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No son tiempos para planear

No son tiempos para planear

Tenemos que agradecerle a los Think Tanks chilenos sus análisis y debates políticos, que parecen hechos para el Perú. Curiosamente, Chile y Perú estamos atravesando experiencias políticas similares, en las que los movimientos de izquierda radical han tomado una peligrosa presencia en la opinión pública.

En el caso del Perú, este ataque político que amenaza de libertad de los peruanos, la democracia y nuestra economía social de mercado; las bases del desarrollo integral que ha producido los mejores avances sociales en los países que han alcanzado altos estándares de vida para todas sus poblaciones; se producen cuando el país atraviesa graves crisis sanitarias, económicas, sociales y políticas.

Todas estas crisis han sido inducidas por el criminal gobierno de Vizcarra, que desoyó expresamente todos los consejos para cuidar la salud de los peruanos, condenó a nuestra economía a una caída que parecía provocada por enemigos de la patria, y lideró el descalabro político con sus enfrentamientos con el Congreso. Todo esto absurdamente apoyado por la mayoría de los medios de comunicación.

Aprovechemos las lecciones que vienen del sur.

Centro de Estudios Públicos (CEP) – Chile
Leonidas Montes

El Mercurio 
Jueves 27 de mayo de 2021

Saltamos de los Chicago Boys a los abogados, de la planilla Excel al cuaderno a rayas, de ‘El Ladrillo’ a una nueva Constitución

Un buen amigo me dijo “no son tiempos para planear”. Aunque se refería a la vida en estos tiempos del covid, es interesante recordar que el liberalismo desconfía de la planificación en un sentido amplio, casi filosófico. La razón es muy simple: sabemos que la incertidumbre es el pan de cada día. También sabemos que existen, en el lenguaje de los economistas, las consecuencias no intencionadas. El resultado de las elecciones en Chile hizo aún más evidente esta realidad.

Nuestra tendencia a planificar, a predecir los sucesos dentro de un marco racional, se encontró con otra sorpresa. Anticipamos tendencias y balances de poder. Calculamos fuerzas y evaluamos a los candidatos. Analizamos las encuestas con sus ganadores y perdedores. Pero una vez más nos dimos cuenta de que no siempre se puede planear. Y, mucho menos, predecir.

La democracia representativa, con la magia del voto, es caprichosa. Y en un mundo cada vez más incierto, cambiante y líquido, cualquier cosa puede pasar en política. En esta ciencia, como diría Paul Feyerabend, “anything goes” (todo vale). Tenemos que acostumbrarnos y adaptarnos a esta nueva y volátil realidad. Solo recuerde que hace dos semanas de lo único que hablábamos era del fenómeno Pamela Jiles.

La confianza en los partidos políticos ha sufrido un lento y sostenido deterioro. Solo un 2% de los chilenos confía en ellos. El resultado electoral fue otro balde de agua fría para los partidos tradicionales. Si la irrupción de los independientes en la Convención Constitucional fue sorpresiva y contundente, la baja representación de los partidos es preocupante. Sabemos que los partidos políticos son fundamentales y esenciales para la democracia representativa. Sin partidos fuertes y confiables, se abre el camino a la decadencia.

Aunque estas elecciones fueron complejas y nuevamente ejemplares, algunos hitos de los resultados son dignos de análisis. Indudablemente la paridad en la constituyente es y será muy importante. Otro gran tema es el éxito de los abogados. Esto va más allá del legado de Andrés Bello. En efecto, de los 155 integrantes de la Convención Constitucional, 61 son abogados, 5 egresados de derecho, 2 son licenciados y uno es estudiante de derecho. O sea, un 44,5% de los constituyentes pertenecen al mundo de las leyes. Los economistas, en cambio, brillan por su ausencia. Hay solo un economista y tres ingenieros comerciales.

Este giro refleja algo profundo y simbólico. La influencia de los economistas ya no es la misma. Las señales en esta dirección abundan. Basta advertir la creatividad legislativa en ciertas materias. En cierto sentido saltamos de los Chicago Boys a los abogados, de la planilla Excel al cuaderno a rayas, de “El Ladrillo” a una nueva Constitución. En fin, si Chile estuvo guiado por economistas, para el futuro ya no parecen ser tan importantes. La economía fue bajada de su trono.

También se aprecia una renovación generacional profunda. La edad promedio de los constituyentes es de 45 años. O sea, la gran mayoría no alcanzó a votar por el Sí o el No. Y quizá votaron por primera vez el año 1999. Son los jóvenes del cambio de siglo que representan el fin de la vieja transición y el comienzo de una nueva.

Será necesario conversar para estar a la altura del desafío constituyente. El que sea una Convención Constitucional con estas características puede ser una ventaja o una desventaja. No lo sabemos. Tampoco lo podemos planear. Pero la elección del término “convencional” no es baladí: parte con el prefijo “con” (junto con), al medio aparece “venir”, y se cierra con el sufijo “al”. En su sentido etimológico, esta palabra refleja la unidad en un pacto o acuerdo. Por cierto, la Convención Constitucional no será un convento. Pero será la instancia que definirá nuestro porvenir. Y para eso hay que avenir. El tránsito por esta avenida será el gran desafío. Lampadia




Penetración de los Think Tanks en las redes

Penetración de los Think Tanks en las redes

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

En el Perú admiramos hace muchos años la cantidad y calidad de los Think Tanks pro mercado de Chile. Uno de ellos, el más antiguo, el Centro de Estudios Públicos se fundó en 1980 con un aporte económico de empresarios chilenos, de US$ 50 millones, lo que le dio autonomía financiera para que pudiera desarrollar una agenda amplia de investigaciones, que fueran más allá de los intereses empresariales.

