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Lo importante es lograr cobertura universal

Lo importante es lograr cobertura universal

Desde hace varios años, el Sistema Privado de Pensiones (SPP), conformado por las AFP, ha vendido sufriendo fuertes golpes en el plano político – alimentados por el populismo y la ignorancia económica y financiera de muchos de sus críticos – que vienen promoviendo constantemente su desarticulación.

Recientemente se ha desatado una nueva campaña contra las AFP, como reacción a la publicación de la caída del valor de la cartera del sistema en el año 2018. Efectivamente, al cierre del 2017 el valor de la cartera fue de Soles 156,247 millones, y al cierre del 2018 bajó a Soles 153,258 millones. Sin embargo, al 31 de enero del presente año, el valor de la cartera ya se había recuperado a Soles 158,189 millones. Ver gráfico:

La caída de valor del 2018 fue producto de las correcciones de precios de los mercados de valores y de commodities del último trimestre del año. Pero como se aprecia, a enero del presente, esto ya se había superado.

Por lo demás, siendo que el fondo es de carácter previsional, el monitoreo de su rendimiento debe apreciarse en el largo plazo. Por ejemplo, para los últimos 12 años, el Fondo Privado (FP) compara muy positivamente con otras alternativas. Veamos:

Por otro lado, si vemos la evolución del fondo desde su creación y el impacto de su rentabilidad, podemos apreciar que la rentabilidad corresponde al 45% del fondo y los aportes directos al 55%:

Si vamos al plano internacional, un estudio reciente de la OCDE denominado Pension Markets in Focus 2018, indica que la rentabilidad real obtenida por el SPP en el Perú, a 15 años, es la cuarta más alta del mundo.

En resumen, no hay motivo de alarma, todo lo contrario, el SPP funciona muy bien en el ámbito de su cobertura. El problema del sistema, como veremos luego, es su cobertura, que no alcanza a los trabajadores independientes.

Lamentablemente, coincidiendo con esta campaña, se está dando otra desde el sector financiero, criticando la falta de competencia del sistema como lo han hecho recientemente el BCRP y la SBS. Además, seguramente desde alguna parte interesada, se está deslizando la posibilidad de que otros agentes financieros (bancos) puedan manejar pensiones. Este no es un tema menor, pues para empezar habría que dilucidar que las inversiones no sufran conflictos de interés con otras líneas de negocio.

No es pues el mejor momento para abundar propuestas de ajustes, máxime si estas no se dirigen a lo sustancial, la necesidad de ampliar la cobertura del sistema.

En conclusión, todo este miedo generado por los medios, acerca de que existe “abuso de poder” por parte de las AFP de cara a los aportes de los pensionistas es completamente infundado. Por el contrario, como indicó recientemente Aldo Ferrini, Gerente General de AFP Integra en una entrevista concedida a Milagros Leiva (ver el video), en los últimos años el SPP no solo ha venido obteniendo altísima rentabilidad para los afiliados, sino que además ha ido reduciendo drásticamente sus comisiones e inclusive ha propuesto cobrar comisiones en función a la rentabilidad de los fondos.

Ver entrevista de Aldo Ferrini: https://youtu.be/hLDiUBYPLCI

Como se puede observar en la siguiente tabla, actualmente la comisión por flujo promedio se ubica en 1.58%, mientras que en el caso de la comisión mixta, esta se encuentra en 1.68%, habiendo bajado desde 3%.

En ese sentido, consideramos que la discusión central acerca de la reforma del SPP no debe girar en torno a leyes populistas como la que permitió el retiro anticipado del 95.5% de los fondos desde el 2016 – que, según la SBS, ha reducido la edad de jubilación promedio de 65 a 59 años. Estamos haciendo el absurdo de promover pensiones más tempranas con una población que incrementa su esperanza de vida.

Por el contrario, insistimos en que el problema central es la baja cobertura del sistema, que apenas abarca a 1 de cada 4 peruanos a nivel nacional y cuyo principal determinante es la informalidad laboral, flagelo que venimos arrastrando por varias décadas.

Al respecto, hemos venido difundiendo una propuesta hace varios años para atacar este problema de baja cobertura, la cual incluye usar una parte del IGV como aportes individuales a fondos privados de pensiones, lo cual contribuiría no solo a elevar la formalidad sino también a incrementar la recaudación tributaria (ver en Lampadia: El IGV y las Pensiones).

Asimismo, en línea con esta iniciativa, recientemente hemos recogido la propuesta de Victor Shiguiyama, ex jefe de la Sunat (ver en Lampadia:  Incremento de recaudación por transformación digital de SUNAT), que propone que el ciudadano reciba un incentivo directo para comprar formal, aportando 1, 2 y 4 puntos del IGV de sus compras de la siguiente manera:

  • 1% cash back (devolución) por pago mediante algún medio electrónico
  • 2% para su seguro de salud, y
  • 4% para sus pensiones

Emprendamos acciones de política que nos lleven hacia un sistema de pensiones formalizador, voluntario y sobretodo, universal. Nuestros pensionistas nos lo agradecerán. Lampadia




Congresistas consolidan destrucción de las pensiones

Congresistas consolidan destrucción de las pensiones

Alonso Polar Campos decía: “En todas partes se cuecen habas, pero en el Perú, solo se cuecen habas”.

Ayer los congresistas de todos los partidos aprobaron casi por unanimidad la insistencia de la ley que permite el retiro del 95.5% de los fondos privados de pensiones a los 65 años.

