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Mucho floro y ni una gota de agua almacenada

Mucho floro y ni una gota de agua almacenada

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 3 de diciembre de 2021
Para
Lampadia

Empezó la temporada de lluvias. El estiaje terminó. Hace poco estuve en la Sierra y llovió todos los días. Una vez más, como todos los años entre los meses de diciembre y abril, los ríos del Perú – todos – se cargarán con aguas de lluvias. Mucha agua dulce se perderá en el mar, sin ser aprovechada. Peor aún, muchos ríos – el río Ica, por ejemplo – estarán al límite de su capacidad. Incluso, algunos se desbordarán e inundarán cultivos y centros poblados. También habrá huaicos de lodo y piedras que interrumpirán carreteras y arrasarán con todo lo que encuentren a su paso. Es decir, agua como cancha.

La pregunta es ¿por qué algunos políticos, periodistas, académicos, y demás, dicen – y repiten – que no tenemos agua? Que las empresas agrícolas se la llevan toda. Que regiones como Ica – por ejemplo – no tienen agua. ¿Acaso no ven los ríos y acequias de los valles de la Costa? ¿No ven las aguas de nuestros ríos llegando al mar sin ser aprovechadas?

Todos los años es la misma historia. Todos los años, los agricultores aguardamos con impaciencia el inicio de la temporada de lluvias, y la llegada del agua nueva; la cual, semanas más semanas menos, siempre llega por esta época del año. Siempre.

La pregunta – entonces – no es si tenemos agua, o no. Porque está claro que tenemos agua, y abundante. El problema es que el agua que tenemos es estacional. Entonces, el desafío es ¿qué hacer para tener agua todo el año? No sólo en la temporada de lluvias… como ahora, que tenemos agua de sobra. Incluso ¿qué hacer para tener control de la situación durante las avenidas? ¿Cómo hacer para evitar los desbordes e inundaciones propias de esta época del año?

Pues bien, la respuesta es muy sencilla, aunque – por lo visto – no lo es para el Estado. Al menos, para el Ministerio de Agricultura, que no entiende la problemática del agua en nuestro país. Efectivamente, no entiende que la solución al problema del agua en los estiajes pasa indefectiblemente por la construcción de reservorios. Reservorios en la Sierra, allá arriba donde llueve. Incluso abajo, en los valles costeros para guardar parte de las abundantes aguas de avenida.

Dicho sea de paso, nada sería más beneficioso para la pequeña agricultura – o agricultura familiar, como quieran llamarle – que la construcción de muchos reservorios… grandes, medianos y pequeños. Por otro lado, la vegetación también es muy efectiva para retener aguas de lluvias, así que la plantación de árboles y pasturas en la Sierra ayudaría mucho a la solución del problema del agua. A esto se le conoce como Siembra y Cosecha de Agua. Así – y sólo así – los pequeños productores del campo tendrían agua todo el año, sin desbordes e inundaciones.

Eso es precisamente lo que hicimos bajo el liderazgo de la Dirección Agraria del Gobierno Regional de Ica, durante el período 2015 – 2018. Para ello, establecimos lo que denominamos “La Hermandad del Agua” entre Ica, Huancavelica y Ayacucho. Es decir, 

  1. dialogamos con respeto y cordialidad con nuestros pares andinos. 

  2. Creamos los Consejos de Cuenca de manera equitativa con nuestros vecinos de la Sierra. 

  3. Compartimos las aguas almacenadas con las comunidades altoandinas. Y 

  4. mantuvimos los ecosistemas a lo largo y ancho de todas nuestras cuencas; desde las nacientes hasta las desembocaduras.

Además, tecnificamos el riego, instalando aspersores en las partes altas y quebradas; y en las partes medias y bajas contamos con pozos electrificados con sistemas de riego por goteo. 

Asimismo, infiltramos mucha agua durante las avenidas. Dimos tomas libres – levantar todas las compuertas – para que los agricultores regaran sin ninguna limitación. Y así rellenamos los acuíferos de Ica y guardamos agua para el estiaje. Estado, comunidades, juntas de usuarios, empresas privadas… todos nos dimos la mano en Ica, y la cosa funcionó.

He ahí una propuesta de política agraria con énfasis en la problemática del agua. En mi opinión, esa debería ser la máxima prioridad de la llamada 2ª. Reforma Agraria del actual Gobierno. El problema es que – contrario a la propuesta – la corrupción, la politiquería, y el desgobierno nos están llevando al clásico: mucho floro y ni una gota de agua almacenada. Lampadia




En el nombre agua…

En el nombre agua…

Fernando Cillóniz B.
CIVICA.PE
Ica, 18 de diciembre de 2020
Para Lampadia

¡Llegó el agua nueva! La ansiada agua de avenida tardó… pero llegó. La pregunta es ¿acaso la situación no se repite año a año, desde que tenemos uso de razón?

La respuesta es sí; todos los años es la misma historia. Me refiero a la desesperada espera por el agua nueva. Todos los años, los agricultores de Ica – y de todo el Perú – aguardamos con impaciencia el inicio de la temporada de lluvias. Y la impaciencia es tal, que recurrentemente – tal como ocurrió muchas veces en el pasado – el Gobierno declara “oficialmente” la emergencia hídrica en el país… como si un decreto – que no es otra cosa que un papel con tinta – pudiera traer el agua que tanto necesitamos para nuestros cultivos. En fin…

El hecho es que ahora, con los ríos cargados – y superada la angustia de la espera del agua – pasaremos al segundo capítulo de la historia, cual es; la preocupación por los desbordes de ríos, o – lo que es peor – las inundaciones o huaicos. O sea, pasamos de un extremo a otro: de la sequía a las inundaciones.

Por ello, el desafío del agua es el siguiente: ¿qué hacer para tener agua en los estiajes? O mejor dicho ¿qué hacer para tener agua todo el año? ¿Y cómo hacer para tener control de la situación durante las avenidas? Y la respuesta es muy sencilla: reservorios, reservorios y más reservorios… tal como hicimos en Ica, durante el período 2015 – 2018, bajo el liderazgo de la Dirección Regional de Agricultura.

Efectivamente, en aquel entonces construimos muchos reservorios – pequeños y medianos – desde las nacientes de nuestras cuencas hasta las partes bajas de nuestros valles. Asimismo, sembramos muchas plantaciones forestales y cercamos muchos pastizales para retener el agua de lluvias, y evitar la erosión de nuestras quebradas. Esa es la mejor manera de solucionar la escasez de agua en los estiajes, y evitar los desbordes de ríos en las avenidas.

A ese respecto, debemos desterrar de nuestras mentes aquella idea de que sólo los grandes reservorios solucionarán nuestros problemas de escasez hídrica. Conste que no me opongo a los grandes reservorios… pero peor es nada. En todo caso, muchos pequeños y medianos reservorios – sumados – pueden almacenar tanta o más agua que pocos grandes reservorios. Por lo demás, los grandes reservorios son muy costosos, muy riesgosos, y – por lo visto – de larguísimo plazo. Incluso, algunos nunca se construyen.

