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Vivienda y Corrupción

Vivienda y Corrupción

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 27 de abril de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

En nuestro país muchos procesos de urbanización se ejecutan al revés. Lo normal – en todo el mundo – es que primero se planifican las urbanizaciones y se reservan futuras áreas verdes, escuelas, hospitales, comisaría, espacios recreativos, áreas comerciales, industriales, etc. Luego se instalan las redes de agua y desagüe, gas, y electricidad. Después se construyen las pistas y veredas. Y al final se construyen las casas. Y una vez construidas las casas vienen los moradores… y todos contentos.

Pero en nuestro caso, estos procesos suelen ser al revés. Primero los moradores invaden terrenos baldíos – incluso, terrenos privados – y durante años viven peor que animales… en esteras, sin agua potable, sin electricidad, sin seguridad, sin nada.

Después de las esteras viene la autoconstrucción. Un proceso probadamente fallido, sin ningún criterio arquitectónico, y menos estructural. Por eso las edificaciones se caen como castillos de naipes cuando ocurren sismos de regular intensidad. ¡Una temeridad colectiva!

La pregunta es ¿por qué hacemos las cosas al revés? ¿Por qué no hacemos las cosas bien? Bueno pues… como casi todo lo malo que ocurre en nuestro país, estamos ante un proceso – más – de corrupción a gran escala.

Todo empieza por los traficantes de tierras. Entre ellos – sí o sí – hay alcaldes y regidores involucrados. Incluso, procuradores, policías, fiscales, jueces, y demás. Y en ese demás, hay periodistas, pandilleros, transportistas, y hasta congresistas y consejeros regionales.

El problema es que después del negociado de las invasiones, viene el proceso de “urbanización”, el cual puede demorar una eternidad. Y – como no podría ser de otra forma – es costosísimo y riesgosísimo.

Durante los primeros años aparecen – poco a poco – las edificaciones de ladrillo y cemento. Pero nada pasa con los servicios públicos. Obvio. Sin certificados de posesión – y peor aún, sin títulos de propiedad – no se puede hacer nada que provenga del Estado. En ese período los traficantes se encargan de sangrar – sin misericordia – a los moradores. Desde las cuotas para titular las invasiones, hasta la venta de esteras y materiales de construcción, agua en cisternas, “seguridad”, transporte público, etc. todo es negocio de los traficantes. 

Luego – pasados los años – cuando ya se tienen los certificados de posesión, u ordenanzas que reconocen la existencia de los asentamientos humanos – previo pago por lo bajo a las autoridades municipales – empieza la otra andanada de corruptelas. Los proyectos municipales de servicios públicos, plazas de cemento, y – ¡cuándo no! – los arcos del triunfo de bienvenida, y los monumentos… a lo que sea.

Fácil es imaginar lo caro e inseguro que resulta instalar redes de agua y desagüe, electricidad, y construir pistas y veredas en asentamientos humanos donde hay niños y gente viviendo, y moto-taxis y combis circulando por allí. Pero eso no es todo. Generalmente, primero se construyen las pistas y veredas, y luego el agua y el desagüe. Como para lucrar – aún más – con la rotura de las pistas nuevas… y luego con el parchado mal hecho.

Todo este caos genera muchas ganancias a los delincuentes involucrados en estos procesos de urbanización en nuestro país. La corrupción es descarada… alfombra roja para las mafias de tráfico de tierras. Pero mil trabas, demoras, y pagos sin sentido para las urbanizadoras y constructoras formales. Y el Estado no mueve un dedo al respecto. ¿Intereses creados? Obvio.

PROPUESTA: Prohibir las invasiones. Esa ley existe, pero es letra muerta. Pues que se aplique con firmeza. Prohibir la autoconstrucción. Eso sería ideal. Pero paralelamente, el Estado tendría que promover masivamente la construcción de urbanizaciones y viviendas de bajo costo – bien construidas – en terrenos de su propiedad.

