1

Perú le da la bienvenida al Mundo

Perú le da la bienvenida al Mundo

Luego de 48 años, la Reunión Anual de la Junta de Gobernadores del Grupo del Banco Mundial (BM) y del FMI se realizará en Latinoamérica, esta vez en Lima (la última reunión en la región fue en Brasil en 1967).

Durante la semana del 5 de octubre, el Perú acogerá a las autoridades monetarias y fiscales de 188 países, a los líderes de todos los organismos multilaterales y a connotadas figuras de las finanzas y economía global. Entre las eminencias que nos visitan tenemos a Janet Yellen (FED), Larry Summers (Ex Secretario del Tesoro de EEUU) y Martin Wolf (del Financial Times), el principal comentarista económico del mundo. 

Entre los temas más importantes a tratarse están: el crecimiento de la economía global, los precios de las materias primas, la desigualdad, las reformas pendientes y el cambio climático.

Hace 48 años nuestro país estaba ad-potas de iniciar una aventura anti natura de nuestro desarrollo con la dictadura militar que nos alejó del mundo de las políticas públicas racionales para sumirnos en una profunda crisis de empobrecimiento y de lejanía del resto del mundo que se fue agravando hasta 1990. En ese lapso, el Perú proscribió la inversión privada en el campo, la minería, la energía, los bosques, la pesca y hasta en el turismo.

El resultado de esa debacle lo conocimos con la miseria y la sangre de muchos peruanos. Dios mediante, nuestro país supo recuperarse de la implosión productiva, el desempleo, la hiperinflación, el terrorismo, la pobreza y la desigualdad; gracias a la gran reforma de los años 90, coronada con la Constitución del 93 que trajo de regreso a la inversión privada, la racionalidad de la cosa pública y que desató las magníficas capacidades dormidas de nuestra gente para crear riqueza y prosperidad.

Es de caballeros reconocer que ambas instituciones, el BM y el FMI, fueron determinantes en la recuperación y reinserción del Perú en la senda de la prosperidad. Ver en Lampadia: Crónica de una reinserción

 

Ver en Lampadia: Quieren bajarle la llanta a la prosperidad

Nuestra recuperación arrancó en 1993 con 7.5% de crecimiento anual hasta 1998 en que cortamos la cadena de pagos (ver en Lampadia: ¡Qué “calato”… ni que ocho cuartos! ). Luego de superar ese bache, volvimos a crecer desde el 2003 hasta el 2013 a tasas muy superiores a las del resto del mundo y muy por encima de la performance regional.

Como acaba de comentar Alberto Rodríguez, Director del BM para Bolivia, Chile, Ecuador, Venezuela y Perú: “El crecimiento económico del Perú de los últimos años fue inclusivo, porque a la par de incrementar sus ganancias, se preocupó por ser inclusivo y reducir los niveles de inequidad. (…) No solo se rebajó los niveles de pobreza, sino que además disminuyó la inequidad, pues el cociente GINI pasó de 0.49 a 0.44 puntos”. (Correo, 4 de octubre).

Por su lado, Alejandro Santos, representante del FMI en Lima, dejó atónito a Raúl Vargas el sábado 3 de octubre, cuando éste le pidió una nota para el desempeño del Perú: “Le pondría 9.9 sobre 10 por el manejo económico realizado en los últimos 25 años. Los logros no solo están en el área económica sino también en la social”. (Expreso, 4 de octubre).

Santos agregó: “Es algo de lo que la gente no se da cuenta, siento que cuando hablo con la gente hay una ola de pesimismo. En todos lados de repente se pasa de la euforia a la depresión, pero el Perú es el mismo del año pasado y será el mismo del próximo año”.

Ana Corbacho, economista del FMI nos dice: “El Perú enfrenta una situación de coyuntura económica de crecimiento bajo, pero desde una posición de fortaleza”. (Perú21, 4 de octubre).

Christine Lagarde, Directora General del FMI afirma: “El Perú es un país dinámico con un rico acervo cultural. A lo largo de la última década ha dado pasos extraordinarios para elevar los niveles de vida de sus habitantes y para convertir su economía en una de las más dinámicas entre los países emergentes”. (El Comercio, Portafolio, 4 de octubre).

