambio en relación con las políticas económicas y comerciales del país.
Se me ocurren dos preguntas. Primero, ¿el modesto aumento del consumo chino continuará impulsando un crecimiento anual del 6-7%? Y, en segundo lugar, ¿la Iniciativa Belt and Road (BRI), algo indefinida, continuará siendo una prioridad importante para el liderazgo de China?
En cuanto a la primera pregunta, a pesar de la tendencia de crecimiento más lenta de este año, China aún agregará alrededor de $ 1 millón de millones, o más, a su PBI nominal, lo que le dará una economía de $ 12 millones de millones a fines de este año, casi el doble del tamaño de su economía en 2010, dos tercios del tamaño de la economía de los Estados Unidos.
Según datos oficiales, el consumo privado en China representa solo el 39.2% del PBI. Esto es muy bajo según los estándares de la mayoría de las economías de altos ingresos, pero ha aumentado del 35.5% del PBI en 2010. Cuando ese aumento se traduce en números duros, asciende a $ 2.58 millones de millones adicionales desde 2010, un incremento que es más grande que toda la economía india. El crecimiento del consumo chino es fácilmente el factor más importante en el crecimiento del consumo mundial en la actualidad.
Si el crecimiento del consumo chino continuara en su modesta trayectoria ascendente hasta 2020, representaría algo más del 41.5% del PBI. Sin embargo, hay algunas pruebas anecdóticas que sugieren que el crecimiento del consumo chino podría acelerarse con mayor rapidez.
Entonces, la verdadera pregunta para los observadores de China en todo el mundo es si algo que sucede en el 19º Congreso afectará esta tendencia.
En cuanto a la segunda pregunta, sospecho que China mantendrá el rumbo en el BRI, especialmente teniendo en cuenta las crecientes preocupaciones sobre el comercio en otras partes del mundo. Si bien todavía no conocemos la dinámica precisa de este gran proyecto, es seguro asumir que vincular a China, Europa y a todos en el medio, a través de mejores infraestructuras, tendrá un impacto positivo significativo en el comercio mundial.
No creo que el BRI sea tan importante como el consumidor chino para la economía mundial. Pero en términos de intercambio, específicamente, su impacto podría ser enorme. El BRI tendrá un efecto directo en hasta 65 países, incluidos Rusia e India.
De hecho, mucho más interesantes que los proyectos de infraestructuras del BRI son sus implicancias geopolíticas. El BRI podría terminar siendo una política histórica.
Las dos preguntas que realmente importan son si el crecimiento de China liderado por los consumidores se estancará; y si el BRI será abandonado. Ninguno de las dos sería bueno para la economía global. Pero, afortunadamente, ninguno parece probable. Lampadia