Eso es relativamente fácil. Pero no. El “sistema” es débil y permisivo frente a las mafias de tráfico de tierras. Falta liderazgo para aplicar la ley. Faltan agallas para confrontar la corrupción. Así que ni modo. Más vale tarde que nunca. ¡Vamos con la ley! “Tú, tú, tú… ¿para qué Perú juegas?” Lampadia




África: El león sigue en movimiento

África está sigue creciendo, más que el resto del mundo pero menos que en los años del boom de commodities. Buena parte del África sigue progresando y su crecimiento económico se debe en gran medida a su bono demográfico, al ritmo de urbanización y a la aplicación de tecnologías (de telecomunicaciones por ejemplo), así como al crecimiento de la inversión. Entre sus reformas se encuentra la creciente adopción del libre mercado, una mayor industrialización y a la mejora en infraestructuras.

 Según un informe de McKinsey Global Institute: ‘Leones en movimiento: el progreso y potencial de las economías africanas’ el PBI total de África será de US$ 2.6 millones de millones al 2020. El informe también dice que el “consumo se proyecta en alrededor de US$ 2 millones de millones al 2025”.

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De acuerdo con el McKinsey Global Institute, durante los últimos veinte años, el centro de la economía mundial se ha ido desplazando desde los países desarrollados a los países en desarrollo. África subsahariana, en particular, es un caso notable de ello. En el año 2015 el PBI del África subsahariana creció en 4.5%, lo que la vuelve la zona de mayor crecimiento económico en el mundo, superando el crecimiento anual promedio de la región de Asia de 4.3%.

África es la fuente más grande de materias primas del mundo. Eso por sí solo pone a África a la vanguardia en términos de perspectivas de crecimiento futuro. Sin embargo, también depende de varias variantes como el avance tecnológico, la burocracia, la corrupción, la falta de cualificación y la seguridad y el entorno normativo.

A pesar de los desafíos que enfrentan los países africanos (entre ellos la pobreza generalizada, las altas tasas de enfermedades infecciosas y la brecha de infraestructuras básicas  como carreteras, servicio eléctrico fiable y agua potable) las tendencias económicas y demográficas apuntan al continente como un mercado potencial lucrativo.

La tendencia de adopción de tecnología más importante en África actualmente (y la que está teniendo el mayor impacto en la vida cotidiana de las personas) es el aumento de los Smartphone. África ha tenido la acogida más rápida de móviles en el mundo. En los próximos 5 años, más de 900 millones de personas tendrán un teléfono móvil, y algunos estiman que la penetración podría alcanzar al 80% de la población, según la GSMA (La Asociación GSM es una organización de operadores móviles y compañías relacionadas, dedicada al apoyo de la normalización, la implementación y promoción del sistema de telefonía móvil GSM). Si consideramos que sólo el 1% poseía un móvil en el año 2000, la tasa de crecimiento es más que sorprendente.

En África, más que en ninguna otra parte del mundo, la tecnología está mejorando la vida de las personas, especialmente mediante los servicios y las aplicaciones móviles. Con infraestructuras de telefonía de línea fija mínimas (casi imposibles por sus costos de inversión), el continente le ha dado la bienvenida a la oportunidad de saltar de ‘cero comunicaciones’ a ser un líder mundial en el desarrollo y la prestación de servicios móviles. Ver en Lampadia: El desarrollo y la revolución tecnológica en África.

Sin embargo el África sigue concentrando la mayor parte de la pobreza, solo el 25% de la población tiene acceso a la electricidad, la tecnología que marca la frontera entre la Edad Media y la modernidad. Ver en Lampadia: La dignidad de la humanidad se juega en el África.

Para superar esta reducción de la pobreza y desarrollar el potencial de África, se necesitan mantener las políticas de libre comercio, los flujos de inversión internacionales, recuperar un mejor ritmo de crecimiento económico y seguir llevando las nuevas tecnologías a los países más pobres. 