Suponíamos en el Perú, que la labor de estos centros de estudios había sido muy importante para lograr que la población chilena entendiera y valorara las instituciones del libre mercado, que junto con los valores de la democracia, son el vehículo más eficiente para la búsqueda del bienestar general.

Efectivamente, Chile parecía haber superado esas trampas políticas típicas de Latinoamérica, donde las izquierdas siguen haciendo planteamientos políticos propios de las ideas pre caída del Muro de Berlín. 

Pero el año pasado, con los conflictos sociales de Chile, nos extrañamos de que la sociedad parecía no haber madurado lo suficiente y estaba, desamparada, de regreso a las mismas narrativas y prácticas de los años 60 y 70. Parecía que Chile renunciaba a sus aspiraciones de ser parte del primer mundo, y regresaba a la política tradicional latinoamericana.

Entonces nos preguntamos, ¿qué pasó con la larga siembra de políticas públicas modernas de sus Think Tanks?

Resulta que mirando la presencia de los Think Tanks (TT) chilenos en la opinión publica, a través de las redes sociales, descubrimos que su penetración es muy baja. Por lo tanto, no habrían calado en la sociedad en su conjunto. Algo fundamental para contribuir a formar un sólido camino a la prosperidad. Sin arraigo popular, los mejores desarrollos intelectuales, académicos y políticos, se quedan en el ámbito de las élites.

Veamos la penetración de los TT chilenos y el ranking de Forbes, que también muestra que en general, que en el mundo, todos los centros de pensamiento tienen dificultades para tener una presencia más relevante en la opinión pública:

Fuente: Forbes, glosado por Lampadia

  • La potente Fundación para el Progreso, comandada por el brillante y combativo Axel Kaiser, solo tiene 258,000 likes en Facebook y 36,000 seguidores en Twitter.
  • El Think Tank más antiguo y prolífico, el Centro de Estudios Públicos, solo tiene 23,000 likes en Facebook y 72,000 seguidores en Twitter.
  • Libertad y Desarrollo tiene 10,000 likes en Facebook y 43,000 seguidores en Twitter.

En verdad, los TT chilenos son casi inexistentes en las redes sociales chilenas.

Lampadia, este humilde portal, tiene 667,000 likes en Facebook.

Por lo tanto, tenemos que concluir, como aspiramos hace tiempo, que sí necesitamos varios Think Tanks pro mercado, pero que tengan una amplia penetración en las redes sociales y una vocación y capacidad de comunicación, que les permita tener una gran llegada a la opinión pública.

Una muy importante tarea pendiente de las empresas y los empresarios peruanos. Lampadia

La clasificación 2020 de Think Tanks pro libre mercado medidos por Media Impact

Las clasificaciones de 2020 de los Think Tanks de libre mercado medidos por el impacto de los medios

Forbes
Alejandro Chafuen
27 de marzo, 2020
Traducido y glosado por Lampadia

¿Qué tan exitosos son los think tanks del libre mercado hoy en día al tratar de atraer tráfico a sus sitios web, así como visitas y seguidores en otras plataformas?

El impacto digital de los Think Tank continúa creciendo más a través de las plataformas de redes sociales que a través del tráfico del sitio web. Este año, las cifras de tráfico web parecen más bajas que en años anteriores porque SimilarWeb cambió su metodología única y difícil de replicar. Según las cifras de SimilarWeb del año pasado, los think tanks del libre mercado perdieron un promedio del 30% de su tráfico web en comparación con el año anterior, pero lo atribuyo a los cambios de SimilarWeb en los métodos de medición.

Este artículo presenta el desempeño de las organizaciones de libre mercado durante los últimos doce meses en Facebook, YouTube, Twitter e Instagram. La Fundación Heritage mantiene el primer lugar entre los grupos de libre mercado en seguidores de Facebook y Twitter. También es el primero en tráfico web. También realizo un seguimiento del alcance de las redes sociales de algunos think tanks líderes que no son particularmente favorables al mercado libre, e incluso entonces, Heritage se ubica por delante de Brookings en todas las plataformas de redes sociales con la excepción de Linkedin. Linkedin se utiliza más para la creación de redes que para la educación o la difusión de ideas, pero su uso también está creciendo para estos últimos fines. Chatham House, con sede en Londres, también sigue teniendo muchos seguidores en LinkedIn. El American Enterprise Institute (AEI) lidera los suscriptores de YouTube, mientras que la Fundación para la Educación Económica (FEE) tuvo el video con más vistas durante el último año.

Yendo más allá de los think tanks e incluyendo los esfuerzos de los empresarios intelectuales y otras organizaciones, PragerU continúa brillando y construyendo sobre su éxito.

Entre los grupos extranjeros, varios think tanks sudamericanos se ubicaron extraordinariamente bien y vemos muchas repeticiones del año pasado, lo que demuestra su consistencia. El mayor cambio es el surgimiento del Millennium Institute en Brasil. El Instituto Mises, también en Brasil e independiente del Instituto Mises con sede en Estados Unidos, apareció en primera o segunda posición en tres de las categorías enumeradas a continuación (en comparación con las cinco del año pasado). Dos think tanks chilenos, el Centro de Estudios Públicos (CEP, fundado en 1980) y la mucho más joven Fundación para Progreso (FPP, fundada en 2012) continúan obteniendo buenos resultados y aparecen en las primeras posiciones en varias categorías.

