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Bio-tecnología aplicada

Bio-tecnología aplicada

Tailandia está transformando sus cultivos tradicionales en productos basados en la bio-tecnología.

Por ejemplo, el gobierno, la universidad y el sector privado de Tailandia están creando un laboratorio de producción que genere “Bioplásticos” para uso médico. Estos plásticos convierten los cultivos a granel como el maíz, la caña de azúcar y la yuca (productos peruanos) en materiales de alta tecnología y alto valor que pueden usarse para cosas como suturas, controladores de liberación de fármacos, férulas y tornillos quirúrgicos.

Mientras tanto en el Perú estamos descuidando el sector productivo y el desarrollo de tecnologías. Ahora que no crecemos es el momento de volver a reclamar el lanzamiento de una revolución productiva, que puede llevar, con facilidad, el crecimiento de la economía a 6% anual.

Veamos el ejemplo de Tailandia:

Auge de la bio-economía

The Economist
Junio, 2019

En los parques científicos de todo el variado y fértil paisaje de Tailandia, desde las planicies fluviales del centro de Pathum Thani hasta la meseta nororiental de Khon Kaen y la costa sur de Songkhla, los investigadores y empresarios trabajan arduamente para comercializar tecnologías que transforman los materiales biológicos (biomasa) en productos industriales valiosos. En el Northern Science Park en la montañosa provincia de Chiang Mai, por ejemplo, investigadores asociados con la Universidad de Chiang Mai están colaborando con el Consejo Nacional de Investigación de Tailandia, la Agencia Nacional de Innovación del país y la compañía tailandesa de petróleo y gas PTT para crear un laboratorio de producción que genere “Bioplásticos” para uso médico.

Estos plásticos convierten los cultivos a granel como el maíz, la caña de azúcar y la yuca en materiales de alta tecnología y alto valor que pueden usarse para cosas como suturas, controladores de liberación de fármacos, férulas y tornillos quirúrgicos. También son uno de los resultados de un impulso apoyado por el gobierno para que Tailandia capitalice el entusiasmo mundial todavía en aumento por los materiales y combustibles sostenibles.

Al igual que los esfuerzos para desarrollar biocombustibles pueden aumentar la independencia energética de un país, las iniciativas de investigación como esta también pueden disminuir la dependencia de una economía emergente en las importaciones de alta tecnología. Los plásticos que se están desarrollando en el Parque Científico del Norte están hechos de acuerdo con los estándares internacionales para polímeros quirúrgicos (ASTM F1925-09), pero pueden ser menos de la mitad del precio de productos similares que se importan.

Los movimientos para capitalizar los recursos naturales de Tailandia mediante el desarrollo de productos de alta tecnología y alto valor hechos de biomasa no son nuevos, pero se están intensificando como resultado de la política gubernamental y la actividad comercial. Uno de los socios en el proyecto de bioplásticos de Chiang Mai, la compañía de petróleo y gas clasificada en la lista Fortune 500, PTT, ha estado persiguiendo activamente esta tendencia durante varios años, desarrollando productos basados en biomasa, incluidos los combustibles. Global Green Chemicals (GGC), que opera bajo el paraguas de la filial global de químicos de PTT, es otro ejemplo de sus esfuerzos por agregar valor a la biomasa, como el principal productor de productos oleoquímicos del país. A diferencia de los productos petroquímicos, que provienen de combustibles fósiles, los productos oleoquímicos provienen de grasas vegetales y animales, que son fuentes de materias primas inherentemente renovables.

GGC está contribuyendo al liderazgo tailandés en la industria de la “bioeconomía” basada en la biomasa como parte de la política del gobierno de Tailandia 4.0. Esa visión, que apunta a impulsar simultáneamente el crecimiento económico, promover el desarrollo humano y proteger el medio ambiente, depende sustancialmente del aumento de la sofisticación de la industria tailandesa al aumentar el gasto en I + D. En ese marco, la “bioeconomía [es] una fuerza impulsora para revitalizar la inversión y la innovación al mismo tiempo que fortalece la economía nacional”, dice un representante de GGC.