Lampadia

3 razones por las que las cosas se ven mejor para las economías africanas

Dominic Barton

Global Managing Director, McKinsey

Acha Leke, Director, McKinsey

5 de mayo, 2016

Traducido y glosado por Lampadia

En 2010, el McKinsey Global Institute (MGI) describió el progreso y potencial de las economías africanas como ‘leones en movimiento’. Hoy en día, a pesar de la caída de los precios de las materias primas a nivel mundial y las crisis políticas que han frenado el crecimiento en el norte de África, los ‘leones económicos’ de África se siguen moviendo hacia adelante.

En general, el continente alcanzó un crecimiento promedio anual del PBI real de 5.4% entre 2000 y 2010, aumentando US$ 78 mil millones anuales al PBI (en precios de 2015). Pero el crecimiento se redujo a 3.3%, o US$ 69 mil millones al año entre 2010 y 2015. ¿Se le ha acabado el brillo a la historia de crecimiento de África? Una nueva investigación de MGI (que será publicada en su totalidad en octubre) llega a la conclusión de que la respuesta es no, pero está claro que la historia del crecimiento del continente se ha convertido en una más matizada

Condiciones exigentes

Desde 2010, la desaceleración del crecimiento de África se ha concentrado en dos grupos de economías: exportadoras de petróleo y los países del norte, que continúan con la reconstrucción después de las convulsiones políticas de la Primavera Árabe. Las economías de Egipto, Libia y Túnez no crecieron en lo absoluto entre 2010 y 2015, un marcado contraste con su crecimiento anual promedio de 4.8% en la década anterior. La tasa de crecimiento entre los países exportadores de petróleo como Argelia, Angola, Nigeria y Sudán cayó bruscamente a 4% del 7.1%. El crecimiento de la productividad también se redujo en estos dos grupos de economías. La tasa anual de crecimiento de la productividad en los países de la primavera árabe se redujo de 1.7% a 0.6%; y en los países exportadores de petróleo de África de 2.6% a 0.4%.

A pesar de este deterioro en el desempeño de las principales economías, el resto de África fue capaz de mantener tasas estables de crecimiento del PBI y productividad en los últimos cinco años. El PBI real creció a una tasa anual del 4.4% al año, prácticamente el mismo que durante los años 2005 a 2010. La productividad creció a una tasa anual compuesta de 1.7% en el mismo período, parecido al 1.6% entre 2000 y 2010. 

La capacidad de recuperación de gran parte de África a pesar de las desafiantes condiciones refleja la continua diversificación en muchas de las economías del continente. Entre 2010 y 2014, los servicios generaron el 48% del crecimiento del PBI de África, por encima del 44% en la década anterior. El crecimiento en el sector manufacturero de África ha sido bajo en un 4.3% al año entre 2010 y 2014, pero los servicios públicos y la construcción han logrado una expansión significativa para asegurar que la industria genere alrededor del 23% del crecimiento de África, por encima del 17% en la década anterior. Los recursos, por su lado, hicieron una contribución negativa al crecimiento, de tan solo 4% entre 2010 y 2014, en comparación con una contribución directa positiva de 12% en la década anterior.

Tres tendencias para el futuro de África

A largo plazo, es probable que estas tres poderosas tendencias positivas sostengan el crecimiento de África.

En primer lugar, el continente tiene una población joven con una creciente fuerza de trabajo – un activo muy valioso en un mundo que envejece.

En segundo lugar, África se sigue urbanizando y gran parte del beneficio económico queda por delante. La productividad en las ciudades es tres veces más alta que en las zonas rurales y, durante la próxima década, un adicional de 187 millones de africanos vivirán en ciudades, según las Naciones Unidas.

En tercer lugar, las economías africanas también están bien posicionadas para beneficiarse de la rápida aceleración de los cambios tecnológicos que podrán desbloquear el crecimiento y dejar atrás las limitaciones y los costos de la infraestructura física en áreas importantes de la vida económica. África del Este ya es un líder mundial en pagos móviles.

Un continuo aumento de la inversión en infraestructura es reforzar las perspectivas positivas de crecimiento. El gasto en infraestructura se ha duplicado en los últimos diez años, y ahora se sitúa en el 3.5% del PBI.