Los think tanks latinoamericanos lideran la penetración por país

Cuando sopesamos el tráfico de las redes sociales por tamaño de la población del país y por número de usuarios de Internet, los think tanks orientados al mercado en los países latinoamericanos (como la Fundación para el Progreso en Chile, el Instituto Millenium y el Instituto Mises en Brasil y CEDICE Venezuela) superan a los de EE. UU. y sus homólogos canadienses en la mayoría de las plataformas.

Todavía no he podido recopilar suficiente información sobre cómo los think tanks y los centros universitarios utilizan los podcasts y cómo se clasifican en este frente. Casi todos los think tanks ahora tienen podcasts. Espero que cuando vea los números, pocos se acercarán siquiera a los podcasts políticos más importantes producidos por figuras que tienden a ser favorables a la economía libre, figuras como Ben Shapiro, que aparece cerca de la cima en la mayoría de las clasificaciones públicas, y Mark Levin.

Más allá de los Think Tanks

Los think tanks y los centros universitarios continúan enfrentando desafíos de intelectuales con buenas habilidades de comunicación y de algunos portales con fines de lucro con excelentes materiales educativos. En el análisis del año pasado mencioné a Olavo de Carvalho, el intelectual público que ha influido a muchos en Brasil .Con más de 1.2 millones de seguidores en Instagram en sus dos cuentas (una que se acerca al millón). 586K likes en Facebook, 826K suscriptores en YouTube y 687K seguidores en Twitter, supera a todos los think tanks brasileños y latinoamericanos. Supera a otra de mis sociedades latinoamericanas favoritas de portales gratuitos, Brasil Paralelo, en todas las plataformas excepto YouTube. Brasil Paralelo tiene 468K seguidores en Instagram, 459K likes en Facebook, 1.13 millones de suscriptores en YouTube y 154K seguidores en Twitter. Brasil Paralelo se fundó en 2016 en Porto Alegre y colabora bien con think tanks locales y extranjeros.

Un seguidor y suscriptor típico de Brasil Paralelo es alguien que quiere vivir una vida intelectual y expandir sus conocimientos, pero sin necesariamente buscar un título. Una de esas personas, Thamiris Moura, una joven abogada de Río de Janeiro, está activa en las redes sociales. Sawyer me dijo: “PragerU es una buena herramienta para combatir el socialismo, pero Brasil Paralelo ayuda a formar una persona a un nivel intelectual más profundo. Comencé mis estudios gracias a Brasil Paralelo y les estoy muy agradecido “.

Como hago cada año, le pregunté a Emma Álvarez, gerente de proyectos de IESE Business School en Barcelona, ​​cuáles son las nuevas tendencias y preguntas de las redes sociales en el mundo corporativo. Uno tiene que ver con WhatsApp. “El año pasado WhatsApp se convirtió en la aplicación más descargada en Google Play, más de 709 millones”, me dijo. “Lanzaron WhatsApp para empresas en 2017, pero las empresas aún lo ven como un desafío para fines de marketing”. Los think tanks usan WhatsApp de manera muy similar a LinkedIn, pero con la ventaja de sus capacidades para compartir videos y documentos muy fáciles de usar.

Enhorabuena, como de costumbre, a todos los grupos mencionados en este artículo y mis disculpas si me perdí una organización de libre mercado con mejor puntuación.

Josh Gregory realizó la investigación para este artículo, jgregor@acton.org

Lampadia




Legislando contra el mercado

Legislando contra el mercado

El Congreso de transición cree estar trabajando por los más pobres, pero está sembrando más informalidad y más exclusión, al final, más pobreza. Legislando contra el mercado, ese supuesto monstruo voraz, está condenando a los ciudadanos más pobres a una vida de limitaciones y angustias.

Veamos tres ejemplos:

El Agro

La derogatoria y dación de un nuevo régimen agrario, donde se pretende intervenir el mercado salarial, condenará a los agricultores más pequeños a salir del mercado; pues no alcanzan a contar con la tecnología más moderna, ya sea por que no cuentan con las mejores variedades (que requieren más inversión), o porque no tienen los sistemas de riego más eficientes, o no tienen suficiente conocimiento de los mercados internacionales, o por tantos otros factores de competitividad en este sector de la agricultura moderna, que requiere mucha tecnología. Por otro lado, también se está condenando a desaparecer a los sembríos de menor rentabilidad, como los de granadas, ciertos cítricos, o tal vez hasta los espárragos y arándanos.

Además, se está instalando un incentivo anti empleo, al empujar a las empresas a mayores niveles de automatización.

La agricultura peruana está a medio desarrollarse. Con la agricultura moderna, solo se ha incorporado al mercado al 15% del empleo del sector. Además, hay un desarrollo muy positivo en la sierra rural, con programas como el de Sierra Productiva, pero de alcance muy limitado, dada la falta de apoyo de sucesivos gobiernos. Ver en Lampadia: REVOLUCIONES PRODUCTIVAS EN EL CAMPO.

Estando a medio camino, en vez de impulsar un mayor desarrollo, los congresistas están destruyendo lo avanzado.

En conclusión, tendremos más informalidad y más exclusión en el agro.

El crédito

Con la fijación de topes a las tasas de interés, se está expulsando a los ciudadanos y empresarios más pequeños fuera del sistema financiero hacia el financiamiento informal de los prestamistas.

Se dice con error que los empresarios más pequeños, que no logran salir de la informalidad, tienen muy baja productividad. En verdad, en buena parte, muchos de ellos, al tener que recurrir al crédito informal de muy alto costo, pierden una gran parte de la riqueza que generan, alimentando a los prestamistas informales. Además de ello, están obligados a pagar coimas a los inspectores de distintas instituciones públicas.