En la actualidad, GGC considera que la bioeconomía tailandesa se centra en el crecimiento en áreas como los bioplásticos, los combustibles y otros productos para su uso en la industria. Pero a más largo plazo, dentro de una década o más, se habrán abierto una gama más amplia de posibilidades, incluida la tecnología para extraer sustancias químicas de plantas para su uso en productos biofarmacéuticos, servicios de I + D subcontratados, sustancias químicas avanzadas e incluso “alimentos funcionales” que podrían funcionar. Cosas como el envejecimiento del combate.

El gobierno tailandés apoya la realización de este potencial “luchando por la bioeconomía … con políticas, incentivos a la inversión, medidas y financiamiento”, dice GGC. La compañía ha colaborado en el desarrollo de la bioindustria en respuesta a la política del gobierno desde 2016, y en julio de 2018, un plan de desarrollo de bioeconomía del gabinete propuso el objetivo de convertir a Tailandia en el “centro de bio” de la ASEAN para el 2027.

La industria privada también participa en la iniciativa de establecer a Tailandia como un líder en bioeconomía, ya que el país, conocido durante muchos años como el mayor exportador de arroz del mundo, hace pivotar su fortaleza tradicional en la agricultura hacia productos de valor agregado basados en biomasa, pero mejorada por el uso. de tecnología.

Entre las compañías involucradas está el Grupo KTIS, fundado como distribuidor de azúcar en 1957. Con “más que azúcar” ahora su eslogan, KTIS se ha movido sucesivamente a la fabricación y ahora a la energía, con una fábrica de etanol y una planta de energía de biomasa entre sus empresas. Uno de sus proyectos involucra la fabricación de fertilizantes y acondicionadores de suelos a partir de desechos provenientes de la producción de azúcar y etanol, lo que completa los materiales en un movimiento hacia prácticas industriales verdaderamente sustentables.

Apichart Nuchprayoon, un ejecutivo de KTIS, dice que “la bioeconomía en Tailandia ofrece un potencial masivo”. A través de la cooperación de organizaciones “que van desde agencias gubernamentales [al] sector privado, instituciones educativas y centros de investigación”, se espera que la creciente bioeconomía de Tailandia duplique su contribución al PIB del país en los próximos cinco a diez años. Este desarrollo hará que aumenten los ingresos de los agricultores, mientras que las emisiones de dióxido de carbono de los combustibles fósiles disminuyen, ya que son reemplazadas en parte por la energía derivada de la biomasa.

Nuchprayoon también ve a los productos biofarmacéuticos como una industria en crecimiento para Tailandia, con una inversión nacional y extranjera de 100 mil millones de baht ($ 3,2 mil millones) para generar un valor sustancial de exportación farmacéutica. También creará 20,000 empleos para trabajadores del conocimiento y trabajadores de alta tecnología.

Siguiendo la tendencia y respaldado por el impulso gubernamental de la bioeconomía bajo la política de Tailandia 4.0, Nuchprayoon informa que KTIS planea expandir su negocio bioindustrial no menos que su negocio de azúcar y caña en los próximos cinco años. “Nuestras capacidades de recursos humanos … una sólida posición financiera, estructura organizativa y conocimientos técnicos permitirán a KTIS hacer crecer agresivamente nuestro negocio biológico … bajo el plan de desarrollo de bioeconomía”, dice. Como facilitadores de este crecimiento, cita “simplificación de las regulaciones sobre proyectos de bioeconomía … así como incentivos fiscales por el uso de bioproductos para ayudar a impulsar la demanda”.

Hablando de su confianza en la bioeconomía, KTIS y GGC están colaborando en el desarrollo del Biocomplejo Nakhon Sawan, el primer complejo bioindustrial del país, que comenzará a producir etanol a partir de la caña de azúcar en la primera fase de sus operaciones. La construcción de la instalación está programada para comenzar este año, y se espera que entre en funcionamiento en el primer trimestre de 2021, con 400 nuevos empleos y la capacidad de producir 600,000 litros de etanol por día. Una segunda fase de construcción también involucrará una planta de energía de 85MW que generará energía a partir de biomasa, como parte de la infraestructura para las instalaciones construidas con mayor inversión.