Además, debemos trasvasar aguas sobrantes de cuencas que vierten al Atlántico, hacia cuencas deficitarias que vierten al Pacífico. Olmos… por ejemplo. Incluso, hay que trasvasar aguas sobrantes entre cuencas que vierten al Pacífico, como es el caso de Chavimochic en La Libertad. Para ello tenemos que establecer lo que hemos denominado “La Hermandad del Agua” entre la Costa y la Sierra.

¿En qué consiste la hermandad del agua?

(1) En dialogar con respeto y cordialidad con nuestros pares andinos.

(2) En crear los Consejos de Cuenca de manera equitativa. Es decir, con el mismo número de representantes de la Costa y de la Sierra.

(3) En compartir las aguas trasvasadas y almacenadas a lo largo de todas las cuencas… de arriba abajo.

(4) En mantener los ecosistemas naturales de nuestras cuencas; desde las nacientes hasta las desembocaduras. Y

(5) en establecer un Canon Hídrico – que provendría de los impuestos que pagan las empresas agrarias de la Costa – para financiar los reservorios y plantaciones forestales antes mencionadas.

Debemos infiltrar la mayor cantidad de agua posible durante las avenidas. Dar tomas libres en épocas de abundancia – levantar todas las compuertas – para que los agricultores rieguen sin ninguna limitación. Así rellenamos los acuíferos y guardamos agua para los estiajes. Incluso, debemos diferenciar las tarifas de agua según sean aguas de avenida o aguas reguladas. Las aguas de avenida deben costar poco… o nada, mientras que las aguas reguladas deben costar más. Cuidar cada gota de agua regulada… esa es la idea.

Además, debemos tecnificar el riego mediante aspersores y/o goteros para mejorar el uso del agua… sobre todo del agua regulada. Ciertamente, debemos explotar racionalmente los acuíferos mediante redes de pozos – ojalá, interconectados entre sí – para complementar las dotaciones de agua superficial, y poder regar todos los días del año.

He ahí la política que propongo respecto al agua para nuestra agricultura. Una política orientada a aumentar la disponibilidad de agua – todo el año – sobre todo para la pequeña agricultura. Una política de mejora de la productividad y competitividad del agro a través de un vasto programa de Siembra y Cosecha de Agua; y la tecnificación del riego en todo el país.

La idea es cambiar la historia de los últimos 50 años – o más – la cual podría sintetizarse así: muchos Ministros de Agricultura, muchos cambios de funcionarios, mucha politiquería, mucho floro, mucho gasto burocrático, muchas consultorías, muchos huaicos e inundaciones, mucha agua dulce perdida en el mar… y muy pocos reservorios. Lampadia




Agua que has de beber… no la dejes correr

Agua que has de beber… no la dejes correr

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 21 de febrero de 2020
Para Lampadia

El famoso refrán es al revés: “Agua que no has de beber… déjala correr”. En realidad, es una metáfora. Y como tal, no se refiere al elemento “agua”. Se refiere – más bien – a que cuando un asunto no sea de incumbencia de uno, lo mejor es no involucrarse en él. Dejar correr el agua, significa no meterse líos ajenos.

El presente artículo – en cambio – sí se refiere al elemento “agua”. Al agua que baja de la Sierra – todos los años – entre los meses de diciembre y abril… como ahora.

Aquí, el planteamiento es – precisamente – retener las aguas de lluvias, antes de que se pierdan en el mar. No dejarlas correr. Construir reservorios… miles de reservorios. Grandes, medianos y pequeños. Plantar bosques… miles y miles de hectáreas de bosques. Infiltrar los acuíferos de la Costa. En general, hacer todo lo que sea necesario para retener las aguas de lluvias, y disponer de ellas en los estiajes.

Es que todos los años – en los veranos – pasa lo mismo. Lluvias torrenciales en la Sierra. Y mucha agua en nuestros ríos… pero perdiéndose en el mar. Incluso causando huaicos e inundaciones en su recorrido. Y a sabiendas de que – pasado el verano – no tendremos agua ni para beber. Y menos aún para regar nuestros cultivos.

Ahora bien. Esto que parece de sentido común y evidente… pues no es tan así. En todo caso ¡qué poco hemos hecho al respecto! Al contrario, cuántos billones de metros cúbicos de aguas de lluvias hemos perdido – todos los años en el mar – ante la vista y paciencia de autoridades, empresarios, técnicos y ciudadanos en general.

¿Por qué no hemos hecho más reservorios – y plantado más bosques – en las partes altas y medias de nuestras cuencas? ¿Cuánta más agua tendríamos en los estiajes? ¿Cuántos huaicos e inundaciones habríamos evitado? Es evidente. Nuestros políticos no la ven. El tema no les interesa.

La Siembra y Cosecha de Agua – así se llama la tecnología – está probada y comprobada en la Sierra que compartimos Ica, Huancavelica y Ayacucho. Efectivamente, durante la gestión regional 2015 – 2018 construimos cientos de reservorios en las partes altas de nuestras cuencas y plantamos millones de árboles. Y los resultados fueron excelentes.

El problema es que el actual Gobernador Regional de Ica ha paralizado casi todos los proyectos y programas heredados de la gestión anterior. Incluidos, los de Siembra y Cosecha de Agua. Y por esos personalismos ridículos, el hombre ha malogrado la buena relación que – con tanto esfuerzo – habíamos construido entre iqueños y huancavelicanos. ¡Ay politiquería envidiosa y mediocre, cuánto daño nos haces a los peruanos!

Pero sigamos. ¿De dónde saldrían los recursos para financiar la construcción de reservorios y plantaciones forestales? Pues de un Canon Hídrico… similar al Canon Minero. En este caso, de los impuestos de las empresas agroexportadoras de la Costa. Pero para no repetir el fracaso del mal utilizado Canon Minero, el Canon Hídrico debería ser administrado por instituciones especializadas en proyectos de Siembra y Cosecha de Agua.

Nada de darles dinero a Gobernadores Regionales y / o Alcaldes Locales. Los recursos del Canon Hídrico deben invertirse – únicamente – en reservorios y bosques. No queremos que terminen en bolsillos de burócratas, consultores, o autoridades corruptas. Lampadia




Obras y programas superfluos

Obras y programas superfluos

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 29 de noviembre de 2019
Para Lampadia

El Estado gasta una millonada en obras y programas superfluos. Estamos llenos de obras – inconclusas y abandonadas – que no sirven para nada. Son incontables las carreteras, puentes, hospitales, escuelas, mercados, reservorios, canales, redes de agua y otras obras de infraestructura que se encuentran dispersas por todo el país, y que no brindan – ni remotamente – los servicios para los cuales fueron concebidos.

Ante tal nivel de ineptitud e incompetencia cabe preguntarse ¿acaso hubo alguna sanción ejemplarizadora? Lamentablemente, la respuesta es no. En la mayoría de los casos, la impunidad fue la regla general. El gasto público vano, estéril e improductivo no conlleva ninguna responsabilidad. Así es la nuez en el aparato estatal.