No todo va ‘viento en popa’

Los inversores extranjeros se han percatado de estos fundamentos positivos. La inversión extranjera directa alcanzó los US$ 73,000 millones en 2014, frente a los US$ 14,000 millones en 2004. África es hoy el hogar de 700 grandes – y cada vez más panafricanas – empresas que obtienen unos ingresos de más de US$ 500 millones.

A pesar del continuo potencial de las economías africanas, los responsables políticos, sin duda, tendrán que afrontar retos importantes. A medida que el precio del petróleo y otras materias primas continúan cayendo, las finanzas de África se deterioran: el continente tuvo un déficit presupuestario promedio de más de 6.9% del PBI en 2015, comparado con el 3.3% del PBI cinco años antes. La inestabilidad política también es más frecuente. El número de incidentes violentos contabilizados por el Programa de Datos sobre Conflictos de Uppsala ha pasado de 858 en 2010 a 2022 en 2014.

Los desafíos en algunas partes de la región se han hecho sentir. Hace cinco años, la mayor parte de África estaba en auge – 25 de las 30 principales economías habían acelerado su crecimiento en comparación a la década anterior. En 2016, sin embargo, el número de países cuyo crecimiento fue similar o acelerado se ha reducido a la mitad.

Un panorama mixto

Este panorama mixto significa que las empresas y los inversionistas están evaluando la potencial necesidad de que África sea mucho más específica sobre el crecimiento y estabilidad de los países individuales. Hemos medido tres aspectos de la estabilidad macroeconómica: la estabilidad, la diversificación económica y la estabilidad política y social. De este análisis surgen tres grupos distintos de países.

Alrededor de una quinta parte del PBI de África proviene de un conjunto de países que llamamos estrellas de crecimiento, con altas tasas de crecimiento y una alta puntuación en la estabilidad. Estos países, entre ellos Costa de Marfil, Etiopía, Kenia, Marruecos y Ruanda, no dependen de los recursos para el crecimiento, están reformando activamente sus economías, y están aumentando la competitividad. Un segundo grupo de países, los crecientes inestables, representan el 43% del PBI de África, han experimentado altas tasas de crecimiento en los últimos cinco años pero menores puntajes en la estabilidad. Este grupo incluye países como Angola, la República Democrática del Congo, Nigeria y Zambia, todos los cuales tienen un claro potencial, pero necesitan diversificar sus economías lejos de los recursos, para mejorar su seguridad, o estabilizar sus macroeconomías. Por último, están los lentos productores que representan el 38% del PBI en 2015; este grupo incluye a Sudáfrica, Madagascar y los tres principales países del norte de África que participan en la Primavera Árabe – Egipto, Libia y Túnez. 

El camino adelante

El imperativo actual es para los políticos y las empresas trabajar en conjunto para acelerar las reformas económicas y fortalecer los fundamentos que sostienen el crecimiento. Una de las prioridades será la de diversificar las exportaciones y fuentes de ingresos nacionales para eliminar la volatilidad que surge cuando los precios de los recursos cambian dramáticamente.

Esto requerirá que los países aumenten las provisiones para las pensiones, amplíen el acceso a los servicios bancarios y financieros, y profundicen sus mercados de capitales. Las otras tres áreas vitales para el crecimiento que también merecen atención son la mejora de los sistemas educativos para desarrollar las habilidades necesarias ahora y en el futuro, los esfuerzos de integración regional para desbloquear la fabricación y el comercio regionales, y la mejora de la infraestructura física y digital de África.

La turbulencia – tanto económica como política – en algunas partes del continente en los últimos años ha sido, sin duda, un shock, pero no ha descarrilado la historia de crecimiento de África. El FMI todavía prevé que África será la región de segundo mayor crecimiento en el mundo entre 2016 y 2020 con un crecimiento anual del 4.3%. Lo que los últimos cinco años han demostrado, sin embargo, es que los leones económicos de África necesitan mejorar su condición física con el fin de aprovechar al máximo su potencial y continuar su marcha hacia la prosperidad.