En Lampadia hemos aportado varios argumentos, debidamente sustentados, para tratar de hacer reflexionar a los congresistas sobre las múltiples implicancias de seguir adelante con esta norma, que el propio Ejecutivo había observado y calificado de inconstitucional. Además, por supuesto, han habido otras muchas sugerencias en el mismo sentido, igual o mayormente calificadas que las nuestras.

Por supuesto, también hemos tenido en el país, la difusión de opiniones a favor de la eliminación del sistema de pensiones con argumentos libérrimos, medios que solo le ponían música al ruido de la calle y un gremio que nunca involucró en el debate a los afiliados del sistema.

Como hemos dicho muchas veces, el daño de esta norma será inmenso, especialmente para los adultos mayores que, eventualmente, no tengan sustento de vida y a sus hijos que tendrán que apoyarlos. Esta barbaridad normativa dejará definitivamente sin pensiones a los trabajadores independientes, que no se pudieron incorporar al sistema y que con mejoras adecuadas podrían haber llegado a ser parte del mismo. Ver en Lampadia: El IGV como aporte al Fondo de Pensiones y formalización del empleo.

Finalmente, queremos mostrar un ejemplo del nivel de irresponsabilidad  y manipulación de la prensa nacional, compartiendo con ustedes la portada del diario de negocios del Perú (parte de la oferta periodística de el Grupo El Comercio), el diario Gestión:

Lampadia




Futuro de los jubilados en la picota

Futuro de los jubilados en la picota

Como informamos el 12 de noviembre pasado, ver en Lampadia: Réquiem por las pensiones decentes y seguras, el Congreso de la República votó ‘unánimemente’ por eliminar, en la práctica, el sistema privado de pensiones.

Como debiéramos recordar, antes de la creación del sistema privado, los peruanos no teníamos la opción de tener una pensión decente. El sistema estatal estaba quebrado, el dinero de los descuentos de los trabajadores se usaba en cualquier cosa y la cobertura era mínima.

Con el Sistema Privado de Pensiones (SPP), que se basa en un sistema de acumulación individual, se ha logrado que la gran mayoría de sus afiliados tenga mejores pensiones. A diferencia del sistema público de la ONP, en que el 30% de los afiliados no recibirá ni un Sol de pensión (por no aportar un mínimo de 20 años), el SPP, devuelve el íntegro de lo aportado al 100% de sus afiliados.

Más allá de varios temas menores que debieran evaluarse y mejorarse, el SPP tiene un gran problema estructural: la baja cobertura de la población trabajadora. Efectivamente, el mayoritario segmento de los trabajadores independientes, del llamado sector informal, no se afilian voluntariamente, como se estableció desde el primer día, pues sus evaluaciones individuales de ahorro actual (para pensión futura) versus gasto y o inversión corriente, los lleva a preferir lo último.

La eventual facultad de retirar el 95.5% de los fondos acumulados en el SPP al llegar a la edad de jubilación, hará que la gran mayoría de los afiliados opte por retirar sus fondos. Eso quitará todo sentido al ahorro forzoso para pensiones que ya no se darían como tales. Por lo tanto, muchos peruanos podríamos carecer de algún sistema pensionario, a no ser que sea algo como Pensión 65, que a todas luces sería largamente insatisfactorio.

Lo más increíble de la norma del Congreso es que no se ha pensado sobre las consecuencias futuras de esta medida, ni se han evaluado opciones de mejora, como, por ejemplo, la planteada por Lampadia, de usar parte de los pagos de IGV como aportes individuales al sistema de pensiones. Ver las distintas publicaciones que hemos hecho al respecto:

En el país de los mitos, los falsarios son reyes

Una pensión para todos, como se debe,

Propuestas para mejorar el sistema,

El IGV como aporte al Fondo de Pensiones y formalización del empleo.

Por otro lado hay que recordar que el origen de la falta de cobertura se da por la naturaleza del sistema laboral peruano que nos ha llevado a un altísimo nivel de informalidad, que es muy difícil de superar con medidas tradicionales y timoratas. Por ejemplo, ver las declaraciones de Pablo Secada, sobre la posibilidad de usar el IGV para formalizar el empleo.

Esperamos que el gobierno observe la ley por el bien de largo plazo de todos los peruanos. El camino sensato hacia delante, debe ser el que el Congreso de la República convoque a un gran debate nacional, en distintos estamentos de la sociedad y ojalá, luego, forme un grupo de expertos para que evalúen todas las opciones, le expliquen a los ciudadanos sus implicancias y asesoren al Estado en el diseño de una solución final.

Es sorprendente la irresponsabilidad con la que algunos analistas apoyan la ley del Congreso, como por ejemplo, Juan Mendoza de la Universidad del Pacífico, quien se multiplica en los medios con argumentos pobres. Por un lado dice que lo de antes era muy malo, pero como no le gusta el sistema, justifica su apoyo a la norma congresal diciendo que no cree que la gente retirará sus fondos. Peor aún, no plantea ninguna solución a la futura demanda de pensiones que tarde o temprano tendremos que enfrentar. Este tipo de opiniones y las de los puristas que no consideran que se debe establecer un sistema de ahorro forzoso, deberían contemplar la posibilidad de desarrollar un debate nacional, antes de aplaudir una decisión más política que técnica.

Para ilustrar a nuestros lectores de un diálogo alturado al respecto, presentamos líneas abajo la entrevista de Jaime de Althaus a David Tuesta, Jefe de la Unidad de Inclusión Financiera del BBVA Research.

Luchemos por nuestra ideas, pero sometámonos a un debate serio. Lampadia