Karla Horna
Para Lampadia
“Entre un gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente, hay una cierta complicidad vergonzosa” Victor Hugo.
El poder seduce, embrutece, o hace perder los valores a quien no esté preparado íntegramente para desempeñar cargos públicos. No se trata de ser de derecha o izquierda sino en los valores y los resultados concretos en la gestión lo que manda.
A ciento treinta días de un desgobierno porque el poder de los hechos que así lo demuestran con pena y sin gloria el país se ha empobrecido moral y económicamente. El alza del dólar impacta negativamente en la calidad de vida de la población debido a mensajes negativos por parte del Gobierno, desde la ausencia de liderazgo presidencial, presuntos y evidentes actos ilícitos, hasta pretender atentar contra la democracia verdadera y libre mercado generando zozobra e incertidumbre que golpean duro justo al sector poblacional más humilde.
El cambio de la Constitución y modificación de contratos empresariales espantan a cualquier inversor porque las reglas en toda relación o vínculo siempre deben ser claras y mantense. Es correcto que toda obra humana puede ser perfeccionada, pero pretender comezar de cero con populismo, cambiar las reglas de juego y sin valores democráticos es apartarnos del mundo, es quitarle pan al Pueblo.
El reciente voto de confianza que en realidad es más bien de confianza ficticia o superficial donde nuevamente prevalece el mal menor o mantener una supuesta “estabilidad” siempre juega en contra del Pueblo. Un engañamuchachos es ocultar la basura debajo de la alfombra. Sin calidad humana ni profesional de funcionarios públicos y sin un plan de trabajo viable, neutral y coherente no se augura buenos resultados.
La crisis se ha vuelto cotidiana en el país ya que cada día surgen nuevos conflictos y escándalos lo cual hace imposible el resurgimiento moral y económico del Perú. Es así que lamentablemente la pobredumbre de la clase política, salvo algunas excepciones, se intensifica más por la pandemia donde las necesidades humanos son más grandes y de manera proporcial la ambición e ilícitos.
Recientes videos y audios hacen casi evidente presuntos actos ílicitos en el Gobierno esto fortalece el mecanismo constitucional de la vancancia presidencial la cual que debe ser correctamente utilizada.
En esta coyuntura hostíl y de cambios, la gobernabilidad se vuelve muchas veces una excusa floja y mediocre de muchos líderes políticos en avalar actos ilicitos, lo cual tiene intrínsecamente complicidad. Asimismo, el sistema de justicia muchas veces parece empoderar actos ilícitos, sin dar la talla con eficiencia e igualdad de acción frente a los implicados en delitos.
Las crisis revela deficiencias :
- Ausencia de una identidad peruana verdadera ya que existen profundas heridas no sanadas que nos desunen como peruanos generando conflictos internos. Por ejemplo, racismo, clasismo, etc
- Crisis de valores siendo esta la verdadera crisis y la madre de todos los males del país.
- Ausencia de Partidos Políticos sólidos con identidad propia, lealtad y permanencia que forjen a líderes verdaderos.
- Oposición desunida, débil, mediocre, blanda.
- Falta de control, autoridad e independiencia de las instituciones públicas.
- El cáncer de la impunidad. La ley no se aplica a todos por igual.
- La violencia como mecanismo de lograr pretensiones desnaturalizando la naturaleza legal y verdadera del Derecho a la Huelga.
- El empresario percibido como el enemigo cuando en realidad ha sido la solución a muchas crisis incluso con solidaridad eficiente ante las necesidades del Pueblo.
- Educación, salud y desempleo desantendido.
- El ciudadano de a pie desprotegido. A mayor crisis económica aumenta proporcionalmente la delincuencia.
- PNP y FFAA sometidas y humilladas, pérdida de los principios de legalidad y autoridad.
Esto genera conflictos sociales que van en peligroso aumento que inevitablemente estallarán tarde o temprano lo cual sería desastroso para el país.
El Gobierno demuestra claramente sus intenciones políticas y evidentemente “la calidad” de sus integrantes revelan lo que realmente son, en esencia hasta ahora negativa para el país. El discurso electoral ya culminó, la gestión gubernamental viene siendo adversa y podría empeorar peligrando incluso el Estado de Derecho.
El afán de reformas del Gobierno requieren control y fiscalización eficiente ante un posible totalitarismo nefasto adverso al Pueblo. A este punto conviene destacar, qué rol juega EL PUEBLO? León u oveja?
La presente es una reflexión a la acción coherente y conforme a Ley, donde los ciudadanos se empoderen con participación responsable y con discenimiento de los hechos políticos, exigiendo excelencia a sus autoridades. También es un llamado a los operadores del Derecho para que aporten de manera neutral y didáctica conocimientos legales a la población para que no sean víctimas de la ignoracia o manipulación.
Evitemos el sídrome de la rana hervida o lamentarse despúes cuando todo ya es muy tarde. Indiferencia es complicidad, elegir ser héroes en lugar de ser víctimas.
Siempre hay esperanza y el poder de redirigir bien las cosas con legalidad por buen cause a la paz social y bienestar general: CORAJE Y ACCIÓN PERÚ. Lampadia