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Asociaciones Público Privadas: Una solución efectiva ‘HOY’

Asociaciones Público Privadas: Una solución efectiva ‘HOY’

A diferencia del Asia, en América Latina, la política y el manejo de la cosa pública siguen teñidos por las ideologías, básicamente por aquellas que responden a las ‘ideas muertas’, como lo explica Moisés Naím. Ver: El amor a ideas muertas.

Por esa suerte de maldición, es que varios países de la región se encaminaron al llamado ‘socialismo del siglo XXI’ y destruyeron sus economías, empobrecieron a sus pueblos y desperdiciaron los mejores años de crecimiento de la economía global. Esta ideología capturó a buena parte de la región: Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador y Bolivia. 

En el Perú, nos libramos de caer en lo mismo en 2006, cuando el entonces ‘chavista’ Humala perdió las elecciones contra Alan García. Sin embargo, después de ‘aggiornarse’ Humala llega al gobierno el 2011, ya sin las ataduras revolucionarias del socialismo del siglo XXI, pero mantiene una profunda desconfianza en el sector privado que percoló a todos los niveles de la administración pública.

Solo a mediados del gobierno se empieza un cierto acercamiento con el sector privado y se logra instituir las Asociaciones Público Privadas (APP) para permitir que el sector privado pueda, mediante concesiones, invertir, operar y mantener obras de infraestructuras. Es así, que desde 2012 se han presentado 55 iniciativas privadas autosostenibles y 237 iniciativas privadas cofinanciadas, pero solo se llegaron a ejecutar cinco iniciativas privadas autosostenibles, pues la gran mayoría de las demás cayeron víctimas de la maraña burocrática o la desidia del aparato público.

Con mucho nivel de certeza se puede afirmar que esta pobre performance de la ejecución de las APPs se debe a que lo promovido por la mano derecha, ha sido inhibido por la mano izquierda. Producto de esa lejanía del gobierno y la burocracia estatal con el sector privado.

No se quiso entender, como ahora no lo entienden muchos de los candidatos a la Presidencia de la República, que el Perú ha cambiado. Ya no ese pequeño y empobrecido país diseñado por el nefasto velascato, donde lo que predominaba era el Estado, estado de cosas que subsistió hasta 1993 en que aprobamos la nueva Constitución. Ahora, las ‘Medidas del Perú son 90-90-90’.  Redondeando las cifras: 90% del empleo, la inversión y los recursos fiscales provienen del sector privado. Ver en Lampadia: 90-90-90.

Como un ejemplo muy exitoso de las APP que lograron pasar las vallas de la mentalidad estatista, tenemos los hospitales de ‘Bata Blanca’ de ESSALUD:  Alberto Leopoldo Barton Thompson y Guillermo Kaelin de la Fuente. (Ambos iniciados en el gobierno anterior). Ver en Lampadia: APPs en salud: Poniendo a la población por delante y Las APP han generado servicios de salud de alta calidad. Estos son los mejores hospitales del Estado (y probablemente también, del sector privado) que se hayan construido en toda nuestra historia. Pero, ¿ha aprovechado esta experiencia el gobierno para difundirla como ejemplo de lo que significa una APP para la población? No, en verdad está muy escondida de la opinión pública. Lo que es más, el propio ESSALUD no pretende replicar el éxito en los nuevos hospitales, que está desarrollando en la modalidad de ‘Bata Gris’ (que excluyen los servicios médicos).

En otras palabras, en el Perú hemos tenido una experiencia de APP muy exitosa en el tema más sensible a las necesidades sociales: la salud. Pero, ni por eso nos hemos volcado a promover el desarrollo EFECTIVO de las APPs. 

A continuación reseñamos un par de publicaciones del BID sobre la importancia de las APP en el desarrollo urbano.

BID: ¿Cómo financiamos la infraestructura urbana?

9 mayo 2014

Por Juan Ellis J., Coordinador General de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles

“Las agencias internacionales de desarrollo estiman que se requiere alrededor de 5% del PIB para responder a las necesidades anuales de inversión en infraestructuras y asegurar un crecimiento de la economía promedio del 4% anual en nuestra región. Durante el periodo de 2010 – 2012 solo se invirtió un promedio de 2.4% del PIB en la región, incluyendo la inversión pública y privada. Del total de estas necesidades de inversión en infraestructura, los gobiernos sub-nacionales de la región representan aproximadamente el 60% (US$ 150,000 millones, base PBI 2012).

http://blogs.iadb.org/ciudadessostenibles/2014/05/09/financiar-infraestructura-urbana/

Financiando la Infraestructura Urbana en Ciudades Emergentes: Asociaciones Público-Privadas

Por Luis Schloeter

Publicado en el Blog del BID

28 enero 2016

Glosado por Lampadia

(…) Analizaremos las Asociaciones Público-Privadas (APP) como una alternativa para satisfacer la creciente demanda de servicios de infraestructurasurbanos en nuestra región.

