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+ Vida – Plástico

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 8 de junio de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Tomar la iniciativa en asuntos que nos interesen, sin esperar que otros lo hagan por nosotros… eso significa el refrán de Mahoma. Para qué esperar que el Congreso de la República o la burocracia del Gobierno Central concreten formalmente la iniciativa de reducir el uso de bolsas de plástico y envases de Tecnopor, si – como todo parece indicar – la contaminación ambiental los tiene sin cuidado.

+ vida – plástico… es el nombre de nuestra iniciativa respecto al cuidado del medio ambiente. Así le hemos llamado a la nueva “Misión Imposible” que vamos a acometer. Y – como no podía ser de otra forma – vamos a trabajar con nuestro ejército de soldaditos escolares. Aquel ejército invencible que acaba de derrotar al Dengue en toda la región.

Al igual que en el caso de la temible epidemia, vamos a involucrar a todas nuestras Direcciones Regionales. Y a través de ellas, a la ciudadanía en pleno. La lección aprendida en la lucha contra el Dengue es muy aleccionadora. La unión hace la fuerza. Unidos venceremos.

Los pesimistas y amargados de siempre dirán… eso es un decir. Del dicho al hecho, hay mucho trecho. Bueno pues – en Ica – nuestra unión para acometer “Misiones Imposibles” es literal. Cuando el Gobierno Regional y la ciudadanía iqueña se unen para acometer causas nobles… bingo. Lo acabamos de demostrar. Cuando los iqueños nos unimos para vencer al Dengue… lo logramos.

Algo parecido queremos hacer respecto a la otra grave epidemia que asola a nuestra región… la basura. Sobre todo, la basura de bolsas de plástico y envases de Tecnopor. 

Para ello – aparte de la ciudadanía – estamos coordinando con las empresas comerciales de nuestra región. Centros comerciales, farmacias, kioscos, carretilleros, tiendas de todo tipo, restaurantes… sobre todo los de “comida para llevar”. Todas las empresas – grandes y pequeñas – que expenden sus productos en bolsas de plástico o envases de Tecnopor, se van a sumar a la campaña para sustituir los envases contaminantes por bolsas de papel o cartón. Incluso, incentivarán a sus clientes a llevar – a la antigua – canastas de paja o bolsas de tela cuando vayan de compras. La idea es reducir – al mínimo – el uso de envases contaminantes.

Lo interesante de todo esto es que empresas – no comerciales – como Aceros Arequipa, Interbank, Pluspetrol, y las empresas pesqueras, mineras y agrícolas de la región – por sólo mencionar a unas cuantas – se han manifestado en favor de nuestra iniciativa ambiental.

Por todo ello, creo que el éxito de esta nueva “Misión Imposible” está asegurado. Ica está en camino a convertirse en una región limpia y – ambientalmente – responsable.

Vamos a ver cómo nos va con este nuevo gran desafío. El tiempo lo dirá. Siento que estamos como cuando nos propusimos combatir la epidemia del Dengue, a inicios del año pasado. Cuando los casos de febriles se presentaban – sí o sí – de un momento a otro, en todos nuestros hospitales… para deleite de ese puñado de congresistas, consejeros regionales y periodistas carroñeros de Ica.

Estoy seguro de que – una vez más – saldremos airosos. Ica reducirá – significativamente – su basura de bolsas de plástico y envases de Tecnopor. Los recicladores callejeros – quienes merecen nuestra máxima gratitud y reconocimiento – se encargarán de procesar la basura orgánica, y la basura de vidrio, metal, papel y cartón… incluso la basura de botellas de plástico. Y nuestros alcaldes verán facilitada su función de limpieza pública.

En buena cuenta… aparte de haber erradicado la epidemia del Dengue, Ica habrá erradicado la epidemia de los plásticos contaminantes. Nuestros ríos, canales, acequias, playas, y mares… estarán limpios. Como en los buenos tiempos. Los pesimistas y amargados – una vez más – negarán nuestro éxito. Pero no importa. ¡Allá ellos con sus iras y rabias!

¡Vamos iqueños! Repliquemos el éxito del Dengue. + Vida – Plástico Lampadia




El Perú tiene agua… los peruanos no

El Perú tiene agua… los peruanos no

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 27 de setiembre de 2017
Para Correo Ica y
Lampadia

Todos los años – de enero a marzo – los peruanos botamos una enorme cantidad de agua dulce al mar. Me refiero a las abundantes aguas de avenida que discurren por nuestros ríos, a vista y paciencia de toda la población. Todos los peruanos – año tras año… letrados y no letrados – somos testigos impávidos del paso de las aguas de avenida, y su inexorable pérdida en el mar.

Seamos sinceros… ¡qué poco hacemos por retener – aunque sea – una parte de esas aguas cuando están a nuestro alcance! Y luego… cuando los ríos se secan – todos los años, en los estiajes – ¡con qué desparpajo nos quejamos por la falta de agua!

