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La disrupción del futuro inmediato

La disrupción del futuro inmediato

Siguiendo con nuestra exploración de la ‘tercera revolución industrial’, presentamos a continuación los planteamientos que sobre los grandes cambios disruptivos que está trayendo en el mundo de las personas, los negocios, las ciudades y los países, que nos ilustran Richard Dobbs (basado en Londres), James Manyika (basado en Silicon Valley – EEUU) y Jonathan Woetzel (basado en China), directores del Mckinsey Global Institute, en su libro: “No ordinary disruption, The four global forces breaking all the trends” (Las cuatro fuerzas globales que están rompiendo todas las tendencias).

Como hemos reseñado anteriormente (ver en Lampadia: La tercera revolución industrial), ésta no es una ‘disrupción ordinaria’. Es un cambio de paradigmas que requiere, según explican los autores, revisar nuestros principios básicos y rediseñar nuestra intuición, que gobierna en gran medida la forma en que tomamos decisiones.

Veamos un resumen del análisis que hacen los directores del Mckinsey Global Institute (traducido y glosado por Lampadia):

  • El futuro de las industrias, compañías, productos, tecnologías e inclusive países y ciudades, suben y bajan intempestivamente de modo completamente impredecible.
  • Velocidad, sorpresa y cambios rápidos de dirección en un inmenso mercado global impactan constantemente los destinos de compañías largamente establecidas y generan oportunidades para nuevos jugadores.
  • Nuestro mundo es una discontinuidad casi constante. Negocios que estaban protegidos por largos y profundos espacios encuentran que sus defensas son superadas con facilidad.
  • Esta nueva situación ‘norma’, un mundo en que China lidera el consumo global en un día feriado, con EEUU como el mayor productor de petróleo, con un APP móvil (aplicación de Internet) que se valoriza en 19,000 millones de dólares (WhatsApp) y con la India como el líder en exploración espacial, presenta dificultades existenciales a los líderes de compañías, organizacionales, ciudades y países.
  • El excedente demográfico que gozo el mundo mientras la población en edad de trabajar crecía en China y se unía al sistema de comercio global, se convertirá pronto en un déficit demográfico por el menor crecimiento de la población y el envejecimiento de la fuerza de trabajo.
  • Se está formando un mundo radicalmente diferente.
  • El mundo está ahora en el medio de una transición dramática como resultado de cuatro tendencias fundamentalmente disruptivas. Cualquiera de ellas puede ser considerada entre las más grandes fuerzas de la economía global, incluyendo la revolución industrial de las economías desarrolladas. La mayoría de nosotros fallamos en comprender su magnitud y las consecuencias que pueden resultar de una  segunda y tercera derivadas. Las cuatro juntas están produciendo un cambio monumental.

La primera es el cambiante centro de gravedad de la actividad y del dinamismo económico, a mercados emergentes como el de China y a ciudades de esos mercados. El Balance de poder en la economía global está cambiando hacia el este y el sur a una velocidad nunca vista antes, hacia el 2025 la mitad de las compañías grandes del mundo vendrán de los mercados emergentes. Tal vez, igualmente importante es que la activada económica esta cambiando dentro de esos mercados. Cerca de la mitad del crecimiento del producto global entre el 2010 y 2025 vendrá de 440 ciudades de los mercados emergentes.

La segunda fuerza disruptiva es la aceleración del alcance, escala e impacto económico de la tecnología. La diferencia, hoy día, es la profunda ubicuidad de la tecnología en nuestras vidas y su velocidad  de cambio. El ritmo de  multiplicación de la innovación y su alcance está destinado a cambiar y crecer a una velocidad exponencial más allá de lo que el poder la intuición humana puede anticipar, la tecnología ofrece la promesa de progreso económico para millones de personas en las economías emergentes a una velocidad que hubiera sido inimaginable sin la internet móvil. La tecnología permite a los negocios empezar y agarrar escala a velocidades impresionantes, usando poco capital. El ritmo furioso de la adopción de tecnologías e innovación está acortando el ciclo de vida de las empresas y forzando a los ejecutivos a tomar decisiones y a comprometer recursos con muchos mayor velocidad.

La tercera fuerza que está cambiando el mundo es la demografía. La población humana esta envejeciendo. Al 2013 aproximadamente el 60% de la población global vivía ya en países con ratios de fertilidad por debajo del ritmo de reposición.

La cuarta fuerza disruptiva es el grado en el cual el mundo se está conectado a través del comercio y movimientos de capital, personas e información. Que podemos llamar flujos.

Las cuatro disrupciones están afectando pautas largamente establecidas, prácticamente en todos lo mercados y para todos los actores de la economía mundial.

  • Nuestro mundo va cambiar radicalmente desde el cual muchos de nosotros crecimos, prosperamos y formamos las intuiciones que son vitales para nuestra toma de decisiones.
  • Las mismas fuerzas que sacaron a mil millones de personas de la pobreza extrema ente 1990 y 2010, ayudaran a impulsar a cerca de 2,000 millones más hacia una clase de consumidores globales en las próximas dos décadas. La rápida diseminación de la tecnología va empoderar a individuos y consumidores en números sin precedentes.
  • El nuevo mundo será mas rico, mas urbanizado, mas capaz y mas sano que el que esta reemplazando.
  • Vivimos, de muchas maneras, en una era de recurrentes milagros. Éstos desarrollos pueden causar destrozos de los pronósticos y los planes que fueron hechos simplemente por extrapolación de experiencias recientes para un futuro de corto y largo plazos.
  • La intuiciones todavía soportan mucho de nuestra toma de decisiones. Si vemos al mundo a través de una espejo retrovisor y hacemos decisiones sobre la base de intuiciones construidas sobre nuestra experiencia, podremos estar muy errados. En el nuevo mundo, ejecutivos, creadores de políticas publicas e individuos necesitamos escudriñar nuestras intuiciones  desde sus principios básicos y simplemente cambiarlas cuando sea necesario. Esto será  principalmente cierto para organizaciones que han gozados de un gran éxito.
  • Tenemos que repensar los supuesto a que dirigen nuestras decisiones en temas cruciales como el consumo, los recursos, el trabajo, el capital y la competencia. Debemos pensar diferente sobre estrategias, la construcción de planes de negocios, sobre como acercarse a los mercados, la evaluación de competidores y la asignación de recursos.
  • Ahora, el nuevo gran ejercito de consumidores de clase media del mundo emergente impulsa el crecimiento del gasto global.
  • Los precios de los commodities cayeron prácticamente a la mitad durante el siglo XX en términos reales. Pero esa tendencia se empezó a rompe en el año 2000. En los primero años del nuevo siglo, las caídas de precios de commodities de los 100 años anteriores fueron completamente borrados por la bullente demanda de la economía emergente que coincidió con la disminución de reservas de muchos recursos.
  • El crecimiento de la fuerza laboral global caerá en un tercio hacia el 2030. AL mismo tiempo la tecnología está agitando los mercados laborales como nunca antes. La computadoras están empezando a reemplazar a trabajadores del conocimiento. Al 2025 las computadoras pueden hacer el trabajo de 140 millones de trabajadores del conocimiento y los robots pueden hacer el trabajo de otros 75 millones de personas. Hacia el 2020 veremos una extraña dicotomía, la carencia de 85 millones de trabajadores con grados académicos y 95 millones de personas poco capacitadas que podrán estar desempleadas.
  • Hoy día la competencia viene de una ola de crecimiento rápido de nuevos jugadores que no están el radar estratégico y, que no aparecen en él hasta que  alcanzar masa crítica. Ellos tienen bases de costos mucho más bajas, tiempos más cortos para llegar al mercado, un despiadado conocimiento de sus competidores occidentales y, la disposición para aceptar menores retornos económicos.
  • Mientras que ésta era está llena de oportunidades, también es profundamente intranquilizante.