Los gobiernos sub nacionales que hayan agotado las fuentes tradicionales de ingresos (por ejemplo, impuestos locales; tarifas a los usuarios; y transferencias), pueden asociarse con el sector privado mediante Asociaciones Público-Privadas (APPs) para traer recursos, experiencia e innovación para la provisión de servicios de infraestructura.

Las APPs son contratos a largo plazo (por lo general duran entre 20 y 30 años) entre entidades públicas y privadas para la prestación de bienes o servicios. Bajo el esquema de una APP, los riesgos del ciclo del proyecto se transfieren al consorcio privado y los pagos se vinculan a la prestación del servicio, que usualmente los cubren los usuarios, el sector público, o una combinación de ambos.

Si la APP se articula correctamente, el consorcio privado tiene todos los incentivos para trabajar de manera eficiente durante el diseño, la construcción, la operación y el mantenimiento del proyecto, reduciendo así sus costos sin afectar los estándares de calidad del servicio. Adicionalmente, los contratos de APPs minimizan la inversión pública inicial para proyectos de infraestructura, reduciendo la presión fiscal que usualmente acompaña las inversiones de capital. Dado el potencial de las APPs para la expansión de los servicios de infraestructura, las APPs sub-nacionales se están convirtiendo cada vez más populares en ALC, especialmente en Brasil.

Un informe reciente de The Economist Intelligence Unit estima que la mayoría de las APPs en Brasil entre 2006 y 2014 se concentraron a nivel sub-nacional—39% a nivel municipal y 55% a nivel estatal. Las APPs sub-nacionales en Brasil atienden una amplia variedad de sectores que van desde los residuos sólidos y educación hasta transporte y salud. Por ejemplo, la ciudad de Belo Horizonte—la tercera más grande de Brasil—tiene varios programas de APPs para el transporte, edificios gubernamentales y educación. De hecho, la primera APP para la educación en Brasil fue desarrollada con el apoyo de la Corporación Financiera Internacional (CFI) y el fondo del BID para el desarrollo de las APPs en Brasil. Una mirada más cercana a este último proyecto aclara por qué Belo Horizonte es la referencia para otras ciudades, cuando se trata de Asociaciones Público-Privadas para la educación.

APPs para la Educación: Belo Horizonte marca la pauta

En 2010, Belo Horizonte estableció el desarrollo infantil temprano (DIT) como una prioridad dentro de su amplia estrategia para mitigar la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, satisfacer la creciente demanda de servicios de educación inicial en la ciudad para la época (un estimado de 11,000 niños estaban en lista de espera en 2010) requería importantes inversiones para la construcción de escuelas; inversiones irrealizables por el gobierno municipal. Para superar los obstáculos financieros, el gobierno municipal recurrió a un esquema de APP.

Después de una licitación competitiva, la concesión de la APP fue otorgada al Consorcio Educar en 2012. Por un período de 20 años, el consorcio privado debe financiar, diseñar, construir, equipar, operar y mantener 32 nuevos centros preescolares y 5 escuelas primarias, alcanzando una inversión privada de US$ 80 millones. Al transferir al sector privado los riesgos de diseño, construcción y mantenimiento de las obras, el gobierno espera que el proyecto se desarrolle con la mayor eficiencia posible, disminuyendo los tiempos de construcción y los costos de mantenimiento a lo largo del ciclo del proyecto.

Escuela pública en Belo Horizonte. Foto: Banco Mundial

Según el contrato de la APP, el gobierno municipal debe pagarle al consorcio privado la prestación de servicios sobre la base de una evaluación de la calidad; identificar los sitios para la construcción de las escuelas; y la prestación de servicios educativos, incluyendo la contratación de maestros y monitoreo de la calidad educativa. Una vez completado, el proyecto beneficiará a unos 18,000 niños de bajos ingresos, brindándoles acceso a servicios de educación.