Los incentivos gubernamentales también están ayudando a los inversores a cosechar los beneficios de contribuir al desarrollo de la bioeconomía de Tailandia. Por ejemplo, la Junta de Inversión de Tailandia está ofreciendo una vacación fiscal corporativa de hasta 13 años a los inversores en empresas de bioeconomía.

Las grandes empresas extranjeras ya están aprovechando estas ventajas para comercializar nuevos conceptos. Entre ellos se encuentra Toray Group, que en asociación con Mitsui Sugar Group estableció Cellulosic Biomass Technology (CBT) en Bangkok en 2017. La nueva firma utiliza una técnica de “sacarificación” de vanguardia para producir azúcares fermentables para su uso en biocombustibles y productos químicos. Juntos, Toray y Mitsui han invertido más de 450 millones de baht ($ 14.4 millones) en CBT para respaldar las operaciones y la I + D. “Con el gobierno tailandés brindando condiciones de inversión favorables y un entorno operativo de apoyo, Toray Group y CBT están viendo cómo nuestras ideas innovadoras se hacen realidad”, dice Tatsuya Matsuno, gerente general de CBT.

Hasta 1980, más del 70% de los trabajadores tailandeses se dedicaban a la agricultura, muchos de ellos pobres. Hoy en día, la bioeconomía tailandesa emergente muestra al país avanzando confiadamente hacia un futuro donde la alta tecnología puede agregar valor y generar riqueza a partir de las fortalezas tradicionales del país. Su rico paisaje, clima favorable y conocimientos agrícolas son la base de lo que podría ser un boom venidero para esta parte de la economía nacional. Pero es la innovación, la inversión y un entorno político favorable lo que puede generar recompensas: los rendimientos de la inversión, los ingresos más altos para los trabajadores de la agricultura y la bioeconomía y las formas más sostenibles de la industria basadas en recursos renovables. Lampadia




La tecnología fue clave en el rescate de los estudiantes tailandeses

La tecnología fue clave en el rescate de los estudiantes tailandeses

Mientras millones de personas en todo el mundo aplaudieron el rescate de los escolares de Tailandia y su entrenador de fútbol, también se celebró la importancia de la tecnología en las misiones de rescate. La valentía humana, el coraje y las habilidades fueron apoyados con destreza por la tecnología que permitió un rescate aparentemente imposible.

Echemos un vistazo a cómo los dispositivos inteligentes ayudaron al rescate y exploremos cómo la tecnología de la nueva era es crítica para la gestión de desastres.

Después de que los buzos británicos fueron lo suficientemente profundo como para encontrar a los niños, el siguiente paso fue evaluar los puntos de entrada para el rescate. Para esto, se usaron drones que volaban sobre y alrededor de la montaña. Estos aviones no tripulados tenían cámaras térmicas y lentes ópticos con una capacidad de zoom de 30X. En una era anterior a los drones, los rescatistas y expertos en terreno habrían tenido que explorar físicamente el área para evaluar puntos de entrada que podrían ser más de 100. Los drones pudieron identificar y preseleccionar los puntos de entrada solo en horas en vez de días. Con un fuerte pronóstico de lluvia, el uso de drones aceleró el rescate.

Además, los vehículos submarinos operados a distancia escaneaban el área con mayor precisión. Aquí es donde Elon Musk también ofreció su apoyó con un pequeño submarino que finalmente no se usó ya que no había suficiente tiempo.

Una necesidad crítica era la comunicación. Los sistemas de radio tradicionales necesitan línea de visión para comunicarse, por lo que son ineficaces en una estructura de cuevas. Aquí se implementaron dos sistemas de comunicación de dos épocas diferentes. El equipo británico utilizó radios de frecuencia ultrabaja que podían penetrar rocas para la comunicación básica. Pero el mayor avance se dio con el apoyo de Maxtech Networks, una empresa de Israel, que permitió la conectividad de voz, datos y video para una conexión visual entre los estudiantes atrapados y los rescatistas desde el exterior.

El sistema consiste en una serie de dispositivos pequeños, similares a las radios de mano, que transmiten comunicaciones inalámbricas entre sí, habilitando un enlace en lugares donde las radios regulares no funcionan, o donde hay obstáculos importantes que bloquean la línea de visión entre los dos extremos de la línea.