Así, entre intereses usureros de los prestamistas informales y las coimas, pierden mucho de lo que generan. En los últimos años, muchos de ellos, con gran esfuerzo, han venido accediendo al sistema financiero, principalmente a través de las microfinancieras, ya sean Cajas, Edpymes, Cooperativas, o de la banca especializada. Con esta norma insensata, ese proceso de bancarización será abruptamente truncado, y lo que es peor, muchos que ya están en el sistema, correrán el riesgo de salir de el.

Según el BCRP (El Comercio), la tasa de interés promedio de los prestamistas informales, según una encuesta realizada a Mypes es de 20% mensual, equivalente a 792% anual. Más aún, “los cobros son diarios y el incumplimiento de los pagos tienen mecanismos de cobro delincuenciales”. Hoy, más que nunca, después de la pandemia, necesitamos un sistema financiero sólido y dinámico.

En conclusión, tendremos más informalidad y más exclusión en el crédito.

Deducción fiscal de intereses hasta el 30% de las utilidades.

Increíblemente, el inefable Congreso, contrariando el proyecto del ejecutivo que establecía que la deducción de intereses tuviera un tope solo para las empresas que tuvieran utilidades mayores de 44 millones de soles, ha decretado abusivamente, para el año 2021, el año de la pos-pandemia, en el que la mayoría de empresas estará al borde de hacer pérdidas o estará perdiendo plata, que solo se pueda considerar como gasto por intereses un 30% de sus utilidades.

Evidentemente, esto afectará gravemente a las empresas medianas y chicas, encareciendo sus costos financieros.

Esta norma del Congreso es una prueba clara de que los congresistas están haciendo daño adrede a los empresarios más pequeños.

Análisis

Todas estas normas se están imponiendo en contra de advertencias expresas por parte de las instituciones especializadas del Estado, como el BCRP, la SBS y el MEF. Así como de tardíos reproches de gremios empresariales.

En general el país asiste pasivamente al desmantelamiento progresivo de nuestra joven economía de mercado. El mundo académico brilla por su ausencia en momentos tan álgidos, excepto, por supuesto, de aquellos que hace tiempo renunciaron al rigor académico en pos de ideologías estatistas, como es el caso de la PUCP y más recientemente, de la Universidad del Pacífico.

En este aspecto, también deja muchísimo que extrañar, la actuación de la gran mayoría de los medios de comunicación. Por ejemplo, en el caso del tema agrario, no han hecho una sola investigación seria del tema y cada vez se extiende más la insensata costumbre de muchos periodistas, que cuando entrevistan a un empresario, su pregunta más importante e incisiva es ¿Cual es su autocrítica?

Quitémonos la venda de los ojos, todo esto no es casualidad. Es producto de una hábil manipulación de un activo grupo de congresistas que tienen una agenda anti mercado, ya sea producto de ideologías atrabiliarias o simplemente, de agendas políticas de corto plazo; que terminan arrastrando a la mayoría, que carecen de una visión política del Perú.

Muchas veces hemos hablado en Lampadia sobre la debilidad institucional de la sociedad civil en el Perú. Hemos reclamado muchas veces la necesidad de contar, por ejemplo, con think tanks que defiendan la economía de mercado y la modernidad. Curiosamente, a raíz de los acontecimientos de desorden político en Chile, donde tienen muchos think tanks y centros de pensamiento liberales poderosos, en el Perú se ha dicho que eso no le sirvió de nada a nuestros vecinos. Sin embargo, hay que mirar un poco más. Los think tanks chilenos, siendo muy buenos en análisis y propuestas de políticas públicas, fallaron sorprendentemente en su llegada a la opinión pública. Por ejemplo, el Centro de Estudios Públicos (CEP), el de mayor raigambre, solo tiene 24,181 seguidores en Facebook y 75,427 en twitter. Por su lado, la más combativa Fundación para el Progreso, dirigida por Axel Kaiser, tiene 280,000 seguidores en Facebook, también insuficiente.

Entonces pues, tenemos que insistir en crear una potente presencia de la sociedad civil en think tanks y gremios que se comprometan con difundir y defender, ante la opinión pública, la economía de mercado como la mejor aliada de la democracia y de la búsqueda del bienestar común. Otra vez tenemos que gritar ¡Acción! ¡Acción Ahora! Lampadia




Bajar barreras de entrada a partidos ligeros pero con think tanks

Bajar barreras de entrada a partidos ligeros pero con think tanks

Jaime de Althaus
Para Lampadia

La Comisión de Constitución aprobó reemplazar las firmas de adherentes por un número de militantes o afiliados para inscribir un partido, lo que es un avance. Pero subió el número de afiliados propuesto por la comisión especial –de 14,000 a 24,000- y agregó el requisito de tener comités en funcionamiento permanente en 20 departamentos y en algo menos de 70 provincias.

La idea de los proyectos de la Comisión Especial era bajar las barreras de entrada, pero subir las de permanencia. Y, en general, reducir requisitos formales. Por ejemplo, ya no se pedía, en el proyecto, un número mínimo de comités partidarios. Se trataba de abrir la cancha para que haya más competencia y que nuevas corrientes pudieran renovar la política, pero esas nuevas corrientes debían ser lo suficientemente sólidas y organizadas como para participar en todas las elecciones –nacionales y sub-nacionales- y pasar las vallas establecidas para las elecciones internas y congresales. Es decir, los requisitos para conservar la inscripción no eran formales u organizacionales –por ejemplo, tener muchos comités funcionando- sino de participación en las elecciones.