No pues… es hora de actuar. ¡Basta de quejas y soluciones de escritorio! Tenemos agua en abundancia… en los veranos. Es cuestión de retenerla, guardarla, infiltrarla en los acuíferos… cualquier cosa que evite que se pierda en el mar, para disponer de ella en los estiajes.

Obviamente, hay que construir muchos reservorios… pequeños, medianos y grandes. Todos los que se puedan para guardar la mayor cantidad de agua posible. Sin embargo – a este respecto – los peruanos hemos vivido equivocados… toda la vida. Siempre dijimos que sólo el Estado debía construir los reservorios, y que estos tenían que ser inmensos.

Sólo los grandes reservorios estatales – tipo Poechos en Piura – solucionarían el problema de escasez de agua en el país. Aquellos que cuestan miles de millones de dólares y – por ende – tardan una eternidad en construirse. Y – mientras tanto – nada de nada. ¡Craso error!

Más vale un pequeño reservorio… que nada. Inclusive, como los pequeños reservorios son baratos y rápidos de hacer – a la larga – es más fácil construir muchos pequeños reservorios – que sumados almacenan una gran cantidad de agua – que invertir en pocos mega reservorios que – en la práctica – nunca se construyen.


Reservorios de agua de Sierra Productiva

Segundo craso error. El agua sólo se puede almacenar en reservorios superficiales. Falso. Los acuíferos – o sea, los estratos del subsuelo que contienen agua – suelen ser muy grandes y pueden hacer las veces de enormes reservorios de agua subterránea. Inclusive, pueden rellenarse artificialmente mediante técnicas de infiltración inducida. En síntesis, las aguas de avenida se pueden almacenar (1) en reservorios superficiales tradicionales, y (2) en reservorios subterráneos… o acuíferos.

Luego tenemos el poder retentivo de los bosques y praderas… los cuales hacen las veces de esponjas – enormes – capaces de retener humedad en grandes cantidades. Bueno pues… lejos de preservar los bosques y praderas como hubiera correspondido, los peruanos los hemos depredado – a más no poder – sin ninguna consideración ambiental. Terrible. La demanda de leña y carbón de palo – literalmente – ha acabado con nuestros bosques naturales.

¿Qué hacer al respecto? Muy sencillo. Replantar bosques… plantar millones de árboles para reforestar todo lo que hemos depredado a lo largo de los últimos 100 años… o más.


Fuente: Sierra Productiva

Y cuanto al uso del agua – como diría el poeta – hay hermanos, muchísimo que hacer. En el agro… la clave para evitar el desperdicio del agua está en el Riego Tecnificado. En los centros poblados… redes en buen estado y micro medición. Y en las casas… “cierra el caño”. Para todo ello la fórmula secreta se llama “Tarifas de Agua”. Sí – aunque muchos se quieran pasar de vivos – hay que pagar por el agua. El que consume más, paga más. El que consume menos, paga menos.

Menos egoísmos regionales. Más “hermandad del agua” entre cuencas vecinas. Menos floro. Menos teoría. Más manos a la obra. Dejemos de lado la ignorancia y démosle paso a la sapiencia. Y – por supuesto – más liderazgo político. Me refiero a liderazgo político… del bueno. Así podemos resolver la paradoja del agua en nuestro país. Puro sentido común.

Los peruanos tenemos que aspirar a tener – todos – agua todo el año. Pues bien… en eso estamos Ica y Huancavelica. Lampadia

 




IKIGAI: ‘Tu razón de ser’ – ‘Tu sentido de propósito’

Desde el Japón nos llega un regalo de sabiduría milenaria sobre cómo entender nuestras vidas, cómo entender los elementos que pueden ayudarnos a comprender, una y otra vez, aquello que todos nos preguntamos durante nuestra existencia, cómo ser felices y sentirnos satisfechos de lo que vamos construyendo y, finalmente, dejando.

El ‘ikigai’ nos explica que para entender nuestra existencia podemos empezar por entender como combinamos los elementos que nos a cercan a tener vidas plenas. Para ello podemos ver las intersecciones de:

  • Lo que amamos o lo que nos gusta hacer
  • Lo que podemos hacer para vivir en un mundo mejor, como podemos contribuir a lo que el mundo necesita
  • Lo que podemos hacer bien, aquello en lo que somos buenos haciéndolo
  • Y aquello por lo que podemos recibir ingresos, por lo que nos pagan

Las áreas de las intersecciones entre cada dos de estos elementos son cuatro:

  • La combinación de lo que amamos y lo que el mundo necesita, determina nuestra MISIÓN
  • La unión de lo que amamos y lo que hacemos bien, define nuestra PASIÓN
  • Lo el mundo necesita de nosotros y aquello por lo que nos pagan, expresa nuestra VOCACIÓN
  • El producto de lo que hacemos bien y lo que genera nuestros ingresos, muestra nuestra PROFESIÓN

