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Educación Privada de Excelencia: Innova Schools

Educación Privada de Excelencia: Innova Schools

La educación escolar en el Perú es probablemente el mayor reto pendiente para nuestro desarrollo a largo plazo. De esto se habla hace más de dos décadas, pero los avances para poner al día a nuestros niños deja aún mucho que desear. El presupuesto público de educación ha subido de manera importante con el crecimiento de la economía, pero en términos de su peso con respecto al PBI todavía está en 3.5% (la meta es 6%).

Sin embargo, durante los últimos 15 años, la educación privada ha tenido un crecimiento mucho mayor, representando otro 3% del PBI. Lamentablemente, la disposición del Gobierno por integrar el esfuerzo con el sector privado es muy débil. Las autoridades públicas no destacan la presencia del sector privado en la educación, más que para repetir una y otra vez que también es de mala calidad.

No se ve al Gobierno haciendo suyos los desarrollos más exitosos del esfuerzo privado, ni promoviendo más emprendimientos privados ni Asociaciones Público Privadas (APP) que podrían inyectar mayor vitalidad al sector.

El reto por mejorar la calidad de la educación es tal, que en el CADE 2014, el especialista de la Universidad de Harvard,  Lant Pritchett, recomendó hacer un ‘Big Bang’, al igual que el propio IPAE como parte de su ‘Visión al Tercio de Siglo, que propuso un ‘salto cuántico’. Ver en Lampadia: La buena gestión del Ministro de Educación puede ser insuficiente – Tenemos que emprender una revolución educativa.

En Lampadia hemos propuesto “Un nuevo pacto social por la educación” pero, lamentablemente, no ha recibido mayor atención de parte del Gobierno ni de IPAE. Ver en Lampadia: Nobel de la Enseñanza: US$1 millón para profesora – Dignifiquemos el rol de los maestros.

Creemos que es fundamental hacer un extraordinario esfuerzo para nivelar la calidad con la de los países más desarrollados. Más aún ahora que se ha hecho evidente el advenimiento de una revolución tecnológica que amenaza con dejar fuera de carrera a los países que no puedan adoptar las nuevas tecnologías que van a transformar la educación, la salud, la forma de hacer negocios y la vida de las personas. Ver en Lampadia: Revolución Tecnológica.

El caso de Innova Schools es un desarrollo extraordinario en el que se destaca de manera evidente la fuerza transformadora de los sistemas modernos de educación, con especial énfasis en la capacitación de los maestros. Ver en LampadiaCompensemos las carencias en educación y salud – La Capacitación produce milagros e Ideo apunta a reinventar la educación en el Perú con Innova School.

Un antiguo dicho afirma ‘que nadie es profeta en su tierra’. El caso de Innova Schools parece confirmarlo. Chris Weller de Tech Insider acaba de publicar (4 de agosto 2015) un gran elogio a los éxitos de esta cadena peruana de colegios para la clase emergente. Ver: http://www.techinsider.io/innova-schools-in-peru-offer-great-education-for-cheap-2015-7.

A continuación publicamos el contenido de esta publicación:

Empresario peruano contrató a firma de diseño de fama mundial para rediseñar el sistema escolar privado de su país, y los resultados son impresionantes

Traducido y glosado por Lampadia

En el país natal de Carlos Rodríguez-Pastor de Perú, la educación se está quedando atrás. El empresario quería que los chicos de clase media tengan una alternativa entre las caras escuelas privadas y las escuelas públicas de pocos recursos, pero no existía ninguna opción.

Así que, en 2011, con la ayuda de la firma de diseño IDEO, creó una nueva opción.

Los colegios de Innova Schools son el producto de ese deseo. Se basan en el aprendizaje mixto – una forma de educación que utiliza la tecnología y el estudio independiente guiado – para que los niños desarrollen pensamiento creativo, flexible y crítico. A su vez, las familias pagan sólo US$ 130 al mes por hijo.

El modelo está recibiendo atención internacional, recientemente fue ganador del premio mayor en los “International Design Excellence Awards” (Premios de Diseño Internacional de Excelencia).

Hagamos un recorrido por la escuela.

Hay 29 Innova Schools en distintas partes del Perú, con más de 20,000 estudiantes en el ‘Sistema K-11’. Cada edificio es modular. Las paredes y las sillas son móviles y los espacios están diseñados para que los profesores cambien de lecciones rápida y fácilmente.