Esto era una manera de adecuar la ley a la realidad de los tiempos modernos: ya no existen grandes partidos ideológicos con organizaciones burocráticas que pretendan representan a determinadas clases sociales, por ejemplo, sino corrientes de pensamiento o de propuestas específicas lideradas por individuos o grupos que deciden incursionar en la política. Las redes y los chats de whattsapp reemplazan a las reuniones de comités, si es que alguna vez las hubo. Los comités partidarios en realidad se abren eventualmente para las campañas.  El resto del tiempo, si existen, permanecen vacíos. No hay reuniones de discusión en el ellos. Casi nunca las hubo en realidad, ni en las épocas de oro del partidismo en el Perú.

Entonces no se entiende por qué la Comisión de Constitución se empecina en engañarse a sí misma. El JNE carece de capacidad –y lo reconoció- de supervisar si los partidos mantienen todos sus comités en funcionamiento permanente, pero sí puede verificar si un nuevo partido que quiere inscribirse tiene comités abiertos. Quizá entonces se pone este requisito como una barrera de entrada.

Ojalá que en el pleno se pueda enmendar esta situación. Porque los propósitos de facilitar la entrada al sistema y apuntar a partidos modernos y ligeros adecuados a nuestros tiempos, quedan casi anulados con los artículos aprobados.

¿Los partidos tienen vigencia en la era de las redes?

En realidad, no hemos discutido suficientemente sobre la vigencia de los partidos políticos en la era de las redes sociales. Hace tiempo que no son el vehículo único de expresión, formación y canalización de las demandas ciudadanas, o de la voluntad ciudadana en general. Ahora hay múltiples medios. No solo la prensa, que siempre existió. Sino las redes sociales, los portales de análisis y opinión, etc. Todos los centros de investigación y universidades tienen sus propios medios de expresión –sus páginas web, sus páginas en Facebook, etc.- donde eventualmente publican.

Los ciudadanos mismos ya no requieren intermediarios: se expresan directamente a través de las redes y las encuestas recogen sus opiniones. Se puede discutir la calidad de los debates en las redes y de las preguntas en las encuestas, pero son una realidad. Por eso los gobiernos por lo general ya no lideran, sino que siguen a la opinión pública. El gobierno del presidente Vizcarra es un caso extremo de esta tendencia. Lo que tenemos es una suerte de democracia directa que despoja a los partidos de su función clásica de orientar, formar y canalizar la opinión pública.

Pero la función que los partidos no han perdido y que conservan de modo exclusivo, es la de ser un vehículo para acceder al poder por la vía electoral. Para llegar a la presidencia de la República y al Congreso, se requiere formar parte de -o ser presentado por- un partido político. Una universidad o un think tank o un portal o un gremio empresarial o laboral o un líder de opinión con muchos seguidores en las redes, por ejemplo, no podrían presentar un candidato a la presidencia ni una lista al congreso. Esas entidades o personas tendrían que formar un partido si desean hacerlo. Pero de aquí se despenden varias conclusiones, pensando libremente:

  • En el extremo, podríamos retirarles a los partidos ese único monopolio que les queda: presentar candidatos. Cualquier institución o persona podría candidatear. Le bastaría inscribir una candidatura con un mínimo de requisitos. Pero no existe ninguna democracia en el mundo con este sistema.
  • Una versión cercana a esa realidad sería que sea muy fácil la inscripción de un partido, reduciendo los requisitos al mínimo. Es lo que en alguna medida –no suficientemente- buscaba la propuesta de la Comisión Especial, y que la Comisión de Constitución ha recogido muy parcialmente, agregando nuevos requisitos, lamentablemente.
  • Los partidos inscritos –partidos ligeros- podrían tratar de recuperar parte de la función de orientación y formación de la opinión pública si estuviesen asociados a think tanks o centros de investigación. Carlos Meléndez propuso la fórmula de Partidos X Impuestos, para las empresas pudieran contribuir con parte de sus impuestos a think tanks en uno o varios partidos. De esa manera los partidos se convierten en centros de estudios de la realidad nacional, adquieren capacidad de propuesta y pueden llegar al poder con un plan de gobierno bien elaborado en lugar de improvisar. Serían partidos serios. Allí sí, la calidad de la democracia mejoraría sustancialmente.

Además, permitirían paliar el efecto devastador de la no reelección de congresistas, que instaura el mito de Sísifo como sistema: los partidos tendrán que reinventar en cada elección nuevos postulantes que, luego de cinco años, se retirarán de la política, anulando el aprendizaje para comenzarse de cero cada vez. Con Think Tanks, los partidos podrían reciclar en su periodo sabático los buenos congresistas que quisieran permanecer en la política, para no perderlos.

Por último, para competir con las redes o usarlas a favor de la democracia representativa, es indispensable que los distritos electorales sean más pequeños –uni o binominales- para que pueda existir una relación directa y personal entre el congresistas y sus representantes. Esto lamentablemente no fue planteado por la Comisión Especial –aunque si propuso elecciones del Congreso por mitades cada dos años y medio, lo que reducía las circunscripciones de cinco congresistas a dos o tres por elección, pero esta propuesta no fue recogida por el Ejecutivo-. La reforma política debe incorporar este cambio.