Avanzando en la definición de nuestro ‘ikigai’, debemos ver las cuatro intersecciones de los elementos, de tres en tres:

  • La unión, la intersección de lo que amamos, con lo que sabemos hacer bien, y lo que el mundo necesita de nosotros, nos permite lograr GOCE Y SENTIDO DE REALIZACIÓN, PERO SIN RIQUEZA (falta la fuente de ingresos)
  • Si combinamos lo que sabemos hacer bien con lo que amamos o nos gusta hacer, y lo que nos pagan por hacer, podemos sentir SATISFACCIÓN, PERO CON SENTIMIENTO DE INUTILIDAD (falta lo que el mundo necesita)
  • De la superposición de lo que amamos con lo que el mundo necesita y aquello por lo que nos pagan nos puede dar ENTUSIASIMO Y COMPLACENCIA, PERO SENSACIÓN DE INCERTIDUMBRE (falta lo que sabemos hacer bien)
  • Lo que amamos, junto con lo que el mundo necesita y aquello por lo que nos pagan, determinan que nos sintamos CONFORTABLE, PERO SENSACIÓN DE VACÍO (falta lo que amamos)

Finalmente, la superposición o combinación de los cuatro elementos, nos da nuestro ‘ikigai’. El propósito, o, mejor dicho, el sentido de propósito de nuestra vida, nuestra razón de ser, como explica esta filosofía, nuestro ‘ikigai’ puede cambiar durante nuestra vida, es casi imposible mantener un equilibrio paritario entre las cuatro fuerzas que determinan nuestra satisfacción de vivir, cada uno de nosotros tiene cierta inclinación que nos puede llevar a privilegiar el éxito profesional, a seguir nuestra vocación por encima de todo, a responder a nuestra pasión, o a desarrollar nuestro sentido de misión. Los pesos pueden ser unos de jóvenes y otros de mayores, pero lo que no puede faltar es tener o sentir: UNA RAZÓN PARA VIVIR.

Sin ella, como dice el artículo de Laura Oliver, publicado su artículo “¿Es este concepto japonés, el secreto de una vida larga, feliz y significativa?” por el World Economic Forum, cuando en la mañana te preguntes tu razón para despertarte, solo querrás volver a acostarte. Por eso, el ikigai conduce probablemente a una mejor vida “porque hará que uno tenga algo por lo que vivir”.

Ver video del World Economic Forum que muestra la importancia del ikigai en nuestras vidas:

El ‘ikigai’ es una forma de ver nuestras vidas que nos permite fijar mejor nuestros objetivos de vida, evaluar los momentos que vamos atravesando y reforzar nuestros empeños, en resumen, lograr una vida más satisfactoria. Lampadia




Hacia nuevos estándares de salud

Hacia nuevos estándares de salud

La ‘cuarta revolución industrial’ avanza inconteniblemente en todos los frentes. Uno de los de mayor impacto en la vida de los seres humanos es el de la salud. Esta revolución nos ofrecerá entre otros, mejores tratamientos preventivos en línea, mejores sistemas de dosificación de medicinas, vidas más sanas y más años de vida. Tal vez, muchos más.

Como explica The Economist en el siguiente artículo, esto traerá grandes beneficios para quienes tengan acceso a las nuevas tecnologías. Pero puede hacer crecer las brechas entre los más pudientes y los más pobres, llegándose a hablar de la posibilidad de que en el futuro tengamos Hombres y Superhombres, como lo explica Yuval Noah Harari, ver en Lampadia: Del Homo Sapiens al Súper- Humano.

Este eventual desarrollo es la principal razón por la que en Lampadia seguimos la ‘cuarta revolución industrial’ e insistimos en la necesidad de llevar nuestra economía al máximo de crecimiento posible, pues así podremos conseguir los recursos necesarios para cerrar las brechas sociales y económicas que aún mantenemos y, podríamos permitir que nuestros pobres tengan acceso a las tecnologías que transformarán la vida en el planeta.

Como dice The Economist, “La ciencia está llegando a entender maneras de retrasar el envejecimiento. Alégrate, mientras se puedan manejar los efectos secundarios”.

 

Envejecimiento: Engañando a la muerte

The Economist

13 de agosto, 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Imagínese un mundo en el que puede colocarse un nuevo corazón, hígado o un  conjunto de riñones a la medida. Todos cultivados a partir de sus propias células, con la misma facilidad con la que hoy se reemplaza una rodilla y cadera. O uno en el que celebre su cumpleaños 94 en una maratón con sus amigos de la escuela. Imagínese, en otras palabras, un mundo en el se haya abolido el envejecimiento.