“Es como una daisy-chain”, explicó a Times of Israel, Uzi Hanuni, CEO de Maxtech, en referencia a un esquema de cableado usado en ingeniería eléctrica y electrónica, en el que se da una sucesión de enlaces tal que un dispositivo A es conectado a un dispositivo B, el mismo dispositivo B a un dispositivo C, este dispositivo C a un dispositivo D, y así sucesivamente.

En total, se usaron 19 dispositivos para dotar de comunicación entre el grupo atrapado en la cueva y el exterior. Cada dispositivo contaba con 10 horas de batería. “Fue un escenario realmente complejo, pero estamos felices de haber podido ayudar”, agregó Hanuni. Según afirmó, los equipos tendrían un costo de unos 100 mil dólares.

También se recibió el apoyo de una empresa india para ayudar a eliminar las vías de paso. Kirloskar Brothers Ltd fue contactado por el alto comisionado indio en Bangkok. KBL respondió con agilidad para enviar sus bombas automáticas de alta capacidad, que pueden eliminar el agua a un ritmo más rápido que antes visto. Ya se habían usado antes en 2011 para las operaciones de control de inundaciones en Tailandia.

Tal agilidad es crítica para la gestión de desastres y las misiones de rescate. La oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres y el gobierno han estado diseñando nuevas estrategias. Además del despliegue, la creación de capacidades para el uso de tecnologías inteligentes debe ser parte del plan. Los equipos de desastres deben ser expertos en tecnología.

Los vehículos autónomos, los robots, las redes de comunicación basadas en inteligencia artificial y las tecnologías satelitales son esenciales para las alertas predictivas, las misiones de rescate y la respuesta inteligente ante desastres. La principal lección del rescate tailandés es que los planificadores de la gestión de desastres deben invertir en la preparación tecnológica para obtener resultados efectivos.

No podemos dejar de lamentar la muerte del buzo tailandés, que falleció durante las operaciones previas al rescate:

Homenaje de los estudiantes al valiente capitán
de Corbeta Saman, fallecido en el rescate. (EFE).

Otra de las necesidades del Perú, que debemos tener la capacidad de mantener, es la de la tecnología suficiente como para emprender las operaciones de rescate que nos demanda nuestra rica y muchas veces agresiva naturaleza. Sería interesante desarrollar que, por ejemplo, la Marina del Perú, desarrolle nexos con los sistemas oficiales de rescate que han podido realizar operaciones exitosas recientemente, asi como con las empresas que han mostrado en Tailandia, capacidades extraordinarias. Lampadia




TACTICS: Mejor que los BRICS en educación

TACTICS: Mejor que los BRICS en educación

Aparece un nuevo acrónimo para economías emergentes, TACTICSTailandia, Argentina, Chile, Turquía, Irán, Colombia y Serbia. Ellos superan a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en educación superior. Son países considerados como las potencias emergentes en la educación superior.

Curiosamente, a pesar de que todos tienen un PBI per cápita inferior a US $ 15,000, la producción de documentos de investigación de los países de TACTICS está creciendo fuertemente. Cada país tiene por lo menos una universidad en el ranking mundial y la participación en educación terciaria está creciendo fuertemente, explica el Foro Económico Mundial en su publicación sobre TACTICS (traducida por Lampadia líneas abajo).

Según el estudio del Instituto The Higher Education del London School of Economics, de cerca de 15,000 universidades en 78 países, ha encontrado que duplicar el número de universidades en una región resulta en un aumento del 4.7% en el PBI per cápita en la misma área, en cinco años. Por supuesto, hay que tener en cuenta que la educación es sólo una parte, aunque importante, de la solución. Otros factores como el entorno empresarial, el imperio de la ley, los parámetros macroeconómicos y la cultura del espíritu empresarial desempeñan un papel fundamental.