Dado el impacto revolucionario de estos cambios, venimos alertando al país de la necesidad de prepararnos. Eso implica la necesidad: de crear riqueza en el menor tiempo posible, de nivelar a nuestra gente en la educación para el futuro, de mejorar nuestros niveles de salud, de mejorar sustancialmente nuestras instituciones, de mejorar infraestructuras y de adaptar y adoptar tecnologías educativas, de salud y de producción que le den a nuestra gente y a nuestras empresas las mejores posibilidades de desarrollarse.

Pero sobre todo, mientras avanzamos en todos los frentes, de ver la manera de asegurar la generación de empleo de calidad para toda nuestra población trabajadora. Insistimos, que la única manera de hacerlo pronto, es aprovechando nuestros múltiples y abundantes recursos naturales. Para ello necesitamos un cambio drástico del ambiente de inversión y un gobierno que no nos haga perder otros cinco años. Lampadia

 

 

 

 




Salim Ismail: Tecnología y Organizaciones Exponenciales

En su reciente visita al Perú, Salim Ismail, uno de los embajadores de Singularity University, dio una conferencia sobre las Organizaciones Exponenciales, la tecnología y los grandes desafíos de la humanidad ante la tercera revolución industrial. Estas son algunas de las ideas que nos transmitió:

  • Los líderes actuales defienden el statu quo
  • Hacia el 2020 el 50% de los empleos de cuello y corbata se reemplazarán por robots
  • La inteligencia tiene 12 dimensiones
  • No sabemos que es ‘conciencia’, ¿cómo podríamos crear vida?
  • La innovación se daba solo en las compañías grandes, hoy sucede en las muy pequeñas
  • La banca se disolverá en 15 a 20 años
  • La e-tablet de India estará al alcance de todos casi sin costo (US$ 10)
  • La realidad virtual es disruptiva de la realidad
  • Las universidades todavía enseñan conocimientos, no habilidades
  • Los fracasos enseñan, son indispensables
  • El mundo del futuro será de los emprendedores
  • Para la innovación se necesita un ambiente de conectividad

En Lampadia hemos creado un repositorio sobre: ‘Revolución Tecnológica’, pues los peruanos debemos tomar conciencia del mundo en que vivimos y prepararnos para evitar los impactos negativos que este desarrollo pueda traer y, aprovechar las oportunidades que nos ofrecerá.

El conferencista expuso un panorama amplio y concreto sobre la realidad de un mundo que ya ha cambiado y en el que muchos desarrollos se aceleran exponencialmente. Esto implica que los modelos de negocio, las habilidades y las maneras de entender el liderazgo, la gestión, la producción y el talento se han quedado anticuadas (pertenecen a un mundo lineal).

Ismail explicó los rasgos que distinguen a las Organizaciones Exponenciales: “Encontramos que hay 3 elementos principales en estas empresas: el primero es lo que llamamos MTP (Massive Transformative Purpose u Objetivo de Transformación Masiva) que son las metas de las empresas que están impactando a millones de personas mediante el uso de tecnologías y que se alejan por completo de los estándares convencionales de las compañías tradicionales. El segundo elemento tiene que ver con los agentes externos como la disponibilidad, el manejo y relación entre el público y la comunidad, los algoritmos empleados y el compromiso. El tercer elemento que distingue a estas empresas son sus procesos internos, como interfaces, tableros electrónicos y la tecnología social”. Ver en Lampadia: Más sobre la revolución tecnológica que estamos viviendo – Organizaciones Exponenciales (I)

Además, habló sobre los grandes avances tecnológicos en distintas áreas como: Inteligencia artificial, robótica, biotecnología, nanotecnología, medicina, neurociencias, energía y computación. La aceleración del cambio ya está en camino, nos habló de las 6D: Digitalizado, Delusorio (engañoso), Disruptivo, Desmaterializado, Demonetizado y Democratizado.

Ver la presentación completa de Salim Ismail en la sección Documentos de Lampadia, Organizaciones Exponenciales.




Diálogo sobre la Tecnología y el Futuro

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




Aristóteles, robot esclavos, y un nuevo sistema económico

Aristóteles, robot esclavos, y un nuevo sistema económico

Por John G. Messerly, publicado en “Reason and Meaning” el 27 de mayo 2015

Traducido y comentado por Lampadia

John G. Messerly es un Académico Afiliado del ‘Institute for Ethics and Emerging Technologies’ (IEET). Recibió su doctorado en filosofía en la Universidad de St. Louis en 1992.

Comentario de Lampadia:

Recientemente, estamos siguiendo de cerca la llamada ‘tercera revolución industrial’ que está basada en un salto tecnológico exponencial. Esta tendrá muchísimos impactos en la vida de los seres humanos. Uno de los más angustiantes es el del empleo y otro, poco analizado aún, es el de los aspectos éticos.

En este artículo de Messerly, encontramos una excelente contribución a estos temas, que mientras más pronto podamos conocer, más pronto podremos prepararnos, y ojalá, ser parte del diseño del futuro que empieza a desenvolverse.

En Lampadia vamos a crear pronto un nuevo repositorio sobre la revolución tecnológica, sus impactos y nuestras capacidades para superarlos.

 

Aristóteles, robot esclavos, y un nuevo sistema económico – Messerly

El libro de Jaron Lanier “¿Quién posee el futuro?”, trata sobre el papel que juega la tecnología tanto en la eliminación de puestos de trabajo y el aumento de desigualdad de ingresos. Al inicio del libro, Lanier cita el libro ‘Política’ de Aristóteles:

“Si cada instrumento pudiera realizar su propio trabajo, obedeciendo o anticipándose a la voluntad de otros, como las estatuas de Dédalo, o los trípodes de Hefesto, que, dice el poeta, por su propio acuerdo entraron en la asamblea de los dioses; Si, de igual manera, el aparato tejiera y el plectro tocara la lira sin una mano que los guíe, los jefes de los obreros no querrían siervos, ni los amos esclavos.”

 

 

Aristóteles vio que la condición humana depende en gran medida de lo que las máquinas pueden y no pueden hacer; por otra parte, podemos imaginar que las máquinas van a hacer mucho más.

Si las máquinas hicieran más de nuestro trabajo, todo el mundo, incluso los esclavos, serían más libres. Entonces, ¿cómo respondería Aristóteles a la tecnología actual? ¿Abogaría por un nuevo sistema económico que responda a las necesidades básicas de todos, incluidos los que ya no tienen que trabajar; o trataría de eliminar a aquellos que no poseen las máquinas que dirigen la sociedad?