Casi un cuarto de los 8 millones de niños de Perú asisten a escuelas privadas, porque el sistema de educación pública está en muy mal estado. Las escuelas pueden sentirse como cárceles, por lo que Rodríguez-Pastor trabajó con IDEO para hacer que los Innova Schools se sientan tan abiertos y expansivos como sea posible.

En febrero 2015, Innova se convirtió en la mayor red privada de escuelas en Perú. Su objetivo es inspirar a los niños con tecnología moderna y autodescubrimiento.

Cada día escolar en Innova se divide en dos secciones. Los niños pasan la mitad del día en clases pequeñas, de 30 personas, centradas en la resolución de problemas y la colaboración, con un aporte mínimo del maestro. La otra mitad es para el aprendizaje autónomo, utilizando sitios web como Khan Academy y Time To Know (Tiempo de Saber).

Desde el principio, IDEO y Rodríguez-Pastor acordaron que Innova tenía que lucir bello. Los padres tenían que tener la confianza de que sus hijos estaban aprendiendo en un ambiente de alta calidad. Como parte de su misión, Innova también premia la recreación y el sentido del humor, lo que significa que el aprendizaje no es una experiencia memorística. Los niños también se divierten.

Parte de esa educación holística incluye el tiempo para socializar. Innova frecuencia lleva las clases fuera del aula para que los niños no se sientan abrumados por el uso frecuente de los ordenadores portátiles. El método funciona: En 2013, el 61% por ciento de los alumnos de segundo grado de Innova alcanzaron el dominio de los exámenes nacionales de matemáticas. El promedio del país es de solo 17%.

Innova insiste en que los niños necesitan ser auto-dirigidos para tener éxito. Como resultado, cada niño participa en el Programa de Innovación de la escuela, que hace que todos piensen en un reto social. Al final del año, los estudiantes presentan sus soluciones en conjunto.

Un obstáculo importante para Innova ha sido convencer a los padres que el modelo funciona. Cantar canciones y jugar con las computadoras portátiles no parece ser la imagen tradicional de aprendizaje, pero Innova muestra los números. Tanto en matemáticas y comunicación, las puntuaciones de las pruebas estandarizadas de Innova son varias veces superiores a la media nacional del Perú.

Innova también exige excelencia de sus profesores. Al elaborar un sistema escolar tan rápido significó que muchos maestros necesitarían capacitación, por lo que Innova diseñó el Centro de Recursos para Maestros. Es un catálogo de 20,000 lecciones, elaborado por maestros veteranos para los profesores más jóvenes.

El producto de todo este proceso concertado es un cuerpo estudiantil que se emociona por el aprendizaje y está familiarizado con la tecnología moderna. Ahora, Innova argumenta que la próxima generación puede finalmente tener una oportunidad justa de competir en la economía global.

 




Los Centros Comerciales: Una historia de inclusión y modernidad

Los Centros Comerciales: Una historia de inclusión y modernidad

Una de las muestras más palpables del desarrollo del país en las últimas décadas es la multiplicación de Centros Comerciales (CC) o “malls”. Demonizados y atacados por algunos trasnochados que los ven como una manifestación negativa del consumismo, en realidad los CC son una demostración del surgimiento y el éxito de una clase media cada día más grande y pujante.

En el 2000, apenas existían 8 centros comerciales en el Perú, todos concentrados en Lima. Hoy, superan los 70 y se ubican en 13 regiones del país (La Libertad, Ancash, Lambayeque, Piura, Cajamarca, Huánuco, Ucayali, Huancayo, Lima, Ica, Arequipa, Cusco y Puno). 

En este mismo periodo de tiempo, como hemos demostrado reiteradamente en Lampadia, la clase media peruana tuvo un vertiginoso crecimiento causado por la aplicación de políticas de mercado implantadas desde la década de los noventa (Ver en Lampadia (L): El libro blanco de la clase media).

Como ha señalado el Banco Mundial, la clase media (consolidada y emergente) en el Perú tuvo un crecimiento sorprendente en los últimos diez años y bordea el 67% de la población, muy superior al promedio de América Latina que llegó al 50%. Por su lado, el HSBC asegura que para el 2030, el 70% de la población nacional tendrá ingresos medios y altos (entre US$ 3,000 y US$ 15,000). Hace unos días, durante la presentación en el Congreso de Retail 2015, el jefe de análisis sectorial de Apoyo Consultoría, Víctor Albuquerque, aseguró que en el 2021 el 52% de hogares peruanos urbanos pertenecería a la clase media [consolidada]. Es precisamente el ensanchamiento de la base de este grupo, lo que a su vez genera el crecimiento del negocio del retail moderno y, por ende, de los malls. 