The Higher Education afirma que hay una serie de canales a través de los cuales las universidades y la educación superior pueden tener un impacto positivo en el crecimiento, incluyendo el aumento en capital humano capacitado, la innovación, la democracia y la demanda. En primer lugar, las universidades son productoras de capital humano; y los trabajadores cualificados tienden a ser más productivos que los trabajadores no cualificados. Un segundo gran tema a través del cual las universidades pueden afectar el crecimiento es la innovación. Este efecto puede ser directo, ya que los propios investigadores universitarios producen innovaciones o, a través del rol de las universidades como productoras de capital humano, en el cual los graduados ingresan a la fuerza laboral e innovan.

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El Foro también hace hincapié en los problemas más latentes en los países TACTICS, con temas como la corrupción y transparencia, la desigualdad de acceso y oportunidades de los estudiantes, las dificultades para la investigación y la incertidumbre política.

Lo que es muy importante es que 3 de los 7 países son Latinoamericanos: Argentina, Chile y Colombia. Una lamentable ausencia del Perú, que en vez de volcarse al exterior para inspirarse en las mejores estrategias educativas y empoderarse para diseñar los lineamientos de una revolución educativa que nos lleve con ventaja al siglo XXI.

El reto ahora es buscar la estrategia que lleve al Perú a una mejora acelerada y extraordinaria de la educación. Debemos aprovechar el desenvolvimiento de lo que ahora se llama: ’La Cuarta Revolución Industrial’, ya que nos presenta amenazas y oportunidades disruptivas para el empleo y la educación en el mundo.

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Los países más preocupados con mantener la mejor educación y en aprovechar los cambios tecnológicos que transformarán nuestra realidad global entienden que en el futuro las habilidades cognitivas estarán al alcance de una tecla, que hay que promover la capacitación en habilidades sociales, culturales, valores, trabajo en equipo, pensamiento crítico, deportivas, etc. También entienden que la filosofía que debe regir la educación tendrá que ser la de la libertad y la innovación que busquen una educación a la medida de cada estudiante, con maestros facilitadores. Ver en Lampadia: Educación para los nuevos tiempos.

Lamentablemente en el Perú seguimos inspirados por las ideas del siglo XX, por el control central, la regimentación y la uniformización. Peor aún, en un país pobre como el nuestro, se sigue ninguneando el rol del sector privado en la educación. Así sucedió con la controvertida nueva ley universitaria que promovió el congresista Mora a punta de descalificaciones, insultos, autoritarismo y desenfoque, con el apoyo pleno del cuestionado ministro Saavedra. Ver en Lampadia: La educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta, Más propuestas disruptivas para la educación y Necesitamos un sistema educativo para el siglo XXI.

La conclusión a la que llega el estudio es: “Construye una comunidad universitaria grande y fuerte y tu economía también crecerá”, pronosticando que las economías del grupo TACTICS crecerán más que las de BRICS. Sigamos este consejo y apoyemos el desarrollo académico y económico de nuestros ciudadanos. Lampadia

Estos países podrían ser las nuevas superestrellas de la educación en el mundo

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Siete países son sorprendentes en el ranking global de universidades. Imagen: Baim Hanif

Chris Parr, Editor digital y de comunidades
Times Higher Education
Foro Económico Mundial
16 de diciembre de 2016
Traducido y glosado por
Lampadia

Construye un sistema de educación superior grande, fuerte y respetado en tu país, y  crecerá tu economía.

No sólo lo digo yo. Un análisis del London School of Economics de cerca de 15,000 universidades en 78 países ha encontrado que duplicar el número de universidades en una región resulta en un aumento del 4.7% en el PBI per cápita en esa área dentro de cinco años.

Entonces, ¿cuáles son los países que debemos vigilar? ¿Qué regiones están mejor situadas para explotar este vínculo entre la expansión de la educación superior y el crecimiento económico?

No es una pregunta fácil de responder. Sin embargo, en colaboración con el Centro de Educación Global Superior del Instituto de Educación de la UCL, Times Higher Education ha estudiado una serie de indicadores académicos y económicos como las tasas de publicación de investigaciones, las tasas de participación en la educación superior y el PBI per cápita, y ha identificado a 7 países que están en una posición privilegiada para tener éxito.

Los llamamos TÁCTICS (por las siglas de los países).