Lampadia




El Perú ‘real’ que muchos no quieren ver

El Perú ‘real’ que muchos no quieren ver

Gracias al compromiso de Richard Webb con la investigación sobre el Perú, los peruanos tenemos acceso a información rigurosa sobre nuestra realidad económica y social que nos permite entender el país más allá de lo que cotidianamente alimenta nuestras mentes desde el espacio académico y mediático.

Webb ha sido uno de los primeros economistas que dedicó su esfuerzo profesional a entender la pobreza, a rescatar de más allá del horizonte de nuestras miradas, los datos que nos permitían contrastar nuestra realidad. A eso dedicó buena parte de sus años en el Banco Mundial, hizo el primer mapa de la pobreza con Graciela Fernández Baca, creó el ‘Instituto Cuanto’ en 1989, cuyo objetivo es entre otros: Mejorar los métodos de estimación de la estadística económica y social, haciéndola más precisa, oportuna y aplicable para las decisiones públicas y privadas. Ver: http://www.cuanto.org/brochureIcuantoEsp.htm.

Actualmente, desde el Instituto del Perú de la USMP sigue desarrollando sus investigaciones y produciendo libros y artículos sobre nuestra realidad, como: Conexión y Despegue Rural, que nos describe el proceso de desarrollo de nuestra sierra rural desde los años 90.

En su último artículo, publicado en El Comercio, que presentamos líneas abajo: ‘Nuevo Ocongate’, sigue describiendo, tercamente, información rigurosa sobre nuestra realidad, mientras el Perú apuesta por seguir desangrándose en luchas fratricidas y ahogarse en mares de información sesgada y opiniones que privilegian  visiones políticas. Ver:    

Nuevo Ocongate

Richard Webb

Director del Instituto del Perú de la USMP

El Comercio

22 de mayo del 2016

 

“La conexión vial ha jugado un papel determinante”

El pueblo y su distrito en la serranía al sur de Cusco siguen con el nombre colonial, Ocongate, pero hoy viven una transformación tan radical que un nombre más apropiado sería Nuevo Ocongate. 

Algunos cambios:

1. Se descubrió el riego tecnificado, tecnología barata y revolucionaria, que permite obtener dos o tres cosechas al año. Los usuarios aumentaron de 2% de los agricultores en 1994 a 26% en el 2012 y siguen aumentando. Otra nueva tecnología ha sido el alimento balanceado para el ganado, cuyo uso aumentó de 2% a 31%. 

2. El distrito se urbaniza rápidamente. Los campesinos dejan el campo y se mudan a los pueblos distritales que crecen a 5% anual, más rápido que Lima. Según el alcalde, el precio del terreno urbano ha subido bastante y puede costar “un ojo de la cara”.

3. La producción agrícola se diversifica. Además de la tradicional papa y lana, ahora se producen cuyes en gran escala. Según declaración del gerente municipal, entrevistado por Norman Gall y Polo Ruiz, del Instituto Braudel de Sao Paulo, Ocongate ahora exporta quesos y cuyes. “Vienen del Cusco a comprar en combis y se llevan de 800 a 1.000 cuyes al peso vivo cada semana, y la producción láctea también va una parte a Cusco y otra a (Puerto) Maldonado. Antes entraba al mercado de Cusco bastante queso de Puno. Ahora se encuentra más queso de Ocongate; diariamente se recolectan más de 9.000 litros de leche. Tenemos plantas lecheras donde se elaboran los quesos”. Crecen también la papa nativa, la oca, las piscigranjas de trucha y la panificación. 

4. La diversificación incluye actividades no agrícolas, como el transporte, el comercio, la construcción, la artesanía y diversos servicios. Antes, apenas uno de tres pobladores se dedicaba a las actividades productivas no agrícolas. Hoy la proporción llega a 80%. 