Pero no solo las obras inconclusas constituyen gastos superfluos del Estado. También lo son las obras sobredimensionadas que están – también – desperdigadas por todo el país. Edificaciones administrativas enormes como los denominados Palacios Regionales y Municipales. La colosal sede del Gobierno Regional de Moquegua es uno de ellos. Y el paralelepípedo Palacio Municipal de Marcona, otro.

Pero hay muchos más. Monumentos ridículos como el de la Maca en la Plaza de Armas de Huayre en Junín. El Parque del Árbitro de Fútbol en Tumbes. Los monumentos a la Ojota y al Sombrero en Chivay y Celendín, respectivamente. El enorme cóndor que el inefable Gobernador de Arequipa (Elmer Cáceres Llica) está montando en la entrada de la Variante de Uchumayo en Arequipa. Y la lista de esperpentos continúa.

Eso en cuanto a obras de infraestructura superfluas. Pero ¿qué decir de los programas y burocracias superfluas? Por ejemplo, Proinversión. ¿Cuánto cuesta Proinversión? S/. 200 millones al año… y hasta más. ¿Cuántos contratos de concesión firmó Proinversión en lo que va del 2019? Naca la pirinaca. Conclusión y reflexión ¿para qué mantener a Proinversión si no sirve para nada, y cuesta un ojo de la cara?

Y así por el estilo. El Estado está lleno de programas que cuestan un montón de plata y que no brindan ningún servicio útil para la población. Incluso, muchos programas estatales no solo nos brindan ningún servicio útil, sino que – peor aún – nos maltratan. Hay programas sociales cuyos presupuestos burocráticos son tan altos que exceden a los presupuestos asistenciales. O sea, más se gasta en burocracias administrativas que en ayuda social efectiva. ¡Habrase visto semejantes sinsentido!

El gasto público debe orientarse – principalmente – a los siguientes 4 servicios básicos: (1) Agua e Infraestructura, (2) Salud y Medio Ambiente, (3) Educación, Deporte, Cultura y Ciencia, y (4) Seguridad Jurídica y Seguridad Ciudadana. Y punto. Pero con eficiencia. Nada de gastos superfluos.

No hay derecho que la burocracia estatal haya crecido tanto – y siga creciendo – como viene ocurriendo desde hace más de una década. Por eso no hay plata para nada. Todo se lo lleva la burocracia superflua, detrás de la cual se esconde la corrupción y la inoperancia estatal.

Hay que disminuir el gasto en burocracia administrativa. La mayor parte del presupuesto estatal debe gastarse en maestros, médicos y enfermeras, policías y militares, y jueces y fiscales. Y – por supuesto – en obras de infraestructura de servicios públicos: carreteras, hospitales, escuelas, etc.

Simplificación administrativa y transformación digital del Estado. Menos burocracia administrativa. Mejores servidores públicos. Cero firmas, ceros sellos, cero colas y cero coimas. ¡Así sea! Lampadia




La lucha contra la corrupción no es fácil

El gobernador de Ica, Fernando Cillóniz, ha tenido que enfrentarse a todas las mafias enquistadas en la administración pública, de la cual, Ica, es una muestra pequeña.

Sin embargo, en esta gesta, ni el cargo de gobernador es suficiente para enfrentar esa suerte de ‘escondida, ilegal y falsa privatización del Estado’, por la cual una serie de individuos indeseables para la sociedad, detentan, de facto, una suerte ‘propiedad’ de los espacios de los servicios públicos.

Esto empieza con el supuesto generalizado de que los funcionarios públicos tienen el derecho de incorporar a sus parientes o amigotes, a los puestos del Estado; o a engañar al Estado, sin prestar servicios; o a cobrar comisiones y coimas por funciones públicas; etc.   

La semana pasada publicamos: “Inaceptable ataque de Keiko Fujimori – Entrevista: Fernando Cillóniz dice sus verdades”, donde Cillóniz explicó sus luchas contra la corrupción en cada área del gobierno regional y en todos los años de su gestión. Otros medios también entrevistaron a Cillóniz, pues de paso, varios de ellos, agregaban más líneas de ataque a Keiko Fujimori, uno de sus ‘peores demonios’.

Esta semana, en su artículo semanal, Cillóniz denuncia que los regidores de Ica, con la excepción José Luis Tordoya, están saboteando el extraordinario logro de un acuerdo birregional icónico, la ‘Hermandad del Agua’ entre Huancavelica e Ica.

“Pero ¡oh sorpresa! Ha surgido un escollo. El Consejo Regional de Ica – ¡quién lo hubiera imaginado! – está trabando la autorización del aporte económico que el Gobierno Regional de Ica debe hacer a la MANRHI, y que nuestro par huancavelicano ya hizo. O sea, Huancavelica cumple con el aporte que le permitirá a Ica tener agua todo el año… pero Ica no. ¡Qué vergüenza! Pero sobre todo… ¡qué locura!”

Afortunadamente, el Gobernador Regional de Huancavelica, don Glodoaldo Álvarez, que tiene un sitio en la historia de los peruanos que suman, mantiene sus compromisos.

Desde estas páginas llamamos a una gran reacción nacional para terminar de impulsar uno de los mejores acuerdos regionales, la Hermandad del Agua.

Veamos el artículo de Cillóniz:

Huancavelica… emporio de agua dulce

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 22 de junio de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

El título del artículo se lo debo a mi amigo Glodoaldo Álvarez – Gobernador Regional de Huancavelica – un auténtico abanderado de la Siembra y Cosecha de Agua en nuestro país.

Es verdad que los glaciares y nevados de Huancavelica están en retirada… tal como viene ocurriendo – penosamente – en el resto del mundo. El calentamiento global es evidente e incontenible. No obstante, las lluvias de verano siguen presentes en la Sierra. Y prácticamente toda el agua que Ica requiere para su agricultura – desde Chincha hasta Nasca – proviene de Huancavelica.

El problema es que el agua no está disponible todo el año. Y ahora menos aún con los glaciares y nevados reducidos a una mínima expresión. Pero – repito – seguimos teniendo estaciones lluviosas y estaciones secas. Ahora bien… el estiaje en la Sierra es mucho más intenso que el estiaje en la Costa. En esta época del año – además de sequedad – la Sierra se congela de frío. Y eso es bravo. Sequía con helada… he ahí una condición de vida extremadamente difícil de soportar. Tanto para las plantas y animales, como para las personas que viven allá arriba.

Por eso es tan importante construir reservorios y cochas en las partes altas de nuestras cuencas. En las cabeceras de cuencas que – en el caso de los valles iqueños – están ubicadas en territorio huancavelicano. En ese sentido, la división política entre ambas regiones es un contrasentido… valga la redundancia. ¡A quién se le pudo haber ocurrido partir todas nuestras cuencas por la mitad! La parte alta para Huancavelica, y la parte baja para Ica. ¡Absurdo!