Seguramente esta pregunta es relevante en el mundo moderno. Si, como sugiere Lanier, sólo aquellos cerca de los equipos que ejecutan la sociedad tienen buenos ingresos, entonces que ocurre con el resto de nosotros? ¿Qué pasa con los trabajadores de la fábrica de acero y las fábricas de automóviles, los carniceros y cajeros de los bancos, y cada vez más, los contadores, profesores, abogados, ingenieros y médicos cuando la inteligencia artificial mejora? (Lanier analiza cómo va a suceder en su libro.)

A Lanier le preocupa que los autómatas, especialmente la Inteligencia Artificial (IA) y la robótica, crearan una situación en la que no tenemos que pagarles a otros. ¿Por qué pagar por un servicio de limpieza si se tiene una sirvienta robótica, o a los ingenieros de software si los equipos son auto-programables? Aristóteles utiliza la música para ilustrar su punto. Dijo que fue terrible esclavizar a la gente para que hagan música (tocar instrumentos en su tiempo era indeseable e involucraba mucha mano de obra), pero necesitamos la música, así que alguien debe ser esclavizado. Si tuviéramos máquinas para hacer música o pudiéramos vivir sin ella, eso sería mejor. La música es una opción interesante, porque en la actualidad muchos quieren utilizarla para ganarse la vida, pero casi nadie hace dinero por su música a través de la publicidad de Internet. Las personas pueden ser seguidas en línea por su música o su blog, pero rara vez se les paga por ello.

Así que, ¿qué hacemos? ¿Tenemos que eliminar a las personas aparentemente innecesarias, para ya no tener que lidiar con ellas? (Recuerde que casi todos nosotros serremos innecesarios en un futuro cercano) ¿Tendrán que retirarse del país o de la comunidad cerrada donde nuestra aparente seguridad es comprada por puestos militares del imperio y sus mercenarios pagados de todo el mundo? ¿Cuando las primeras víctimas de la sociedad duermen en las calles, pueblan nuestras prisiones, sufren desempleo, o involuntariamente se ven forzadas a unirse a nuestros ejércitos voluntarios? (Recuerde esto ustedes contadores, abogados, profesores e ingenieros de software, ¡que este mundo está viniendo para ustedes también!) ¿O deberíamos reconocer cómo nos beneficiamos de los demás, de nuestros diversos temperamentos y talentos, desde la seguridad y el sustento que logramos en números?

 

 

Así que la pregunta a la que nos enfrentamos ahora es la siguiente: ¿qué sucede con las personas ‘extra’, casi todos nosotros, cuando la tecnología hace todo el trabajo o uno es remunerado solo por el trabajo que las máquinas no pueden hacer? ¿Al resto de nosotros nos eliminan o morimos de hambre lentamente? Sorprendentemente Lanier piensa que estas preguntas están fuera de lugar. Después de todo, la inteligencia humana y los datos humanos son los que impulsan las máquinas. Más bien, la cuestión es cómo pensamos sobre la labor que las máquinas no pueden hacer.

Creo que Lanier está en lo cierto. Podemos pensar en el trabajo no automatizado desde algo escencial hasta algo frívolo. Si pensamos en ello como frívolo, entonces también lo son las personas que lo producen. Si no nos preocupamos por la expresión humana en el arte, la literatura, la música, el deporte o la filosofía, entonces ¿por qué preocuparnos por las personas que lo producen?

Pero incluso si las máquinas escriben mejor música o poesía o blogs sobre el significado de la vida, aún podríamos valorar el esfuerzo humano. Incluso si las máquinas hicieran todo el trabajo de la sociedad aún podríamos compartir la riqueza con la gente que quiere pensar y escribir y tocar música. Tal vez la gente simplemente quiere disfrutar de estas actividades. Ningún ser humano juega al ajedrez tan bien como las mejores supercomputadoras, pero la gente todavía disfruta jugando al ajedrez; yo no juego al golf tan bien como Tiger Woods, pero igual lo disfruto.

Voy a ir más lejos. Supongamos que alguien quiere sentarse en la playa, surfear, esquiar, jugar golf, fumar marihuana, ver la televisión, o coleccionar monedas. ¿Y a mí que me importa? Tal vez una sociedad compuesta por personas satisfechas haciendo lo que quieren es mejor que una informada por la ética protestante del trabajo. Una sociedad de fumones, que miran televisión, esquían, juegan golf y surfean, probablemente sería más feliz que en la que vivimos ahora. (La evidencia muestra que los países más felices son los que tienen las redes más fuertes de protección social, los que tienen las vacaciones pagadas y más generosas licencia políticas; los países europeos y escandinavos occidentales.) La gente todavía escribe música y libros, levantar pesas, hace voluntariado, y visita a sus nietos. ¡No necesariamente se convertirán en adictos a las drogas!

Esto es lo que yo imagino. Una sociedad donde las máquinas hacen todo el trabajo que los humanos no quieren hacer; y los seres humanos se expresarán de la manera que quieran, sin perjudicar a los demás. Una sociedad mucho más como Dinamarca y Noruega, y mucho menos como Alabama y Mississippi. Sí creo que todas las personas tienen el derecho, sí derecho, de vivir con la cantidad mínima que se necesita para vivir una vida humana decente. Todos nosotros nos beneficiaríamos de esta disposición, ya que todos tenemos mucho que aportarnos el uno al otro. Les dejo con algunas palabras inspiradoras del joven californiano auto-didáctico, Eliezer Yudkowsky:

No existe ningún mal que tenga que aceptar porque “no hay nada que pueda hacer al respecto”. No hay niño maltratado, ningún campesino oprimido, ningún mendigo hambriento, ningún joven adicto al crack, ningún paciente de cáncer, literalmente, no hay uno al que no pueda mirar a los ojos. Estoy trabajando para salvar a todo el mundo, sanar el planeta, resolver todos los problemas del mundo.

 




El Índice de Progreso Social es engañoso

El Índice de Progreso Social es engañoso

Nuevamente los peruanos recibimos información engañosa sobre el progreso y el bienestar. Esta vez a través de la entrevista a Alexandra Ames Brachowicz en la sección Portafolio de El Comercio del 10 de mayo 2015, que el diario presenta bajo la falsa disyuntiva de: CRECIMIENTO ECONÓMICO VS. PROGRESO SOCIAL.

La entrevistadora, Élida Córdova, titula la entrevista con una frase ingeniosa de la guapa Alexandra Ames: “Necesitamos más empresarios con visión de país y más políticos con visión empresarial”, que al final no tiene más contenido que su música.

El punto concreto es que el Índice de Progreso Social (IPS) es un nuevo intento para que los países se alejen de usar o privilegiar el crecimiento económico y el PBI per cápita, como el indicador fundamental del progreso de sus países y en especial el nivel de vida de su población. El IPS excluye  expresamente los indicadores económicos y se presenta como fundamento de políticas públicas, prestándose a grandes confusiones, como explicaremos más adelante.

En la entrevista, Ames dice: “Sucede que el crecimiento económico, por sí solo, no asegura progreso social. (…) el éxito de un país no debería medirse solo por la cantidad de PBI que produce, sino por el nivel de bienestar o calidad de vida que es capaz de generar para sus ciudadanos. (…) Sin duda, existe una correlación muy fuerte entre PBI per cápita y progreso social. Pero el crecimiento económico no es una condición sine qua non para producir progreso social”.  