Nada de esto significa que el Perú sea un país desarrollado. Aun somos ‘un país en construcción’. Como agrega Lagarde, todavía tenemos que emprender reformas de gran alcance, cerrar la brecha de infraestructuras y mejorar el capital humano. En esta línea de pensamiento, en Lampadia hemos venido insistiendo en: la necesidad de lograr una buena Gobernanza, tener un Estado Meritocrático, hacer una verdadera revolución educativa, mejorar sustancialmente en salud, bajar la barrera de la formalidad infraestructuras, aumentar el desarrollo tecnológico, facilitar los procesos de inversión y generar un clima de negocios sano. Este esfuerzo no ha sido sistemático, por eso, desde hoy estamos creando un ‘Repositorium’ sobre el Estado del Siglo XXI, donde acumularemos los elementos relevantes de esta importante y urgente tarea.

Durante esta semana, los peruanos tenemos que ser esponjas para absorber información sobre las mejores prácticas económicas y sociales del mundo y conocer un poco más de la realidad global, tan ajena a nuestro interés cotidiano. Además, debemos tener una semana de paz y armonía interna, brindando a nuestros visitantes nuestro calor humano, la gratificación de nuestra gastronomía y un mayor conocimiento de nuestra realidad de país con gentes maravillosas y lleno de oportunidades de inversión y crecimiento.

Lamentablemente la prensa peruana está en otra… La mayoría de los diarios que se exhiben en los kioscos, no informan a los ciudadanos de esta importante reunión para el Perú. (Ver ilustración). Lampadia

 




Dani Rodrik: Ideas desde Davos

Dani Rodrik: Ideas desde Davos

Dani Rodrik es un destacado economista de Princeton y Harvard, y uno de los más influyentes a nivel internacional en temas relacionados a crecimiento y desarrollo económico y reformas de Estado. En una entrevista para Perú 21 desde la sede donde se lleva a cabo el Foro Económico Mundial, Rodrik habla sobre el nuevo escenario internacional que le espera a los países emergentes para continuar la senda de crecimiento que han mostrado en los años previos, las políticas económicas de los países de América Latina, y los retos en materia de reformas institucionales. Uno de los mensajes que deja el experto es que “no existe un libro de recetas para ejecutar reformas”, ya que mejorar la gobernanza, las instituciones regulatorias, y en general el ambiente de inversiones con mejor protección a los derechos de propiedad involucra cambios difíciles y largos cuyos diseños varían de un contexto a otro. Asimismo, Rodrik señala que uno de los desafíos prioritarios de la región es reducir la informalidad a través de políticas que se adecuen a las causas que la generan.   

Leer la entrevista completa publicada en Perú 21, jueves 23 de enero de 2014




La productividad del Perú en tres tiempos

La productividad del Perú en tres tiempos

Por 45 años (1960 a 2004) el crecimiento promedio de la productividad en el Perú fue de 0.1%, una tasa insignificante comparada con la alcanzada por otras economías emergentes que crecían a tasas superiores al 2%. Sin embargo, el giro en el modelo económico dela década de 1990 con la Constitución del 93, hizo posible que el Perú  lidere en los últimos años el crecimiento de la productividad en Latinoamérica (2.3% para el periodo 2005-2011). La tarea no está completa, ahora hace falta promover las reformas que nos permitan mantener el mismo ritmo.

Primer tiempo (1960-2004): estancamiento de la productividad

Por 45 años (de 1960 a 2004), mientras que economías de similar ingreso al Perú (como Corea del Sur) elevaban su productividad a un ritmo de 2% anual, nuestro país lo hacía apenas en 0.1%, es decir nos empobrecíamos año tras año en relación con otras economías emergentes. La intervención del Estado en el mercado, la prédica anti inversión privada y las políticas proteccionistas, iniciadas en la década de 1960 condujeron al Perú, al estancamiento de la economía y al empobrecimiento general que nos sacó de la senda del desarrollo por décadas.