Las cuencas son – naturalmente – indivisibles. Llueve arriba… no abajo. Nuestra Costa es desértica. El agua baja desde las alturas… hasta el mar. El agua no sube. La Madre Naturaleza así lo dispuso. Y el ser humano no puede ir contra las leyes de la Naturaleza.

Por eso la “Hermandad del Agua” entre Ica y Huancavelica tiene tanto sentido natural. La Mancomunidad Birregional Huancavelica – Ica (MANRHI) es el nombre de la institución que encarna este hermanamiento. Gracias a ello, el Gobierno Regional de Ica está invirtiendo parte de sus recursos presupuestales en el diseño y construcción de reservorios, y en el desarrollo de plantaciones forestales… en territorio huancavelicano. Una gran cosa para nuestras cuencas en su conjunto. O sea… tanto para Ica, como para Huancavelica.

Con estas obras estamos avanzando – día a día – en torno a nuestro propósito de tener agua todo el año… en todas nuestras cuencas. De arriba a abajo… de Huancavelica a Ica. En ese orden. Primero Huancavelica… después Ica. Así es el asunto.

Pero ¡oh sorpresa! Ha surgido un escollo. El Consejo Regional de Ica – ¡quién lo hubiera imaginado! – está trabando la autorización del aporte económico que el Gobierno Regional de Ica debe hacer a la MANRHI, y que nuestro par huancavelicano ya hizo. O sea, Huancavelica cumple con el aporte que le permitirá a Ica tener agua todo el año… pero Ica no. ¡Qué vergüenza! Pero sobre todo… ¡qué locura!

En ese sentido PROTESTO por la irresponsabilidad – e indolencia – de algunos miembros del Consejo Regional de Ica, quienes están poniendo en riesgo la “Hermandad del Agua” entre Ica y Huancavelica. Ergo… están poniendo en riesgo el agua para Ica.

Me parece justo que el pueblo iqueño sepa quién es quién en el Consejo Regional. ¡Qué explicación le daremos al hermano pueblo huancavelicano! ¿Que ellos inviertan su dinero para que los iqueños tengamos agua? ¿Acaso Ica no va a invertir en los proyectos de Siembra y Cosecha de Agua en nuestras cabeceras de cuenca? ¿Eso quieren que les digamos a los huancavelicanos?

La ciudadanía iqueña tiene todo el derecho de exigir la inmediata autorización – de parte del Consejo Regional – del aporte comprometido del Gobierno Regional de Ica a la MANRHI. El agua para Ica… bien lo justifica. Lampadia




Reflexiones en nombre de la justicia

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 20 de abril de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

El compromiso político que propició nuestro triunfo en las elecciones regionales pasadas fue “gobernar en el nombre del agua, la salud, la educación, y la justicia”. Algo parecido a la Santísima Trinidad del Cristianismo: Padre, Hijo, y Espíritu Santo.

En el caso del Gobierno Regional de Ica – como si se tratara de una religión – nuestra “señal de la cruz” tiene 4 grandes prioridades: agua, salud, educación, y justicia. Inclusive, nos persignamos cuando la pronunciamos en voz alta.

En artículos anteriores me he referido – ampliamente – al agua, la salud, y la educación. Y aunque se les pudra el hígado a nuestros detractores, no pueden negar que hemos tenido logros importantes en esos tres ámbitos. Obviamente, queda un largo camino por recorrer, pero es un hecho incuestionable que tenemos más agua, gracias a los reservorios que hemos construido en la Sierra. Es – también – incuestionable que tenemos más agua potable en los hogares; que la atención en nuestros hospitales ha mejorado; que hemos reducido los casos de Dengue; y que la educación ha mejorado mucho. Incluso, nuestros logros en deporte, cultura y ciencia están claramente cuantificados en nuestro medallero olímpico escolar.

¡Pobres criticones! A regañadientes han tenido que tragarse varios sapos. Tantos que hasta tufo a batracio les ha salido. En fin… ¡allá ellos con sus rabias e indigestiones!

Ahora – más bien – quisiera referirme a la 4ta. gran prioridad de nuestro compromiso de gobierno: la JUSTICIA… rubro en el cual también tenemos logros importantes. Si no, que lo digan los 30 funcionarios corruptos que hemos destituido del Gobierno Regional. Y otros tantos que hemos suspendidos temporalmente… sin goce de haberes.

A ese respecto se podría decir que el “Sistema de Justicia” no funciona como debiera. Me refiero a instituciones como la Policía, la Fiscalía, la Contraloría, la Defensoría del Pueblo, el Poder Judicial, el Instituto Nacional Penitenciario. Incluso, el Congreso de la República y los Consejos Regionales. A los que habría que agregar otras instituciones como los Colegios Profesionales, la Prensa, y toda una gama de Asociaciones y ONG’s que – supuestamente – ejercen JUSTICIA en nuestro país.

Pues bien – repito – ese “Sistema de Justicia” no funciona como debiera. Prueba de ello… la corrupción. Y su prima hermana… la impunidad. Peor aún, todas las instituciones antes mencionadas están infiltradas por gente corrupta. CORRUPCIÓN… “ese virus social que lo infecta todo”. (Palabras del Papa Francisco).

La única JUSTICIA que funciona – al menos en el Gobierno Regional de Ica – es la “Justicia Administrativa”. O sea, la que nos ha permitido sancionar – rápidamente, y con todas las de la ley – a decenas de servidores corruptos que se juraban intocables. Médicos que abandonaban sus guardias y cobraban como si nada. Funcionarios que cobraban viáticos con facturas falsas. Trabajadores que “vendían” todo tipo de licencias o permisos. Enfermeras que lucraban con medicamentos robados. Jefes que cobraban cupos a sus subalternos. Coimeros que sobrevaloraban todo tipo de compras y contrataciones inútiles. Y muchos etcéteras más.

Ninguno de los delitos antes mencionados fue detectado – y menos sancionado – por ninguna de las instituciones del “Sistema de Justicia”. Al contrario… ¡algunos congresistas y consejeros regionales se pusieron del lado de los corruptos! ¡Cuántos policías y fiscales forman parte de las mafias de la corrupción! Y ¿Qué me dicen de los dirigentes del Colegio Médico de Ica y los periodistas chantajistas? ¡Son unos pandilleros!

Las cosas claras y el chocolate espeso. El problema No. 1 de nuestro país es la corrupción. Y el No. 2 la impunidad. El “Sistema de Justicia” no funciona. Lo único que funciona – cuando existe la voluntad y las agallas para aplicarla – es la Justicia Administrativa. En ese sentido, vamos a seguir sancionando la corrupción con el máximo rigor. ¡Así ejercemos JUSTICIA en favor de la ciudadanía!

En el nombre del agua, la salud, la educación… y la JUSTICIA. ¡Amén! Lampadia




Agua para Ica… y pago por servicios eco-sistémicos para Huancavelica

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 13 de abril de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Para la costa desértica de Ica, el agua – per se – es una bendición. Sin embargo, el agua en exceso puede generar muchos estragos, tales como inundaciones, huaycos, roturas de puentes, etc.