TACTICS: Los poderes de la nueva educación global

Desde el punto de vista de la educación superior, Tailandia, Argentina, Chile, Turquía, Irán, Colombia y Serbia tienen el potencial de superar a los países BRICS de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

En todos estos países, el PBI es inferior a US $ 15,000 per cápita, pero al menos la mitad de la población juvenil está matriculada en instituciones de educación superior. La participación creció un 5% o más entre 2010 y 2014; su producción en investigación está creciendo a por lo menos 30,000 papers al año; y tienen al menos una universidad en el Times Higher Education World University Rankings. La metodología completa para el análisis está disponible aquí.

Como explica el editor John Gill, aunque estos países cuentan con las condiciones fértiles necesarias para dar fruto, están lejos de ser homogéneos: cada país tiene “un cóctel diferente de fortalezas y debilidades”.

Señala a Irán y Turquía – ambos países ricos en intelecto, que se desempeñan bien en matrícula bruta de educación superior y cuentan con un crecimiento sostenido. “Sin embargo, cada uno enfrenta enormes desafíos políticos. Irán está clasificado como el sector público más corrupto de nuestro grupo por el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparency International, y las citas académicas se consideran vinculadas tanto a la ideología como al mérito”.

Esto es importante. Un análisis de los datos de TACTICS muestra, simplemente, que los niveles más altos de corrupción se correlacionan con la investigación de menor calidad.

Turquía tiene sus propios problemas. Una represión del gobierno después del intento de golpe a principios de este año obligó a que más de 1,500 decanos académicos sean forzados a renunciar. Las universidades dependen del talento que pueden atraer, y el daño que esta purga ha tenido en la reputación de Turquía podría dañar gravemente su capacidad de atraer a los mejores investigadores.

De hecho, cada una de las naciones de TACTICS tiene problemas que podrían, si no se abordan, poner en peligro el progreso que tan fácilmente podría ser suyo.

Sin embargo, si analizamos atentamente el desempeño de estos países desde una perspectiva de educación superior, como lo hacemos en este análisis, entonces su crecimiento realmente podría ser una característica definitoria de la próxima década.

En su producción de investigación, la participación de la universidad y el desempeño en los rankings mundiales, estos “países en la mira” frecuentemente sobrepasan los resultados de los BRICS. Y cuando los países tienen un buen desempeño en estas áreas, casi siempre también cosechan recompensas económicas. Lampadia

 




Angus Deaton desmitifica las críticas de la globalización

Como afirmó el presidente de China, Xi Jinping en el Foro de Davos 2017 (ver en Lampadia: Davos 2017 en defensa de la globalización y libre mercado, “Encontrar un ‘chivo expiatorio’ en medio de la prolongada y difícil situación económica resulta fácil, pero encontrar soluciones prácticas no lo es. La actual situación económica mundial es el resultado de varios factores, de una gobernanza económica global inadecuada y de un desarrollo que no se quiere reconocer. Obviamente estos problemas no serán resueltos nunca alejándose de la globalización”.

Los beneficios de la globalización económica superan por mucho sus costos, especialmente para los países emergentes. Sin embargo, fenómenos políticos como el Brexit y discursos aislacionistas (ganar – perder) como los de Donald Trump parecerían indicar que la globalización se está revirtiendo. Un artículo de Angus Deaton, Nobel de Economía 2016, para la revista Fatal Attraction – The Year Ahead, 2017, del 16 de este mes, que glosamos líneas abajo, recordó como la globalización representó fuentes de generación de riqueza para el mundo y sacó a muchos millones de la pobreza. “Lo primero que debemos entender cuando pensamos en la globalización es que ha beneficiado a un enorme número de personas que no forman parte de la élite mundial. A pesar del continuo crecimiento demográfico, el número de personas que son pobres en todo el mundo ha disminuido en más de mil millones en los últimos 30 años. Los beneficiarios incluyen a personas que ya no son consideradas pobres en India, China, Vietnam, Tailandia, Malasia, Corea del Sur y México, entre otros países.”