Ese mundo aún no está en oferta. Sin embargo, algo parecido podría serlo un día. La senescencia, el envejecimiento, o la mengua general de destrezas experimentada por todos con la edad, viene siendo estudiada médicos y biólogos. Suspenderla, no está aún sobre la mesa, pero desacelerarla probablemente sí. Los promedios de vida han aumentado mucho durante el siglo pasado, pero eso fue gracias a una mejor alimentación, vivienda, la salud pública y algunos medicamentos. El nuevo aumento de vida sería producido por medicamentos anti-senescencia, algunos de las cuales pueden existir ya.

Los optimistas afirman, que la vida de muchas personas se extenderá hasta el techo actual de 120 más o menos. Pero puede ser sólo el principio. En la siguiente fase, no sólo subirán los promedios de vida, sino también la vida útil máxima. Si una parte del cuerpo se desgasta, será reparada o reemplazada por completo. El ADN será optimizado para vidas largas. Añada medicamentos anti-envejecimiento y los centenarios se convertirán en algo común.

Hombre y superhombre

Con este fin, muchos esperanzados ‘reparadores’ están preparando sus proyectos. Algunos quieren mejorar tejidos gastados utilizando células madre (precursoras de otros tipos de células). Tal bio-renovación es la base de un no probado, casi vampírico tratamiento de moda en algunos círculos: la transfusión al viejo de sangre joven. El negocio de cultivar órganos de cero también está dándose. Por el momento, estos “organoides” son pequeños, imperfectos y mayormente utilizados para pruebas de drogas. Pero eso seguramente cambiará. La longevidad es conocida por darse en ciertas familias, lo que sugiere que variedades particulares de genes prolongan la vida. Algunos están investigando esto, con la idea de que las técnicas modernas de edición  de genes podrá un día ser utilizada para hacer ajustes cruciales para extender la vida.

Desde el punto de vista de una persona, esto suena muy deseable. Para la sociedad como un todo, sin embargo, tendría profundos efectos. La mayoría de ellos serán buenos, pero no todos.

Una de las preocupaciones es que las vidas más largas exacerbarán los problemas sociales y económicos existentes. El reto más inmediato será el acceso a tratamientos anti-envejecimiento. Si una vida larga es cara, ¿quién la conseguirá primero? Ya hoy día,  los ingresos son uno de los mejores predictores de la esperanza de vida. Ampliar la brecha con tratamientos inaccesibles para los pobres, podría profundizar las divisiones que ya están creando tensiones en las democracias.

¿Serán discriminados los trabajadores de mayor edad, o los números les darán a ellos el látigo en la mano sobre los jóvenes? ¿Se aferrarán los jefes, aguantando las carreras de sus subordinados, o se aburrirán y harán algo completamente distinto? ¿Y todas aquellas personas de edad, dejarán de considerarse a sí mismos personas de edad avanzada, conservando actitudes mentales y físicas vigorosas, o serán más conservadores (porque las personas de edad tienden a serlo)?

Una razón para esperar que los ancianos sean menos rígidos es que la vida misma sería más que una sola historia, una serie de nuevos inicios. Las crisis de mediana edad podrían ser no tanto sobre la recaptura de la juventud perdida, sino sobre  elucubraciones sobre  cómo hacer lo mejor en el siguiente medio siglo.

El retiro se convertiría en una opción más lejana para la mayoría, ya que los pozos de pensiones tendrían que ser enormes para soportar vidas útiles extendidas. Con este fin, el portafolio de la carrera se convertiría en la regla y la educación tendría que cambiar en consecuencia. La gente podrá volver a la escuela a los 50 años para aprender algo completamente diferente. Sin duda el obrero necesitará un descanso físico. El contador podría convertirse en un médico. El abogado, un trabajador de la caridad. Tal vez algunos tomen largas pausas entre las carreras y se diviertan salvajemente, sabiendo que la medicina les puede ofrecer reparaciones sobre la marcha.

El aburrimiento y la necesidad de variedad, alterarían también la vida familiar. ¿Cuántos atarán el nudo en sus años 20 en la expectativa de estar con la misma persona 80 años después? El socio (pareja) de por vida, ya en declive, podría convertirse en una rareza, siendo reemplazado por una serie de relaciones, cada una de una duración considerada hoy como un período decente de convivencia. En cuanto a la reproducción, presumiblemente los testículos de los hombres sigan funcionando indefinidamente y, a pesar de que se considera que los ovarios de la mujer tienen un número finito de los óvulos, sin duda la tecnología sería capaz de crear nuevos. Los que quieran podrán así seguir procreando durante décadas. Eso, y el matrimonio en serie, hará que sea más difícil hacer un seguimiento de quién está relacionado con quién. Las familias empezarán a parecerse más a las redes laberínticas. En un mundo donde los matrimonios no duran, las mujeres de todo el mundo tendrán mayor libertad para divorciarse y los patriarcas de edad, perderán finalmente su hegemonía.