Ahora bien, el término “exceso” es relativo. Para una región desértica como la nuestra, una lluvia o avenida inesperada puede devenir en un desastre. En cambio, para una región ubicada en una zona lluviosa – como es el caso de nuestros pueblos amazónicos – las lluvias torrenciales constituyen eventos rutinarios, que no causan ningún estrago a la población.

Entonces, de lo que se trata es de estar siempre preparados para afrontar con seguridad y eficiencia, fenómenos como El Niño – o temporadas muy lluviosas – que suelen traer mucha agua para nuestras costas.

El espacio de intervención preventiva debe ser la cuenca hidrográfica en su integridad; no sólo el centro poblado o camino que se pretende proteger. Hay que intervenir todo el territorio en cuestión. De arriba abajo. Todas las quebradas. Ambas márgenes del río. Todo.

A ese respecto, lo ideal es contar con la mayor capacidad de regulación posible en las partes altas; es decir, reservorios. Así, cuando se presentan lluvias extraordinarias, se puede almacenar dichas aguas – o parte de ellas – y evitar daños en las partes bajas.

Los huaycos que suelen presentarse en las quebradas ubicadas en las partes medias, deben prevenirse con bosques y diques de contención, o andenes. Lamentablemente, los peruanos hemos sido muy irresponsables al deforestar gran parte de nuestra cordillera. Y peor aún, al abandonar – y por ende, destruir – la prodigiosa andenería que nos legaron nuestros antepasados prehispánicos.

En las partes bajas – donde se abren los fértiles valles iqueños – la prevención consiste en la descolmatación recurrente de todos los cauces, y en el reforzamiento de los puntos críticos, por donde los ríos pueden desbordarse.

La idea es dispersar el agua a lo largo de todos los canales, acequias, ductos y parcelas por donde el agua pueda discurrir sin hacer daño. Inclusive, se deben identificar zonas inundables que permitan sacar la mayor cantidad de agua de los ríos, y así salvar a las ciudades de inundaciones.

Dicho esto, habría que aclarar que en la costa iqueña el agua vale más que en cualquier otra parte del mundo. Efectivamente, gracias al extraordinario clima y suelo de nuestra región, la producción agrícola – expresada en US Dólares por litro de agua – alcanza su máximo valor. Entonces, parafraseando al viejo Arquímedes – autor de la célebre expresión: “Dame un punto de apoyo y moveré el mundo” – en el caso de Ica se podría decir: “Dame un poco de agua y alimentaré al mundo”.

Por todo ello, Ica y Huancavelica estamos de acuerdo en la propuesta del Ministerio del Ambiente de establecer un pago por servicios eco-sistémicos. Un aporte a perpetuidad – a cargo de los usuarios rurales, urbanos, e industriales – exclusivamente para construir reservorios y plantar bosques en las partes altas y medias de nuestras cuencas. O sea, en Huancavelica.

Respeto, equidad, justicia, y sostenibilidad. He ahí las 4 armas secretas de la “Hermandad del Agua” que Ica y Huancavelica estamos construyendo con excelentes resultados. El pago por servicios eco-sistémicos es un elemento muy importante del hermanamiento “huancaveliqueño”.

¡Estamos haciendo historia! Lampadia




“Agua Grande”, carreteras, puertos, ferrovías…

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 9 de marzo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

El VII GORE EJECUTIVO quedará grabado por siempre en mi corazón. El evento que reúne – cada dos meses – a Gobernadores Regionales, Ministros y Presidente de la República, sirve para monitorear el quehacer de las regiones.

El broche de oro del evento fue la firma del acuerdo entre los Gobiernos Regionales de Ica y Huancavelica, y el Ministerio de Agricultura para llevar a cabo la “La Hermandad del Agua”.  

Es decir, una serie de proyectos de afianzamiento hídrico en: (1) la cuenca del Río San Juan en Castrovirreyna y Chincha, (2) la cuenca del Río Pisco en Huaytará y Pisco, (3) la cuenca del Río Ica en Huaytará e Ica, y (4) la cuenca del Río Grande en Huaytará, Palpa, y Nasca.

“Agua Grande” – nuestro proyecto estrella – ya tiene licencia social. A partir de ahora – y por siempre – ¡Ica y Huancavelica somos Hermanos de Agua!

En realidad, este hermanamiento empezó hace 3 años cuando ambos Gobernadores asumimos funciones. El contacto inicial fue tenso por la larguísima historia de luchas y desencuentros por el agua. Pero las tensiones se disiparon rápidamente cuando establecimos las pautas para nuestro hermanamiento:

  1. Respeto mutuo. Nadie es más que el otro.
  2. Equidad. En los Consejos de Cuencas. En la Mancomunidad Birregional Huancavelica – Ica. Etc.
  3. Justicia. En el uso compartido de las aguas. En el pago por servicios eco-sistémicos. Entre otros.
  4. Sostenibilidad ambiental. Los bofedales no se tocan… por ejemplo. Y así sucedió.

Ahora… bienvenidos los reservorios y bosques para almacenar aguas de lluvias. Bienvenidos los canales y pozas de infiltración para recargar acuíferos. Bienvenidas todas las fuentes de financiamiento para la Siembra y Cosecha de Agua: fondos públicos, iniciativas privadas, cooperación internacional, pagos por servicios eco-sistémicos, etc.

Pero hay más. En estos días se abrirá el tramo Pisco – San Andrés de la autopista Chincha – Ica. Al evitamiento de Chincha, se suma ahora el evitamiento del semáforo de Pisco. Gracias a esta obra, medio Perú es más moderno y seguro, más rápido y fluido, más eficiente y competitivo. ¡Eso es progresar!

La concesionaria a cargo de la modernización del Puerto General San Martín de Pisco acaba de iniciar obras. Para tales efectos invertirá US$ 260 millones durante los próximo 30 meses. Similar al caso anterior, medio país contará – en breve – con un modernísimo puerto multipropósito en Pisco. ¡Chau Puerto del Callao! Queremos mucho a los limeños y chalacos, pero detestamos su tráfico infernal.

Más al Sur está diseñándose el Mega Puerto San Juan de Marcona. Una inversión privada de US$ 600 millones permitirá la construcción de un puerto que embarcará más de 30 millones de toneladas de minerales por año. Si le sumamos la carga de importación, Marcona será el puerto más grande del país. ¡Más grande que El Callao! ¿Año de inicio de operaciones? 2021.

Pero lo más-más viene por el lado ferroviario. Además del Tren de Cercanías Barranca – Ica, viene el Tren Cotabambas (Apurímac) – Marcona (Ica). Ambos proyectos están en fase de diseño, así que paciencia y buen humor. ¿Habrá que esperar 4, 6, 8 años? No sé. La cosa es avanzar… no parar. Respaldemos al Gobierno Central y – como Gobierno Regional y Municipios – demos todas las facilidades para que los inversionistas hagan su trabajo sin demoras.