Primera Confusión

Nadie pretende que el desarrollo se produzca solo con el crecimiento económico. El desarrollo implica mejoras sustanciales en la Cultura, los Derechos Humanos, la Salud y el Medio Ambiente, pero el medio para lograrlos pasa necesaria y principalmente por el Crecimiento Económico, más la Educación y la Gobernanza, especialmente para los países  más pobres. Ver el siguiente gráfico de Hans Rosling:

 

 

Ver en Lampadia: Sin crecimiento económico no hay desarrollo.

Por lo tanto, un indicador que excluye las variables económicas es engañoso (misleading), y puede sesgar el diseño de las políticas públicas, sobre todo en países como el Perú, donde tenemos cúpulas ideologizadas que combaten el crecimiento.

Veamos además el ranking del IPS del año pasado (las cifras son muy parecidas a las que publica Ames para este año) y la comparación del IPS con los indicadores económicos para apreciar que indicador nos pone mejores y más exigentes metas: 

 

 

Como podemos ver en el gráfico, el IPS nos dice que estamos en la posición 55, pero los indicadores económicos, dependiendo de la definición y la fuente (Ingreso Bruto Interno per cápita y el PBI per cápita ppp 2005) nos dicen que estamos en el lugar 106 o 110. En consecuencia, nuestras políticas públicas y nuestro esfuerzo para progresar, según los indicadores  económicos, deben ser mucho más exigentes. Ver en Lampadia: El Índice de Progreso Social y el PBI per cápita.

Segunda Confusión

Alexandra Ames afirma: “Una vez que desagregamos el índice [IPS], podemos ver dónde estamos mejorando y qué nos falta trabajar mejor. (…) Nuestra prioridad, sin duda, es enfocarnos en los indicadores como acceso a agua, nutrición y seguridad. (…) Tenemos un enfoque holístico [¿?] y buscamos que esté en el diseño de las políticas”.

Ames agrega: “No olvidemos que el progreso social puede traer progreso económico, pero necesitamos más empresarios con visión de país y más políticos con visión empresarial”. ¡Linda frase! Pero planteada sobre prioridades equivocadas y usada para vender esquemas débiles.

De los cuadros presentados, tenemos que concluir que la prioridad tiene que ser el crecimiento económico, pero, evidentemente, eso no es suficiente. Por lo tanto habría que plantear que el IPS, que se presenta como la base de las políticas públicas, se proponga, más bien, como un complemento del objetivo principal: Promover el Crecimiento Económico, fuente del empleo y la recaudación del Estado. Solo así podríamos conseguir “acceso al agua, nutrición y seguridad”, y además mejor educación, salud, infraestructuras y mayores inversiones en desarrollo tecnológico.

Tercera Confusión

Ames continua: “El objetivo es promover que los países empiecen a tener nuestra mirada holística e integradora en vez de seguir mirando solamente a la pobreza o a sus brechas de acuerdo con los ingresos. La tarea de los países es empezar a trabajar para impactar de verdad en la calidad de vida o bienestar de los ciudadanos”.

No nos equivoquemos: Tengamos las cosas claras, lo fundamental para el Perú es reducir la pobreza y la desigualdad. Últimamente se han hecho una serie de intentos por diseñar todo tipo de indicadores para alejar el foco del Estado del aumento del PBI, como las propuestas de medir la pobreza multidimensional.

The Economist reportó el 28 de julio del 2014 un estudio del Oxford Poverty and Human Initiative en 97 países que demostraba que los resultados de usar indicadores de pobreza multidimensional versus el ingreso por persona no llevan a conclusiones distintas sobre la verdadera situación de pobreza. “La conclusión para los creadores de políticas, sugiere que los mayores ingresos también se trasladan, de hecho, a menores niveles de pobreza multidimensional” (traducción de Lampadia). Ver el siguiente gráfico:

 

 

Ver los detalles en Lampadia: No nos equivoquemos sobre cómo medir la pobreza.

En conclusión, el Crecimiento Económico no se opone al Progreso Social: ES SU FUENTE. Los peruanos necesitamos información clara sobre la realidad global y sobre nuestras posibilidades. Si antes teníamos unos 20 años para ponernos al día con los países más desarrollados, ahora, con la “Tercera Revolución Industrial”, solo nos quedan: ¿5 años? Ver en Lampadia: Visión estratégica de la coyuntura peruana.

Ya no podemos perder más tiempo inventando la pólvora o debatiendo temas ya superados en el mundo moderno. Es hora de actuar, y para ello necesitamos: ideas claras (visión de futuro), liderazgo y convergencia en la acción. Lampadia




“Pensando en lo nuevo”¿Con ideas viejas?

“Pensando en lo nuevo”¿Con ideas viejas?

Humberto Campodónico, colega de la UNI y amigo del Director de Lampadia, ha publicado en La República (20 de abril, 2015): Pensando en lo nuevo. En él vuelve a tratar de descalificar la economía peruana por su “alto” contenido de exportaciones de los llamados productos primarios. Esta vez recurre a declaraciones genéricas de extranjeros y a debates desarrollados en otros países para extrapolar sus implicancias al Perú. Esta práctica no toma en cuenta nuestra realidad y lleva a conclusiones y recomendaciones equivocadas.

Veamos algunos de los comentarios de Campodónico y nuestras acotaciones:

“La pregunta que se hacen muchos países que dependen económicamente de la explotación de recursos naturales es: ¿qué hacemos ahora que han bajado los precios y nos encontramos con una enorme caída en los ingresos del sector exportador y, también, en la retracción de la recaudación tributaria?”.

“Según el FMI, un país es dependiente de los recursos naturales cuando más del 25% de sus exportaciones dependen de ella… 60 países en el mundo, de un total de 192 ‘cumplen’ con esa definición. En América del Sur, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela lo superan ampliamente (entre 50 % y 50 % [sic.]) con las actividades extractivas. Si añadimos las exportaciones agrícolas y pecuarias, entonces entran Argentina, Paraguay y Uruguay. Y también Brasil”.

“Hace dos semanas asistimos a una ‘Conferencia sobre el Comercio Exterior’, convocada por el gobierno de Argelia. (…) su dependencia es cerca del 97% [por sus exportaciones de petróleo y gas]”.

Campodónico cita al gobierno de Argelia: “Queremos (…) mejorar la oferta y el volumen  de las exportaciones no hidrocarburíferas”.

Luego afirma: “Un tema recurrente de la discusión fue la ‘ventana de oportunidad’. ¿Acaso no es positivo que –debido a la situación actual– todo el gobierno y el sector empresarial estén convencidos de que hay que avanzar hacia la diversificación de exportaciones?”En Lampadia no negamos la necesidad de diversificar las exportaciones, pero no, como producto de paralizar y desquiciar el sector primario, sino sumándose a el.

Sigue: (…) “El problema es que no le hemos dado la importancia necesaria a las actividades productivas e industriales. Fue un error creer que seguiríamos creciendo por 20 años más con impulsos externos que nos han hecho dependientes y vulnerables”

Pensamiento Campodónico. Nuestra política nunca se basó en sentarse a esperar que los impulsos externos nos hicieran crecer, un argumento que pretende manipular conciencias. Contrariamente a lo que dice Campodónico, de lo que se trata es de aprovechar nuestro potencial productivo. Solo en el caso de la minería, de haber continuado fomentando su desarrollo en vez de pararla, hubiéramos podido seguir creciendo a buen ritmo, compensandolos menores precios con mayores volúmenes de producción. Esto no lo puede hacer cualquier país. Solo lo puede hacer el Perú, pues  debido al apagón productivo de los años 60, 70 y 80, tenemos un stock de proyectos que nadie más tiene, y menos con la calidad de los nuestros. Ver en L: La minería tiene un alto valor agregado.