En suma, el pleno Congreso debería eliminar los requisitos de comités para inscribir un partido, aprobar la propuesta de Partidos X Impuestos para formar think tanks asociados a los partidos, y reducir el tamaño de las circunscripciones electorales, si queremos que los partidos políticos recuperen parte de la función de orientar, formar y canalizar la opinión pública y puedan poner las redes al servicio de la democracia representativa. Lampadia




Una reforma política para atenuar los efectos del populismo político presidencial

Una reforma política para atenuar los efectos del populismo político presidencial

Jaime de Althaus
Para Lampadia

El Presidente Martín Vizcarra aprovechó el envío al Congreso de los proyectos de reforma política y los acuerdos logrados con las comunidades en el diálogo en Chalhuahuacho para pasar al contraataque: no solo retomó el evangelio de las grandes reformas institucionales, sino que sacudió al Congreso por demorarse en la aprobación de los proyectos de reforma del sistema judicial y fustigó a los malos empresarios y las grandes corporaciones que eluden el pago de impuestos y a los poderosos que se oponen a su lucha contra la corrupción y a sus reformas.

“Esta firme decisión de corregir y cambiar el sistema político, judicial y tributario, ha afectado grandes intereses y grupos de poder que han reaccionado atacando sistemáticamente al gobierno y a su presidente”, resumió. Acudió así al clásico mecanismo populista de inventar enemigos poderosos que lo atacan por defender los intereses del pueblo y del país.

Pero hay algo de desorbitado e impostado en esta retórica. Sería interesante saber cuáles son esas grandes empresas y corporaciones qué él imagina conjurándose para digitar ataques contra él. Pareciera estar siguiendo el guion de una obra que ya no tiene público, porque, en realidad, el también atacó al punto que el supuesto “enemigo” político fue descabezado, perdió la mayoría en el Congreso y luce ahora dividido y más bien proclive a los entendimientos. El mayor esfuerzo de construcción partidaria de la última década ha sucumbido ante una criminalización de la política que resultó cuando menos funcional al gobierno.

Y, lamentablemente, lo que sí podemos decir es que el presidente resultó el principal enemigo de sí mismo en su intención de mejorar la institucionalidad política del país. Vamos a terminar, como temíamos, sin bicameralidad y sin reelección de congresistas, la peor combinación posible. El presidente ha sacrificado la construcción de la institucionalidad política del país en aras de una popularidad efímera. Proponer la no reelección de los congresistas y oponerse luego a la bicameralidad con el argumento del contrabando que el Congreso había introducido, le valió subir a un pico extraordinario de aprobación popular, que le duró apenas tres o cuatros meses. Por esa gloria pasajera de unas cuantas semanas el país quedará condenado lustros o décadas a una institucionalidad política tullida.

El Congreso debería aprobarla

Salvo, por supuesto, que el Congreso reconozca su parte de culpa en este desenlace y tenga la entereza y la superioridad moral de aprobar la bicameralidad con el mismo argumento que el presidente debió usar para proponerla: que el voto por el No a la bicameralidad en el referéndum no fue contra la bicameralidad como tal, sino contra el supuesto contrabando que el Congreso había introducido. Fue eso lo que el presidente explicó para inducir a los ciudadanos a votar de esa manera.

Donde sí no habría argumento válido para contradecir el resultado del referéndum, es en el tema de la no reelección de congresistas. Sobre eso no se puede hacer nada por ahora, pero sí debería cuando menos aprobarse la posibilidad de la reelección inmediata de los alcaldes y gobernadores regionales. Es un derecho del pueblo que no puede ser recortado, y ya existía un consenso antes de todo esto para restablecerlo.

Ahora bien, hay que decir que, en este contexto, la comisión Tuesta hizo un trabajo meritorio para compensar y tratar de morigerar los efectos de esas amputaciones. Y el Ejecutivo ha recogido la mayor parte de ese trabajo.

Acabamos de ver que un congreso unicameral con mayoría opositora puede hacer muy difícil la gobernabilidad. Por lo tanto, la reforma política debe estar orientada a fortalecer al Ejecutivo y prevenir que algo así ocurra. La no reelección, por su parte, conspira contra la consolidación de los partidos y de una clase política experimentada. La reforma debe estar orientada entonces a crear la mayor cantidad de condicionamientos posibles para que los partidos funcionen realmente pese a esa limitación.

Fortalecimiento del Ejecutivo

Y podemos decir que las reformas propuestas cumplen esos cometidos. Esos son, en realidad, los dos objetivos principales de la reforma planteada. Es claro que ella busca fortalecer el Ejecutivo cuando propone:

  • Elegir al Congreso junto con segunda vuelta
  • Dos tercios del número legal de congresistas para la insistir en una ley observada por el presidente, lo que refuerza el veto presidencial
  • Eliminar la censura a los ministros. Sólo cabe la censura al gabinete, pero cuando se produce todos deben renunciar.
  • Eliminar la vacancia presidencial por incapacidad moral, que se presta a la arbitrariedad. Solo es posible por incapacidad física permanente.
  • Que cuando el presidente del congreso convoca a elecciones éstas sean para la presidencia de la república y también para el congreso de la republica

Fortalecimiento de los partidos

Y es claro también que la reforma busca que haya partidos reales, no cascarones, cuando propone:

  • Que la inscripción de un partido ya no se haga con firmas de adherentes sino presentando una lista de afiliados o militantes que sea como mínimo el 0.075% de los que sufragaron última elección. En el caso de los movimientos regionales el requisito es más exigente: 1%, lo que está bien.
  • Elecciones abiertas con participación obligatoria de todos los ciudadanos para elegir candidatos a elección popular, organizadas por la ONPE, a fin de reconectar a la ciudadanía con los partidos.
  • Que el candidato a la presidencia debe ser afiliado
  • Eliminar el voto preferencial, lo que suprime la lucha fratricida que dicho voto incentivaba
  • Obligar a una participación y presencia permanentes, pues se pierde la inscripción:
    • Al no presentar candidatos en 4/5 de los gobiernos regionales, ½ de los provinciales y 1/3 de los distritales
    • Al no alcanzar 5% de los votos (8% en caso de las organizaciones regionales)
    • Al no alcanzar 1.5% de los que sufragaron en la elección anterior en las elecciones internas (4% en organizaciones regionales)

Lo que sí parece ya una intromisión excesiva, es obligar a la paridad de género en los cargos de dirección del partido político.

