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El Acuerdo Nacional desestimó el cambio de Constitución

El Acuerdo Nacional desestimó el cambio de Constitución

EDITORIAL DE LAMPADIA

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

En agosto del 2004, después de un amplio debate, el Acuerdo Nacional descartó el cambio de Constitución. Espero que hoy los peruanos tengamos la misma sensatez para descartar un debate constitucional y abocarnos a consolidar nuestro camino al desarrollo integral y sostenido.

Yo participé en ese debate por encargo de Confiep. Tuve el privilegio de debatir con importantes representantes de nuestra sociedad, como:

  • Valentín Paniagua Corazao, Ex Presidente de la República
  • Javier Alva Orlandini, Presidente del Tribunal Constitucional
  • Aurelio Pastor Valdivieso, Presidente de la Comisión del Congreso de la República
  • Henry Pease García, Ex Presidente de la Comisión de Constitución del Congreso de la República
  • Ernesto Blume Fortini, Miembro de la Comisión de Estudio de la Bases de la Reforma Constitucional del Perú conformada por el Gobierno de Transición del Presidente Valentín Paniagua
  • Pablo Bustamante

En la reunión, ninguno de los ponentes hizo una presentación, excepto el autor de esta nota. Ellos solo se limitaron a compartir sus reflexiones con el auditorio.

Yo presenté un Power Point, que adjunto al final de estas notas.

Mi presentación incluyó una breve descripción de la realidad peruana, y la propuesta de diseñar una estrategia de desarrollo integral (económico, social e institucional), en vez de abocarnos al diseño de una nueva Constitución.

Veamos unos pasajes de la presentación:

Ver la descripción de la realidad en el Power Point líneas abajo, la siguiente es la sétima lámina.

Hay metas que todos podemos compartir:

Necesitamos entender el desarrollo como algo integral en lo económico, lo social y lo institucional.

“Para eso Necesitamos una Estrategia de Desarrollo Integral:

Veamos el desarrollo como el devenir de una vía férrea, no se puede avanzar si ambas vías no van en paralelo.

El desarrollo de un país puede verse de la misma manera, no puede avanzarse en lo económico si en lo social nos atracamos y viceversa, no puede avanzarse en lo social si nos atracamos en lo económico.

En el Perú, cuando hemos enfatizado el desarrollo económico, descuidando lo social, produjimos malestar social y tensión política. Cuando enfatizamos el desarrollo social, ignorando los requerimientos económicos, terminamos creando déficit fiscal e hiperinflación. En ambos enfoques se frustró el desarrollo y reaccionábamos erradamente, cambiando hacia la estrategia contraria en un inútil movimiento pendular.

Veamos que podemos hacer si a lo largo del riel izquierdo vemos el Desarrollo Económico y a lo largo del riel derecho el Desarrollo Social. Pero no olvidemos que ambos requieren bases sólidas, los durmientes o el Desarrollo Institucional”.

Sobre esta base, pregunté: ¿Cuál debe ser la Agenda Nacional?

“No queremos más de lo mismo

A lo largo de esta presentación me he permitido mostrar con crudeza, nuestra Realidad Nacional y plantear una agenda más amplia que la constitucional, la Agenda del Desarrollo. También he tratado de ilustrar cómo podríamos emprender el Desarrollo Económico, Social e Institucional de manera balanceada, convocante, estable y compatible con nuestras capacidades y con el mundo de hoy.

Ahora permítanme referirme brevemente al debate constitucional”.

“El Debate indispensable es sobre nuestra Estrategia de Desarrollo

No me toca a mí entrar en mayores detalles sobre otros temas más específicos de aspectos jurídicos y constitucionales. En lo esencial la Constitución del 93 es suficientemente buena como base del desarrollo económico y social. Lo que nos falta es aprender a tener éxito en el logro del bienestar de nuestra población, no en las etiquetas, ni en los slogans, sino en la realidad de cada día, la de la calle, como la ve el ciudadano común”.

“Acá estamos debatiendo si debemos convocar o no a una Asamblea Constituyente.

Insisto, el tema es otro, lo importante es nuestra Agenda de Desarrollo. Por ejemplo, en Colombia, el presidente Uribe invita periódicamente a los partidos políticos, a los empresarios, gremios laborales, académicos e intelectuales a las Tertulias del Desarrollo, donde discuten como hacer para que Colombia pueda crecer sostenidamente por encima del 5% anual.

Estoy seguro que nuestros ciudadanos reaccionarían muy favorablemente si vieran a nuestra clase política y a nuestra clase dirigente debatir sobre cómo crecer, cómo desarrollarnos, cómo derrotar la extrema pobreza, cómo promover la inversión, cómo generar empleo y cómo retener a nuestros hijos en el Perú, ofreciéndoles el futuro digno, que todos ellos merecen.

¡Asumamos el Reto del Desarrollo!

¡Es la demanda de Nuestros Hijos!”

El artículo presentado líneas arriba describe la esencia del pensamiento nacional, en cabeza de diversos personajes de nuestra historia reciente. Entonces, el Acuerdo Nacional, con sus figuras más representativas, empezando por el ínclito don Valentín Paniagua, no vio conveniente abrir un proceso constitucional.

El 2004 el secretario del acuerdo era Rafael Roncagliolo, y su actual secretario, Max Hernández, era miembro de su Consejo Consultivo. El presidente de la República era Alejandro Toledo y el presidente del Congreso, Carlos Ferrero Costa, (que me parece recordar que también participó en el debate de agosto del 2004)

Esperemos que ahora, como entonces, los peruanos no nos dejemos confundir por agendas políticas partidistas, ni reacciones impetuosas alejadas del interés general. Como dice el presidente Francisco Sagasti, hay otros temas que atender. Lampadia  

Enlace al Power Point:

https://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/200a3-acuerdo-nacional.pdf