Esta especulación es divertida, y básicamente optimista. La promesa de una vida más larga, bien vivida, redondearía a una la persona, pero esta visión del futuro depende de una cosa: que la larga existencia sea también sana. La humanidad debe evitar la trampa que cayó sobre Titán, el troyano mítico al que los dioses le concedieron vida eterna, pero se olvidó de pedir también juventud eterna.

Remitir a Matusalén

La trampa de Titán ha surgido porque los cuerpos han evolucionado para ser vehículos  de usar y tirar para llevar los genes de una generación a la siguiente. Los biólogos tienen una frase para ello: el soma desechable. Explica no sólo la senescencia en general, sino también por qué la demencia, el cáncer, problemas cardiovasculares, artritis y muchas otras cosas se evitan en la juventud, pero se embuten en la vejez una vez que termina la reproducción. Esto, también, deben ser tratado si una vida larga y saludable se convierte en lo normal. Además, incluso el cerebro sano puede envejecer mal. Un órgano evolucionado para dar cabida a 70 u 80 años de recuerdos puede no ser capaz de lograrlo para 150 años.

Sin embargo, el entendimiento biológico está avanzando a buen ritmo. La longevidad está a nuestro alcance, aún si la inmortalidad puede no estar cerca o no ser tan interesante como a algunos fantasiosos les gusta creer. Asegúrese de elaborar una lista muy larga de deseos.

Lampadia




Embriones humanos: urge acuerdo de líneas éticas y controles

Embriones humanos: urge acuerdo de líneas éticas y controles

Más de 10,000 enfermedades son el resultado de mutaciones en uno u otro de los 20,000 genes del genoma humano. Son responsables de una gran pérdida de vidas. Científicos han trabajado durante décadas para perfeccionar técnicas genéticas que podrían tratar algunas de estas condiciones. La última arma en su arsenal es una técnica llamada CRISPR-Cas9, una forma de edición del genoma que promete hacer posible editar (reescribir) la información genética humana de forma simple, rápida y precisa. Este es el innovador tema de la última portada de la revista The Economist: “Editing humanity” (Editando la humanidad).

Embrios humanos, en el centro del debate ético

 

Esta técnica funciona como la función de cortar y pegar en la computadora. En lugar de corregir errores tipográficos, corta el ADN defectuoso y lo reemplaza con los genes ‘sanos’.

Los investigadores están utilizando CRISPR-Cas9 para aprender cómo los genes controlan el desarrollo y cómo afectan la salud y las enfermedades. Se esperapoder extraer células inmunes de pacientes con cáncer y reescribir sus genomas, de manera que cuando las células se vuelven a colocar,éstas destruyan los tumores de los pacientes. Por otra parte, ya están en marcha las pruebas para hacer que las personas se vuelvan resistentes al VIH,creando una inmunidad natural en el ADN de sus células sanguíneas. Es pronto, pero el potencial médico es impresionante.

Las ventajas son infinitas. En particular, este avance en la ciencia y, más específicamente, en la medicina puede beneficiar a enfermedades genéticas congénitas que suponen una amenaza para el bienestar de la humanidad. Será fundamental entender cómo funciona esta tecnología, ya que como afirma el artículo, podemos ayudar a resolver una alteración genética que ha plagado a la humanidad durante siglos. La principal atracción de este método es que es una solución a largo plazo. Se elimina el problema y ya no será hereditario. El problema es que si la reparación induce efectos secundarios, estos también serán trnasmitidos a las siguientes generaciones.

En el experimento chino, hubomuchos efectos secundarios. El equipo utilizó CRISPR para trabajar en 86 embriones. De los 71 embriones que sobrevivieron, 54 fueron probados genéticamente. Esto reveló que solo 28 eliminaron con éxito el gen defectuoso. “Si quieres crear embriones normales, se tiene que estar cerca del 100%”, dice Huang, el científico líder del proyecto. “Es por eso que nos detuvimos. Seguimos pensando que es demasiado pronto”. 

Huang afirma que el estudio fue rechazado por las revistas “Nature” y “Science”, en parte debido a objeciones éticas. Añade que los críticos del estudio han señalado que las bajas eficiencias y el elevado número de mutaciones podrían ser específicos de los embriones anormales utilizados en el estudio. Huang reconoce la crítica, ya que no se han hecho pruebas de edición de genes en embriones normales y no hay manera de saber si la técnica funciona de forma diferente en ellos.

Sin embargo, sostiene que los embriones permiten un modelo más significativo (y uno más cerca de un embrión humano normal) que un modelo animal o uno usando células humanas adultas. “Queríamos mostrar nuestros datos al mundo para que la gente sepa lo que realmente sucedió, en lugar de sólo hablar de lo que podría suceder, sin fundamentos ni data”, dice.