Think Tanks partidarios X Impuestos

Una medida que no ha sido propuesta, pero resultaría decisiva para consolidar partidos con capacidad de propuesta, es la de “partidos X impuestos” o, más específicamente, “think tanks partidarios X impuestos”. Es decir, que las empresas puedan financiar, con parte de los impuestos que pagan, think tanks o centros de estudios en los partidos. Esto permitiría, de un lado, que los congresistas que ya no pueden reelegirse, puedan reciclarse en su periodo sabático en el centro de estudios del partido para estudiar la realidad y formular propuestas de política. Así la no reelección no elimina ni corta la carrera de los buenos cuadros.  Y, de otro lado, el partido adquiere capacidad de análisis y discusión de los problemas nacionales y de formulación de planes de gobierno, para que no llegue al poder a improvisar. Tendríamos partidos políticos serios, pensantes.

Por lo demás, tampoco tiene sentido prohibir que las empresas privadas formales aporten a los partidos –como lo hace el proyecto-, si es que este aporte es público y transparente. Eso no solo fortalecería aún más a los partidos, sino que contribuiría a que las empresas desarrollen su compromiso con el país. Lampadia




Cuatro think tanks chilenos se unen para modernizar el Estado de su país

En enero pasado, por iniciativa del Centro de Estudios Públicos (CEP) – del cual escribimos en Lampadia: Think tank chileno entre los 100 mejores del mundo en alianza con otros tres think tanks chilenos, Libertad y Desarrollo (LyD), Fundación Chile 21 y Espacio Público, publicaron dos minuciosos informes (ver al final del artículo) destinados a generar propuestas para la modernización del Estado chileno.

Estos informes complementan el esfuerzo emprendido desde el 2016 por el CEP con la Comisión de Modernización del Estado, un grupo de trabajo compuesto por 29 personas entendidas en el funcionamiento del Estado y procedentes del ámbito académico, público y privado que, junto a expertos internacionales de la OCDE, Nueva Zelanda, Australia, entre otros países, hicieron dos interesantes publicaciones, Un Estado para la Ciudadanía: Informe de la Comisión de Modernización de Estado Un Estado para la Ciudadanía: Estudios para su Modernización, que, entre otras cosas, trazan los lineamientos de política a seguir para lograr una verdadera reforma del Estado en Chile.

El primer informe de la mencionada alianza compuesta por los 4 centros de estudios se denomina Gestión de personas en el Estado y presenta propuestas de política para desarrollar mejoras en la calidad del empleo público, de manera que se atraiga y se retenga capital humano talentoso. Asimismo, propone promover la transparencia en la contratación de cargos de confianza e implementar mejores estándares a lo largo de toda la carrera pública.

El segundo informe, denominado Transparencia, Acceso a Información Pública y Gestión de la Información en el Estado, incide en propuestas que incluyen tanto la adecuación del marco legal existente chileno asociada al acceso a los datos en todos los niveles gobierno así como la creación de una nueva institucionalidad, que permita garantizar un sistema integral de información pública transparente, que contemple penas y sanciones y cuyo acceso sea de carácter universal para los ciudadanos.   

Ver la conferencia de la presentación de ambos informes:

Desde Lampadia, consideramos que es de especial importancia la difusión de ambos informes no solo porque sus propuestas pueden ayudar a nuestros hacedores de política a  determinar las directrices sobre las cuales se debe trabajar con urgencia para lograr una mejora en la gestión estatal, sino porque este tipo de iniciativas de articulación entre think tanks de corte liberal para generar propuestas de política aterrizadas y pertinentes que busquen mejorar la provisión de servicios públicos a los ciudadanos hacen mucha falta en nuestro país. Es de hecho, poco frecuente observar centros de estudio – como Lampadia – que aboguen públicamente por construir una sociedad libre en el Perú que garantice el Estado de derecho y un respeto por la propiedad privada – ambas características de un Estado Moderno – por lo que el ejemplo chileno es de destacar. Lampadia

A continuación, compartimos ambos informes para mayor detalle de las propuestas de política anteriormente mencionadas.

Gestión de personas en el Estado PDF

Transparencia, acceso a inforación pública y gestión de la información en el Estado PDF




Otro testimonio de filantropía orientado a los pobres

Como hemos reportado en otras ocasiones, la nueva ola de filantropía juega cada día mayores roles en cubrir las necesidades de los más pobres. A diferencia del gran impulso de los icónicos filántropos norteamericanos del desarrollo industrial de EEUU, que dedicaron parte de sus fortunas a crear universidades y centros de pensamiento (think tanks), los filántropos de la sociedad del conocimiento, como Bill Gates, Warren Buffett, Mark Zuckerberg y muchos otros, están concentrando sus esfuerzos muy lejos de sus países, en las personas más pobres y en los países más pobres, empezando en el África.

Anteriormente hemos relievado este desarrollo, al que hemos calificado como: “El circuito virtuoso del capitalismo”. Ver en Lampadia: El Circuito Virtuoso del Capitalismo.