Sigue Campodónico: “(…) No podemos seguir confiando en que las actividades extractivas solucionarán los problemas, para lo cual, de un lado, es indispensable dejar de lado la permisología y la tramitología. La solución no va a venir por el lado de Energía y Minas”. (…) “El discurso preponderante es ‘destrabar’ las inversiones –léase Tía María–, para lo cual es indispensable ‘poner orden y tener mano dura’, como lo insinúa el Premier Cateriano”.

Sigue: “Todos los discursos actuales de los organismos multilaterales apuntan hacia reformas que permitan la diversificación de la actividad productiva”.En este caso, las declaraciones de las multilaterales no son aplicables al Perú, como podemos ver líneas arriba.

Continúa Campodónico: “Y que se incida en el avance hacia la sociedad de la información y del conocimiento”. Caray, ya se quedó desactualizado, ahora estamos en la sociedad de la digitalización, la robótica, la inteligencia artificial, las impresoras 3D y la biología sintética. En la Tercera Revolución Industrial’.

Remata su artículo: “Nos estamos quedando rezagados”.Ahí sí estamos de acuerdo, nos estamos quedando rezagados. Si no nos ponemos al día en educación, instituciones e infraestructuras, cuando la tercera revolución industrial agarre velocidad de crucero, los rezagados peruanos seremos una suerte de sub-humanos. Ver en L: Organizaciones Exponenciales (I).

Justamente por eso, nuestro principal objetivo debe ser ponernos al día con los países más desarrollados. Para lograrlo tenemos que crear la mayor cantidad de riqueza, en el menor tiempo posible. Y eso solo podemos hacerlo aprovechando nuestras capacidades para crear riqueza: explotar nuestras reservas productivas en minería, energía, madera, acuicultura y agroexportaciones entre otras. Además, con ese enfoque podremos seguir fortaleciendo y haciendo crecer nuestro sector industrial y modernizando muchos otros.

Amigo Campodónico, hay que pensar en lo nuevo, con ideas nuevas. Lampadia

 




Hay que prender el motor de la inversión privada

Hay que prender el motor de la inversión privada

Es impresionante observar cómo, en el bastante sombrío panorama económico que se presenta este año, nos estemos disparando al pie y, así, seguimos trabando nuestro progreso.

A pesar de las ‘optimistas’ proyecciones oficiales para la economía (expansión de 4.8%) y nuestro constante positivismo, los analistas siguen corrigiendo sus estimaciones de crecimiento hacia la baja. Por ejemplo el FMI ya redujo a 3.8% su estimado de crecimiento para Perú en 2015, y nos incluye en el grupo de países con 35% de probabilidades de recesión.

Según informó el BCR recientemente, el ingreso de capitales privados al Perú ha sido de US$ 7,000 millones en el 2014, monto que ha sido aplaudido y se ha afirmado que habría “ido en aumento en los últimos años”. Esto no es cierto. Según los datos oficiales del BCR, y como se puede ver claramente en el gráfico inferior, los montos netos han ido en aumento hasta el 2012, y desde entonces han comenzado a disminuir. En el 2014 la cuenta financiera del sector privado fue menos de la mitad que la del 2013.

Mientras que la tendencia hasta el 2012 fue al alza, hubo dos momentos claros de caídas antes del año pasado. Uno fue en el 2009, fácilmente explicado por la crisis financiera mundial del mismo año. El otro fue en el 2011, año electoral de gran incertidumbre política y el desastre de la suspensión del proyecto minero Conga en Cajamarca, en el cual no sólo se perdió la inversión de US$ 4,000 millones, sino que generó un efecto domino negativo y paulatino en toda la economía peruana, agravado por el pésimo ambiente político fomentado por el propio Presidente de la República. Tal vez hay que pedirle a Nadine que vuelva a acercarse a su esposo, ella nunca le dijo panzón a nadie, ni habló de cloacas. Una mujer inteligente puede ser un buen balance para un militar solo y acorralado por sus desconfianzas.

El estudio enlazado más abajo demuestra el beneficioso impacto que tendrían,si se pusieran en marcha, las inversiones mineras en la vida de todos los peruanos. Como afirma un estudio del impacto macroeconómico de la minería, “no parece haber otra actividad económica con un aporte macroeconómico potencial tan positivo como la minería”.  Además, afirma que “de concretarse todos los programas de inversión, la producción de cobre podría incrementarse en 140% para el 2024, equivalente a un ritmo de crecimiento promedio anual de 28%. Aproximadamente el 64% de la nueva producción de cobre se ubicaría en el sur del país”.

Los diversos proyectos mineros en marcha cuentan con una cartera de inversiones que asciende a US$ 63,928 millones hasta el 2020, en materia de modernización, exploración y explotación. La mayor parte de las inversiones proviene de China (20.4%), Estados Unidos (15.8%) y Canadá (12.3%); tan sólo el 7.2% de la cartera estaría financiada con capitales peruanos. Estas inversiones habrían alcanzado una participación en el PBI nominal de 3.5% en el 2014 y llegarían a 2.8% en el 2015.

Sin embargo, la inversión en minería ya se está contrayendo. En el 2014 llegó a US$ 8,700, que significaría 11% menos a las cifras récord del 2013 (US$ 9,700). Además, según el Presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Carlos Gálvez Pinillos, las proyecciones de nuevas inversiones mineras son preocupantes:

Esta tabla muestra la gravedad de la situación. Para el 2018, no habría inversión minera. Y, si no sale Tía María, las cifras del 2017 también se reducirían sustancialmente. Sin una mayor inversión en esta industria, no podremos retomar la senda de crecimiento que tuvimos hasta el 2013. Ha sido la inversión privada, liderada por la minería, la que ha permitido un crecimiento sostenido del PBI, multiplicando por 4 el PBI per cápita, reduciendo la pobreza, la desigualdad, la desnutrición y mortalidad infantil. Ver en L: La minería: generó un ciclo virtuoso de crecimiento.

Además, ante el negativo contexto internacional, es necesario incentivar con fuerza la inversión minera para aumentar los volúmenes de producción y compensar la caída de los precios de los metales. Toromocho, Constancia, Tía María, Las Bambas y Cerro Verdeson los proyectos mineros que podrían duplicar la producción de cobre en el Perú al 2016.

A nivel mundial, las inversiones están cayendo. Esto se debe principalmente  al aumento de  la tasa de interés en Estados Unidos, lo que incentivaque los capitales regresen a EEUU,por lo tanto, se vuelven más rentables comparativamente. Entonces, en un marco en el que tenemos que ser más competitivos porque concursamos por menos dinero y en el que debemos ofrecer mayores seguridades para atraer a los inversionistas, no se ha hecho nada concreto para fomentar la inversión. No se ha concretado ninguna ley, peor aún, le ponemos más trabas a los pocos proyectos que actualmente tenemos sobre la mesa y nos ayudarían en el futuro. Ver en L: La titánica tarea de invertir en el Perú

Se debe facilitar el impulso de grandes proyectos, atrayendo a los inversionistas para desarrollar su potencial. Se tienen que eliminar o acortar el número de normas y permisos que enfrenta la actividad minera y los proyectos de infraestructuras. Por ejemplo en minería se requiere superar los siguientes trámites: En exploración (6), explotación (84), ambiente (47), agua (10), tributos (9) y cierre de minas (13), llegando a un total de 180 normas que hoy regulan la minería en 130 instancias distintas. Hemos pasado de 1 (una) norma en los 90’s a 180. Ver en L: Destrabemos la construcción de nuestro futuro.