Entre paréntesis, me parece estar escuchando las críticas berrinchudas de mis adversarios. Mentiroso, inepto, corrupto, abusivo. Todo eso – y mucho más – dicen de mí mis detractores. Ante ello ¡sólo queda ponerle luto a la bacinica!

El hecho real y concreto es que Ica avanza a lo grande. Porque detrás del “Agua Grande” y detrás de esta infraestructura logística de primer mundo viene más minería, más agricultura, más pesca, más industria, más turismo, y – sobre todo – más pisco del bueno. En síntesis… más trabajo y bienestar. Por todo ello ¡salud! Lampadia




El Perú tiene agua… los peruanos no

El Perú tiene agua… los peruanos no

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 27 de setiembre de 2017
Para Correo Ica y
Lampadia

Todos los años – de enero a marzo – los peruanos botamos una enorme cantidad de agua dulce al mar. Me refiero a las abundantes aguas de avenida que discurren por nuestros ríos, a vista y paciencia de toda la población. Todos los peruanos – año tras año… letrados y no letrados – somos testigos impávidos del paso de las aguas de avenida, y su inexorable pérdida en el mar.

Seamos sinceros… ¡qué poco hacemos por retener – aunque sea – una parte de esas aguas cuando están a nuestro alcance! Y luego… cuando los ríos se secan – todos los años, en los estiajes – ¡con qué desparpajo nos quejamos por la falta de agua!

No pues… es hora de actuar. ¡Basta de quejas y soluciones de escritorio! Tenemos agua en abundancia… en los veranos. Es cuestión de retenerla, guardarla, infiltrarla en los acuíferos… cualquier cosa que evite que se pierda en el mar, para disponer de ella en los estiajes.

Obviamente, hay que construir muchos reservorios… pequeños, medianos y grandes. Todos los que se puedan para guardar la mayor cantidad de agua posible. Sin embargo – a este respecto – los peruanos hemos vivido equivocados… toda la vida. Siempre dijimos que sólo el Estado debía construir los reservorios, y que estos tenían que ser inmensos.

Sólo los grandes reservorios estatales – tipo Poechos en Piura – solucionarían el problema de escasez de agua en el país. Aquellos que cuestan miles de millones de dólares y – por ende – tardan una eternidad en construirse. Y – mientras tanto – nada de nada. ¡Craso error!

Más vale un pequeño reservorio… que nada. Inclusive, como los pequeños reservorios son baratos y rápidos de hacer – a la larga – es más fácil construir muchos pequeños reservorios – que sumados almacenan una gran cantidad de agua – que invertir en pocos mega reservorios que – en la práctica – nunca se construyen.


Reservorios de agua de Sierra Productiva

Segundo craso error. El agua sólo se puede almacenar en reservorios superficiales. Falso. Los acuíferos – o sea, los estratos del subsuelo que contienen agua – suelen ser muy grandes y pueden hacer las veces de enormes reservorios de agua subterránea. Inclusive, pueden rellenarse artificialmente mediante técnicas de infiltración inducida. En síntesis, las aguas de avenida se pueden almacenar (1) en reservorios superficiales tradicionales, y (2) en reservorios subterráneos… o acuíferos.

Luego tenemos el poder retentivo de los bosques y praderas… los cuales hacen las veces de esponjas – enormes – capaces de retener humedad en grandes cantidades. Bueno pues… lejos de preservar los bosques y praderas como hubiera correspondido, los peruanos los hemos depredado – a más no poder – sin ninguna consideración ambiental. Terrible. La demanda de leña y carbón de palo – literalmente – ha acabado con nuestros bosques naturales.

¿Qué hacer al respecto? Muy sencillo. Replantar bosques… plantar millones de árboles para reforestar todo lo que hemos depredado a lo largo de los últimos 100 años… o más.


Fuente: Sierra Productiva

Y cuanto al uso del agua – como diría el poeta – hay hermanos, muchísimo que hacer. En el agro… la clave para evitar el desperdicio del agua está en el Riego Tecnificado. En los centros poblados… redes en buen estado y micro medición. Y en las casas… “cierra el caño”. Para todo ello la fórmula secreta se llama “Tarifas de Agua”. Sí – aunque muchos se quieran pasar de vivos – hay que pagar por el agua. El que consume más, paga más. El que consume menos, paga menos.

Menos egoísmos regionales. Más “hermandad del agua” entre cuencas vecinas. Menos floro. Menos teoría. Más manos a la obra. Dejemos de lado la ignorancia y démosle paso a la sapiencia. Y – por supuesto – más liderazgo político. Me refiero a liderazgo político… del bueno. Así podemos resolver la paradoja del agua en nuestro país. Puro sentido común.

Los peruanos tenemos que aspirar a tener – todos – agua todo el año. Pues bien… en eso estamos Ica y Huancavelica. Lampadia

 




Siembra y Cosecha de Agua

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 5 de mayo de 2017
Para Lampadia

Muchos iqueños no saben – y algunos ni siquiera quieren saber – lo que estamos haciendo en la Sierra de nuestra región. La verdad… no tengo palabras para describir la belleza de los reservorios – llenos de aguas preciosas y cristalinas, captadas durante la última temporada de lluvias – y las primeras plantaciones de pinos en lo alto de nuestra cordillera. Ya tenemos cerca de 13 reservorios y 250 mil pinitos plantados. Y antes de finalizar nuestra gestión – en diciembre del 2018 – debemos llegar a unos 107 reservorios y más de dos mil hectáreas de bosques de pinos. A la larga, vamos a dejar trazado el camino para construir miles de reservorios en las alturas de todas nuestras cuencas, y plantar cientos de miles de hectáreas de bosques de pinos y otras especies forestales.

Los constructores de esta gran obra son muchos. Sin embargo, el artífice indiscutible del proyecto es el Ing. Néstor Mendoza Arroyo; nuestro Director Regional de Agricultura. Un cajamarquino – de quitarse el sombrero – que tiene un ángel especialísimo en su trato con la gente sencilla del campo. Él personifica a la perfección aquel dicho que dice… “el que sabe, sabe”. Efectivamente, nadie – mejor que él – conoce al más mínimo detalle los conceptos y técnicas de la “Siembra y Cosecha de Agua”, la cual incluye conocimientos de viveros, genética vegetal, reservorios, forestación, riego tecnificado, etc. Ciertamente, el equipo que lo acompaña tiene también muchos méritos.

Luego están los valiosísimos aportes de las Comunidades Campesinas de las cabezadas de nuestras cuatro cuencas regionales; como son (1) Río San Juan o Chincha, (2) Río Pisco, (3) Río Ica, y (4) Río Grande, que cubre los valles de Palpa y Nasca. En síntesis, todos los ríos de Ica van a tener agua en los estiajes, gracias a los reservorios y bosques que estamos construyendo arriba en la cordillera.