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Fuente:  123rf.com

La integración comercial y financiera ha integrado efectivamente los mercados globales y ha producido inmensos beneficios para la humanidad en su conjunto, como una gran disminución de la pobreza global y de la desigualdad entre los países más ricos y los más pobres. En los últimos 40 años se ha duplicado la población mundial y se ha formado una clase media global de 3,000 millones de personas y hoy los más pobres tienen mejores condiciones de vida que nunca antes, con mayor esperanza de vida, mejor alimentación y mejor salud. Se estima que en 20 años podamos superar completamente la pobreza, sin tomar en cuenta los daños que pueda causar la ola anti globalización.

Estamos mirando al lado equivocado. Como indica Deaton “El llamado a frenar la globalización refleja la creencia de que ha eliminado puestos de trabajo en Occidente, enviándolos hacia el Este y el Sur. Pero la mayor amenaza para los empleos tradicionales no es el chino o el mexicano; es un robot. Es por eso que la producción manufacturera en los Estados Unidos continúa aumentando, incluso a medida que disminuye el empleo en la industria manufacturera.”

Por lo tanto, nuestro enfoque debe ser la gestión rápida de cambio tecnológico para que beneficie a todos. Es crucial mantener la apertura. En un mundo cada vez más interdependiente, el libre comercio, la inversión extranjera y una mayor movilidad de las personas, elementos de la globalización económica, son las condiciones para el crecimiento económico. Ningún país puede desarrollarse solo. La globalización económica no puede eliminarse. La cuestión es cómo volverla más inclusiva, asegurarse de que sus beneficios sean compartidos y comunicar adecuadamente  los resultados.

Debemos prepararnos para defender el libre comercio y la globalización, para así proteger el crecimiento económico y la superación de la pobreza en países emergentes como el Perú. Lampadia

Superando el miedo al ‘cuco’  de la globalización

Según sus críticos, la globalización lleva a un aumento inexorable de la desigualdad de ingresos y riqueza: los ricos se enriquecen y los demás se quedan con nada. Pero lo primero que necesitamos entender acerca de la globalización es que ha beneficiado a un enorme número de personas que no son parte de la élite global.

Atracción Fatal – El año que viene, 2017
Project Syndicate
16 de Enero de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

Newsart for Getting Past the Globalization Bogeyman

Mientras entramos al 2017, la globalización se ha convertido en una palabra sucia. Muchos lo ven como una conspiración de las élites para enriquecerse a expensas de todos los demás. Según sus críticos, la globalización conduce a un aumento inexorable de la desigualdad de ingresos y riqueza: los ricos se hacen más ricos y todos los demás no obtienen nada.

Si bien hay algo de verdad en este punto de vista, este es más erróneo que correcto. Y entenderlo mal tiene consecuencias: como mínimo, se vuelve un chivo expiatorio; más preocupante aún es que las malas políticas son capaces de empeorar nuestros problemas reales.

Lo primero que debemos entender cuando pensamos en la globalización es que ha beneficiado a un enorme número de personas que no forman parte de la élite mundial. A pesar del continuo crecimiento demográfico, el número de personas que son pobres en todo el mundo ha disminuido en más de mil millones en los últimos 30 años. Los beneficiarios incluyen a personas que ya no son consideradas pobres en India, China, Vietnam, Tailandia, Malasia, Corea del Sur y México, entre otros países. En el mundo rico, todos los grupos de ingresos se benefician, porque los bienes (desde teléfonos inteligentes hasta ropa y juguetes para niños) son más baratos. Las políticas encaminadas a revertir la globalización sólo conducirán a una disminución del ingreso real a medida que los bienes se vuelvan más caros.

El llamado a frenar la globalización refleja la creencia de que ha eliminado puestos de trabajo en Occidente, enviándolos hacia el Este y el Sur. Pero la mayor amenaza para los empleos tradicionales no es el chino o el mexicano; es un robot. Es por eso que la producción manufacturera en los Estados Unidos continúa aumentando, incluso a medida que disminuye el empleo en la industria manufacturera.

Por lo tanto, nuestro enfoque debe ser la gestión rápida de cambio tecnológico para que beneficie a todos – no es fácil, pero tampoco es imposible. Los aranceles y las guerras comerciales no harán nada para ayudar.

Es cierto que la globalización ha alimentado una mayor desigualdad de ingresos. Pero gran parte de este aumento debe ser bienvenido, no condenado. No hay nada inherentemente malo en la desigualdad. El que sea malo depende de cómo se produce y que hace.