Es increíble que el “outsider” (Julio Guzmán) que pretende gobernar el Perú, no tenga una opinión formada sobre el impacto de la minería en el país, afirmando: “No estoy a favor ni en contra de la minería”. ¿Se imaginan ustedes al Presidente de Australia o al de Canadá diciendo algo similar? Agregando luego “que lo que necesitamos es una nueva minería” (lo mismo que decía Lerner de Primer Ministro). ¿Qué cree que es lo que tenemos? ¿La Cerro de Pasco Corporation? Además, dijo que “estábamos obsesionados con los grandes proyectos”.

Este “outsider técnico”,¿no entiende que si no aprovechamos nuestras capacidades y reservas productivas para crear riqueza lo más rápido posible, no vamos a tener los recursos para luchar contra la pobreza, hacer una mejora inmensa en educación, salud, infraestructuras e innovación? Con la tercera revolución industrial encima, si no nos ponemos al nivel de los países más desarrollados lo más pronto posible podemos condenar a nuestra población a la condición de “SUB-HUMANOS”. Ojalá que Guzmán haya tenido un traspie y no sea una nueva decepción para la política peruana. Una triste continuación del pensamiento de sus ex jefes en el Estado:Lerner, Burneo y Jimenez.

El Perú ya no llegará a la meta de producir 5 millones de toneladas anuales de cobre al 2021, como se preveía hasta el 2013, debido a la paralización de los proyectos mineros. Pero todavía podemos retomar el camino correcto, comenzando por otorgarle a Tía María la licencia de construcción que le corresponde, y que ha debido entegarse hace un año. Es un proyecto minero demasiado importante para el desarrollo del país y de la región Arequipa, como para que una cúpula que solo desea obstruir los avances de la Nación por evidentes intereses políticos, impida su ejecución. Ver en L: Tía María y economía peruana en UCI.

No podemos permitir que unos pocos radicales ‘anti-inversión’ y ´anti-progreso´ tengan secuestrado el desarrollo del país y de miles de millones en inversiones.Lampadia




De la producción en masa al segmento “tamaño uno”

De la producción en masa al segmento “tamaño uno”

Hace décadas el marketing descubrió la segmentación, no todos los consumidores son iguales ni necesitan la misma oferta. Más recientemente se empezó a trabajar con el llamado “segmento  tamaño uno”, buscando satisfacer necesidades individuales.

Últimamente, en base al desarrollo del “Mundo es Plano”, hábilmente descrito por Thomas Friedman el 2005, y de la ampliación de la cobertura de internet y las redes sociales, los individuos y empresas emergentes están creando un nuevo desarrollo de mercado en el que las relaciones de compra-venta de servicios y bienes se empiezan a tranzar por canales no tradicionales, uno-a-uno, de continente-a-continente. Esto abarca servicios de alojamiento no-hoteleros, uso de automóviles, servicios de transporte, laboratorios comunes e impresiones 3D entre otros. Esto se denomina “economía compartida” (sharing economy) o también “economía austera”.

El advenimiento y extensión de este desarrollo ha sido potenciado por la crisis económica del 2008, los altos niveles de desempleo en Europa y el aumento de la conciencia sobre la necesidad de evitar el desperdicio de recursos. Ver, por ejemplo el artículo de Naviradjou y Jaideep Prabhu de Project Syndicate: El auge de la economía austera.

Este desarrollo tiene un especial atractivo para el empoderamiento de los emprendedores, de ciudadanos comunes y corrientes, que empiezan a desarrollar una nueva forma de vida y de generación de ingresos, en un mundo que con el avance de la llamada “tercera revolución industrial”, con la digitalización y la robotización, está amenazando las formas tradicionales de empleo. Ver en Lampadia (L): Apuntes para la creación de empleo al 2034 (I), Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II) y La Tercera Revolución Industrial.

Efectivamente, en el mundo que se viene, se estima que la industria ya no será la fuente tradicional de empleo. La tecnología reemplazará muchos oficios de gente de escasa formación y, también, de especialistas de renombre local que tendrían que  competir con expertos globales, en actividades que van desde la interpretación de imágenes médicas hasta lecciones de economía en línea.

Ya hemos comentado que, en principio el Perú tiene la suerte de contar con ingentes reservas productivas, en todos los sectores que no hemos sabido desarrollar hasta ahora como: La forestería y sus derivados y la energía. Los yacimientos mineros que si no ponemos en producción relativamente pronto, terminarán con cruces (como en las carreteras por los accidentes mortales) “aquí yace Conga”, “aquí yace Tía María” o “aquí yace el lote 108”. La acuicultura, la multiplicación de la agroindustria, los bionegocios y el turismo.

En el nuevo mundo productivo es posible imaginar a un zapatero de Comas que con inversiones cada vez más asequibles como una Tablet, un escaneador y una impresora 3D (que además podría compartir con otros), pueda hacer zapatillas personalizadas a pedido. Es decir, él tendría en su archivo los scans de los pies de las señoras más ricas de Lima, las cuales podrían llamarlo por la mañana para que les fabrique unas zapatillas ad-hoc para celebrar el cumpleaños de su nieto, con su nombre grabado, etc., y que en un par de horas pueda hacer el delivery a San Isidro, cobrando varias veces más del precio que recibe por los zapatos que hoy vende en la puerta de su casa-taller.

Además, el Perú, con la creatividad de su gente, con ese excluido sector informal, con su vocación por el emprendedurismo, está listo para potenciar todos estos desarrollos. Lamentablemente, en vez de que nuestra clase dirigente esté vislumbrando como convertir nuestro potencial en desarrollo efectivo, sigue mirando el retrovisor y jugando al pierde-pierde en disputas patéticas de poder, cargadas de soberbia y de los mayores posibles niveles de irresponsabilidad. Ya lo hemos dicho, esperamos que después del Carnaval, venga la Pascua. Lampadia




Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II)

Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II)

Segunda parte

En la primera parte de este artículo explicamos que la tercera revolución industrial  tendrá efectos disruptivos en la vida de la humanidad, especialmente en el empleo, favoreciendo a los más preparados y ampliando la brecha con los países de menos ingresos. Señalamos que el paradigma de desarrollo basado en la industrialización y exportación de bienes físicos, estaría llegando a su fin. “La pérdida de industria a bajos niveles de ingresos, pone un tope a la contribución que esta puede hacer a los estándares domésticos de vida. Según Arvind Subramanian, asesor económico principal del nuevo gobierno hindú: “Este no es un problema pequeño, no hay una estrategia alternativa obvia, para convertir a los países pobres en ricos”. Ver en Lampadia (L): Apuntes para la creación de empleo al 2034 (I).