Jürgen Habermas, sociólogo y filósofo alemán especialista en la tradición de la teoría crítica y el pragmatismo, sostiene que “esta especie de controles de calidad deliberados pone en juego un nuevo aspecto del asunto: la instrumentalización de una vida humana engendrada con reservas por preferencias y orientaciones de valor de terceros”.  La crítica de Habermas no es casual. Cuando la vida humana tiende a someterse a criterios de pura eficacia técnica, bien puede pensarse que el valor de la persona se reduce a un mero cambio en los genes. 

Un tema fundamental para que esta técnica pueda desarrollarse algún dia es abordar los aspectos éticos. Estos deben ser debatidos y normados con anticipación al uso del CRISPR. Este debate debe incluir la gobernanza que se pueda desarrollar, no basta fijar reglas, también hay que establecer los castigos. Aplicaciones “cosméticas” pueden beneficiar a unos pocos individuos, pero una solución médica podría salvar a la humanidad, sin embargo, la viabilidad social se determinará en función de las normas.Lampadia

 

Compartimos el artículo de The Economist traducido y glosado por Lampadia:

Ingeniería Genética

Editando a la Humanidad

Publicado por The Economist el 22 de agosto del 2015.

Una nueva técnica para manipular genes muestra un gran progreso, pero se necesitan reglas para gobernar

El genoma está escrito en un alfabeto de tan sólo cuatro letras. Ser capaz de leer, estudiar y comparar las secuencias de ADN de los seres humanos, y miles de otras especies, se ha convertido en rutina. Una nueva tecnología promete hacer posible editar la información genética de manera rápida y barata. Esto podría corregir terribles defectos genéticos que asolan vidas. También anuncia la distante perspectiva de que los padres construyan a sus hijos a pedido.

La tecnología se conoce como CRISPR-Cas9, o simplemente CRISPR. Se trata de un trozo de ARN [otro ácido nucleico], un mensajero químico, diseñado para tomar como blanco una sección de ADN; y una enzima, llamada una nucleasa, que pueden cortar los genes no deseados y pegar nuevos. 

Existen otras formas de editar el ADN, pero CRISPR mantiene la promesa de hacerlo con sencillez, velocidad y precisiónsin precedentes.

Una amplia gama de aplicaciones han hecho que investigadores recurran a CRISPR para desarrollar terapias para todo, desde el Alzheimer al cáncer al VIH. Al permitirle a los médicos poner sólo los genes cazadores de cáncer a la derecha en el sistema inmunológico de un paciente, la tecnología podría conducir a nuevos enfoques de la oncología. También puede acelerar el progreso de la terapia de genes, donde los médicos ponen genes normales en las células de las personas que sufren de enfermedades genéticas tales como Tay Sachs o fibrosis quística.

Pasarán años, tal vez décadas incluso, antes de que CRISPR se utilice para diseñar bebés. Pero los problemas que plantea ya son objeto de un intenso debate. En abril, científicos en China revelaron que habían intentado usar CRISPR para editar los genomas de embriones humanos. Aunque estos embriones no podrían desarrollarse a término, los embriones viables podrían un día ser diseñados por razones terapéuticas o para una mejora no médica.

Ese es un Rubicon que algunos no querrán cruzar. Muchos científicos, entre ellos uno de los inventores de CRISPR, quieren una moratoria sobre la edición de las células de “línea germinal”, que dan lugar a generaciones posteriores. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos planea organizar una conferencia para profundizar en la ética de CRISPR. El debate es muy necesario. CRISPR es una bendición, pero plantea profundas preguntas.

La única manera es mediante la ética

Estos se dividen en dos categorías: prácticas y filosóficas. La barrera inmediata es práctica. Además de cortar el ADN deseado, CRISPR a menudo también encuentra objetivos en otros lugares. En el laboratorio puede que no importa; en las personas podría causar un grave daño. 

En una persona con una enfermedad grave, el riesgo de daño colateral podría valer la pena. Pero para las aplicaciones de la línea germinal, donde se sienten los efectos secundarios en cada célula, la barra debe ser muy alta.Podría tomar hasta una generación asegurarse que la tecnología sea segura. 

La biología tiene todavía un tenue control sobre el origen de casi todos los rasgos interesantes y complejos en la humanidad. Muy pocos son susceptibles a ser fácilmente mejorados con un rápido corte y pegar. Un menú deatributos a la carta parece muy lejano.Los científicos tienen razón para estar pensando ahora sobre la mejor forma de regular CRISPR.

Eso significa responder a las preguntas filosóficas. Hay quienes se opondrán a CRISPR porque le permite a los humanos a jugar a Dios. Pero la medicina interviene habitualmente en el orden natural de las cosas, salvar a la gente de las infecciones y parásitos, por ejemplo. Las oportunidades para tratar el cáncer, salvar a los niños de enfermedades genéticas y entender la diabetes justifican seguir adelante.