5. El turismo fue impulsado originalmente por la peregrinación anual al imponente nevado Ausangate, el Qoyllur Riti, pero se extiende ahora al trekking, ciclismo y disfrute del paisaje, y en la imaginación de la población local, el turismo sería la actividad del futuro

6. Otra actividad es la minería informal ubicada en las alturas aledañas de Ccarhuayo, que genera demanda de trabajo y de provisiones para los pobladores de Ocongate, aunque, como sucede con esa actividad en general, es acompañada por vicios sociales y conflictos. 

7. Aumenta el ir y venir migratorio. La proporción de los agricultores que combinan la conducción de sus predios con el trabajo ocasional afuera del distrito aumentó de 19% a 31% entre censos. 

8. La conexión vial ha jugado un papel determinante, primero con caminos afirmados que redujeron sustancialmente el tiempo de viaje al Cusco, y luego por la llegada de la Interoceánica asfaltada que pasa por Ocongate en su camino a Madre de Dios. 

9. La municipalidad ejerce un liderazgo al dedicarse al desarrollo de proyectos productivos, además de construir escuelas y postas. Pero el alcalde, empresario exitoso elegido cuando volvió a su pueblo desde Lima, se lamenta, más bien, del asistencialismo, de una cultura de “estirar la mano.” Sigue habiendo comunidades, pero falta el sentido de comunidad. Hay iniciativa privada pero cuando “se les cae el cerro encima… ellos no van a mover una piedra”, una cultura de “estirar la mano,” dice el alcalde.

10. El nuevo Ocongate es una población con mejores niveles de vida, como se ve en el alfabetismo, los jornales y una mucha mayor esperanza de vida, aunque también con nuevos retos sociales. 

Lo importante es reconocer que se trata de un nuevo Ocongate.

Ver animación de Lampadia inspirada en el libro ‘Conexión y Despegue Rural’, de Richard Webb: Testimonios de la Prosperidad.

Ver otros artículos sobre las investigaciones de Webb:

Lampadia

 




El Impacto de la tecnología en un mundo dinámico

El Impacto de la tecnología en un mundo dinámico

Vivimos en un mundo en constante movimiento, especialmente con los bienes y servicios viajando a un ritmo más rápido que nunca antes, y con la innovación tecnológica que reescribirá todas las industrias.

En la mayoría de los sectores, las empresas se enfrentan actualmente a la necesidad urgente de transformarse, adaptarse y anticiparse a los cambios y rupturas que caracterizan nuestra época actual. Se tiene que transformar la relación con los clientes, transformar la relación con los empleados, y finalmente transformar la relación con sus accionistas. Las empresas que no se adapten van a desaparecer.

 

EY, en su último informe ‘Megatendencias 2015 – Dar sentido a un mundo en movimiento’, afirma que “la tecnología está afectando todas las áreas de las empresas, impulsando innumerables oportunidades y desafíos”. Identifica seis megatendencias que tendrán un impacto de largo alcance en todo negocio, sociedad, cultura, economía e individuo, y son las causas de las transformaciones que deben realizar los negocios:

  1. Futuro Digital

La tecnología está afectando todas las áreas de los negocios. Si bien su naturaleza es disruptiva, también existen enormes oportunidades que pueden ser aprovechadas por las empresas ‘online’ para capturar una gran cantidad de información, analizarla y entrar en nuevos mercados, transformar los productos existentes, e introducir nuevos modelos de negocios.

     2. Crecimiento  del emprendimiento

La tecnología también está cambiando la manera en la que trabajan las personas, y está permitiendo que las máquinas y software sustituyan cada vez más a los seres humanos. El crecimiento y la prosperidad de todas las economías sigue siendo altamente dependiente de la actividad empresarial. Los empresarios son el elemento vital de crecimiento económico, proporcionando una fuente de ingresos y empleo para sí mismos, creando empleo para otros, produciendo productos o servicios nuevos e innovadores, y conduciendo mayores actividades cadena de valor.