Lecciones aprendidas

A continuación, algunas lecciones sobre la experiencia de Belo Horizonte:

  • Las APPs son una opción viable para la ampliación de la prestación de servicios en tiempos de restricciones fiscales.
  • La distribución adecuada de los riesgos en una APP puede aumentar la eficiencia de los proyectos.
  • Las instituciones multilaterales pueden desempeñar un papel importante en la expansión de las APPs a nivel sub-nacional.
  • Las licitaciones competitivas y transparentes para las APPs pueden resultar en precios más eficientes.
 Lampadia

 




Izquierda peruana pierde autoridad moral

Izquierda peruana pierde autoridad moral

A estas alturas, ha quedado demostrado que la corrupción de los gobiernos de Venezuela y Brasil es la mas grande en la historia de Latinoamérica. Esta situación está dirigida al enriquecimiento ilícito de los políticos del ‘socialismo del siglo XXI’, sus compinches en el mundo empresarial y a mantener en el poder a los íconos dela nueva izquierda de la región.

En Venezuela, los gobiernos del chavismo se han apropiado de empresas públicas y privadas, han destrozado la economía y han roto todas las formas democráticas y de convivencia en la región. Han interferido en asuntos internos de los países vecinos cooptando a varios de sus gobiernos y han financiado a los partidos afines al albismo, a cuyos representantes parecen tener amenazados. Además, ejercen un poder absoluto en todas las instancias de gobierno y persiguen con el mayor descaro a todos sus opositores democráticos.

En Brasil, el semi-Dios Lula da Silva aparece cada día más involucrado en negociados vergonzosos y la presidenta Dilma Rousseff y los más importantes jerarcas del ‘Partido de los Trabajadores’ están con la soga al cuello por el terrible destape del ‘Lava-Jato’. Rousseff ha sido acusada de fraude en su última elección, la economía de la ‘fiesta del asistencialismo’ (ver en Lampadia: Luces y sombras de la visita de Lula al Perú) está en recesión sin visos de recuperación. La popularidad de la presidenta está en 8% (según la encuestadora Datafolha) y todos los días se multiplican los pedidos de su destitución.

Además, ambos gobiernos han urdido una red de ‘instituciones’ regionales, como Unasur y Cela para manipular a los gobiernos de la región yque ahora los protege de sus tropelías. El albismo con el que controlan muchos votos en la OEA, aún después de la cobarde gestión del chileno Insulsa, cubre los delitos políticos de Venezuela, como en el reciente caso de la inaceptable expulsión de ciudadanos colombianos de  Venezuela.

Lo sorprendente es que en el Perú, ni siquiera las revelaciones más escandalosas de corrupción, ni los actos abusivos y antidemocráticos de los gobernantes de Venezuela y Brasil, merecen que nuestra izquierda tradicional critique y se aparte de estos regímenes.

Así tenemos, por ejemplo, las siguientes declaraciones de algunos personajes vinculados con la izquierda peruana:

“Hay una democracia elegida en los últimos 14 años a través de procesos. Chávez ganó las elecciones en casi 12 años y hace dos Maduro lo hizo.

Como peruano, no puedo incursionar en la política venezolana. Sí creo que hay quizá falta de tolerancia en el manejo de un gobierno frente a la oposición, eso sí lo puedo aceptar.”

Salomón Lerner Ghitis, directivo del movimiento político Ciudadanos por el Cambio

            “Venezuela es un modelo de democracia”,

            Carlos Ferreyra (CF), Director General del Proyecto ‘Cruce de los Andes y la Unasur 2013-2017

             “Acá tenemos algunas críticas,…pero en el Perú pasan cosas peores”

             Sigrid Bazán (SB), entrevistadora de Radio Exitosa

 “[Venezuela]… es un régimen que tiene rasgos autoritarios claros en temas de derechos humanos…”

 Marco Arana, Tierra y Libertad

“Lo que te puedo decir es que se han dado procesos electorales democráticos, avalados por entidades internacionales. Me preocupa más que aquí en mi país pretendan robarnos la memoria y hacernos creer que la década de los 90 fue una democracia, cuando claramente hubo una dictadura. Esa dictadura es la que más me preocupa”. 

  Verónika Mendoza, pre candidtata presidencial

Estos políticos inconsecuentes pretenden envolverse en la bandera de la anti-corrupción, pero están comprometidos hasta el cuello con la peor corrupción de la historia de la región. Siguen defendiendo las políticas de gobierno que han destrozadola vida de millones de latinoamericanos y  son cómplices de las directivas de la nueva estructura institucional de la región, creada a pulso  por el albismo venezolano y el madrinazgo brasileño.