Una pregunta más difícil es si es siquiera correcto editar las células de la línea germinal humana para hacer cambios que sean hereditarios. Esto está prohibido en 40 países y restringido en muchos otros. No hay ninguna razón para la prohibición de la investigación o el uso terapéutico: algunos países, con razón, permiten la investigación con embriones humanos, siempre y cuando sean sobrantes de la fertilización in vitro y no se cultiven más de 14 días; y Gran Bretaña ha permitido que se pueda donar para suministrar ADN mitocondrial en la concepción de hijos con un sufrimiento innecesario, a pesar de que se transmitirá el cambio. Y CRISPR aborda la crítica de que los cambios de la línea germinal sean irrevocables: si los genes pueden ser editados, también pueden ser editados de vuelta.

Un dilema más profundo concierne al uso de CRISPR para hacer manipulaciones discrecionales en el genoma de una persona. Llega un punto en que la terapia (la eliminación de genes que vuelven más probable el cáncer de mama o la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano, digamos) se mezcla con el mejoramiento genético. Algunos podrían considerar que ser bajo de estatura o miope son problemas que necesitan ser corregidos. Pero aquí, también, el enfoque correcto es ser cautelosamente liberal: la carga de justificar cuándo y por qué es erróneo editar el genoma recae en la sociedad.

CRISPR, más feliz, más productivo

No es demasiado pronto para elaborar estos principios para proponer reglas. Algunos países quizá tengan brechas en su legislación o una mala aplicación, lo que permite que científicos y clínicas de fertilidad con financiamiento privado lleven a cabo investigación de CRISPR no regulada. El enfoque conservador y meticuloso adoptado por la Agencia de Fertilización y Embriología Humanas de Gran Bretaña en su decisión sobre el ADN mitocondrial es un modelo.Los reguladores también deben monitorear el uso de CRISPR en especies no humanas. Cambiar los genomas de animales para propagar rasgos deseables _ mosquitos que no puedan transmitir malaria, por ejemplo _ pudiera aportar enormes beneficios. Pero el riesgo de consecuencias no anticipadas significa que esas “ofensivas genéticas” deberían prohibirse a menos que puedan ser revertidas con contramedidas probadas.

Si puede demostrarse que CRISPR es seguro en humanos, también se necesitarán mecanismos que aborden el consentimiento y la igualdad. La edición de genes despierta el espectro de padres que tomen decisiones que obviamente no son en beneficio de sus hijos. Los padres sordos podría preferir que su descendencia también sea sorda, digamos; los padres ambiciosos podrían querer estimular la inteligencia de sus hijos a toda costa, aun cuando hacerlo afecte a sus personalidades en otras formas. Y si se vuelve posible manipular los genes para producir niños más inteligentes, ¿esa opción realmente debería limitarse a los ricos?

Pensar concienzudamente en esos temas es correcto. Pero estos dilemas no deberían eclipsar los beneficios de CRISPR u obstruir su progreso. El mundo tiene a su alcance una herramienta para dar a las personas vidas más sanas, más largas y de mejor calidad. Debería aprovecharse.L




El milagro más grande de todos los tiempos es el universo

El milagro más grande de todos los tiempos es el universo

Algo lejos de nuestros análisis cotidianos, en Lampadia queremos compartir en esta ocasión la presentación de hombres de ciencia sobre los determinantes de vida en el planeta tierra y sus disquisiciones sobre las probabilidades de que las leyes de la física que gobiernan el universo se hayan dado por casualidad y no por diseño. El video y la transcripción, que adjuntamos, nos presentan una visión y observaciones muy reveladoras sobre el pensamiento científico acerca de la vida y el universo que podrían sustentar la existencia de un ‘gran diseñador’ o ‘creador’, propiamente, la existencia de Dios.

¿Por qué estamos aquí? Los últimos avances del análisis científico nos dicen que las probabilidades que sea solo por azar son bajísimas, prácticamente cero. Por lo tanto, ¿es la ciencia la mayor amenaza a la idea de un creador superior o es, en realidad, su mayor sustento? El escritor y conferencista, Eric Metaxas, de la Universidad Prager, plantea esta eterna e interesante pregunta y muestra unas respuestas aún más interesantes.

https://www.youtube.com/watch?v=NCLKAcxZDBc

 

¿Argumenta la Ciencia a favor o en contra de la existencia de Dios?

Publicado por Pager University el 9 de febrero 2015.

Video transcrito y traducido por Lampadia.

En 1966, la revista Time publicó una carátula preguntando: “¿Ha muerto Dios?”. La portada reflejaba el hecho que muchas personas habían aceptado la narrativa cultural que Dios es obsoleto, que a medida que la ciencia avanza, hay menos necesidad de un Dios para explicar el universo. Resulta, sin embargo, que los rumores de la muerte de Dios fueron prematuros. De hecho, tal vez los mejores argumentos para su existencia provienen de la ciencia misma.