Como señala el historiador Juan Luis Orrego, “cuando nos referimos a un centro comercial, plaza comercial o mall, hablamos de uno o varios edificios, por lo general de gran tamaño, que alberga locales y oficinas comerciales, cuyo fin es aglutinarlos en un espacio determinado para así reducir espacio y tener mayor cantidad de clientes potenciales. Se diferencia de los hipermercados o tiendas por departamentos, porque está pensado como un espacio público con distintas tiendas, además de incluir lugares [de facilitación de gestiones], esparcimiento y diversión, como cines o ferias de comidas dentro del recinto”.

Eso son exactamente, un especio de esparcimiento para las familias, las que no solo van a comprar sino resolver sus trámites y a disfrutar de diversas actividades, muchas de ellas culturales como el cine, teatro, exposiciones, conciertos, ferias de libros y otras. No son, pues, simples templos del consumo, sino lugares de encuentro familar y de diversión dentro de espacios cómodos y seguros. Allí los padres pueden dejar circular libremente a adolescentes y jóvenes con tranquilidad. Los CC son, además, atractivos turísticos, algunos de ellos de gran significación, como Larcomar, que por ejemplo es el segundo destino turístico del Perú, después de Machu Picchu.

Los malls son parte del paisaje urbano desde los 60. Como señala Orrego, “la primera generación de centros comerciales en Lima apareció en 1960, con la apertura de Risso y “Todos” en San Isidro. La segunda generación, ya más modernos fueron Higuereta (1976), Plaza San Miguel (1976), Arenales (1979) y Camino Real (1980); los “epígonos” [representativos] de este segundo grupo fueron Plaza Camacho y Molicentro y, en cierta medida, Caminos del Inca y El Polo, imitadores del “modelo Camino Real”. Pero el impulso a esta nueva ola se produce con la construcción del Jockey Plaza en 1997, con Plaza San Miguel que llegó a tener un movimiento comercial impresionante y Mega Plaza, que abre la trocha en las zonas emergentes.

“El Jockey Plaza impuso un gran cambio, porque con ellos las tiendas del centro comercial ya no se vendían, solo se alquilaban”, señala Ernesto Aramburú, experto en el diseño de malls.

Larcomar, en Miraflores. Foto de Larcomar

 

Luego se construyó  Larcomar en Miraflores en medio de una gran y obtusa oposición de los vecinos del distrito. ¿Hoy, alguien puede concebir este distrito sin los atractivos de este mall levantado en uno de los lugares más bellos de la capital, la bahía de Lima? Fue un desarrollo de peruanos, hoy es propiedad de la compañía chilena Parque Arauco, pero llamativamente, esta es propiedad de un arequipeño, Don José Said.

Sin duda, el cambio más importante experimentado en esta industria fue el desarrollo del Megaplaza en Lima Norte, luego de un revolucionario estudio de Arellano que  determinó que los habitantes de los conos contaban con los recursos suficientes para hacer viable este tipo de inversiones (justamente, el éxito de Plaza San Miguel era por la afluencia de clientes desde Lima Norte). El éxito económico de esta apuesta, fue el disparador de la expansión a provincias, que empezó con la inauguración del Real Plaza en Huancayo el 2008 para que siete años después, 13 regiones cuenten con centros comerciales.

El nivel de ventas también se ha incrementado, de US$ 1,300 millones una década atrás a casi US$ 7,000 millones en la actualidad. La progresión es enorme, en los próximos años llegaremos a 100 malls y se calcula que para el 2018 se duplicarían las ventas.

Como vemos el desarrollo de esta industria es una verdadera historia de inclusión económica y social. Poco a poco, la oferta de los CC fue cubriendo buena parte del país. Hoy se han igualado los niveles de servicio entre la zonas tradicionales y las emergentes. Como en muchos otros aspectos, la geografía socio-económica del país es irreconocible con la que teníamos a principios de los 90. Hoy todos los peruanos aspiran al mismo nivel de servicio, seguridad y modernidad que las poblaciones de los países más desrrollados. Esta revolución de realizaciones y aspiraciones es el cambio más importante del Perú, y nuestra población no está dispuesta a retroceder. Lampadia