El Perú se merece otra izquierda. No solo por las ‘ideas muertas’ que aún profesan, también por la falsa moral de doble estándar que practican en sus relaciones continentales. Una nueva izquierda significa no solo caras nuevas, implica nuevas ideas y nuevas actitudes, significa más independencia y menos ataduras con el ‘lado oscuro de la fuerza’. Lampadia




Venezuela: A más revolución, más pobreza

Venezuela: A más revolución, más pobreza

Comentario de Lampadia:

El artículo de Oppenheimer, que publicamos líneas abajo, basado en el estudio independiente de tres universidades venezolanas, desnuda al “socialismo del siglo XXI”: Hoy, la pobreza en Venezuela es mayor que cuando empezó la dictadura de Chávez.

En Lampadia hemos seguido la situación venezolana de cerca, tratando de ilustrar los grandes errores de las “ideas muertas” con que justificaron su toma y abusivo mantenimiento en el poder.

Lo peor es que los problemas venezolanos no solo se han hecho aparentes en lo económico y social. También han llegado a extremos en lo político, pues fueron el ejemplo de la anti-democracia.

Sin embargo, Chávez y Maduro han contado con el padrinazgo brasileño,  la complicidad de los países del Alba y el vergonzante silencio del resto de países de la región.

La dictadura y la pobreza de los venezolanos son una mancha profunda en la historia de Latinoamérica, una gran vergüenza para todos.

El récord de pobreza en Venezuela

Andrés Oppenheimer

El Nuevo Herald

02/04/2015

La historia reciente de Venezuela debería ser de enseñanza obligatoria en todas las universidades del mundo, como ejemplo de un milagro económico al revés: a pesar de haberse beneficiado del boom petrolero más grande de su historia, el país hoy en día tiene más altos niveles de pobreza que antes.

Un nuevo estudio realizado en conjunto por tres importantes universidades venezolanas — la Universidad Católica Andrés Bello, Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar — muestra que el 48.4 por ciento de los hogares venezolanos se encuentra por debajo de la línea de pobreza en el 2014, frente al 45 por ciento de los hogares en 1998, antes de que el difunto presidente Hugo Chávez asumiera el poder y el país se beneficiara de casi una década de aumento en los precios del petróleo.

Luis Pedro España, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello y coautor del estudio, me dijo en una entrevista telefónica que la encuesta nacional de 5,400 personas fue realizada en octubre del 2014, y utilizó la misma metodología que un estudio similar realizado en 1998 por la oficina de estadísticas del gobierno de entonces.

El nuevo estudio de la pobreza contrasta con las cifras del gobierno del presidente Nicolás Maduro, según las cuales la pobreza ha disminuido bajo la “revolución socialista” de Chávez.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) del gobierno de Venezuela, la tasa de pobreza ha caído del 44 por ciento de los hogares en 1998 al 27.3 por ciento de los hogares en el 2013. Sin embargo, el INE no ha publicado las cifras del 2014.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), que utiliza cifras oficiales de Venezuela, informó recientemente que la pobreza en aquel país —incluyendo la pobreza extrema — se incrementó casi 10 puntos porcentuales durante el 2013. Sin embargo, la CEPAL tampoco proporcionó cifras para el 2014.

Cuando le pregunté a España por la disparidad entre su estudio y las estadísticas oficiales de pobreza, dijo que se ha producido una “brutal caída del poder adquisitivo de los venezolanos en 2014”, y que la disparidad radica en gran medida en que las cifras del INE y la CEPAL no reflejan las cifras del 2014.

Venezuela, que tras la destrucción de gran parte de su sector privado depende de las exportaciones de petróleo para el 96 por ciento de sus ingresos externos, es uno de los países más afectados por el colapso de los precios mundiales del petróleo. Después de que pasaron de $9 dólares por barril cuando Chávez fue elegido en 1998 a un récord de $145 por barril en el 2008, los precios del petróleo han caído a cerca de $45 por barril actualmente.

La gestión de Chávez y su sucesor, Maduro, espantó a la inversión nacional y extranjera, y dio lugar a una escasez generalizada de leche, papel higiénico y otros productos básicos, junto con una tasa de inflación anual del 64 por ciento, la más alta del mundo.

“Y todo indica que el 2015 va a ser peor”, dice España. “Todos los indicadores económicos muestran que nos estamos dirigiendo hacia una inflación del 100 por ciento o 120 por ciento este año, que será un récord en la historia de Venezuela”.

Maduro culpa a una supuesta “guerra económica” de la oligarquía y el imperialismo, y cita como ejemplo las recientes sanciones anuncias por Washington. Sin embargo, Estados Unidos dice que las sanciones se limitan exclusivamente a la revocación de visas de entrada para funcionarios venezolanos acusados de corrupción o abusos a los derechos humanos.