Enfatizamos que el principal objetivo de la economía es que se generen suficientes empleos adecuados o de calidad para toda la población en edad de trabajar. La nueva realidad tecnológica lo hará difícil con los cánones tradicionales. En esta segunda parte,  trataremos de evaluar las implicancias de esta tendencia en el Perú, así como las posibles acciones que deberemos emprender para superar este reto con éxito. 

  • Implicancias de la “Tercera Revolución Industrial” para el empleo en el Perú

Como muchos países del mundo, en el Perú se asume que la estrategia de desarrollo pasa por la industrialización (manufactura), dándole las espaldas a nuestros recursos naturales (RN). Esto ha llegado a tal punto que muchos académicos, economistas, políticos y periodistas, así como varias ONGs de países desarrollados, han venido sembrando un sentimiento negativos sobre la explotación de dichos recursos.

El caso más notorio es el de la minería, que se ha pretendido equipararla con la exportación de piedras, o con la explotación del guano y del caucho. Lo mismo ha sucedido con el petróleo y las hidroeléctricas. Bajo esta falaz prédica, base del programa original del actual gobierno y durante el premierato de Salomón Lerner, el gobierno oficializó el lenguaje anti-minero y, fundamentalmente, paró la mayoría de proyectos en marcha. Ver más información en Lampadia (L): Del gobierno al radicalismo subversivo – Siomi sin careta en Caretas y Perder Cajamarca es el fracaso de nuestra clase dirigente.

Hoy nuestra economía está frenada, dejando de crear empleo y de reducir la pobreza. Hace un año, el gobierno anunció un “Plan Nacional de Industrialización”. Luego, con el cambio del Ministro de la Producción, este se reenfocó con el “Plan Nacional de Diversificación Productiva” (PNDP), que enfatizó, su primer eje, el de la diversificación, manifestando que se había terminado el ciclo de exportación de bienes primarios, que teníamos que encontrar nuevos motores de crecimiento e insertarnos en las cadenas de valor agregado internacionales, como la estrategia básica para lograr un desarrollo de largo plazo.

Felizmente, el Ministro Piero Ghezzi, ha ido flexibilizando su mensaje. En CADE 2014, no  habló de cadenas internacionales de valor de productos industriales, explicó cómo se podía potenciar el sector maderero (primario inicialmente) y el proyecto de Olmos, facilitando mejoras portuarias y otras. Pero la prédica original, que llovió sobre mojado, sigue fijada en el imaginario nacional.

Por otro lado, nuestro nivel educativo es clamoroso, y por lo tanto, nuestros ciudadanos podrían quedar en el último escalón de la división del empleo.

Del análisis de la primera parte de este artículo, que muestra que la estrategia de industrialización manufacturera ya no podrá ser el camino para que un país pobre se desarrolle, tenemos que concluir que, hoy por hoy, los peruanos estamos apuntando al pasado, pensando que este es el camino del futuro. Si persistimos en buscar nuevos motores de desarrollo alejados de nuestros sectores primarios, o seguimos parando el desarrollo de los proyectos mineros, petroleros y energéticos, entre otros: ¡Nunca podremos ser un país desarrollado!

  • ¿Cómo podemos generar empleo adecuado en la tercera revolución industrial?

Cualquier propuesta sobre las estrategias para crear empleo para los próximos 20 años  tiene que engarzarse en una visión amplia del futuro y una perspectiva correcta de nuestra realidad, (ver en (L): El Perú no es igual a ningún otro país).

Por ejemplo: ¿En cuántos países la élite de su juventud universitaria dice, en un 93%, que quieren ser empresarios en no más de cinco años? ¿En qué país se apagaron las luces por tres décadas (60, 70 y 80s), se impidió la inversión privada en recursos naturales y se interrumpió el desarrollo económico y social? ¿Dónde se empobreció un país al grado de que sus maestros tengan ingresos reales (2014) equivalentes a un tercio de lo que tuvieron en los años 60? ¿Dónde se destruyeron las instituciones públicas y se devaluaron sus partidos políticos? ¿En qué país hubo que luchar en paralelo contra el  terrorismo y contra una de las más largas y altas hiperinflaciones de la historia mundial?

Estos acontecimientos determinaron atrasos y brechas anormales. De no haber tenido que vivir semejantes situaciones, seguramente, seríamos hoy, un país mucho más desarrollado, rico e institucionalizado, como Chile o más.

El reto de ponernos al día y, de prepararnos para un futuro tan exigente como el que se nos viene, debe incluir un conjunto de agendas que deben ser enfrentadas simultáneamente. En CADE 2014, IPAE revisó su propuesta de visión de futuro, ejercicio en el que se identificaron tres agendas: de gobierno, social y productiva. Ver el siguiente esquema:

Sobre la base de un buen liderazgo y sentimiento de ciudadanía y pertenencia, debemos trabajar en los tres frentes indicados en los triángulos externos. Todos están interconectados y dependen mutuamente.

Es obvio que necesitamos buena gobernanza y un excelente servicio civil, una muy mejor educación y salud, instituciones muy superiores e, infraestructuras que nos hagan competitivos y que pongan el mundo moderno al alcance de nuestros pobres. Pero nada de esto se podrá lograr sin crecimiento económico, sin inversión privada, sin multiplicar los ingresos de nuestra gente y sin darles la oportunidad de tener trabajos dignos y los niveles de vida de los mejores países emergentes del globo.

En cuanto a la mejora educativa, si queremos ser parte del nuevo mundo, no podemos eludir la necesidad de hacer una verdadera revolución o “Big Bang”. Ver en (L): Tenemos que emprender una revolución educativa.

Si tenemos que descartar la opción de desarrollarnos a través de la manufactura, debería estar muy claro que el Perú, “sub-explotado”, “con inmensos potenciales productivos dormidos”, puede lograr un aumento sustancial de su producción y su riqueza, multiplicando varias veces nuestros sectores: agroindustrial, minero, acuícola, energético, forestal, turístico y los que se basen en nuestra biodiversidad.

En minería, por cada empleo directo se crean nueve indirectos e inducidos (IPE), en la explotación racional de bosques y reforestación, podríamos crear empleos bien remunerados para todos los habitantes de la selva y buena parte de los de la vertiente oriental de los andes (Antonio Brack Egg). El creciente mundo emergente necesitará cada vez más alimentos, como los que podemos exportar.

Infinitas oportunidades que, dada la nueva realidad industrial del mundo, nos tienen que llevar a revalorar nuestros sectores naturales como la mejor base posible para un crecimiento duradero, que financie la agenda social y de gobierno y, que genere buen empleo y buenos ingresos para todos los peruanos.

Cada día será más difícil remontar nuestras brechas de desarrollo. ¡Es hora de adoptar la visión correcta, despolitizada y con un enfoque estratégico dirigido al desarrollo integral, sostenible y duradero, que hemos debido lograr hace rato! Lampadia




El futuro ya llegó y el Perú debe alcanzarlo

El futuro ya llegó y el Perú debe alcanzarlo

Los vertiginosos avances en la tecnología están cambiando al mundo (ver en Lampadia: El poder democratizador de las nuevas tecnologías). Han mejorado la calidad de vida y llevado a las nuevas generaciones a la “globalización social” (ver en Lampadia: Generación Y: ¿Aliado o enemigo?) más allá de la globalización económica, la cual ha tenido algunos traspiés desde la última crisis financiera. Fruto de la revolución de telecomunicaciones, vivimos en el mundo más conectado y dinámico que jamás haya existido. Un mundo en el que se vive actualmente una “tercera revolución industrial” con la impresión 3D, y en el que se vaticinan cambios aún más significativos en la próxima década. 