En la India y China, la globalización ha traído consigo una mayor desigualdad de ingresos, ya que proporcionó nuevas oportunidades -en la manufactura, en los puestos de back-office y en el desarrollo de software- que han beneficiado a millones de personas. Pero no a todo el mundo. Esa es la manera cómo funciona el progreso; mientras que nos gustaría que todos prosperaran en tándem, estas situaciones son increíblemente raras. Despreciar este tipo de desigualdad es desprestigiar el progreso.

En los países ricos también, parte del aumento de la desigualdad refleja mejores oportunidades, debido a la transición de un mercado nacional a otro global. Aquellos con un talento excepcional y las innovaciones ahora tienen acceso a todo el mundo para ser exitosos. No es un crimen hacerse rico compartiendo talento con más gente o haciendo cosas nuevas que beneficien a todos.

Por supuesto, hay un lado oscuro de la desigualdad. Los ricos tienen una gran influencia política, y a menudo pueden reescribir las reglas para beneficiarse a sí mismos, a sus empresas o a sus amigos. En los Estados Unidos, esto no es un gran problema en las elecciones presidenciales, que permanecen abiertas; pero sí es un problema enorme para el Congreso, donde nuestros “representantes” están tan limitados por la necesidad de recaudar dinero que es poco probable que sean elegidos, o permanezcan elegidos, sin el apoyo de los intereses ricos.

Esto no quiere decir que los legisladores sean corruptos, sino que, como ha argumentado Lawrence Lessig de la Escuela de Derecho de Harvard, la institución es corrupta e incapaz de representar a las personas que no tienen la influencia que el dinero proporciona. Sin embargo, no es obvio que la mejor solución es reducir la desigualdad, en lugar de cambiar la forma en que se financia la política. La gente rica debe comprar yates, establecer fundaciones, o convertirse en filántropos, no comprar el gobierno, que debe ser retirado del mercado.

Más generalmente, la desigualdad que resulta de la “búsqueda de rentas” – enriquecerse en las espaldas de otros y no aportar nada de valor a la economía – es el verdadero ‘cuco’. Ejemplos clásicos incluyen a banqueros que presionan al gobierno para debilitar la regulación, y luego – cuando los bancos fallan – dejando a los contribuyentes con un lío costoso. Los rescates resultantes han dado impresionantes sumas de dinero público a personas que ya eran fabulosamente ricas.

Por ejemplo, Fannie Mae y Freddie Mac -las enormes agencias financieras respaldadas por el gobierno estadounidense- utilizaron su fuerza política para hacer imposible que el Congreso las reglamentara, mientras pagaban a sus accionistas privados y alimentaban la crisis de vivienda. Asimismo, el lobby ‘de las granjas’ gana miles de millones cada año en subsidios. Se alienta a las compañías farmacéuticas a que presionen a los gobiernos para que aumenten los precios o amplíen las extensiones de patentes de los productos existentes, en lugar de fabricar nuevos medicamentos. Los magnates inmobiliarios cambian el código de impuestos a su favor.

Estas actividades realmente producen menos que nada, porque frenan el crecimiento económico. Cuando la forma más fácil de hacerse rico es mediante el robo legalizado, entonces la innovación y la creatividad pierden relevancia.

Arlie Russell Hochschild de la Universidad de California en Berkeley escribió sobre la gente que está enfurecida por ver a otros “cortar camino” delante suyo. Esta ira es injustificada cuando es la reacción de, por ejemplo, los blancos americanos que, acostumbrados al privilegio racial, se enfrentan a un mundo más igualitario. La ira justificada es hacia un gobierno que enriquece intereses especiales a expensas de todos los demás. En una economía de crecimiento lento o cero tal robo legalizado es intolerable.

El crecimiento depende de la globalización y de la desigualdad legítima. No podemos ignorar a quienes están sufriendo, pero debemos asegurarnos de que nuestras “soluciones” no empeoren el problema. Los verdaderos monstruos son los buscadores de rentas que han capturado tanto de nuestro gobierno. La desigualdad que han producido es la desigualdad que necesita ser eliminada. Lampadia