La cara de la iniciativa empresarial también está cambiando en todo el mundo. Los empresarios son cada vez más jóvenes y muchas de sus nuevas empresas son digitales. El acceso a la financiación sigue siendo su principal obstáculo. Para esto, el sector público y privado tiene cada uno un papel importante en la creación de ecosistemas empresariales que financien e incentiven el éxito empresarial.

   3. Mercado Global

Mayores tasas de crecimiento y una demografía favorable (en los mercados emergentes) seguirán siendo una característica de la próxima década en los principales mercados de rápido crecimiento. La brecha entre los países “maduros” y los de “rápido crecimiento” sigue disminuyendo, sin embargo seguirán siendo altamente interdependientes a través del comercio, la inversión y los vínculos del sistema financiero.

   4. Mundo urbano

El número y la magnitud de las ciudades sigue creciendo en todo el mundo, impulsado por la rápida urbanización en los mercados emergentes y la continua urbanización en los mercados maduros. Con el fin de aprovechar los beneficios económicos de la urbanización, los responsables políticos y el sector privado deben hacer una planificación eficaz y atraer la inversión sostenida en ferrocarriles, carreteras, puentes, puertos, aeropuertos, agua, energía, energía, telecomunicaciones y otros tipos de infraestructura.

   5. Un Planeta con Recursos

El crecimiento de la población, el desarrollo económico y el aumento en los consumidores de clase media impulsará el aumento de la demanda mundial de recursos naturales, tanto renovables como no renovables. Mientras que la oferta mundial de los recursos no renovables es técnicamente finita, las nuevas tecnologías siguen afectando el futuro foco de los suministros al permitir el acceso a valiosos petróleos, gas y reservas de minerales estratégicos anteriormente difíciles de alcanzar. Al mismo tiempo, los recursos naturales deben ser gestionados de manera más efectiva, particularmente desde una perspectiva ambiental.

   6. Salud Reinventada

La atención de salud, que ya representa el 10% del PBI mundial, se ha embarcado en una transformación única. Los sistemas de salud están bajo una creciente presión de costos. Estas presiones se ven agravadas por cambios demográficos, aumento de los ingresos en los mercados de rápido crecimiento y una epidemia de enfermedad crónica inminente.

Estas tendencias están empezando a conducir un enfoque fundamentalmente diferente: ir más allá de la prestación de asistencia sanitaria a la gestión de la salud.

Para poder aprovechar estas megatendencias, necesitamos buena gobernanza y un excelente servicio civil, una mejor educación y salud, instituciones muy superiores e infraestructuras que nos hagan competitivos y que pongan el mundo moderno al alcance de nuestros pobres. Pero nada de esto se podrá lograr sin crecimiento económico, inversión privada y sin darles la oportunidad a todos los peruanos de tener trabajos dignos y los niveles de vida de los mejores países emergentes. Ver en Lampadia: Apuntes para la creación de empleo al 2034 (I).

El tiempo para que el Perú pueda ser parte del futuro transformado por la tecnología se ha acortado dramáticamente. Hasta hace pocos años, podíamos estimar que teníamos unos veinte años para ponernos al día. Hoy tenemos que asumir que difícilmente tendremos más de cinco años. Esto implica que las transformaciones que debemos hacer deberán tener un ritmo de crecimiento nunca visto. Tenemos que dar saltos impresionantes en educación, salud e infraestructuras. 

Todo ello tiene los siguientes grandes requisitos:

  1. Una visión clara de lo que tenemos que lograr
  2. Suficiente crecimiento económico que sustente el avance masivo que requerimos
  3. Mejorar muestras instituciones sin más dilatación, superar los actuales niveles de corrupción y desterrar la impunidad
  4. Liderazgo y convergencia social hacia una acción efectiva
  5. Aprovechar al máximo nuestros recursos naturales para crear, cuanto antes, la mayor riqueza posible que permita financiar el “Gran Salto Adelante” que debemos afrontar

Nos queda muy poco tiempo. Es el momento para un buen liderazgo, comunicación y acción. Lampadia