Aquí está la historia: el mismo año que la revista Time presentó su famosa carátula, el astrónomo Carl Sagan anunció que había dos criterios necesarios para que un planeta pueda tener vida: el tipo de estrella (sol) correcta y un planeta a la distancia adecuada de ella. Dado que hay más o menos octillones de planetas en el universo (un 1 seguido de 24 ceros) tendrían que haber alrededor un septillón de planetas (un 1 seguido de 21 ceros) capaces de tener vida.

Con probabilidades tan espectaculares, los científicos se mostraron optimistas de que la búsqueda de inteligencia extraterrestre, conocida por sus iniciales SETI (el acrónimo del inglés “Search for Extra Terrestrial Intelligence”), un ambicioso proyecto puesto en marcha en la década de 1960, seguro encontraría resultados pronto. Con una vasta red telescópica de radio, los científicos escucharon señales que se asemejaran a la inteligencia codificada. Pero a medida que pasaban los años, el silencio del universo fue ensordecedor.

A partir de 2014, los investigadores han descubierto precisamente bubkis, nada, nada de nada, es decir, cero seguido de un número infinito de ceros. ¿Qué pasó? A medida que aumentaba nuestro conocimiento del universo, se hizo evidente que había, de hecho, mucho más factores necesarios para que exista vida (más aún vida inteligente) de lo que supuso Sagan. Sus dos parámetros crecieron a 10, después 20 y luego 50, lo que significaba que, en consecuencia, el número de planetas potencialmente con vida disminuyó. El número se redujo a unos pocos miles de planetas y siguió cayendo en picada.

Incluso los defensores de SETI reconocieron el problema. Peter Schenkel escribió en 2006 un artículo para Skeptical Inquirer, una revista que afirma enérgicamente el ateísmo: “A la luz de los nuevos hallazgos y puntos de vista, debemos admitir en silencio que las primeras estimaciones ya no pueden ser sostenibles”.

Hoy en día hay más de 200 parámetros conocidos que son necesarios para tener vida en un planeta, cada uno de los cuales debe cumplirse perfectamente, o todo se desmorona. Por ejemplo, sin un planeta tan masivo y rico en gravedad como Júpiter que esté cerca para atraer a los asteroides, la Tierra sería más como un tablero de dardos interestelar que la orbe verde que realmente es.

En pocas palabras, las probabilidades en contra de la vida en el universo son sorprendentes; sin embargo, aquí estamos, no sólo existimos, sino hablamos de existir. ¿Qué puede dar cuenta de ello? ¿Puede cada uno de esos parámetros ser tan perfecto por accidente? ¿En qué punto es posible admitir que es la misma ciencia la que sugiere que no podemos ser el resultado de fuerzas aleatorias? ¿No requiere menos fe para asumir que una inteligencia superior creó estas condiciones perfectas para que nuestro planeta tenga vida en vez de creer que hemos vencido unas probabilidades inconcebibles?

Pero espera, hay más. Este perfecto balance necesario para tener vida en un planeta no es nada comparado con el balance necesario para que el universo exista en primer lugar. Por ejemplo, los astrofísicos ahora ya saben que los valores de las cuatro fuerzas fundamentales: la gravedad, la fuerza electromagnética y las fuerzas nucleares fuertes y débiles se determinaron en menos de una millonésima de segundo después del Big Bang. Si se llegara a alterar cualquiera de estos cuatro valores ligeramente, el universo tal como lo conocemos, no podría existir.

Por ejemplo, si la relación entre la fuerza nuclear fuerte y la fuerza electromagnética hubiera sido reducida por la fracción más pequeña que la fracción más pequeña inconcebible, entonces las estrellas no podrían haberse formado en lo absoluto. Multiplique ese sencillo parámetro a todas las demás condiciones necesarias y las probabilidades en contra de que exista un universo son tan astronómicamente pequeñas que la idea de que todo “simplemente pasó” desafía el sentido común. Sería como tirar una moneda y obtener cara 10 trillones de veces seguidas. No lo creo.

Fred Hoyle, el astrónomo que acuñó el término “Big Bang”, dijo que su ateísmo fue sacudido enormemente por estos acontecimientos. Uno de los más renombrados físicos teóricos del mundo, Paul Davis, ha dicho que la apariencia de diseño es abrumadora. Incluso el fallecido Christopher Hitchens, uno de los defensores más agresivos del ateísmo, reconoció que “sin duda el argumento de un balance tan específico es el argumento más poderoso del otro lado”. El profesor de Matemáticas de la Universidad de Oxford, Dr. John Lennox, dijo que “cuanto más llegamos a conocer nuestro universo, la hipótesis de que hay un creador gana más credibilidad como la mejor explicación de por qué estamos aquí”.

El milagro más grande de todos los tiempos es el universo. Es el milagro de todos los milagros, que ineludiblemente apunta a algo o alguien más allá de sí mismo.