Las comunicaciones

El avance de la tecnología ha desplazado las antiguas líneas de comunicación. África, el continente más pobre, es el más beneficiado; con la telefonía celular pueden comunicarse sin tener que tender miles de kilómetros de redes de cobre que no habría forma de financiar.

La telefonía fija pierde relevancia: en el Perú, por ejemplo, habían 3 millones de líneas fijas y más de 30 millones de líneas celulares a marzo 2014, según OSIPTEL. Esto ha permitido mejorar el nivel de vida de toda la población, especialmente en los lugares más alejados (ver en Lampadia: Impacto de telefonía móvil en zonas rurales redujo pobreza en ocho puntos).

Ahora, los teléfonos ya no son suficientes para estar “conectado”: también se necesita acceso a Internet. Gracias a los nuevos avances se prevé que accedan a los lugares más alejados, ya sea con iniciativas como los globos aerostáticos de Google o proyectos similares de Facebook (ver en Lampadia: “En 2020 Internet será gratis en el mundo”), con lo que podemos esperar un nuevo salto global en la calidad de vida de toda la humanidad.

La manufactura

Las impresoras 3D son responsables de lo que se empieza a llamar una “Tercera Revolución Industrial” (ver en Lampadia: La tercera revolución industrial). Esta revolución se sustentará en la manufactura individualizada de piezas y componentes que permitirá la reindustrialización de los países desarrollados que, junto con la disponibilidad de shale gas (energía barata en EEUU, por ejemplo) propiciará una nueva ola productiva. Esto no implica que los únicos beneficiados sean los países desarrollados. Los países emergentes también podrían aprovechar esta nueva y democratizadora tecnología. China, por ejemplo, está imprimiendo asientos personalizados para sus astronautas (Ver en Lampadia De aparatos dentales a asientos de astronautas).

En Estados Unidos conseguir una impresora 3D es tan sencillo como ir a un retailer de bienes para el hogar. Si bien estas son versiones “residenciales” con capacidades limitadas, es una muestra de que esta tecnología ya está llegando a las masas.

Por ahora las impresiones 3D hacen mayormente partes y piezas especializadas, así como prototipos, pero ya están produciendo artículos finales para el consumidor. Como los “Normals”, audífonos hechos a la medida con solo unas fotos de las orejas del cliente y que se comercializan a US$ 199 con plazos de entrega de 48 horas. De acuerdo a Kenneth Wong, analista de Citigroup Inc. en San Francisco, se espera que el mercado de consumidores de impresiones 3D llegue a US$ 600 millones en el 2017 (de US$ 70 a US$ 80 millones del 2013).

Eventualmente, llegaremos a un punto en que un zapatero de Comas, con una inversión de US$ 1,500, podría crear diseños individualizados para cada uno de sus clientes, basado en imágenes escaneadas de sus pies. De esta forma, podría ofrecer productos únicos, como zapatillas para hacer ejercicio o para paseo, a la medida, en tiempo casi inmediato, y con delivery a los clientes de mejores ingresos.

El futuro

Si bien esta es la “Era del conocimiento”, gracias a la facilidad de acceso a información con el internet, el futuro plantea una realidad más allá de cualquier paradigma actual. Nicholas Negroponte, prominente científico del MIT,  afirmó  que “hemos consumido mucha información a través de nuestra vista, y ese puede ser un canal muy ineficiente. Entonces, mi predicción es que vamos a ingerir la información. Vas a tomar una pastilla y saber inglés. Vas a tomar una pastilla y saber de Shakespeare”, comentó en una charla por los 30 años de las Conferencias TED, en la que además pasó revista a anteriores predicciones suyas que terminaron por cumplirse.

Contar con mayor acceso a la información solo hace más necesario que el Perú cambie su sistema educativo, para dejar de ser esclavo de los pizarrones y la memorística, pero además de la regimentación estatal. Lamentablemente, el Perú está yendo en la dirección contraria, luego de promulgarse de la nueva ley universitaria. Los alumnos necesitan poder procesar la información y convertirla en conocimiento. Mantenerse en esa “educación por memorización y no por razonamiento”  impone una inaceptable desventaja a los peruanos. Si además, no reformamos la educación escolar, seguiremos incapacitando a nuestros niños (ver en Lampadia: La reforma que no se quiere enfrentar).

Además, de estos cambios impresionantes, también tenemos la predicciones que recoge El Comercio de la publicación “The World in 2025, 10 predictions of innovation” (El mundo en el 2025, 10 predicciones sobre innovación) de la empresa Thomson – Reuters:

  • La ingeniería genética permitirá tratar la demencia, prevenir la diabetes, reducir los efectos colaterales de la medicina y monitorear la salud de las personas con análisis de ADN desde su nacimiento.
  • a energía solar será la principal fuente de energía del mundo, y los vehículos serán casi totalmente eléctricos gracias a nuevas baterías.
  • Los envases de derivados del petróleo serán reemplazados por los envases biodegradablesde la celulosa. 
  • La interconexión digital será exponencialmente mayor: desde los artefactos más pequeños hasta los continentes mismos se conectarán digitalmente con internet.
  • Se harán las primeras pruebas de teletransportación cuántica.

El futuro es inevitable y exigirá nuevas cosas de nosotros. Atrás deben quedar las pizarras y la memorización, los sistemas únicos y uniformes de educación, las regulaciones burocráticas de  permisos ex ante. Dependerá de nosotros si nos quedamos relegados, o avanzamos como miembros plenos de la sociedad del conocimiento, dándole valor agregado a la información gracias al razonamiento. Lampadia




La tercera revolución industrial

En el siguiente video de Xavier Sala-i-Martin se analiza el permanente proceso de cambio tecnológico de la producción capitalista que se expresa en los que se denominan revoluciones industriales. Por ejemplo, la primera revolución industrial se ubica alrededor de 1760, en la época en que la producción artesanal empezó a ser reemplazada por las primeras máquinas industriales. El cambio tecnológico permitió un impresionante salto en la producción. Se considera que la segunda revolución industrial se desencadenó con la cadena de montaje, la producción en serie, que permitió la masificación y estandarización. Es lo que hoy vemos con la producción de los autos, hamburguesas y pizzas. Sin embargo ahora estamos comenzando a hablar de una tercera revolución industrial, que implica una producción más individualizada, más cercano a los detalles y gustos que plantean consumidores individuales, más exigentes. Estamos entrando a un nuevo paradigma productivo, que se puede llamar el “segmento tamaño uno” o marketing 1×1. Esta tercera revolución industrial es posible porinnovaciones como la de las impresoras 3D que son capaces de producir piezas de plástico, metal y otros, con los que cuales se pueden construir máquinas, herramientas y cosas inimaginables de acuerdos a la demanda del cliente, democratizándose el proceso productivo. En todo caso, una noticia que representa una gran oportunidad para los peruanos, equivale a la presencia de los celulares en familias que nunca tuvieron acceso a la telefonía.