Experimentos como el Modelo de Sustitución de Importaciones, Capitalismo de Estado y Populismo Macroeconómico llevaron al país a perder su capacidad de crear riqueza, lo que se  acentuó en la década de 1980, donde nuestra productividad cayó en promedio 3.5% por año.

Las reformas en los años 1990, centradas en la reinserción de nuestra economía en el mundo global, la apertura comercial, privatizaciones, una cierta liberalización del mercado laboral y en menores regulaciones estatales, lograron elevar la productividad del país. Las inversiones en infraestructuras permitieron reducir los costos del comercio exterior, elevando la competitividad. Por su parte los servicios públicos privatizados, se tornaron más eficientes, con mayor cobertura y calidad a  menores precios. Mejoró la conectividad del país a través de nuevas redes de telecomunicaciones, se incrementó la generación, transmisión y distribución de energía y se favoreció el desarrollo del sector industrial. De esta manera se empezó a recuperar la productividad, cerrando la década con un crecimiento promedio de 0.8%, después de la caída de la década anterior.

Segundo tiempo (2005-2011): la recuperación de la productividad

En la segunda mitad de la década del 2000 las reformas fueron madurando, las inversiones  privadas (83%) y públicas (17%), alcanzaron niveles record, superando el 28% del PBI (en 2013) y las empresas peruanas empezaron a aparecer en los rankings de las más grandes corporaciones de la región. Para el periodo 2005-2011 la tasa promedio de crecimiento de la productividad fue de 2.3%, liderando con ello, según de The Conference Board, el crecimiento de productividad de Latinoamérica que decreció en 0.3% y superando el promedio de los países emergentes de 1.6%. Sin embargo, aún nos encontramos lejos de países como China, que, tuvieron que incrementar su productividad en 3.4% cada año para poder sostener un crecimiento promedio de su economía a una tasa de 10%.

Tercer tiempo (2012 – 2021): mayor crecimiento de la productividad

Para que el ingreso medio per cápita pueda converger a los niveles de los países desarrollados (OECD), no es suficiente con lo realizado hasta ahora. El Gobierno debe enfocar sus esfuerzos para concretar las reformas que den un mayor impulso al crecimiento de la productividad. Debiéramos crecer a tasas similares a las de los tigres asiáticos en su larga fase de despegue. El Banco Mundial (2006) ha identificado que ningún país ha logrado mantener un crecimiento alto y sostenido sin tener altas tasas de inversión en infraestructura y educación. En el caso del Perú, para lograr un crecimiento más pronunciado de la productividad, es preciso avanzar en las siguientes reformas:

Estado eficiente: contar con un poder judicial eficaz e independiente, derechos de propiedad bien delimitados, agilidad en los trámites burocráticos.

Infraestructuras: reducir la brecha de en infraestructuras, vía concesiones y Asociaciones Público Privadas (APP). Existe una importante oportunidad de financiamiento externo para este tipo de proyectos.

Educación: mejorar la calidad de la educación. Además alentar la formación de carreras tecnológicas.

Tecnología: incrementar la colaboración de las empresas y las universidades. Alentar las carreras de ingeniería y ciencias. Generar incentivos para que las empresas incrementen su presupuesto en innovación.

Instituciones: mejorar las reglas de juego para facilitar una mejor convivencia de los ciudadanos, su protección contra el abuso del Estado, el clima de inversión y una mejor gobernanza.

Hasta ahora hemos trazado exitosamente el camino inicial para alcanzar el desarrollo, por ende no debemos desandar lo avanzado ni caer en la complacencia. Todavía (hermanos), hay mucho por hacer. Los resultados del Reporte de Competitividad del Word Economic Forum, nos ofrecen luces sobre el trabajo pendiente. En 2013 el Perú se encuentra a la cola en todas las reformas mencionadas, siendo las tareas más complicadas el desarrollo de innovación (puesto 122) y en el mejoramiento de las instituciones (puesto 109). Podemos implementar estas reformas adaptando a nuestra realidad los casos de éxito económico como, por ejemplo, el de Nueva Zelanda, que se  ubica en la lista del Top 10 en los indicadores de los temas que constituyen nuestra agenda pendiente. Lampadia