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Genocida gobierno venezolano consolida su dictadura

Nuestra solidaridad con el sufrido pueblo venezolano, que además de la crisis humanitaria a la que ha sido condenado por el chavismo, debe ahora perder la esperanza de que los últimos mecanismos democráticos permitan unas elecciones prontas y libres.

Asamblea Nacional de Venezuela. Foto: Federico Parra / AFP

En este contexto hay que relievar la decisión del gobierno peruano de retirar definitivamente a su Embajador en Caracas, y lamentar la ausencia de reacciones similares de los demás países de la región.

En el Perú ya se multiplicaron los comentarios de analistas, pero todos caen en el error de pensar que la OEA podrá influir en corregir la situación y en plantear la eventual expulsión de Venezuela. Solo el Embajador Eduardo Ponce, nos ha hecho notar que esa acción que podría cumplir con las formalidades del caso, no tendría ningún efecto sobre la situación de los venezolanos. Pues, una vez fuera de la OEA, Venezuela tendría más grados de libertad para profundizar la tiranía.

Fuente: IProfesional

En esta casa exigimos a los países de la región una reacción más digna y consecuente con los valores que dicen representar. Así mismo, debemos contactar a las mayores potencias globales para hacer ver como la cadena de acciones del chavismo constituye una suerte de genocidio que, aparte de los asesinatos políticos, ha acabado con la vida de miles de niños y ancianos que no tienen alimentos ni medicinas.

Hay que evitar con especial cuidado que Rusia vaya a apoyar al régimen chavista como parte de su juego geopolítico, así como que China, el principal acreedor de Venezuela, privilegie sus acreencias antes que su solidaridad con un pueblo que ya no puede sufrir más.

Organicemos sanciones, boicots y movimientos humanitarios para frenar lo más pronto posible que se consolide la esclavitud del pueblo venezolano, como sigue haciendo Cuba, su maestro y guía.

Ya hemos comentado antes las vergonzosas actitudes de los líderes de las izquierdas peruanas, que no podían condenar al régimen opresor del chavismo. Hoy, sus representantes han estructurado frases cuidadosas para salir del aprieto, pero algunos, como el congresista Dammert siguen dando vergüenza. Ver su post:

Hoy todos somos venezolanos y debemos sentir en carne propia el dolor de la tiranía de un pueblo que nos dio figuras como Francisco de Miranda y Andrés Bello. Apoyemos a la Asamblea Nacional de Venezuela a defender la libertad y la democracia.

¡Libertad para los venezolanos!

Lampadia




Chavismo al desnudo

Chavismo al desnudo

Nicolás Maduro, ilegítimo mandatario de Venezuela, acaba de anunciar la última gran promesa de la “revolución bolivariana”, “vanguardia y faro” del “socialismo del siglo XXI”: Se garantizará la provisión de papel higiénico para los venezolanos.

Hizo el anuncio por todo lo alto porque la escasez de papel ha rebasado la paciencia de los venezolanos, que hasta ahora han soportado a regañadientes la falta de otros productos como el aceite, pollo, huevos, harina, azúcar, desodorante, además del racionamiento del agua potable y los continuos apagones.

Maduro culpa de la escasez a la oposición, a los empresarios, al “micro-acaparamiento” (comprar dos o tres botellas de aceite), a los especuladores,  etc., pero la verdadera causa está en la estatización de la economía, las expropiaciones, el control de precios y el control de cambios. Todo esto ha echado abajo la producción de bienes básicos, alimentos, medicamentos y hasta de gasolina.

Como vender a los precios que el gobierno impone trae pérdidas, los agricultores, industriales, granjeros que quedan, han dejado de producir o producen menos. Esta es la madre de la escasez venezolana. La caída es tan fuerte que el 2012 la importación de alimentos aumentó en 58%, con respecto al 2011, llegando a 8 mil millones de dólares, según el propio Instituto Nacional de Estadísticas.

 

La producción manufacturera alimenticia disminuyó en 45% el año pasado, según la Encuesta de Coyuntura del IV Trimestre – 2012 de la Confederación Venezolana de Industriales. Esta caída se debió a que el sector recibió 11% menos de divisas que en el 2011, y a la demora en la entrega de dólares en la Comisión de Administración de Divisas, que en promedio es 230 días.

Lo más dramático es la escasez de medicamentos. Numerosas personas que padecen de Sida o hipertensión arterial, por ejemplo, no pueden encontrar las medicinas que necesitan, y tampoco pueden traerlas del exterior por las trabas del control de cambios.

Increíblemente, Venezuela va camino a ser otra Cuba, a pesar de estar encima de  un mar de oro negro, aun así es más pobre, cada día. Produce grandes cantidades de crudo, pero importa 66,300 barriles de gasolina cada día. Vende millones de barriles de petróleo por día, pero no tiene dinero para importar los alimentos que necesita.

La escasez es tan crítica que Maduro tuvo que pedirles a sus aliados del Mercosur que le enviaran con urgencia 700 mil toneladas de alimentos. También tuvo que aumentar en 20% los precios controlados de la carne de vacuno, leche, queso y pollo.

La crisis de  Venezuela es estructural y el gobierno no puede ocultarla por más que maquille las cifras oficiales, como en Argentina (ver artículo La crisis venezolana en cifras de verdad).

Los peruanos conocemos bien esta triste historia porque la vivimos en carne propia en los años 80, cuando también teníamos que hacer largas colas para comprar un kilo de azúcar, o de arroz, porque la dictadura militar izquierdista decidió estatizar la economía y controlar los precios de todos los productos.

Venezuela está cosechando los frutos amargos de 14 años de abuso, autoritarismo y demagogia chavista. La lección que nos deja la tragedia venezolana es que el socialismo no solo liquida las libertades y la democracia, no solo se impone mediante la violencia, sino que, además, conduce siempre al mismo final: miseria, escasez y esclavitud. (Ver Chávez:La herencia bolivariana).