Líneas abajo compartimos la importante nota del diario ‘mancuniano’ (Manchester, Inglaterra) The Guardian, que informa sobre una muy importante APP (asociación pública privada) del gobierno británico con la Fundación Gates:   

Para acabar con la pobreza, pongamos la ciencia en el corazón del desarrollo

La investigación y el desarrollo deben ser aprovechadas para mejorar la vida de los que tienen las mayores necesidades, dondequiera que se encuentren

Publicado en The Guardian

Por Sue Desmond-Hellmann y Nick Hurd

16 de marzo de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Científicos trabajan en una cura para la malaria en la Universidad de Cape Town en Sudáfrica, 2012. 
Fotografía: Nic Bothma / EPA

Nosotros queremos acabar con la pobreza extrema.

Si estás leyendo esto, estamos seguros de que tu también. Probablemente ya sabes del enorme progreso logrado entre 1990 y 2015, en el cual la tasa global de mortalidad de menores de cinco años, la tasa de mortalidad de la malaria y el número de personas que viven en la pobreza extrema ha sido reducida a la mitad.

Si vamos a acabar con la pobreza extrema, sin embargo, vamos a necesitar más fondos adicionales y un compromiso más profundo. Vamos a tener que poner la ciencia en el corazón del desarrollo internacional.

Es por eso que el Departamento de Desarrollo Internacional (DFID) del gobierno Británico y la Fundación Bill y Melinda Gates, han firmado un acuerdo destinado a usar la investigación, la innovación tecnológica y el intercambio de conocimiento para transformar la vida de las personas más pobres.

Creemos que la ciencia no sólo debe mejorar la vida de aquellos que pueden pagarla, sino también a los que tienen la mayor necesidad, independientemente de dónde se encuentren.

Esta inversión no es sólo altruista.

Como vimos desde el brote de Ébola, y de nuevo con Zika, muchas de las llamadas enfermedades de los pobres no sólo afectan a las personas en tierras lejanas: hacen caso omiso de la clase y el lugar, y golpean cuando estamos menos preparados.

Así que, ¿por qué no hemos logrado cubrir esta necesidad antes?

A pesar del claro racional moral y de la salud pública por la I + D, el ánimo de lucro no está tan claro. Al mercado, por sí mismo, ya le resulta bastante difícil invertir en aventuras de alto retorno y bajo riesgo, peor aún en aquellas en que el paciente es un huérfano de SIDA o una persona con tuberculosis.

La corrección de este problema en el mercado, sin embargo, ha sido un rol fundamental del Estado por generaciones. Como cualquiera que haya visto la serie de televisión ‘Longitude’  sabe, el capital filantrópico y el estado tienen que proporcionar los incentivos para desarrollar una forma de medir la longitud. La investigación financiada públicamente ayudó a crear el Internet y los microprocesadores. Esto condujo a los descubrimientos de la penicilina y anticuerpos monoclonales, que revolucionaron la medicina. Y fomentó una revolución verde que salvó a cientos de millones de personas del hambre.

En todos estos casos,  el Estado y en menor medida los filántropos, reconocieron los enormes beneficios al conjunto de la sociedad.

Hoy en día, creemos que los gobiernos y los filántropos del mundo desarrollado tienen una función similar a la hora de corregir ‘las fallas de mercado’, lo que significa que los bienes públicos más necesarios no se están desarrollando.

La Fundación Gates invierte más de £ 350 millones al año en investigación en salud global y ha invertido más de £ 370 millones en I + D agrícola desde 2008. DfID gasta más de£ 80 millones al año en investigación en salud global y más de £ 80 millones en I + D de agricultura.

Cuando juntamos los recursos podemos tener un mayor impacto.

Un ejemplo es la alianza global para medicamentos veterinarios de ganado, una asociación que hemos cofinanciado desde el año 2008. Entre sus éxitos, ha estado una red de distribución de la vacuna contra la ‘fiebre de la costa oriental’ en Kenia, Uganda, Tanzania y Malawi. Esta enfermedad es la principal causa de muerte del ganado en 11 países de África subsahariana, donde el ganado es un activo crítico. Más de 1.4 millones de dosis han sido vendidas, ahorrando aproximadamente US $ 100 millones en ganado.

La empresa de medicamentos para la malaria (MMV) desarrolla nuevos fármacos y la hemos apoyado desde su creación en 2002. MMV ha puesto en marcha seis nuevos tratamientos, incluyendo Coartem® Dispersible, que fue el primero desarrollado específicamente para el tratamiento de niños pequeños. Desde su lanzamiento en 2009, se han entregado más de 300 millones de tratamientos en más de 50 países.

Gran parte de nuestra innovación conjunta se llevará a cabo en los laboratorios británicos. Con universidades, científicos e innovadores de clase mundial. El Reino Unido es un líder mundial en la investigación y desarrollo para mejorar la salud y el bienestar de las personas más pobres. Ese liderazgo crea puestos de trabajo en el Reino Unido, el cual impulsa el crecimiento y los avances científicos que alimentan otras áreas de la industria y el desarrollo.

También tenemos como objetivo ayudar a estimular el desarrollo de los conocimientos científicos en África. Trabajando con Wellcome Trust (fundación), hemos estado ayudando a desarrollar la ‘alianza para acelerar la excelencia en ciencia en África’. También apoyamos a científicos en cosechas y ganado de 18 países africanos para que puedan acceder a las instalaciones de vanguardia en el centro de ‘Biociencias de África Oriental y Central’ en Nairobi, Kenia.

A través de nuestra continuada inversión en estos bienes públicos globales, estamos seguros de que seremos capaces de mejorar la vida no sólo de los más pobres, sino de todos nosotros.

Lampadia