Mi opinión: Es difícil recordar otro caso de un país que haya recibido tanto dinero en los últimos años, y haya terminado más pobre que antes. Según el Banco Central de Venezuela, el gobierno obtuvo $325,000 millones dólares de exportaciones de petróleo entre 1998 y 2008 —más que el producto bruto interno de varios países latinoamericanos juntos.

Pero en lugar de aprovechar los buenos tiempos para invertir en educación, ciencia, tecnología e innovación, o por lo menos crear un colchón financiero para los años de las vacas flacas, Venezuela se embarcó en una fiesta populista de subsidios, corrupción y expropiaciones sin sentido. Es una película que hemos visto una y otra vez en América Latina, y que invariablemente termina mal.

Ahora, se ha caído el último argumento del mal llamado “Socialismo del siglo XXI”, que es el haber supuestamente reducido la pobreza. Como lo muestra el nuevo estudio de las tres universidades, el petro-populismo de Venezuela solo dio lugar a una ilusión pasajera de justicia social, y dejó al país con más pobres que antes.




Chavismo al desnudo

Chavismo al desnudo

Nicolás Maduro, ilegítimo mandatario de Venezuela, acaba de anunciar la última gran promesa de la “revolución bolivariana”, “vanguardia y faro” del “socialismo del siglo XXI”: Se garantizará la provisión de papel higiénico para los venezolanos.

Hizo el anuncio por todo lo alto porque la escasez de papel ha rebasado la paciencia de los venezolanos, que hasta ahora han soportado a regañadientes la falta de otros productos como el aceite, pollo, huevos, harina, azúcar, desodorante, además del racionamiento del agua potable y los continuos apagones.

Maduro culpa de la escasez a la oposición, a los empresarios, al “micro-acaparamiento” (comprar dos o tres botellas de aceite), a los especuladores,  etc., pero la verdadera causa está en la estatización de la economía, las expropiaciones, el control de precios y el control de cambios. Todo esto ha echado abajo la producción de bienes básicos, alimentos, medicamentos y hasta de gasolina.

Como vender a los precios que el gobierno impone trae pérdidas, los agricultores, industriales, granjeros que quedan, han dejado de producir o producen menos. Esta es la madre de la escasez venezolana. La caída es tan fuerte que el 2012 la importación de alimentos aumentó en 58%, con respecto al 2011, llegando a 8 mil millones de dólares, según el propio Instituto Nacional de Estadísticas.

 

La producción manufacturera alimenticia disminuyó en 45% el año pasado, según la Encuesta de Coyuntura del IV Trimestre – 2012 de la Confederación Venezolana de Industriales. Esta caída se debió a que el sector recibió 11% menos de divisas que en el 2011, y a la demora en la entrega de dólares en la Comisión de Administración de Divisas, que en promedio es 230 días.

Lo más dramático es la escasez de medicamentos. Numerosas personas que padecen de Sida o hipertensión arterial, por ejemplo, no pueden encontrar las medicinas que necesitan, y tampoco pueden traerlas del exterior por las trabas del control de cambios.

Increíblemente, Venezuela va camino a ser otra Cuba, a pesar de estar encima de  un mar de oro negro, aun así es más pobre, cada día. Produce grandes cantidades de crudo, pero importa 66,300 barriles de gasolina cada día. Vende millones de barriles de petróleo por día, pero no tiene dinero para importar los alimentos que necesita.

La escasez es tan crítica que Maduro tuvo que pedirles a sus aliados del Mercosur que le enviaran con urgencia 700 mil toneladas de alimentos. También tuvo que aumentar en 20% los precios controlados de la carne de vacuno, leche, queso y pollo.

La crisis de  Venezuela es estructural y el gobierno no puede ocultarla por más que maquille las cifras oficiales, como en Argentina (ver artículo La crisis venezolana en cifras de verdad).

Los peruanos conocemos bien esta triste historia porque la vivimos en carne propia en los años 80, cuando también teníamos que hacer largas colas para comprar un kilo de azúcar, o de arroz, porque la dictadura militar izquierdista decidió estatizar la economía y controlar los precios de todos los productos.

Venezuela está cosechando los frutos amargos de 14 años de abuso, autoritarismo y demagogia chavista. La lección que nos deja la tragedia venezolana es que el socialismo no solo liquida las libertades y la democracia, no solo se impone mediante la violencia, sino que, además, conduce siempre al mismo final: miseria, escasez y esclavitud. (Ver Chávez:La herencia bolivariana).