Ahora bien, esta gran obra no se puede ver desde la Costa. Para verla y gozarla, hay que ir a la Sierra – mejor dicho, al “cielo” – a las comunidades de San Juan de Yanac, Huañupiza, Chavín, Liscay, San Pedro de Huacarpana, Bellavista, Pauranga, Curis, San José de Curis, San Andrés de Quilcanto, Santa Ana de Tibillos, etc. a las que hay que sumar las comunidades de las provincias hermanas de Castrovirreyna y Huaytará en Huancavelica, y Lucanas en Ayacucho. Allá arriba está ocurriendo el milagro del agua y – su derivada – la vida. Desde la madrugada, hasta el atardecer… inclusive de noche, estos paisanos estupendos están llevando a cabo – silenciosamente – una verdadera revolución ambiental y social, que beneficiará – de arriba abajo – a toda la región.

Sí… la Sierra de Ica es preciosa y majestuosa, y tiene los nombres que acabo de mencionar. Más bien, aprovecho la ocasión para recomendarle a todos los iqueños que suban a nuestro “cielo” para valorar el esfuerzo de todos los que están ejecutando la “Siembra y Cosecha de Agua”. Aparte de la indescriptible belleza del paisaje, conocer a tanta gente buena y encantadora resulta una experiencia gratísima.

Ese es – pues – el mundo del agua, con el cual nos comprometimos cuando asumimos el Gobierno de la región. Y estoy convencido de que estamos haciendo lo correcto. En todo caso, nuestros hermanos de la Sierra están encantados, y en todo momento exteriorizan su compromiso y convicción respecto a las bondades del proyecto. De nuestra parte, nos sentimos también encantados por lo que estamos haciendo, porque – más temprano que tarde – vamos a tener el “Agua Grande” que tanto requerimos para el progreso de nuestra pujante agricultura.

Por todo lo expresado, vamos a seguir – sin cansancios, sin quejas, y sin hacerle caso a los criticones – con este proyecto que más parece una gran obra de arte… la cual se ve mejor desde el “cielo”. Lampadia




Sostenibilidad, seguridad y bienestar para los iqueños

En Ica, con su Gobernador a la cabeza, se siguen dando las pinceladas de un Perú que suma esfuerzos para el bien común de varias regiones, se piensa en el futuro y se diseñan nuevas infraestructuras para el manejo del agua, se hace seguimiento a su ejecución y se terminan a tiempo y según previsiones de costo.

Fernando Cillóniz, el Gobernador Regional de Ica, sigue acumulando experiencias exitosas que son un ejemplo de buena gobernanza. Experiencias que debemos difundir en todas las regiones del Perú. Veamos su último informe:

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 31 de marzo de 2017
Para Lampadia

Ya estamos en otoño. Las temperaturas empiezan a refrescar. Amanece más tarde y el ocaso se adelanta. Las lluvias en la Sierra disminuyen, y después de un verano inesperadamente lluvioso – y por momentos, incontrolable – las aguas vuelven a su nivel. Ya no nos amenazan los huaicos y las aguas de los ríos se aclaran – hasta secarse completamente – en espera de la próxima avenida, que – ojalá – traiga aguas tempranas, pero sin la ferocidad de la temporada que acabamos de pasar.

Otoño, invierno, primavera, verano. Cada estación tiene su hidrología, la cual varía de año en año. Nunca se sabe – exactamente – cuándo llegará el agua nueva, ni cuánta agua traerá el río. Asimismo, nunca se sabe – con absoluta certeza – cuándo caerán, ni cuán destructivos serán los huaicos.

Lo descrito líneas arriba constituye una verdad de Perogrullo. Es decir; una verdad que todo el mundo conoce… una simpleza. Sin embargo, la perogrullada en cuestión no debiera interpretarse como que frente a los huaicos y lluvias, no hay nada que hacer… aparte de rezarle al Señor de Luren.

No; en la región Ica – aparte de rezarles a nuestros santos, que siempre es bueno – estamos trabajando, junto con Huancavelica y Ayacucho, en el manejo seguro y sostenible de nuestras cuencas para (1) tener agua todo el año, (2) evitar huaicos e inundaciones, y (3) propiciar el bienestar de nuestra población.

Arriba – en las cabezadas – estamos construyendo reservorios para almacenar aguas de lluvias. Asimismo, estamos plantando bosques de pinos, los cuales al inicio – durante el estiaje – serán regados con las aguas de los reservorios. Luego, cuando los pinitos crezcan y enraícen, y alcancen la humedad del subsuelo, ambos – reservorios y bosques – retendrán el agua de lluvias, y evitarán la erosión de las laderas. Y los huaicos desaparecerán. En vez de lodo y piedras, aguas limpias bajarán por las quebradas. Y – lo que es mejor – habrá agua todo el año.

El Gobernador de Ica, Fernando Cillóniz, junto al Gobernador de Huancavelica, Glodoaldo Álvarez, acompañados de gerentes, sub gerentes, técnicos y expertos. Fuente: GORE ICA

Los trasvases de cuencas superavitarias hacia cuencas deficitarias nivelarán los desequilibrios hidrológicos de nuestra región. A ese le llamamos “La Hermandad del Agua”. Y con las infiltraciones inducidas y “Tomas Libres” en épocas de abundancia, rellenaremos los acuíferos y mitigaremos los riesgos de desastres por desbordes e inundaciones.

Entre tanto, estamos construyendo diques en las quebradas bajas. Este año, los diques de Cansas, La Yesera y Tortolitas evitaron un desastre mucho mayor en La Tinguiña y Los Molinos. Ahora, pasada la temporada de lluvias, estamos reforestando los diques, aprovechando – precisamente – la humedad de los sedimentos retenidos.

Está pendiente la revegetación de las riberas de nuestros ríos. Con el boom de las invasiones de tierras en Ica, la demanda de Carrizo para la fabricación de esteras es tal, que prácticamente no queda un cañaveral en pie. ¡Patético! Nuestros ríos han quedado desprotegidos… a merced de las avenidas. Eso lo vamos a corregir sancionando a los depredadores.

En el ámbito urbano – como diría el poeta – “hay hermanos muchísimo que hacer”. Desde la basura acumulada que resulta ser una causa más de desbordes de ríos y acequias, hasta la reubicación de poblaciones cuyos asentamientos fueron propiciados por traficantes de tierras y autoridades municipales – cada cual más corrupta e inescrupulosa que la otra – todo está por hacerse. A este respecto puedo afirmar que si los Municipios fallidos no toman cartas en el asunto, el Gobierno Regional hará lo que esté a su alcance para propiciar una solución radical; tal como hicimos – a través del OTASS – con las empresas municipales de agua potable.

Como se ve; nadie puede estar al margen de esta enorme tarea. La inacción sería una puerta abierta para más desastres. Los únicos que no tienen cabida en este proyecto para la vida son los pesimistas y criticones de siempre. Ellos que se pudran en sus rabias. Nosotros – en cambio – ¡vamos… manos a la obra! Lampadia




Agua para Ica… un sueño hecho realidad

Agua para Ica… un sueño hecho realidad

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 17 de marzo de 2017
Para Lampadia

Los números puros y duros son los siguientes: Captación a través de 1,758 metros de galerías filtrantes. 34 kilómetros de líneas de conducción. 78 kilómetros de redes de distribución de agua potable. 14 reservorios elevados. 13 pozos equipados con sistemas de bombeo electromecánico. 12 cámaras de desviación. 16,300 micro medidores.

Fuente: Diario Correo

La información técnica – financiera es un ejemplo para el resto del país: Monto contratado S/. 101´870,875.94 incluido el IGV. ¡Ni un centavo de reajuste! Nada de arbitrajes, juicios u observaciones significativas. ¿Cronograma de ejecución de obra? Conforme a lo programado. Nada de prórrogas ni alargues injustificados. Todo ejecutado de acuerdo a las especificaciones técnicas y al cronograma del proyecto. Cero accidentes de trabajo. Nada de coimas, ni diezmos, ni cartas fianzas truchas, como las varias que heredamos de la gestión anterior. Esta gran obra para Ica, empezó bien… y terminó bien.

Al comienzo – como es costumbre en nuestro país – hubo cierta oposición. El típico “¿qué hay para oponerme?” también estuvo presente. El entonces congresista Eduardo Cabrera fue el más ferviente detractor del proyecto. Luego se sumó su colega Manuel Dammert, quien – sin tener vela en este entierro – salió con el cuento del agotamiento del agua en Los Molinos; distrito donde se construyó la captación. Vale decir; donde se instalaron las galerías filtrantes.

[Otro opositor del proyecto fue el anti minero José de Echave: http://www.huachos.com/detalle/ica-la-sedienta-el-tema-del-agua-y-lo-que-se-viene-noticia-2730, cuando no. Ver glosa líneas abajo].

Nueva Bocatoma Los Molinos. Fuente: SkyscraperCity

Ambos congresistas hicieron su trabajo de instigación a la resistencia en el referido distrito, donde – valgan verdades – convencieron a unos cuantos. Además, como no podía ser de otra forma, aparecieron también los oportunistas de siempre; políticos, periodistas, ONG´s, etc. quienes pretendieron atemorizar a los moradores de Los Molinos con escenarios apocalípticos que – felizmente – la gente inteligente desdeñó. La cosa es que la oposición nunca representó un número significativo de personas; sobre todo frente a la gran población iqueña que ardía de sed desde hacía muchos años.

Para obtener la anuencia de la población, se llevaron a cabo numerosas reuniones y debates con todos los involucrados en el quehacer distrital y provincial: Alcaldes, Regidores, Defensoría del Pueblo, Agricultores, Frentes de Defensa, Autoridad Nacional del Agua, Juntas de Vecinos, etc. y todos… todos respaldaron el proyecto. Ciertamente, el Gobierno Regional se comprometió con una serie de obras en beneficio de la población de Los Molinos – básicamente pozos, canales y sistemas de riego – los cuales están en pleno proceso de diseño y formulación, y muy pronto estarán en fase de ejecución.

La Policía tuvo una actuación descollante durante la construcción de las galerías filtrantes… la papa caliente del proyecto. Su presencia fue determinante para que los trabajos se hicieran en orden y con la debida seguridad. Hubo un pequeño incidente cuando un par de señoras faltosas agredieron a un policía con el clásico mordisco femenino, por lo cual fueron denunciadas y detenidas. Aparte de ello, las obras se llevaron a cabo con total normalidad.

El hecho es que 175,000 iqueños tienen – a partir de ahora – agua potable continua; es decir agua 24 horas al día, todos los días del año. ¡Un sueño! Para esta gente noble, se acabaron los racionamientos, y – por ende – los tachos. Y tal como dicen los expertos en salud pública, muchas enfermedades – entre ellas, el Dengue – se propagan a través de aguas estancadas o almacenadas. O sea, en los tachos de agua que todo iqueño tenía que tener para disponer de agua durante los frecuentes cortes del servicio. ¡Eso se acabó!

Yo sé que hay congresistas, consejeros, periodistas – incluido el Señor Prefecto de Ica – cuya tirria hacia mí y mis colaboradores es tal, que les resulta imposible emitir una opinión favorable sobre cualquier obra o decisión del Gobierno Regional. Sin embargo, me temo que en esta ocasión tendrán que tragarse el sapo.

El Gobierno Regional – con todos sus defectos y limitaciones – ha hecho una gran obra. Los trabajadores iqueños han demostrado su gran valía. ¡Ica está feliz! Por fin… ¡tenemos aguaaaaa! Lampadia

Así se ‘defiende a los pobres’, pretendiendo que no tengan agua

Por: José De Echave
La región de Ica es un claro ejemplo de lo que no se debe hacer en materia de gestión de recursos hídricos. Las políticas implementadas desde hace décadas y el modelo productivo implantado multiplicaron la demanda de agua en esa región, al mismo tiempo que se fue excluyendo abiertamente a determinados grupos de usuarios.

Si bien el tema de la escasez del agua preocupa a toda la población, lo cierto es que la situación que se vive actualmente en Ica también se explica por el acaparamiento de este importante recurso por parte de las empresas agroindustriales que compran pozos, sobreexplotan el acuífero y afectan a los pequeños agricultores.

Frente a la “escasez de agua”, la solución unánime pareciera ser traer más agua para la región, trasvasando agua de la vertiente del Atlántico. Sin embargo cada vez está más claro para la población iqueña que los trasvases no solucionan temas de fondo, como el ya mencionado acaparamiento del agua. Agricultores de Pueblo Nuevo, Los Aquijes, Pacacutec, Ocucaje, Los Molinos, etc., denuncian las prácticas excluyentes que se han acentuado en esa región. (…)

En medio de un escenario complicado, estas últimas semanas se ha agudizado un nuevo conflicto por el agua en el distrito de San José de Los Molinos de la provincia de Ica. ¿El motivo? El intento de implementar el proyecto de “Mejoramiento y Ampliación del Sistema de Agua Potable Para la Ciudad de Ica”, cuyo monto de inversión asciende a 105 millones de soles y que afectaría a un grupo de pequeños agricultores y todo indica no ha tomado en cuenta la opinión y los derechos de la población de la zona.

¿Cuáles son los temas de controversia? Al parecer, miles de pequeños productores agrarios de las zonas de Trapiche y Chavalina del distrito de San José de Los Molinos serían afectados por el proyecto, en la medida que dependen única y exclusivamente del agua remanente que aflora en unos 8 puquiales. Además, la situación se complejiza en la medida que en la actualidad la población de la zona sólo tiene agua tres días por semana y apenas por media hora por día. (…)

Opinión Libre | Lunes 11 de julio del 2016
Ica la sedienta, el tema del agua y lo que se viene
Esta región es un claro ejemplo de lo que no se debe hacer en materia de gestión de recursos hídricos.
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